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Aspectos a considerar en la regulación de acciones colectivas para los

consumidores
Fernando García Sais •

Una economía que responda con eficacia a las demandas de los consumidores
contribuye a lograr una economía ordenada, innovadora y competitiva.1 Cuando los
derechos de los consumidores son vulnerados –dice la Comisión de las Comunidades
Europeas— y el acceso a la justicia es garantizado, se fomenta la confianza del
consumidor en el mercado y se mejora el funcionamiento de éste. No solamente el
mercado se beneficia, sino también el régimen constitucional, democrático y social de
derecho.

La confianza en el mercado de bienes y servicios y el sistema jurídico se logra cuando


los consumidores saben que, ante un determinado problema, sus derechos serán
respetados y recibirán una compensación adecuada, a través de un procedimiento
sencillo y digno.

Los problemas jurídicos en materia de consumidores, pueden presentarse de manera


individual o colectiva2, y las soluciones que el Derecho dispense también comparten
dichas notas.

Los consumidores tienen la posibilidad de acudir, individualmente, a la Profeco o


interponer sus demandas ante los tribunales jurisdiccionales. Sin embargo, ni uno ni otro
remedio serán de utilidad, si los procedimientos respectivos tienen barreras para el
reclamo de los derechos. Las barreras que de facto se presentan son los costos elevados,
los procedimientos complejos y la duración excesiva y prologada de los mismos. Los
consumidores se enfrentan, pues, a obstáculos en términos de acceso a la justicia,
eficacia de los procedimientos y costos procesales.

El acceso colectivo a la justicia para los consumidores, pudiera resolverse en un primer


momento mediante la interposición masiva de acciones individuales. Empero, en vista
de las barreras enunciadas, esta posibilidad es más que lejana en nuestro entorno.

Considerando que las infracciones masivas a los derechos sustantivos de los


consumidores pueden crear distorsiones negativas en los mercados, ni al Estado ni a los
empresarios les conviene que no se garantice la existencia de mecanismos mediante los
cuales el grupo de consumidores afectado obtenga acceso a una indemnización de
manera eficiente y eficaz. Si el daño, individualmente considerado, no justifica ni
incentiva la promoción de juicios independientes dadas las barreras existentes, en su
aspecto agregado, la presencia de un proceso colectivo que sume los daños
individuales, es un aliado de los consumidores.3
El autor ha sido profesor de Derecho de los Consumidores en la Maestría de Derecho Administrativo y
de la Regulación del ITAM desde 2005. Es autor del libro “Derecho de los Consumidores a la
Información. Una aproximación a la publicidad engañosa en México”, editado por Editorial Porrúa y el
ITAM en 2007. fernandogarciasais@yahoo.com
1
Vid. Libro Verde sobre recurso colectivo de los consumidores, Comisión de las Comunidades
Europeas, Bruselas, 27 de noviembre de 2008.
2
Respecto de qué son las acciones colectivas y su tipología, Cfr. García Sais, Fernando. Hacia
las acciones colectivas en materia de protección al consumidor. Revista Abogado Corporativo, número 7,
septiembre-octubre 2008, pp. 38-47.
3
En el Libro Verde sobre recurso colectivo de los consumidores, Comisión de las Comunidades
Europeas, se menciona que en los sectores en los que los consumidores europeos estiman es más difícil

1
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) emitió el
12 de julio de 2008 una Recomendación, desarrollada por el Comité para Políticas de
Consumo, en materia de resolución de disputas y resarcimiento a consumidores, en la
que reconoce que “las disputas de consumidores requieren mecanismos adaptados para
que proporcionen a los consumidores el acceso a soluciones que no impongan un costo,
retraso o carga desproporcionada al valor económico en juego y al mismo tiempo no
causen cargas excesivas o desproporcionadas a la sociedad y al proveedor”.4,5
Así, en el Anexo de la Recomendación de la OCDE, apartado II, se dice que “los Países
miembros deberían revisar sus marcos existentes para la resolución de disputas y
resarcimiento con el fin de garantizar que se proporcione a los consumidores el acceso a
mecanismos justos, fáciles de usar, oportunos y efectivos para la resolución de disputas
y el resarcimientos, sin costo o carga innecesaria”

Entre los mecanismos de acceso individual, la OCDE recomienda, entre otras cosas,
diseñar mecanismos que sean tan fáciles de usar que permitan a los consumidores elegir
y conducir el procedimiento sin necesidad de representación o ayuda jurídica, en la
medida de lo posible. Esta recomendación implicaría un rediseño de los
procedimientos administrativos seguidos ante Profeco (queja, conciliación, arbitraje)
así como del procedimiento aplicable del Código Procesal Civil Federal, de tal manera
que el procedimiento ante el tribunal sea simplificado, abierto a reclamaciones de menor
cuantía, que se elimine en lo posible el formalismo innecesario, amén de lograr la
rapidez procesal.

En lo que a los mecanismos de acceso colectivo se refiere, la Recomendación de la


OCDE, sugiere dotar de procedimientos colectivos que sean transparentes, eficientes,
justos, tanto para los consumidores como para los proveedores, por lo que los Países
miembros de la OCDE deberán asegurar que se prevean reparaciones significativas a los
consumidores, en especial cuando un arreglo propuesto involucre reparación en especie
(no monetaria) o cuando el representante legitimado busca un beneficio
desproporcionado a costa de los consumidores. Asimismo, se incluye de manera
particular la necesidad de prever medidas que desalienten las acciones colectivas
abusivas (temeridad procesal) así como que los procedimientos colectivos no se utilicen
como herramientota para minar la competencia de proveedores extranjeros.6

El Libro Verde sobre recurso colectivo de los consumidores a que nos hemos venido
refiriendo, señala que entre los elementos que contribuyen a la eficacia de un
mecanismo de recurso colectivo figuran:

“el apoyo político y financiero de los gobiernos, la elevada cobertura de los


medios de comunicación (que pueden actuar como un incentivo para que
los comerciantes lleguen a un acuerdo, así como contribuir a encontrar

obtener una compensación por denuncias masivas son los servicios financieros, telecomunicaciones,
transportes así como los viajes organizados y turismo. Op. Cit., p.4.
4
http://www.oecd.org/dataoecd/3/36/40060255.pdf
5
México es miembro de la OCDE, por lo que la implementación de la Recomendación es
inminente.
6
Según el mismo Libro Verde, actualmente 13 Estados miembros de la Unión Europea disponen
de mecanismos judiciales de recurso colectivo en materia de consumidores, y señala que “casi todos los
mecanismos existentes tienen algún valor añadido con respecto a los recursos judiciales individuales y a
los mecanismos de solución alternativa de conflictos. Pero su eficacia podría mejorar”. Op. Cit. p. 5 y ss.

2
empresas de financiación; pueden tener en general, un efecto disuasorio
sobre los infractores), las costas gratuitas o reducidas para los
consumidores y sus representantes, las soluciones flexibles para las minutas
de los abogados así como evitar las formalidades del os procedimientos
civiles habituales.”7

Y, entre los elementos que ponen en peligro la eficacia y la eficiencia de los recursos
colectivos figuran:

“la financiación insuficiente, la falta de experiencia y de recursos de las


organizaciones de consumidores, la complejidad de los mecanismos de
recurso colectivo, unos requisitos muy restrictivos en cuanto a la
admisibilidad y la legitimación procesal (que disuaden de recurrir a estos
mecanismos), la duración de los procedimientos y la capacidad de los
abogados defensores para retrasar las diligencias, la falta de cobertura en
los medios de comunicación, la incapacidad para distribuir el importe de
las indemnizaciones de forma adecuada, la dependencia que los sistemas de
resolución alternativa de litigios tienen de la voluntad de cooperar del
comerciante y el uso de uno de los mecanismos de recurso colectivo para
todas las denuncias, sin adaptarlo a la cuantía, a las necesidades o a las
características de cada una de las demandas”.

El reto que tenemos en frente los mexicanos, y en especial los legisladores federales, en
virtud de que la disciplina del consumidor es federal por mandato constitucional, es de
una envergadura trascendental para el destino de nuestras instituciones, del mercado y
del Derecho.

Incursionar en el campo de la defensa colectiva de derechos de los consumidores


implica una transformación en la forma tradicional de concebir al Derecho en México
y de ejercer con lealtad el comercio.

Solamente una actuación legislativa independiente y profesional logrará avanzar en esta


materia, sin permitir que el poder que detentan unos pocos se imponga sobre las
necesidades de la mayoría (quienes tienen tan poco poder que no pueden ir contra
aquéllos).

7
Op. Cit. p.6.

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