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Calidad de–Corriente
Calidad de
Eléctrica
Corriente Eléctrica

Técnicas de Mitigación

En Español

Andreas Sumper
CITCEA , UPC

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1 Introducción
La calidad de suministro, tal como se define en [1], abarca la continuidad o
disponibilidad, la calidad de onda y la calidad de atención al cliente. Los dos primeros
puntos son aspectos técnicos y se tratarán a continuación. El tercero es importante al
tratarse de un servicio público en una sociedad cada vez más dependiente de la
energía eléctrica, aunque aquí no se aludirá.

Hasta no hace mucho, la ausencia de suministro eléctrico era el problema de calidad

de suministro al que se prestaba más atención, y probablemente al único. Esto es
comprensible pues las consecuencias, a diferencia de otros problemas, eran
evidentes: no funcionaba la iluminación, los ordenadores, los motores, los robots,
etcétera. Seguramente existían otros problemas, pero no representaban una
preocupación porque sus efectos no eran visibles. De esta manera, la calidad de
suministro estaba ligada a la continuidad, es decir, disponibilidad.

El aumento de equipos sensibles a la calidad de suministro por la electrónica que

incluyen y la mayor criticidad de las instalaciones provoca que cualquier desviación de
los valores de la tensión, la corriente o la frecuencia, es decir, la calidad de onda,
pueda provocar un mal funcionamiento de los equipos o un fallo. Por ejemplo, podría
producirse el reinicio de los servidores de un centro de datos por un hueco de tensión
o el disparo intempestivo de las protecciones térmicas por un elevado contenido de
armónicos. Basta pensar los efectos que esto produciría en un hospital, en un banco o
en el negocio de las telecomunicaciones.

Así, ha aumentado la preocupación por los efectos que la ausencia o una mala calidad
de suministro puede implicar porque comporta tanto peligro para vidas humanas como
pérdidas económicas significativas. Sin embargo, las medidas para mitigar problemas
de calidad de suministro cuestan que se lleven a cabo debido a que la decisión sigue
siendo un tema económico y la opinión de los técnicos de las instalaciones pocas
veces es considerada en su debido grado. Sin embargo, puede que esto cambie
gracias al resultado de un trabajo a nivel europeo (ver [2]) promovido por la iniciativa
Leonardo Energy, que respalda el Instituto Europeo del Cobre, que ha intentado
actualizar un estudio económico realizado a principios del siglo XXI por el EPRI para
los Estados Unidos. El EPRI estimó que una pobre calidad de suministro representaba
un coste a la economía estadounidense de entre 120 y 188 billones de dólares cada
año. Para Europa, el resultado es de unos 150 billones de euros de pérdidas. Estas
cifras son suficientes para resaltar la importancia del tema.

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2 Origen de los problemas

Ningún negocio o actividad desea correr riesgos con su suministro eléctrico. Sin
embargo, muchos consumidores o usuarios no se han dado cuenta que sus sistemas
no son más fiables que el suministro que alimenta sus instalaciones. Si la continuidad
de operación es crítica, es necesario realizar algunas mejoras en el suministro, es
decir, acondicionar el suministro y/o disponer de sistema de emergencia y standby.
Asegurar la calidad de suministro necesaria para una instalación no es únicamente
responsabilidad de la compañía eléctrica. Es necesario una inversión extra, no
siempre bien analizada.

La percepción común entre los usuarios es que las compañías eléctricas son el origen
de los problemas de calidad y fiabilidad de suministro. Por un lado, algunos efectos
causados por eventos como rayos y despeje de faltas son claramente percibidos en
las instalaciones. Sin embargo, estos eventos representan únicamente un pequeño
porcentaje del total (aunque puede ser cierto en algunas áreas como redes eléctricas
débiles). La realidad es que un elevado porcentaje de los problemas tienen su origen
dentro de la propia instalación del usuario.

Aunque puede parecer increíble, la principal fuente de perturbaciones en una

instalación es la propia instalación. El funcionamiento normal de la instalación y de los
equipos que forman parte, incluido su arranque y parada, puede provocar la aparición
de eventos no deseados que afectan a equipos sensibles de la propia instalación si no
se han considerado en el proceso de diseño.

La creciente difusión en el uso de las tecnologías de la información y automatización

en toda actividad es la principal responsable. El aumento de la utilización de la
electrónica a todo tipo de equipos ha hecho posible la comunicación en tiempo real y/o
la operación continua. Esto aumenta la capacidad de las instalaciones mediante una
gestión eficiente de la información y la energía. Pero los equipos electrónicos son
cargas no lineales e introducen más perturbaciones en la instalación en la que se
encuentran. Por lo tanto, instalaciones y equipos sensibles se están volviendo más
vulnerables y dependientes tanto de la calidad como de la continuidad de suministro.
Un ejemplo típico de problema de calidad de suministro son los armónicos, que
pueden provocar la sobrecarga de circuitos y transformadores o el disparo
intempestivo de sobrecargados de protecciones.

Por lo tanto, la calidad de suministro debe considerarse desde la etapa de diseño de

las instalaciones. Los equipos están diseñados para funcionar en unas determinadas
condiciones nominales del suministro eléctrico. Las desviaciones pueden provocar un
aumento de las pérdidas, una baja eficiencia, un comportamiento impredecible o el
fallo de un componente. Además, hay que tener en cuenta la vida útil de los
componentes, que implica que pueden romperse. Asimismo, en la calidad de
suministro también interviene la fiabilidad de los elementos que forman parte de la
instalación eléctrica.

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3 Mejorar la calidad de suministro

Existen diferentes medios para mejorar la calidad de suministro en una instalación.

Normalmente se actúa sobre la disponibilidad, ya que es más fácil de cuantificar que la
fiabilidad y la calidad de onda, aunque hay una relación bastante estrecha entre ellos.
Sin embargo no hay que limitarse a estos términos.

Ante todo, se requiere un diseño adecuado de la instalación para reducir los fallos o
las perturbaciones en el suministro eléctrico. Los niveles de fiabilidad necesarios por
los equipos son conocidos desde el principio. Por ello, si la fiabilidad debe ser mayor
que la que proporciona la compañía de acuerdo a los niveles estándar, es necesario
realizar una inversión adicional para conseguir la calidad y disponibilidad de suministro
deseados para la instalación. Aquí, el alcance económico que supone estas mejoras
juega un papel importante en el proceso de seleccionar la solución. La inversión
adicional determina la decisión final, que debe mantenerse siempre dentro de un rango
aceptable de acuerdo a la relación coste-beneficio. En cualquier caso, los costes del
usuario asociados a las perturbaciones siempre disminuyen cuando aumenta la
fiabilidad. Por otro lado, cualquier mejora cuando la instalación ya está en servicio
puede desencadenar mayores gastos y consecuencias desconocidas, así como
mayores pérdidas económicas.

Existen diferentes equipos y configuraciones que pueden mejorar la calidad de onda y

continuidad del suministro para las cargas e instalaciones críticas (ver siguiente
apartado). Sin embargo, cada instalación es única y requiere una evaluación
económica y del riesgo para cada una de las opciones posibles. El usuario debe hacer
su elección en función de diferentes parámetros como el coste, el tipo de perturbación
más usual, la red pública de suministro, las características y la criticidad de los equipos
e instalaciones a proteger, etc. Por supuesto, es siempre recomendable apoyarse en
el consejo de expertos si es necesario un análisis en profundidad.

No obstante, antes de describir estos equipos es necesario recordar que hay un factor
que influye en la fiabilidad y disponibilidad del suministro eléctrico. Éste es el factor
humano, la mayoría de veces desestimado u olvidado, aunque tiene un peso
importante. Es un factor que siempre está presente porque prácticamente cualquier
problema de suministro implica una intervención humana, tanto antes o después del
suceso. Por eso también debe considerarse durante la etapa de diseño de la
instalación, aunque es muy difícil hacer frente a este punto porque depende de los
conocimientos, formación y experiencia del personal implicado.

El principal instrumento para evitar errores humanos es la formación continua tanto

teórica como práctica. Un error humano se puede cuantificar por la consecuencia de
su acción, por lo que si la formación puede parecer cara, basta evaluarla para ver el
alcance de la ignorancia. La formación proporciona una mayor comprensión de las
tecnologías y los problemas de suministro, además del funcionamiento de la propia
instalación.

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También puede incluirse en la conceptualización de la instalación la filosofía de

sistema robusto, con la finalidad de reducir al mínimo los ratios de posibles errores
humanos. Esto se puede conseguir mediante dos estrategias: la tolerancia a fallos
(eliminación de puntos singulares de fallo) o la redundancia (circuitos o equipos
alternativos). Disponer de piezas de recambio o diversificar entre diferentes fabricantes
puede también ayudar. Por supuesto, muchas de estas medidas significan importantes
inversiones extras.

Además, debería se obligatorio más que recomendable establecer protocolos de

emergencia y de mantenimiento al mismo tiempo que el diseño de la instalación se
lleva a cabo. Un protocolo de emergencia fija las acciones que los operarios deben
seguir para devolver la instalación a un estado seguro. Y por otro lado, como los
equipos y sus componentes tienen una determinada vida útil, los procedimientos de
mantenimiento hacen posible la reducción del riesgo de una operación errónea o de
fallo. También sería recomendable incluir desde el diseño un sistema de control y
supervisión del suministro eléctrico a fin de alcanzar mayores índices da fiabilidad.

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4 Generalidades técnicas de mitigación

El diseño de un sistema de suministro eléctrico adecuado es un compromiso entre los

niveles de inversión de los usuarios y los costes de operación que las compañías
eléctricas realizan para cumplir con la necesidad de asegurar los estándares de
calidad y la fiabilidad y calidad que los usuarios quieren o necesitan. La mayoría de las
perturbaciones están más allá del control de las compañías eléctricas debido al gran
número de agentes que forman un entorno complejo.

Además, respecto a los estándares de calidad de suministro, los usuarios son parte
partícipe para asegurar la disponibilidad de suministro para la correcta operación de
sus instalaciones. Pero una elevada disponibilidad no se obtiene por azar. Es el
resultado de un diseño y mantenimiento cuidadoso, hasta el punto que permite la
relación coste-beneficio.

La importancia de las técnicas de mitigación para mejorar la fiabilidad de las

instalaciones actuales radica en que éstas son mucho más sensibles a los aspectos de
calidad de suministro que en el pasado. La razón, como ya se ha comentado, es la
amplia utilización de equipos con electrónica en las instalaciones, que puede afectar a
algunos elementos de la instalación y/o puede verse afectado a su vez, según sus
características de compatibilidad electromagnética. Por ello, algunos equipos incluyen
algún tipo de protección, pero es normalmente sólo para las perturbaciones más
usuales.

Por lo tanto está claro que el usuario debe responsabilizarse de la calidad y la

continuidad del suministro eléctrico de su instalación. Existe un amplio abanico de
equipos disponibles para solucionar problemas de fiabilidad y calidad de suministro, y
por lo tanto, para mejorar la disponibilidad. Los equipos escogidos deben cumplir con
los requisitos necesitados en relación con la calidad y fiabilidad de suministro. El
proceso lógico de decisión sobre cómo proceder para tratar con este tema solamente
puede hacerse con datos precisos y documentados de la red eléctrica pública y las
perturbaciones típicas que pueden aparecer, y las características y criticidad de los
equipos en la instalación. Pero más allá de factores técnicos, el coste decide la
solución escogida.

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5 Técnicas de mitigación

La susceptibilidad de los equipos a las perturbaciones en el suministro eléctrico debe

conocerse en la etapa de diseño para poder determinar cómo mejorar el suministro de
acuerdo a lo que la instalación necesita. Los fabricantes de los equipos proporcionan
normalmente las especificaciones con los valores nominales y las desviaciones para
los cuales sus equipos han sido diseñados. También existen recomendaciones
promovidas por los propios fabricantes, como por ejemplo la curva de tolerancia para
equipos informáticos de la ITIC (Information Technology Industrial Council).

Este tipo de curvas muestran las necesidades que los diseñadores de la instalación
deben tener en cuenta como objetivos de diseño cuando hay equipos sensibles. Y
pueden ayudar a seleccionar la técnica de mitigación adecuada para mejorar la calidad
y continuidad de suministro. Los requisitos de alimentación pueden consistir en una
protección sencilla para evitar la destrucción o un mal funcionamiento, o equipos que
puedan permitir la operación continua de los equipos sensibles.

A nivel de baja tensión es posible distinguir entre dos tipos de técnologías de

mitigación. Un primer tipo son los acondicionadores de suministro (Figura 1), cuya
principal función es mantener los parámetros de suministro dentro de los límites
requeridos por los equipos sensibles, aunque cada equipo sólo puede resolver una
problemática específica. El segundo tipo son los sistemas de emergencia y standby
(Figura 2), que permiten mejorar problemas de calidad y continuidad de suministro a la
vez, ya que disponen de una fuente propia de energía que puede sustituir a la
compañía. Son sistemas complejos y más caros que los primeros, pero proporcionan
una mayor fiabilidad del suministro ya que ofrecen una mayor protección.

La elección final entre el abanico de tecnologías (Figuras 1 y 2) debería depender de

factores técnicos y económicos. Por ejemplo, los acondicionadores pueden
proporcionar una protección adecuada a una fracción de coste que los segundos. No
obstante, la inmunización de los equipos sensibles requiere normalmente una
combinación de todas las tecnologías disponibles. En los siguientes apartados se
detallarán brevemente estas tecnologías, que están descritas más profundamente en
[3].

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Figura 1 – Equipos acondicionadores en baja tensión

Figura 2 – Sistemas de emergencia y standby en baja tensión.

Los problemas de fiabilidad y calidad de suministro también se pueden abordar a nivel

de media tensión, pero su coste es en la mayoría de casos difícil de justificar. En este
nivel de tensión, el problema es que las compañías eléctricas son normalmente las
propietarias de la red y es necesario encontrar un interés técnico y económico común
por todas las partes. La opción más común es disponer de una segunda línea de MT
de una subestación diferente si es posible (en una ciudad puede ser posible) o de un
sistema FACTS (Flexible AC Transmission Systems) como los DVR (Dyanmic Voltage
Restorer)

Hay otras posibles opciones disponibles, como los programas informáticos utilizados
para realizar copias de seguridad de datos (como en el sector bancario o de control
aeroespacial), y otros sistemas de almacenamiento de energía eléctrica diferentes a
baterías y volantes de inercia, como los ultracondensadores, el bombeo, el aire
comprimido (CAES), térmico, SMES (Superconducting Magnetic Energy Storage).

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a) Acondicionadores de línea

Los acondicionadores de línea (Figura 1) sólo pueden solucionar problemas de calidad

de onda, ya que no disponen de capacidad de almacenamiento de energía para
permitir la continuidad de suministro. Sin embargo, su combinación permite una mayor
protección. Un ejemplo es la combinación de un transformador de aislamiento con un
regulador de tensión y una protección contra sobretensiones, que permite la regulación
de la tensión de salida además de aislamiento galvánico.

A continuación se describirán brevemente estas tecnologías, que deben seleccionarse

de acuerdo a las necesidades de los equipos o instalación críticos: monofásico o
trifásico, nivel de tensión y potencia nominal.

Filtros

Los filtros reducen la distorsión armónica en las instalaciones eléctricas y por lo tanto,
protegen a las zonas de equipos sensibles de los equipos contaminantes. Existen dos
tipos:
ƒ Filtros pasivos: se utilizan desde hace tiempo por ser una solución sencilla,
fiable y barata. Se basan en la combinación de resistencias (R), inductancias
(L) y condensadores (C). Los condensadores bloquean las bajas frecuencias y
conducen las altas, mientras que las inductancias hacen lo contrario y las
resistencias no bloquean ninguna frecuencia, aunque combinadas con
inductancias y condensadores determinan la frecuencia de sintonización del
filtro.
Los filtros pasivos se diseñan a medida para eliminar un orden de armónico
concreto en unas condiciones de carga determinadas. Por otro lado, se trata de
circuitos eléctricos sintonizados con una frecuencia no deseada para eliminarla
proporcionándola un camino hacia tierra. Si las condiciones de diseño cambian,
puede desintonizarse.
Y se asocian normalmente a protecciones de sobretensiones para aumentar la
protección contra transitorios.
Es posible distinguir dos tipos de filtros pasivos:
o EMI/RFI: eliminan interferencias electromagnéticas radiadas o
conducidas, es decir, muy altas frecuencias y ruidos.
o RL, RC, LC o RLC: reduce las perturbaciones conducidas de baja
frecuencia, es decir, armónicos en la red.

ƒ Filtros activos: se trata de una solución nueva, pero más compleja y cara que
los tradicionales filtros pasivos. Son dispositivos de electrónica de potencia
capaces de eliminar perturbaciones de diferentes frecuencias a la vez aunque
las condiciones cambien. Pueden usarse para toda una instalación o dedicados
a un equipo que introduzca en la red una cantidad significativa de armónicos
como el rectificador de los sistemas de alimentación ininterrumpida.

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Funcionan midiendo el contenido armónico aguas debajo de su punto de

instalación e inyectan el mismo espectro, pero con signo contrario. Esto
garantiza una baja tasa de armónicos aguas arriba. Por lo tanto, los filtros
activos proporcionan una selectiva e instantánea compensación de armónicos
reduciendo las pérdidas eléctricas. Además, aumentan el factor de potencia e
incluso corrigen algunos desequilibrios.
Los filtros activos son equipos comerciales que es posible poner en paralelo
hasta las centenas de kVA.

Transformadores de aislamiento

Un transformador de aislamiento es normalmente un transformador 1:1 con los

devanados primarios y secundarios separados galvánicamente por una pantalla que
permite bloquear las interferencias de alta frecuencia. También permite reducir las
corrientes de fuga ya que facilita disponer de una puesta a tierra efectiva.

Por otro lado, ciertas configuraciones de los devanados en transformadores trifásicos

permiten reducir las corrientes armónicas en el primario (3er armónico y sus múltiplos
impares) y equilibrar la corriente de cargas desequilibradas. También, un
transformador con doble devanado secundario con ciertas configuraciones posibilita la
disminución del 5º y 7º armónico.

Regulador de tensión

Un regulador de tensión mantiene la tensión de salida constante independientemente

de las variaciones que se produzcan a la entrada. Los reguladores son capaces de
solventar problemas de variación de tensión como subtensiones y sobretensiones y
spikes, pero son ineficaces ante fenómenos de compatibilidad electromagnética y
variaciones de frecuencia. Por esto se usan normalmente en combinación con un
transformador de aislamiento.
Los criterios a considerar para evaluar su comportamiento son el rango de regulación,
la respuesta ante variaciones de carga y la velocidad y flexibilidad de regulación.
Hay tres tipos de reguladores: ferrorresonantes, electromecánicos y electrónicos.

Protección de sobretensiones

Las protecciones de sobretensiones protegen a equipos e instalaciones contra picos

de tensión transitorios producidos por rayos, descargas electrostáticas (ns),
conmutaciones (ms) o prolongadas desviaciones de tensión (s). Limitan o eliminan
hasta límites aceptables las sobretensiones bloqueándolas o conduciéndolas a tierra
(así, la puesta a tierra de las instalaciones es un factor importante).
Las tecnologías disponibles son componentes de silicio (diodo zener), varistores de
óxido de metal y descargadores de gas; que muchas veces ya están incorporados en

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los equipos. Sin embargo, los únicos que soportan diferentes descargas son los
descargadores de gas.
Se diferencias en el tiempo de despeje de la perturbación y la disipación de energía.
Se han listado de acuerdo al tiempo de despeje. El orden inverso corresponde a la
máxima capacidad de disipar energía. Por ello, normalmente se combinan.

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b) Sistemas de emergencia y standby en baja tensión

Mejorar la fiabilidad de suministro en términos de calidad y continuidad necesita una

selección e instalación adecuada de los sistemas de emergencia y standby. Estos
sistemas actúan como fuentes de energía de apoyo independientes de la red eléctrica
y las perturbaciones presentes en ésta. Su principal aplicación es asegurar la
continuidad del suministro eléctrico ante una indisponibilidad programada en la red
para su mantenimiento, y cuando ésta falla o no está fuera de sus valores nominales.
Además, alguno de estos sistemas permiten tanto la continuidad de suministro como
mejoran la calidad de onda.

A fin de evitar una ausencia de suministro o una perturbación que pueden provocar
riesgo para personas o grandes pérdidas económicas, estos sistemas son utilizados
ampliamente en el sector industrial, como plantas petroquímicas y fábricas de
automóviles, y en el sector servicios, como bancos, hospitales y edificios de oficinas.
Así no se produce ninguna interrupción en el suministro eléctrico de la instalación y
así, se permite que continúe la actividad normal o una parada controlada.

Los sistemas de emergencia y standby permiten la continuidad de la actividad durante

un tiempo determinado, desde segundos hasta horas, en función de la fuente auxiliar
de energía que utilicen: combustibles fósiles, baterías, volantes de inercia y más
recientemente, hidrógeno. En base a esto, existen diferentes sistemas: grupos
electrógenos, microturbinas, sistemas de alimentación ininterrumpida estáticos o
dinámicos, sistemas de alimentación en continua. A continuación se describen los
principales aspectos de cada uno de estos.

Grupo electrógeno y micoturbinas

Los grupos electrógenos y las microturbinas son la combinación de un motor térmico

acoplado mecánicamente con un generador eléctrico. El motor térmico, que utiliza
gasoil o gas almacenado en un depósito, acciona el generador que produce la energía
eléctrica necesaria para la instalación a proteger. La capacidad del depósito determina
el tiempo de autonomía.

Abarcan un rango desde unas decenas de kW hasta algunos MW y permiten unas

autonomías largas. Disponen de un sistema de control y regulación que garantizan su
arranque automático, pero hasta después de unos segundos no pueden asumir la
carga. Por eso, normalmente se disponen sistemas de alimentación ininterrumpida que
suministren energía durante este periodo.

Sistemas de alimentación ininterrrumpida

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Los sistemas de alimentación ininterrumpida, SAI, actúan como interfase entre la red
eléctrica y las zonas sensibles y críticas de las instalaciones para proporcionar energía
debidamente acondicionada y de manera continua.
Existen tres tecnologías de SAI en función de cómo almacena la energía: dinámicos,
estáticos e híbridos.
SAI dinámico
Almacenan la energía mecánicamente en volantes de inercia. Esta tecnología
ha evolucionado desde un motor y un generador acoplados con un volante de
inercia en el eje común hasta los modernos volantes de inercia basados en
nuevos materiales y electrónica de potencia que permiten mayor velocidad de
giro y, por lo tanto, mayor capacidad de almacenamiento. Sin embargo, esta
capacidad se encuentra alrededor de pocos minutos. Además, por sus
significativas dimensiones y necesidades de espacio, hacen que se utilicen
para aplicaciones de varios MVA.
SAI estático
Son equipos de electrónica de potencia que almacenan la energía en baterías.
Se componen básicamente de un rectificador AC/DC, unas baterías
conectadas al bus de continua y un ondulador DC/AC que proporciona la
energía. En función del camino de la entrada/salida de energía en modo normal
es posible distinguir tres tecnologías (figura 3), cuyas características se
resumen en la tabla 1. En esta tabla también se muestra la clasificación según
la norma IEC 62040-3, que define el método de especificación del
comportamiento y de los requisitos de ensayo. Aquí se propone una
identificación simple con ocho dígitos: los tres primeros muestran la relación
entre la tensión y la frecuencia de la entrada y la salida, los dos siguientes la
forma de onda de la salida y las tres últimas indican las prestaciones dinámicas
de la salida.

Figura 3 – Tecnologías SAI.: a) Doble conversión, b) Standby pasivo, c) Interactivo

Los SAI estáticos cubren un rango de potencia desde decenas de VA hasta

cientos de kVA. Y como es posible ponerlos en paralelo, el sistema en conjunto
puede alcanzar algunos MVA. Para potencias pequeñas es posible encontrar
cualquier tipo de las tecnologías de la figura 3. Pero para potencias del orden
de kVA y superiores, la predominante es la de doble conversión. La autonomía
que pueden proporcionar depende de los requisitos de la instalación y de las
baterías. Normalmente oscila entre unos pocos minutos hasta una hora y se
utilizan baterías de plomo-ácido reguladas por válvula. Para garantizar la

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autonomía de diseño es necesario cuidar las baterías adecuadamente,

acondicionando la sala para garantizar temperaturas entre 20º y 25ºC y que la
carga/descarga se realice dentro de los parámetros especificados por el
fabricante de las baterías (que no es el mismo que el de los SAI).

Tecnología Doble conversión Standby pasivo Interactivo

VFI VFD VI
IEC 62040-3 (tension y frecuencia (tension y frecuencia (tension
intedependientes) independientes) independiente)
Tiempo de
Cero Corto Muy corto
transferencia
Eficiencia Baja Alta Media
Operación en modo
Continua Ocasional Intermitente
normal
Fuente de suministro
Ondulador Red Red
en modo normal
Fuente de suministro
Baterías Baterías Baterías
cuando falla la red
Coste Alto Bajo Medio

Tabla 1. Tipologías SAI estáticos

SAI híbrido
Es la combinación de las dos anteriores tecnologías. Existen diferentes
opciones, pero la más extendida es la combinación de rectificador y ondulador
con un volante de inercia conectado al bus de continua, a fin de eliminar las
baterías o ayudar a que su envejecimiento sea menor, ya que se trata del
elemento más frágil.

Sistema de continua
Existen algunos equipos que se alimentan en continua o permiten tanto la
alimentación en alterna como en continua. Los sistemas de continua consisten
en un rectificador/cargador y unas baterías que almacenan la energía. La
capacidad de estos sistemas y las potencias a cubrir pueden ser grandes,
hasta de decenas de horas y varios kVA. Sin embargo, la autonomía depende
del estado de las baterías, por lo que hay que cuidar los procesos de
carga/descarga y el acondicionamiento de la sala donde se instalan.

Comparación

De todos los sistemas de emergencia y standby en baja tensión, los más

utilizados son los SAI estáticos por su facilidad de integración en cualquier

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instalación (si no se tienen en cuenta las baterías). Sin embargo, la autonomía

que proporcionan es limitada, por lo que ante cortes o perturbaciones de larga
duración es necesario combinarlos con un grupo electrógeno o una turbina.

Tecnología Sistema de Alimentación Ininterrumpida

Sistemas
Grupo
Microturbina de
electrógeno
Dinámico Estático Híbrido continua
Características

Cortes Variaciones
Cortes Cortes de tensión
Cortes Variaciones Variaciones
Variaciones Variaciones de Cortes
Protección Variaciones de de tensión de tensión
de tensión tensión
ante tensión corta
Transitorios (para
perturbaciones duración Transitorios
Transitorios cargas
Transitorios Desviaciones
larga Desviaciones de alimentadas
larga duración de
duración frecuencia en corriente
frecuencia continua)

Desde kW Desde kW Desde Desde W Desde W

Rango Desde centenas
hasta varios hasta varios centenas hasta varios hasta varios
potencia de kW
MW MW de kW kW kW

Autonomía Muy alta Muy alta Baja Moderada Moderada Alta

Tiempo de Moderado a
Alto Casi cero Casi cero Casi cero Casi cero
transferencia alto

Muy alta Moderada Moderada

Rango de Muy alta Moderada
(depende (depende de la (depende
tiempo de (depende del Baja (depende de
del tecnología de de las
operación depósito) las baterías)
depósito) almacenamiento) baterías)

Hasta 30% (si

Hasta 45%
Eficiencia (en sólo produce
(diesel) Desde 80
el punto de electricidad) Hasta 90% Hasta 95% > 90%
Hasta 30% hasta 95%
diseño) Hasta 85%
(gasolina)
(cogeneración)

Coste de Moderado a
Muy alto Muy alto Alto Alto Alto
instalación alto

Coste
Alto Muy alto Moderado Moderado Moderado Moderado
mantenimiento

Requisitos de
Muy alto Muy alto Alto Moderado Alto Moderado
espacio

Tabla 2. Comparación de sistemas de emergencia y standby

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Bibliografia

[1] RD 1955/2000, de 1 de diciembre por el que se regulan las actividades de

transporte, distribución, comercialización, suministro y procedimientos de autorización
de instalaciones de energía eléctrica.

[2] R. Targosz, J. Manson: “Pan-European Power Quality Survey - a study of the

impact of poor power quality on electrical energy critical industrial sectors”, Electrical
Power Quality & Utilization Conference, EPQU’07, 9-11 octubre, Barcelona (España).

[3] A. Baggini: “Handbook of Power Quality”. Ed. Wiley, abril 2008.

[4] IEC 62040-3 Uninterruptible power systems (UPS) Part 3: Method of specifying the
performance and test requeriments, July 2001.

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