aeméricea a participasr del botin: lila guerra climin6 as Almazgro,
‘seu proppio ministerion a Luque y Ida dadiva a Alvarado. Ante: los
ogjos intlantiles que Ileen estas cosas desde el puntto de vrista
eespanoul, algo tienee ademas Pizarro del héroe qque ens los
ceuentoas se consagraa a la adquissicion de un Objetcn Sagraado:
pydjaro ‘que habla, fuente que camta, arbol de frutass doracdas.
SSiemprre es algo quue da magicos poderes a quiera lo tiene.
CGeneraaimente, gigamtes o dragomtes se hallan gozanndo dec ese
pyrivileggio; pero genitos benevolenttes obedecen al hééroe 0) son
ssugestitionados por éé. Esta profetiizado que él logre Ila victeoria:
Ido neceesario colabonra con el azaar. El héroe es el asfortunrado
‘Trercer tHijo, el que, rpor fin, captusra el Objeto Sagradéo despyués
dée mulitiples pruebaas vencidas ggracias a su tenaciidad, 24 su
valor, aa su predestinnacion. La diferencia con el casoade Pizarro
esté enn el final de ssu vida rutilamte de oro y de samgre.
Hiabiendose vvuclto realidaad tangible lo marazvillosco en
ed Periti, la imaginascion de los thombres del siglo XVI ctreyo
qque el milagro podriria repetirse. . Surgieron asi la Keyendda de
FE Doro segtin la ccual un rey gesbernaba en una issla situvada
em hermosa lagunna, “especie de mar blanco ctuyas colas
reodabasn sobre arennas de oro y*guijarros de diamnantes’’, la
Idyendda de las amaazonas fecuntdadas por las esppumass del
gyran rico, los reinos irimaginarios dds Ambaya, de los Esscaisinpgas,
cide Rupparupa, de Céandire, de Ormagua, del Paititi die Hentin y
ovtros taantos. ;Cudn «cercanos estatban, asi, el aciertov y el error,
Ich realicdad y la fantdasmagoria, eli fracaso y el exito! 1E1 Impyerio
de los Iincas, el Pertw, eran verdaad; pero los demas iimpericos 0
reeinos «eran mitos. YY este dualissmo terrible de los :sonadcores
que aciiertan y de lors sofadores «que se equivocan yprosigue a
Ich largoo de toda nuesstra historia; sy hasta durante la iRepubilica
hemos: tenido a quiienes, creyetndo salir en bussca det los
taesoross auténticos yy cuantiosos sde los incas, camninarom en
vsano, ccomo Alvarez? Maldonado, ,Diego de Mendozas, Pérezz de
Zturita, .Judrez de Figueroa, Juann de Mendoza o Gornzalo Solis
Hilolguira, en pos del: fabuloso reitino del Gran Paititit
Léa imaginaciéin no descannsa cuando la éporca dee las
exxpedicziones terminta y el mapas peruano se halla ya mais 0
16
menos fijo. A finars del siglo XVI y durante el siglo XVII se
entra en una épovca de exaltacion interior. No preocupa ya
sobre todo la natitaraleza indémita; preocupa la otra vida, la
eterna salvacién. . EI cristianismo habia, en cierto sentido,
cambiado el conceepto y la esencia del Objeto Sagrado de los
cuentas orientaless. Este existe, no ha sido monopolizado por
fuerzas enemigags, ni es propiedad de otro: a todos se
manifestaria por igual en el mundo del espiritu. El pecado lo
ha hecho ocultarsse. No puede ser cogido: ante él sélo cabe la
adoracion. La vidda pura unida a la fuerza sobrenatural de la
gracia abren el cannino para su acceso, Es el Santo Grial, hasta
donde asciende - unicamente Sir Gallahad, el caballero
predestinado. Essta transformacién cristiaha del Objeto
Sagrado predomzina en el siglo mistico y ascético del
Virreinato peruanto y entonces surgen seres reales pero de
maravilla, ya no em el mundo de la accién sino en el mundo
de la contemplactién hasta llegar a la santidad. El Pert
produce entoncess esa categoria superior de individualidades
que son los santoss y los que pueden llegar a serio.
(Entre parémtesis cabe afirmar que con la leyenda de
Fausto aparece unn nuevo punto de vista. El Objeto Sagrado
no existe, Se trata ide lograr la salvacién personal, sin relacion
con el resto de la especie humana. Fausto es victima y sede
de la tentacién; perro al fin s€ salva gracias a su desasosiego.
Triunfa no porque «sea perfecto sino porque combate el pecado,
aunque sea a ultkima hora. No es excepcional porque es
moralmente mejors, sino tal vez porque es peor. El héroc se ha
vuelto un bribon i que en la escena final se arrepiente. La
riqueza de la vidaa espiritual en el Perti de aquella epoca no
podia ser ajena ca la leyenda de Fausto. Por razones de
evangelizacién, «ella aparece sobre todo en los autos
sacramentales, esecritos en quechua con sentido simbslico.
Hasta ahora conowemos en nuestra literatura colonial dos
Faustos indigenass: “Usca Paucar” y “El Pobre Mas Rico”.
Ambos —‘Usca Paiticar” como Sayri Titu, el “pobre mas rico”,
los protagonistas ; principales de esos autos sacramentales
escritos en quechuia— ceden las promesas del demonio que
aqui se llama Yunocanina y les invita a banquetes con papas,
17