de la razón pura.
Pero lo que no podremos esperar jamás es que una
máquina produzca un solo acto de carácter moral.
Para ello sólo está el hombre en su ser todo como to-
talidad espiritual y emocional. Siendo esto así, ¿nos re-
sistiremos a aceptar la llamada de la divinidad que otorgó
a nosotros, como hombres, esa alta misión?
II
EDUCACIÓN EN EL SER Y
EDUCACIÓN EN LOS VALORES