N 17
DOMINGO DE PASCUA
El primer da de la semana, Mara Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando an estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Ech a correr y fue donde estaba Simn Pedro y el otro discpulo, a quien tanto quera Jess, y les dijo: - Se han llevado del sepulcro al Seor y no sabemos dnde lo han puesto alieron Pedro y el otro discpulo camino del sepulcro. Los dos corran juntos, pero el otro discpulo corra ms que Pedro; se adelant y lleg primero al sepulcro, y , asomndose, vio las vendas en el suelo; pero no entr. Lleg tambin Simn Pedro detrs de l y entr en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le haban
cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entr tambin el otro discpulo, el que haba llegado primero al sepulcro; vio y crey. Pues hasta entonces no haban entendido la Escritura: que l haba de resucitar de entre los muertos.
El tercer mandamiento de la Iglesia (comulgar por Pascua de Resurreccin) garantiza un mnimo en la recepcin del Cuerpo y la Sangre del Seor en relacin con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana. La Iglesia obliga a los fieles a participar los domingos y das de fiesta en la misa y a recibir al menos una vez al ao la Eucarista, si es posible en tiempo pascual, preparados por el sacramento de la Reconciliacin. Pero la Iglesia recomienda vivamente a los fieles recibir la santa Eucarista los domingos y los das de fiesta, o con ms frecuencia an, incluso todos los das. Para responder a esta invitacin, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: Quien coma el pan o beba el cliz del Seor indignamente, ser reo del Cuerpo y de la Sangre del Seor. Examnese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba el cliz. pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo (1 Corintios 11,2729). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliacin antes de acercarse a comulgar. Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave que no celebre misa ni comulgue el Cuerpo del Seor sin acudir antes a la confesin sacramental a no ser que concurra un motivo grave y no haya posibilidad de confesarse; y, en este caso, tenga presente que est obligado a hacer un acto de contriccin perfecta, que incluye el propsito de confesarse cuanto antes (Cdigo de Derecho Cannico, canon 916) (Catecismo de la Iglesia Catlica, n 2042, 1389, 1385, 1457)