CAMPEON
Por: Jorge Villavicencio
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Cali: Colombia
TU TIENES EL ADN DE UN
CAMPEON
Por: Jorge Villavicencio
Introducción:
Hace muchos años se llevó a cabo en el mundo Árabe una carrera de caballos de
largo aliento. Hubo jinetes y caballos de diferentes países que obviamente eran
los mejores caballos de carrera del mundo entero.
Todo radica en la sangre, en el tipo de sangre que corre por las venas un “pura
sangre”.
Cuando Jesucristo murió por nosotros en la cruz del calvario, derramó su sangre
preciosa con un objetivo central y fundamental de rescatarnos de nuestra vana
manera de vivir.
• La versión Biblia al Día dice: “Que hemos sido rescatados de una vida absurda”
• La versión Vida para todos dice: “Que hemos sido rescatado de una vida sin
sentido”
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• La versión inglesa King James dice: “De vanas conversaciones hemos sido
rescatados”
Apocalipsis 7:14 “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que
han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero”.
Juan 6:54-56. “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo
le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi
sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí
permanece, y yo en él.”
Gálatas 2:20. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
Mejor diríamos que hay un injerto. Como ramas que somos, somos injertados en
Romanos 11:17 “Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo
olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante
de la raíz y de la rica savia del olivo”
Romanos 11:24 “Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo
silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más
éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?”
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quien había perdido mucha sangre y urgentemente necesitaba una transfusión.
El médico solicitó al padre del niño grave que le permitiera hacer una transfusión
de sangre para salvar la vida del niño gamín.
El padre, aunque con tristeza, aceptó. Su hijo murió, pero el gamín se salvó. El
padre dijo para si; “aunque mi hijo murió, en este niño corre la sangre de él.
Algo de mi hijo vive en él, es como mi propio hijo” entonces decidió adoptarlo.
2 Pedro 1:4 “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia.”
Es por eso que Dios nos ve como campeones no importa que nuestro aspecto
exterior no sea de pronto el más agradable, no importa el color de la piel, ni cual
es nuestra condición social, no importa cuantas debilidades o defectos todavía
estemos luchando por vencer.
Moisés: Dividió el mar rojo, por lo cual debes estar seguro que hay una gran fe
victoriosa en tu línea sanguínea.
David: Un humilde pastor derrotó con unas cuantas piedras tomadas del arroyo a
un gigante llamado Goliat lo cual demostró que llevas la valentía en tu sangre, tú
tienes el ADN de un valiente.
Sansón: Hizo grandes ejecutorias, como derribar un templo, llevarse las puertas
enteras de una ciudad a la cúspide de la montaña, lo que denota que hay una
fuerza sobrenatural en tu sangre, tú tienes el ADN de un ¡campeón!
Daniel: Tapó por la fe la boca de leones sin sufrir ninguna herida, hay protección
divina corriendo por tus venas y por tus arterias.
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La Reina Ester: Arriesgó la vida por salvar el pueblo de Dios, el sacrificio, el
heroísmo fluyen por tu torrente sanguíneo.
Es por eso y por muchas otras confirmaciones Bíblicas que tú tienes el ADN del
campeón, vienes de una línea de Fe. No eres una persona común, eres un pura
sangre.
Apocalipsis 12:11 “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y
de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte”
Por eso podemos decir confiadamente: Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece”