VIERNES, 22 MAYO 2009
LA CONTRA
Mario Kapilolo, bosquimano, reverendo y líder de la comunidad !xung
Tengo 57 años. Nací en una aldea al sur de Angola y vivo en Cabo del Norte, Sudáfrica. Soy
pastor de la Iglesia reformada. Estoy casado y tengo 5 hijos. Soy miembro del consejo tradi-
cional de ancianos !xun. Estuve metido en muchas guerras, pero nunca por convicción
“Yo he vivido dos vidas...”
Y
o he vivido en dos vidas: la vi-
da antigua y la vida nueva.
Antes iba desnudo.
¿Qué pasó?
Llegó el colonialismo a Ango-
la y nos dijeron que nos vis-
tiéramos, que fuéramos a la iglesia, dónde y
cómo debíamos vivir. Dejamos de ser nóma-
das, cazadores recolectores y apicultores.
Cuénteme cómo era la vida antigua.
Buscábamos el alimento en el bosque. No
sabíamos lo que era el dinero y no necesitá-
bamos taparnos con ropa ni llevar zapatos.
Mi tribu, los !xun san, vivíamos en el sur de
Angola y éramos muchos.
¿Eran felices?
Sí, mucho. Los niños aprendían la vida que
les enseñaban sus padres y las niñas la que
les enseñaban sus madres. Sólo podías tener
una esposa y máximo tres o cuatro hijos,
porque nos desplazábamos continuamente.
¿Cómo controlaban la natalidad?
Nuestra medicina eran las plantas de la sel-
va y con ellas lo resolvíamos todo.
¿Cuáles eran sus dioses?
El Dios que conocíamos entonces es el mis-
mo Dios que conocemos hoy pero explicado
de otro modo. En su antiguo rostro, Dios
nos ayudaba a encontrar comida en la selva.
Buen Dios.
ME
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SU ENCANTO. SU CULTURA. SUS PAISAJES.
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... Y si en dos o tres días no la hallábamos, se
cortaba un leño, se colocaba frente a la casa
del cabeza de familia y toda la comunidad
nos sentábamos alrededor, hablábamos y al
día siguiente volvíamos a la selva y cazába-
mos. Así podíamos saber que Dios existe y
había dado una respuesta.
¿Y Dios siempre respondía?
Sí.
¡...!
Pero llegaron los portugueses y se llevaron
a los niños y a las niñas, y nunca más hemos
vuelto a verlos. Empezaron a construir es-
cuelas, carreteras y a desplazar a la pobla-
ción de una zona a otra para trabajar en las
plantaciones de café como esclavos. Así em-
pezó la nueva vida.
Pero no fueron sólo los portugueses
quienes los esclavizaban.
No, los pueblos que constituyen la mayoría
de la población de Angola, los bantúes y
khoisan, también nos secuestraban y nos es-
clavizaban, porque nosotros somos los más
pequeños. Ellos son pastores, ganaderos y
agricultores, son más altos y fuertes.
Abusones.
Sí, mucho. Los !xun teníamos miedo de
unos y de otros, y cambiábamos continua-
mente de zona. Hasta que los portugueses
cogieron a los jóvenes y se nos llevaron a
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET
hacer el servicio militar. Nosotros no sabía-
mos qué era eso, pero ellos lo tenían muy
claro: “¡Tenéis que defender Angola!”.
... Entonces colonia portuguesa.
Estábamos en el bando equivocado. Cuan-
do los portugueses se retiraron, nuestra úni-
ca opción fue cruzar a Namibia, que enton-
ces era una colonia sudafricana. Así que me
vi luchando sin convicción junto a los suda-
fricanos contra las guerrillas de Namibia y
las de Angola, otra guerra perdida.
Qué desastre.
Durante años me enviaron a matar, pero yo
no quería matar a nadie, así que la angustia
se quedó prendida en mi cabeza. El sufri-
miento no nos correspondía a nosotros, los
Triste y tierno bosquimanos. No sabíamos nada de políti-
ca, sólo que había blancos y negros.
La de los !xun, nativos ¿Por qué se hizo pastor?
angoleños, es una triste De niño me llevaban a la iglesia católica y
cuando los portugueses me llevaron a pe-
historia que contada por lear, Dios habló conmigo y me dijo: “Entré-
Kapilolo se vuelve triste game tu vida”, y yo se la entregué.
Ahora, además de pastor de los !xun, es
y tierna. Cuando Angola un contador de historias.
se rebeló contra los por- En la vida antigua, cuando estábamos cansa-
dos nos sentábamos debajo de los árboles y
tugueses, estos recluta- contábamos historias. Y por la noche, antes
de dormir, los mayores les contaban histo-
ron para su lucha a los rias a los niños. Y en los tiempos de guerra
bosquimanos, los más sólo pensábamos en contar historias.
Pobrecitos, así espantaban el miedo.
pacíficos y pequeños de ... Y después de la guerra recopilamos todas
Angola, esclavizados tam- las historias para que no se perdieran.
¿Han conseguido preservar su cultura?
bién por bantúes y khoi- Hablamos nuestra lengua, pero hemos per-
san. Kapilolo es en cierto dido parte de nuestra sabiduría porque los
ancianos han muerto y se han llevado histo-
modo un héroe involun- rias que nunca escuchamos.
tario que llevó a los su- Su pueblo le siguió fuera de Angola.
Sí, los que se quedaron ya no existen.
pervivientes !xun a un Entiendo. ¿Cómo se convirtió en líder
lugar seguro en Sudáfri- de su comunidad?
En los tiempos antiguos no existían las jerar-
ca y, con la ayuda de quías. Pedíamos consejo al más sabio, que
Mandela, que fueran due- es el más anciano, el que más tiempo lleva
en este mundo, el que más sabe. Yo no era el
ños de la tierra que pi- más sabio, pero me siguieron.
san. Pudimos oír la histo- ¿Qué valores básicos conservan?
Para seguir siendo como Dios nos hizo es
ria de sus antepasados a bueno recordar que podemos cazar y con-
través de cuentos, en su tar historias y hablar nuestra lengua. En
África hay tribus que perdieron su idioma y
idioma, con esos extra- ya no saben quiénes son.
ños sonidos que hipnoti- ¿Qué historia define a los !xung?
En nuestra tradición, los niños se forman
zan, en las jornadas de con historias. Antes de que yo estuviera en
literaturas africanas or- este mundo, los ancianos ya contaban la his-
toria de la liebre que demuestra como ese
ganizadas por el Institut animal pequeño pero inteligente, metáfora
de los !xun, puede vencer la fuerza de un
Catalunya-Àfrica y Casa hipopótamo y un elefante.
Àfrica, en el CCCB. ¿Qué piensa de “la vida nueva”?
Yo estoy contento, he podido conocer dos
mundos. Pero los jóvenes quieren ir muy
deprisa y no prestan atención al pasado. ¿Y
qué es un bosquimano si ya no es un bos-
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quimano?
IMA SANCHÍS
Me interesa
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