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ADIÓS AÑO VIEJO

Personajes: Iglesia = Muchacha vestida de blanco. Año viejo = joven vestido de


anciano con bastón. 12 Meses = Muchachas vestidas de acuerdo a cada estación. Año
Nuevo = joven vestido de traje.

La iglesia entra y se sienta, en su mano trae 12 hojas escritas las que se pone a revisar
mientras habla en alta voz.

Iglesia: Hace 366 días que recibí estas hojas en blanco; ahora están llenas. En ellas he
escrito muchas cosas buenas y otras...¡cuánto tiempo perdido! ¡Hay mucho que se
puede mejorar!... Pero ya el año se va; lo que está escrito pasará a la eternidad. Si
pudiera borrar estas manchas... Descuido en el estudio de la Palabra de Dios,
Irreverencia, Falta de fervor Cristiano, Descuido de la oración, Amor a las cosas del
mundo, Indiferencia, falta de responsabilidad, sueño espiritual... ¡Oh, son muchas, no
tengo tiempo de borrar todo esto! ¡Qué nerviosa estoy! ¡No hay tiempo! El año viejo
se va para no volver jamás...

(Año Viejo entra con su bastón y la saluda cortésmente)

Año Viejo: Iglesia de Cristo, ¿qué te pasa que te veo tan preocupada?

Iglesia: Querido año 200_, me parece que fue ayer cuando llegaste y me diste estas
doce páginas en blanco. El tiempo ha pasado rápidamente y ya te vas para no volver
más.

Año Viejo: Sí, es cierto, me voy y no volveré más, pero antes de partir quisiera ver lo
que has escrito en las páginas que te di al entrar.

Iglesia: Querido amigo, me da pena enseñarte estas páginas, he tratado de hacer lo


mejor pero hay muchos borrones que quisiera quitar y muchas frases que podría
cambiar si hubiera tiempo...

Año Viejo: No comprendo por qué te afliges tanto. ¿Son acaso tan feas las manchas
que no puedes mostrarme esas hojas?

Iglesia: Sí, Año Viejo, yo soy la Iglesia de Cristo y cualquier mancha, por pequeña que
parezca, me ofende, porque yo debo mantener mi pureza, ya que soy un espectáculo al
mundo, a los ángeles y a los hombres. Yo para desatar las ligaduras de impiedad,
deshacer los haces de opresión, para dejar ir libres a los quebrantados...

Año Viejo: Sí, recuerdo lo que dice Isaías 58: "¿No es que partas tu pan con el
hambriento y a los pobres errantes metas en casa; que cuando veas al desnudo lo cubras
y no te escondas de su carne?"

Iglesia: Veo que sabes muy bien cuál es tu deber. Yo también lo sé y quiero hacer la
voluntad de Dios, pero ¿cómo puedo redimir el tiempo?

Año Viejo: El tiempo que ha pasado nunca más volverá, pero tú puedes redimir el
tiempo haciendo un recuento de todo lo que has hecho. Las cosas buenas las puedes
mejorar y las cosas malas las puedes enmendar con la ayuda de Dios Veamos esas
páginas.

Iglesia: Aquí están. Ojalá que podamos hacer algo por arreglar los errores.

Año Viejo: Sí, veo que hay muchas cosas que pudieras mejorar; pero lo que más me
preocupa es esta declaración que puede resultar fatal para ti.

Iglesia: ¿Cuál, amigo Año Viejo?

Año Viejo: Mira lo que dice: (Le dice mostrándole la hoja)

Iglesia: TIBIEZA... No pensé que esa fuera la palabra más peligrosa, yo estaba
preocupada por estas (señalando el papel) Descuido del estudio, falta de fervor
cristiano, descuido de la oración, amor a las cosas de este mundo, indiferencia y todas
estas cosas que ves aquí.

Año Viejo: Sí, las he notado pero todas esas cosas son el resultado de ésta, tibieza.
Vamos a la Biblia para que veas lo que te dice en Apoc. 3:15, 16. "Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Mas porque eres tibio y
no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca". Esta es la Palabra que debes desterrar y
borrar para siempre si quieres entrar triunfante en las mansiones eternas.

Iglesia: Tienes razón, Año Viejo, esa palabra debe ser quitada para poner otra en su
lugar. ¿Cuál es tu consejo?

Año Viejo: En su lugar pondrías el fuego del amor. Cuando ese fuego divino penetre
en tu ser todos tus miembros se moverán en perfecta armonía y tu influencia
bienhechora se extenderá por todos los ámbitos de la tierra llenando de luz y vida a
miles de corazones que hoy mueren en inanición. Ya debo partir, Iglesia de Cristo, pero
no olvides que debes mantenerte vigilante y cumplir con tu deber para que llegue pronto
el día de tu liberación y entres triunfante en las mansiones eternas.

Iglesia: ¿Qué haré con estas páginas manchadas?

Año Viejo: Las llevaré conmigo, esos errores pasarán a la eternidad; pero si eres fiel y
te arrepientes, Cristo los borrará con su preciosas sangre. El te ama y te dice: "Yo soy
el que borro tus rebeliones... No más me acordaré de tus pecados".

Iglesia: Gracias, Año Viejo, por tus sabios consejos. Tu me has enseñado muchas cosas
buenas, trataré de ser mejor en los días venideros.

Año Viejo: Adiós, querida iglesia. (Va caminando y hablando). Mantente firme y no
desmayes, recuerda que al partir te dejo más cerca de la eternidad.

(Se oye la poesía, "Un Año Más"...) La última estrofa será como sigue: La persona que
lee la poesía lee los dos primeros versos y el Año Nuevo entra y llega repitiendo los dos
versos finales). El Año nuevo entra con los 12 meses.

Año Nuevo: (Se inclina ante la iglesia en ademán de saludo)


Iglesia: ¡Bienvenido, Año Nuevo 200_! ¿Tienes alguna sorpresa para mí?

Año Nuevo: Sí, aquí te traigo 12 meses cargados de esperanza. También te traigo estas
doce páginas limpias para que las llenes durante los 365 días que dura mi existencia.
Aunque soy joven te aconsejo que seas muy cuidadosa al llenarlas para que no haya en
ellas ninguna cosa que te impida recibir las bendiciones que Dios tiene para ti en estos
meses que seguirán su marcha sin detenerse un instante. Ellos te dirán sus nombres y
algunas cosas que seguramente te agradará saber.

Enero: Soy Enero. Cuando yo entro la estación comienza a estabilizarse. El frío llega
en oleadas, las noches son claras y el firmamento refulgente con el centellar de las
estrellas. La luna parece más llena. mis mañanas están envueltas con suave manto de
neblina. La pereza se arropa en el lecho tibio hasta que la brega diaria la obliga a
abandonarlo. Yo soy el mes de los buenos propósitos. Los hombres me reciben con
alegría, mientras prometen ser mejores durante el año que se inicia con mi llegada pero
muchas veces esos buenos propósitos duran menos que yo, el tiempo de mi duración es
de 31 días solamente. La Biblia dice que el que perseverare hasta el fin será salvo.
Ojalá que cada hijo de Dios tenga esta en mente todos los días del año y de su vida.
Iglesia de Cristo, se perseverante y fiel hasta la muerte para que recibas la corona de la
vida.

Febrero: Me llamo Febrero, soy el más pequeño de los doce, pues me compongo de 28
días y si el año es bisiesto duro 29 días... Con mi llegada arrecian los vientos y soplan
con más frecuencia. El frío se vuelve más crudo. Se reseca la campiña. Las brumas
ocultan el sol de la mañana y los escolares tiemblan al dejar las ropas del sueño. Mis
tardes son cortas y grises, pero los que saben valorar el tiempo aprovechan mis días para
buscar a los que no tienen abrigos, a los enfermos, a los que tienen hambre y sed de paz
y de consuelo y a todos los que gimen bajo el peso del pecado, aliviando sus
necesidades y enjugando sus lágrimas. Iglesia de Cristo, recuerda siempre lo que dice
Isaías 52:7, "¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas,
del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice a
Sión, Tu Dios reina!"

Marzo: Yo me llamo Marzo. Soy el mes de la esperanza y del renacimiento. Durante


mis días las brisas son más agradables, la hierba comienza a reverdecer. El ganado
comienza a sosegarse en su búsqueda de alguna brisa fresca. El instinto les dice que
viene llegando la primavera. Mis mañanas son frescas y algunos de mis días se
presentan fríos; pero en general, mi temperatura es agradable. Los campesinos preparan
sus tierras para sembrar las semillas cuando llegue el momento propicio. Iglesia de
Cristo, prepara también el terreno para la siembra, no descanses un sólo instante, el
tiempo es corto.

Abril: Soy Abril. Cuando llego, los campos se visten con un manto verde y las
primeras lluvias dan nueva vida a cada planta. La primavera desborda su plenitud en
cada tallo y en cada rama. Cuando me asomo en el primer atardecer, tú, Iglesia de
Cristo, debes regocijarte con la hermosa promesa de Dios en Isaías 35, "Alegrarse han
el desierto y la soledad, el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá
profusamente y también se alegrará y cantará con júbilo. La gloria del Líbano le será
dada. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Confortad las
manos cansadas, recobrad las vacilantes rodillas. Decid a los de corazón apocado:
confortaos, no temáis he aquí vuestro Dios viene con venganza, con pago; el mismo
Dios vendrá y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de
los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del
mudo, porque aguas serán cavadas en el desierto y torrentes en la soledad. El lugar seco
será tornado en estanque y el secadal en manaderos de aguas; en la habitación de
chacales en su cama, será lugar de cañas y juncos. Y habrá allí calzada y camino de
Santidad; no pasará por el inmundo y habrá para ellos en sí quien los acompañe. De tal
manera que los insensatos no yerren. No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni
allí se hallará, para que caminen los redimidos, y los redimidos de Jehová volverán y
vendrán a Sión con alegría y gozo perpetuo será sobre sus cabezas y retendrán el gozo y
la alegría y huirá la tristeza y el gemido.

Mayo: Mi nombre es Mayo. Soy el mes de los colores, los alegres trinos y la dulce
fragancia. Soy el mes de las flores. Los sembradores incansables miran sus campos ya
sembrados llenos de fe y esperanza. ¿Serán propicios mis días? Ellos aguardan con
paciencia y cada hijo de Dios debe instarlos en esto. La Biblia dice en Santiago 5:7, 8,
"Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra aguardando con paciencia
hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. Tened también vosotros paciencia y
afirmad vuestros corazones porque la venida del Señor se acerca".

Junio: Soy junio. Mi llegada rompe la monotonía. El trueno retumba, el relámpago


refulge, las nubes espesas y las lluvias se precipitan desde las violentas turbonadas. Los
ríos corren entrubiados por las rápidas corrientes, las aves buscan refugio en lugares
seguros para escapar de la muerte. Iglesia de Cristo, tú también tienes un refugio
seguro, cuando veas cómo las aves huyen y se esconden eleva tu voz y canta con júbilo.
(El piano debe comenzar a tocar desde que ella dice "Iglesia de Cristo"---Roca de la
Eternidad, No. 236)

Julio: Me llamo julio. Durante mis días el verano avanza. Las playas se colman de
veraneantes que buscan afanosos mitigar el calor en las tranquilas aguas. Las arenas se
hunden bajo los pies de un sin número de seres que van tras el placer. Cada pisada mal
encaminada debe recordarte, Iglesia de Cristo, lo que dice Dios en Proverbios 16,
"Todos los caminos del hombre son limpios, en su propia opinión, pero Jehová pesa los
espíritus". Por eso la inspiración puso en boca de Salomón esta sentencia: "Alégrate
joven en tu juventud y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia, y anda en
los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos, pero sabe que sobre todas estas cosas
te juzgará Dios".

Agosto: Me llamo agosto. Soy el mes del calor. Mis días se obscurecen bajo un cielo
de plomo que arrastran espesos cúmulos saturados de sol. Las damas visten sus ligeras
ropas y es copiosa la transpiración. Con gusto te brindo yo, Iglesia de Cristo, mi calor,
para que la llama de la fe arda en ti todo el año y contagie al mundo con tu divino
resplandor. El Señor te dice hoy: "Levántate que ha venido tu lumbre y la gloria de
Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad los
pueblos, mas sobre ti será vista su gloria. Y andarán las gentes a tu luz, y los rayos al
resplandor de tu nacimiento".

Septiembre: Yo soy septiembre. El mes de los contrastes, en que se encuentran el


verano y el otoño. Lluvias y vientos secos, calor y brisetas, luz y sombras, comienzo de
tormentas tropicales. El verdor de los campos y los frutos maduros llenan de regocijo el
corazón del hombre. Felices se sienten aquellos que a su tiempo, sembraron la semilla
al ver ahora los sembrados en su plena lozanía. Iglesia de Cristo, levántate tú y siembra
buenas obras para que puedas gozarte como el labrador, al ver el fruto de su labor
abnegada. Recuerda lo que dijo David inspirado por Dios: "Los que sembraron en
lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente;
mas volverá a venir con regocijo trayendo sus gavillas". Por eso te aconsejo que no te
canses de sembrar en todo tiempo.

Octubre: Me llamo octubre. Mes de tensiones. Los huracanes desatan su furia. Las
inundaciones devastan los sembrados y siegan muchas vidas. Es pleno otoño. Las
marejadas golpean los acantilados con furia invernal. Los barcos buscan un refugio
seguro en los puertos más cercanos. Iglesia de Cristo, tu tienes un refugio seguro donde
puedes descansar. Cuanto te asalte el temor o la tentación, eleva tu voz y canta: (El
piano ha estado tocando suavemente y ahora octubre canta) "Encontré Refugio Donde
Descansar".

Noviembre: Soy noviembre. Mes de seca y de vientos intensos, de temperaturas


frescas y agradables. Los horticultores riegan esperanzados sus hortalizas y ven su
crecimiento llenos de regocijo. Cuando yo llego, los días comienzan a acortarse y las
noches van siendo más largas. Sería bueno que cada hijo de Dios recordara las palabra
de Jesús, en Juan 9:4: "Conviéneme obrar las obras del que me envió, entre tanto que el
día dura--la noche viene cuando nadie puede obrar".

Diciembre: Soy diciembre. El mes de las blancas campanillas que anuncian la llegada
risueña de la Navidad. Las tiendas se visten de gala y las calles reflejan los colores de
los arbolitos iluminados que se asoman a las ventanas como si quisieran escuchar el
sonido de las campanas que anuncian la llegada de un nuevo año. Soy el mes de las
tarjetas y de los regalos y me gozo al ver a los amigos y las familias unirse en íntimo
compañerismo. Iglesia de Cristo, que la unidad de tus miembros sea tal en mis días que
pueda perdurar hasta la eternidad. Que la oración de Jesús sea una hermosa realidad en
ti. "Para que todos sean una cosa: como tú Padre en mi, y yo en ti, que también ellos
sean en nosotros una cosa, para que el mundo crea que tú me enviaste". Si esta oración
se cumple también se cumplirá la última parte de la mima: "Padre, aquellos que me has
dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo, para que vean mi gloria
que me has dado..."

Año Nuevo: Iglesia de Cristo, tú has oído lo que cada uno de mis meses te ha dicho.
Ahora estás un año más cerca de la eternidad. A medida que los días avancen el camino
se hará más angosto y tendrás que pasar por duras pruebas pero no estás sola. Jesús te
promete su ayuda, reclama sus promesas cada día y él será tu brazo poderoso para
librarte. En estos momentos te encuentras frente a mí, el año 200_. ¿Tienes alguna
promesa que hacer al Señor? ¿Qué le pides hoy a tu Salvador?

Iglesia: Año nuevo, Año 200_, muchas cosas quisiera prometer al Señor y muchas
tengo que pedirle, pero quiero contestar tus preguntas con las palabras del himno que
ofreceré a mi Dios como una oración que brota de mis labios y de lo más íntimo de mi
corazón. (Canta himno 272)
Todos quedan en su lugar al terminar el canto y pasa el pastor designado que hará un
llamado a la iglesia para que todos piensen en la necesidad de acercarse más a Cristo en
el Año Nuevo. Con una oración quedará terminado el programa.

Un Año Más (poema)

Un año más que pasa, solitario y adusto


y se une a la cadena de siglos, eternal...
y otro año que se acerca como un joven, robusto,
y llena de ilusiones al místero mortal.

Un año más que nos deja recuerdos y experiencias


lecciones y enseñanzas dignas de recordar
Para formar los planes y buscar referencias
que a nuestras propias vidas nos puedan ayudar.

Es siempre provechosos pensar en lo que hicimos,


o en lo que en nuestras vidas dejásemos de hacer
en bien del que doliente a nuestro paso vimos
moribundo y maltrecho, expuesto a perecer.

El año que se aleja descifró sus arcanos,


y al remontar el vuelo sabemos lo que fue,
mas el que se aproxima, advierte a los humanos
vivir por la esperanza, por el amor y por la fe.

¿Qué misterios ocultos traerá este nuevo año


envueltos en su oleaje de excelsa majestad?
Quizá es para muchos fatal desengaño...
o de suprema dicha, de amor y de bondad.

La esperanza que anida en nuestros corazones


siempre mira al futuro y augura lo mejor,
pero, resulta, a veces, que nuestras ilusiones
se frustran, y aparece entonces lo peor.

Un año más que pasa, adusto y solitario,


y un año más que empieza su místico alborear...
un año que se ausenta envuelto en el sudario
de la noche insondable, de siglos, eternal.

--Narciso Solero--

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