gAceTA

JULIO BAUTISTA 

Cuando alguien comienza a caminar con pasos de gato en su propia

casa, ¿es por qué teme tropezarse con su culpa?

L
a guerra que suele desestabilizar una familia no es la que proviene de los ataques externos, sino la
que se libra ente sus integrantes, quienes de manera egoísta hieren a los demás. Al final no todo
está perdido y el orden se restablecerá al aclarar las confusiones en las que pueden empantanarse
los vínculos de sangre.

Un gran Amor (Kabluey)

Cásate conmigo otra vez
Director : Scott Prendergast (Ira and Abby)
Año : 2007
País : Estados Unidos Director : Robert C ary
Año : 2006

U
n superhéroe cubierto de al- País : Estados Unidos
godón 100% azul, como las

nubes, se integra a la vida de
la familia de su hermano, quien por
cuestiones de guerra prolongará su
estadía en Irak. Su incursión en un
mundo sostenido por la tensión y la
distancia tropezará, viéndose orillado
a mantenerse como un espectador
hasta encontrar la mejor estrategia
para demostrarles que no es su ene-
migo.
Una desolada carretera, un “em-
20 ... 30 de octubre / Número 26 ...
A
bel Velásquez cita en una canción “yo
no entiendo cómo aman los huma-
nos”, frase que bien puede aplicarse
para abordar el tema del compromiso, al
que muchos suelen ver con reservas parali-
zantes, pues los miedos que provoca suelen
estar relacionados con la presión social que
se ejerce cuando se supone “has encontrado
a la pareja perfecta”. Sobretodo cuando es-
tas relaciones surgen de un aparente absur-
do que derriba todos los esquemas, en los

pleo fantasma” y el buen corazón de que históricamente hemos avalado la apro-

Salman, el protagonista de esta histo-
ria, tendrán que interponerse como
condiciones básicas para transformar
el ambiente familiar y hacer de este
un espacio favorable. El “todo por el
nada” será nuevamente el punto de
partida en el que esta familia comen-
zará a reescribir su historia, enten-
diendo que la felicidad puede ser un
concepto muy particular.
bación de una vida adulta.
Alegría, matrimonio, divorcio y espacios
de prolongado dolor, se posarán en la “licua-
dora de la indecisión” para hacer que los in-
volucrados avancen con paso firme después
de haber tropezado infinidad de veces. To-
dos los invitados y sus familias también ten-
drán su rebanada del pastel agrio y, entre
sarcasmos, aprenderán a mantener la sonri-
sa petrificada por sus prejuicios.