Propiedad intelectual del software

Este tipo de herramientas tiene diferentes clasificaciones, tales como, la procedencia, que se refiere a las
que son creadas y producidas en el país de origen de la empresa y son clasificadas como nacionales, o en el
ámbito internacional, que son las que son elaboradas y producidas en el extranjero.

También se podría mencionar el software por aplicaciones, las cuales resultan de difícil definición ya que son
variadas y de múltiples categorizaciones, se podría decir de ellas que son las que suplen una necesidad
dependiendo de los tipos de públicos a los que van dirigidas.

Es decir, para la tipificación de software y para no extenderse en la definición de cada una porque no hace
parte del tema a tratar, se mencionarán otras cinco sólo por su nombre los cuales son: por sus
Componentes, por su Estado de Desarrollo, por su Venta y Forma de Distribución y por su Destino; las cuales
tienen unas subdivisiones que permiten describir a mayor profundidad de qué se trata el software.

Todo esto para decir que en Colombia no existe una clasificación legal clara acerca del software y su
protección a la Propiedad Intelectual. Si bien, existen ciertos reglamentos, aún no existe una descripción
exacta acerca de la protección o no de Software, por ejemplo, el Artículo 61 de la Constitución Política de
Colombia, manifiesta que ?el Estado protegerá la propiedad intelectual por el tiempo y mediante las
formalidades que establezca la ley? .

La propiedad intelectual, cuenta con un derecho moral qué se resume en el reconocimiento al autor o
inventor por la obra o invención registrada y no se puede ceder, renunciar o negociar. Y con derechos
patrimoniales que se puede sintetizar de la siguiente manera: son los que le corresponden al autor o
inventor, por el beneficio de su exclusividad y autonomía para su explotación económica.

La propiedad intelectual se divide en dos, primero en derecho de autor (protección de productos

intelectuales, en los campos artísticos y literarios) y segundo en propiedad industrial (que es la que se ocupa
de las creaciones industriales y signos distintivos de producción o servicio, este permite equilibrar las
competencias en cuanto a industria).

Por su parte según el artículo 2 de de la ley 23 de 1982 "los derechos de autor recaen sobre las obras
científicas, literarias y artísticas las cuales se comprenden todas las creaciones del espíritu en el campo
científico, literario y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión y cualquiera que sea su
destinación".

Sin embargo, existe como base para la reglamentación del soporte lógico, el Decreto 1360 / 89 en el que se
normativizó la inscripción de éste. Pero hay que tener en cuenta que este decreto fue aprobado antes de
nuestra nueva Constitución Política de Colombia de 1991 y para tal efecto se diría que han pasado múltiples
avances tecnológicos en los que la manera de regularizarlos resulta un tanto difícil ya que un Decreto es el
encargado de especificar las normas acerca de algo mientras que la Ley es más general y abstracta. Por ello,
el Decreto corre el riego de no abarcar las posibles eventualidades porque este sirve como solucionador de
los problemas que se presenten, como en este caso, de los derechos de autor de Software en Colombia.

El Decreto 1360/89 define en su artículo 2 que solo regula la inscripción de software como "el soporte lógico
(software) que comprende uno o varios de los siguientes elementos: el programa de computador, la
descripción de un programa y el material auxiliar".

Lo cual sigue indicando la deficiencia de nuestras leyes para el control, regulación y demás derechos
reglamentarios de quienes son creadores y productores de bienes literarios, específicamente de Soporte
Lógico y por lo tanto la seguridad jurídica puede verse limitada. Las preguntas, para terminar son, hasta qué
punto el Soporte Lógico hace parte de un Bien Literario y hasta cuándo hay qué esperar para que los
creadores de bienes encargados de satisfacer las necesidades en cuanto a computadores se sientan seguros
para que sean emprendedores en este campo y que sientan que están protegidos tal y como lo promulga el
Artículo 63 de la Constitución Política de Colombia