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ban dispuestos a creer en la teoría corpuscular de Newtcji Cuando se saciaron de mirar y quedaron convencidos de que
la cual proponía la idea de que de la fuente de luz saU ;ran ciertos los rumores acerca de las proezas científicas de su
diminutas partículas. Tanto Huygens como Newton tenían vecino, los burgueses firmaron los testimonios que' tenía prepa-
zón, ptles los científicos de nuestros días han podido cO' rados el previsor Antonio. El testimonio de los testigos presen-
binar amhas teorías aJ buscar la verdad de esta cuestión. A~ dales se agregó a una carta que Leeuwenhoek en 1674 a la
Sociedad Real de Londres, asociación de los hombres de ciencia
que la teoríaporondulatoria
el ochenta ciento de detodos
Huygens explicaba luminosos,
los fenómenos corre~tame'¡¡'1
111 más notables de la época. Aunque la carta, que se titulaba
teoría de Newton fue la que se aceptó en los siguientes cien añ, "Muestra de algunas observaciones hechas con un microscopio
Al envejecer Huygens, se dedicó una vez más a estudiar Illventado por el señor Leeuwenhoek, del moho de la piel,
cielo, para lo cual construyó lentes de gran distancia focal' q I:arne, etc.," reflejaba la falta de educación formal del holandés,
montaba en enormes soportes. La Universidad de Leyden tie: Ilemostró a los miembros más perspicaces de la Sociedad Real
un modelo de estos telescopios aéreos, cuya percepción foca,r: IjUe se desarrollaron procedimientos científicos excelentes y que
de 63 metros. Huygens se dedicó a la astronomía hasta su mu luuy bien podría suceder que los resutados tuvieran significación
te, ocurrida en La Haya en 1695. Sus manuscritos y descu~ Il'ascendental.
mientos han sido objeto de recientes estudios y" en, opinión 1"
Esta nueva estrella en la constelación de los científicos, An·
muchos expertos, Cristián Huygens fue igual a Newton cQ¡ f,mio van Leeuwenhoek, nació en Delft, Holanda, en 1632; fue
fisicomatemático, lo cual es un encomio muy digno para ca I\prendiz en un negocio de lencería de AmsteTdam y luego
quier hombre. volvió a Delft para abrir su propia tienda. Debido a que una
¡le sus funciones consistía en examinar las telas con una lente,
I conocimiento que tenía Van Leeuwenhoek resultó normal
BmLIOGRAF.tA Itra un hombre acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo,
1;11parte a causa de su natural ahorrativo, pero, sobre todo,
Bell, Arthur E. Christian Huygens and the Devetopment Ikbido a su habilidad manual. Por lo tanto, si se rompía una
Science in The Seventeenth Century. li'lIte, pensaba en hacerla él mismo en lugar de pagar un precio
Moulton, F. R., Y Schiffers, J. J. The ~x.orbitante por un nuevo pedazo de vidrio pulido. En conse-
SciJernce.
Illencia, aprendió los rudimentos del pulimento· de las lentes
ideó su propia técnica para montarlas en marcos metálicos.
I~IISprimeros esfuerzos superaron a la lente comercial, y vio sus
Illlas ampliadas en grado notable.
El hombre común piensa en construir un instrumento mejor,
ANTONIO VAN LEEUWENHOEK 11(:ronunca se decide a hacerlo. El hombre superior piensa en
~llo, lo construye, y ahí se detiene. Los Van Leeuwenhoek del
1I11mdovan más allá que los demás: conciben, ejecutan, refinan
(1632-1723) y perfeccionan. Y así sucedió que el tendero de Delft se dedicó
~ sus lentes, mejorando y aprendiendo, hasta que construyó los
EN EL CUARTO de Antonio van Leeuwenhoek hacía un ca 111:\spoderosos del m,undo.
insoportable, y los once distinguidos ciudadanos holandeses El sostén ideado para sus lentes de aumento tenia, aproxi-
preguntaban cómo fue posible que se dejaran convencer p I!ladamente, dos centímetros y medio de ancho y cuatro centí-
ir a él. Dos de ellos eran sacerdotes; uno, notario público, y' I"etros de largo. Consistía en dos planas de latón unidas con
demás eran burgueses de la ciudad de Delft, clientes que l'l:maches. En cada placa un orificio que estaba directamente
cuentaban la tienda de lencería de Leeuwenhoek. Uno a u: ¡I'cnte al otro, y entre las dos placas descansaba el lente de
se acercaron a la ventana iluminada por el sol y sostuvieti, Vidrio, que encajaba con exactitud en los orificios. Una aguja
las lentes que pulió Leeuwenhoek para contemplar el fantásq lI¡.¡regada a una de las placas servia de sostén para los objetos
mundo de los "animalejos" (bacterias) que se movían bajo _Midos que Leeuwenhoek deseaba examinar.
doble lente convexa. Repentinamente se olvidó el sofocante cal Cuando se aburrió de examinar las telas, usó sus lentes para
cuando cada uno de estos respetables testigos tuvo la 0POl:t observar otras cosas. Pelos de animales, insectos, piel humana,
nidad de contemplar un espectáculo que nadie, fuera de Lee II"lillas de madera, el ojo de un buey; todo ello lo colocó bajo
wenhoek, observara antes. 1.1lente mágica, y en cada caso tuvo un¡{ experiencia singular,
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que podía percibirse a la simple vista. El observador inocente


sonreiría al ver las travesuras de las juguetonas creaturas, sin
PORTAOBJETOS advertir su enorme poder. Para usar las palabras de Paul de
TORNILLO
DE ENFOQUE
Kruif: "Eran 'animales de una especie que destruía y aniquilaba
a razas enteras de hombres millones de veces más grandes que
ESPEJO TORNILLOS ellos. Eran animales más terribles que los dragones que escu-
DE AJUSTE pían fuego o los monstruos de cabeza de hidra. Eran silenciosos
Ilsesinos que mataban a los niños en las cunas y a los reyes
en los palacios protegidos".
¿Vivían estos llamados animales en todos los líquidos? Ésa
era la pregunta que deseaba responder Leeuwenhoek. Se le
ocurrió pensar que las creaturas que observaba en el agua de
lluvia vendrían del barril mismo o de los caños de plomo por
los que bajaba el agua. Por lo tanto, intentó recoger agua pura
de lluvia, colocando en su patio un plato limpio de porcelana
MicroscoPio de Leeuwenhoek sobre la parte superior de un cubo de madera que tenfa unos
<:uarentay cinco centímetros de altura. De esa manera, esperaba
pues fue el primer hombre que "realmente vio" cada uno evitar impurezas en el líquido. El examen inmediato del agua
estos objetos. Al parecer, el negocio de la lencería comenzó pura no reveló ninguno de los microbios conocidos. Leeuwen-
ocupar un lugar secundario con respecto a la afición de Lee' hoek siguió estudiando la misma agua de lluvia qos veces al
wenhoek, pues sus cuadernos de notas revelan una preocup (lía hasta que, cuatro días después, vio que los diminutos "ani-
ción creciente por la composición de los objetos que examina!b malejos" nadaban como solían hacerlo. Al describir el tamaño
de los bichos, Leeuwenhoek los comparó con pequeños gorgojos
enuevas
indican que ala observar
lentes, mayor parte de sus sus
y a anotar díasobservaciones.
los dedicaba a puJl'I del queso, que apenas son visibles a la simple vista: "Yo diría
Sabiendo que serían pocas las personas de la ciudad hola que la proporción es esta: el tamaño de los animalejos del agua
desa que se interesarían seriamente en su trabajo, rara v. es al tamaño de un gorgojo, como el de una abeja al de un
hablaba de él. Invitó a varios amigos íntimos a mirar por (;aballo" Llegó a la conclusión de que los microbios eran tras-
precioso cristal, pero no abría la boca cuando los pulidor. portados por el polvo y el viento. I
profesionales y los fabricantes de anteojos le pedían que l~ Los omnipresentes animalejos siguieron asombrando a Leeu-
explicara su técnica especial. Sin embargo, habló con un horIJ wenhoek. Los encontraba en todas partes, inclusive en las raspa-
bre al que respetaba, el doctor Regnier de Graaf, distinguial (1urasde sus propios dientes. Hablaba de sus hallazgos en cartas
sabio y médico, que fue el' primero en apreciar 10 realizad Informales que divertían a la Sociedad Real. Aunque no se
negaba el mérito científico de las investigaciones de Leeuwen-
Fue De
Real de Graaf quien
Londres, instóabrió
la cual al tend,'m a escribir
el ca~ino a laelSocied,\1
para que munlill hoek, a algunos miembros más importantes de dicha sociedad
reconociera su notable aportación. les decepcionaba su extravagante corresponsal holandés. Después
No fue sino hasta que Leeuwenhoek comenzó a examinar l' de que Leeuwenhoek fue elegido para formar parte de la
líquidos, cuando hizo el importante descubrimiento de los "an' Sociedad Real en 1680, uno de los dignatarios, el doctor Tomás
malejos". En un tubo de agua estancada de un lago, que pu Molyneux, dio su impresión del nuevo miembro: "Un hombre
bajo sus lentes, vio millares de pequeños animales en movi: muy cortés y agradable, sin duda de grandes aptitudes; pero,
miento, que' nadaban y' tropezaban unos con los otros como 10, 111 revés de lo que yo esperaba, ignorante de las letras ... lo
automóviles eléctricos que chocan actualmente en los lugarel cual es un gran obstáculo en sus razonamientos sobre las obser-
de recreo. Muy pronto descubrió que también el agua de los barn vaciones que hace, pues como ignora los pensamientos de otros,
les en que se recogía l~ lluvia y de los charcos de las calles:
tenían colonias de animales. Con la experiencia, Leeuwenhoe confía excesivamente en los suyos".
La obra de Leeuwenhoek se difundió en círculos concéntricos,
distinguió los diferentes tipos de "microbios" descubiertos. N
tardaron en llenarse sus cuadernos de notas con observacione: e hizo más descubrimientos que ningún otro cient!fioo. En 1674
sobre las colas, los cuernos y las patas de aquellas creatUl': logró ver los vasos capilares por los que pasa la sangre de las
mil veces más pec¡.ueñasque el más diminvto de los insecto: venas a las arterias; de esta manera, confirmó la teoría de
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BIBLIOGRAFíA
Harvey sobre la circulación de la sangre. Hizo la primera repre-
sentación exacta de las bacterias, fue el primero en ver las
levaduras, detalles del tejido muscular y nervioso, protozoarios, Dobell, Clifford. Antony van Leeuwenhoe~ an~ His "Little
Animals".
espermatozoides y muchisimos otros objetos. Su estudio de la
Schierbeck, A. Measuring the Invisible World.
historia de la hormiga demostró que lo que comúnmente se tomalillj
Shippen, K. Men, Microscapes and Living Things.
por huevos de las hormigas eran, en realidad, sus pupas, las
cuales contenían al insecto entero, pronto a salir al mundo
exterior. En su estudio clásico de la mosca, Leeuwenhoek des-
cribió su estructura con precisión y examinó su historia a satis;,
facción de los expertos; al hacerlo, terminó con el mito acerca i
de la generación de la arena o el polvo, y probó que la mosca;
ROBERTO HOOKE
semejantes separa
crustáceos demostrar normalmente
reproducían que las anguilas,no las almejas y lCilS,.
se reproduce como cualquier otro insecto yalado. seOfreció
generaban el1~
pruebas I ( 1635-1703)
el lodo o la arena. ili,
No pasó mucho tiempo sin que todo aquel que tuvier~',i
alguna importancia quisiera mirar al través de las lentes de!¡ EN 1669, UN catedrático de la Universidad de Oxfotd des-
Leeuwenhoek. El rey y la reina de Inglaterra fue,ron a Delft, lTibió a los miembros de la Sociedad Real de Londres, que
lo mismo que el emperador de Alemania. Pedro el Grande, ~c acababa de fundar, diciendo que eran individuos que "sólo
zar de Rusia, le hizo una visita en 1698, y también invitó a "Ilmiran las moscas, los piojos y a sí mismos". El maligno
Leeuwenhoek a enseñarle su lente de aumento. Durante varias I~laque estaba dirigido principalmente a Roberto Hooke, encar-
horas Pedro contempló fascinado mientras Leeuwenhoek le mos- f(¡\do de experimentos de la Sociedad, el cual publicaba hacía
traba la circulación en la cola de una anguila, el cerebro de poco su Micrografía. En este libro, Hooke describía la diminuta
una mosca, los microbios tomados de sus dientes y muchos "structura de algunas plantas y animales conocidos que observó
otros objetos asombrosos. I1
I(In un microscopio construido y perfeccionado por él mismo.
La curiosidad de Leeuwenhoek se extendió inclusive a la natu- ': No se sabe si Hooke contestó alguna vez a esta pulla; pero
ijll popular libro, que contenía dibujos exactos y detallados de
tuvo lasde suficientes energíasmortal.
para enviar dos cartas a la Socie-: lit estructura microscópica de muchos animales, comprendiendo
raleza su enfermedad A la edad de noventa años 11 I

111 mosca y el piojo, despertó el interés y la curiosidad de los


en una
dad Realenfermedad
describiendodelel diafragma". El 26"que
ataque sufrido, de agosto
tenía sude origen¡',I'
1723:, "Icntíficos jóvenes y ¡¡¡.resagió el papel tan significativo que
la infección de propagó a los pulmones y Antonio van Leewen- "onquistaría el microscopio en el futuro progreso de la biolo,
hoek sucumbió durante el día. Dio antes instrucciones a SUl¡ Kla. Aunque casi se ha olvidado la identidad de su crítico, el
hija María para que enviara a la Sociedad Real una caja de,1 Ilclmbre de Hooke se ha inmortalizado entre los científicos por
)JlIber dado nombre y descrito por primera vez en esta obra
laca que contenía veintiséis de sus mejores lentes de aumentd'l
¡I:\sica a los pequeños componentes de unas rebanadas muy
"para manifestar mi gratitud por el honor de que he disfrutadq:1
y que he recibido de Sus Excelencias". ¡ldgadas de tejido de corcho. Les dio el nombre de células,
Todo bacteriólogo moderno reconocerá la deuda que tiene la p:llabra que hoy se usa universalmente para designar las estruc-
humanidad con el comerciante holandés que abrió el camino, tllras fundamentales que componen los tejidos de todos los
para Spallanzani y Pasteur. En la iglesia de Delft se puso un ()I"ganismos.
Todos los estudiantes de biología conocen los dibujos de Hooke,
monumento que lleva la siguiente inscripción: Il'ccuentemente reproducidos, en los que aparecen las "células"
"A la querida y eterna memoria de Antony (Antonio) van ¡Id corcho y el microscopio primitivo que usó para observarlas.
Leeuwenhoek, miembro de la Sociedad Real Inglesa, quien, al I.os estudiantes de física han aprendido de memoria la ley de
descubrir mediante la aplicación y el escrutinio los misterios 1 (ooke. Pero pocas personas conocen el extraño genio y la
de la Naturaleza y los secretos de la filosofía natural por medio pcrsonalidad paradójica del hombre que se codeó con muchos
de microscopios ,inventados y construidos maravillosamente por ¡le los grandes científicos y tuvo una gran autoridad en el
él, y al describirlos en el dialecto holandés, ha merecido la lápido progreso de la ciencia realizado en Inglaterra durante
aprobación más alta del mundo entero". III segunda mitad del' siglo XVII.

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