Mucho es lo que se ha hablado sobre la tarea evangelística de una iglesia, y muchos son los
libros que enfocan el tema desde el punto de vista teórico, como también muchas son las
estrategias utilizadas para llegar a la gente. Todo lo que nos venga a la mano hacer para llegar
a la gente con el mensaje de Jesús es válido: Pero en la tarea evangelística de una iglesia, es
muy fácil confundir los fines con los medios. Para que esto no suceda, debemos estar siempre
ligados a la mente y al corazón de Cristo. Esto se da, cuando en el discípulo hay una vida
devocional diaria, comprometida con el Señor. La oración, nos hace “estar” en el corazón de
Dios, mientras que la “meditación en la Palabra”, nos concede el pensar como Cristo.
El estar con la gente nos ayudará a comprender mejor las palabras de Jesús, observe que la
expresión “recorría Jesús las ciudades y aldeas”. Significa que él estaba con la gente, comía con
la gente, las escuchaba, siempre estaba en el lugar correcto, no las juzgaba. - El tenía un
propósito muy claro. ¡Ganar a la gente! Lucas 19: 10 “El había venido a buscar y salvar lo
que se había perdido”
Por eso decimos que la iglesia no debe establecerse en programas, la iglesia debe tener
propósitos.
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sexo. ¡Eso trae el juicio de Dios sobre la ciudad! - Argentina se encuentra entre los
primero países de mundo en accidentes de tránsito en las rutas. En este verano, las
cifras de muertes son alarmantes. Hay un espíritu de muerte decretado en el
mundo espiritual sobre nuestras rutas: La cantidad altares a la difunta correa, al
gauchito Gil, a Gilda, y a Rodrigo, así lo determinan. ¿Qué dice la Biblia a respecto?
Isaías 5: 20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen
de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce
por amargo”
Es posible que al hablar con la gente lloremos con ellos y por ellos; Eso le
sucedió a Nehemías cuando supo del estado en que se encontraba su gente. Neh.
1:4 Jesús también lloró por las ovejas perdidas de Israel. Mt. 10: 6 Cuando
veamos a la gente con los ojos de Dios, es posible que nos suceda lo mismo que a
nuestro Maestro. El tuvo compasión, porque vio la gente como ovejas que no
tenían pastor, Mt. 9; 35 – 36 Hay gente a la que nunca vamos a llegar, si les
juzgamos. Hay estilos de vida identificados por su forma de hablar, o de vestir, o de
“consumir”, pero si no les amamos, difícilmente llegares a ellos. No olvides el
trabajo destructivo que Satanás ha hechos con esas vidas. Muchas de ellas, se
sienten marginadas y sin valor. Es fácil decirles, ¡Jesús te ama! Pero ellos quieren
escuchar primero; ¡Yo te amo, cuenta conmigo!
Por último: Marcos 9: 14 – 28 Relata una situación conmovedora. Un padre pidiendo ayuda
con su único hijo poseído por un demonio. El estado de desesperación de ese padre, es el
mismo al que presentan mucha de la gente que hoy se mueve a nuestro alrededor. ¿Qué
siente un padre cuando ve a su hijo caer en tierra revolcándose y echando espuma por la boca
y expuesto a la muerte? La respuesta es ¡IMPOTENCIA! ¿Has pensado que sentirá Dios por sus
hijos poseídos, revolcados en el pecado, expuestos a la muerte?
El padre del muchacho le dijo a Jesús: (ver. 22) “pero si puede hacer algo, ten
misericordia de nosotros, y ayúdanos” Yo identifico a esto como ¡El grito de
desesperación de un pueblo impotente frente a situaciones que le rebasan.
Pero también “siento” a estas palabras, como el llamado de un Padre, (Dios) frente al dolor de
muchos de sus hijos, y observo la “impotencia” de los discípulos, por su falta de fe.
La frase sobresaliente de este pasaje junto al clamor el padre: es la respuesta de Jesús. ¡SI
PUEDE CREER, AL QUE CREE TODO LE ES POSIBLE! ¡Creo, ayuda a mi incredulidad!
Que no nos suceda a nosotros como les sucedió a los discípulos: ver. 28- 29
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