Javier.
24 horas ha tenido hoy mi día... y ya hace mucho tiempo que en mis adentros se
hicieron añicos las monarquías.
24 horas desde que se creó, me crearon y me estoy creando.
24 horas posterior a todo un parte.
24 horas, 24 puños, 24 espinas.
24 hechos, dichos y maltrechos techos.
24 trechos de un corazón partido plantado en un tiesto.
24 deseos.
24 sueños, 24 cadenas, 24.
24 billetes de un camino.
24 caminos cercanos a un prado.
24 árboles regando mi alameda y dando sombra a mis 24 pasos.
24 hierros que forjaron mis genes, 24 lágrimas que acariciaron mis pañales.
24 paredes que intentaron acabar con mis 24.
24 soles y siempre la misma luna. 24 noches y una sola caricia.
24 veinticuatros, casi unas bodas de bronce.
24 besos multiplicados por infinitos veinticuatros contigo.
TAUROS
Yo, Juan Ángel Ciriano, afirmo que el Sanatorio de Santa Águeda, es decir, los
enfermos, están alcanzando la inmortalidad. Muchos son ya inmortales, y espero que lo
mismo que nosotros la humanidad alcance la inmortalidad.
Los inmortales no tienen que tener miedo ni a una ametralladora ni a un pelotón
de ejecución, ni a una bomba atómica... porque no mueren.
J.A.C
CRÍTICA DE ARTE
FASCINANTE ÓPERA
ESTRIBILLO FINAL
Pedro.
EL MARINO TERRESTRE
Uno de los mejores escritores de El Globo Rojo. Su biografía, tan larga y repleta
de peripecias como la de Mark Twain, y su discurso, parecido poéticamente a un pregón
de alguna verbena inexistente, honra las glorias de otras glorias. Aquí tenemos uno de
sus textos:
DE SOCIEDAD
Sebastián Irigoyen.
Nota del editor: Como bien dice a Dra. Mabel, para aguantar esto a veces hace falta
cruzar los cables, y viajar un rato por la estratosfera, aunque sólo sea para volver luego “al
espanto de un nuevo día” (como dice Fredi en uno de sus poemas).
Soy Juan Ángel.
Soy la espada de la Justicia.
Aconsejo que vayan a misa todos los domingos y días de labor y festivos.
Aconsejo que todos los días recen un Padre Nuestro, un Ave María, una Salve y
un Señor mío Jesucristo.
Cada noche estando dormidos pasará el niño Jesús Dios Padre, con tres meses de
edad. Después, la Espada de la Justicia tiene otros tres meses de edad.
El que cumpla con la Misa y las oraciones va al Cielo, y, al Cielo, a un kilómetro
del Polo Norte, sepan que si van en avión no pueden entrar.
Irán de la tierra al Cielo sólo con Fe, Esperanza y Caridad.
Irán misteriosamente y milagrosamente.
Las tres cuartas partes de la Tierra: ha ido ya.
La otra cuarta parte tiene que ser como niños, tontos, dementes, idiotas y otras
cosas que padecen enfermedad.
Parece que están como enfermos y se portan como niños.
Es el Rey de los Cielos.
La Ciencia está equivocada, y los que se pasan de listos también.
Y otras cosas.
Juan Ángel C.
(Dictado a Larrañaga)
Julián Jiménez vino a la Redacción por primera vez y dijo que iba a escribir una
historia... ésta es:
Un payaso muy bueno casi todos los días iba a trabajar muy temprano el payaso.
Eran unos días muy felices con sus hijos y su familia feliz era muy feliz. Todo
terminó en el circo se cayó y se mató.
FIN
Amén
J. J.
YO ESTABA MUERTO
Irá el caminante
por bosques de pinos,
por largas veredas,
por largos caminos.
Verá el navegante
de lejos el puerto.
Yo estaré muerto.
Bullirá la gente
por plazas y calles,
volarán las aves
por montes y valles.
Correrá el arroyo,
de flores cubierto.
Yo estaré muerto.
Cuando por mí
doblen su funeraria.
Cuando por mí
doblen en el campanario.
Si al abrir la fosa
hallo el cielo abierto,
yo no estaré muerto.
Recitado por isidro.
YO LEÍ LA REVISTA
Y VOY EN COCHE POR LA AUTOPISTA.
Sebastián Irigoyen
EL JUGUETE
Una vez había un niño que jugaba con un juguete muy bueno. El niño ya tenía
perfilado su juego, pero el juguete ya estaba pensando en su vida. El juguete quería
ESCAPAR del juego del niño; pues no le gustaba el juego al que era sometido. Al fin y
al cabo soñaba con su LIBERTAD, aunque a veces en el juego se sentía bien y suponía
que el juego del niño no era tan mala vida. Pero el juego era perfecto, era difícil que el
juguete llegara a cumplir su sueño que era escapar del juego, cosa que al final sería lo
bueno que él quería. Pero como se dice, la duda de si escapaba o no era el saunto, o si
no viviría como el JUGUETE sabía.
J. Mª. Celaya.
Sarasúa, Txema
HISTORIA IMAGINARIA DEL UDALA
CHISTE
ACERTIJO
Jacinto Borea.
AUTOBIOGRAFÍA
Ricardo Amorrortu.
Sebastián Irigoyen
La música abstracta
no tiene lógica
pero la música naturalista
tiene placer psicológico.
Txema Sarasúa
En la selva caímos,
en la oscura selva
sin otra salida
que un agujero negro para caer tan sólo
y jamás levantarse:
que el toro nos salve
e ilumine la selva
y guíe nuestros pasos por el negro agujero
prometiendo una luz que la selva destruya,
una luz donde asentar la vida.
Que el toro nos salve
y haga un hombre del hombre
y sendero el oscuro
camino de la selva.
Que el toro nos salve,
ya que promesa oscura
es el oro de nuestra saliva.
Yo creé Tierra y Mundo. Yo envié a los hombres al mundo y uno tras otro caían y eran
devorados, y los hombres gritaban “¡Banquete!”.
Félix Echeverría.
DIARIO DEL MANICOMIO DE MONDRAGÓN
Relación de un asesinato
6 de enero
5 de enero
4 de enero
3 de enero
6 de enero
4 de enero
Unas viejas beatas susurran: creíamos que no querían matar por la fe.
3 de enero
En la caja, asolada por la ETA, brillan como cerebros unos dólares falsos. La
muerte por un cheque sin fondos.
4 de enero
6 de abril
Hay aroma de palizas en el ambiente. El boxeador sonado es una amenaza
constante de golpes y de muerte. En mi cenicero hay unos signos que recuerdan a la
baraja de póker. Entre muerte y muerte me corro sobre la cara de Santi. Luego escupo,
estoy vivo.
En el jardín pasean jirafas.
7 de abril
Temo las borracheras del boxeador sonado, que se cree San Pedro. El tráfico de
alcohol aquí es incesante. Mi belleza, con la que han acabado casi el alcohol y los
manicomios, es tan sólo un incentivo para la muerte.
20 de abril
Entro en el bar de los enfermos. Todo él está lleno de hojas amarillas que
recuerdan a viejos. Caminando hacia la barra pisoteo algunas de ellas semejantes a
álbumes o a recuerdos. El camarero está acodado en la barra, y junto a su cabeza hay
una cocacola. Me habla de un crimen que cometió hace tiempo, hace mucho tiempo.
Luego pasa un trapo de cocina por la frente y susurra: Oh, mi cabeza, mi cabeza, mi
pobre cabeza!.
FIN