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FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

ABUSO SEXUAL INFANTIL

TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION

PROF. CLAUDIA FIGUEROA ROCHIN

ARREGUIN ROCHA ELIZABETH MARICELA


BARAJAS PEREZ MAIELA
JAUREGUI LUNA VANESA
RAMIREZ HERNANDEZ EDUARDO
MEXICALI BC A 15 DE MAYO DE 2009
Índice

• Introducción ........................................................................................................................ 3
• Abuso sexual infantil .......................................................................................................... 4
• Victimas y abusadores ........................................................................................................ 6
• Las dimensiones del abuso sexual de niños........................................................................ 6
• Encuesta .............................................................................................................................. 7
• Graficas ............................................................................................................................... 8
• Señales y síntomas de abuso sexual en niños..................................................................... 9
• Conclusión ........................................................................................................................ 10
• Bibliografía ....................................................................................................................... 11
Introducción

La toma de conciencia del abuso sexual de niños tiene una historia relativamente breve
por parte de los profesionales que trabajan con niños. Hasta época reciente, las
acusaciones de abuso sexual originadas en niños se interpretaban como maliciosas o,
mas comúnmente, como el producto de la vida de fantasía del niño. Las alegaciones de
abuso sexual, y de incesto en particular, se veían frecuentemente como instancias de
una falla de los niños para distinguir entre la realidad y sus propios deseos sexuales.

El resultado de esta actitud era que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil
pasaban inadvertidos, aun cuando el niño trataba de contarle a alguien lo que estaba
sucediendo, y que muchos adultos llevan consigo una historia de victimización sexual
que jamás han podido confiar en nadie.

En años recientes, esta escena ha cambiado drásticamente. Las personas que trabajan
en profesiones dedicadas al cuidado de los niños se han vuelto sensibles a la realidad
del abuso sexual infantil, se inclinan cada vez más a creer en los niños que confían en
ellos y procuran tomar medidas de acción apropiadas. La concienciación general del
abuso sexual se ha incrementado debido a su extensa cobertura en los medios de
prensa, radio y televisión, todos los cuales estimulan a las víctimas del abuso para que
se hagan oír. Los cursos de entrenamiento para profesionales, las técnicas
terapéuticas para la ayuda de las victimas y los procedimientos legales establecidos
para el cuidado de los niños han sido todos mejorados aunque merecen un ulterior
desarrollo.
Abuso sexual infantil

Parece no haber una definición universal acerca de que constituye el abuso sexual
infantil, no obstante exigir una gran cantidad de formulaciones y puntos de referencia
operativos. Estos se derivan fundamentalmente de estudios de investigación en los que
los investigadores han procurado establecer definiciones específicas y operativas que
son lo bastante amplias como para incluir un ancho campo de experiencias abusivas y
potencialmente abusivos.

La claridad de algunas de estas definiciones es obviamente útil, pero existen


variaciones considerables entre las que se adoptan en los
diferentes estudios. Estas variaciones resultan
muy importantes porque pueden explicar algunas de las
que se observan en las estadísticas de abuso
sexual infantil dadas a conocer. Además, la índole más
bien amplia de muchas definiciones basadas
en la investigación puede determinar que no se
suministren las mejores pautas para los problemas
concernientes a la planificación del tratamiento de la salud mental, como el
interrogatorio acerca de cuándo es necesaria la intervención.

Las mejores definiciones usadas corrientemente combinan una especificación clara del
significado del término “sexual” con alguna guía sobre la edad del nivel de desarrollo de
los participantes, a veces con una cláusula concerniente a la aversión experimentada
por la actividad y los elementos que la tornan abusiva. Así, Finkelhor (1984) define a la
“victimización sexual” como “encuentros sexuales entre niños menores de trece años y
personas por lo menos cinco años menos mayores que ellos y encuentros de niños
mayores de trece a dieciséis con personas por lo menos diez años mayores que
aquellos”.

Los abusos pueden consistir en “coito, contacto anal-genital, manoseos o un encuentro


con un exhibicionista. Otros han ampliado la definición para incluir actividad que
produzca gratificación en el abusador.

• Definición de abuso sexual

Se define abuso sexual como la participación de niños dependientes o niños de desarrollo


inmaduro y adolescentes en actividades sexuales que no son capaces de comprender ni de prestar
un consentimiento informado o que violan los tabúes sociales de los roles familiares.

Finalmente, la definición de trabajo de abuso sexual infantil” provista por SCOSAC (1984) de
forma práctica anuda los varios hilos presentes en todas las otras definiciones, y merece ser
citada en su totalidad.
Cualquier niño por debajo de la edad de consentimiento puede considerarse como haber sido
sexualmente abusado cuan una persona sexualmente madura, por designio o por descuido de sus
responsabilidades sociales o especificas en relación con el niño, ha participado o permitido su
participación en cualquier acto de una naturaleza sexual de la persona sexualmente madura. Esta

definición es procedente aunque este acto contenga o no una coacción explicita por cualquier
medio, aunque comporte o no contacto físico o genital, sea o no iniciado por el niño, y aunque
sea o no discernible el efecto pernicioso en el corto plazo.

• La utilidad clínica de las definiciones

Si bien en principio puede haber dudas de que un adulto que participe de actividades sexuales
con un niño deba calificarse de abusador, en la práctica resulta a veces difícil decidir cuando el
contacto es abusivo o no; por ejemplo, trazar los límites entre el contacto físico apropiadamente
afectuoso y un contacto físico sexual inapropiado. Muchas veces no es fácil distinguir si un
adulto está obteniendo gratificación sexual de una interacción con un niño, y menos aun discernir
si el niño es consciente de que algo indebido está ocurriendo. En estas circunstancias marginales
poco claras, puede resultar muy difícil contestar la pregunta acerca de si la intervención es
procedente y, en caso afirmativo, que tipo o hasta qué grado de intervención ha de proceder.

• La frecuencia del abuso sexual

Existen dos géneros de información que corrientemente aportan una guía acerca de la frecuencia
con que se produce el abuso sexual de niños. El primero corresponde q los datos referidos a la
policía, los servicios sociales, los organismos médicos o terapéuticos y de aquellos que se
descubre que han sido abusados sexualmente. Estos estudios sugieren más bien un porcentaje de
abuso infantil. Por ejemplo, una encuesta realizada por Mrasek, Lynch y Bentovim (1983) entre
1599 médicos de familia, cirujanos policiales, pediatras infantiles revelo un total de 1072 casos
de abuso sexual de niños vistos por estos profesionales
en los años 1977-1978. si este hallazgo fuera
valido, arrojaría una incidencia en cifras (cantidad de
casos nuevos en la población) de 1500 por año, lo
que representa uno de cada seis mil niños. Estiman los
autores que a lo largo de todo el periodo de la
infancia hasta los quince años, se reconocen a tres de
cada mil niños como sexualmente abusados. Sin
embargo, existen algunas dificultades con el
estudio de Mrasek y otros: por ejemplo, solo el
39% de los profesionales envió su respuesta al cuestionario entre ellos un 16% de médicos de
familia. Otro problema más general que obstaculiza los estudios de este tipo y que limita
seriamente la generalización de sus hallazgos consiste en que están restringidos a los casos que
han sido identificados y procesados a través de canales profesionales formales.

Como tales menosprecian groseramente la verdadera frecuencia del abuso sexual: en cada etapa,
desde la revelación hecha por el niño hasta la respuesta de un profesional para registrarla como
estadística, aparecen las razones por las cuales el abuso sexual se descuida y pasa por alto.
Victimas y abusadores

Todas las encuestas muestran una preponderancia de niñas sobre niños entre las víctimas del
abuso sexual, cuyas proporciones varían dentro de un rango bastante estrecho. En estudio
realizado por Finkelhor (1979) con estudiantes universitarios, las tasas de abuso sexual sufrido
en la infancia son el doble de altas para las mujeres (19%) que
para los hombres (9%). El estudio británico llevado a cabo por
Baker y Duncan (1985) obtiene tasas de abuso del 12% en
niñas y del 8% para varones, lo que coincide en términos
generales con otros hallazgos. Los estudios clínicos tienden a
mostrar proporciones mucho más reducidas de varones, acaso
debido a definiciones variadas así como a posibles factores
inhibitorios propios de las denuncias de abuso sexual de
varones (los varones mayores pueden excluirse socialmente con mayor énfasis que las mujeres).
En general, la conclusión más razonable que surge de datos disponibles es que la taza de abuso
oscila entre un quinto y la mitad de las de las niñas.

Especialmente desde que la frecuencia de contactos con mujeres se produce al doble a tres veces
mas que con varones, la presunción de que los abusadores son principalmente hombres se halla
claramente fundada.

Las dimensiones del abuso sexual de niños

En años recientes vemos con beneplácito una mejoría en la toma de conciencia y comprensión
del abuso sexual infantil y sus fenómenos asociados. Una cantidad de encuestas conducidas
cuidadosamente han aclarado la incidencia del abuso sexual infantil, y revelado que no es, como
se había presumido anteriormente, un hecho raro ni que se
limite a segmentos de la población visiblemente perturbados.
También se ha observado que muchos casos de abuso sexual se
producen dentro del ámbito familiar y que la mayoría de los
abusadores son conocidos por sus víctimas infantiles, tales
como parientes o amigos adultos. Las señales de alerta del
abuso sexual infantil empiezan a ser más conocidas, de modo
que los profesionales están menos propensos a considerar
los relatos de los niños como cuentos de fantasía. Los principios y los objetivos del trabajo
terapéutico y legal con las víctimas del abuso sexual y sus familias se han convertido en materia
para debatir seria y vigorosamente.

A pesar de estos verdaderos avances, sigue en pie una gran cantidad de incertidumbres y
confusiones alrededor de este tema. Hasta cierto punto, puede deberse al aura especial de incesto
y los problemas que los adultos comúnmente tiene al tratar la sexualidad, respecto de si mismos
y de los niños. Además, el abuso sexual infantil es un área difícil para investigar, desde que el
secreto, la vergüenza y la culpa se cuentan entre sus componentes. Es más, el abuso sexual
infantil provoca emociones fuertes y genera temas importantes sobre cómo se trata a los niños.

Encuesta

• Abuso Infantil

Edad:___ Sexo:___

1.- Recuerdas haber sufrido un abuso durante tu niñez:

Si ( ) No ( )

2.- Si fuiste víctima de algún abuso menciona cuál de ellos fue:

Sexual ( )
Verbal ( )
Físico ( )
Prostitución ( )

3.- Has vivido de cerca esta problemática:

Si ( ) No ( )

4.- Si supieras de un caso de abuso infantil, denunciarías:

Si ( ) No ( )

5.- ¿Cual crees que sea el factor más importante por el que las personas no se atreven
a denunciar?

Miedo ( )
Ignorancia ( )
Poca comunicación familiar ( )

6.- ¿En donde crees que se llevan a cabo la mayor cantidad de abusos en nuestro
país?

Escuelas ( )
Hogares ( )
Lugares clandestinos ( )

Graficas
Señales y síntomas de abuso sexual en niños

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Aspecto del abuso


Dolor o molestia vulvovaginal
*Hemorragia vaginal en niñas
prepuberes.
* Hematomas en el área genital.
Trauma *Agrandamiento del orificio
vaginal, himen cicatrizado.
*Molestia al orinar, e infecciones
urinarias recurrentes.
*Enfermedad de transmisión
sexual, incluidos verrugas
Infección genitales.
*Descarga vaginal.
Relaciones sexuales *Embarazo

MANIFESTACIONES EMOCIONALES Y CONDUCTUALES

Aspecto del abuso


• Sexualizacion prematura *Preocupación explicita o
frecuente en la conversación o
en el juego.
*Sexualizaciones de las
relaciones.
*Conciencia sexual prematura.
*Evidencia indebida de los
hombres (Masturbación).
*Indicios de posesión de
• Experiencias de culpa, secretos.
confusión, ansiedad, *Huida del hogar.
temor, ira *Intentos de suicidio.
*Problemas psiquiátricos

Conclusión
Con este trabajo hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de las personas
tienen experiencias sexuales cuando son niños y mientras están creciendo. Algunas
de estas experiencias son con amigos, con compañeros de juegos, y algunas con
parientes y familiares. Algunas son muy inquietantes y dolorosas, y algunas no.
Algunas influyen sobre las vidas futuras de las personas así como sus experiencias
sexuales, y algunas son prácticamente olvidadas. Aunque estas resultan situaciones
importantes, en realidad se sabe muy poco de ellas.
También vinculamos a nuestro argumento principal el hecho de que el abuso sexual
infantil es un fenómeno social de complejidad considerable, que tiene sus raíces en
factores de socialización, sus manifestaciones, en procesos interpersonales y
sistemáticos, y sus efectos, en una angustia interna y duradera y en perturbaciones
transgeneracionales.
Bibliografía

 Abuso sexual en niños


Danya Glaser y Stephen Frosh
Editorial Macmillan education Ltd.
Pág. 211

 Abuso sexual al menor


David Finkelhor
Editorial Pax México
Pág. 302

 Trauma y reparación (el tratamiento del abuso sexual en la infancia)


Marinella Malacrea
Editorial Paidos Terapia Familiar
Pág. 254

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