Entonces, el imperativo de consumo regulado por las reglas de mercado se inscribe en un "para todos", sin embargo esa regulacin se diferencia de lo que le sucede a cada sujeto que se sostiene en la multitud mediante sus identificaciones y sus lazos libidinales. (Germn Garca, 2009). Las adicciones como prcticas de goce, aun cuando el modo de consumo sea solitario, siempre estn referidas a un grupo, a un circuito social, es decir, a determinados sistemas de intercambios que ataen a generaciones, pocas y modas. Si bien esas modalidades de consumo son particulares, es decir, comunes a un conjunto determinado, en el caso de una adiccin la propuesta de su tratamiento no es compatible con un programa estandarizado para tales consumidores de tales o cuales drogas. La prctica que propone el psicoanlisis se orienta de un modo muy diferente. No hay una respuesta "para todos" por igual. En primer lugar, por un principio freudiano de rigor: la causa de la adiccin no es la droga. El agente no es el narctico, sino la satisfaccin paradjica que una adiccin viene a suplir. (Freud, 1897). Sin duda, tambin estn en juego las sustancias en sus distintas variaciones. No hay "la droga", sino que las hay muy diversas y modalidades de consumo tambin diversas segn el ritual, la "junta", el contexto social. Ambos aspectos inciden en lo real del cuerpo. En tal sentido, el uso mismo de determinadas drogas, por la variabilidad de sus efectos -sea marihuana, hachs, cocana, xtasis, pasta base, paco, inhalantes, cidos, ketamina, o sean psicofrmacos, alcohol y sus ms variadas combinaciones-, ya es ndice de una particular modalidad de satisfaccin, as como tambin lo es el modo de consumo: la dosis, la frecuencia y la va, es decir el ritual. Eso que Freud llam, en 1897, el "hbito". Un hbito que en la adiccin se asume compulsivamente. No obstante, no hay posibilidad de saber de qu se trata en cada uno si no es por la va del relato a que dan lugar las drogas. Cuando el cuerpo ya no est capturado por las drogas, slo a travs del vector de la palabra, tal como ocurre con un sueo, es posible seguir el principio freudiano que orienta hacia la satisfaccin que suplen y su fatdica inscripcin. (*)Presidenta de la Escuela de Orientacin Lacaniana (EOL)
2000-2012 www.pagina12.com.ar | Repblica Argentina | Todos los Derechos Reservados Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.