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Corrumpo

Del Corazón roto y


De la Corrupción

Ernesto Molano Devia


Bogotá, 2007
¿How Can You Mend a Broken Heart?
I can think of younger days when living for my life
was everything a man could want to do.
I could never see tomorrow, but I was never told about the sorrow.

And how can you mend a broken heart?


How can you stop the rain from falling down?
How can you stop the sun from shining?
What makes the world go round?
How can you mend this broken man?
How can a loser ever win?
Please help me mend my broken heart and let me live again.

I can still feel the breeze that rustles through the trees
and misty memories of days gone by
We could never see tomorrow, noone said a word about the sorrow.

¿Cómo puedes remendar un corazón roto?


Pienso en los días de la temprana juventud cuando vivía para mi vida
Estaba todo lo que un hombre podía desear para hacer.
Nunca pude ver el mañana y nadie me hablo acerca del dolor.

Y ¿Cómo puedes remendar un corazón roto?


¿Cómo puedes impedir que la lluvia caiga?
¿Cómo puedes impedir que el sol brille?
¿Qué hace que el mundo siga girando?
¿Cómo puedes remendar a este hombre roto?
¿Cómo puede un perdedor alguna vez ganar?
Por favor ayúdame a remendar mi roto corazón y permíteme vivir de nuevo.

Aún puedo sentir la brisa que cruje entre los árboles


Y tristes recuerdos de los días idos
No podíamos ver el mañana, nadie dijo una palabra acerca del dolor.
¿Cómo puedes remendar un corazón roto?

Esta pregunta ha sido tan difícil de contestar porque no sabemos cuando ni como se rompió
aquel corazón que puede ser el tuyo o el mío, o el de todos. Pretendemos creer que el
corazón se rompió con el primer fracaso amoroso, aquella primera gran decepción que
tenemos en la vida, pero la verdad cuando llegamos a ese estadio de la vida el corazón ya
llega roto, quizás en mil pedazos.

Hace poco tiempo inicié un interesante trabajo sobre las organizaciones que me llevó a
profundizar sobre la fisiología humana, quise llegar al origen de los nombres de los
órganos, la gran mayoría de ellos con raíces griegas o latinas. Cuando hice la breve
investigación sobre las células, el organismo autónomo más pequeño del cuerpo viviente
encontré un detalle que me llamó poderosamente la atención y era éste que la enfermedad
de la célula se denomina Corrupción. Como el objetivo de mi investigación era asimilar las
organizaciones humanas con organismos vivos y sabiendo que el principal mal de las
organizaciones actuales es la corrupción, este detalle no podía pasar desapercibido.

La realidad es que una célula no se enferma sola, se enferma un grupo de ellas, un órgano,
un sistema o todo el cuerpo. Esto significa que la corrupción está diseminada en un
conjunto, no es individual. Al trasladar esta interpretación a la organización, pude
fácilmente deducir que si ésta es corrupta inevitablemente estará enferma. En mi propuesta
organizacional asimilo a cada individuo de la organización a la célula, entonces algunos
individuos o todos pueden padecer enfermedades físicas, emocionales y mentales dentro de
una organización corrupta.

Decidí buscar la etimología de la palabra corromper. Y la sorpresa fue aún mayor. Esta
palabra proviene del latín Corrumpo que significa destruir, aniquilar, echar a perder, alterar,
falsificar, sobornar. Al asociar los dos términos que conforman la palabra Cor y rumpere la
palabra significa literalmente romper desde adentro echar a perder el corazón, en otras
palabras: Romper el Corazón. Cuando leí la frase del diccionario latín-español quede
estupefacto. Sentí inmensas ganas de llorar, me di cuenta que tenía el corazón roto y que
por consiguiente estaba enfermo. Para efectos de mi trabajo con organizaciones este
maravilloso re-conocimiento me brindó una claridad absoluta para el desarrollo del mismo.
Tomé plena conciencia que el objetivo es luchar contra la corrupción a todo nivel.

Aquella tarde también decidí que debía escribir este libro de manera independiente de mi
trabajo con las organizaciones, y debía hacerlo no solo por mi propio corazón roto en mil
pedazos, sino por todos aquellos corazones que yo mismo he roto y por todos los corazones
de la humanidad destrozados, casi aniquilados por milenios de maltrato, de abuso, de
violencia, de guerra y de desamor.

No sabía por donde iniciar, sentía un deseo inmensurable de expresar lo que había
aprendido del latín, irónicamente el idioma de uno de los imperios más corruptos de la
historia, la poderosa Roma. Miles de pensamientos para iniciar la disertación han cruzado
por mi mente, como aquel que me recuerda que la sede principal de la iglesia católica está
en Roma, que el cristianismo se nutrió de dicho imperio siendo imposible negar la
corrupción generada desde esa organización y la forma como ha roto el corazón a millones
de creyentes y no creyentes en todo el mundo.

El impulso mayor para llevar a cabo este trabajo lo recibí de mi propio hijo, cuando durante
una hermosa conversación que sosteníamos me dijo honestamente y con lágrimas en sus
ojos “Tú me rompiste el corazón” Sus palabras entraron como una daga en el mío propio,
desgarrándolo completamente y provocándome un dolor inmenso en todo el ser. Y es por
ellos, por mis dos hijos que escribo este libro, por sus corazones que rompí mas de una vez
y que aquí sentado escribiendo estas letras que brotan en medio de lágrimas comprendo hoy
que como padres empezamos a romper el tierno corazón de esas criaturitas indefensas que
nos han depositado toda su confianza en medio de su indefensión.

Este libro esta dirigido a todo aquel que quiera erradicar la corrupción de esta sociedad,
para todo aquel que abrigue la esperanza de un mundo mejor, libre del dolor. Suena
utópico, pero yo se que es posible ya que estoy plenamente convencido que toda la
enfermedad se origina en un corazón roto y sanándolo se encuentra el equilibrio, el poder y
la serenidad para brindarnos la vida que nos merecemos como continuadores de la obra
creadora.

Espero al final de este escrito poder dar respuesta a la canción de los BeeGees, brindar
herramientas a toda la humanidad para remendar todos los corazones rotos: los nuestros, los
de nuestros hijos y los de nuestros antepasados. No pretendo justificar nada, espero poder
ver las razones que ha tenido el ser humano para autodestruirse, será éste un viaje a través
de las historias comunes y generales para entender la simbología del corazón como órgano
del amor.

Mi investigación sobre las organizaciones fue motivada inicialmente por el interés de


entender el flujo de energía dentro de las mismas que inevitablemente me condujo al Feng
Shui y al estudio de Pa-Kua y por ende del I-Ching. No voy a profundizar sobre ello, pero
si invito al lector acercarse al libro sagrado chino con respeto y deseo sincero de
conocimiento, es una fuente perpetua de sabiduría e inspiración.

El Pa-Kua o ciclo del cielo posterior como se denomina en el I-Ching es para los chinos la
forma como se encuentra la energía en cada ser en su realización actual y momentánea,
porque la energía es una fuerza en constante movimiento y transformación.

El Pa-Kua es en el Feng Shui una interpretación del plano físico de la casa, habitación o
lugar de trabajo. Dicho plano se divide en nueve sectores que representan los diversos
componentes emocionales del habitante de la casa, así en él están representados todos sus
aspectos como la abundancia, las relaciones paternales, las relaciones de pareja, los
proyectos, los apoyos de amigos y benefactores, la búsqueda interior, la visión personal y el
equilibrio interno.

Igualmente encontré que el Pa-Kua no solo es fundamental para comprender el Feng Shui,
sino que es la base teórica del Tai-Chi y del Chi-Kung, artes marciales que basan su
práctica en el manejo de la energía en el cuerpo. Conocí entonces que desde esta visión, los
diferentes sectores del Pa-kua eran asimilados a órganos del cuerpo humano. Con tal
información me lancé a construir mi propuesta para diseñar y construir organizaciones
sanas que he denominado Energética Organizacional.

Con los datos obtenidos del Feng Shui, Tai Chi y Chi Kung decidí estudiar la fisiología
humana para lograr una comprensión del ser viviente y así desarrollar organizaciones que
funcionaran con la misma concepción. Al estudiar el Pa-Kua del Tai-Chi conocí que el
Corazón y el ojo ocupan el lugar de la Visión de la versión del Feng Shui, que se denomina
como la del Fuego en la secuencia del cielo posterior en el I-Ching.

El Fuego es lo Adherente, y su imagen podría ser la unión de las personas alrededor de la


hoguera. En China septentrional los inviernos son muy crudos, al igual que en Europa,
Canadá o Siberia. Los antiguos se reunían en torno al fuego para calentarse y alimentarse.
Los indígenas de toda América celebran ceremonias sagradas en torno a él y fue el control
de este elemento lo que facilitó el desarrollo de la humanidad en tiempos prehistóricos por
la seguridad, calor y fuerza que invitaba a unirse en torno a él.

Y el corazón es el fuego del cuerpo. Este órgano bombea la sangre que transporta el
oxigeno, el combustible, a todo el organismo, es decir a todas y cada una de las células del
ser humano. El corazón irradia su fuerza a todo el ser dándole permanentemente la vida ya
que es el oxigeno el elemento que permite el proceso de vida de celular

Wataro Ohashi nos dice, en su libro Como leer el Cuerpo, que el meridiano del corazón y
del intestino delgado están asociados con la experiencia de la alegría y que su energía débil
además de generar enfermedades cardiacas, reduce la voluntad y provoca desilusión
crónica.

En la India, y como describe Debbie Shapiro en su libro Cuerpo y Mente, el chakra del
corazón, denominado Anahata, es el espacio del corazón donde reside la pureza, y en él
tiene el desarrollo y la expresión del amor, el afecto y las cualidades mas elevadas de
compasión y amabilidad. Anahata significa en sánscrito no golpeado o rozado.

En el catolicismo encontramos la devoción al Sagrado Corazón, donde se muestra a Jesús


con un corazón sangrante atravesado por una corona de espinas y en su parte superior se
observa como fluye de él una intensa hoguera.

La Kabalah judía identifica el corazón con Tipheret que significa belleza, es la completud y
equilibrio, es el corazón de corazones, el centro del individuo y representa al hijo de Dios,
como nos lo plantea Elizabeth Clare Prophet en su libro Kabalah.

Para los mayas el espíritu del hombre y de los animales residía en su sangre y en su
corazón, y los ofrecían en sacrificio para alimentar a los dioses según lo estableció el Popol
Wuj, su libro sagrado.

Desde los tiempos remotos, la humanidad toda conocía de la relación entre el corazón, el
amor, el espíritu y la Divinidad. Cada quien usó su conocimiento como quiso, algunos
trataron de aniquilarlo, destruirlo para cortar esa relación con lo Divino, otros trataron de
alimentarlo para fortalecer la relación. Y cada persona fue tomando partido de una u otra
postura.

Nos queda muy difícil concebir la vida de aquellos primeros tiempos cuando hoy en día nos
encontramos rodeados de tanta comodidad y facilidad de vida, es prácticamente imposible
comprender como era conseguir el alimento diario, enfrentándose a cada momento con el
ambiente, cuando hoy lo podemos hacer sin siquiera dejar la seguridad de nuestra casa.

En ese pasado remoto, los primeros humanos tenían que matar a otros seres vivos para
garantizar su existencia, peleaban con ellos para asegurar no solo su alimento, sino también
su vida. Los animales salvajes eran más fuertes y ágiles que los mismos humanos e
igualmente más peligrosos. Seguramente los primeros pobladores tuvieron que endurecer
su postura frente a la naturaleza y los animales a quienes llegaron a dominar gracias a su
inteligencia que permitió desarrollar las armas: piedras transformadas en lanzas y luego
lanzas de metal transformado por el fuego que ya habían aprendido a dominar.

No sabemos nada de cómo ha sido el proceso evolutivo de los sentimientos y emociones de


aquellos primeros hombres, pero si sabemos que dichos sentimientos y emociones son
influenciados por las experiencias con el entorno y las relaciones con sus semejantes. Es
comprensible que en el difícil medio en el que se desarrolló la humanidad regía la ley del
más fuerte, era y es una ley natural. Y así seguramente nació el juego del poder.

Primero el dominio sobre los elementos: El Fuego, El Agua, La Tierra, El Aire, luego La
Naturaleza y finalmente El Hombre mismo. Algunos consideran el dominio del fuego como
el logro más grande de la humanidad, y quizás es cierto porque ese hecho marcó la
diferencia con sus compañeros de creación, los animales. El dominio del fuego le mostró al
hombre su capacidad de transformar, de crear y fue, gracias a ese dominio que la
humanidad ha logrado los avances tecnológicos actuales. Sin duda este fue un hecho
trascendental y posiblemente se constituye en el instante en que la humanidad nace y se
consolida como tal.

Sin embargo el Hombre ha sido incapaz de dominar a su antojo los elementos, que aunque
lo ha logrado parcialmente, ellos le muestran repetidamente su fragilidad y vulnerabilidad,
cuando se le rebelan, o debería decir revelan, y le muestran su poder. La humanidad se ha
debatido entre su inseguridad y su poder. ¿Fue el miedo a perder la vida lo que llevó a la
humanidad a querer dominar los elementos? Seguramente que fue uno de los motivadores
principales, porque el miedo o puede empujar a la creación o la puede aniquilar. El miedo a
morir los obligó a buscar las formas para protegerse.

Y ¿Por qué habrían de protegerse? Seguramente por la ley natural de perpetuación de la


especie, los animales lo hacen, en especial, protegen a sus crías que son indefensas. El crío
humano es el más débil de los recién nacidos. En aquellos días empezaron a desarrollarse
los fuertes sentimientos maternales y paternales de protección, que en el género humano
han sido fundamentales para el desarrollo de la sociedad que hoy conocemos.

Los nuevos recién llegados debieron ser el mayor motivo de preocupación de sus padres,
conociendo el hostil ambiente en que se movían, pleno de peligros, era prioridad darles
protección dado su largo proceso de maduración y fortalecimiento. El corazón emocional
de toda la humanidad, aún en proceso de formación, estaba aprendiendo con esa prolongada
experiencia de la crianza a desarrollar el amor. ¿Por qué habrían de proteger a ese indefenso
y frágil ser, por qué cuidarlo durante tanto tiempo y para qué alimentarlo? En algún
momento esos cuestionamientos debieron surgir. Las primeras madres debieron
conmoverse con la primera sonrisa al igual que hoy lo hacen e igualmente debieron sentir
gran ternura al acariciar su tersa piel y observar sus manitas y piecitos perfectos apenas el
pequeño ser brotaba de su propio cuerpo.

Seguramente aquellos primeros hombres vieron despertar sus emociones cuando se


producía el milagro del nacimiento. El ser humano es tan emocional como el animal, pero
difiere de ellos al tener la capacidad de transformar conscientemente esas emociones en
sentimientos, de los que surgen pensamientos y de éstos las acciones. Una criaturita recién
nacida es capaz de movilizar todo el amor y también todo el miedo, dos sentimientos
opuestos, contrarios que tratan de anularse el uno al otro.

Y ¿Para que ir tan lejos, hasta los inicios de la humanidad, si aún hoy en día un recién
nacido despierta las misma emociones y sentimientos? El objetivo de mi viaje ancestral es
el de visualizar la humanidad en aquellos difíciles días de su origen y empezar a
comprender a nivel personal como han evolucionado las emociones y sentimientos. Y
pareciese que el progreso no ha sido gran cosa. Hoy en día estamos igualmente temerosos
por la seguridad y por el porvenir, intentando mantener todo bajo control, incluyendo
emociones y sentimientos. El ambiente sigue siendo hostil para el desarrollo y perpetuación
del género humano.

Claro es que el proceso de gestación y nacimiento sigue siendo el mismo. Dos medias
células se unen, ovulo y espermatozoide, para dar paso a la formación de un nuevo ser,
quien literalmente de la nada empieza a construir su propio cuerpo. Creo firmemente que es
una fuerza propia e individual, el Yo, quien se encarga de esa construcción. Para esa labor
hace uso de la energía materna y de los nutrientes que ella le prodiga. En cada proceso de
gestación se repite la historia de la vida, no solo de la humanidad sino también la de toda la
Creación, porque sucede igual con una semilla o con cualquier animal. Siendo la epopeya
de la semilla aún mas valiente y diciente, ya que de ella misma brota toda la fuerza para
construirse.

De la nada y en la oscuridad surge la vida, el ser con su propia fuerza empieza a construirse
a si mismo, proceso que durará toda su existencia, lentamente va haciendo su organismo,
brotando éste de si mismo todas y cada una de sus células, que son distintas a la de su
madre y esas diminutas entidades vivas conforman sincronizadamente órganos y ellos a su
vez conforman los sistemas que constituyen el organismo. Ese organismo que es su cuerpo,
diseñado y realizado enteramente por él.

El cuerpo es el instrumento de realización del ser humano, a través de él aprendemos a


conocer el mundo y transformarlo, por eso, de la forma como lo hemos construido
dependerá nuestra vida. ¡Si! Es seguro que en el diseño que hacemos de nuestro cuerpo
estamos pre-escribiendo nuestra vida y somos total e individualmente responsables de ella
durante toda la existencia.
La vida pre-natal es altamente activa, el ser está todo menos dormido, ya que se encuentra
en un continuo e intenso proceso creativo, ese proceso es afectado por el ambiente, por la
condición emocional y física de la madre. Cada circunstancia vivida o padecida por ella,
afectará el desarrollo del nuevo ser. Todas las emociones y sentimientos que vive la madre
durante aquellos meses de espera determinarán de alguna manera el proyecto que se está
realizando en su interior.

Y desde ese momento se empieza a romper el corazón. El Corazón esta formado y empieza
a bombear a partir de la tercera semana de gestación. En ese momento la madre ya
presiente la existencia del nuevo ser en su interior, y una semana después lo confirma con la
desaparición de la menstruación.

Para mí es indudable que la fuerza del Yo que realiza toda esta creación es el Espíritu, es la
fuerza que crea y da la vida. Ese espíritu no es más que una emanación de la Divinidad
creadora, es en otras palabras el propio Creador re-creando nuevamente el proceso
evolutivo de la humanidad. Ese nuevo ser es una nueva manifestación de esa fuerza
primigenia que originó todo el universo y que se repite constantemente en cada nuevo ser
viviente. Tales manifestaciones solo vienen a continuar el proceso creativo y evolutivo de la
entidad divina.

Proceso que se realiza a través del fuego y del agua. La humanidad llegó a ser humanidad
cuando conquistó al fuego y sus poderes transformadores. El agua apaga el fuego.
Experiencia muy frustrante debió ser para los primeros pobladores cuando habiendo
conseguido el fuego ver como éste se apagase tras un fuerte chaparrón. Estos dos elementos
se oponen permanentemente.

El fuego es capaz de derretir al hielo, y cuando éste se derrite es capaz de apagarlo, Ironía
permanente de la vida, fiel reflejo del amor, que calienta y transforma para después verse
apagado por las aguas turbulentas de las emociones. Y el corazón es el centro del amor, allí
reside y expande toda su fuerza al organismo, luchando continuamente con propias fuerzas
internas y externas que pretenden apagarlo.

Y esa relación con lo Divino se encuentra en medio de esa lucha permanente, la fuerza del
espíritu se ve enfrentada a esa dualidad en la que hemos vivido, desde que perdimos la
conexión con la divinidad y de tratar de subsanar ese faltante existencial surgió la Religión.
Es difícil comprender el proceso evolutivo del pensamiento humano en lo referente a la
religión. De nuevo volvemos al latín para entender el significado de esta palabra. En este
idioma Re-ligare significa volver a ligar, o sea volver a unir lo que se había roto. ¿Se
rompió la unión con el Creador o es la necesidad profunda del ser humano de darle una
explicación a su existencia? La realidad de la muerte ha sido el motivador de ese
cuestionamiento, y es esa realidad la que ha generado la inseguridad del ser. El ser humano
en ese ambiente hostil se siente abandonado. ¿Abandonado de quien?

Es seguro que el ser humano debe darle una razón a su existencia, y es la muerte el instante
en que se enfrenta a su propia existencia. En aquellos momentos iniciales de la humanidad,
ésta convivía a cada instante con la muerte, al igual que hoy, pero no tenemos la conciencia
suficiente para percibirla. Las primeras comunidades fueron desarrollando rituales para
prepararse a ese momento de confrontar su existencia. Como las enfermedades eran
generalmente mortales y la expectativa de vida era muy corta, aparecieron los chamanes,
seguramente chamanas, que posteriormente se transformaron en sacerdotisas y sanadoras.

Y estos seres empezaron a reconstruir los vínculos con el mundo que no percibían con sus
sentidos físicos, con el mundo espiritual, fue el inicio de la Religión, la búsqueda del
espíritu detrás del mundo de la forma. En el mundo donde reinaba, y reina aún el miedo,
ese conocimiento daba poder. Ya vimos que la ley natural es que el más fuerte sobrevive y
poseer el conocimiento de la sanación brindaba poder. Y muy posiblemente ese poder lo
tenía la mujer como encargada de la protección y alimentación de la tribu, al fin y al cabo
ella debía guardar a los pequeños mientras los hombres salían de caza.

No es secreto que la sociedad primitiva era matriarcal, y la razón principal era el


conocimiento sanador que poseía la mujer, al igual que la protección que brindaba.
Mientras el hombre cazaba, ella se dedicaba a la investigación botánica, a la agricultura y
seguramente a la domesticación de los animales. Mientras el hombre prácticamente
desolaba la naturaleza, ella la conservaba, por el bien y desarrollo de la humanidad.

Eran dos formas de poder contrarias y la fusión de ambos permitió el desarrollo de la


naciente sociedad. El desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales
indudablemente generaron los primeros asentamientos y de allí el nacimiento de los
primeros imperios.

Existían al interior de tales comunidades dos fuerzas opuestas que indudablemente


pugnaban por el poder. Seguramente la fuerza masculina desarrollada a través de la caza se
vio minimizada por la domesticación de los animales, la necesidad de cazar ya no era
prioritaria puesto que ahora ya se contaba con los recursos a mano que les proveían carne,
pieles y otros elementos para la supervivencia. Entonces ¿Qué hacer con esa fuerza latente
en el hombre? La enfocaron a la conquista.

De forma atrevida puedo decir que mientras el hombre se impulsaba a partir del Miedo, la
mujer lo hacía desde el Amor, las dos fuerzas contrarias. El hombre pretendió dominar la
naturaleza motivado por dicho sentimiento, mientras que a la mujer la aprendió a dominar
movida por la necesidad de protección. El apoyo mutuo de las dos fuerzas duró
seguramente muchos milenios, pero con el desarrollo las fuerzas se fueron polarizando. El
poder obtenido por la mujer debió llegar a ser intolerable para el hombre y empezó
entonces el sometimiento.

El poder del ser humano se encuentra en su corazón. Es indudable que físicamente es el


órgano que mas trabaja y su función como fuente nutricia es innegable. El sometimiento se
dirigió entonces hacia esa fuerza, tanto a nivel individual como colectivo. La mujer era el
corazón de la comunidad antigua, tenía el poder que cohesionaba la comunidad y se
constituía en la fuente nutricia, sanadora y protectora. Para permitir la liberación de la
fuerza masculina era necesario atacar dicha fuente, sin darse cuenta que al hacerlo toda la
humanidad se lanzaría al abismo.
Lo planteado hasta este punto no pretende generalizar que el género masculino es
totalmente depredador y que el femenino es totalmente protector. Cada ser humano es
originalmente formado por dos semicelúlas que contienen elementos de uno y otro género.
La fuerza hacia el exterior, conquistadora masculina es fundamental para el desarrollo a
todos los niveles del individuo y los mecanismos de protección son básicos para la
supervivencia.

El verdadero poder se logra con el perfecto equilibrio de los opuestos al interior del ser, del
organismo y de la organización. La sociedad en algún momento de su proceso perdió el
equilibrio y empezó la pugna por la supremacía del uno y del otro. La ley del más fuerte se
impuso generando el sometimiento con violencia, con esclavitud, con abuso. Se impuso el
atacar el corazón de individuos, organismos y organizaciones porque ese órgano es el
centro del poder.

¿Por qué rompemos el corazón? Indudablemente por Miedo. Y la historia de la humanidad


se transformó en la Historia del Miedo. Una historia de destrucción, de permanente abuso y
maltrato al más débil. Y los más débiles han sido los niños. Una escena en particular de la
película de Mel Gibson, Apocalyptica, que trata del sometimiento de tribus
centroamericanas por los Aztecas, me llegó profundamente. En ella solo los adultos son
esclavizados mientras los niños son dejados abandonados en la jungla, esperando
seguramente su muerte. Los sometedores sabían del impacto emocional que ese hecho
ejercía sobre sus padres, así los debilitaban al máximo, rompiéndoles el corazón,
representado en lo que mas amaban, les mataban la esperanza.

Y es que cuando se rompe el corazón se pierde la esperanza. El corazón es como una copa
que contiene el Amor, ese Amor que nos permite vivir, esa es la fuerza que da la vida y
cuando se rompe la copa, se vacía, se va la fuerza y el corazón yace casi muerto.

Y eso lo conocían muy bien los Aztecas y los Mayas y arrancaban en sus sangrientos
rituales los corazones de sus esclavos, no los de sus súbditos, porque así debilitaban mas y
mas a sus enemigos. Romper el corazón tan literalmente era extraer el poder del pueblo
sometido. Y al obligarlos a abandonar en la selva a sus hijos era romperles el corazón
matando la esperanza del pueblo enemigo a renacer.

La Historia del Miedo es la historia del sometimiento y la esclavitud. Y la sociedad,


después de perdido el equilibrio se entregó al sometimiento permanente y violento. Porque
el miedo genera violencia, es su herramienta principal. No solo era importante imponerse,
era fundamental destruir el corazón.

Anahata, vimos, significa pureza, entonces el Chakra del Plexo cardiaco es el centro de la
pureza. El corazón nace puro y empieza a corromperse desde el mismo instante del
nacimiento, sino antes. Todo maltrato infantil está destruyendo esa pureza. Tiemblo al
escuchar historias donde una niña o un niño violados, agredidos sexualmente. Siento como
ese acto destruye ese tierno corazón, haciéndolo añicos. A veces caminando en las
putrefactas calles de nuestras ciudades tercermundistas puedo sentir la tristeza en niñas aun
muy pequeñas y sé que ya han sido violadas. A veces he tenido que detenerme y dejar
escapar lágrimas de dolor.
¿Cuántas violaciones ha vivido esta humanidad, cuantas vive y cuantas ha de vivir? Un
corazón destrozado de está manera le cuesta mucho recuperarse, quizás no lo logra nunca, y
nosotros allí parados indiferentes o muertos de miedo. ¡Muertos! Y con tanto miedo que le
tenemos a la muerte.

Please help me mend my broken heart and let me live again. Por favor ayúdame a
remendar mi roto corazón y permíteme vivir otra vez. Es la suplica que brota del destruido
ser. Y ese lamento está impregnado en la humanidad que se debate sin esperanza, es parte
de lo que denominan el inconsciente colectivo, que de alguna manera alimenta el mayor de
los males: La Corrupción.

La Corrupción es enfermedad tanto a nivel individual como colectivo. Se manifiesta de


muchas maneras por lo que se hace muy difícil comprenderla. Nadie identificará una
enfermedad personal como un indicio de corrupción. Al vivir en un medio corrupto es
sencillo no darse cuenta de ella, es como el pez que vive en el mar impidiéndole conocerlo,
porque está inmerso en él, cuando sale del mar muere, porque le es imposible vivir en otro
ambiente y así está condenado a nunca poder vivir fuera de él.

El mundo es corrupto en todos los aspectos. Esa es la interpretación de la muerte, máxima


expresión de la corrupción. Cadáveres corruptos, descompuestos, esa es la visión de un
cementerio y posiblemente esa fue la razón que motivó a los egipcios para momificar a sus
muertos, para evitar la descomposición del cadáver. La enfermedad no es más que una
manifestación de ese proceso de corrupción en la que se desarrolla la vida actual.

Desde la medicina pública moderna se plantea que los ambientes laboral y social interfieren
en el estado de salud de los individuos. Y esos ambientes no son más que los espacios
donde el ser desarrolla su existencia: el hogar, la escuela, la calle, la empresa y todos están
impregnados de corrupción. Yo diría que los ambientes no solo interfieren sino que
determinan el estado de salud de las personas.

La Organización Mundial de la Salud define salud como el estado de completo bienestar


físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Pobre
definición del ente mundial, sin embargo es un buen comienzo para librar la batalla contra
la corrupción en todos los frentes.

Según el diccionario de la lengua española bienestar significa estado de satisfacción o


felicidad. ¿Qué clase de satisfacción o de felicidad puede garantizar el bienestar? Sin tener
claridad sobre estos conceptos, es indudable que la búsqueda del bienestar puede incentivar
la corrupción.

Volvamos al corazón roto, aquel incapaz de contener el Amor que brota de sí. Un corazón
roto busca desesperadamente quien lo remiende. Al haber perdido la confianza en sus
padres, el infante se vuelca en otros, el salvador, para recomponer su corazón, sin darse
cuenta o sin saber que aquellos otros lo tienen igualmente roto. Al no saber como
recomponer su propio corazón es imposible intentar al menos arreglar el de otro y
finalmente ese intento termina en uno o dos corazones aun más destruidos.
Y como la historia de la humanidad es exactamente igual a la del hombre individual, hago
un paralelo con la de los judíos en la época de Jesús. El tan ansiado Salvador, Mesías en
hebreo o Cristo en griego, aparece en el momento más crítico, cuando el corrupto imperio
romano se apodera de Judea. El desesperanzado pueblo clama a gritos que alguien los
libere y Jesús brinda esa esperanza, el pueblo lo escucha y posiblemente lo comprende pero
el poder corrupto lo mata. Le extirpa de nuevo al pueblo la esperanza y finalmente se va en
contra del mismo pueblo. Treinta y cinco años más tarde Jerusalem es totalmente destruida
por el poder romano y el pueblo judío todo es lanzado al exilio, convertidos en los traidores
más grandes de la historia.

Claro es que de esa experiencia de Jesús nace el Cristianismo que alimenta ya no la


esperanza de los judíos sino la de todos los débiles y sometidos pueblos que conformaban
al imperio romano. Ese imperio no era una unidad, era una diversidad de culturas sometidas
a un poder central absoluto, cabe aquí la frase que dice el poder absoluto corrompe
absolutamente.

La esperanza de bienestar brindó nueva vida, no al imperio, sino a la gente común y la


noticia, la buena nueva, se regó como fuego en un seco pajar en un imperio que agonizaba.
La corrupción se mimetiza como lo hizo la serpiente en la mítica narración de la tentación
de Eva en el Paraíso, el primer registro de corrupción en la tradición judeo-cristiana. El
gran logro del imperio romano es la política, superaron a los griegos en ello y pues siendo
los romanos hábiles políticos lograron que la naciente iglesia cristiana fuese parte del
organismo imperial. Un imperio donde el emperador practicase la misma religión que su
pueblo era un logro político de grandes consecuencias, si no puedes con tu enemigo únete a
él. Y los pueblos sometidos con alguna esperanza de vida volvieron a su antiguo y crónico
sometimiento, ahora espiritual.

La corrupción es enfermedad y Roma estaba enferma de muerte, pocos años después de su


supuesta conversión el imperio se desploma, se parte en dos, luego se desintegra y la propia
capital imperial es destruida por pueblos invasores aparentemente mas débiles e ignorantes.
Sin embargo, el imperio ya había cedido su poder o lo había transformado hacia institución
nacida en su seno que se denominaba la Iglesia.

La Iglesia llenó el vacío espiritual que tenía el imperio romano, primero porque Roma no
tenía una cosmología propia sino que fue tomada de la griega y de otros pueblos
mediterráneos y segundo porque en la época del imperio el emperador se transformó en un
dios viviente, al igual que lo eran los faraones del antiguo Egipto. Roma era pues un terreno
sin dios, lleno de desigualdades, desdivinizar al emperador fue labor de la Iglesia. Al caer el
Imperio, el Papa asumió algunas de las características del emperador y se convirtió en el
representante de Dios en la Tierra, con poder absoluto sobre las naciones y los hombres,
poder que ejerció a cabalidad durante siglos.

Para nadie son desconocidas las historias de manipulación y corrupción de la Iglesia en los
tristes y oscuros años de la edad media. La forma como manejaban reinos y personas. Es
indudable que la Iglesia perfeccionó el arte de la corrupción política y económica que
marco el destino de la humanidad. Antes de continuar con este apasionante tema que nos
permitirá conocer los más aberrantes abusos es importante volver al pasado remoto y
retomar el tema de la mujer.

Planteé que la mujer, en la comunidad antigua, era poseedora de la fuerza capaz de


transformar la naturaleza, era la que prodigaba el alimento y la sanación, era sin
proponérselo la sacerdotisa y seguramente ella era la conexión con el espíritu, de hecho era
la fuerza cohesionadora de la comunidad, al fin y al cabo ella empleaba el fuego en todas
sus labores diarias. Con la polarización de la fuerzas, era claro que su poder era mayor que
la fuerza masculina, entonces el hombre entró en su campo y se apoderó de su saber,
empezaron a surgir castas de sacerdotes hombres en los imperios nacientes.

¿Por qué la serpiente habla a Eva y no a Adán? Simplemente porque ella tenía el poder de
comunicarse con la naturaleza mientras el hombre la destruía. No es Adán, el hombre, el
que posee el ansia de sabiduría, es Eva y por eso cede ante la tentación. Con el paso de los
tiempos, el hombre adquiere ese conocimiento, no sabiduría y conocedor del poder
pretende arrebatárselo a la mujer. La sociedad ya ha evolucionado, existen ciudades que
sobreviven por el comercio y seguramente la mujer normal ha ido perdiendo sus
capacidades de mediadora con la naturaleza, porque ésta última es la gran ausente tanto en
las ciudades antiguas como en las modernas.

El hombre, ansioso de todo el poder, finalmente logra arrebatarle a la mujer el dominio


sobre el mundo espiritual y entonces se consolidan las castas sacerdotales masculinas. Se
desarrollan en Mesopotamia y en Egipto, los primeros grandes imperios y de allí saltan al
pueblo hebreo, donde solo los hombres de la tribu de Leví podrán ser sacerdotes. La suerte
de la mujer estaba echada y nunca más podría ejercer como sacerdotisa.

Es seguro que el mismo proceso se debió vivir en Oriente, donde la condición femenina ha
recibido el mismo trato, aun hoy no existen monjas budistas. No hay mención de
sacerdotisas en los imperios americanos y son pocas las historias de chamanas dentro de las
comunidades indígenas actuales. El desarrollo imperial fue un producto netamente
masculino que para entonces ya había logrado dominar y apropiarse del poder femenino.

El naciente cristianismo tomó de su ancestro judío ese antifeminismo y creo una nueva
casta sacerdotal netamente masculina y negó a la mujer toda capacidad de oficiar el rito, es
mas la marginó y discriminó de tal forma que la convirtió en un ser inferior.

De nuevo no pretendo tomar partido contra una u otra expresión. Seguramente en el pasado
remoto debieron existir abusos por parte de la mujer con su poder. La mujer ha usado
siempre su poder para manejar situaciones a su antojo, igual pudo manipular las
comunidades según su necesidad. De los mitos celtas vienen las historias de las grandes
brujas y los griegos hablan de las Amazonas, aquella raza de mujeres poderosas que
existieron alguna vez sobre la faz de la Tierra.

Volvamos a la Edad Media, un pueblo muriéndose de hambre en tierras desoladas por


continuas guerras e invasiones, la tensa y débil calma que existía durante el Imperio
Romano se había roto totalmente y un ansia de poder se diseminó por todo el mundo
conocido. Una Iglesia con poder absoluto dado por Dios empezó a diseminar el miedo por
todos los rincones. Ansia de poder político y económico se apoderó de la organización en
general, en particular existen casos de verdaderos hombres místicos que entregaron su vida
a la fe. La Iglesia extendió su poder corruptor por toda Europa, colocando reyes, o
comprándolos, y los reyes aumentaban su poder colocando Papas y obispos, o
comprándolos.

Existían dos grandes enemigos los judíos y las mujeres. Los errantes, exiliados y proscritos
judíos habían aprendido a ganarse la vida como viles prestamistas y comerciantes, y con el
paso del tiempo lograron amasar grandes fortunas que eran apetecidas por los reyes y la
propia iglesia. Las mujeres seguían siendo el bastión espiritual del núcleo familiar y a veces
también el material de las familias, entonces nace la Santa Inquisición, el más depravado
medio de acabar con los enemigos.

Se puede afirmar que la Inquisición nació contra el movimiento cátaro que sucedió en las
prosperas provincias del sur de Francia, verdaderos holocaustos acontecieron en aquellas
tierras y en aquellos tiempos. Los Cátaros eran un pueblo pacífico y trabajador, muy
espiritual donde la mujer jugaba un papel muy importante. Esa convivencia pacifica
permitió un desarrollo no visto en ninguna otra parte de Europa de la época. La Iglesia y los
reinos vecinos deberían ambicionar esa floreciente perla. Alguna poderosa razón debió
motivar al papado trasladarse a Avignon, ciudad muy cercana a la región cátara.

¿Romper el Corazón? Corazón roto de aquellos hijos viendo a su madre morir en la


hoguera. Roto él de todas esas familias despojadas de sus bienes y obligadas a mendigar
por las sucias calles de las ciudades medievales. Prestantes familias caídas en desgracia,
maltratadas, mancilladas, violadas y despojadas por la ambición de reyes y representantes
de Dios. Esos corazones rotos solo podían albergar odio y resentimiento contra aquellos
que les generaron tanto dolor. Y harían posteriormente todo lo posible por desquitarse,
hundiendo a la humanidad toda en un ciclo sin fin de violencia y dolor.

Lo más grave fue el ámbito corrupto en la que se convirtió Europa. Y de lo que hoy todo el
mundo paga sus consecuencias. La Inquisición dio un valor muy bajo a la vida humana,
rompió millones de corazones y sumió al mundo en la desesperanza y sin principios éticos.
Los reyes lograron su poder y su fortuna despojando a otros, arreglando matrimonios,
violando doncellas herederas, todo con la bendición papal, el representante de Dios en la
Tierra. La Edad Media es oscura por todos esos aspectos que mostraron la otra cara de
Dios, muy distinta a la que se leía en el mensaje de Jesús en Galilea.

Y agrego las dos siguientes aberraciones que marcaron por siempre a la humanidad. La
primera el establecimiento formal como negocio de la trata de humanos, bueno de negros y
el segundo la conquista de América. En relación al primero podemos decir que se originó
en la despoblación de Europa, el hambre y las enfermedades lograron que la fuerza laboral
del continente casi se extinguieran, era tal la falta de salud, que poblaciones enteras
desaparecieron. El Reino de Portugal encontró una solución, traer negros de sus recién
conquistadas colonias de África, todo ello con el beneplácito de la Iglesia que consideraba a
aquello seres no humanos, simplemente. Y Lisboa se convirtió en un prospero centro
económico porque suministraba mano de obra fresca a todo el continente que se moría de
hambre víctima de su propia enfermedad.
De nuevo, ¿Podremos entender y comprender el dolor causado a la raza negra y podrán
ellos sanar su corazón roto? La enfermedad que acosa a la humanidad es muy antigua y hay
mucho dolor en el inconsciente colectivo. Esta es una mas de las razones por las que
nacemos con un corazón hecho trizas.

La otra aberración se llama la conquista de América. No sabemos las oscuras razones que
motivaron esa empresa, pero el holocausto realizado en estas tierras ha sido el mayor jamás
hecho en la historia de la humanidad. Poco se sabe, porque no quedaron vestigios ni
testigos, salvo unas ruinas que muestran el poderío y grado de desarrollo de las culturas que
aquí habitaban. Algunos estudios estiman que la población de América a la llegada de los
europeos podía estar cercana a los cien millones que desaparecieron en menos de cien años.
No solo eso, todo el legado cultural de civilizaciones fue mancillado y destruido. Hay pocos
indicios de la violencia que se aplicó, pero dada las características del europeo,
seguramente usaron todo su saber, de hecho la Santa Inquisición tuvo su renacer a petición
de los Reyes Católicos y fue aplicada con toda severidad en América.

La mezcla de razas en América es una mezcla de dolor, tragedia y corrupción. El


sufrimiento indígena y negro y la imposición a la fuerza de una cultura corrupta y
ambiciosa. Leo sobre el tema de la corrupción a lo largo de toda América Latina y es lo
mismo, con matices particulares, pero todos los países se debaten en la misma discusión, y
ni siquiera se profundiza un poco y mirar que no podemos hacer otras cosa que lo que nos
enseñó la cultura impuesta. La corrupción era y es rampante en Europa, patrocinada y
promovida por el poder espiritual con sede en Roma.

De nuevo hago la salvedad, los imperios americanos deberían ser igualmente corruptos,
existía la esclavitud y el sometimiento, este lado del mundo no era el paraíso terrenal, pero
eso no justifica la forma como fueron masacrados, porque lo realizado en América fue una
masacre hasta ahora nunca mas vista. El holocausto de la segunda guerra mundial, el cual
no fue solo judío ya que allí asesinaron igual numero de cristianos, solo es comparable con
la de América en la crueldad con que se realizó, aventajando los alemanes a los españoles
en el corto tiempo que gastaron en llevar a cabo el bárbaro acto, seguramente por los
adelantos tecnológicos existentes ya en el siglo XX.

En Norteamérica el panorama es diferente, allí los indígenas fueron igualmente arrasados


finalmente por una Inglaterra que se estrenaba como metrópoli. Reemplazados entonces por
poblaciones negras maltratadas y subyugadas dentro de un creciente modernismo que no
conoció España en su época colonial. Los acomodados e hipócritas valores ingleses
encontraron una tierra abonada que dio uno de sus más grandes frutos: Los Estados Unidos
de Norteamérica.

Sin embargo la fuerza de los pocos indígenas que sobrevivieron aportaron al mundo uno de
los mas grandes legados, su silente fuerza y su ejemplo de vida sembraron en el europeo
común la semilla de la libertad, la vida en Norteamérica se desarrolló de una manera muy
distinta a la de las colonias latinas del sur y aunque segregados, los nativos dieron ejemplo
de integridad que finalmente revolucionaría al planeta completo, alimentando la hoguera
que iniciaba a arder en las sucias calles de París. Esa integridad de corazón que sobrevivió a
su muerte fue la primera rebelión pacífica con grandes consecuencias.

El multicolonialismo en Norteamérica generó una sociedad muy diferente a la española del


sur del Río Grande. En Norteamérica se asentaron holandeses, franceses y británicos.
Inglaterra ya se iniciaba su distanciamiento de Roma por los sucesos de Enrique VIII,
Calvino y Lutero conmovieron la Iglesia desde Suiza y Alemania, muy cercanas a Holanda
y Francia, aunque el papel dual de Francia siempre ha sido claro y cuestionado. Ese
intercambio con múltiples metrópolis permitió un desarrollo diferente y diverso en
Norteamérica que poco a poco, pero más rápido que en las colonias latinas, logro obtener
su propio poder y gritar la independencia a Europa. Ese acto de gran impacto significó un
movimiento energético muy fuerte en todo el mundo, a los pocos años se produce la caída
de la monarquía francesa y con ésta un cambio en el panorama político de Europa
enfilándose hacia una nueva transformación del poder.

Lo que es claro es la pobre influencia de la Iglesia Católica en Norteamérica, los


movimientos que generaron dentro del cristianismo Lutero y Calvino fueron adoptados más
rápidamente en sus países de influencia y así llegaron a Norteamérica, la tierra libre donde
pudieron expandirse y desarrollarse. En aquellas tierras no existió la dramática inquisición
ni el corrupto vasallaje español, al contrario, se expandieron las ideas más liberales inglesas
y holandesas, por entonces ya consolidados como mercantilistas.

El poder de Roma se estaba transformando en uno nuevo. Ahora era mercantil, el del dinero
y sus sedes pasaban a ser Londres y Ámsterdam. Lisboa y Madrid sucumbieron al mantener
un sistema que resultaba improductivo. El modelo colonial de estas naciones no les
permitió asimilar los cambios que se estaban gestando en el resto de Europa.

El pseudo poder espiritual de Roma estaba desprestigiado, de nuevo el imperio romano se


desintegraba y las fuerzas del poder imperial se desplazaban a otras moradas, mimetizadas
en una nueva forma de sometimiento: el poder económico. Con las ideas de liberación
provenientes de Norteamérica, su propia independencia y los fuertes movimientos brotando
en toda Europa ya se preveía el fin de la esclavitud y la terminación, al menos de palabra,
de toda forma de sometimiento. El vasallaje había llegado a su fin y la sociedad se enfilaba
hacia la urbanización y la revolución industrial.

Y una nueva forma de sometimiento se estaba gestando. Las turbulentas aguas estaban en
su máximo, los sistemas coloniales estaban cayendo lentamente, toda la independencia
americana, los conflictos revolucionarios europeos, el triunfo del bolchevismo y muchos
mas movimientos cambiaron totalmente la geografía política mundial.

Al finalizar la segunda guerra mundial el manejo del poder era totalmente diferente. El
cáncer había hecho metástasis y el mal invadió a todo el planeta. La guerra mostró los
niveles de insensibilidad a los que puede llegar el género humano que a la final fue el gran
vencido. El mundo perdió sus límites y la enfermedad se propagó a todos los niveles y en
todas las formas, y surgió la forma contemporánea de dominación.
La época del pseudo poder espiritual llegó a su fin con los dramáticos sucesos de la
segunda guerra mundial. Las Iglesias en general o bien se han vuelto abiertamente
mercantilistas o bien se hunden en el fango de la corrupción en todos sus niveles. La
humanidad aún carente de espiritualidad busca afanosamente una respuesta y lentamente
parecen abrirse los caminos en medio de la peor etapa de la enfermedad.

La serpiente se mimetizó de nuevo gracias a la nueva gran capacidad de producción


industrial, el poder actual radica en el mercantilismo que venía gestándose desde el siglo
XVIII. Esta nueva forma de poder ya no requería del vasallaje ni de la iglesia para someter,
ahora tenía dos formas básicas: el trabajo y el consumo. La revolución industrial llegó en
las postrimerías de ese siglo como una nueva redención para el sometido pueblo, ahora
abrirían fábricas y habría trabajo para todos. Si claro, ¡pero en que condiciones! Los
salarios eran insuficientes y el costo de vivir en la ciudad venenoso y la vida misma era
peligrosa.

La educación se hizo popular y de fácil acceso, pues se constituyó en la herramienta


fundamental para formar los equipos de obreros que generarían los productos que ellos
mismos consumirían. Se desarrollaron las grandes teorías económicas y la ciencia empezó a
tener gran importancia. Era importante desarrollar nuevos productos a bajo costo para que
fuesen consumidos por la gran masa a precios no tan bajos. Era fundamental mantener la
rentabilidad, es decir el producido neto. Así todo el sistema del estado, quien ahora
representaba al poder, se puso a su servicio. El poder aparentemente volvía al estado como
en tiempos de la República romana, pero no era cierto, realmente pertenecía y pertenece a
algunos pocos grupos inmensamente ricos que controlan estados títeres. El poder detrás del
poder. Ellos engrasan las maquinarias estatales que hacen leyes y las reforman en pro de las
industrias más no de las clases trabajadoras.

Y así surgió la gran explotación del hombre por el hombre que padecemos. Y también se
organizó el crimen, o mafias, las políticas de silenciamiento por parte del estado, los
esquemas de seguridad y tantas otras aberraciones con la que se disfraza la serpiente hoy
día. Y del otro lado tenemos una humanidad que ha pasado de un sometimiento a otro, de
una desesperanza a otra y continúa aun con su corazón totalmente despedazado.

Hoy tenemos estados vasallos de grandes corporaciones que trafican con seres humanos,
que montan maquilas en países tercermundistas donde pagan salarios inhumanos para
producir bienes que se comercializan en países del primer mundo generando unas inmensas
ganancias. Una educación a todo nivel: primaria, secundaria y superior no diseñada para
pensar sino para gastar. Un sistema financiero al servicio de la gran masa para atarlos de
por vida, una ciencia dedicada a generar mas y mas bienes de consumo, para obsoletar
rápidamente los ya adquiridos. Unos poderosos estados que desatan guerras religiosas para
tomar el control de los recursos naturales sin ningún tipo de ética.

Corporaciones que corrompen estados débiles para obtener grandes regalías sin importar las
condiciones de vida en tales países, muchos de ellos miserables. La vida humana había
perdido su valor en la Edad Media, hecho que quedo claramente demostrado en todos los
fatídicos actos de la segunda guerra mundial. El Corazón roto ya no significaba nada,
absolutamente nada.
Y los individuos comunes son los esclavos modernos, muchos, la gran mayoría dormidos
en la inconciencia que brinda la supuesta tranquilidad de la vida moderna, como la cómoda
clase media estadounidense que despertó violentamente al miedo el once de septiembre de
2001 victima de su propia indiferencia.

Este rápido viaje por la historia occidental es una muestra del dolor que nos hemos
infringido unos a otros a lo largo de nuestra existencia como humanidad. Ni siquiera he
mencionado el proceso llevado a cabo por Constantinopla, la otrora ciudad más importante
de Europa y Asia menor. Ni la historia árabe, fundamental en el desarrollo de la comunidad
humana, la nueva visión que otorgo a la divinidad y la forma de relacionarse con él que
igualmente fue atacada por el cristianismo reinante, denominados infieles. Bien sabido es lo
que dice la Biblia sobre como tratar a las mujeres adulteras.

El Imperio Turco-Otomano que llegó a ser el más poderoso sobre la Tierra dominando
desde Mongolia hasta el norte de África puso a tambalear a la estructura occidental, fallido
intento que como consecuencia mantiene aún hoy en día marginada a Turquía en el
concierto mundial.

En fin hay miles de historias y miles de héroes algunos anónimos que han tratado de decirle
al hombre que la humanidad se sanará solo cuando cada uno de nosotros, a consciencia, sea
capaz de asumir su responsabilidad individual y social, decida sanarse a si mismo, dando
paso a la sanidad global y solo entonces podremos hablar de bienestar, y vale la pena
repensar al Jefe indígena norteamericano que le envió una carta al presidente de los Estados
Unidos explicándole porque ellos no podían venderle sus tierras, simplemente porque ellas
no les pertenecían, ellos solo eran parte de un sistema donde los seres se brindaban apoyo
mutuo comprendiendo y respetando la realidad espiritual de cada uno de los seres que
conformaban el sistema.
Nunca pude ver el mañana y nadie me hablo acerca del dolor.

Desde que nacemos tenemos la ilusión de la felicidad en nuestro ser. El recién nacido está
pleno de vida y de esperanza. A medida que empieza a avanzar en el camino se va
encontrando con el dolor, maltrato físico, emocional y moral que tiende a incrementarse a
cada paso. Hasta que en algún momento de la vida paramos y nos damos cuenta que nunca
nadie nos había hablado del dolor que es de presencia casi permanente en toda existencia
viva.

Sufre la planta al ser brutalmente arrancada, atacada o mutilada. Sufren los animales en su
continua lucha por la supervivencia y sufren los seres humanos en su proceso de
conocimiento, o deberíamos llamar adiestramiento. Y ese sufrimiento no es más que la
muestra física de cada grieta que sufre el corazón.

Las implicaciones del corazón roto son tangibles y claras. Cuando sentimos romper nuestro
corazón, todo el ser se siente derruido, sin fuerza y sin esperanza. El otrora lleno de amor se
encuentra vacío y aún así debe persistir en su tarea de seguir dándola vida a ese cuerpo que
requiere de energía para vivir.

En la parte anterior hicimos un breve pero doloroso viaje en la historia de la humanidad


solo para entender que existen millones de razones para comprender que tenemos el
corazón roto, desde el nacimiento y seguramente desde la concepción. Las células tienen
sus propios lenguajes denominados ADN y ARN. Toda, absolutamente toda, la información
relacionada con los seres vivos se encuentra codificada en esos lenguajes que empiezan a
ser interpretados.

Esto quiere decir que el nuevo ser que inicia su construcción en el mismo instante de su
concepción, toma de los ADNs y ARNs paterno y materno la información para llevar a cabo
su creación, su sí mismo, y esa información contiene toda la tragedia de la humanidad. Las
células desde su formación inicial vienen con el germen maldito de la corrupción. Muchas
enfermedades intrauterinas y neonatales deberían ser miradas desde esa visión.

Por ahora no voy a profundizar en los aspectos espirituales que se desarrollan durante el
embarazo. Vamos es a mirar la historia de ese niño inicialmente en formación, luego recién
nacido hasta llegar a la edad adulta con un corazón debilitado por la historia de la
humanidad.

Nacemos supremamente frágiles e indefensos. A un recién nacido le es casi imposible


sobrevivir solo, requiere de muchos cuidados, atenciones y esmerada nutrición. Patética la
noticia de un bebe que murió en un hospital de Bogota por falta de Amor. Eso informó el
médico a los noticieros. El Amor es el principal nutriente que requiere el ser en gestación y
el recién llegado.

¿Cuántos embarazos no deseados? Muchos mas de los que pensamos. Algunas veces la
madre desea tener a su hijo pero la incertidumbre de su vida le genera sentimientos de
rechazo, otras veces los hijos llegan como resultados de relaciones no deseadas, violaciones
o simples accidentes. En el fondo del sentir de aquellas madres existe una no aceptación al
ser que se está formando en su interior y ese sentimiento es percibido desde el mismo
instante que empieza su formación, aun antes de que comience a latir su corazón.

¿Cómo actuamos frente al rechazo aún los adultos? Diseñamos mecanismos de protección
de tal manera que nos permitan refugiarnos en aquellos que nos brinden aceptación y nos
alejamos de aquellos que nos rechazan con un fuerte sentimiento de frustración que puede
transformarse con resentimiento dependiendo de la intensidad del rechazo sufrido. Un bebe
en el vientre materno no puede retirarse a ninguna parte, está inmerso en su proyecto y no
tiene a donde ir. Bueno a veces suceden los abortos espontáneos, decidió irse antes de
enfrentar su difícil realidad o la madre no fue capaz de tolerar más su presencia. La madre
podría eventualmente comprender su situación y con ayuda superar la situación pero el
bebe abortado literalmente abortó su proyecto de vida.

El bebé rechazado que finalmente supera con su propio esfuerzo el embarazo y nace,
seguramente lo hará debilitado, porque no recibió el suficiente nutriente amoroso para
hacer su construcción. Seguramente tendrá un corazón débil que desafortunadamente no es
atendido correctamente por los sistemas de salud actuales. Al neonato se le hacen algunos
exámenes rutinarios para mirar que fisiológicamente el corazón esté sano. Realmente a
nadie le importa cuanto sufrió el bebé durante su gestación solo importa que se encuentre
bien de salud, esto es que todo le funcione bien.

Y como el bebé no habla ¿quién podrá conocer de su corazón ya roto y de su debilidad


interior? Nadie, las manifestaciones de esa debilidad aparecerán tarde o temprano en el
transcurso de la vida, manifestaciones diversas, múltiples y miméticas. Pueden ser físicas,
mentales o ambas, se ven como retrasos en el desarrollo corporal o en inseguridades y
deficiencias en el aprendizaje o el comportamiento.

Generalmente son detalles tan sutiles que los padres, algunos tan ocupados y otros tan
despreocupados no pueden detectar. Para el niño es algo que se escapa de su comprensión
pues aun no está preparado para asumir su propio reto en la construcción de si mismo. El
infante no solo requiere ayuda física para su desarrollo, también necesita comprensión y
apoyo de sus padres para afianzarse en su obra.

Pero la vida moderna les ha negado a los padres la oportunidad de ejercer su función con
honestidad y responsabilidad. La gran mayoría no han recibido ningún tipo de preparación
para ejercer su paternidad o maternidad, mas grave aún se desconoce el proceso espiritual
del ser en formación por lo que es totalmente imposible dar algún tipo de soporte en ese
aspecto. Hago aquí una aclaración: Espiritualidad no es religión, es una parte constituyente
del organismo vivo, en especial el humano, es la propia esencia de la vida que debe ser
reconocida y apoyada para que pueda emerger poderosa y hacer su voluntad.

El ser humano, a diferencia de vegetales y animales, tiene la opción de hacer consciente su


espiritualidad, es decir manifestar toda la emanación creadora en si mismo y en sus actos.
Esa conciencia del Espíritu nos hace humanos.
El proceso de formación del niño se desarrolla en medio del ambiente enfermo que
describimos en el aparte anterior, es decir que está plenamente influenciado por el sistema
de poder vigente y la “formación” se hará en base a sus parámetros. El sistema restringe la
libertad de expresión, limita la capacidad de autorreflexión y solo permite moldear seres
que puedan “integrarse” plenamente al sistema.

En la gran mayoría de los casos, los niños se constituyen en la realización del sueño de sus
padres o en otros casos no reciben ningún tipo de soporte para su desarrollo intelectual,
emocional y menos aún espiritual, esto es evidente en las zonas de extrema pobreza donde
los niños crecen prácticamente abandonados por la incapacidad cultural y material de sus
padres.

Claro que esto último no solo sucede en las clases menos favorecidas, en los hogares donde
ambos padres deben trabajar, el cuidado de los infantes siempre se delega a alguien que no
posee la suficiente formación y generalmente no tiene ningún vínculo de sangre con los
pequeños.

El niño crece solo, con el corazón roto y rompiéndosele mas a cada instante. Los padres,
cuando el niño cuenta con los dos, generalmente no son conscientes de ello y consideran
que su hijo tiene un desarrollo normal pues come bien, se comporta bien, etc. Pero ese
pequeño aún desvalido está solo en su proceso y con su debilidad cardiaca aprende a vivir.

Y eso que aún no he tocado el tema del maltrato infantil. Esto sucede cuando se inicia la
imposición de la voluntad, cualquiera sea el motivo, por parte de los padres, hermanos
mayores y adultos sobre el niño. Los actos de violencia, cualquiera sea su forma e
intensidad causan graves daños en el desarrollo del pequeño, en especial por que terminan
de romper su corazón, destruyen la autoestima y minan la confianza que ellos tenían con el
ahora agresor, con sus padres, con el mundo y consigo mismos.

En ese momento se empieza a repetir toda la tragedia de la humanidad en el pequeño. La


historia es recordada, porque la tiene escrita en sus células, en su ADN y ARN, el maltrato
no es más que una sencilla manera de hacerle recordar que somos una raza sometida y que
debemos acatar ese sometimiento. La ley del más fuerte se impone y el miedo se apodera
del ser en desarrollo.

Recordemos que el niño nace, generalmente, con todos sus órganos y sistemas completos y
que mas o menos durante los siguientes veintiún años se dedica a crecer y fortalecer su
cuerpo, que en últimas es toda la manifestación de su ser. Algo poco conocido es que las
emociones y sentimientos quedan registrados en el cuerpo. Así es como el primer miedo
causó una reacción anímica y física y al repetirse la misma emoción o sentimiento, el
cuerpo reacciona de la forma como lo hizo la primera vez porque quedó impresa en él. Esa
reacción corporal es reconocida por el cerebro que la asimila a ese momento original
cuando el hecho sucedió y entonces a nivel inconsciente la persona vuelve a sentir esa
misma emoción o sentimiento.

El cuerpo es una cinta de video que no se borra, solo se podrá hacerlo si se tiene el
compromiso consciente para hacerlo. Todas las impresiones, gratas o no quedan grabadas
en los músculos principalmente que poco a poco le van dando forma al cuerpo. La gran
mayoría de la gente desconoce que los desequilibrios corporales pueden causar
desequilibrios sicológicos y viceversa. Es que en últimas el ser humano es Energía y ésta se
manifiesta de igual manera en todo el ser.

Los problemas de desarrollo corporal están ligados generalmente a hechos altamente


traumáticos en durante la primera infancia. Los problemas de postura igualmente tienen su
origen en ese mismo tipo de sucesos. El cuerpo se va desarrollando de acuerdo como el ser
va manifestando su emanación de energía y satisfaciendo las necesidades de protección,
tratando de suplir las carencias que posee en su interior.

Una persona encorvada lo es porque crea con su espalda una concha para proteger su débil
corazón, similarmente una persona con un pecho demasiado musculoso y fuerte igual esta
creando una barrera para evitar que otros penetren a su corazón y le hagan daño. Todo el
estado emocional de una persona puede ser leído en el cuerpo con una vista más aguda del
mismo. Cada rasgo, cada particularidad, cada cicatriz tienen una historia que contar, una
emoción y una vivencia.

Hay mucha bibliografía disponible sobre el tema e invito al lector para que se anime a
instruirse sobre ello, además existen muchas técnicas terapéuticas directas sobre el cuerpo.
Personalmente experimenté una de las más interesantes denominada Rolfing que es un
intenso y a veces doloroso proceso de reconstrucción corporal que genera un profundo
alivio emocional.

El niño tiene un corazón debilitado que empieza a ser destruido paulatinamente por los
continuos maltratos que recibe, algunas veces brutales como las golpizas inmisericordes,
quemaduras o abuso sexual carnal. El niño ya tiene totalmente roto su corazón, que sin
embargo, como órgano de la vida tiene una gran capacidad de recuperación, pero en él
quedan las cicatrices que lo van endureciendo al igual que todo el sistema circulatorio.

Se dice popularmente que una persona tiene el corazón duro cuando tiene mal carácter y se
expresa con odio y resentimiento. El corazón duro no tiene Amor, esta lleno de rabia y de
dolor y es lo único que de él puede emanar, el órgano en ese estado es como una piedra.

Ya poco queda por hacer, todo el organismo es presa fácil de la corrupción de cualquier
forma y de la enfermedad. El ser paulatinamente pierde la esperanza y queda a merced de
cualquiera para que hagan con él lo que quieran, para que luchar si ya no hay esperanza.

Síntomas de ese estado del corazón hay muchos, desde la aparición de frecuentes
enfermedades infecciosas hasta la absurda tristeza o melancolía crónica que no es mas que
depresión, la enfermedad de la muerte en vida.

¿Qué es la corrupción en cualquiera de sus formas? Solo un medio para aniquilar el poder
vital y esencial que cada ser posee en su interior. Al enmarañar la fuerza interior en un
intrincado laberinto de emociones donde el miedo reina, el ser pierde su visión además de
voluntad para ejercer el poder y sin ellos no puede realizar su misión en la vida. Ante ese
panorama el ser se doblega y cede, bien a la enfermedad física o mental o bien a la
corrupción material como se lleva a cabo en nuestros días.

Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Corrupci%C3%B3n) da la siguiente definición de


corrupción sexual:

Práctica sexual en la que algunas creencias ven un desvirtuamiento de la pureza de


la persona, pureza mantenida absteniéndose de la sexualidad o llevando una
sexualidad aprobada por una doctrina cultural. El término corrupción de menores,
pues en vez de señalar al adulto como persona corrupta (que traiciona la confianza
de la sociedad), señala al menor corrompido por el hecho de que cambió su estado
de pureza.

La segunda parte de este texto, sobre la corrupción de menores nos aportan dos elementos
importantes: la primera que el corruptor traiciona la confianza de la sociedad y la segunda
que el menor cambia su estado de pureza y por ello es estigmatizado.

El corruptor es un traidor de la sociedad y así debería ser visto cualquiera sea el tipo de
corrupción que se practique. Esto lo analizaremos más a fondo posteriormente, pero
analicemos que significa traicionar la confianza, es simplemente acabar la esperanza. A un
ser desesperanzado no le interesa que otros la puedan tener, si al fin y al cabo, tarde o
temprano la perderá. Es un intento de homogenizar la desesperanza, por lo inútil que es la
esperanza, es un triunfo del subconsciente colectivo de la humanidad que yace vacía.

Anteriormente mencione que en la India el Chakra del Corazón representa la pureza de ser,
en él radican sus virtudes y el poder. Mientras más puro se conserve mas fuerte habrá de ser
la persona dueña de ese corazón. Será un ser integro y esto representa un peligro para el
sistema y la humanidad corrupta, un ser integro llegará a ser libre e independiente y por lo
tanto no homogenizado por el sistema y se tornará en subversivo o loco para la sociedad
sometida.

¿Es esta la razón por la cual la humanidad trata de destruir los corazones de los seres, es tan
desesperada la vida que se pretende acabar con la esperanza antes que ella florezca o es tan
grande el miedo a la Libertad que se prefiere no tenerla? Estas preguntas deberá
contestarlas cada uno en su silencio interior, en ese silencio interior que le permite
contactarse con su corazón.

Creo que se queda corta la definición de Wikipedia al limitar la confianza a la sociedad,


porque la que se mina de una manera incomprensible es realmente la del ser que ha sido
sometido al acto de corrupción. Es éste el que pierde toda confianza, tanto en si mismo
como en la sociedad en general. La etimología latina de Confianza significa Con Fe y la
sajona de Trust, esperanza, e indudablemente su origen está relacionado con la palabra
Verdad. El acto de corrupción entonces destruye la fe en si mismo y en la sociedad al
intentar o destruir su propia verdad.

Y no me refiero aquí a la Fe en un dios o la divinidad, es simplemente la fe es si mismo, en


su individualidad y en su propio poder. El acto de corrupción le muestra al ser, cualquiera
sea su edad su indefensión y su debilidad. A medida que aumenta la intensidad del acto mas
débil y vulnerable se ve a si mismo ya que acepta el acto en él y ve su incapacidad para
enfrentar al agresor. Esa es la razón por lo que son los niños las víctimas mas frecuentes,
por su debilidad y vulnerabilidad natural. La mujer también lo es al aceptar de manera
inconsciente su condición de género débil. El mismo argumento podemos usar para los mas
pobres, los mas indefensos y los excluidos, siempre serán ellos los mas expuestos a actos de
corrupción física y moral.

Cuando no se es consciente del propio Poder, el ser es víctima de cualquier acto de


corrupción porque no posee la fortaleza para enfrentarlo. Ya vimos que el sistema no está
interesado en permitir el desarrollo de ese verdadero Poder, porque una persona
auténticamente empoderada es un peligro para el propio sistema ya que para él es más
sencillo lidiar con seres que carezcan de confianza en sí mismos y más fácil aún si no
tienen interés en encontrar su propia verdad.

Después de lo descrito en estos dos apartes se puede plantear una hipótesis: El ser humano
nace con un corazón debilitado gracias a la genética que reúne todo el historial de la
humanidad, y lo hace en un ambiente cuyo objetivo es destrozárselo aún más.

Ante esta hipótesis surgen muchos interrogantes: ¿Cuál es el motivo de nacer en ese
estado? ¿Cómo sanar ese corazón, ese ser y esa humanidad de tal estado de corrupción?
¿Será posible una humanidad en un ambiente libre de corrupción?

El primer interrogante se puede contestar fácilmente: Ese estado le permite al ser humano y
la humanidad avanzar en su proceso evolutivo, a tomar conciencia y responsabilidad de si
mismos y del Universo completo. La sanación del corazón es la razón de la existencia.

La segunda pregunta la trabajaremos en los siguientes apartes. La tercera será motivo de


reflexión personal a la que solo puedo escribir aquí el antiguo principio egipcio de la
existencia “Como es arriba es abajo”.
¿Cómo puede un perdedor alguna vez ganar?

Un perdedor nunca podrá ganar. Un individuo sin esperanza nunca podrá realizar sus
sueños, siempre se verá sometido a su propia incapacidad y a su debilidad. La hará falta
coraje y nunca ni siquiera tratará de emprender hazañas quijotescas.

Claro la mimetizada serpiente ofrece formas para hacer creer que la riqueza es capaz de
brindarlo todo, el ganar está asociado con la riqueza y ésta con el bienestar. El sistema está
diseñado para que funcione de esta manera, manteniendo dormida a la humanidad le
proveen el sueño, casi de la forma magistralmente planteada en Matrix.

Prácticamente el ser humano actual está diseñado para perder, porque esto es realmente lo
que se requiere para mantener el sistema en funcionamiento. Cuando los individuos
empiezan a reconocerse como tales se vuelven subversivos porque empiezan a confrontar a
la sociedad y a sus reglas, algo que no es aceptable para el sistema quien los considera
desadaptados, locos y entonces son marginados o asesinados. Basta con conocer las
historias de Mahatma Gandhi, Martin Luther King y otros muchos mártires de la sociedad.

Al sistema no le interesa tener en sus filas individuos empoderados de si mismos y por esto
ni lo promueve y si es posible no lo permite. ¿Qué es empoderamiento de si mismo? Pues
es algo tan sencillo como el propio autoconocimiento. En el frontispicio del templo de
Delfos rezaba γνοστι τε αυτϖν (nosce te ipsum), Conócete a ti mismo, ese era el secreto
maravilloso que encerraba el famoso oráculo, manejado por sacerdotisas.

El proceso de autoconocimiento es un largo y apasionante camino que conduce al ser


humano a su liberación, a un entendimiento de sí mismo, del entorno y del Universo. Este
conocimiento lo conduce a la Verdad y con ella el ser humano se ha sanado porque tomo
conciencia plena de lo que es, fue y será. Se podrá construir con fortaleza real ya que sabrá
cual es Poder y vivirá en completa armonía con todo, porque comprenderá que el Todo es
Uno y Uno es Todo. Tomará plena conciencia de la frase maya: “Yo soy otro Tú”.

En el aparte anterior planteamos la hipótesis que la sociedad toda, es decir la organización


humana se encarga de destruir el corazón del hombre y al hombre mismo. El objetivo de
dicha destrucción es la de impulsar al individuo a buscar el poder transformador dentro de
si mismo, el sistema interno puede ser destruido y construido de nuevo por cada ser. Esto
no justifica en sí la corrupción pero le da un significado que permite abordarla y superarla.

Siempre la enfermedad plantea la curación y la corrupción es la enfermedad de la sociedad.


La misma humanidad deberá esforzarse por sanarse de tan cruel dolencia. La corrupción de
todo tipo solo genera individuos rotos, acabados física, emocional o moralmente. Y la
enfermedad se halla dispersa en todo el planeta. Si miramos a la Tierra como un ser vivo,
podríamos ver a las ciudades que como llagas la enferman y la destruyen, esta visión
dantesca es una simple realidad, las ciudades son centros de corrupción de todo tipo,
espacios verdaderamente inseguros donde la naturaleza prácticamente no tiene lugar. Son
sitios de autodestrucción de todo tipo y de destrucción del sistema orgánico denominado
Tierra.
Vimos como la pérdida de la esperanza era el síntoma más notorio de un corazón enfermo.
Los vencedores de las guerras han sido aquellos que han mantenido la esperanza viva,
aquellos que la pierden, se rinden en la lucha y entonces son sometidos. Y así es el esquema
actual de vida. En una existencia baja de esperanza y poder nos doblegamos por una vida
fácil y cómoda, ante las circunstancias adversas escondemos la cabeza detrás del televisor
que nos muestra una realidad amañada y nos permite disipar la angustia.

Una clase media acomodada como la americana o la europea que prácticamente no carecen
de nada es una sociedad que no se cuestiona a si misma, ni al mundo que ellos mismos han
creado. Una sociedad ciega ante las grandes desigualdades, sorda ante los reclamos de
aquellos pueblos que someten o sometieron en el pasado y que reclaman sus derechos.

Y eso busca el sistema, una clase media bonachona e indiferente, que puede ser calmada
como se le hace a un niño con un bombón. Esa indiferencia permite y facilita la corrupción
porque se mantiene ignorante y al margen de la situación, no le atrae nada que le pueda
poner en peligro su ganada comodidad, olvidando su propia historia.
¿Cómo puedes remendar a este hombre roto?

Antes de contestas al cómo, deberíamos interrogarnos si es posible remendar a un hombre


roto. Mi respuesta categórica es absolutamente SI, aunque no es fácil siempre será posible y
para ello se requieren dos acciones interdependientes entre sí, la primera es la voluntad y el
compromiso personal para hacerlo y la segunda es el trabajo en la humanidad misma, la
sanación de toda la sociedad.

Desarrollemos inicialmente la segunda, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga
en el propio. Sin embargo aclaro que solo aquellas personas que han sanado su propio
corazón podrán llevar a cabo la segunda, es decir que el orden es primero hacer el trabajo
personal para luego lanzarse a trabajar en pro de la humanidad.

Vimos en el aparte anterior que un corazón sano y puro produce un ser transparente,
empoderado de si mismo, con claridad de visión y en armonía con todo el Universo. Ese es
el hombre remendado, ese es el que debemos lograr cada uno con su esfuerzo personal. Un
ser que cree en si mismo es integro y por lo tanto correcto, impecable y por lo tanto no
corruptible. Para mi ese es el superhombre y el superhéroe.

Una sociedad conformada por seres impecables será impecable como es sano un organismo
donde todas sus células son sanas. Un organismo con un sistema de inmunológico fuerte es
resistente a ataques infecciosos de cualquier índole, igual lo sería una sociedad conformada
por seres sanos.

En los últimos años la polaridad se ha incrementado por un lado el materialismo puro y raso
que cunde en la humanidad y por el otro un renacer del humanismo y más allá el
espiritualismo real. Siempre me sorprendo y emociono al recordar a Teresa de Calcuta, para
mí es el ejemplo mas claro de un corazón sano, sanando la humanidad. Un verdadero
superhéroe que vivió allí donde la enfermedad era totalmente evidente.

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