JIMMY ESCOBAR G.
Bogotá
Los últimos dos accidentes que en menos de una semana se han presentado en Transmilenio
ponen en duda la seguridad del sistema y la responsabilidad que sobre estos hechos han
tenido conductores y peatones.
El primero de estos ocurrió el jueves 2 de mayo en la calle 22 con avenida Caracas un bus
de Transmilenio con fallas mecánicas estaba estacionado al lado derecho de la vía. Una
mujer, que según los testigos del accidente, no cruzó por la cebra sino por detrás de este
vehículo ocasionó que otro de los buses que venía por el carril izquierdo frenara y chocara
contra el articulado para no atropellarla.
Estos dos hechos se suman a los 42 accidentes automovilísticos que en los primeros cuatros
meses han involucrado buses articulados.
Y es que estos accidentes no son sólo asunto de latas y carrocerías que se dañan y se
cambian, sino de vidas que corren peligro como consecuencia de los choques.
Por ejemplo, el pasado 8 de abril un bus urbano de la empresa Universal de Transportes que
circulaba por la calle 51 sur con avenida Caracas pasó el semáforo en amarillo y chocó con
un bus articulado.
En este accidente resultaron quince personas heridas, de las cuales siete fueron remitidas a
los Cami de El Tunal y Tunjuelito. Lo mismo pasó el 31 de diciembre del año pasado
cuando un conductor de un bus público chocó con un transmilenio dejando un saldo de dos
personas muertas.
Ante estos problemas, el urbanista Ricardo Montezuma afirma que uno de los
inconvenientes es que se empieza a desprestigiar el sistema que se convirtió en los últimos
años en el orgullo de los bogotanos.
Asegura que los choques se presentan por fallas internas y externas como el tramo angosto
del carril mixto que hay entre la calle 51 sur con avenida Caracas y el portal de Usme, los
problemas en la semaforización y señalización, la imprudencia de los peatones que se
atraviesan la autopista o la Caracas y la falta de respeto de las normas por parte de
conductores públicos y particulares.
En ese mismo sentido, Darío Fernando Ruiz afirma, en foro abierto en elespectador.com,
que las personas cruzan las vías por los sitios menos pensados, los buses hacen caso omiso
de las señales de peligro, los vehículos particulares quieren ganar segundos irrespetando las
normas y que la única solución es educación y prevención.
Édgar Enrique Sandoval sostiene que siempre se van a presentar accidentes automovilístico
y que actualmente se tienen previstos de cuatro a cinco choques por semana. “Mientras no
tengamos exclusividad en las vías y los vehículos sean operados por seres humanos se
seguirán presentando choques”.
Usuarios del sistema aseguran, sin embargo, que los operadores de los articulados son
demasiado imprudentes y que exceden la velocidad establecida. Sobre este particular, los
directivos de la empresa dicen que esto no es posible porque los buses están diseñados para
no pasar de los 60 kilómetros por hora y que el centro de control detectaría cualquier
anomalía.
El origen de los accidentes para el concejal Pedro Rodríguez Tobo radica en que sólo se ha
administrado en las troncales desconociendo que Transmilenio forma parte del sistema de
transporte de la ciudad.
“Los ciudadanos se pasan el semáforo en rojo una vez al mes, no cruzan por la cebra y
giran a la izquierda para coger el carril de vehículos particulares en la Caracas,
desconociendo que está prohibido porque es el paso seguro para quienes salen o ingresan a
las estaciones de Transmilenio. Por eso se requiere la cultura ciudadana”.
En eso coincide una de las usuarias del sistema, María Teresa Sárate, quien afirma que a la
hora de culpar a alguien, las responsabilidades son compartidas. “Por un lado, los vehículos
particulares no están respetando las señales de tránsito y, además, los conductores de
Transmilenio se confían mucho al tener una vía exclusiva para sus buses”, argumenta.
Por su parte, Ruth Díaz Castillo, una usuaria del sistema afirma en el foro que por la
indisciplina de peatones e imprudencia de conductores, el sistema está diseñado para
funcionar a una velocidad promedio pero el tránsito de otros por carriles contiguos y en
especial en los giros y semáforos no ha logrado una articulación y prudencia necesaria que
permita evitar accidentes.
Así mismo, los expertos recomiendan mejorar las fallas en semaforización, diferenciar la
velocidad de los articulados en días de lluvia y verano, verificar que el Centro de Control
funcione adecuadamente, implementar la educación vial, combinada con cultura para
peatones y conductores.