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12+1 días

Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor
para vivir hasta el día siguiente.
William Cooper

Mientras los necios deciden, los inteligentes deliberan.


Plutarco

En octubre de 1962, durante 13 días –o bien, en términos de la


superstición estadounidense “12+1” días-, existió la probabilidad de
que cientos de millones de personas perecieran en lo que sería la
IIIGM. La crisis de los misiles fue un pretexto para la investigación de
Graham T. Allison. Su interés era poner en el tapete lo que los
decidores traen en mente al momento de decidir: los “lentes
conceptuales” que cada uno de ellos utiliza para decidir, determinan
en gran parte el tipo de decisión a tomar. A los fines de cumplir con la
consigna de la cátedra, podremos resumir la exposición del autor de
sus tres modelos, posiblemente los más seminales dentro del espacio
del estudio de la toma de decisiones.

Para el Modelo I –la Política Racional identificada con el


realismo-, debemos entender los asuntos exteriores como elegidos
por el gobierno nacional (requerimos un decisor único, que percibe
diferentes cursos de acción y escoge el que considera mejor) de
acuerdo al curso de acción que maximice el interés y objetivos
estratégicos. Encontrar la óptima es el quid del decisor. En cuando al
momento de la acción, es el problema que surja en el “mercado
estratégico internacional”, el que la motiva. Para llegar a una
selección óptima, se debe tener en cuenta los objetivos (seguridad e
intereses nacionales, con la estimación de pro y contra de cada
opción). La que más se ajuste a los objetivos/minimice los costos,
será la correcta. En cuanto a las proposiciones más específicas,
encontramos la disuasión (esto es, la probabilidad de cualquier
ataque se determina de los factores considerados en los objetivos y
los costos que conlleven). Para el caso de Allison, es necesario un
balance nuclear estable para reducir la probabilidad de un ataque. Ya
que, la capacidad de un segundo ataque altera los cálculos del
atacante potencial al aumentar la probabilidad y los costos de las
consecuencias que podrían resultar del contraataque (del ataque-las
represalias). De este modo, el balance aumenta la probabilidad de
una guerra limitada. Desde el estudio del autor, la URSS escogió la
postura de fuerza (emplazando los 200 SS-9s en Cuba) como medio
para maximizar los valores de la doctrina militar y de los objetivos
estratégicos soviéticos1.
1
Este paradigma de la política racional tiene algunas variantes: la primera, se
centra en el actor nacional y su elección en el contexto de una situación particular
En el Modelo II, el proceso organizacional es el que se interpone
entre los gobiernos y su percepción de los problemas a través de los
sensores de las organizaciones. Los procesos son, en realidad,
producto de las organizaciones. Y la conducta de los actores está
perneada por los procedimientos previamente establecidos. Además,
las organizaciones estructuran con procedimientos la situación y
establecen límites de acción. Ahora no encontraremos un actor único,
sino varias organizaciones enlazadas – a veces con poca cohesión-, y
en cuyo tope se encuentran los líderes de gobierno. El poder principal
mantendrá la responsabilidad principal. Claro que la división de los
problemas en las organizaciones, tiene el precio de aceptar una
mayor discrecionalidad en la definición de cuáles asuntos deben
ocupar a la organización. Los conflictos que puedan surgir en cada
organización se resuelven atendiendo a la secuencia de metas, que
no es otra que el repaso de los diferentes procedimientos operativos
estándares (POE).

Lo que tenemos que visualizar es un espacio donde la


incertidumbre del proceder es minimizada hasta su desaparición. En
el plano internacional, esta “estabilidad” se logra mediante alianzas,
contratos, etc. Cuando éstos no existen, el conflicto que se produce
deberá ser controlado mediante el diseño de “escenarios estándar”.
Así que, al presentarse situaciones que no están dentro de los
parámetros normales, se realiza una búsqueda, pero que está, en
gran medida, determinada por los patrones existentes (obviamente,
la organización sesgará con sus intereses, como también, en caso de
diferencias con el poder gubernamental, se resistirán aplicando su
parte de la decisión). Sintetizando, si una nación ejerce un tipo de
acción, será porque alguna de sus organizaciones la realizaron con
anterioridad con un mínima de diferencia/máximo de similitud (esto
es igual a decir que en un momento T, una organización es =T-1, y la
predicción de T+1=T). Allende esto, lo que se debe destacar es que
las determinaciones organizacionales pesan más que las decisiones -o
posibles variaciones- gubernamentales). De este modo, la elección
del POE es la que más se adapte de las existentes en los programas
de gobierno. Por supuesto, esto implica que cualquier cambio sea
incremental. En el caso cubano, la disuasión está más correlacionada
con los factores organizacionales que con el balance o desbalance del
poder/estabilidad. Si el ataque de los SS-9s se hubiese producido, es
necesario un sistema de control enemigo. De igual modo, el menú de
opciones fijaban las opciones para los rusos.

(es el caso de que los rasgos de la personalidad reflejados en un “código operativo”,


o bien el interés en ciertos objetivos, o bien en circunstancias que alteran las
alternativas y las consecuencias de ellas). Otra variante es la de la existencia de un
grupo de líderes que se entienda como un actor unitario. La tercera variable admite
las diferencias entre los integrantes de un gobierno (por ejemplo, halcones o
palomas).
Para el Modelo III, el de la política burocrática, los líderes no son
un bloque monolítico. Además, están en competencia permanente por
la negociación que se produce en los diferentes canales entre puntos
jerárquicamente ubicados. El correspondiente tire y afloje, es la
política misma. Claro que cuanto más arriba se encuentre un jugador
en la jerarquía, más libertad posee. Pero siempre, el poder no es un
atributo a libre disposición del actor, sino un valor compartido. En
pocas palabras, es absolutamente fundamental que la política –
policy-, se resuelva por política –policies-. Todo el juego se reduce a la
habilidad de los promotores y opositores de la acción. Esto provoca
que las decisiones sean “collages” y no cursos de acción unificados.
Son desenlaces, resultados políticos. Compromisos, coaliciones,
competiciones y malentendidos entre los diversos actores son la
regla. Claro que bastante de su capacidad está decidido por el lugar
que ellos ocupan. Y las ventajas y desventajas dependen de ello. Por
otro lado, debemos saber que la acción no presupone aquí una
intensión. Es fundamental cruzar esto con la posición –“caciques” e
“indios”-, porque en la toma de decisiones políticas, el problema hacia
abajo es la disponibilidad de opciones: cómo mantener mi libertad de
acción hasta el tiempo en que desvanezca la incertidumbre. El
problema de los lados es el compromiso mismo. El problema hacia
arriba es la seguridad, o bien: cómo darle al jefe seguridad para que
haga lo que se debe hacer. En clave de lo acontecido, la disuasión se
dará en términos de la probabilidad de ataque nuclear depende
básicamente de que provenga como resultado de la política
burocrática del gobierno atacante2.

Para unificar, tomemos los resultados finales de cada modelo. El


corolario del Modelo I es que sucesos importantes, TIENEN CAUSAS
IMPORTANTES. Por ejemplo, las organizaciones monolíticas llevan a
cabo grandes acciones por grandes razones. Es simple: ellas son
“cajas negras” que tienen diferentes mecanismos en una estructura
de toma de decisiones altamente diferenciada. Además, las grandes
empresas son consecuencia de innumerables acciones pequeñas –
frecuentemente en conflicto-, por causa de individuos situados en
diferentes niveles de las organizaciones burocráticas con diversas
concepciones, sólo parcialmente compatibles. En el caso del Modelo
II, se diferencia del anterior la categoría de “actos” y “elecciones” que
son el producto de grandes organizaciones que funcionan de acuerdo
con ciertos patrones de comportamiento. En el Modelo II, el analista

2
El autor señala los casos históricos que pueden ejemplificar este proceder, como el
de Yamamoto en Peral Harbor, que considerando el riesgo de someterse a una
guerra de dos o tres años no habría seguridad en la victoria nipona. Sin embargo,
atacó igual. Esto puede interpretarse como el aval del gobierno en las
consecuencias inmediatas del ataque y no se consideren las del largo plazo; o bien
puede jugar una parte del evento la indiferencia de EUA a la corriente de decisiones
que llevó al ataque nipón, y su probabilidad de atacar la base en el Pacífico.
releva los patrones de conducta organizativa que originaron la acción.
En el caso del Modelo III, se centra la política interna de un gobierno.
Los acontecimientos de política exterior no se entienden como
relaciones ni como resultados. Se les clasifica como desenlaces de
juegos distintos y sobrepuestos de negociación entre jugadores con
distintas posiciones jerárquicas en el gobierno nacional. En el caso de
los misiles cubanos, el Modelo III busca revelar las percepciones,
motivaciones, posiciones, poder y maniobras de los jugadores
importantes que provocaron el desenlace3. La metáfora del ajedrez –
dice Allison- ilustra las diferencias entre estos modelos4.

En el espacio del comentario personal, en lugar de rescatar las


diferencias entre todos los paradigmas y teorías, o abogar por sus
coincidencias y la ventaja de utilizarlos eclécticamente, rescataré un
punto alternativo y que cruza a todas las conceptualizaciones que se
han realizado. Pretendo brevemente, rescatar dos puntos:

El primero, es la permanente interpenetración entre la historia y


la teoría –se llame antaño “Diplomacia” y “Filosofía”, o “RRII” y
“Teoría Política” en la actualidad. La historia que los pueblos hacen es
preciso ser pensada, como la historia que desean hacer, es imperante
de ser proyectada. Esta es una de las características más perennes en
el comportamiento intelectual humano. No afirmaré si el devenir de
este pensar-hacer, ha sido productivo –auqnue más no sea
lentamente, y con retrocesos-, porque cualquier análisis global de la
historia del pensamiento humano y lo que hoy llamamos RRII implican
la historia que se ha hecho en lo tocante y se está haciendo en la
actualidad. Pero no me refiero a la que consta en documentos o
registros históricos, sino a la que nuestra [mi] visión de la realidad
interpretan. Esta es la única historia posible. Y es la única existente.

La diferencia entre esas visiones, me lleva a mi segundo punto


de rescate: saber que los paradigmas, no son más que lentes para
arribar a la realidad, y por ende, todos esos ríos de tinta que los
3
Los “resultados” de los tres modelos es el interés en explicar las acciones de los
gobiernos NACIONALES. O, en otras palabras, la suma de actividades de todos los
individuos empleados por un gobierno cuyos actos pueden influir en la cuestión. Lo
importante es saber que los modelos NO centran su atención en un estado de
cosas, es decir, en una descripción completa del mundo, sino en la
decisión e implementación nacionales.
4
Si pensamos la política como una jugada de ajedrez, desde el Modelo I que cada
jugador mueve las piezas de acuerdo con los planes indicados para ganar el juego.
Pero, al sucederse las partidas, un buen observador podría encontrar un patrón de
juego, y ver los compromisos que éste tiene por no estar aislado. Necesariamente
está inmerso en una alianza –aunque sea laxa-, de organizaciones semi-
independientes, que mueven cada una de sus piezas según cierto estándar. Se
podría encontrar que ciertos jugadores con objetivos específicos e idéntico poder
sobre las piezas, estuviesen decidiendo colegiadamente los movimientos. La misma
aplicación puede realizarse con el Modelo II y el III.
hombres han escrito, escriben y escribirán; no se reduce a la ciencia o
a la filosofía, sino a una gran puesta en común de las diferentes
modos de armar la realidad con elementos lógicamente consistentes
(esquemas de conceptos) y empíricamente contrastables. Los
cuentistas sociales, le llaman a esto teoría. Un nombre que funciona
como sinónimo de aquellos lentes…

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