As pervivo como una imagen reejada, virtual, en los espejos del tiempo. Devoro lo que otros
excretan como si fueran ricas viandas. Y muero vestido de prncipe rodeado de msicos ciegos, en un olvido que ni siquiera alguien ha tenido a bien imaginarlo todava. Soy apenas un esbozo del ser que a veces palpita en el alfabeto de vuestros pensamientos. Y sin decoro contemplo los sueos ajenos que