-NOVIEMBRE, 1979
Como por arte de una magia nefasta no me doy cuenta que mi abuela ya
no me va a cocinar los guisos apurados del mediodía, ni la voy a poder
atormentar más con Deep Purple a todo volumen, ni mi vieja va a dejar pasar
más que sabe que estuve fumando a escondidas pero no dice nada. Y todos esos
amores tan pasajeros como olvidados y truncos pasan a ser nada más que
recuerdos, y eso que en su momento cada uno fue fundamental.
Al llegar a este momento veo que, como en el teatro, vivimos cosas que
nos marcarán para el inmenso resto de lo que queda de vida, tristezas, alegrías,
felicidad, angustia. Pero ahora ya no importa. Ya pasó.