A pesar de sus significados positivos, la esperanza tambin puede tener connotaciones negativas. Para distinguir ambas interpretaciones deberamos contemplar dos significados diferentes: esperanza activa y esperanza pasiva. Es indudable que hay muchas formas de verlo o interpretaciones que hacer al respecto. Aristteles ve la vertiente activa cuando manifiesta: La esperanza es el sueo del hombre despierto, mientras que Nietzsche nos aporta una visin negativa de la esperanza: La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre. Lo expuesto hasta el momento, como es obvio, hace referencia a la esperanza activa; aquella en la que el individuo toma parte para lograr objetivos a medio o a largo plazo. La esperanza pasiva, como su propio nombre indica, se asemeja ms al concepto de fe asociado a la inevitabilidad del destino, o bien a una esperanza inerte que se deposita en la casualidad, en la creencia de que las cosas que tengan que pasar ya pasarn o ya cambiarn sin necesidad de que tengamos que intervenir en ese cambio. Se puede pensar que algn da nos puede tocar la lotera, ciertamente, pero sera muy iluso condicionar el futuro a expectativas tan poco realistas y, por supuesto, tan ajenas a la accin del individuo. La esperanza en positivo debe verse como una actitud, como un modo de ver la vida Cuando la esperanza se deposita en cualquier situacin deseada o deseable, la actitud no puede ser otra que la de trabajar hasta convertir este objetivo en una realidad que se plasme en un presente que, a medio o largo plazo, al final alcanzaremos; un objetivo en el que nunca se debe dejar de creer, por ms que las circunstancias parezcan indicar lo contrario. Por eso se deca que la esperanza es una actitud, y tambin por eso Ovidio nos recuerda que: La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de las aguas, an cuando no vea tierra por ningn lado. La esperanza inactiva, por el contrario, solo espera que las cosas ocurran, lo que a la postre es una actitud que solo