los m�s brillantes amaneceres; los m�s rom�nticos atardeceres; los para�sos mas incre�bles; se pueden encontrar siempre en el rostro de las personas queridas.
cuando no hay lagos m�s claros
y profundos que sus ojos; cuando no hay grutas de las maravillas comparables con su boca; cuando no hay lluvia que supere a su llanto; ni sol que brille m�s que su sonrisa. . .
la belleza no hace feliz al que la posee;
sino a quien puede amarla y adorarla; por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostros se convierten en nuestros paisajes favoritos. . . .