Marita Fernández F.
Luis Ardiles C.
Pero hay uno que en particular se relaciona con nuestro que hacer en salud:
Además, también razonan que no importa cuál sea la causa que hace que un
determinado numero de personas, más o menos el mismo porcentaje a lo largo de toda la
historia de la humanidad, se sienta atraído exclusivamente por personas de su mismo sexo,
y que lo que realmente importa son las consecuencias sociales que eso ha tenido. Y por
último, temen que si se encuentra una razón biológica que explique esa atracción, lo más
probable es que, en poco tiempo, los científicos, aliados con una sociedad y un poder
homofóbico, se empeñen en curar esa anomalía.
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Es muy probable que pase un largo tiempo para lograr un consenso real frente a
estas interrogantes, puesto que los que existen actualmente dictan normas para enfrentar
esta situación pero en la realidad todavía no zanjan el tema.
Pero por qué hacerse todas estas preguntas, dónde se afecta el quehacer en
salud… pensamos que una parte bien especifica, ¿estamos preparados los profesionales de
la salud para responder ante la inquietud de una madre que nos pregunta qué hacer por que
su hijo de tres años no acepta sus genitales o se identifica más con los juegos de las niñas?
o ¿qué le ofrecemos al adolescente que consulta por inquietudes acerca de su orientación
sexual?
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que, primero se aclare el diagnóstico y luego, sin necesariamente intentar “eliminar” el
síntoma el individuo pueda verse libre de la comorbilidad (como depresión y desinserción
social), desarrollarse plenamente y tener una mejor calidad de vida.
DISCUSIÓN
En los últimos años ha salido a luz pública el estudio realizado por Simón LeVay
(1991) (2), neurocientífico gay, sobre el hipotálamo, cuyas motivaciones a la hora de
realizar este estudio, era demostrar que la homosexualidad es tan natural como la
heterosexualidad. Partiendo de esto descubrió que el hipotálamo de los gays era similar al
de las mujeres. Esta fue la primera diferencia jamás descrita respecto a la estructura cerebral
de los hombres homo y heterosexuales. Este estudio fue criticado por otros científicos, ya
que los cuerpos estudiados eran de personas que habían muerto de SIDA, con lo que la
diferencia hipotalámica podría ser una consecuencia de la enfermedad y no algo de
nacimiento. Además las mujeres lesbianas tenían el hipotálamo de igual tamaño que las
mujeres heterosexuales. Ante esto nace una duda ¿las causas de la orientación sexual de
las mujeres son diferentes de las de los hombres?
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La teoría medioambiental, por otro lado, establece que la HS es el resultado de
presiones ambientales y otros factores condicionantes. El individuo puede buscar
expresiones HS como resultado de un episodio casual pero placentero durante la infancia, o
por haber convivido largo tiempo con otras personas del mismo sexo por periodos
prolongados. (4)
DEFINICIÓN DE CONCEPTOS
Para poder introducir nuestro pensamiento respecto del tema se hace necesario
definir ciertos conceptos que han sido definidos como procesos resultantes de la interacción
biológica y sicosexual.
Con relación a esto se han publicado varios estudios, uno de ellos realizado por
Zucker refiere que el seguimiento a largo plazo de 41 niños con trastornos de la identidad de
género arrojó los siguientes resultados: 5 niños fueron clasificados como transexuales, 21
como Homosexuales, 1 como transvestista Homosexual y 14 como heterosexual, lo que
significa que un 66% de ellos sufrió perturbaciones del desarrollo de identidad sexual. (6)
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CONCLUSIONES
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BIBLIOGRAFÍA
3. Gauthier L., Conocimientos Basicos Sobre Hombres que tienen sexo con hombres, HSH,
Identidad de Genero, Comportamiento Sexual, Orientación Sexual y Aspectos
Éticos,; Santiago, Chile, 1998.
5. Dr. Carlos Amonte. Trastornos del desarrollo sicosexual en el niño y adolescente, cátedra
Psiquiatría infantil, Universidad de Chile, Sede Sur, Hospital Barros Luco.
6. Zucker K.J, Bradley SJ, Gender identity disorder and Psichosexual Problems in childrens
and adolescent. The Gillford press, New Jork 1995 (original no consultado).
7. Bradley SJ, Zucker KJ, Gender Identity Disorder: A Review of the Past 10 years, Child
Adolescent Psychiatry, July 1997, Páginas 872-879.