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Manifiesto Comunista
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Manifiesto Comunista

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Ciento setenta años después de haber sido publicado por primera vez, el Manifiesto Comunista goza de una actualidad sorprendente. Obviamente sería necio no ver los enormes cambios producidos en el capitalismo durante todos estos años. Pero más necio aún es no ver la inmensa actualidad de las tesis expuestas aquí por Marx y Engels, indispensables para comprender el mundo actual y su dinámica.
Basta pensar por ejemplo en la crisis económica mundial desatada en el 2008, que nos recuerda que, tal como planteaba el Manifiesto, el desarrollo y la expansión capitalista viene acompañada con sus crisis periódicas, produciendo para lxs trabajadorxs un aumento de la miseria y la exclusión.
El método utilizado por Marx y Engels les permitió, analizado el capitalismo aún en su infancia, capturar las características esenciales y la dinámica central de ese modo de producción. De hecho, si algo continúa asombrando al leer el Manifiesto, es que parece una obra contemporánea, que describe la sociedad actual, incluso más que la del siglo XIX. 
"El Manifiesto es esencialmente un programa para la acción de una organización política de la clase trabajadora. Un llamado a la acción revolucionaria que mantiene plena vigencia para quienes hoy perciben la ruina a la que nos conduce el capitalismo y buscan luchar por un rumbo distinto para la humanidad".
LanguageEspañol
Release dateJul 6, 2020
ISBN9789874767226
Author

Karl Marx

Karl Marx (1818-1883) was a German philosopher, historian, political theorist, journalist and revolutionary socialist. Born in Prussia, he received his doctorate in philosophy at the University of Jena in Germany and became an ardent follower of German philosopher Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Marx was already producing political and social philosophic works when he met Friedrich Engels in Paris in 1844. The two became lifelong colleagues and soon collaborated on "The Communist Manifesto," which they published in London in 1848. Expelled from Belgium and Germany, Marx moved to London in 1849 where he continued organizing workers and produced (among other works) the foundational political document Das Kapital. A hugely influential and important political philosopher and social theorist, Marx died stateless in 1883 and was buried in Highgate Cemetery in London.

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    Uno de los mejores libros con un lenguaje muy claro y directo que he leído

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Manifiesto Comunista - Karl Marx

Manifiesto del Partido Comunista

(1848) 

Karl Marx, Friedrich Engels

Índice de contenido

Manifiesto del Partido Comunista

Presentación

Manifiesto del Partido Comunista (1848)

I - Burgueses y proletarios3

II - Proletarios y comunistas

III - Literatura socialista y comunista

IV - Actitud de los comunistas ante otros partidos de oposición

APÉNDICES

Prólogos de Marx y Engels a varias ediciones del Manifiesto

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ALEMANA DE 187248

PRÓLOGO A LA EDICIÓN RUSA DE 188253

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ALEMANA DE 188358

PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLESA DE 188860

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ALEMANA DE 189071

PRÓLOGO A LA EDICIÓN POLACA DE 189276

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ITALIANA DE 189378

Contribución a la Historia de la Liga de los ComunistasI

Principios Del Comunismo

I. ¿Qué es el comunismo?

II. ¿Qué es el proletariado?

III. ¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre?

IV. ¿Cómo apareció el proletariado?

V. ¿En qué condiciones se realiza esta venta del trabajo de los proletarios a los burgueses?

VI. ¿Qué clases de trabajadores existían antes de la revolución industrial?

VII. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el esclavo?

VIII. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el siervo?

IX. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el artesano?85

X. ¿Qué diferencia hay entre el proletario y el obrero de manufactura?

XI. ¿Cuáles fueron las consecuencias directas de la Revolución Industrial y de la división de la sociedad en burgueses y proletarios?

XII. ¿Cuáles han sido las consecuencias siguientes de la revolución industrial?

XIII. ¿Cuáles son las consecuencias de estas crisis comerciales que se repiten regularmente?

XIV. ¿Cómo debe ser ese nuevo orden social?

XV. ¿Eso quiere decir que la supresión de la propiedad privada no era posible antes?

XVI. ¿Será posible suprimir por vía pacífica la propiedad privada?

XVII. ¿Será posible suprimir de golpe la propiedad privada?

XVIII. ¿Qué vía de desarrollo tomará esa revolución?

XIX. ¿Es posible esta revolución en un solo país?

XX. ¿Cuáles serán las consecuencias de la supresión definitiva de la propiedad privada?

XXI. ¿Qué influencia ejercerá el régimen social comunista en la familia?

XXII. ¿Cuál será la actitud de la organización comunista hacia las nacionalidades existentes?

XXIII. ¿Cuál será su actitud hacia las religiones existentes?

XXIV. ¿Cuál es la diferencia entre los comunistas y los socialistas?

XXV. ¿Cuál es la actitud de los comunistas hacia los demás partidos políticos de nuestra época?

A noventa años del Manifiesto Comunista

Vida de Karl Marx y Friedrich Engels

Marx, Karl; Friedrich Engels

Manifiesto del Partido Comunista / Karl Marx ; Friedrich Engels ; 

comentarios de León Trotsky. - 1a ed . - 

Ciudad Autónoma de Buenos Aires : La Montaña, 2018.

152p. ; 17 x 12 cm.

ISBN 978-987-47672-2-6

1. Doctrina Política. I. Engels, Friedrich II. Trotsky, León, com. III. Título.

CDD 320.5322

Copyright © 2019. La Montaña

Belgrano 615, 3o J (C.P. 1067) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Tel.: (54 11) 4343-9902

edicionessocialistas@gmail.com

ISBN 978-987-47672-2-6

Hecho el depósito que marca la ley 11.723

Impreso en Argentina

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, 

la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma 

o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, 

digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. 

Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Presentación

Ciento setenta años después de haber sido publicado por primera vez, el Manifiesto Comunista goza de una actualidad sorprendente. Obviamente sería necio no ver los enormes cambios producidos en el capitalismo durante todos estos años. Pero más necio aún es no ver la inmensa actualidad de las tesis expuestas aquí por Marx y Engels, indispensables para comprender el mundo actual y su dinámica.

Basta pensar por ejemplo en la crisis económica mundial desatada en el 2008, que nos recuerda que, tal como planteaba el Manifiesto, el desarrollo y la expansión capitalista viene acompañada con sus crisis periódicas, produciendo para lxs trabajadorxs un aumento de la miseria y la exclusión. 

El método utilizado por Marx y Engels les permitió, analizado el capitalismo aún en su infancia, capturar las características esenciales y la dinámica central de ese modo de producción. 

De hecho, si algo continúa asombrando al leer el Manifiesto, es que parece una obra contemporánea, que describe la sociedad actual, incluso más que la del siglo XIX.

Dice el Manifiesto: "Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes... Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza".

Cuando se publicó el Manifiesto, el capitalismo sólo era dominante en unos pocos países de Europa. No hay dudas, sin embargo, de la actualidad que tiene esta tesis del Manifiesto que parece remitirse a la llamada globalización capitalista de este siglo XXI.

El Manifiesto comienza su análisis de la burguesía alabando el papel revolucionario que jugó en la historia. Le atribuyen al capitalismo el entierro del oscurantismo y el estancamiento de las sociedades anteriores, y el desarrollo sin precedentes de las fuerzas productivas, de la creación de una riqueza material capaz de acabar con la escasez que había acechado a la humanidad hasta entonces. Se trataba de la abundancia que haría objetivamente posible una sociedad de iguales: "La burguesía, con su dominio de clase, que cuenta apenas con un siglo de existencia, ha creado fuerzas productivas más abundantes y más grandiosas que todas las generaciones pasadas juntas".

Pero el Manifiesto también describe al capitalismo como una sociedad de clases más, que concentra el poder y la riqueza en unas pocas manos, hunde a millones en la pobreza y la miseria, y transforma la vida en una rutina odiosa que le impide a la mayoría desarrollar su potencial. El desarrollo anárquico del capitalismo también lo lleva a incurrir en frecuentes y destructivas crisis, y conduce a la competencia entre Estados, la confrontación y la guerra. La única solución a estos problemas es la abolición del capitalismo y su reemplazo por un sistema en el que la mayoría de la población controle los recursos económicos democráticamente. Es decir, el comunismo.

Así el Manifiesto ubica al capitalismo en la historia, como parte del desarrollo social, y no como algo natural y eterno. Exponiendo, a su vez, uno de los mayores aportes del marxismo: su concepción materialista de la historia, o materialismo histórico. Se trata sin duda de la primera teoría científica sobre la sociedad humana, que Engels explica en su Prólogo a la edición alemana del Manifiesto de 1883: que la producción económica y la estructura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica, constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época; que, por tanto, toda la historia (desde la disolución del régimen primitivo de propiedad común de la tierra) ha sido una historia de lucha de clases, de lucha entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, en las diferentes fases del desarrollo social; y que ahora esta lucha ha llegado a una fase en que la clase explotada y oprimida (el proletariado) no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime (la burguesía), sin emancipar, al mismo tiempo y para siempre, a la sociedad entera de la explotación, la opresión y las luchas de clases.

Sin embargo, a diferencia de las interpretaciones deterministas que ven inevitable el triunfo del socialismo, el Manifiesto nos advierte que este desenlace no es inevitable. Se dirime en el terreno de la lucha de clases y termina con "la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes" y un retroceso de la humanidad. 

El Manifiesto señala a la clase obrera moderna como el sujeto revolucionario capaz de destruir el capitalismo y construir una nueva sociedad. Ese poder surge de su ubicación clave en la economía, su capacidad de frenar la producción y de arrastrar tras de sí a otros sectores sociales. Esa clase -el proletariado asalariado- que era un fenómeno nuevo, surgido en un puñado de ciudades cuando se publicó el Manifiesto, hoy comprende a la mayoría de la población mundial. Previendo esa dinámica, Marx y Engels plantearon que la revolución proletaria no crearía una nueva sociedad de clases, sino que, al liberarse, el proletariado liberaría al conjunto de la humanidad, sentando las bases de una sociedad igualitaria. También son enfáticos en el carácter mundial del sistema capitalista, y el necesario carácter internacionalista de la lucha revolucionaria del proletariado. El llamado final del Manifiesto Proletarios de todos los países uníos!" no es una consigna moral abstracta, sino un llamado concreto a la organización política internacional.

Marx y Engels afirman que la emancipación del proletariado será obra del propio proletariado. Pero son igualmente claros en que la revolución no es posible sin la intervención activa de los revolucionarios conscientes. Estos revolucionarios comunistas "destacan y hacen valer los intereses comunes a todo el proletariado, independientemente de la nacionalidad y representan siempre los intereses del movimiento en su conjunto. La crisis capitalista es inevitable, el triunfo de la revolución no. El capitalismo puede terminar en el hundimiento de las clases beligerantes". Sólo la intervención de los revolucionarios organizados -el sector más resuelto (del movimiento proletario)- puede lograr un desenlace positivo de la lucha de clases.

Por eso el Manifiesto es esencialmente un programa para la acción de una organización política de la clase trabajadora. Un llamado a la acción revolucionaria que mantiene plena vigencia para quienes hoy perciben la ruina a la que nos conduce el capitalismo y buscan luchar por un rumbo distinto para la humanidad.

Los editores

Mayo de 2017

A 170 años de la primera edición del Manifiesto del Partido Comunista

Manifiesto del Partido Comunista (1848)

K. Marx y F. Engels

Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Metternich¹ y Guizot², los radicales franceses y los polizontes alemanes. 

¿Qué partido de oposición no ha sido motejado de comunista por sus adversarios en el Poder? ¿Qué partido de oposición, a su vez, no ha lanzado, tanto a los representantes más avanzados de la oposición como a sus enemigos reaccionarios, el epíteto zahiriente de comunista?

De este hecho resulta una doble enseñanza:

Que el comunismo está ya reconocido como una fuerza por todas las potencias de Europa.

Que ya es hora de que los comunistas expongan a la faz del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus aspiraciones; que opongan a la leyenda del fantasma del comunismo un manifiesto del propio Partido.

Con este fin, comunistas de diversas nacionalidades se han reunido en Londres y han redactado el siguiente Manifiesto, que será publicado en inglés, francés, alemán, italiano, flamenco y danés.

I - Burgueses y proletarios³

La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases⁴.

Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros⁵ y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes.

En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa división de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y, además, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales.

La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.

Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.

De los siervos de la Edad Media surgieron los villanos libres de las primeras ciudades; de este estamento urbano salieron los primeros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América y la circunnavegación de África ofrecieron a la burguesía en ascenso un nuevo campo de actividad. Los mercados de las Indias y de China, la colonización de América, el intercambio con las colonias, la multiplicación de los medios de cambio y de las mercancías en general imprimieron al comercio, a la navegación y a la industria un impulso hasta entonces desconocido, y aceleraron, con ello, el desarrollo del elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposición.

El antiguo modo de explotación feudal o gremial de la industria ya no podía satisfacer la demanda, que crecía con la apertura de nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. La clase media industrial suplantó a los maestros de los gremios; la división del trabajo entre las diferentes corporaciones desapareció, ante la división del trabajo en el seno del mismo taller.

Pero los mercados crecían sin cesar; la demanda iba siempre en aumento. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El vapor y la maquinaria revolucionaron entonces la producción industrial. La gran industria moderna sustituyó a la manufactura; el lugar de la clase media industrial vinieron a ocuparlo los industriales millonarios, -jefes de verdaderos ejércitos industriales- los burgueses modernos.

La gran industria ha creado el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial aceleró prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la navegación y de todos los medios de transporte por tierra. Este desarrollo influyó a su vez en el auge de la industria, y a medida que se iban extendiendo la industria, el comercio,

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