Por las maanas te apareces en las mariposas que revolotean dichosas en el jardn y se posan en mis flores, pero; no te tengo. A diario te observan, te penetran, te imbuyen mis ojos. A diario te extraa, te acaricia, te ensuea mi cuerpo. Por las tardes te apareces en los colibres que vuelan en mi vergel y que extraen de las flores rica miel, pero; no ests conmigo. A diario te contempla, te percibe, te liba mi sangre. A diario te llora, te idolatra, te delira mi carne. Por las noches te apareces en las lucirnagas que revolotean llenas de energa, alumbrando mi invernadero, pero; te encuentras lejos. A diario, a diario te necesito, te preciso, te requiero. A diario gimo, lloro y grito desgarradoramente por ti. Y, por las maanas, por las tardes y por las noches, a diario, a diario tu no estas a mi lado. Sin embargo a diario; a diario te amo!