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TOXICOLOGIA FORENSE

Es el estudio de los efectos nocivos de las sustancias y los productos químicos sobre los organismos
vivos. Alguien la ha denominado la ciencia de los venenos en tanto que otros prefieren llamarla
tratado de las intoxicaciones.

Se divide en:

1. Toxicología ambiental cuyo objetivo es el de los efectos de los contaminantes


ambientales.

2. Toxicología ocupacional que estudia los efectos de los agentes químicos en las áreas de
trabajo.

3. Toxicología de medicamentos trata sobre los daños causados por el uso de fármacos.

4. Toxicología de alimentos se refiere a las alteraciones orgánicas producidas por las sustancias
contenidas en los alimentos.

5. Toxicología social estudia los efectos nocivos que resultan del uso de compuestos químicos
a nivel individual, en grupo o de modo ilegal.

6. Toxicología clínica realiza estudios completos de los enfermos acerca de la causa, signos y
síntomas, fisiopatología, diagnóstico, evolución, pronóstico, tratamiento y prevención de los
envenenamientos.

Cuando esta rama de las ciencias biológicas se emplea para esclarecer asuntos de orden
jurídico, ayudando a la aplicación de la ley, hablamos de toxicología forense. Se trata de un híbrido
de la toxicología y la química analítica en donde se examinan los aspectos medicolegales de las
investigaciones postmortem a fin de esclarecer las causas y las circunstancias de un deceso. Es
probable que la investigación del envenenamiento por arsénico haya marcado el inicio de su
aplicación en las autopsias. Como todo estudio científico se basó en la colección y posterior
análisis de los datos. Por el método cartesiano se van eliminando posibilidades hasta concluir con
un agente etiológico. Entre los instrumentos modernos de trabajo en el laboratorio forense se
incluyen el espectrofotómetro de absorción atómica y el cromatógrafo de gas computarizado.

. Un compuesto puede comportarse como un alimento, una medicina o un veneno. Todo


depende de su naturaleza química y la dosis en que se usa.

El agente químico puede presentarse en estado gaseoso, líquido o incluso sólido. Puede ser
hepatotóxico, nefrotóxico, neurotóxico, es decir, si afecta principalmente al hígado, riñón, sistema
nervioso, etc.

Los venenos pueden penetrar al cuerpo humano por las vías digestivas, respiratorias, por la
piel o mediante el uso de inyecciones. Dependiendo del tiempo de exposición las intoxicaciones
pueden agudas, subagudas y crónicas. En una intoxicación aguda la persona se expone al agente
durante un corto período, es absorbido de manera rápida y los efectos nocivos se hacen sentir antes
de las 24 horas. En la intoxicación crónica el individuo se expone a repetidas dosis muy bajas del
principio activo durante un largo intervalo de tiempo.

El término dosis se emplea para describir la cantidad de un producto químico administrado,


normalmente expresada en unidades de gramos por kilogramos de peso corporal del sujeto.

La potencialidad tóxica de cualquier compuesto hace casi infinita el número de


posibilidades. Si a ello agregamos los desechos industriales que contaminan las aguas de uso
doméstico, solventes; los agro tóxicos y fertilizantes presentes en frutas y vegetales, los gases
peligrosos que emanan de los productos en descomposición en las ciudades, los detergentes,
insecticidas caseros, medicamentos somníferos, tranquilizantes y otros agentes psicotrópicos;
drogas de uso ilícito, etc.

Los envenenamientos son generalmente de tipo accidental, en menor proporción de


naturaleza suicida y raramente homicida. Cuando envuelve a un grupo heterogéneo de personas hay
que considerar los posibles escapes de gases de origen industrial nocivos a la salud, ingesta de
alimentos descompuestos o contaminados, y la exposición a fugas de combustibles parcialmente
quemados.

Los niños se intoxican de modo accidental cuando ingieren equivocadamente líquidos no


contenidos en sus envases originales y depositados en sitios al alcance de ellos. La cocina es un
lugar frecuente para estas tragedias.

Los envenenamientos suicidas se dan en individuos deprimidos. La sustancia empleada


puede tratarse de un agente corrosivo ácido o alcalino, un raticida, estricnina, órgano-fosforados,
una sobredosis de cocaína, heroína, tranquilizantes, o de analgésicos.

Es muy importante el registro meticuloso del sitio donde aparece la víctima ya que
alrededor de ella pueden encontrarse recipientes, vasos, botellas, frascos, envases plásticos,
jeringuillas, goteros, cajas, pipas, llaves abiertas y estufas con hornillas encendidas que se
constituyen en indicios acerca del origen del tóxico.

Suicidas adultos pueden recurrir al alcohol para encontrar el suficiente coraje antes de
proceder a la utilización de un ingrediente mortífero, de ahí que sea aconsejable que al tiempo que
se investiga un veneno en específico se proceda de rutina a incluir la determinación de etanol.

Los envenenamientos homicidas son más comunes en las historias de novelas y su rareza en
la práctica forense se debe en parte a lo difícil que resulta matar a alguien con sustancia química,
con excepción por supuesto de las guerras biológico-químicas. El ingrediente debe ser muy soluble
para que se pueda mezclar fácilmente con los alimentos o bebidas, tendría que ser insípido o de
sabor agradable, y debe ser eficaz en dosis pequeña. Esto casi siempre se hace con premeditación y
a través de una persona de suma confianza por parte de la víctima, verbigracia esposa, marido,
familiar cercano o vecino.

En el examen externo del cadáver de un envenenado por ácidos o álcalis fuertes pudieran
hallarse signos de quemaduras o ulceraciones en los labios, boca y lengua. (Ver fotos 115, 116,
117)
Foto 116. Joven suicida que ingirió ácido sulfúrico con el propósito de privarse de la vida. Nótense las quemaduras
en labios y barbilla.

Foto 117. Estómago lleno de sangre coagulada negruzca resultado del efecto corrosivo del ácido sulfúrico en la
mucosa gástrica.
Foto 118. Esófago y estómago del cadáver de la víctima del ácido sulfúrico mostrando el efecto corrosivo en la mucosa
de ambos órganos luego de removidos los coágulos de sangre.

En la piel de brazos y piernas aparecen abrasiones y marcas de venopunturas en los


drogadictos.

En la nariz o a su alrededor se notan bolsas plásticas o residuos de materiales inhalados. Del


cuerpo pueden emanar olores característicos tales como alcohol, solventes, cianuro y gasolina. El
color de la piel se torna rojo cereza con el monóxido de carbono, rosado azulado a oscuro con el
cianuro, la anilina y el clorato la vuelven rojo marrón.

El examen interno del fallecido por lo general no arroja datos contundentes o específicos, sin
embargo, permite la extracción de muestras para el análisis toxicológico como son: sangre, orina,
bilis, contenido gástrico, hígado, riñón, grasa, músculo, cerebro, y hueso si se sospecha
envenenamiento por metales. Los inhalantes pueden identificarse en muestras de pulmón. El humor
vítreo puede complementar los estudios de la sangre.

La verificación y doble chequeo analítico obliga a la documentación por escrito de la cadena


de custodia. Se trata de un procedimiento mediante el cual el material removido de un cadáver es
transferido de mano a mano a través de un riguroso control escrito que impida el cambio, extravío o
alteración de la muestra original. Como regla general se establece que mientras menos manos
participan en el manejo de una evidencia de laboratorio mayor es la seguridad en la autenticidad de
la muestra.

Los especimenes enviados al laboratorio deben ir acompañados de cierta información que


incluye los datos generales del occiso, la fecha y hora del deceso y de la necropsia, los hallazgos
macroscópicos, la posible causa de muerte y el tipo de sustancia sospechosa a investigar. En la
sangre se detectan la inmensa mayoría de agentes tóxicos. Por la orina se eliminan casi todas las
drogas. En la bilis se concentran los productos que son metabolizados en el hígado, ejemplo el caso
de los derivados del opio. Si la sustancia ha sido ingerida recientemente el contenido estomacal
revelaría la presencia de píldoras, cápsulas, pastillas, grageas, otros sólidos y alimentos
contaminados.
Los cadáveres en descomposición contienen productos de naturaleza tóxica que dan pruebas
positivas falsas, ejemplo, alcohol, por lo que debe tenerse mucho cuidado cuando se hace la
interpretación de los resultados.

El informe pericial toxicológico debe ser claro, preciso, conciso, completo y sin
ambigüedades. Se especificará el tóxico aislado y su concentración, así como la interpretación de
los valores encontrados. Se debe registrar el método utilizado para la prueba.

DROGAS

Toda sustancia que introducida en un individuo puede modificar una o más de sus
funciones es considerada como una droga. Cuando se usa para beneficio de la persona le
llamamos medicamento. Las drogas capaces de dar lugar a una dependencia física y o psíquica
se pueden agrupar en:

1. Estupefacientes

a) Opio y derivados: morfina ,heroína,


Metadona.

b) Coca y derivados

2. Psicotrópicas

a) Sedantes: benzodiacepinas, barbitúricos, alcohol

b) Psicoestimulantes: anfetaminas, cafeína

c) Alucinógenos: marihuana, ácido lisérgico, mezcalina

3. Sustancias inhalables: solventes industria- les, combustibles, agentes anestésicos,


propelentes para aerosol.

ALCOHOL

El etanol es a nivel mundial la droga más usada, se trata de un líquido incoloro, claro, con
un olor característico, inflamable, muy soluble en agua; neurodepresor y que a pequeñas dosis
actúa como sedante pero que a medida que se aumenta la cantidad y la velocidad de la ingesta
deprime desde la corteza cerebral hasta el bulbo raquídeo. Se absorbe a través de todas las mucosas.

El whisky y el ron tienen una concentración entre un 40% y un 50%, la cerveza entre un 2%
y un 6%, el vino entre un 10% y un 20%. Normalmente el cuerpo humano degrada una onza de ron
por hora. Entre el 80% y el 90% del alcohol ingerido pasa a la sangre directamente en
aproximadamente treinta minutos. 5% del producto tomado es eliminado intacto por los pulmones y
riñones, el resto es convertido en dióxido de carbono y en agua en el hígado.

Las manifestaciones clínicas del alcoholismo agudo dependen de la concentración de la


droga en el torrente sanguíneo. Niveles que fluctúen entre 0.03 y 0.05 por ciento de alcohol en
sangre implica que la persona ha perdido parte de su habilidad en la conducción de vehículos de
motor. Con una cifra entre 0.05% y 0.10% se evidencian signos de progresiva pérdida de las
inhibiciones, risas y trastornos sensoriales. Cifras entre 0.10 y 0.15% se expresan con habla
estropajosa, inestabilidad en la postura y la marcha, así como posibles náuseas. Una concentración
sanguínea 0.15% y 0.20% implica una borrachera, náuseas y marcha zigzagueante. Valores entre
0.20% y 0.30% revelan estupor, vómito y posible coma. Cantidades entre 0.30% y 0.35% se
manifiestan con estupor o coma y riesgo de bronco aspiración. Las personas con concentraciones
sanguíneas por encima de 0.35% están comatosas y en riesgo inminente de muerte debido a una
parálisis del centro respiratorio.

Los efectos sociales del alcohol etílico son devasta- dores, su abuso se asocia con un
alto porcentaje de accidentes de tránsito, violencia familiar y callejera, homicidios, suicidios y
ahogamientos.

MONOXIDO DE CARBONO

Es un gas incoloro e inodoro producto de la combustión incompleta de los derivados del


carbono; su alta peligrosidad reside en el hecho de que sustituye al oxígeno de la sangre en una
proporción ligeramente mayor de 200 es a uno, provocando una especie de asfixia química del
organismo. Se genera en gran cantidad en los vehículos de motor y plantas eléctrica de gasolina,
muy en especial cuando estos aparatos permanecen prendidos en sitios cerrados o con poca
ventilación, por ejemplo en apartamentos, garajes de moteles, etc. Los aparatos que funcionan con
gasolina producen de un cinco a un siete por ciento de monóxido de carbono.

Muchas de las muertes por envenenamiento debido a esta molécula son accidentales en
tanto que algunos son de estirpe suicida. Los homicidios son sumamente raros. La autopsia
revela una piel de color rojo cereza en las zonas de hipóstasis, generalmente cuando la
concentración del gas en la sangre excede el treinta por ciento. En personas de raza negra lo
mejor es observar la parte interna de los labios, el lecho ungueal y la lengua. La sangre y los
músculos revelan el tinte ya mencionado. Si el individuo sobrevive varios días podemos
encontrar necrosis y cavitación de los núcleos basales y del tallo cerebral. Infartos miocárdicos
han sido reportados.

El diagnóstico se hace mediante la determinación en sangre de los niveles de monóxido de


carbono. Cantidades superiores al 30% pueden precipitar la muerte en tanto que una cantidad
por encima del cuarenta por ciento es casi siempre letal.

COCAINA

Es un polvo seco que se extrae de la hoja de Erythroxylon coca, árbol oriundo de


Bolivia y el Perú; su nombre químico es benzoilmetilecgonina; representa un éster del ácido
benzoico y una base que contiene nitrógeno.

Su atractivo como sustancia de abuso es que actúa como estimulante del sistema nervioso
central provocando una fuerte sensación de bienestar y euforia, in-quietud y excitación. Una
sobredosis puede dar lugar a una muerte súbita por efecto directo sobre el corazón.

Se absorbe con facilidad a través de la mucosa de la nariz. Su efecto es de


aproximadamente una hora. 20 a 30 miligramos intranasales pueden resultar mortales. Muertes
accidentales se reportan cuando las bolsas plásticas conteniendo dicha sustancia se rompen dentro
del estómago o de los intestinos de personas que son usadas como “mulas” para transportar la
droga en el tubo digestivo (ver fotos 118, 119).
Foto 118. Bolsas plásticas conteniendo cocaína encontradas en el intestino delgado de un sujeto que resultó
agudamente intoxicado cuando accidentalmente una de las bolsas se rompió en el interior del tubo digestivo
provocando su muerte a las pocas horas.

Foto 119. Unas cuantas bolsas de cocaína fueron localizadas en el intestino grueso ya listas para ser evacuadas.

Una variante farmacológica de la cocaína lo es el llamado Crack. Las autopsias de las


víctimas de la cocaína y el crack muestran edema pulmonar y pueden aparecer cambios
microscópicos en el corazón. Los usuarios crónicos de la sustancia por vía intravenosa muestran
lesiones cardiopulmonares de tipo granulomatoso. Los niveles sanguíneos letales varían de uno a
21 miligramos por litro con una media de 5.2 miligramos.
HEROÍNA

Es una droga narcótica, hipnótica, analgésica y sedante, derivada del opio; su nombre
químico es diacetilmorfina. Corresponde a un alcaloide básico que se presenta en forma de
polvo blanco de sabor amargo, ligeramente soluble en etanol; es cuatro veces más tóxica que la
morfina. Es depresora del sistema nervioso central.

La dosis letal en sangre para alguien no adicto es de 0.1 mg. Los síntomas y signos de la
intoxicación aguda incluyen pupilas reducidas de diámetro, disminución de la concentración
mental, euforia, elevada tole-rancia al dolor, estado de saciedad, sudación, náuseas y estreñimiento.
A medida que se profundizan los efectos el paciente desarrolla depresión cardiovascular, hipo-
ventilación, shock, cianosis, coma profundo y muerte.

El cadáver muestra marcado edema pulmonar. Pueden hallarse cambios de hepatitis B y


SIDA asociados con adictos a heroína.

MARIHUANA

Es una planta técnicamente conocida como Cannabis sativa de la que se extrae su


principio activo el Tetrahydro-cannabinol. La resina del tope de las flores contiene la mayor
concentración del ingrediente activo. Se incluye dentro del grupo de los alucinógenos junto con
el ácido lisérgico y la mezcalina. Entre sus efectos se describen estados de ensueño, apatía,
sensación de vértigo, euforia, enrojecimiento de los ojos, aumento de la libido, falta de
concentración y trastornos de la conducta.

Generalmente se fuma y sus efectos farmacológicos ocurren minutos después de haber


inhalado el producto, con una duración de una media hora aproximadamente. Grandes dosis
provocan alucinaciones, delirio y sensación de persecución. La sustancia se metaboliza
extensamente a través del hígado. Trazas del metabolito se pueden recoger en el plasma varios días
o semanas después de su inhalación.

PATOLOGIA DE LA DROGADICCION

La drogadicción constituye una enfermedad médico-social que afecta mayormente a


jóvenes entre las edades de los 14 y los 24 años.

Las drogas son sustancias químicas que introducidas en el cuerpo humano dan lugar a
alteraciones en el funcionamiento y comportamiento del cerebro, aparte de otros órganos. Se le
llama droga dicta a una persona que no puede vivir ni trabajar adecuadamente Sin el uso ilícito
de esos fármacos.

Para entender la problemática de la drogadicción es necesario recordar que el cerebro


es el centro coordinador de todas las funciones voluntarias del ser humano. Esto se lleva a
cabo gracias a la recepción de señales del medio ambiente que son transformadas en
moléculas químicas, las cuales excitan las unidades celulares conocidas como neuronas. Esas
células procesan, responden y generan esos mediadores bioquímicos naturales.

Dependiendo de la clase de molécula presente tendremos distintas respuestas nerviosas.


Las aminas levantan el estado anímico, aceleran el pulso, suben la presión sanguínea, y dilatan
las pupilas, preparándonos para la acción.
El hombre ha probado yerbas, raíces, resinas, y toda una gama de productos sintéticos
capaces de cambiar el estado emocional de una persona.

Los principios químicos de estos ingredientes son muy parecidos a los de las
sustancias naturales fabricadas por el cuerpo humano. Hemos aprendido a manipular y a
engañar a nuestra mente mediante la introducción de sustancias foráneas.

Las drogas más comúnmente usadas por los adictos caen dentro de cinco grandes
categorías que son:
1) Las drogas estimulantes

2) Las drogas depresoras

3) Las drogas alucinógenas

4) Las drogas tranquilizantes

5) Las drogas narcóticas

El estimulante de mayor uso y riesgo es la cocaína en su versión "Crack". Se trata de


un derivado del polvo blanco que algunos llaman "nieve" y que se fuma con un potente e
inmediato efecto violento.

La cocaína como tal se aspira por la nariz y tiene una acción menos violenta y
rápida que el crack. Entre las complicaciones por su uso tenemos las muertes cardíacas
repentinas.

El éxtasis o droga del amor es un producto sintético que corresponde químicamente a la


metilenedioximetanfetamina (MDMA). Deriva de la metanfetamina, tiene efectos farmacológicos
estimulantes, así como alucinógenos. Su uso ha crecido tanto en Europa como en Norteamérica. Se
consume en forma de pastillas de diferentes tamaños y colores. Luego de la ingesta de 200 mg un
adulto promedio experimenta alucinaciones, confusión, agitación e hipotensión. Los niveles
plasmáticos de la droga pueden alcanzar los 7 mg por litro. Muertes por fibrilación ventricular han
sido reportadas en jóvenes que ingirieron 150 mg de dicho fármaco.

Los depresores producen letargo o sueño. Son las conocidas pastillas o cápsulas de
dormir cuyo prototipo son los barbitúricos.

Una sobredosis provoca un paro respiratorio. Los alucinógenos causan alteraciones de


las percepciones visuales, auditivas y del tacto.

El alucinógeno mas usado es la marihuana.

Los tranquilizantes y los antidepresores aún cuando de amplio uso terapéutico, son una
forma constante de abuso. Entre ellos tenemos el diazepam y la amitríptilina cuyos efectos varían
de acuerdo a la combinación y experiencia del usuario.

Los narcóticos comprenden los derivados del opio y afines sintéticos. La heroína
es la mas potente y adictiva. Suprime o aumenta la tolerancia al dolor transformándolo en
una sensación de placer. Las complicaciones son numerosas y floridas, yendo des- de las
reacciones alérgicas y las sobredosis, hasta temibles infecciones como son el SIDA, la
hepatitis, la malaria y otras.

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