TRAUMA MECANICO:
HERIDA: es el daño a cualquier parte del cuerpo mediante el uso de la violencia física. El
tamaño y la gravedad de la lesión van a depender de la clase de tejido u órgano afectado, así
como de la cantidad de energía transferida por la fuerza impactante. Esa energía (E) disipada
será directamente proporcional al producto de la masa (M) del objeto lesivo, multiplicada
por el cuadrado de la velocidad (V) o aceleración del mismo, siguiendo la formula
E = M x V /2 .
Debemos aclarar que se entiende por instrumento al objeto o cosa que sirve para realizar un
trabajo. Cuando el instrumento se usa con fines ofensivos o defensivos entonces se le llama
ARMA.
Una vez asegurada la naturaleza contundente de una lesión surgen una serie de interrogantes para el
investigador forense. Entre ellas tenemos las siguientes:
No olvidemos diagramar las lesiones y hacer fotografías. En casos especiales puede que se
requieran radiografías, estudios toxicológicos avanzados, así la búsqueda de trazas de elementos.
Recordemos que trauma exterior mínimo puede acompañar a lesiones internas severas. Tampoco
olvidemos que el deceso de una persona puede ocurrir días, semanas o meses después de una
golpeadura.
Foto 15. Abrasiones tipo arrastre en adulto masculino con trauma múltiple tipo vehicular
Foto 16. Masculino adulto con abrasiones de arrastre en región tóracoabdominal y dorso de brazo y antebrazo
derecho
A pesar de su escasa relevancia quirúrgica, esta lesión tiene mucho interés medicolegal
puesto que casi siempre reproduce, cual si se tratara de una estampa, las marcas de las
elevaciones y depresiones de la superficie externa del objeto agraviante, lo que facilita la
identificación de este último. También es posible deducir la dirección en que fué aplicado el
golpe. La ubicación y distribución de las excoriaciones permiten en muchas ocasiones establecer
las circunstancias del hecho, demostrar signos de lucha, marcas de uñas alrededor del cuello en
los casos de estrangulamiento manual, marcas de ligaduras en manos, pies y cuello, etc..
Hay que diferenciar la abrasión ante-mortem de aquella que ocurre en el cadáver, por ejemplo, las
debidas a picaduras de hormigas, cucarachas, mordeduras de ratas, o las que se producen
al arrastrar o cargar el muerto.
Foto 20. Contusión en forma de hematoma en el epicráneo frontal derecho a consecuencia de un disparo por arma de
fuego tipo cañón corto en dicha región.
En los cadáveres frescos o recién extraídos del agua las contusiones tienden a hacerse visibles
a las siete u ocho horas subsiguientes. En los alcohólicos crónicos y los que padecen de
enfermedades hemorrágicas el mas mínimo trauma puede fácilmente dar lugar a un moratón.
Un fuerte porrazo asestado a una pequeña zona de la cabeza provoca un defecto linear o
estrellado de la piel. (Ver fotos 21, 21 a, 21 b, 22, 23, 24, 25, 26, 27)
Foto 21. Laceraciones múltiples de naturaleza homicida ubicadas en la bóveda craneal de un adulto masculino.
Foto 21 a. Laceración encima de la ceja izquierda que se extiende a la región frontal.
Foto 21 b. Gran laceración horizontal en cara acompañada de abrasiones múltiples en caso de trauma vehicular a
conductor.
Foto 22. Gran laceración en cara interna de brazo y axila izquierda producida por un cartuchazo de escopeta de
índole mortal en esa región anatómica.
Foto 23. Laceración por disparo suicida en la región temporal derecha (sien). Nótese el quemado alrededor de la
herida lo que indica que la detonación se produjo con el cañón del arma en contacto con la piel de la víctima.
Foto 25. Gran laceración del hígado debida a la penetración de una bala en su interior. El tejido hepático es bastante
frágil por lo que los disparos a través de ese órgano producen daño amplio.
Foto 26. Laceraciones en ceja izquierda, labio inferior y barbilla en caso de trauma vehicular fatal.
Foto 27. Laceración en región parietal derecha causada por un disparo de escopeta a corta distancia de índole
homicida.
FRACTURAS: Son las roturas óseas que resultan del trauma debido a la aplicación de una
fuerza violenta de naturaleza contundente. El aspecto morfológico de la lesión junto a la manera
en que se distribuyen cuando son varias, permiten reconocer patrones específicos que nos
orientan acerca de la naturaleza del acto violento. Así, se conocen las fracturas típicas de
los accidentes vehiculares, en especial las que presentan el conductor, pasajeros y el peatón,
las provocadas por armas de fuego, lanzamiento al vacío, palos y batazos, etc...
(Ver fotos 28, 29, 30, 31,32)
Foto 28. Fracturas conminutas de toda la cabeza causadas por el estallido de un cartucho de escopeta disparado a
quema ropa a través de la cara del sujeto.
Foto 29. Fracturas múltiples de cráneo por aplastamiento debido a trauma vehicular a peatón.
Foto 30. Fractura craneana por trauma contuso directo tipo homicida. Nótense las contusiones en los tejidos blandos
del epicráneo indicando que las lesiones ocurriendo estando viva la víctima.
Foto 31. Fractura abierta con laceración y desplazamiento de tibia derecha debida trauma vehicular tipo peatón.
Foto 32. Fractura tercio inferior pierna izquierda debida a trauma vehicular a transeúnte.
La embolia grasa es una complicación muy común cuando hay fracturas óseas. El trauma
torácico puede acompañarse de laceraciones pulmonares con salida de aire al espacio pleural y
el consiguiente neumotórax y hemopneumotórax. Laceraciones cardio-aórticas son casi siempre
hallazgos de autopsia.
Si la víctima sobrevive unos días pueden desarrollarse infecciones de consecuencias letales. Otras
complicaciones importantes a tomar en cuenta se incluyen el edema cerebral, la falla renal, el
trombo embolismo pulmonar, la rotura visceral post- trauma y la obstrucción intestinal por
adherencias.