CUADRO 1
INTRODUCCIÓN
CUADRO 2
LA ANUNCIACIÓN A MARÍA
Abuela: Hace casi dos mil años Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de
Galilea llamado Nazaret, a visitar a una mujer virgen llamada María.
(ENTRA MARÍA Y SE UBICA EN EL CENTRO).
Abuela: María estaba comprometida para casarse con un hombre llamado
José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba,
y presten atención a lo que dijo:
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL Y SE DIRIGE A MARÍA)
Gabriel: ¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo.
Abuela: Cuando María vio al ángel, se sorprendió de sus palabras.
María: ¿Por qué me saludas así? ¿Qué significa tu saludo?
Gabriel: María, no tengas miedo. Tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a
quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran
hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará rey,
como a su antepasado David, para que reine por siempre en la nación de
Israel. Su reinado no tendrá fin.
María: ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
Gabriel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo
descansará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será
llamado Santo e Hijo de Dios.
María: ¿Sí?
Gabriel: Sí. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo, a pesar de que es
anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis
meses. Para Dios no hay nada imposible.
María: Yo soy esclava del Señor, que Dios haga conmigo como me has dicho.
(SALE GABRIEL)
Juancito: ¿Por qué Dios envió a Jesús?
Abuela: Para salvarnos. Dios quiere que él sea nuestro Señor y que guíe
nuestras vidas.
Cristina: ¿Podés explicarnos eso de "salvarnos"?
Abuela: Claro. Cristo nos salva del pecado, porque murió por nosotros en la
cruz. Y gracias a su perdón podemos vivir en amor y en libertad.
Juancito: Qué interesante, ¡ese Jesús de la cruz una vez fue un nene pequeño!
Abuela: ¿Vieron? La historia no es para nada aburrida.
CUADRO 3
EL MAGNIFICAT
CUADRO 4
LA ANUNCIACIÓN A JOSÉ
CUADRO 5
EL NACIMIENTO EN BELÉN
CUADRO 6
LOS PASTORES
CUADRO 7
LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO
Abuela: A los ocho días le pusieron por nombre "Jesús" al niño, el mismo
nombre que el ángel le había dicho a María.
Cristina: ¿Y qué más hicieron?
(JOSÉ Y MARÍA SALEN CON EL BEBÉ DE LA GRUTA Y SE UBICAN EN EL
CENTRO)
Abuela: José y María tenían que llevar una ofrenda al templo de Jerusalén y
presentar al niño al Señor.
Juancito: ¿Por qué?
Abuela: Porque en la ley de Dios está escrito: "Todo primer hijo varón será
consagrado al Señor". Pero ahí no terminó la cosa.
(ENTRAN SIMEÓN Y ANA)
Abuela: En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón.
Era un hombre justo, que adoraba a Dios y esperaba la liberación de Israel. El
Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin
ver antes al Mesías enviado por el Señor.
Cristina: ¿Qué es eso, el "Mesías"?
Abuela: El Ungido de Dios, el Rey Salvador. Bueno, Guiado por el Espíritu
Santo, Simeón fue al templo; justo cuando José y María traían al niño Jesús.
(SIMEÓN TOMA EL BEBÉ EN SUS BRAZOS)
Simeón: Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo
muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar
ante los ojos de todas las naciones, la luz que alumbrará a los paganos, y que
será la honra de tu pueblo Israel.
José: ¿Qué es lo que estás diciendo?
Simeón: ¡Que Dios les bendiga! María, este niño está destinado a hacer que
muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos
rechazarán, para que las intenciones de muchos corazones queden al
descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu
propia alma.
(MARÍA SE QUEDA ADMIRADA)
Cristina: (SEÑALANDO A ANA) ¿Quién es esa abuelita?
Abuela: Ella se llama Ana. Habla en nombre de Dios y es hija de Fanuel. Ya es
muy anciana. Se casó siendo muy joven, y vivió con su marido siete años.
Hace ya ochenta y cuatro años que se quedó viuda. Nunca sale del templo,
sino que sirve día y noche al Señor, con ayunos y oraciones.
Ana: (MIRA HACIA ARRIBA) Te doy gracias, oh Dios, porque me permites vivir
este momento. Por fin puedo ver al niño prometido. (SE DIRIGE A LA GENTE)
Yo les pido a todos ustedes que reciban a este niño. Yo sé que todos ustedes
esperan algo de él. Solamente en él van a encontrar paz y liberación.
(SALEN SIMEÓN Y ANA. JOSÉ Y MARÍA VUELVEN A LA GRUTA CON EL
BEBÉ)
Cristina: Me parece muy lindo que estos abuelitos quieran tanto a Jesús. A mí
me dan lástima los ancianos abandonados.
Juancito: Entonces nosotros tenemos que preocuparnos por ellos.
CUADRO 8
LOS MAGOS ANTE HERODES
Abuela: En ese tiempo Herodes era rey del país.
(ENTRA HERODES)
Abuela: Cierto día llegaron a Jerusalén unos magos del Oriente. Ellos se
dedicaban al estudio de las estrellas.
(ENTRA LA ESTRELLA, SEGUIDA POR LOS TRES MAGOS)
Melchor: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Vimos su estrella en
el Oriente y hemos venido a adorarlo.
Herodes: ¿Qué? ¿Cómo es eso? ¿Hay un nuevo rey, dicen?
Gaspar: Sí, tiene que haber nacido un nuevo rey. Lo anunció una gran estrella.
Baltasar: Queremos verlo y adorarlo. ¿Dónde nació?
Herodes: Ay ay ay, eso no puede ser. Aquí yo soy el único rey. No voy a tolerar
que alguien me quite mi corona y mi trono.
Melchor: Pero es apenas un niño recién nacido.
Herodes: (ENOJADO) Yo soy el único rey, y basta. (SILENCIO) Ah, esperen un
poco. Lo pensé mejor. Que vengan los jefes de los sacerdotes y los maestros
de la ley.
(ENTRA EL ESCRIBA CON UN ROLLO)
Escriba: ¿Qué desea mi rey?
Herodes: ¿Dónde había de nacer el Cristo? ¿Sabés de lo que estoy hablando?
Escriba: Claro, mi rey. El Cristo nacerá en Belén de Judea, porque así lo
escribió el profeta.
(ENTRA EL PROFETA)
Profeta: En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judea, no eres la más pequeña
entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante
que guiará a mi pueblo Israel.
(SALEN EL ESCRIBA Y EL PROFETA)
Herodes: Ay ay ay, ahí está. Tenían razón estos magos. Algún tipo está
preparando una revuelta, y ya tienen un nuevo rey. Eso no lo voy a tolerar
jamás. A ver, ¿qué puedo hacer? (PIENSA) ¡Ahí está! ¡Genial! ¡Ya van a ver!
Que vengan los magos.
(SE ACERCAN LOS MAGOS)
Herodes: Miren, señores: ¿Cuándo vieron ustedes la estrella?
Gaspar: La primera vez fue hace algunos meses, digamos, hace medio año.
Herodes: Perfecto. El nuevo rey había de nacer en Belén.
Baltasar: ¿Dónde queda eso?
Herodes: A una hora de viaje hacia el sur de Jerusalén. Vayan allá, y averigüen
todo lo que puedan acerca de ese niño. Y cuando lo encuentren, avísenme,
para que yo también vaya a adorarlo.
(SALE HERODES)
Cristina: ¡Qué rey bueno!
Abuela: Esperá. La cosa viene bien distinta.
CUADRO 9
LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS
Abuela: Con estas indicaciones del rey, los magos se fueron. La estrella que
habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo
sobre el lugar donde estaba el niño.
(LA ESTRELLA VA HACIA EL PESEBRE. LOS MAGOS SIGUEN LA
ESTRELLA)
Melchor: Miren, la estrella nos guió hasta el niño.
Gaspar: ¡Qué feliz me siento!
(LOS MAGOS SE ACERCAN, SALUDAN A MARÍA Y A JOSÉ, SE
ARRODILLAN ANTE EL BEBÉ Y LO ADORAN. LE DEJAN ORO, INCIENSO Y
MIRRA. LUEGO SE DUERMEN. SALE LA ESTRELLA)
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: Ustedes no deben volver donde está Herodes. Vayan a su tierra por
otro camino.
(SALE GABRIEL. LOS MAGOS SE DESPIERTAN)
Baltasar: Vámonos.
Melchor: ¿No vamos a decir nada más? Dejemos por lo menos algún mensaje.
Gaspar: Sí, tenés razón. (A LA GENTE) Teníamos todo: poder, riqueza, cultura,
estudio, ciencia.
Baltasar: Creíamos que ya sabíamos todo lo que un ser humano puede saber.
Melchor: Y de pronto apareció esa estrella y nos tiró todo abajo.
Gaspar: Esto fue lo más grandioso de nuestras vidas: encontrar a alguien muy
humilde, pero muchísimo más importante que nosotros.
Baltasar: Antes creíamos que valíamos algo por nuestra posición. Ahora
sabemos que valemos mucho porque nos ama el Rey del mundo.
Melchor: Esto cambió nuestras vidas. Aprendimos a apreciar a los humildes,
pobres y necesitados.
Gaspar: Dios nos convenció que el niño del pesebre era el rey de paz.
Baltasar: Comprendimos que Dios mide las cosas con otras medidas que
nosotros.
Melchor: Nuestros regalos no son nada comparados con lo que él nos regaló:
su mirada de Salvador. Una mirada llena de amor y fuerza. Y ahora nos vamos.
(LOS MAGOS SALEN POR LA PUERTA PRINCIPAL DE LA IGLESIA)
Abuela: ¿Vieron cómo son las cosas? Nadie es demasiado importante como
para no humillarse ante Jesús. Los magos no mezquinaron tiempo ni sacrificios
para darle una alegría a Jesús.
Juancito: ¡Y pensar que hay tantos que siempre tienen alguna excusa cuando
se trata de Jesús!
Cristina: ¿Y cómo siguió la historia?
CUADRO 10
LA HUIDA A EGIPTO
Abuela: Los magos hicieron lo que el ángel les dijo: volvieron a su tierra por
otro camino.
Cristina: ¡Pobre Herodes! ¿Por qué le hicieron eso?
Abuela: Porque el rey era muy envidioso y celoso, y sospechaba siempre que
alguien le quería quitar el trono.
Cristina: ¿Así que él no quiso adorar a Jesús?
Abuela: Claro que no. Cuando escuchó lo del "rey de los judíos que ha nacido",
tomó una decisión terrible.
Cristina: ¿Qué hizo?
Abuela: Cuando ya los magos se habían ido, un ángel del Señor se le apareció
en sueños a José.
(ENTRA EL ARCÁNGEL GABRIEL)
Gabriel: José, levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate
allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
(CRISTINA SE ASUSTA. SALE GABRIEL)
(JOSÉ SE LEVANTA, TOMA AL BEBÉ Y A MARÍA, Y SALE CON ELLOS)
Cristina: ¿A dónde fueron?
Abuela: Se fueron a Egipto. Allí estuvieron hasta que murió Herodes.
Cristina: Así que eran refugiados.
Abuela: Sí. Jesús y su familia sufrieron mucho.
Juancito: Como los chicos de la calle, que también andan de un lugar a otro.
Abuela: Por eso encontramos a Jesús en todas las personas que sufren.
Cristina: ¿Y qué hizo Herodes?
CUADRO 11
LA MATANZA DE LOS NIÑOS
(ENTRA HERODES)
Herodes: (FURIOSO) ¡Me engañaron esos magos! ¡Me traicionaron! ¡Pero ya
van a ver! A mí no me van a embromar. No se me escapará este niño.
Terminaré con este pretendiente al trono, cueste lo que cueste. ¡Soldados!
(ENTRA EL SOLDADO)
Soldado: Presente, mi rey. Usted ordene.
Herodes: Vayan inmediatamente a Belén y sus alrededores y maten a todos los
niños de un año para abajo.
Soldado: Lo que usted ordene, mi rey. (QUIERE SALIR)
Herodes: No, momento, esperá: maten a todos de dos años para abajo, así lo
agarro seguro. No puedo permitir de ninguna manera que ese niño llegue a
quitarme mi trono. ¡Vamos a ver quién manda aquí en mi reino!
(SALEN HERODES Y EL SOLDADO)
Cristina: No puedo creer que hayan hecho eso.
Abuela: Lamentablemente fue así. Mataron a todos los niños de dos años para
abajo. Así se cumplió lo escrito por el profeta Jeremías.
(ENTRA EL PROFETA)
Profeta: Se oyó una voz en Ramá, llantos amargos y grandes lamentos. Era
Raquel, que lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada porque ya estaban
muertos.
(SALE EL PROFETA)
Abuela: Y pensar que eso se repite todos los días en nuestro mundo. Mueren
miles de chicos, de hambre, de enfermedades que podrían evitarse...
Juancito: Y en accidentes...
Abuela: Pensemos también en los malos tratos que le dan a muchas criaturas.
Cristina: ¿Por qué hay gente tan mala?
Abuela: No lo sé. Propongámonos no aumentar el dolor en el mundo, sino el
amor.
Cristina: Y Jesús, ¿se quedó en Egipto?
Abuela: No. La historia continúa.
CUADRO 12
EL REGRESO A NAZARET
CUADRO 13
FINAL