Periodo de dilatación
Como ya se mencionó anteriormente, se considera clínicamente
que una mujer está de parto cuando la dilatación cervical es de
2-3 cm. El periodo de dilatación finaliza cuando el cuello uterino
presenta una dilatación de 10 cm, permitiendo así el paso del
feto a través de él.
Durante este periodo las contracciones uterinas suelen ser frecuentes e intensas,
llegando a ser considerablemente dolorosas a partir de los 5 cm de dilatación. Las
alteraciones de la contractilidad uterina interfieren en la normal progresión del periodo
de dilatación. Dichas alteraciones pueden ser tanto por defecto, cuando las
contracciones uterinas son poco frecuentes e intensas (hipodinamias), como por
exceso, cuando ocurre el fenómeno contrario (hiperdinamias).
Las consecuencias materno-fetales de las hiperdinamias son bastante más graves que
las de las hipodinamias. Así, las hiperdinamias pueden ocasionar sufrimiento fetal
agudo, que a menudo requiere la práctica de una cesárea urgente, e incluso rotura
uterina en los casos más graves, siendo este riesgo mayor en mujeres con
antecedentes de partos previos por cesárea. Las causas de las hiperdinamias son
diversas, destacando entre ellas la utilización incorrecta o excesiva de la oxitocina.
Periodo expulsivo
Se inicia con la dilatación cervical completa y finaliza con la salida del feto al exterior.
Durante este periodo las contracciones uterinas suelen ser muy frecuentes e intensas.
Además, la paciente siente la imperiosa necesidad de contraer la musculatura
abdominal durante las contracciones (pujos). Este refuerzo de la contracción uterina
tiene por objeto favorecer la progresión fetal a través del canal del parto hasta su
expulsión.
Para acortar este periodo y evitar un posible desgarro vulvovaginal, en algunos casos,
se aconseja la práctica de una incisión sobre el periné que recibe el nombre de
episiotomía. La episiotomía debe practicarse cuando la cabeza fetal está empezando a
coronar y afecta a la piel, a los músculos del periné y a la porción inferior de la vagina.
En las primíparas, la episiotomía se realiza en la mayoría de los casos, mientras que
en las multíparas su práctica depende de la distensibilidad del periné. El material de
sutura utilizado con mayor frecuencia es reabsorbible, por lo que no es necesario
retirar los puntos.
El parto instrumental permite una rápida extracción fetal, por lo que es ideal en caso
de sufrimiento fetal. También se utiliza cuando el expulsivo se alarga más allá de lo
normal o existe agotamiento materno, pero siempre y cuando se reúnan las
condiciones que hagan posible su aplicación. El parto instrumental requiere, entre
otras condiciones, una dilatación cervical completa (10 cm) y una cabeza fetal ya
encajada en la pelvis, es decir que el punto guía alcance el tercer plano. Si se siguen
estrictamente las indicaciones de aplicación del fórceps, ventosa o espátulas y se
realiza por un obstetra bien entrenado es un tipo de parto seguro para la madre y el
feto; pero si no, se pueden derivar complicaciones tanto maternas (desgarros del
canal del parto, lesiones vesicales y uretrales...) como fetales (heridas cutáneas,
fracturas de los huesos craneales, parálisis del nervio facial, hemorragia intracraneal,
arrancamiento del cuero cabelludo...)
Alumbramiento
Consiste en el desprendimiento y posterior expulsión de la
placenta y de las membranas ovulares.
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