FILOSOFÍA EN EL PERÚ:
RETORNANDO A MARIÁTEGUI Y EL HISTORICISMO
[SUPERAR EL RACIONALISMO MARXISTA]
J. O. Obando Morán.
Junio 2009
2
ÍNDICE
- Epígrafe
- Estado de la cuestión.
PARTE GENERAL A
PARTE GENERAL B
El estado de la cuestión
Tiene que quedar claro en los lectores lo valioso de nuestra herencia espiritual y
filosófica. La hemos respetado asimilándola y cuestionándola. No usamos el camino fácil y
ridículo de desecharla para repetir la filosofía internacional y presentarse en el mercado del
consumismo filosófico como “Cristóbal Colón”. Tenemos ahora elementos potentes para
enfrentar y desenvolver una ontología y subjetividad tópica, opuesta drástica y
esencialmente a la ontología y subjetividad anatópica. Nuestros predecesores J. C.
Mariátegui La Chira, Barreda Laos, Mejía Valera, A. Salazar Bondy, María Luisa Rivara de
Tuesta y D. Sobrevilla Alcázar, trabajaron en un horizonte, nosotros usamos esa herencia
como continuación para nuestra reflexión histórica. Pero lo hacemos en otro horizonte.
Esperemos que lo sea efectivamente.
5
Y se puede afirmar, sin genero de duda, que aquello que la filosofía en el Perú ofrezca
en este siglo XXI será continuación de todo ese poderoso trabajado levantado durante el
siglo XX peruano, que nos ha de conducir a nuevos niveles de reflexión filosófica. Si la que
se ha levantado durante todo el siglo XX peruano permite realizar ya algunas novedosas
reflexiones; la consolidación de esta base histórica en este nuevo siglo hará mayor la
consistencia y posibilidades para una proyección nueva de la reflexión filosófica en nuestro
país. Persistir en esta labor es tarea lenta, segura, sin exitismo, fuertemente disciplinada y
trabajando como obreros. Las “primeras damas” o “vedettes” u “oportunistas” en esta
construcción sobran.
3. Haciendo una sintesis de la entrega Ocaso de una impostura diré que la dicha
subjetividad constituida desde la llegada hispánica ha configurado un modo de
interpretación y representación del indígena dentro de una subjetividad aristotélico-tomista
y, dentro de esta subjetividad, se ha autorrepresentado con un lugar y función
determinadas. Tal subjetividad cristalizó (objetivó, patentizó, apareció), se constituyó (el
sentido que cobró lo patentizado), y desplegó (desenvolvió y extrapoló) ensamblado en la
construcción de las relaciones sociales y humanas de tipo feudal Y donde el mundo
indígena tuvo un lugar deficitario, déficit que se extrapoló a todas las clases sociales
dominadas en el transcurso de nuestro devenir como nación en formación.
Tal ensamblamiento dio vida a una subjetividad premoderna de tipo feudal donde lo
ontológico, es decir los principios generales a partir del cual se interpreta la realidad total
de la época, configuró una concepción de lo óntico (la simple realidad sin interpretación
total o global) que no correspondía a su origen, esto es tomista y europeo-feudal. Y a partir
de esta realidad, este óntico, se vio modificada la tal representación original ontológica, y
cristalizó en nuestra subjetividad como ahistórica y atemporal.
Esto permite decir que el estrato intelectual en el país sigue dominado por el patrón
semifeudal de pensamiento, porque al no existir política y socialmente una efectiva
modernización de nuestra sociedad como nación, esto es en el orden del pensamiento, el
déficit no podía ni puede ser menor, esto es, el déficit tenía y tiene que expresarse
filosóficamente. Para ser más exacto, el déficit semifeudal en el orden del pensamiento del
estrato intelectual estriba en tres aspectos:
En general este déficit del estrato intelectual nuestro resulta un déficit precartesiano,
donde el autoentendimiento, que es herencia cartesiana, aquí nunca implicó una reflexión
filosófica significativa. Por ello que nunca se entendió, tampoco, la reflexión de Kant
como una tarea de construcción y fundamentación ontológica. Sordera metafísica que
después abatirá, anemizará, debilitará o rebajará lo esencial de la recepción de cualquier
metafísica posterior en nuestra reflexión filosófica.
A veces da la impresión que la sordera metafísica nuestra nos hubiese dado un enorme
talento para el interés histórico o ¿será acaso que nuestra intuición histórica nos llevó por
el sendero de primero consolidar toda metafísica desde la historia? o ¿será que el idealismo
en los inicios filosóficos del siglo XX peruano nunca llegó a derrotar al historicismo, o al
menos a la historia de la filosofía, y antes que anatopismo idealista filosófico se prefirió el
silencio del trabajo histórico filosófico? No sé cual es la respuesta. Solamente sé que el
efecto fue poderoso y quien sabe en este siglo XXI peruano vayamos más allá de la
filosofía anatópica. Una venganza total de nuestra miseria política real.
Así, el autor investiga la génesis y genealogía del paradigma que modela el pensar de
nuestro pensar, o las vigas que sostienen como hilos invisibles nuestra concepción de
pensamiento, y que tal paradigma desde el cual pensamos el ser y nuestro pensar es el
intelectualista-racionalista. A tal paradigma oponemos el paradigma aplicado, del ser sujeto
al espacio-tiempo y de la relación sujeto-objeto que se resuelve teóricamente en lo
concreto-pensado, es decir, el inmanentismo radical. Pero esto es otra cuestión
1
No tengo clara la resignación y vocación derrotista de cierto sector del estrato intelectual peruano, ex-progresista y ex-
marxista, y la asunción implícita del fin de la historia a raíz del revés del socialismo real, no tengo claro, reitero, cómo
implica el fracaso del socialismo real como proceso histórico-político con la realización del socialismo marxista. La
realización histórica del estado feudal o del estado liberal estuvo sujeta a movimientos de luchas con triunfos y derrotas
de las fuerzas que encarnaban la renovación histórica. No tengo claro por qué históricamente con el socialismo habría de
ser diferente. Naturalmente que me niego totalmente a aceptar la tesis del fin de la historia de manera implícita o explícita
por ser históricamente antirreal e inimaginativa. Y no tengo claro, en la eventualidad de que el marxismo sea un fracaso
total, ¿qué tiene que ver la resignación y el derrotismo con la explotación clasista en el planeta que engendra angustia,
rebeldía y revolución en los explotados? Si el marxismo fracasa como teoría habrá otra teoría que la reemplace y quien
sabe sea mucho más eficaz. ¿La resignación, el derrotismo y el conformismo implícito con el fin de la historia de cierto
sector del estrato intelectual peruano implica el fin de la explotación clasista de las masas y su aspiración real a una vida
material y espiritualmente superior? Estimo que no implica el fin de una ni de otra. ¿E implica internacionalmente el fin
de la violencia clasista o la exportación de la misma? Tampoco. La existencia de la propiedad privada de los medios de
producción sigue siendo la fuente de la cual irradia la dos centrales miserias humanas: la material y la moral.
9
PARTE GENERAL A
SECCIÓN I
11
(1) Kant
Kant a partir de la Crítica de la razón pura inaugura todo el largo camino de la filosofía
contemporánea que se inicia con el idealismo clásico alemán, del cual Kant es su iniciador.
Y se inicia también el largo proceso de lo que llamaremos, en términos generales, la
postilustración o postmodernismo de signo alemán. El trabajo de Kant mencionado indica
que la estructura apriórica del espacio-tiempo funciona como condición de posibilidad del
fenómeno en general, que sería activado por el contacto con lo real. Y que a través de la
intuición sensible, dado en el fenómeno en general, sirve para que este se torne fenómeno
específico, esto es, conocimiento.
En todos los casos, como fenómeno en general, como conocimiento, como razón, este
“algo” es una “X” del cual no podemos decir absolutamente nada. ¿Y se podrá deslindar
con el racionalismo cartesiano y el racionalismo berkeleyano?. La respuesta es afirmativa.
Para Descartes y el racionalismo posterior de base wolffiana la activación del proceso
formal, del pensamiento, necesita de la intuición sensible que percuta lo real y de allí sigue
su propio camino en el entendimiento.
De esta manera Kant salva lo real y deslinda con el empirismo que se niega a aceptar
la posibilidad de conocer este real, pero si podemos conocer la realidad dada en nuestras
percepciones o representaciones. Pero no se compromete gnoseológicamente porque lo
dado de lo real en la intuición sensible y, de esta intuición sensible en la experiencia ---la
representación de algo objetivo--- que sirve de motor para activar las fases del
conocimiento y la razón, no podemos decir nada. Es una X.
Y le sirve para deslindar con el racionalismo en la línea de C. Wolff que quería que la
razón se justifique a sí misma siendo esta razón la única autorizada para decir de
absolutamente todo sea esta experiencia, conocimiento o razón, se opone entonces a las
pretensiones desmedidas de la razón. Se opone a todo aquella experiencia que no esté
enmarcada como posibilidad en este espacio-tiempo apriórico. Deslinda, a su vez, con el
racionalismo representacionalista u objetivo de este Wolf para quien lo que la experiencia
contiene como conocimiento es objetivo, es conocimiento realmente existente, es un
contenido objetivo. De aquí la idea de que basta la estructuración racional para dirigir lo
real, sea lo que este fuera. Pero es claro que no hay nexo alguno.
Pero hay un ámbito más que tomar en cuenta, y es que Kant percibe en ambos casos,
sea el racionalismo de la razón o sea el racionalismo de la percepción, pero centralmente
en el primero, que éste confunde el ámbito del entendimiento con el ámbito de la razón. En
otros términos, que los contenidos del entendimiento no pueden ser concebidos como
idénticos a la razón o se puede jugar con elementos que proceden del entendimiento como
si fuesen de la razón. Y, a su vez, se trata de asumir el problema de cómo es posible que los
juicios particulares, de la experiencia o del conocimiento dado en el entendimiento, puedan
tener un status general, es decir pasar de juicios sintéticos o particulares, a juicios
universales, o para usar un lenguaje nada kantiano: a juicios sintéticos-universales.
Kant de esta manera no resulta la síntesis del empirismo y del racionalismo como se
afirma tradicionalmente, Kant es la síntesis del racionalismo de la razón y del racionalismo
de la percepción, Kant no quiere de manera ninguna la preeminencia del materialismo de la
ilustración que se mostraba poderosamente empirista lockeano y hacia concesiones al
13
Por otro lado Kant en la dialéctica trascendental había puesto la reflexión en otro
ángulo; si el antiguo racionalismo o el racionalismo de la razón había confundido
entendimiento y razón había que aclarar el problema. A esto le dedica varias secciones de la
dialéctica trascendental, los efectos negativos y el efecto positivo de la misma. En los
efectos negativos denuncia (el problema de alma, el cosmos y Dios) que el racionalismo
de la razón al dejar de lado el lugar del fenómeno y cómo se constituye en el
entendimiento, y cómo este entendimiento resulta al final quien alimenta la existencia de
esta razón, aunque no sepamos decir nada de ella, de la razón, en última instancia podemos
saber que al distinguir las cosas, lo que corresponde al entendimiento y la razón y el lugar
central del fenómeno en esta distinción, podemos estar más claros al manejarnos en nuestra
reflexión filosófica.
Es así que aborda el lado negativo de esta confusión entre entendimiento y razón,
grosso modo diré que la acusación central o la crítica central de Kant radica en decir lo
siguiente: que en última instancia resulta erróneo pretender decir nada de la razón
aplicando las categorías del entendimiento o el conocimiento científico. Para decirlo
contemporáneamente: no es posible decir nada de la razón usando categorías aplicables a
lo que llamamos conocimiento o las categorías que proceden de la ciencia objetiva. Y el
status de la razón no da cuenta de sí mismo pero sí permite entender el proceso que va del
fenómeno al conocimiento. Pero, de manera absoluta, el conocimiento no permite decir
nada, ni menos determinar, el status incognoscible del principio de la razón, ni tampoco
decir nada de esta razón misma.
Veamos ahora la estrategia filosófica de Hegel. Kant puso en la pista de una serie de
problemas, pero centralmente situar en otro nivel el abordamiento de la razón aunque haya
sido su reflexión una conclusión negativa respecto a esta misma razón, es decir que en
última instancia no podemos decir nada de ella, no podemos conocerla. Y mucho menos de
lo que ella puede implicar, esto es fenómeno y entendimiento. El punto de partida entonces
ha de rebatir, por consiguiente, si nuestra conciencia refleja algo, si nuestra conciencia
refleja un contenido, una esencia.
En síntesis, tenemos entonces que los cimientos de la dialéctica fueron puestos por
Kant, que el gran referente de Hegel y que Kant habría hecho una aproximación negativa a
la dialéctica.
En última instancia, entonces, Kant no podría decir nada tampoco de esa razón porque
decirlo lo colocaría en la orilla del entendimiento. Al final el problema sería “sentir” la
autoconciencia o, en su defecto, que quede reducido al individuo solipsista. Porque
tampoco sería transferible la comunicación de lo que significa. Y de aquí sale la tesis de la
razón como “incondicionada” (y, por consiguiente, inabordable). Kant sin embargo no llega
a tanto en su razonamiento. Y, estimo que en la dialéctica transcendental Kant se da una
licencia para violar su propia limitación respecto a la razón.
Aquí el problema es, entonces, entre pensar, es decir, la razón del individuo como
absoluta, actuante, incondicionada e inabordable, que nos capacita para decir del ser. El
principio de la razón, ¿qué es?. No es razón, tampoco es entendimiento. Se trata de un
metaentendimiento. Es un metaentendimiento que está en el pensamiento en tanto en
cuanto dado como razón y entendimiento. Por tanto, el pensamiento tiene el nivel del
entendimiento (también llamado razón instrumental) y el metaentendimiento. De donde el
metaentendimiento se relaciona con la razón en tanto en cuanto permanente capacidad de
decirnos sobre el ser. Por tanto, todo entendimiento ha de expresarse como
metaentendimiento. Mas el metaentendimiento no apresa nunca el pensar.
del ser por este metaentendimiento está siempre condenado al fracaso. Y es algo con lo
que el filósofo ha de vivir permanentemente. Solamente en el filósofo, en el creador de
filosofía, cabe metaentendimiento. Los demás, es decir, todos los demás mortales que hacen
filosofía, lo hacen sobre la fase de lo reducido por este metaentendimiento, o sea, a
entendimiento. La otra forma es indagar sobre lo relacionado con el metaentendimiento.
Aspecto lícito para cualquier persona que se dedica a la filosofía.
En realidad en este siglo XX vivimos un proceso de tal tipo y desde los griegos, aquí
en occidente, nos moveríamos en ese proceso. Sólo que lo vemos claramente en el proceso
intelectual de las clases dominantes, pero no de las dominadas. Y tal proceso es desigual. A
estas reconstrucciones de lo concreto-pensado o de la totalidades contradictorias
mostrarían, a su vez, las generalidades que llamamos “leyes”, que emanan precisamente
del proceso del ser en la historia como inmanente. Este proceso es nuevo y lo creemos
reducido a su expresión meramente lógico-formal. Pero esta más allá de esto.
Para muestra de otro tipo de dialécticas remito a un ejemplo (podría remitirse a otros
ejemplos relacionados con algo así como “la dialéctica en el siglo XX y XXI después de la
caída del Muro de Berlín” y la construcción del Muro de Cisjordania, del Muro de la
frontera México-USA, el Muro de Marruecos, la Alambrada de Ceuta, et cetera”).
Volvamos al punto:
17
cada una” (p. 169). El particular al quedar expresado en el concepto, que resulta su
universal, torna al particular en el opuesto del universal, es su negación (p. 175).
Pensar y metaentendimiento.
Por lo demás tenemos que distinguir entonces los sentidos de la palabra razón. Razón
como pensar, es decir como posibilidad del ser; razón como principio de la razón, es decir
metaentendimiento; y razón como entendimiento. Nos parece que la distinción entre nóesis
y noemático es una distinción precisa de Husserl quien mejor entendió este problema. Pero
lo noemático hay que distinguirlo en dos sentidos: a) como razón en sentido de
metaentendimiento, b) razón como entendimiento. Estimo que Husserl cometió el error
inverso, para evitar el metaentendimiento cayó en la tiranía del entendimiento, es decir,
19
¿Será posible revivir metafísicas al margen de esta cuestión?. Estimo que no. ¿Será
posible que coexista con la nueva ontología, la ontología del espacio-tiempo y el ser
existiendo naturalistamente?. Estimo que sí. ¿Y la exigencia marxista de pasar del
entendimiento natural a la razón que era la demanda de Kant y Hegel será posible? Estimo
que sí. Y sí este fuese el caso ¿cómo será? Será el metaentendimiento marxista, en realidad,
una nueva forma de entendimiento desplegado funcionado como entendimiento.
20
Sumilla: En este ensayo se pone de relieve a partir de la reflexión de Hegel el nuevo lugar
que toma la filosofía como dialéctica y como se ha de desenvolver, esto es como sentido
común por medio de lo polótico, para que la filosofía adquere el lugar de la religion
Opino que el problema estriba aquí en averiguar cuál es el lugar, en la reflexión hegeliana,
del sujeto empírico respecto a los fines de la idea absoluta. Podría pensarse que es sólo la
pugna entre verdad y error en la conciencia autor reflexiva del ser humano. Estimo, sin
embargo, que no es suficiente. Sería asumir que Hegel no traspasa los límites de la nueva
comprensión racionalista.
"El hombre, tal como es de un modo inmediato, como conciencia natural en si, es bueno;
como singular es absoluto y otro es para él; y, como para él en tanto que animal conciente
de sí los momentos tienen la significación de la universalidad, todo es para su placer y su
delectación ...su singularidad tiene también en ella su mas allá, puede ir más allá de sí
mismo y destruirse. En contraste con ello, la razón es para él un medio útil para limitar
convenientemente este ir más allá, o más bien para conservarse a sí mismo en el ir más allá
de lo determinado; pues ésta es la fuerza de la conciencia. El goce de la esencia conciente
en si universal debe ser él mismo, en cuanto a la multiplicidad y la duración, no algo
determinado, sino universal ..." [Cuba, l972, pp 330-33l].
21
Sin embargo unas tres décadas después en Lecciones sobre la Filosofía de la historia
universal (l837) sugiere que la exposición del espíritu, lo que es en si, es obra del filósofo.
Pero la natural interrogante que brota de aquí es esta: quién realiza lo que es en sí en el
proceso de la historia?.
"Hay que considerar, por tanto, el espíritu de un pueblo como el desarrollo del principio,
que está encubierto en la forma de un oscuro impulso que se expansiona y tiende a hacerse
objeto. Este espíritu del pueblo es un espíritu determinado, un todo concreto, que debe ser
conocido en su determinación. Siendo espíritu, sólo puede ser aprehendido espiritualmente,
mediante el pensamiento; y nosotros somos quienes concebimos el pensamiento" (Madrid,
l974, p. 69, Int).
De esta escandalosa afirmación se sigue, por tanto, que la masa empírica realiza la
filosofía por lo político. Esto implica: A) que la masa hace filosofía al hacer política, B) que
la masa hace política al hacer filosofía. Implica, igualmente, otros dos aspectos; l) que se
22
Estimo, en síntesis, que es este importante aspecto ¿cómo realiza la masa la filosofía?
el que ha sido totalmente ignorado. Inquirir sobre esto nos ha llevado por un sin fin de
aspectos. Como pensador peruano me baso en mi tradición teórica y, como materialista, me
baso en nuestro pensador más avanzado y completo, J. C. Mariátegui. El es el principio y el
fin de esta reflexión.
23
UNO
Las variadas filosofías que prevalecen en esta época obedecen sustancialmente a que carece
de un mito que les de cohesión y unidad (11; pp. 24-25). Esto inevitablemente exaspera el
individualismo v el subjetivismo (11; pp. 24-25). Esta carencia de un mito cohesionador ha
sido provocado por el criticismo que ha terminado por minar la filosofía burguesa (l2; p.
l03.)
DOS
Si la filosofía liberal en fase ascendente fue guiada por el empirismo "materialista, y afirma
J. C. Mariátegui que en la actual época ha cesado la ideología liberal elaborada en la fase de
libre concurrencia, está sugiriendo con ello que la filosofía en la era imperialista ha perdido
su condición de objetiva perdida en el escepticismo. Luego, su requisitoria apunta a los
presupuestos gnoseológicos.
Cuál es la razón histórica para que esta filosofía de la era imperialista esté en la situación
que está?. Afirma el fundador del partido Socialista que "bajo el régimen burgués se han
creado nuevas formas de producción. La industria se ha desarrollado extraordinariamente
impulsada por la máquina. Han surgido enormes empresas industriales. La expansión de
estas nuevas fuerzas productivas no permite la subsistencia de los antiguos moldes
políticos. Ha transformado la estructura de las naciones y exige la transformación de la
estructura del régimen. La democracia burguesa ha cesado de corresponder a la
organización de las fuerzas económicas formidablemente transformadas y acrecentadas. Por
esto la democracia está en crisis... La crisis de la democracia es una crisis del parlamento
(4; p. l35). Y en el antes mencionado punto tres de los Principios Programáticos sintetiza la
misma idea (l3; pp. l59-l60).
TRES
Si bien la era imperialista se expresa como un cambio en lo económico afectando con ello a
las naciones, en todos los casos como afecta, tiene un desarrollo desigual. Unas naciones
han llegado a una regular organización democrática, mientras que en otras subsisten densos
residuos de feudalidad. Todas siguen la misma dirección pero en unas se cumple más
rápidamente que en otras (6; p. l4).
El marxismo, como especulación filosófica, toma del pensamiento capitalista todo aquello
que hace a éste vacilante ante sus extremas consecuencias, éste renuncia a seguir adelante,
retrocede, se niega a continuar su obra (l4; pp. l02-l03). De esto se sigue que el
imperialismo es retroceso histórico en todas sus formas y, como tal, afecta también a las
naciones expresado como desarrollo espiritual desigual.
Otro aspecto más de esta era imperialista, que merece destacarse, es que si antes de esta era
imperialista la burguesía pudo unimismar a los "idealistas" bajo sus banderas y enfrentar
sus enemigos políticos, el clero, la nobleza, etc..., en la actual era, ante el embate socialista,
se reconcilia con todos sus anteriores enemigos ideológicos, la iglesia y todas
supersticiones, favoreciendo a la teología, además de asumir las posiciones de los
reaccionarios que más reciamente combatiera cuando la burguesía era revolucionaria y
liberal. Y otra vez encuentra en las filosofías idealistas a sus proveedores (l4; p. l06)
Afirma, como otra característica de la filosofía en la era imperialista, que las clases que se
han sucedido en el dominio de la sociedad han recubierto sus móviles materiales con una
mitología que abonaba el idealismo de su conducta. El socialismo, renuente a esas
supersticiones, obliga al amotinamiento de todas las supersticiones espirituales contra éste.
Es el cónclave del fariseísmo universal (l4; p, l05). En sentido estricto, la filosofía burguesa
se muestra deliberalmente miedosa de la lucha de clases y del socialismo (l4; 45 y 79 - 80).
25
Finalmente, hay que ver el papel de revisionismo en este sumario repaso. Antes de la guerra
la filosofía historicista, evolucionista y racionalista los unía por encima de las fronteras
políticas y sociales, tanto conservadores como revolucionarios aceptaban las consecuencias
de las tesis evolucionistas. Coincidían en la adhesión a la idea del progreso y la aversión a
la violencia. (7; pp. l3-l4)
CUATRO
Pero así como Lenin ha precisado el camino a seguir para el proletariado y, más
globalmente, para el socialismo y el marxismo en la era imperialista, el leninismo, hay otras
cuestiones significativas.
La más llamativa radica en su filosofía del hombre. Afirma JCM que el hombre es un
animal metafísico. Se vive fecundamente con un mito, sin él la existencia del hombre
carece de sentido histórico (8; p. l9). Al hombre cotidiano hay que proponerle una fe, un
mito, una acción (8; p. 2l).
Polemizando con el revisionismo sobre la filosofía del hombre afirma enfáticamente que la
moral de productores emerge, se forma en la lucha de clases, librada con ánimo heroico,
con voluntad apasionada. Lo sublime proletario no es utopía intelectual y menos hipótesis
propagandística (l4; p.59). La construcción del nuevo orden no es tarea para la masa amorfa
de parias y oprimidos guiados por prédicas evangélicas, alimentada de compasión y
envidia. La moral, de los productores emanada de la lucha de clases es una moral sublime y
heroica, aquí radica su ascensión espiritual como clase (l4; pp. 72-73).
Finalmente, JCM enfrenta a una tesis manida relativa a que la concepción materialista es
incompatible con los valores espirituales. La concepción materialista del universo
produce también grandes valores espirituales (l4; p. l03). "El materialismo marxista
compendia... todas las posibilidades de ascensión moral, espiritual y filosófica de nuestra
época" (l4; p. l04).
CINCO
Pero en un sentido más preciso, ¿cuál es el papel, de la filosofía?. Para aclarar esto me
remito a una cita "La filosofía recobra aquí su clásica función de ciencia universal, que
domina y contiene todas las ciencias y que se siente destinada, no sólo a explicar e iluminar
la vida, sino a crearla, proponiéndole las notas de una incesante superación. El filósofo
26
retorna a una tradición en que encontramos a Platón y su República, para aplicar todas las
conquistas del conocimiento a la concepción de un arquetipo o plan superior de sociedad y
civilización (l; pp. 78-79). Y tres años después dirá sobre lo mismo "Los profesionales de la
inteligencia no encontrarán el camino de la fe; lo encontrarán las multitudes. A los filósofos
les tocará, más tarde, codificar el pensamiento que emerge de la gran gesta multitudinaria"
(8; p. 23)
SEIS
El último tópico corresponde al llamado pensamiento hispano americano. Afirma JCM que
"Todos los pensadores de nuestra América se han educado en una escuela europea. No se
siente en su obra el espíritu de la raza. La producción intelectual del continente carece de
rasgos propios. No tiene contornos originales. El pensamiento hispano-americano no es
generalmente sino una rapsodia compuesta con motivos y elementos del pensamiento
europeo (9; p. 25)
De la exposición de los puntos anteriores se puede completar esta afirmación diciendo que
el carácter ecuménico del capitalismo como el socialismo le da a la cultura ese rasgo
ecuménico, universal (l3; pp. l59-l60,l6l). e, igualmente, que el pensamiento
hispanoamericano por su sujeción política al imperialismo ve también sujeta su
superestructura dándole a ésta las características de un desarrollo desigual por la incidencia
imperialista (4; p. l35). Pese a todo no existe un determinismo mecánico entre lo
imperialista y un país, entre lo exterior y lo interior (l4; p. 68, 88)
1. Funda su reflexión en la tesis de que ésta es la fase imperialista y que, por tanto, ha
colapsado el pensamiento liberal de la fase de libre concurrencia, luego, ha comenzado a
tramontar la cultura, la civilización, la superestructura liberal para devenir liberal
imperialista.
2. Esta fase imperialista ha implicado escepticismo, relativismo, criticismo y subjetivismo,
tanto en lo gnoseológico como lo moral, imprimiéndole su sello al pensamiento liberal
actual, minándolo.
3. La filosofía de la fase imperialista es la declarada aceptación de que no podemos conocer
el proceso histórico-social.
4. Es consustancial al pensamiento liberal de la fase imperialista el pesimismo histórico.
5. El Pensamiento liberal de fase imperialista es incapaz de distinguir entre verdad absoluta y
verdad relativa, incapacidad puesta de manifiesto en lo gnoseológico.
6. La filosofía liberal en la era imperialista encubre sus móviles económicos tras un supuesto
idealismo de la conducta.
7. El pensamiento liberal de fase imperialista ha terminado por conciliarse con todo aquello
que antes combatía duramente, las supersticiones y demás, globalmente el idealismo.
27
8. El pensamiento liberal de fase imperialista no tiene nada que ofrecer a las masas para
llevarlas tras de sí aparecido el proletariado en la escena de la historia, quien maneja una
filosofía firme, coherente y dogmática.
9. La diversidad ideológica, característica del pensamiento liberal de fase imperialista, no es
reflejo de libertad y creatividad, expresa, por el contrario, falta de unidad de principios y
esperanzas que sí poseía cuando era revolucionaria, es decir, liberal, y dejaba de lado sin
más trámite el pensamiento filosófico idealista (encarnado en el pensamiento y clase
feudales).
10. La llamada libertad de pensamiento siempre está en función al interés de una clase, se le
reivindica o niega conforme el interés de una clase.
11. El marxismo es una filosofía revolucionaria, y lo es también en el orden práctico, tal
condición revolucionaria es permanente (pasando por diversas fases) hasta la consecución
del objetivo trazado, el comunismo.
12. El revisionismo filosófico de la II Internacional ha terminado por reconciliarse con el
pensamiento liberal, toma de la fase filosófica de libre concurrencia y lo pone corno
novedad en la fase imperialista con fraseología marxista.
Del filosofar.
De lo específico hispano-americano.-
De lo específico peruano.-
1. Nuestro país es semifeudal y semicolocial dominado por el imperialismo que se halla
enraizado a la feudalidad aún subsistente.
2. La superestructura está condicionada por este hecho político y económico.
28
BIBLIOGRAFIA
1. "Indología" por José Vasconcelos, 22/X/l992, Vol. l2 de las Obras Completas Populares
(OCP), Editora Amauta, Lima.
2. El crepúsculo de la civilización, l6/XII/l992, vol 7.
3. El ocaso de la civilización europea, V/l923, Centro de Trabajo Intelectual Mariátegui
(CTIM), Lima.
4. Crisis de la democracia, 25/IX/l923, vol 8.
5. La crisis filosófica, l6/XI/l923, en "Acerca del carácter de la sociedad peruana. Inédito de
J.C. Mariátegui" con prólogo de C. Lévano (folleto).
6. Lenin, III/l924, CTIM,.
7. Unidad de América Indo-Española, 6/XII/l924, vol. l2.
8. Dos concepciones de la vida, 9/I/l925, vol 3.
9. El hombre y el mito, l6/I/l925, vol 3.
10. Existe un pensamiento hispa no-americano?, l/V/l925, vol. l2.
11. Pesimismo de la realidad y optimismo del ideal, 2l/VIII/l925, vol. 3.
12. La realidad y la ficción, 25/III/l926, vol 6.
13. La historia económico social, l0/XIl/l926, vol. ll.
14. Principios Programáticos del Partido Socialista, oct./l928 vol. l3.
15. Defensa del marxismo, l930, vol. 5.
29
Este título significa una cuestión simple: qué tipo de filosofía necesitamos. Para abordar
el tema presente centraré inicialmente en un conjunto de cuestiones previas.
a. El campesinado.-
La actitud de Marx cambia, en el Manifiesto Comunista los trata con dureza. En el l8
brumario admite la alianza de ésta con el proletariado campesino. Esta última será su
posición permanente luego. Los críticos del marxismo se quedan con el Marx del
Manifiesto Comunista pero ignoran el Marx del l8 brumario.
b. El problema colonial.-
Mantienen puntos de vista limitados, la razón es la siguiente: comienza el proceso mundial,
de colonización. El problema será abordado por la II internacional al extenderse el
fenómeno ampliamente por los países de Asia y África.
30
I. a. La II internacional.
Manejó un criterio mecánico del marxismo. Esta tesis se resume en que para que haya
revolución la captura del, poder sin haber llegado a este nivel es aventurerismo, forzar las
cosas, social es necesario, primero y obligadamente, el desarrollo máximo de la fuerzas
productivas. Pretender voluntarismo.
La posición de V. I. Lenin por la década del l0 centra en las importantes luchas que se dan
en China, Persia, India. Afirma que en los países oprimidos, predominantemente agrarios,
la debilidad del sector capitalista era la garantía segura para hacer revolución. La
revolución socialista no sería única y exclusivamente de los proletarios contra sus
burguesías, sino igualmente de las colonias contra sus opresores. V. Lenin introduce al
campesinado en la teoría y estrategia marxista junto al proletariado de vanguardia. Esta
afirmación leninista para los países oprimidos significa dar más peso a lo político que a lo
económico.
b. La política colonial
Existía en el ambiente político e intelectual europeo influenciado por la II internacional
(como en el sector no-socialista) la idea muy difundida de que el colonialismo significa
mejorar la suerte de los obreros europeos y retrasar la revolución social en Europa, La II
internacional cree en la importancia de los colonizados y concibe su liberación dentro de
los marcos antes expuestos.
c. La posición leninista
En la obra El imperialismo fase superior y última del capitalismo desarrolla de forma
sistemática la idea que va madurando desde l907 en lo siguiente:
Acerca del papel de burguesía en la revolución afirma Lenin que un movimiento burgués
que debe ser apoyado por los comunistas es el que permite la organización del campesinado
y de las amplias masas explotadas. No negaba cierta cooperación con los elementos
31
El comunista ruso habla constantemente de que hay que adaptarlas instituciones soviéticas,
incluso el partido comunista en su composición y tareas particulares, al nivel de los países
campesinos de Oriente colonial.
Esta reflexión ha pasado por distintos momentos antes de devenir en un nuevo "ismo",
cuyos momentos se consideran los siguientes:
1. la experiencia china tiene valor paradigmático para los países que confrontan las mismas
características.
2. es encarnizado en la lucha contra el falso marxismo de los soviéticos.
33
En estas consideraciones hay aspectos sobre los cuales me permito llamar la atención del
lector: primero, la consideración de ver la superestructura en el contexto de la lucha de
clases; segundo, ver la filosofía marxista en el contexto de la lucha contra la filosofía
burguesa; tercero, ver la filosofía marxista en el contexto de la lucha contra el revisionismo
soviético. En el orden nacional significa, luego, exactamente lo mismo. Lo académico
filosófico es apenas una muy pequeña parcela dominada por la lucha de clases.
En términos globales me permito decir, igualmente, que en los marcos de la lucha entre
restauración-contrarrestauración, la forma cómo se expresa la restauración -
contrarrestauración en filosofía para el caso soviético no significa la adopción inmediata de
tesis liberales. El menor o mayor grado de presencia del idealismo burgués (como
encarnada en fuerzas políticas específicamente reaccionarias) actúa en relación a la fuerza,
grado y profundidad del desarrollo político del revisionismo. Y, similarmente, el desarrollo
del idealismo liberal - revisionista (específicamente revisionista) está en función a la
profundización y grado de desarrollo del revisionismo como hecho político. En esencia, es
lo político lo que determina la presencia del idealismo o el materialismo filosóficos.
Igualmente, según el carácter político de clase, obligará a la clase despojada del poder a
“encubrirse” de mil formas en lo "puramente intelectual". El academicismo es la forma más
hipócrita y descarada de hacer política, como en términos globales lo es el intelectualismo.
Algunos filósofos peruanos cuando hablan de la filosofía soviética afirman de ésta que
es la conjunción de materialismo en lo ontológico e idealismo en lo gnoseológico, un
materialismo idealista. Y, sin embargo, se sabe que desde la primera etapa liberal lo
gnoseológico es lo central de la filosofía, y el marxismo contemporáneo lo asume así
siguiendo a V. I. Lenin.
Del antimarxismo chino, posterior a los 76 no hay información adecuada, pero sí hay
características a tomar en cuenta. Primero, la filosofía en el período maoísta fue
antirrevisionista (más intensamente durante y luego de la revolución cultural), hasta el 76,
Segundo, el iniciado con Hua Kuo-feng hasta Teng Siao-ping; en esta segunda fase hay
subfases, primero, la instrumentalización de la experiencia filosófica antirrevisionista
soviética desarrollada en toda la fase maoísta, segundo, el desarrollo de la filosofía
revisionista china, tercero, la utilización de ambos aspectos para continuar la lucha contra el
revisionismo soviético pero esencialmente como revisionismo chino.
--------------------------------
Marx y Engels
Mao Tsetung
1. este autor critica en el texto Filosofía, economía política y socialismo ("Crítica de los
problemas económicos del socialismo en la Unión Soviética de Stalin") que el libro del
revolucionario ruso no se preocupa en absoluto de la superestructura.
2. afirma que la continuación de la revolución bajo dictadura del proletariado implica
plantearse el problema de la superestructura también.
3. afirma que bajo el socialismo el papel de la superestructura asume mucha más
importancia, y que es un ámbito de la lucha de clases donde se manifiesta ésta de forma
mucho más aguda y compleja.
4. admite que, aun cuando el proletariado tenga el poder, es posible que la burguesía pueda
controlar ciertas partes de la superestructura (arte, cultura, unidades y departamentos de
economía).
5. en el plano ideológico la lucha entre la ideología proletaria y liberal (liberal-revisionista)
será particularmente dura, enconada, prolongada, y que no se sabe quién vencerá a quién.
6. en la contradicción base-superestructura, la base es el aspecto principal, pero en la cual la
superestructura puede convertirse en algún momento particular, en aspecto principal.
7. la superestructura puede ponerse al mando para transformar la base (la política permite el
desarrollo de las fuerzas productivas).
8. la contrarrevolución para derrotar a los revolucionarios en el poder comienzan por la
superestructura y dentro del mismo partido revolucionario.
9. el afincamiento en el poder de manera definitiva por el proletariado es ardua lucha que se
cumple como ley histórica, como la lucha entre restauración y contra restauración.
10. las revoluciones culturales proletarias son la solución para el conjuramiento de la
restauración.
36
-------------------------------------------------
En síntesis:
Establece que las contradicciones para esta nueva era son de cuatro tipos:
2. Que la única forma de abatir al imperialismo es por medio de grandes olas de guerra
popular mundial en que las fuerzas revolucionarias del mundo converjan sobre los países
imperialista como anillos de hierro.
3. Que el barrimiento del imperialismo será en los próximos 50 a l00 años venideros.
4. Que la ley del imperialismo, desarrollando a V. I. Lenin por parte de Mao Tsetung, es crear
disturbios y fracasar, volver a intentarlo y volver a fracasar así hasta su ruina final.
De lo general
De la superestructura
Lo epistemológico.
¿Qué es lo que subyace tras de toda esta concepción de ciencia social característica de
la burguesía compradora, la intelectualidad de la reacción? En todos sus abordamientos
hay la "ruptura" de la unidad entre objeto y sujeto.
¿Y esto es factible de probar? Lo es. Toda la historia del pensamiento político y social
peruano está basada en la negación de la realidad, la lucha de clases. La santificación de
un "pensamiento puro", sin aditamento alguno que huela a realidad.
Para lo primero diremos que la doctrina marxista restablece la unidad entre objeto-
sujeto a partir de la unidad entendida en la práctica histórico-social y el papel de lo
político en ella; en Lenin esa práctica transformadora implica Partido Comunista; en el
maoísmo significa la práctica política dirigida y ejecutada por el PC en lucha de dos líneas
como eje dinamizador y orientador de la práctica social en todos sus planos sin excepción.
Para lo segundo en la doctrina marxista, para Marx y Lenin el paso de lo concreto-dado a
lo concreto-pensado significa concebir a lo abstracto como un aspecto necesario para
reconstruir lo concreto-pensado. Para el maoísmo lo que se acentúa es lo concreto-pensado
determinado por lo dado y pensado que concentra múltiples contradicciones (totalidad de
las contradicciones) y de donde es importante el paso de lo pensado a lo dado como
dinámica permanente.
Década del 60
Lo epistemológico
En esta década se amplía la presencia del positivismo, el pase a una temática diferente
significó en la práctica hacerlo desde los marcos del mismo positivismo. Hemos señalado
que el IEP pasó a una temática diferente pero desde el funcionalismo. Veamos un poco
esto antes de proseguir.
De donde se infiere que las formas culturales persistentes existen porque dan
funcionalidad, son útiles a una sociedad o a subgrupos sociales. Finalmente, señala que
cualquier función dada o existente se desempeña a través de varias alternativas.
Otra figura interesante del funcionalismo resulta Talcott Parsons. Con T.P. se inició
otra veta del funcionalismo, aunque esencialmente siga siendo empirista, este autor
introduce la categoría de "estructura", se definió a la sociedad desde el ángulo de
conceptuarla en la definición como unidades de un sistema compuesto estructuralmente
como una totalidad. Centró pues en el sistema y no las unidades que la componen, e
igualmente se preocupó de mostrarse exigente al plantearse lo estructural y funcional.
Asimismo, llamó la atención sobre los valores institucionalizados, integrados a una
estructura social.
En esencia, la preocupación debe ser mantener el orden del sistema, integración de los
miembros en el sistema cultural de valores, y, finalmente, preservación del equilibrio del
sistema.
La otra gran vertiente de las ciencias sociales que cobra forma en los 80 es la que
viene a través de DESCO. Hemos señalado que los tópicos temáticos están más cerca del
43
pensamiento marxista, lo social, el pueblo, lo popular, las clases, etc., diríase que el
pensamiento político de esta época tiene un fuerte sentido marxista, pero hemos
especificado que esto obedece a razones más bien temáticas. ¿Cuál fue su derrotero
epistemológico? Desde nuestra particular reflexión partimos de que la gran influencia
proviene de L. Althusser.
Este derrotero lo podremos ver mejor cuando enfoquemos la década del 70. No olvide
el lector que DESCO cobra vitalidad recién con el velasquismo.
Hay algunos puntos de contacto entre la temática del "marxismo" de esta época y el
planteo socializante del social-progresismo de los 50 y es, precisamente, lo social. Es
decir, que esta preocupación por lo social viene en el ámbito de las ciencias sociales desde
los estudios de los sociólogos norteamericanos de la estructura rural del campo.
Preocupación que retoman, más socializante la "nueva izquierda", casi bordeando con la
"lucha de clases", aunque esto no se haya notado mucho. En todo caso, este "marxismo"
incorporó nuevos aspectos críticos a los iniciales y tímidos planteos críticos de los 50. Y
básicamente, nos parece es el lenguaje político manejado por A. Gramsci, aunque se
notará más en los 70.
Pero la incorporación política significaría oficializar los temas que en los 60 se venían
gestando desde distintas vertientes, sin dominar el ambiente intelectual, el panorama
intelectual.
Estos señalamientos que aparecen como puramente abstractos, no son otra cosa en el
ámbito de lo ideológico, reflejo de la lucha que se venía dando en el orden político desde
45
Se pueden esbozar otros aspectos a los ya mencionados. Creo que sí. Una mutua
asimilación de las influencias europeas en la forma académica de concebir el marxismo,
en la línea de los sacerdotes católicos y las influencias de Althusser, Poulantzas, o el
marxismo a lo A. Gramsci, cribado en su faceta revolucionaria, leninista, por Palmiro
Togliatti, etc.
Las fundaciones.
Inclusive, se puede señalar, se ha creado hasta un estilo muy típico de esta "nueva
intelectualidad" cobijada al calor de las fundaciones y dineros imperialistas. Una especie
de moral intelectual que posee su propio lenguaje y normas de valoración social con
respecto a los que no son como ellos, es decir, simples asalariados; más aún, sujetos a una
rígida jerarquía que funciona tras el manto de una "relación horizontal", supuestamente
democrática.
Algunos intelectuales del sistema afirman apocalípticamente que con los bajos
recursos estatales y el poco dinero de las universidades privadas, las ciencias sociales
hubiesen perecido, de donde resulta que el papel de las fundaciones es altamente positivo.
No obstante esta justificación, el quid del problema estriba en averiguar quién y para qué
se da el dinero. El problema concreto en este caso es averiguar y tomar partido
moralmente después de comprender la lógica del imperialismo, si el tal dinero sirve para
nuestra liberación social o, por el contrario, el pretexto de la revolución social se utiliza
para fortalecer posiciones de clase. En el caso peruano, intereses académico y político de
la burguesía estatista. En resumen, si para ayudarnos a salir de la opresión, o si para
controlarnos y oprimirnos mejor. La experiencia ha mostrado que ha servido más para lo
segundo.
a1. Otro aspecto de este mismo problema que merece observarse con detenimiento
radica en averiguar la base social sobre al cual se manejan estos centros y la forma de
reclutamiento.
En segundo término, buena parte de las personas dedicadas a proyectos tienen una
temprana socialización en organismos católicos: colegios católicos, universidades
católicas, grupos políticos social cristianos, organismos juveniles católicos, de la Juventud
Estudiantil Católica, Unión Nacional de Estudiantes Católicos, etc. Los llamados
promotores proceden de extracción popular.
Como información adicional hay que señalar que el post-grado de ciencias sociales en
la PUC contó con el tratamiento de intelectuales del tipo de E. Durkheim y M. Weber.
Pero esto no es todo. Si bien esa alta especialización se forjó entre 1973-75, de mayor
radicalidad con el régimen de Velasco, en la fase siguiente del régimen corporativista se
vivió a nivel de ciencias sociales un retroceso, marcado sobre todo porque desde el
régimen se comenzó a cortar la influencia de las ciencias sociales en todos los planos en
los cuales había ejercido alguna influencia, pero en la práctica fue limitar políticamente la
influencia excesiva de la intelectualidad de la burguesía burocrática.
Y curiosamente es desde esta época que comienza a hacerse más intensa la presencia
del aspecto estructural de la ciencia social, basado en el positivismo y en algunos casos
con el retorno franco a posiciones abiertamente funcionalistas. Es decir, si
epistemológicamente quedó algo de positivismo, se marchó, posteriormente con Morales
Bermúdez, aceleradamente con Belaúnde, al manejo de posiciones funcionalistas y
estructural-funcionalistas. Tendencia que se hará más intensa en los 80, en la que
aparecerán incluso en el ámbito de la historia posiciones irracionalistas como es el caso de
la psicohistoria.
49
Por eso, desde esta época, con Morales, la llamada "renovación" de las ciencias
sociales muestra todas sus limitaciones y se nota más claramente su filiación burguesa.
Curiosamente, la ciencia social actual tiende a limar toda presencia marxista de su
estructuralismo y asumir el funcionalismo y el estructural-funcionalismo, y, lo que es más
llamativo, comienza a acercarse a interpretaciones que repudió en la burguesía
compradora. Por eso hemos afirmado que la tendencia de la filosofía, ciencias sociales y
humanidades es a retomar el idealismo subjetivo, es decir, como prescindencia de la
realidad, y, de otro, como incapacidad de hacer generalizaciones en los marcos de una
filosofía para quedar en la mera cuestión de hechos, es decir, en el positivismo de corte
más bien empirista.
La Teología de la Liberación.
Esta adecuación, como no podía ser de otra manera, pasa por lo social, es decir, contra
la vieja forma de concebir la Iglesia al mensaje de Cristo es que se opone no
antagónicamente esta visión. Empieza de esta época la famosa opción por los pobres, de
donde la misión de la Iglesia en este nuevo contexto liberacionista pasa por su
historización, por su adecuación al mundo, y necesariamente a lo que éste le aqueja. Los
sacramentos de fe tendrían que ser medidos en este contexto, no en el tradicionalmente
manejado por la Iglesia institucional (en realidad, los liberacionistas establecen falsas
disyuntivas, puesto que ellos son parte de esa Iglesia institucional, burocrática,
constituyendo nada más que un matiz).
Felizmente José Carlos Mariátegui nos había aleccionado a los marxistas acerca de las
enormes cualidades miméticas de la Iglesia, cualidades practicadas durante bastantes
siglos. La teología de la liberación es la avanzada ideológica de la Iglesia para acomodarse
a la nueva situación histórica; en el caso peruano, la posibilidad de establecer un "régimen
popular", y tender puentes entre el pasado y el futuro de la Iglesia para seguir existiendo a
través de los siglos.
Pero es claramente indicativo, viendo otro ángulo del problema, de que el cristianismo
católico, a la manera como lo conciben los partidarios de la burguesía compradora, a lo
único que lleva es al alejamiento de las masas de la Iglesia y, consecuentemente, a la
pérdida de influencia, prestigio y legitimidad. Por el contrario, el catolicismo enfocado en
el espíritu de la burguesía estatista, cristianismo en lo social, tiene más posibilidades de
existir y ejercer influencia mayor por ser los "curas progresistas" gente vinculada a la
masa.
52
En esencia, y aunque sin vínculos orgánicos, tendían a reproducir las posiciones ideo-
políticas, cribadas por su accionar estudiantilista, del PC facción de. Abimael Guzmán.
para avalar en el orden académico algo que en el orden político parece ser aceptado sin
discusión como argumento "muy serio" del revisionismo. Vayamos por partes.
Los estudios acerca del origen del PC por parte de los "senderólogos", en lo que se
refiere al origen de su organización y la extracción de clase, asume como tesis básica de
que provienen de la pequeña burguesía provinciana desplazada por el desarrollo capitalista
y que asumen el maoísmo como ideología radícalista donde esconde sus aspiraciones
pequeño burguesas; es decir, que sirve de pretexto violentista de esta pequeña burguesía
para arribar y ponerse ---usando su lenguaje--- como grupo político hegemónico. Otros
afirman que es expresión del campesinado desesperado, etc. No vamos a detenemos en las
múltiples teorías sobre el origen del P. C. facción de A. Guzmán.
Este argumento primero expuesto acerca del arribismo que ocultaría el maoísmo es,
entre otros, el argumento de Barrantes Lingán. Y el error estriba en confundir los marcos
referenciales de lo universitario con lo político; de la extracción con la posición; de la
lucha del revisionismo contra el marxismo, etc. Es decir, esconde muchas cosas que
ciertamente Barrantes Lingán conoce mucho mejor que el expositor de estas líneas. Su
argumentación es solamente un sofisma que falsifica la historia y tergiversa de manera
grosera el marxismo, aun para aquellos que tienen un conocimiento superficial (y referido
a lo filosófico) de esta doctrina.
Como decir más o menos que la ideología proletaria, para ser tal, debe ser elaborada
por proletarios, etc. Tópicos que no vienen al caso, pero que al plantearse reflejan
elemental conocimiento de marxismo.
Con superficial valoración se ha llegado a decir que, como en San Marcos fracasó el
maoísmo, por tanto fracasará en todo momento. Y es igualmente incorrecto decir que
porque políticamente hubo m-1, pensamiento Mao Tsetung, entonces todas las esferas
ideológicas fueron igualmente m-1, pensamiento Mao Tsetung. Son generalizaciones
incorrectas fundadas usualmente en prejuicios políticos.
54
La década de los 70 fue de control del FER orientado ideológicamente por el m-1,
pensamiento Mao Tsetung en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Hemos señalado igualmente cuál fue el carácter de ese pensamiento Mao Tsetung, y
hemos señalado algunas limitaciones del mismo. Pero falta valorar algunos aspectos, y el
principal, el político, y solamente cabe decir que en medio de su limitada forma de
concebir el pensamiento Mao Tsetung fue una efectiva fuerza revolucionaria en contienda
con las tendencias universitarias de orientación revisionista: Vanguardia Revolucionaria,
Patria Roja, Unidad Estudiantil, el trotskismo, variedades de VR como PCR - CO, el
grupo Trinchera Roja, etc. Para los 80, al cambiar sustancialmente la esencia de la lucha
de clases, el FER como grupo revolucionario deviene en su contrario al desconocer,
precisamente, el carácter de los 80.
En 1978 este sector político, esta corriente política estudiantilista, pierde el control de
la Federación Estudiantil que pasa a ser controlada por una coalición de fuerzas: Patria
Roja, PCR, y otras más. Ideológicamente el pensamiento Mao Tsetung dejaría de tener
alguna fuerza porque comienzan a ser desactivados todos los organismos gremiales,
comienza a ser satanizado el leninismo y el maoísmo; se afirma el "marxismo" a lo
Gramsci, Poulantzas, Althusser, etc. Es decir, junto con el predominio político del nuevo
sector vinculado a lo que sería la Izquierda Unida, comienza a desactivar sistemáticamente
y en el orden temático y epistemológico lo poco de marxismo que pudo haber gracias a
ese grupo estudiantilista denominado FER.
Un tercer aspecto de lo que aquí interesa ver es el papel de este sector m-1,
pensamiento Mao Tsetung con respecto al profesorado de ciencias sociales y
humanidades. La constatación primera que se hace es que apoyados en sus consignas de
inspiración de la revolución cultural comienzan a "barrer" con todas las autoridades
burguesas, autoridades académicas, e incorporar al profesorado que se acercaba a este
grupo. Es marginal si lo hacía por razones ideológicas o económicas, pero corresponde
básicamente a intelectuales de la pequeña burguesía empobrecida que hacen de este tipo
de política un medio de ascenso a mejores posiciones académicas y económicas. Pero sea
de uno u otro grupo, este fenómeno fue una constante: el grupo en el control político ponía
a sus intelectuales. El señor Lynch entró promovido académicamente por sectores
estudiantiles revisionistas, y a nadie se le ocurriría decir que el mariateguismo encubre el
arribismo de la clase media media o alta, pequeña burguesía acomodada por mejores
puestos académicos, y en general en el ámbito académico del sistema. Si en general la
descripción puede ser interesante, no corresponde a un análisis de clase. El problema no es
la disyuntiva: arribismo o no.
Era el sector estudiantil el que ejercía quién debía enseñarle y quién no, prerrogativa
que, como se sabe, en los claustros universitarios únicamente corresponde a los docentes.
Como el lector sabe, a los docentes les gusta creer que tras sus abundantes conocimientos
no se esconde política alguna, que son "neutrales", "objetivos", en síntesis "académicos
pura sangre" de la cultura. Y eran estos valores intelectuales de la burguesía compradora
55
los que los "maoístas" del FER barrieron. Su labor de demolición por este lado fue
completamente correcto.
Obviamente con una visión tan estrecha de lo que es el "m-1" y el "m-1, p" es poco o
muy poco lo que se puede hacer. En general esa supuesta intelectualidad académico-
marxista jamás fue marxista. Es un amasijo informe y sin espíritu, un silencio sordo en la
soledad, un aferrarse a lo que no debieron hacer, cobardía y mediocridad, revisionismo en
suma.
56
Pero esta intelectualidad tuvo dos momentos: la que se da con el velasquismo, y la que
adviene después de él, es decir, con Morales Bermúdez.
Aquí vale la pena explicarse la notable debilidad de la que dieron muestra estos
supuestos intelectuales académicos de corte "m-1, pensamiento Mao Tsetung" hasta llegar
a los 80 a la más repugnante apostasía, a la deserción, etc. Hemos de decir que estos
filósofos que eran promovidos por los estudiantes eran intelectuales marxistas de "hora
nona": provenientes de la pequeña burguesía media o pobre, sin filiación política alguna, y
teóricamente provenientes de los rangos del idealismo; fueron totalmente incapaces de dar
un "ajuste de cuentas teórico con su pasado" como lo quería Marx.
Tras su cascarón radicalista se escondía el arribismo. Era la punta del iceberg que ha
hecho creer a algunos que es lo representativo del "m-1, pensamiento Mao Tsetung". Su
responsabilidad social frente a la intelectualidad que se desarrollaba bajo sus enseñanzas
fue totalmente irresponsable; desertó ideológica, política, moral y socialmente de su papel.
Su valor social y político es nulo, impotente, estéril, burocrático.
Hemos indicado que los estudiantes del FER en su seguimiento de la experiencia china
dieron inicio a un barrimiento de las autoridades académicas reaccionarias. Y dijimos que
no tuvieron fortuna en lo que pusieron en lugar de lo barrido, teóricamente gente que
repetía mecánicamente marxismo y creando con ello todo un estilo intelectual. En su
momento veremos las características de este estilo intelectual.
Hemos dicho igualmente que esta capa burocrático-intelectual daría pronto muestras
de su esencia de clase, no marxista, burguesa, recubierta de fraseología marxista. Y que
desde esta esencia se plantearon y tomaron los problemas del pensamiento y la cultura y
otros aspectos de la superestructura en la nación.
Hay que señalar igualmente que este movimiento estudiantil orientado por el
pensamiento Mao Tsetung barrió con una serie de mitos: la supuesta independencia
política de los académicos y su carácter de clase; barrió con el mito demoliberal de que la
intelectualidad, la cultura y el pensamiento están al margen de lo clasista; barrió con el
mito de que la intelectualidad es siempre igual y que no se cumple lo que pronosticó Marx
respecto a la necesidad de eliminar las diferencias entre el trabajo manual y el trabajo
mental (herencia de la sociedad de clases). Y finalmente barrió con el mito del intelectual
como un ente etéreo, etc.
El retroceso sociológico
decrecimiento económico, aunque esta tendencia venía desde mucho antes, con una
aparato productivo ineficaz, improductivo, unido a una sistemática, lenta e implacable
labor de sabotaje por la subversión maoísta. Se une la constante sangría de capitales por
parte de la burguesía compradora que no desea invertir y que bajo mil formas se ha
llevado del país con los cálculos más conservadores algo de 25 billones de dólares, aunque
otros opinan que desde fines de la guerra ha sido mayor, casi un bloque de cuarenta años,
algo de cuarenta billones de dólares.
La década del 80 ha mostrado eso, que este movimiento de masas quiere mucho más
de lo que se le ha mostrado como a lo que se debe aspirar. Y para el que observa el
proceso sindical en los últimos cuarenta años la influencia de las posiciones más radicales,
como la del PC, ha sido cada vez mayor, y la tendencia a que disputa la dirección a la
dirección revisionista es tan objetiva como cuanto más tiempo pase.
No existen más los mitos que se forjaron sobre los centros de investigación en la
década de los 70 por los sectores intelectuales. En los 80 emerge en toda su esencia de
clase. Y la tendencia prevalente será a que subsistan como necesidad en el sistema
intelectual, y esta tendencia prevalente engendrará la superconcentración de centros, el
monopolio de algunos de ellos, y la situación secundaria para otros, conformismos e
inconformismos que deben medirse por el rasero económico.
Otro rasgo más estriba en que esta superconcentración de centros desde el momento
que están galvanizados por la burguesía estatista trabajarán siempre en concordancia con
los que dan la dirección política, un fuerte lazo entre lo político e intelectual pero en los
marcos del preservamiento del sistema burgués.
Se vertebra de esta manera lo que parece ser una imitación de todas las formas de
organización de una sociedad marxista y dirigida por el proletariado bajo condiciones de
una sociedad burguesa, encarnada por una facción de ella, la burguesía estatista. Para el
marxismo, la relación política superestructura es básica, por que la superestructura se
sujeta a los intereses de clase. Al menos el marxismo no se enmascara en mitos acerca de
la supuesta "neutralidad" del etéreo intelectual "puro".
Desde otro ángulo, y en un aire más "democrático", ha dado más amplitud sociológica
precisamente a los intelectuales subordinados, o que ejercen función subordinada, en esos
centros académicos, y que se pueden enmascarar con los mitos del o acerca del
intelectual, que antes era privativo de los intelectuales de la burguesía compradora.
En otras palabras, los que mandan en los centros hacen política abiertamente
vinculados a la burguesía estatista; los que obedecen en los centros de investigación se
pueden enmascarar con los mitos acerca de los intelectuales manejados por la
intelectualidad demoliberal.
Es bastante difícil creer, en esta década y después de haber visto todo el proceso de los
centros de investigación, que tales centros se preocupan por el pueblo, las masas, etc. La
lógica que funciona es la lógica del capital, consecuentemente, la preocupación por el
pueblo se torna oficio remunerado, se torna mercenarismo.
61
Sinteticemos grosso modo y como introducción esta década del 50 del siglo XX
peruano antes de entrar específicamente en el desenvolvimiento del tema
a. Lo político
Todos estos partidos tenían algo en común: 1° rechazo a la lucha de clases; 2° el Estado
como eje de dirección; 3° cierta inclinación a prescindir de la forma tradicional de
parlamentarismo, o ampliarla para que diese cabida a mayores porcentajes de masas en la
vida política; 4° organización política de la sociedad en los marcos de "ni socialista (es
decir, revisionista soviético) ni capitalista"": la tercera vía; 5° instrumentalización de todos
los aspectos (prensa, educación, investigación social y humanística, etc.) de la sociedad en
función de lo político (su acción frente a las ciencias naturales es marginal), lo político
subordina lo ideológico y le sirve.
b. Lo sociológico.
La migración del campo a la ciudad, las nuevas formas del quehacer político que
comienza a socializar la burguesía burocrática en los sectores sociales organizados, de
masas, dan inicio a un lento pero sistemático socavamiento de la visión, horizonte
ideológico, proyectado por la intelectualidad liberal a las demás clases y en la que creían
unos como otros, y que se aceptaba como lo "normal". El socavamiento de la "normalidad"
de la burguesía compradora, de la "conciencia" diseñada por la burguesía compradora.
64
Los inicios concretos (no meramente conceptuales) de una reflexión social condicionada
por la postura política de "ni capitalismo ni socialismo" que ideológicamente significa "ni
marxismo-leninismo (es decir, el 'marxismo-leninismo de los sucesores de Lenin-Stalin, el
revisionismo) ni liberalismo. Es decir, la tercera vía en lo ideológico, y cuyo fundamento
hace de la negación de la lucha de clases el parámetro de esta tercera vía, de este
pensamiento social y humanista en ciernes.
Ideológicamente, por tanto, en el orden del pensamiento social y humano estamos frente
a un embrionario matiz de pensamiento burgués.
Aquí se observa como esta b.b. comienza a manejar los tópicos de lo "social", el
"pueblo", "lo popular", que empezarán a dominar en la percepción histórico-social de
nuestra realidad, y es lo que usualmente (posteriormente) se considera "renovación del
pensamiento social" "renovación de las ciencias sociales" Y esto es directamente opuesta a
la percepción de la ciencia social y humanista percibida por la burguesía compradora. Una
nueva contradicción se da en el plano de la forma como se organiza el trabajo intelectual, si
individual característica de la burguesía compradora, o interdisciplinario y colectivo
característico en la burguesía burocrática.
Lo humanístico.
Una tercer contradicción tiene que ver con lo axiológico y moral. La moral de la
burguesía compradora al hacer la política se había caracterizado por la corrupción (además
de otras formas de infamias: opresión, etc.), la moral de la burguesía burocrática al hacer
política la quiere como anticorrupta. En lo valorativo, la burguesía compradora lo fundó
todo en el "sujeto como medio de enriquecimiento", es decir, fundó todo en la valoración
suprema de la explotación, típico del capitalismo La burguesía burocrática quería otro
patrón de valoración desde lo político: la solidaridad como opuesto a la mentalidad de
lucro. Y, siempre concebidos ambos al margen de la visión, concepción de clase.
Siguió la óptica sobre esto en los marcos de lo feudal-burgués. Con respecto al papel de
las masas en la historia se comprendió su participación en términos de reivindicación
económica.
-------------------------
UNO
Mientras que las concepciones sociopoliticas de signo burgués estatista, con una
política excluyente de la lucha de clases y corporativa, priorizaban explícitamente el
carácter dirigente de la sociedad por el Estado (Estado, no olvide el lector, controlado por la
burguesía compradora y los terratenientes) y, se veían a sí mismos, como superación del
socialismo soviético (tanto de la versión leninista de José Stalin, como de la revisionista de
N. Jruchov y continuadores) y del capitalismo imperialista tipo EU. Se veían y sentían,
pues, también antiimperialistas.
Se vislumbran de esta forma dos vertientes de esta burguesía parasitaria: una por el lado
de la burguesía; el otro por el lado del revisionismo. El uno corporativismo político del tipo
67
burgués, el otro social corporativismo soviético. El uno del seno de la reacción, el otro del
seno del pueblo como destacamento liberal en él.
A. Salazar Bondy pretendió una tercera vía, pretendió definir un horizonte ideológico
político y estatal contrario al burgués comprador y terrateniente, y contrario también al
ideológico-político concebido según el arquetipo revisionista soviético y supuestamente de
carácter proletario. En esta pretensión, desde el ángulo filosófico el más acabado en esta
tendencia, significó políticamente salvar a la ideología de la burguesía compradora, pero
con manto corporativo. Y esto se puede ver a la vuelta de varias décadas, puesto que
intentando superarla la obligó a modernizarse evolucionándola. No fue el blanco sin
embargo de Salazar Bondy la burguesía compradora, lo fue la ideología proletaria, ni
siquiera el revisionismo - sobre quien maduró como se puede constatar en la década de los
70 al estar bastante cercano a él.
DOS.
una nueva temática, y bajo nuevas variedades la misma gnoseología burguesa a partir de la
veta que comenzaba a ser instrumentalizada e interpretada con "otra cabeza" y otros fines
políticos: lo social.
Es decir, los debates durante los 60 y 70 fueron para definir las distintas corrientes y
tendencias políticas, sus respectivas líneas políticas. En la década del 80 habrían dos
grandes corrientes: la Izquierda Unida y el Partido Comunista.
importante soporte. Y de esta juventud intelectual salieron los altos cuadros burocráticos
necesarios para el régimen militar y este régimen serviría a ellos para saltar a la palestra
intelectual.
Pero procuremos ver a trazo grueso qué era este marxismo. Concentraremos en sus
fuentes, serían las siguientes: primera fuente de corte político el revisionismo político
yugoslavo (la autogestión), el revisionismo político del Partido Comunista Italiano (P.
Togliatti), el revisionismo político del Partido Comunista Francés, el revisionismo político
de la II internacional; segunda fuente de corte intelectual: el revisionismo académico
francés, la versión revisionista política e intelectual, dada sobre Antonio Gramsci, en
medida menor una versión revisionista académica de algunos aspectos de Pensamiento Mao
Tsetung cuya magnitud es físicamente despreciable. Otras influencias menores.
Se ha dicho que Vanguardia pretendió ser la tercera vía, ¿cuál fue sin embarco su
pretensión en el orden intelectual frente a la burguesía compradora?. Hay que decir primero
que V. R. no cuestiona la concepción liberal, de superestructura, en esta época su interés se
centra en lo histórico social y al centrar allí puede dar la falsa imagen de que su
cuestionamiento es a la superestructura desde el marxismo. Deshagamos el equívoco, no es
así.
Como en el caso del PSP se puede enfocar de otra manera la relación entre base y
superestructura, que puede ser contradictoria-y de hecho lo fue por parte de esta
organización con respecto a la superestructura de la burguesía compradora, pero no
necesariamente se debe inferir que por ser cuestionamiento y haber cuestionamiento debe
ser marxista.
Esta renovación liberal-revisionista de la ciencia histórico social por parte de una de las
vertientes corporativistas como era V. R. no partió básicamente del principio de la lucha de
clases, es decir, del materialismo histórico, partió de la gaseosa teoría de la dependencia y
remplazó las clases por otras definiciones, o afirmando que no existen clases en el Perú. La
lucha de clases no fue vista en su expresión multilateral, histórico-interpretativa y en el
sentido y valor transformador. Bajo ella se filtraban mil posiciones de corte no-marxista.
El derrotero ideológico de esta organización se refleja en los distintos momentos por los
que pasó a lo largo de más o menos 30 años (65 en adelante aproximadamente) y que
cuajaron en las distintas fases por la que pasó el pensamiento Gonzalo. Desde los primeros
momentos del régimen militar esta organización política lo caracterizó como fascista y
corporativo y ha reivindicado todos y cada uno de los aspectos de la doctrina marxista. Las
otras tendencias políticas lo calificaban de dogmático.
La situación del partido comunista se define también en esta década del 60 al calor de la
polémica internacional entre el Partido Comunista de la URSS y el Partido Comunista
Chino, cuestionaba el segundo al primero haber restaurado el capitalismo en la URSS y, en
consecuencia, haber abandonado el camino de la revolución, haber desviado la revolución.
Esta polémica en el país se expresó en el partido comunista con la expulsión de Jorge del
Prado a quien caracterizaron de revisionista, y en la adhesión ideológica al marxismo-
leninismo. Pensamiento Mao Tsetung.
La tendencia del PC, U no tiene ningún filósofo o pensador como José Carlos
Mariátegui para el partido socialista y/o partido comunista: pensadores que a su vez son
organizadores y dirigentes, es decir, y tomando algo libremente a Jorge Plejanov, hombres
que con su pensamiento, organización y dirección sirven a la transformación social y
avance de la misma. Esta categoría es totalmente distinta a la del simple profesor
universitario que se mete a difusor del marxismo.´
Hay que tener claro el papel del partido comunista y su respectiva trayectoria histórica
como las luchas habidas en él para no perder la perspectiva de la cosas. Un importante
punto diferenciador significa la expulsión del grupo caracterizado como revisionista de
Jorge del Prado, este grupo comenzarla a moverse y desarrollar como tendencia revisionista
posteriormente. Igual cuidado hay que tener- cuando se ve el derrotero de la otra tendencia,
la del grupo Patria Roja, organización que fue también expulsada del partido comunista.
Tanto la tendencia PC, U como de P. Roja se reencontrarían en los 80 bajo las banderas de
la Izquierda Unida. V. R. después de un sin fin de divisiones, proceso similar seguido por el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), bajo nuevas bases se reunificarían con el
nombre de Partido Unificado Mariáteguista. P. Roja tampoco a tenido un filósofo o
pensador representativo.
72
TRES
Las distintas tendencias políticas, que comenzaban a dar vida a las principales
corrientes de los 80, asumieron distintas actitudes ante el régimen. La tendencia del partido
PC, Unidad, orientado por los intereses políticos de la URSS, apoyó de forma decidida al
régimen, fue en la práctica uno de sus más fieles aliados llegando incluso a justificar como
actos revolucionarios del gobierno la represión contra el pueblo. La tendencia encabezada
por Vanguardia Revolucionaria llevaba adelante su famoso "apoyo crítico", equivalente a:
estamos de acuerdo en la práctica aunque discrepemos en la teoría; junto a esto este grupo
de V. R. nutría al régimen de intelectuales para la materialización de sus reformas desde el
Estado y monopolizaba en las esferas del conocimiento con su supuesto marxismo del que
ya hemos dado cuenta. El sector de Patria Roja aparentemente en oposición y con una
fraseología harto radical sin embargo no dejaba de mostrarse sinuoso en la práctica, aun
llamándose muy revolucionaria, De estas tendencias se vería con más claridad en los 80
con su actuación parlamentaria. La tendencia maoísta, instalada en Ayacucho, mantendría
una radical oposición y denunciaría al régimen como corporativista y fascista, existen sobre
el punto algunos materiales suyos de carácter público. La burguesía compradora se mostró
extremadamente rabiosa con el régimen, tuvo algunos figurones de mártires. De los social
progresistas que no eran partido político, intelectuales, apoyaría un sector también al
régimen.
como instrumentos para encuadrar a las masas bajo su influencia en las banderas del
régimen. Esta facción de la burguesía levantó las banderas del tercer camino política,
intelectual y moralmente, y favoreció el confusionismo ideológico con los revisionismos
apoyándose en él y con su claro consentimiento. El blanco no era la burguesía compradora,
el blanco era la revolución proletaria (los militares evaluaban que la revolución cubana era
una revolución proletaria, fue la suya una revolución preventiva).
CUATRO
En el orden intelectual téngase en cuenta lo que ya se venía dando desde los 70, el
abandono de la relación pensamiento- política, es decir, la despolitización. En los 8O la
despolitización de la ciencia social es ya lo normal, es la guía que vértebra el horizonte
ideológico de los 80. Es el mismo mito burgués comprador contra el cual insurguió el social
progresismo desde los 50. La década del 80 no es otra cosa que la profundización en el
viejo mito liberal cuyos vehículos más efectivos son los centros de investigación respecto a
este viraje, o en todo caso retorno a su verdadero carácter.
CINCO
No dejaran de tener posición filosófica porque se diga que la filosofía es una tontería, o
porque se diga que el marxismo ya "paso de moda"; o cualquiera de estos argumentos.
Tampoco convencerán afirmando que la ciencia social no tiene nada que ver con la
filosofía, y sin embargo se predicará el positivismo y el empirismo tras todo ese rechazo a
la filosofía y a lo filosófico. Y la postura de los intelectuales de los 80 contrasta con la que
se tenía en los 60 y 70 donde era de mal gusto no justificar su posición con alguna filosofía,
entre ellas la filosofía "marxista". Y de esto no vamos a hablar porque global mente se ha
76
No todo el que chilla marxismo lo es efectivamente, para botón bastan los intelectuales
de los que hemos dicho algo antes.
En todas estas cosas señaladas hay siempre el elemento del gradualismo como lo
básico, es esta la forma de conceptuar del pensamiento occidental, es la forma que explícita
o implícitamente fomenta el sistema. En consecuencia, pensar de una u otra manera además
de ser secundariamente un problema filosófico, es principalmente, un problema político.
Hemos insistido en afirmar que esta es la era imperialista y la filosofía que predomina es la
idealista subjetiva bajo variedad pragmática. El pragmatismo es la instrumentalización del
conocimiento en función a mantener su dominio de clase, es decir, el pragmatismo es la
instrumentalización del conocimiento en función a la justificación de la práctica de la clase
dominante, para lo cual no vacila en mediatizar la teoría del conocimiento de esta burguesía,
gnoseología que hemos caracterizado líneas antes. Pero el revisionismo también justifica,
instrumentaliza la doctrina "marxista" "leninista", en función de su dominio de clase. Y para esto
tampoco vacila en mediatizar la teoría del conocimiento. Y, desde mi punto de vista, es también
idealismo subjetivo.
Sección II
Sumilla: En este ensayo veremos específicamente dos cosas. Lo primero tiene que ver con
los tomismos: de Tomás, de Trento al tomismo español, el tomismo de Salamanca: Vitoria,
el tomismo de la iglesia oficial de la colonia: Joseph de Acosta, le acompañaremos con las
respectivas síntesis. Y, lo segundo, tiene que ver con el balance que hagamos de este
tomismo de Tomás respecto al tomismo reducido a una cuestión moral de los
evangelizadores llegados al Perú. No será difícil notar al lector la enorme distancia que hay
entre el tomismo de Tomás y el tomismo oficial de la iglesia peruana, visible en el
catecismo limense y en la visión del indio manejado por Joseph de Acosta. Y no será difícil
notar como debajo de la sistematización de Tomás, debajo de la sistematización lógica del
pensamiento de Tomás, se encubren diversidad de contextos que poco o nada tienen que ver
con el pensamiento original. Concluiremos con una síntesis final.
1) El tomismo: de Tomás,
1) considera las partes al respecto del todo como aspecto racional, cognoscitivo.
2) considera el todo al respecto de la perfección, como aspecto racional, cognoscitivo.
3) considera la totalidad al respecto de la bondad suprema, como aspecto también racional,
cognoscitivo, conocer es amar, mas no necesariamente amar es conocer.
80
La posición aquí del autor es bastante clara: las partes respecto a la totalidad, y de la
totalidad respecto a la perfección, son eventos racionales, cognoscitivos, y, lo que resulta
más interesante, considera la totalidad respecto a dios también como cognoscitivo No está
diciendo que dios es cognoscible por el intelecto. Está diciendo que el modo como
entendemos el proceso de las partes respecto al todo y de este respecto a la perfección
divina, equivale a un proceso pasible de ser conocido por la razón natural.
Y tampoco está diciendo que aquello que sea imperfecto respecto a la perfección divina
sea necesariamente malo. El grado de perfección respecto a la perfección divina, en tanto
imperfecto, posiblemente más lejano de dios, pero no por ello malo. El mayor menor
acercamiento de las partes y lo imperfecto a la perfección divina no se presume malo. Se
presume imperfecto.
El alma es principio de vida más que como acto del cuerpo (utiliza para referirse al
alma: principio intelectual, intelecto, mente, alma intelectiva conocedora de las formas), el
alma es subsistente por sí misma y no depende en absoluto del cuerpo, por último la
materia prima adquiere el ser en acto por el hecho de adquirir la forma, y muere cuando se
separa. Así, la manifestación del ser corporal está dada por la forma, el alma, que la hace
al alma ---también llamada intelecto o mente---, por ser forma participada de dios, acto
del cuerpo. En rigor, somos almas, mentes, encarnadas.
En este proceso existe el llamado sentido interno: 1) El sentido interno recepciona las
formas sensibles externas y es regulado por el sentido común o propio, 2) esta retención y
conservación de las formas sensible externas es regulada por la fantasía o imaginación, 3)
resulta ser el fondo, el tesoro, de las formas sensibles externas que son recibidas por los
sentidos, 4) aprender las especies intencionales (idea abstraída del objeto) de las formas
sensibles es regulado [ordinatur] por la virtud estimativa, que no son recibidas por los
sentidos, 5) la conservación de estas especies intencionales, tesoro de las especies
intencionales, es propio de la virtud memorativa, 6) la estimativa natural en los animales,
es decir aquello que los hace huir de lo nocivo o inconveniente, que llamamos instinto
natural, en el ser humano recibe el nombre de cogitativa., 7) el ser humano llega a la
cogitación (reflexión) estimativa de tales especies intencionales por el proceso de
comparación, de donde se llama también razón particular.
81
Para decir todo esto de otra manera: el alma encarnada percibe las imágenes, la
información sensible, que es llevada y alumbrada por el intelecto agente al reconocimiento
de las formas preexistentes en este individuo por ser encarnación participada, una vez
ensamblada la información particular proporcionada por la sensibilidad con la forma
correspondiente del alma encarnada, ambas se elevan al intelecto, y en el intelecto lo
singular, la información singular, la imagen singular, se ensambla con las formas lógicas, y
se torna lo singular en universal. La capacidad de cogitar, de reflexionar, es específica el ser
humano. Y esta razón particular es dirigida por la razón universal. Y a través de la razón
particular que elabora conclusiones particulares, por aproximaciones sucesivas, nos
acercamos a la comprensión de la razón universal.
Por tanto, la razón universal puede existir sin reconocimiento del fin, pero será limitada,
no está diciendo que es mala. La razón particular en tanto mediada por la razón universal
será plena si y solo si reconoce esta razón universal el fin último, esto es dios. Por
consiguiente, un acto exterior solamente es bueno si mira a un fin, y los humanos que se
mueven movidos por la voluntad tienen como regla próxima a la razón humana y como ley
suprema a dios. ¿Y aquellos actos que tienen alguna tipo de razón universal pero no miran
a dios qué tipos de actos resultan? Tomás no dice que son malos, dice que son imperfectos.
En síntesis, el tomismo de Tomás que declara pueda haber razón particular mediada
por razón universal orientada por dios como no, estipula respecto a la primera que es
limitada y dirigida, con respecto a la segunda que sería más bien imperfecta. Por
consiguiente, los actos que se mueven conforme la primera no sería plenos, los que se
mueven conforme a los segundos serían imperfectos. Y solamente son plenos si se orientan
a dios El problema es este ¿resulta lo imperfecto sinónimo de malo para la razón universal
que no se orienta a dios, y resulta malo para el acto exterior que no se orienta de igual
manera a dios?
Retengamos este problema último en nuestra cabeza porque este problema reaparecerá
después en los tomismos posteriores, pero tomara otra naturaleza, una naturaleza
82
Veamos en primer término el tomismo del Concilio de Trento. No es otra cosa este
Concilio de Trento que la reflexión de Tomás en el contexto de la lucha contra los
protestantes en primer término, y en segundo la reforma interna de la iglesia. La
contradicción dominante será la lucha contra los protestantes
Veamos cuales son los perfiles de este curialismo ---que según nuestro modo de ver
modifica la manera de entender el tomismo --- que afectaría el desenvolvimiento de las
reformas de la Iglesia y daría un rumbo específico al tomismo:
1] Interpretación de la Bíblia.
2] Relación de la Escritura-Tradición
El curialismo español adquiere otras características. El Nuevo Mundo no era otra cosa
que una continuación de esa guerra de reconquista y propagación de la fe cristiana.
Insistimos entonces en decir que en cuanto en Europa eran superadas las viejas formas de
organización política, social, económica y espiritual, en la América hispánica, llegaban las
fuerzas de renovación más al mismo tempo de conservación del mundo que en la Europa
decaía. Era el modo feudal que llegaba a las colonias más en su forma más dura, más
conservadora, más atrasada.
I. Congregaciones
A] Tomistas – España
Tomistas: Vitoria, Cano, Soto que son los más relevantes y que además participan en el
Concilio de Trento como teólogos del emperador. Soto tomo parte en el debate entre Las
Casas y Sepúlveda acerca del natural americano; los tres pertenecen a Salamanca.
Tomismo: también en Alcalá, Valladolid, Santiago de Compostela, Madrid, Cataluña,
Aragón, Valencia, Sevilla [la mayoría perteneciente a España central, la zona de donde
parte la constitución y unificación del estado español bajo control de la nacionalidad
castellana].
A 5] Escuela franciscana:
Tomistas: universidades de Alcalá, Valencia, Zaragoza; Salamanca: independiente.
A 6] Compañía de Jesús
Tomistas.
Estas dos maneras de entender a Cristo, Juan el Apóstol las reduce a una de acuerdo al
mandato divino:
Creer en el nombre de su hijo Jesucristo y amarse unos a otros. No hay pues otro blanco
de la divina institución que Cristo:
A. Conocido
B. Amado
“II) En cuanto al hombre, ya que tiene una naturaleza racional y una vida humana, éstas
deben ser conciliadas:
86
Aparte de las obras principales que se le atribuyen a Joseph de Acosta entre ellas De
procuranda indorum salute, Historia natural y moral de las indias, estima Rivara de
Tuesta que se ha de considerar también como obras de Acosta el Cathecismo , el
Confesionario y el Tercero cathecismo y exposición de la doctrina cristiana por sermones
(Rivara: p. 171): “Textos básicos para el adoctrinamiento” (Idem. p. 171). Teóricamente
según estima Calancha en el Concilio de 1567 se elimina a los doctrineros y se obliga a
nombrar religiosos o clérigos para la enseñanza de los naturales (Rivara: p. 167).
Este dato último es interesante, porque si bien desde 1552 comienza la etapa de
verdadero adoctrinamiento en el Perú, y en la década del 80 del mismo siglo se imprimen
los textos básicos que se atribuyen a Joseph de Acosta, sin embargo la Nueva crónica y
buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala de 1613 es posterior a estas obras de
Joseph de Acosta casi en 40 años. Tiempo suficiente para ver si las disposiciones
conciliares que vienen desde el II Concilio Limense (1567) funcionaron o no.
Tiempo suficiente para ver si las disposiciones del III Concilio y las obras editadas y
que se atribuyen a Joseph de Acosta funcionaron o no. Y la evidencia que nos da Guamán
Poma de Ayala es que una cosa fue la evangelización y adoctrinamiento teóricos y otra la
evangelización y adoctrinamiento real. Aquí veremos entonces expuestos la evangelización
y adoctrinamiento teóricos.
El principal impulsor de las posiciones del Concilio de Trento en el Perú fue Toribio de
Mogrovejo quien llega a Lima 1581 Se ocupó de organizar el 3º Concílio Limense [1582-
1583] y, es claro que para aplicar los acuerdos del Concílio de Trento en este 3º Concílio, se
armó un autentico conflicto y esto es una cosa que sabemos por él mismo:
“Tan mal estaba la situación que Santo Toribio, en carta de abril al rey, le decía:
«Recibieron tanto detrimento los negocios del concilio, que, a ser en mi mano, el día de su
87
Mas en este Concilio se cuidó también de otros aspectos que fueron solamente
mencionados. Uno de elloses el Catecismo. La situación de los catecismos por esta época
era disperso y se decidió asumir uno estandar, fue el Catecismo Limense llamado también
Catecismo de Santo Toribio:
“El texto catequético trilingüe, en español, quechua y aymará, conocido como el Catecismo
de Santo Toribio, es quizá la joya más preciosa de este Concilio. Con él se logra unificar el
adoctrinamiento de los indios en la provincia eclesiástica de Lima, es decir, en casi toda la
América hispana del sur y del centro durante tres siglos, al menos. El Concilio, siguiendo
en lo posible el catecismo de San Pío V, y apoyándose en el ya compuesto en quechua y
aymará por el jesuita Alonso de Barzana, aprueba un texto venerable, «muy conforme con
el genio de los naturales de estos países», que contribuyó decisivamente a la evangelización
del sur de América” (Idem).
¿Cuál es el contenido del Catecismo Limense en las partes que nos interesan?:
Nos limitaremos a los decretos que interesan para nuestro fines, decretos esos que van
ocurriend en el proceso de las cinco acciones de este concilio, donde cada acción equivale a
lo que ahora llamamos “sesiones públicas y solemnes”(Concilio Limnse:: p. 23). Así, la 1 a
acción trata de la Relación de lo que se hizo en el dicho Concilio Limense, la segunda
versa sobre la Doctrina y Sacramentos, esto es “de la atención pastoral de los indios”
(Idem: p. 23), la tercera trata de la Reforma del clero, la cuarta de las Visitas episcopales y
la quinta y final es la conclusión del Concilo (Idem: p. 23).
Las órdenes relgiosas que partciparon fueron orden de Santo Domingo, de San
Francisco, Santo Agustín, Nouestra Señora de la Merced y la Compañía de Jesús; teólogos:
de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín, Compañía de Jesús ; y muchos clérigos
diocesanos. Los textos principaless, como el Catecismo, Sermonarios, etc., fueron
preparados por los miembros de la Compañía y específicamente Joseph de Acosta. Se
declara en este texto, texto único, la bligación de su uso bajo pena de excumunión y tenía
que ser memorizado principalmente el credo, el padre nuestro, los mandamientos y los
sacramentos, más en caso de impdimentos le cabe al cura juzgar si se toman los puntos
básicos de la doctrina cristiana. Se dice:
88
“primero, que hay un solo Dios hazedor de todas las cosas, que da premio de vida eterna
a los que le sirven, y castiga con tormentos eternos en la otra vida a los malos que le
ofenden en esta; segundo, que este Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas
distintas y un solo Dios verdadero, y fuera de este Dios no hay outro Dios verdadero, pues
lo que adoran las otras gentes fuera de los cristianos no son dioses sino demonios o
engaños de hombres (…)” (Concilio Limense: p. 62)
La tercera versa sobre Jesus Cristo que es hijo de Dios y murió por nostros, nacido de
la Virgen María, resucito al tercer día entre los muerts; el cuarto afirma que la salvació
solamentee es posible por la creencia en Cristo y se necesita del bautizo si es es infiel
(Concilio Limense, p. 62)
En el cap. 15, se dice que los obispos “hagam diligencia” de los indios que quedan sin
confesión, en el capítulo 20 se habla de que no se puede recibir la comunión porque no
pueden disfrutar de lo celestial, en la medida que padecen de “borracheras”,
“amancebamientos”, “supersticiones” y “ritos de idolatría” (Concilio Limense: p. 69).
El capítulo 3 recomienda tratar a los indios como vasallos del Rey y no como esclavos,
que saben ser pastores y no carniceros, que es cosa fea ser los ministros de dios verdugos
de los indios; cap. 4 que no tengan tratos ni contratos, porque la codicia es de los curas de
ndios; cap. 16, que no anden en la ncohe con armas y sin sotana; cap. 19, que no anden en
la compañçia de mujeres y eviten tener en el servicio indias jóvenes; cap. 17, que el juego
es vicio de muchos clérigos; cap. 37, que los “quipus” sean procurados con diligencia por
los obispos para ser quitados por completo a estos indios.
Finalmente, los sacerdotes que agreden a ls indios, no podrán hacerlo más sin el
permiso de los obispos que tienen capacidad de decisión. El obispo también tiene la
libertad de determinar la punición para los indios rebeldes al cristianismo.
Resulta bastante claro que en la lucha entre Joseph de Acosta y el virrey Toledo, o la
iglesia oficial con su política humanista abstracta hacia el indígena, el vencedor indicutible
fue Toledo, es decir los intereses políticos de la corona española (Rivara: p. 224). Como lo
es la diferencia entre el tomismo teórico, abstracto universitario, y el tomismo real,
cotidiano de los doctrineros, evangelizadores, prdicadores clérigos, etc.
Podemos concluir de nuestro rastreamiento grosso modo que los tomismos desde el
tomismo de Tomás al tomismo de Trento padece una drástica inversión de sentido,
89
mientras que en Tomás los problemas tienen naturaleza ontológica, epistemológica y moral,
en Trento el tomismo se torna primero problema político, moral y después ontológico,
Tomás es situado en un horizonte totalmente moral. Y, a partir de aquí asume variaciones,
es el caso del tomismo curialista, mientras que en el español se torna tomismo de la
vigilancia.
El tomismo que arriba a estas costas es un tomismo de la vigilancia que asume frente al
indígena dos posiciones una teórica, moderada, tutelada y humanista y una práctica,
descarnada, brutal y antihumana. Esta última es la real y descarnada Y la historia de la
subjetividad y la filosofía ha de comprender estos dos momentos el oficial y el no-oficia
priorizando el no-oficial, es decir el proceso de la ontología del sentido común cuya
primera fase es trabajar la ontología espontánea de masas en el horizonte de un
cristianismo brutal.
Notas
(1) Pensamiento prehispánico y filosofía colonial en el Perú, Tomo I, FCE, Lima, 2000, p. 217
(2) Tercer Concilio Limense [1582-1583], Ed Bartra, Facultad Pontificia y Civil de Teología de Lima, Lima, 1982]
(3) “2. Santo Toribio de Mogrovejo, patrono del episcopado iberoamericano”, disponível no site web:
http://www.gratisdate.org/hechos/hechos.3.2.htm, acesso em 12 de maio de 2002)
90
Y ese pasado espiritual y teórico se llama pasado hispánico, herencia (6) y tradición (7)
que, cual carga pesada, funciona como corriente subterránea en el externo y cambiante
mundo de las ideas, mediatizándolas, anemizándolas, degradándolas y licuándolas hasta
tornar las ideas, ideales morales, valores, sistemas, teorías, hipótesis, ilusiones y conductas,
en cuerpos disecados, cascarones, caricaturas trágicas de las vidas y espíritus humanos.
Tal cual es nuestra nación (8) en formación, una farsa de estado caracterizado por ser
racista, vertical excluyente y autoritario.
Nuestra posición al respecto del problema enunciado es que superar este pasado en la
entraña de nuestro presente solamente puede hacerse retornando a la colonia para realizar
un levantamiento sistemático, de obreros, para que se pueda realizar posteriormente el
trabajo de síntesis de la subjetividad y la filosofía. Nos negamos sistemáticamente a
mantener el veto sobre la colonia como si fuese esa una fase maldita, por el contrario al no
ver esa fase maldita y realizar la superación correspondiente, es que nos sigue y seguirá
jalando de las piernas hacia el pasado. No tiene sentido que nuestros cuerpos estén en el
presente mientras nuestra mente y estructura estimativa sigue viviendo en el pasado.
Este es, para nosotros, el signo más evidente de la forma de pensar premoderno,
semifeudal, actuante en nuestra reflexión filosófica y que se relaciona directamente con la
forma liberal en su fase imperialista de pensar: es en el paradigma racionalista-
intelectualista donde se nota con claridad la alianza feudal-imperialista. Y este es el
significado de la afirmación desde el punto de vista de la subjetividad y la filosofía: “, toda
la ideología liberal, correspondiente a la etapa de la libre concurrencia, ha cesado de ser
válida”.
Es decir, fusionaron en una sola plancha tres tipos de fibras: las instituciones, la
subjetividad y el paradigma (12). No discernir, no explicitar la subjetividad colonial
filosóficamente, esto es, no diferenciar las cosas para poder desenvolver una tematización
apropiada de cada uno de los aspectos y, a su vez, determinar su derrotero, es un problema
que se arrastra.
Una proposición que pasa por estas condiciones previas no se sujeta a duda alguna. Por
consiguiente, la verdad sujeta a claridad y distinción no necesita de más para acceder a las
verdades de intuición y derivadas. Situado en la seguridad de esta seguridad del pensar se
puede saltar al conocimiento del no-yo
Las ideas son procesadas de esta manera y procesadas en la conciencia cuando son
objetivas y cuando son ficticias. Si poseemos ideas innatas, adventicias y artificiales y las
dos primeras resultan pasibles de objetividad son bastante diferentes desde el punto de
93
vista de su contenido. Las ideas innatas poseen en dios su máxima expresión y es quien las
pone. La facultad de conocer es reforzada por estas verdades claras y distintas puestas por
dios. Funcionan estas verdades innatas como el esqueleto de las verdades que nos
proporciona la facultad cognoscitiva.
Con Descartes aparece, por tanto, la idea de que es con el pensar que aparece el
pensamiento, o si se quiere mejor, el pensamiento se justifica en el pensamiento mismo.
Pero Descartes opone dos valores: las ideas de entendimiento y las ideas innatas, siendo las
segundas las que alumbran las primeras. Y cualquier verdad que proceda del intelecto, del
entendimiento, necesariamente tendrán este alumbramiento de las ideas innatas.
En suma, solamente hay garantía de pensamiento en tanto en cuanto hay ideas innatas
que lo consienten, y segundo, solamente hay verdades del entendimiento, determinaciones
del entendimiento, en tanto en cuanto lo claro y distinto estipulan desde las ideas innatas
(estructura de la razón) que funcionan como el control, el hilo ontológico, de tales ideas
del entendimiento, determinaciones del entendimiento (lógica del entendimiento). Lo que
alimenta estas determinaciones del entendimiento proceden de las facultades de la
imaginación y sensibilidad. Por último, el proceso del pensar es independiente de su
producto, el pensamiento o su relación con el mundo.
Después de Descartes en Europa ---y ya en vida del mismo---, se desata una tremenda
polémica respecto a sus formulaciones, polémica que abarca toda la segunda mitad del
siglo XVII y el XVIII y sus ecos llegan hasta el siglo XX sobretodo en las ácidas críticas
contra su pensamiento que proceden de la filosofía de la mente en particular.
A partir de esta reflexión se desarrolla un fuerte debate entre los tres racionalismos de
la época: 1) racionalismo escolástico, 2) el racionalismo específicamente (que sobrevalora
el valor de la razón: racionalización del fenómeno), y 3) el racionalismo empirista (que
sobrevalora el valor de la experiencia para la constitución de una razón fenoménica:
fenomenización de la razón). La polémica entre los tres racionalismos tiene en los
racionalistas y los racionalistas empiristas a los principales protagonistas.
Nosotros estimamos que en las historias de las filosofías vigentes hay una
sobrevaloración de lo renovador, sobrevaloración que al no ser colocado en el real contexto
histórico tiende a ocultar el verdadero carácter del problema. A ello se une que la
subjetividad y la filosofía se presume solamente en el orden universitario ¿y la serie de
movimientos espirituales a nivel de masas no son pasibles de estudio?. El positivismo el
civilismo, el indigenismo, el anarquismo y el socialismo son expresiones acabadas y
redondas de procesos más intensos y con túneles subterráneos.
Nos comenta Salazar Bondy que en 1650 circula en Lima un opúsculo sobre Galileo
del español Juan Vásquez de Acuña (p. 27). Y antes de este autor se menciona que José de
Aguilar y Nicolás de Olea tienen contacto con las modernas ideas de Europa, que llegan
con “visible retraso”. La reforma de las ideas llevadas a cabo en la enseñanza oficial dio
vida a un grupo de profesores que se vieron favorecidos como movimiento para la
constitución de “un ambiente espiritual semejante en muchos aspecto al de la época de las
luces en Europa y que permite hablar de una ilustración peruana” (p. 28).
95
Consistiendo las últimas en las afecciones del sólido y el líquido, no puede conocerlas
aquél á cuyos ojos, ocultos los resortes interiores de la máquina viviente, solo se manifiesta
su decoración interna” (15)
John Locke en su material Anatomía (1668) propone una doctrina de los fenómenos y
si bien admite que nunca podremos conocer como opera la naturaleza, el entendimiento
puede concebir lo real formulando hipótesis fundadas en analogías de la experiencia “Para
el caso de una enfermedad, por ejemplo, hay una sintomatología que corresponde a una
ley de la armonía que rige las correlaciones fenoménicas y, basados en esa correlación,
elabora una terapia adecuada. La experiencia sensible es nuestra única fuente de
información. La experiencia, así, es único método seguro para captar la racionalidad en el
encadenamiento de los fenómenos” (16)
El empirista inglés no presume que el organismo sea producto, objeto creado por la
divinidad, y no puede porque su empirismo no lo lleva a eso, no da para eso, y no da porque
se funda la racionalidad en la experiencia y sistematización de los fenómenos. El peruano
en cambio, si bien habla de la experiencia y el fenómeno, sin embargo al remitirse al
cuerpo presume a éste como creación divina. Y cuando se plantea la relación y función de
los órganos del cuerpo lo hace en una perspectiva realista, descriptiva, captable, de leyes.
Cosa que no está presente en absoluto en el inglés.
Esta retematización del lugar del conocimiento a partir del “fenómeno” ---según
nuestra investigación--- muestra que nuestros ilustrados lo concibieron dentro del contexto
del realismo, del realismo sustancialista, que manejaba precisamente el aristotelismo-
tomista tridentino en la colonia del Perú. Leyeron el empirismo, el fenómeno y la
experiencia con ojos aristotélico-tomistas
mediados por el individuo como simple individuo ---al contrario, el individuo cartesiano
será un individuo que se entiende como autoconciencia individual, autista---, sino donde
el individuo cognoscente es la mediación entre el sujeto (con respecto a sí mismo como
autoconciencia donde el “yo” autista cartesiano es rezago sustancialista, es decir que no
quedaba completamente mediado por la autoconciencia) y la cosa, cosa en sí misma, cosa
externa al individuo.
Algunos estiman que la segunda forma (universal abstracta) es también reflejo, pero en
tanto conceptual que analiza, que desmenuza, lo dado por la representación simple, en el
proceso de aproximaciones sucesivas. Es posible sea así. Mas en el orden de lo concreto-
pensado no tiene el reflejo ninguno de los sentidos señalados. No es el universal concreto,
en rigor, representación simple ni tampoco universal abstracto (18)
La teoría del reflejo que es comprendida sin este largo proceso histórico de mediación
cognoscitiva en varios planos: 1) lo sensible, 2) el entendimiento y 3) la razón, propio de
la filosofía europea que se inicia con Descartes y culmina con Kant y de aquí llega a JGF
Hegel, y que no tuvimos en el Perú en su momento histórico, puede resultar y resulta, en
una comprensión de base premoderna de lo que llamamos moderno, y con mayor razón de
lo postmoderno.
Esto explica el sentido con que entienden la ciencia los practicantes de ciencia normal
en el país que se mueven en un materialismo metodológico. Y explica a su vez la
genealogía en la cual se funda la subjetividad de esta ciencia moderna en el Perú. En otros
términos, la constitución de la subjetividad con la cual se construye la representación de la
ciencia en el proceso espiritual de nuestro país, adolece igualmente de esta carga tradicional
premoderna.
Partir de aquí para hacer un desagregado de tipo categorial no es demasiado difícil, sin
embargo se impone primero ver de manera más detenida esta perspectiva gnoseológica de
los liberales peruanos que comprendieron el fenomenismo inglés en el horizonte
gnoseológico del realismo tomista de versión hispánica. Y tuvieron la más completa
incomprensión del cartesianismo europeo en la medida que este cartesianismo se leía en un
horizonte igualmente escolástico, es decir tomista-aristotélico tridentino en versión
hispánica.
Posteriormente, en el siglo xix y xx, como en el xxi peruanos, continua, digo, reitero,
hubo y hay un continuismo anatópico en la representación que nos hacemos de los
conceptos globales de naturaleza, sociedad y pensamiento. Y, en general, la demanda que
hace Kant a la filosofía de su época de que no ha superado el enfoque ingenuo de la
experiencia de base aristotélica, es inevitable se pueda visualizar cuando se revisa nuestra
historia filosófica. Y, es, precisamente, porque la ilustración no rompió teóricamente con
ese sustrato ontológico aristotélico-tomista.
99
Aunque los ingleses no asumen la realidad existente fuera del sujeto, o independiente a
él y que declaran que es imposible conocerlo. Los nuestros, por el contrario, asumen que
existe la realidad y se expresa y conoce por el pensar. La oposición al viejo pensar
aristotélico-tomista, no le es opuesto un despliegue teórico del pensar. Simplemente se le
opone el fenomenismo que dimana del conocimiento científico anatómico de la época. Y
con las limitaciones como se entiende este fenomenismo de base realista.
La ontología, que es saber teórico, se torna saber negativo por su vinculación con la
ontología religiosa para el empirismo europeo y necesidad de secularización para el
racionalismo europeo. Y en esto son exactamente idénticos los nuestros con los empiristas
ingleses, en la falsa asociación de ontología religiosa a toda ontología. Pero el contexto es
simplemente diferente. Fue un traslado mecánico. Pero el problema teórico en los nuestros,
es decir, de no superar la ontología implícita siguió vivito y coleando. Decir “no es
problema” no implica que el problema desaparezca. Eso es una ingenuidad. Y esa
ingenuidad es la que prevalece.
I. Kant el iniciador del idealismo clásico alemán es conocido en nuestro país recién por
el siglo XIX, si nos atenemos a D. Sobrevilla Alcázar podemos situar que comienza a ser
nombrado recién desde la segunda mitad del siglo XIX, y su influencia comienza por 1860.
Se intensifica su influencia a partir del positivismo (movimiento que se inicia por 1870 y
termina por 1900. El Kant de la fase positivista sería un Kant “positivizado” y que
exorciza fantasmas metafísicos (La filosofía en el Perú contemporáneo, Carlos Matta
Editor, 1996, p. 119). Su influencia es mayor en el siglo XX, dejaremos de lado el siglo
XX.
En todo caso, para nuestros fines, si acaso llegó Kant al país fue como un Kant
antimetafísico. Y punto. Habría que remitirse posteriormente a José Carlos Mariátegui La
Chira para percibir a Hegel, aunque mediado por la filosofía italiana y Marx –Engels.
Sobre este aspecto de Mariátegui y Hegel haré una observación más amplia en otro
trabajo. Volvamos a Kant.
Kant fue la liquidación de la “cosa en sí” (Dinge) para dejarnos instalados en el sujeto-
objeto, donde esta “cosa en sí” queda intelectualizada mas como “objeto” (Sache), es decir
como forma del pensar, dada a través de una nuevo status de la “cosa en sí”, llamada
“objeto”. Del cual lógicamente nunca podemos decir nada de esta cosa misma. Hegel
buscará restaurar esta “cosa en sí” pero como despliegue y dentro del pensar lógico más
allá del cual solamente puede haber abstracción vacía (19). Y comienza con esto el
reubicamiento del ser, no más ser abstracto, todo ser será sierre un ser mediado por o
espacio-temporal apriórico.
“cosa en si” a la estructura apriórica. La “cosa en sí” siempre tendrá el modesto lugar de
elemento indispensable para la actualización de la estructura apriórica. Y nada más.
a) El entendimiento y razón.
Si el presente del presente nos pone en mejor posición para evaluar el presente del
pasado, siempre y cuando no impongamos nuestras querencias a lo actores de este
presente del pasado, con mayor razón nos servirá para evaluar el futuro del presente. Y
completar las tareas que se exigen.
Pero este piso en que nos situamos para “mirar” el abstracto, es también abstracto, pero
este “mirar” que es abstracto se expresa también como algo conciente, explícito. Y, al ser
explícito, entonces podemos “movernos” en él como algo explícito y específico, como
saber explícito y específico, como dialéctica. Pero dado esto, “movernos” en él como algo
explícito y específico, implica otro problema.
Pero desde un punto de vista científico “ontológico”, dialéctico, es claro que ese
proceso de sedimentaciones del pensamiento va generando no solamente pensamiento
explícito sino también pensamiento implícito que se hace necesario develar. Y estos
“pensamientos dialécticos” epocales que se evalúan según un piso categorial principal,
basado en lo ciencia de la dialéctica, se hará objeto de una nueva perspectiva que tendrá
necesariamente que ser una historia de la dialéctica apuntando a “develar”, explicitar, las
categorías que sirvieron de “piso” para ese pensamiento dialéctico epocal, esto es la
historia de los pensamientos dialécticos han de mostrar la historicidad de estos
pensamientos dialécticos
b) La recaída en el entendimiento.
Así, lo que observamos es la lógica racional que emerge cualitativa, se torna lógica del
entendimiento al desplegarse, al socializarse, y del cual emergen nuevos pensamientos
racionales, cualitativos. De estos pensamientos cualitativos uno de estos se impone o se
desenvuelve, se socializa, el más fuerte o los que develan aspectos del ser o transforman
este ser, se socializan y al hacerlo se tornan lógica del entendimiento, se trivializan, y el
proceso vuelve a manifestarse, así hasta el infinito. La recaída en el entendimiento,
entonces, es inevitable, y hasta necesario. El develamiento permanente del ser es tan
importante, o tan inevitable, o tan necesario, como la banalización permanente del ser.
c) El problema de la síntesis.
del cual partimos, es decir, podemos comparar la teoría de la cual partimos con respecto a
la forma del contenido de la generalización reconstructiva.
Pero al mediarla con lo real, esto es la realidad peruana 70 años después, tanto lo
soviético-maoísta como lo mismísimo mariateguiano tendrá su especificidad. Por tanto, al
partir de la teoría dialéctica (los tres momentos) y al mediarla con la nueva realidad (70
años después) entonces el esquema dialéctico que aparece será de otro tipo, diferente a mi
punto de partida (esto es los tres momentos).
1) Estimo que el replanteamiento del problema del ser comienza con Kant, con todas
sus limitaciones idealistas al poner a ser en el ámbito de lo espacio-temporal apriorico abrió
las compuertas a lo que posteriormente sería la radicalización en la historización y
temporalización del ser. El ser después de Kant no tendrá la perspectiva de
incondicionalidad que incluso Kant pareció darle a la filosofía primera, conciliando en ello
con la vieja tradición platónica-cartesiana, problema de la incondicionalidad que quedaría
resuelto con Hegel.
Por eso el problema de la totalidad no se abandona sino que se estudia desde el ámbito
de la razón no del entendimiento, y frente a la teoría que aboga por su destrucción nosotros
abogamos por su comprensión en el orden de lo racional. Pero la totalidad de las
contradicciones se han de asumir como válidas para un cierto momento y fase de la historia
real, no como permanentes. Los pensamientos siempre son contingentes respecto al proceso
de la historia, respecto al presente de su futuro, pero absolutos respecto al presente de su
presente.
2) David Sobrevilla Alcázar en uno de sus últimos materiales formula este asunto de
la manera siguiente:
“en esta Universidad (San Marcos) no se hace tanto historia de la filosofía como filosofía, y
que a este respecto existen varias líneas de pensamiento que se cultivan a la vez y que se
interrelacionan, entran en diálogo y se estimulan recíprocamente (...) Es decir, que aquí no
se recicla simplemente propuestas llegadas desde afuera, no hay una mera sucesión de
modas foráneas (...) sino intentos apreciables en diverso grado de adoptar posiciones
independientes” (p. 218), “La última condición que queremos mencionar como
fundamentalmente positiva para el cultivo de la filosofía en San Marcos es el clima de
libertad que aquí casi siempre se ha respirado (...) más allá de los temores, de los credos
religiosos y de las ideologías (21).
¿Cuál es la razón por la que David Sobrevilla Alcázar parece cuidar con tanto interés se
mantenga esta independencia?. La razón se encuentra ---es mi perspectiva del problema--,
en la valoración que hace de la actividad filosófica de la Universidad Católica, en la
Consideración final del material indicado.
Estima DSA lo siguiente del quehacer filosófico de esta universidad: A) las ventajas: 1)
el lado fuerte ---historia de la filosofía y filosofía griega--- y débil en otras ---lógica,
filosofía de la ciencia o tendencias filosóficas modernas o la temática latinoamericana, 2) se
procura que estudien en el extranjero; B) desventajas: 1) es claramente anatópica, vive de
espaldas a la realidad espiritual nacional y latinoamericana, privilegia las filosofías
europeas, al menos algunas de ellas, 3) se hace historia de la filosofía, es decir
hermenéutica en un amplio sentido “interpretaciones de interpretaciones”, 4) finalmente su
carácter confesional.
Ciertamente las teorizaciones que predican la muerte de los grandes relatos no hacen
nada más que seguir inscritas en el viejo camino del anatopismo. Lo legítimo en este caso,
si se trata de matar los grandes relatos, radica en evaluar espiritualmente el registro,
niveles y matices que comporta el proceso de nuestra propia subjetividad filosófica, el
proceso de nuestra reflexión subjetiva históricamente desplegada para descubrir sus
presupuestos, alcances, límites, posibilidades en el camino a la autonomía filosófica. Y
efectuada esta tarea, entonces matar los grandes relatos.
Por lo demás estimo que trabajar el problema del anatopismo, que en mi perspectiva se
llamaría subjetividad anatópica, me parece uno de los temas centrales a rescatar de la
visión conservadora manejada por V. A. Belaunde. Y es ámbito que está siendo abordado
de manera sistemática por un serio estudioso de la filosofía y también estudiante del
Postgrado de nuestra universidad: Wilbert Almonte Prado (en medida menor, y en nexo
con la “normalización”, es también objeto de la reflexión de Carlos Sánchez; por cierto
también de los nuestros)
En Salazar, Rivara y Sobrevilla hay una neta posición que busca enfrentar y superar el
anatopismo, pero estimo que lo hacen aún en marcos de colocar históricamente el
problema. Estimo que la situación impone superar ese anatopismo teóricamente. Sea como
fuere el enunciar el problema como lo hace Belaunde, y la tematización histórica del mismo
hecho por el período clásico de la fase nacional de la filosofía en el Perú realizada por
Salazar, Rivara y Sobrevilla, son centrales para poder saltar otro peldaño teórico en el
campo de la reflexión, esto es superar el anatopismo, y constituir una subjetividad
autónoma distante de la autognosis y el autoanálisis. No se trata de caminar en el
“esencialismo” de lo peruano. Esta vía fue llevada adelante por la autognosis mexicana y
terminó en el callejón sin salida del individuo y el regionalismo filosóficos. Entonces la vía
no es por allí.
1]. 7 Ensayos
Significa que en el devenir histórico JCM decide trabajar estas siete contradicciones
no porque sean las que se le antojan, sino son los ámbitos en que responde a la critica
anarquista y que nuestro autor concentra en los siete. Otros opinan que tomó del
planteamiento global de García Calderón El Perú contemporáneo.
Aunque el primer señalamiento es idea de César Lévano lo más probable sin embargo
es que haya sido el referencial directo el movimiento anarquista. Pero nosotros nos
permitimos sugerir que no fue el movimiento anarquista en general. Todo sugiere que fue
el nuevo lugar del indio en la reflexión anarquista el que cambió el eje de la polémica.
JCM en siete ensayos habla, claramente, que interesa el problema agrario y del indio y
el replanteamiento de los problemas desde esta óptica, que las polémicas que tienen
liberales y conservadores sobre principio de autoridad, soberanía popular, sufragio
universal, soberanía de la inteligencia6. Es claro que los socialistas marxistas tenían que
seguir su propia agenda de polémicas
Por último está el ensayo sobre la cuestión religiosa, este ensayo es revisto en la
perspectiva de JCM ante la crítica anticlerical ejercida por Manuel González Prada, es
decir la crítica anticlerical de la religión no parecía ser más un criterio correcto, se
imponía una revaloración positiva de la cuestión religiosa donde se identificaba
incorrectamente religiosidad y oscurantismo clerical
2. Hagamos ahora abstracción temática de los contrarios de cada uno de los ensayos y
hagamos un recuento de contradicciones: el ensayo sobre el problema del indio sale como
contradicción de la cantera del anarquismo. Estos son tres ensayos: El problema del
regionalismo y centralismo sale como contradicción de la cantera de la polémica burguesa
de la época entre liberales y conservadores.
En síntesis, el autor realiza una inversión teórica de cada uno de los temas-problemas
existentes, es decir hace una reevaluación desde una posición de clase.
El ensayo quinto tiene que ver con la instrucción pública y se nota nuevamente dos
aspectos, el primero abarca desde “la herencia colonial y la influencia francesa y
norteamericana” hasta “Política y enseñanza universitaria en la América Latina”; la
segunda sección abarca desde “La Universidad de Lima” hasta “Ideologías en contraste”
El sexto ensayo tiene que ver con la cuestión de la literatura y solamente la parte I II y
III forman parte de un abordamiento histórico, mientras que el restante de las partes son ya
un claro deslinde con las posiciones conservadoras.
El ensayo séptimo y final tiene que ver con la cuestión religiosa y aquí nuevamente la I y
II parte tiene que ver con la parte histórica mientras que el III ya tiene que ver con una
cuestión interpretativa.
2] Lo lógico categorial
111
“Los economistas del siglo XVII, por ejemplo, comienzan siempre por una totalidad viva:
población, nación, el estado, varios Estados; pero siempre terminan por separar por medio
del análisis varias relaciones generales abstractas, determinantes, tales como el trabajo, la
división del trabajo, la necesidad, el valor de cambio, para elevarse hasta el estado, los
intercambios entre naciones y el mercado mundial. Este último método es,
manifiestamente, el método científico correcto. (...) El primer proceso ha reducido la
plenitud de la representación a una determinación abstracta (...)”
No es difícil percatarse aquí de las variadas relaciones abstractas que se van tejiendo en el
curso de cada uno de los ensayos, respecto al problema de la tierra y el indio como estos
se ven sujetos al problema de la feudalidad y luego la semifeudalidad, la servidumbre y el
gamonalismo expresados políticamente antes, durante y después de la emancipación.
El sexto ensayo trabaja con la literatura y aquí su abordamiento deslinda con la influencia
intelectual conservadora de Riva Agüero, es decir su evaluación apunta a deslindar con el
abordamiento colonial de Riva Agüero en su versión de la cultura y como parte de una
perspectiva más bien colonial.
De esta manera lo que queda claro en esta reflexión de Marx aplicado a los siete ensayos
es que la relación general establecida por la categoría no resulta el concreto pensado. El
concreto pensado es el modo abstracto como se representa unitaria y coherentemente el
objeto de una diversidad proporcionada por la relación general abstracta. La manera de
apropiarse unitaria, coherente y sistemáticamente la realidad.
2. A lo largo del trabajo hemos venido indicando una serie de aspectos que ahora sintetizo
y nos pueden ayudar a una comprensión del método de JCM para abordar nuestra realidad.
El hecho de que se llame dialéctico no significa que no tenga determinadas características
como tal método dialéctico. Para decirlo de otra manera, la dialéctica que uso y aplicó
cobra particular forma que se hace necesario explicitar y sintetizar. Acerquémonos a su
modo particular de entender la dialéctica.
113
Y finalmente como si bien las otras relaciones se subsumen en la relación política sin
embargo JCM le da un lugar específico, es decir explícito en la reflexión teórica.
-Parecería haber entonces cierta secuencia en la lógica de la exposición de cada ensayo: 1)
la posición de clase, 2) la exposición histórica, 3) la configuración del problema desde una
perspectiva socialista, 4) un balance provisorio.
-La relación abstracta central, y que se manifiesta de diversa manera a lo largo de cada de
uno de los siete ensayos, tiene que ver directamente con la feudalidad y semifeudalidad.
Esta relación general abstracta afecta cada ensayo y tiene su manera específica de
manifestarse y que combate JCM. sistemáticamente.
-El siguiente nivel procede de cómo este conjunto de universales concretos que resulta
producto de cada ensayo, permite un universal concreto unificado que resulta ser estos
siete ensayos elevados a una unidad global.
……………………….
embargo al hacer esta tarea está ejecutando un aspecto del problema de la subjetividad.
Nosotros hemos señalado que esta tarea de Mariátegui fue de inversión parcial de la
subjetividad, de lo que se trata es de ejecutar filosóficamente, explícitamente, esta inversión
por el inaugurada.
El maoísmo como específica doctrina del Partido Comunista con dos momentos de
1980 a 1992 y de 1992 en adelante, ha mostrado dos aspectos de lo mismo: su perspectiva
pragmática. Y en esto no ha sido diferente de toda la tradición precedente desde 1930. Este
pragmatismo hay que entenderlo en tres sentidos; 1) como políticamente pragmáticos
respecto al electorerismo o la lucha armada, y 2) epistemológicamente instrumentalista, 3)
115
Y ¿hasta que punto la herencia del militarismo y la inestabilidad política oficial no han
reforzado en la tradición política del país este pragmatismo político si no de manera
explícita sí implícita o ambos simultánea o alternadamente?. Y más que ser pragmatismo a
la americana pueda ser una forma específica de pragmatismo a la premoderna. Así que este
problema es un poco más amplio que el específico del maoísmo peruano. Quien sabe sea
hacer un poco de ciencia política en un país premoderno a partir de la misma experiencia
premoderna en el mundo contemporáneo.
político sin especificar su relación histórica y lógica es mostrar una teoría, no demostrarla
en su especificidad lógico-conceptual.
Leer políticamente a José Carlos Mariátegui La Chira con ojos del Pensamiento Mao
Tsetung para constituir la teorización política distinguiendo lo principal de lo secundario es
un aspecto que implica, precisamente, determinar el lado principal y filosófico de cómo una
tradición espiritual “habla” y el lugar de la contradicción principal y secundaria, allí y sólo
117
allí. Se puede argüir que eso es hacer teoricismo y es posible que así sea. Pero ¿sintetizar,
recolectar, unir el lado filosófico, político y económico del marxismo usando mecanismos
de recolección lógica, esto es racionalista, para aplicarlo a determinada condición histórica
¿no es moverse con aprioris donde la misma doctrina marxista funciona como un a priori
general?.
Una cosa es reflexionar desde una teoría X una experiencia histórica N; otra es
reflexionar una teoría X con la experiencia N que primero “habla” ha de manifestarse sin
sobreponer la teoría X; y otra es “aplicar” a un N cualquier X, y, después, articular
explícitamente lo diferente teóricamente, es decir Z. Nosotros estimamos que solamente es
válida la segunda forma que implica algún grado de epojé.
De otra manera ¿no será concluir lo que se tiene que demostrar?. Es obvio que “la
verdad de X” queda demostrada para todos los efectos. Pero este problema, estimo, no es
solamente del marxismo. En el caso del marxismo posterior a Mariátegui La Chira y,
específicamente, del maoísmo hay este déficit No se puede decir que son mecanicistas, son
racionalistas, es una pragmatización racionalista de la misma teoría marxista. En las
ciencias sociales y políticas desenvueltas por la socialdemocracia hay exactamente el
mismo déficit.
Esto sería para nosotros, desde el ángulo de la perspectiva del marxismo que
proponemos, el develamiento del ser. No se trata solamente de situar este problema de
constante recaída y absorción en el racionalismo tradicional o intelectivo, se trata partir
de que la recaída es un problema, una contradicción permanente de todo pensar dialéctico,
de toda razón dialéctica. La razón dialéctica se puede también tornar conservadora por obra
y gracia de los mismos pensadores marxistas. Si los socialistas se tornan antisocialistas, si
los marxistas, antimarxistas, si los revolucionarios, revisionistas ¿por qué los dialécticos no
podrían trabajar esta dialéctica como antidialéctica?.
119
El accionar comunista peruano de 1930-2000 ¿no habría nadado en esta recaída y sobre
posición de la razón en el entendimiento?. Y este accionar entre 1930-2000 sea en su
versión parlamentarista o extremista ¿no serían dos caras políticas del mismo problema
filosófico?.
Y significa que la razón dialéctica como ciencia tiene su propia especificidad aún dentro
de la operatividad de las relaciones con la práctica. En otros términos, la razón dialéctica
como ciencia tiene su lado teórico y su lado aplicado. El teórico es el referido a su propio
proceso histórico, y aquí hay dos aspectos: 1) como historia y 2) como historicidad, como
aporte específico de la teoría aplicada a una sociedad determinada; y, el segundo, es el
referido a lo aplicado en su relación con la práctica, distinguiendo el lado aplicado de la
teoría dialéctica en sus diversos planos cuando se desenvuelve con la práctica. ¿Esto evita
la recaída del ser dialéctico en su aspecto teórico en una nueva forma de racionalismo
como muestra la experiencia soviética?. No, no lo evita, pero al menos nos previene,
explícitamente, de la influencia del racionalismo tradicional.
Consideración final
Notas.
(1) El 5 de noviembre del 2004 y gracias a Wilbert Almonte Prado leí el material de David Sobrevilla Alcázar:
“Postmodernidad y racionalidad. El debate sobre la modernidad entre J. F. Lyotard y J. Habermas”, en La racionalidad,
Juan Camacho Camacho Editor, Maijosa, Lima, 1988, nota 2: Dice así: “Según el pensador alemán (Habermas: a/n)
cuando se expande una esfera de la cultura pretendiendo que ocupe el lugar de las otras, se produce una falsche
Aufhebung de la cultura. Habermas entiende la palabra “Aufhebung” en el triple sentido hegeliano del negar, recoger, y
superar (cursiva/m: O.O) al mismo tiempo. Nosotros traducimos la palabra “Aufhebung” en este artículo según la
propuesta de Ortega y Gasset como “absorber”: lo que Habermas quiere decir es que por ej. el surrealismo postula
absorber toda la cultura en el arte. Este planteamiento es inviable: se trata de una falsche Aufhebung, de una falsa
absorción de la contradicción existente” (p. 172). Nosotros seguiremos el sentido hegeliano y no el que propone Ortega y
Gasset, y entenderemos la falsa Aufhebung como la sobreposición de uno de los contrarios que se impone sobre la otra
unilateralmente, es decir que la falsa Aufhebung es, en rigor de verdad, recoger para negar totalmente. Así se recogió la
cultura previa, la incaica, y se le negó totalmente, pero se le niega totalmente no como simple negación, se le niega
como negación sistemática.
(2) Subjetividad (definición): reconocimiento específico, esto es como autoentendimiento y autocomprensión, del
despliegue teórico unitario y totalizador en su temporalidad e historicidad de las diversas autoconciencias y
autocomprensiones manifestadas epocalmente, Subjetividad (ámbitos): Los ámbitos son los siguientes: 1) lugar del sujeto
(distinguiendo lo individual en el sujeto), 2) lugar de la conciencia, 3) lugar de la voluntad, 4) lugar del objeto, 5) lugar
del sistema del conocimiento, 6) lugar de la razón, 7) lugar de la autoconciencia Subjetividad (sistema): Se define por el
horizonte de desarrollo desigual de contradicciones, aspectos y ámbitos de los subsistemas que lo componen y limitan, y
los límites específicos de cada subsistema.
(3) Filosofía (sentido amplio): sistema general de ideas que da cuenta de su propio despliegue en su temporalidad e
historicidad para la constitución de nuevas formas teóricas Filosofía (sentido estricto): estructura de las leyes, categorías y
conceptos específicamente en el orden de la razón en el orden del estrato intelectual y de la autoconciencia de masas
(4) El término “anatópico” procede de V. A Belaunde y significa lo siguiente según estima D. Sobrevilla Alcázar: “por
anatopismo entendemos nosotros en este caso la tendencia a partir no de la propia realidad nacional y de sus posibilidades
para formular los conceptos adecuados a ella, sino de realidades ajenas y posibilidades fantasiosas”, en D. Sobrevilla
Alcázar: La filosofía contemporánea en el Perú. Carlos Mata Editor, Lima, 1996, p. 20. También Repensando la
tradición nacional8u, vol 1, Editorial Hipatia, Lima, 1988, p. XV, nota 1.Nosotros lo entenderemos de la manera que
sigue: (definición general): subjetividad extrañada de su propio contexto para ubicar mecánicamente, reificar,
desenvolver y adoptar como propia una subjetividad históricamente impuesta, Anatopismo pedagógico: colocar la
reflexión exterior de uno o varios pensadores sin dejar estructurar el propio discurso racional de los sujetos, es decir es
una estructura inmanente de contextualización del lenguaje y la información proveniente de la reflexión exterior.
(5) Tópica, Topismo (conciencia autónoma): el proceso en el orden de la subjetividad y la filosofía de desentrañar en su
historicidad y temporalidad el horizonte, la génesis, genealogía, desenvolvimiento, contradicciones y ámbitos de la
subjetividad anatópica y de reasimilación de los problemas de la filosofía internacional.
(6) es a partir del sentido que se sustenta la comprenhensión de alguna cosa, sin venir a la vista como algo propio
expresado o tematizado (Heidegger: Ser y tiempo, parágrafo 65), Registro afectivo sistémico implícito: código de sentidos
implícitos afectivos o decodificación afectiva capaces de englobar, opacar y adelgazar los códigos explícitos de sentido
del lenguaje a quienes además se percibe como rivales o no rivales; es centralmente modelada por la Umwelt pasada,
Resonancia sistémica de niveles de sentido: activación espontánea de códigos implícitos del entendimiento proporcionado
por el presente de la tradición (Umwelt), Transferencia de sentido: cuando traslado a otras esferas el sentido del autor o
posición estudiada para que en un contexto diferente pueda captar un nuevo horizonte de problemas Transferencia latente
de sentido: sentido ambiguo donde se destaca un sentido básico y otros secundarios y sin embargo el emisor no es capaz
121
de manejar explícitamente estos elementos e inevitablemente reaparecen como tal sentido secundario en otro momento
del discurso o nivel o estratificación del discurso.
(7) preestructura de comprensión de normas y creencias institucionalizada como no institucionalizada, esto es oficial
como no oficial, cultivada, cuidada y justificada, de carácter global y dominante: en nuestro país se reconocen cuatro
tradiciones: la quechua, la cristiana, la liberal y la socialista
(8) Seguimos aquí a N. Manrique quien estima que el problema central de nuestro país es el problema de la no
constitución de un estado-nación; problema del estado-nación pensado también por Habermas, Havel y Giddensm y que
ninguna estima o predice su desaparición. Así, habría que distinguir estado-nación imperialista y semifeudal, y si resulta
válido el ideal de llegar a ser como los capitalistas transitando sus mismos pasos.
(9) Cuando Tomás se plantea en sus tratados una serie de problemas ---sobre la creación, el hombre, la naturaleza
corpórea, la bienaventuranza, las acciones humanas-- son elementos centrales que van contextualizando el lugar del
tratado de las pasiones. Y en su planteamiento el lugar de la razón particular o cogitativa tiene específico sentido: es la que
posee una tabla de valoraciones basada en la experiencia sensible y perceptible intelectualmente por la comparación, es
una axiología espontánea del sentido común, una teoría estimativa espontánea nacida ---en un primer aspecto--- o a partir
de las cuales percibe las intenciones, y que por comparación le permite una estimativa cotidiana para orientarse en la vida
y el mundo. Y, ciertamente, con capacidad de formular juicios sintéticos, y aunque la razón particular o cogitativa está
subordinada a la voluntad, empero los juicios sintéticos de la cogitativa no necesariamente lo están, solamente lo están si
sujetos a juicio racional, esto es que la cogitativa no es abstractiva o aprehensiva de la naturaleza racional, se orienta a la
naturaleza universal en tanto en cuanto toca a un singular en su naturaleza universal directa y material. Parecería que el
rechazo de la razón ilustrada, de la razón mediada hegelianamente y la teoría de la correspondencia nos hubiese llevado
más atrás del mismísimo Descartes y antes de la mejor escolástica: una razón particular autista
(10) Postilustración, dialéctica y teoría de la correspondencia es el proceso de repensar el pensamiento de la ilustración
que fuera inaugurado por el idealismo alemán a través de I. Kant, tanto Kant como Hegel que es su culminación idealista,
trataron de superar el problema de la relación sujeto-objeto, Hegel consiguió una salida razonable a la teoría tradicional
de la correspondencia. No olvide el lector que Hegel dominó toda la escena filosófica de la primera mitad del siglo XIX,
siendo la segunda mitad de rechazo total a este hegelianismo. Así, el rechazo a la ilustración francesa no sería tal, sería en
realidad el rechazo a la ilustración francesa desde el racionalismo hegeliano, y este racionalismo hegeliano en su rechazo
de la ilustración aborda el problema de la correspondencia. El antihegelianismo rechaza el racionalismo hegeliano y
asume que este racionalismo hegeliano se fusiona con la teoría de la correspondencia, pero lo cierto es que Hegel es el
rechazo a la teoría de la correspondencia (remito a la Ciencia de a lógica).
(11) lo implícito no es idéntico a lo explicito, se puede negar en otro momento histórico cierto aspecto de lo explícito
anterior sin negar el implícito general actuante como dador de sentido, es el caso de la ilustración peruana cuando concibe
el conocimiento positivo sin negar el resto de la subjetividad colonial
(12) prototipo, modelo, en e cual nos basamos para confeccionar determinados modos de comprensión, puede ser
explícito o implícito, implícito cuando alude a una perspectiva científica y filosófica, por ejemplo evolucionismo o
positivismo, e implícito cuando asumimos acríticamente la comprensión de algo desde la tradición, por ejemplo la idea
del ser fue tomado como atemporal hasta la llegada de Kant, luego pasa a tomar historicidad y temporalidad.
(13) Salazar Bondy, A (1954): Filosofía en el Perú, Universo, Lima, 1967
(14) D. Hume: Investigación sobre el entendimiento humano (Trad: Juan Adolfo Vázquez). Editorial Losada, Buenos
Aires, 1945, p. 44; D. Hume: An Enquiry concerning Human Understanding (Edition 1777), Text prepared for P.
Millican, Leeds Electronic Text Centre, July, 2000; http://www.geocities.com/Athens/3067/hume/h_etexts.html, p. 12
(15) Mercurio Peruano, No. 220, 10 de febrero de 1793; Edición facsimilar de la Biblioteca . Nacional del Perú, Vol.
VII: 1793, Lima, 1965, p. 98..
(16) Octavio Obando Morán: “El método filosófico del filósofo inglés J. Locke en su Ensayo acerca del entendimiento
humano (1690), Lima, diciembre de 1993, p. 4. .
(17) JH Unanue: Decadencia y restauración del Perú (Discurso inaugural para la Abertura y estreno del Anfiteatro
Anatómico de la Real Universidad de San Marcos el 21 de noviembre de 1792), en Mercurio Peruano, No. 221, 14 de
febrero de 1793; Edición facsimilar de la Biblioteca . Nacional del Perú, Vol VII: 1793, Lima, 1965, p. 110.
(18) Rafael Plá León: Problemas de la lógica del pensamiento liberador latinoamericano (Polémica con Enrique Dussel en
torno cuestiones básicas del marxismo), (Santa Clara / 28 de mayo de 1995); también Lucio Obando Guarniz: El concepto
de reflejo dialéctico, Separata, Facultad de Letras, UNMSM, Lima, s/f
(19) JGF Hegel: Wissenschaft der Logik, Werke: B. 5, Suhrkamp, Germany, 1993, p. 26.
(20) E. Albizu: La idea hegeliana de materia y el tránsito de lo ideal a lo real. Presentada a la Sociedad Peruana de
Filosofía, Lima, 8 de agosto de 1981, p. 15
(21) Sobrevilla Alcázar, D (1996): La filosofía contemporánea en el Perú, Carlos Mata Editor, Lima, septiembre, p. 219
122
Sección III
El problema metodológico
de lo histórico-intelectual
123
Sumilla: El volver a las fuentes para el replanteamiento íntegro de la colonia como una
totalidad pasa necesariamente por la reformulación de éstas, esto es por la delimitación
de los ámbitos que se han de estudiar para el acercamiento apropiado a la subjetividad que
legitima esta totalidad. E implica, además, tener bastante claro que el problema no se
reduce a la reconstrucción de la filosofía universitaria de este período como si esta fuese la
única que expresó tal período. Por el contrario, lo central es la reformulación del problema
de la subjetividad que legitimó este período globalmente. Por consiguiente, las fuentes han
de procurar abarcar la totalidad de esta subjetividad reconocible en sus varios ámbitos,
antes de entrar de lleno a la investigación colectiva de esta etapa. La reducción de la
investigación de la filosofía del período colonial a la filosofía universitaria es confundir la
filosofía universitaria con la subjetividad, esto es confundir la filosofía universitaria con la
constitución de la ontología y subjetividad de esta fase. Es confundir la parte con el todo.
No tener claro este déficit ha llevado inevitablemente a que la historia de la filosofía del
período colonial se haya reducido a la filosofía universitaria conventual, y a que, por tanto,
se haya constituido una primera perspectiva de la filosofía de este período en que la
filosofía universitaria conventual sobredimensionada, inmersa en la perspectiva del
paradigma racionalista, haya ocultado aspectos de esta subjetividad manifestada en otros
niveles, manifestación expresada implícitamente, que se hace necesario develar. Estas son
tareas previas inevitables que han de conducir a una necesaria Aufhebung (negar, recoger,
y superar).
Felipe Barreda y Laos en su conocida obra La vida intelectual en el virreinato del Perú
(UNMSM, Lima, 1964) estima lo siguiente al evaluar la colonia evalúa lo que se llama
escolasticismo, que sería una dirección espiritual, e indicando los rasgos siguientes:
“1. El supremo criterio de verdad es la revelación divina, en la que se tiene plena fe.
124
Estos son caracteres comunes a todos los escolásticos judíos, árabes y cristianos.
Además, hay distintivos secundarios que a veces pueden faltar y son:
Continua este autor afirmando que durante la colonia peruana, el siglo XVI, la
controversia central de este período venía dominado por la discusión dada en España
acerca de si los indios eran seres humanos o no lo eran (p. 52). Y que en última instancia,
estima FBL, “la fe, decidía la superioridad e inferioridad de razas” (p. 55). Era la naturaleza
quien ordenaba las desigualdades humanas (p. 56). La institucionalización de la esclavitud
se consideró de derecho natural (Ídem). Y el papel de Las Casas aunque de clara oposición
a la sostenida por G. De Sepúlveda sin embargo “quedó solo, aislado en su campaña
civilizadora” (p. 57), es decir fue minoría.
Resulta así Las Casas un humanista y otras historias, pero ¿acaso fue relevante desde el
punto de vista practico dominante de la época?. La respuesta es simple: no. ¿Tuvo Las
Casas alguna relevancia en la modificación de la actitud de los curas predicadores durante
la evangelización, es decir de los curas que doctrinaban y no la iglesia oficial de la época?.
La respuesta: no. Las Casas, es, entonces, dígase lo que se diga, un personaje secundario
desde un punto de vista práctico. Y, en segundo término, se sobredimensiona a Las Casas,
pero ¿era su oposición estructurada desde un horizonte que llamaríamos aproximadamente
moderno?. La respuesta es simple: no. Las Casas está dentro del horizonte medieval. Su
humanismo es un humanismo de una tendencia minoritaria, medieval. Es un humanismo
canalizado en el horizonte conceptual cristiano católico.
Llama la atención Barreda Laos que Vitoria habría efectuado la defensa de los indios
(en otro momento evaluaremos más sistemáticamente a este Vitoria), al igual que Domingo
de Soto quien habría defendido “una doctrina que no era otra que la libertad de conciencia,
disimulada” (p. 68). Sería interesante seguir esta pista en el medio universitario del período
colonial peruano, los sotistas que habrían manejado en la colonia peruana esta doctrina del
125
cura de Soto. Y habría que discriminar el aspecto moderno del medieval cuando se plantea
la libertad de conciencia, o para decirlo de otra manera: la libertad de conciencia ¿la
abordaba de Soto desde el horizonte moderno o medieval?. En la colonia del Perú Barreda
Laos estima que Fray Domingo de santo Tomás participó de las opiniones de Las Casas (p.
72). En general, estima el autor BL, la colonia habría sido básicamente adicta a la filosofía
aristotélica y de Tomás (Idem) en la versión dominica y jesuíta. Mas de estos últimos, a
mediados del XVI, habría una tendencia a la crítica libre y el pensamiento independiente,
José de Acosta habría representado esta dirección.
Esta evaluación estimamos resulta interesante, José de Acosta habría sido expresión de
la crítica libre y el pensamiento independiente ¿pero de quién y con respecto a qué?. Es
bastante poco creíble que Joseph de Acosta haya sido crítico del horizonte medieval y del
aristotelismo-tomista. Lo más probable es que criticase el modo de evangelización en el
Perú, pero también es un hecho ---además de ser las suya una posición minoritaria, su
crítica a la evangelización se hacia desde la perspectiva de la iglesia oficial de estos mismos
curas evangelizadores, es decir era una contradicción no antagónica--- que esta iglesia
oficial no tenía influencia neta sobre sus propias tropas doctrineras.
“Se vivía entonces en plena reacción católica” y la iglesia de la época y los jesuítas de
la época, y también Acosta “sin explicación alguna, revela inmenso desprecio por la
sabiduría de su tiempo, por las innovaciones peligrosas que ganaban cada día más adictos
defensores” (p. 80). Prosigue Barreda Laos: “Las ciencias físicas y naturales vivían, entre
nosotros, otra vez, la vida del siglo XIII; intelectualmente, estábamos en plena Edad media;
llevábamos atraso de tres siglos” (p. 80).
En la filosofía del siglo XVII menciona FBL algunos destacadas personalidades de esta
fase que estudia y que denomina “primer grupo de maestros” (p. 108) y de quienes
menciona también sus obras: Juan Pérez de Menacho, Alonso de Peñafiel, Cristóbal de
Cuba y Arce, Diego de Avendaño y Martín de Jáuregui.
126
Al evaluar algunos de ellos, por ejemplo Pérez de Menacho, dice lo siguiente: “Para
concluir, hemos de decir que, si fuese permitido juzgar del mérito de un autor por las dos
únicas obras que el tiempo ha respetado, entre las muchas que dejó escritas, afirmaríamos,
sin vacilar, que la fama de que gozo Menacho, sobrepasó a sus méritos; y que los elogios
que de él hicieron cronistas de conventos y otros hombres de letras, fueron exagerados. Sus
doctrinas son trascripciones de las de Santo Tomás y San Agustín. Hay en sus obras
diseminadas, algunos conceptos platónicos; y cuando quiere hacer labor original, se
muestra débil y contradictorio” (p. 114).
Y esto que llamamos evangelización lleva un problema adicional, que una cosa es la
ontología explícita universitaria y otra, muy otra, la ontología implícita de la
evangelización, esta última en absoluto investigada filosóficamente, y que se presume no
es ontología (ontología práctica) y como tal no merece ser investigada. Esto último es un
nuevo punto en contra del textualismo, contextualismo, pragmatismo y sobreexposición de
sentido. Sin contar con la severa falla de no ejecutarse un rigoroso y necesario
levantamiento de fuentes para investigar el período.
El segundo bloque de maestros filósofos del siglo XVII que estudia Barreda Laos se
refieren a Espinosa Medrano, Nicolás de Olea y José de Aguilar.
127
De José Aguilar dice: “Aguilar, por sus tendencias reaccionarias; por su erudición en
ciencia antigua; por la labor de síntesis que realiza en sus obras; merece el primer puesto
entre nuestros maestros representativos del siglo XVII” (p. 181). Merece destacarse
igualmente la valoración que hace Barreda de este Aguilar sobre la “cosa en sí” (p. 175).
Barreda Laos entre las pp. 182-191 llama la atención sobre el fenómeno o del
misticismo y la contemplación en la colonia. Y menciona a dos representantes: Fernando
Valverde y Pedro Peralta. La nota 1 de la p. 183 remite una vez más a las condenas
inquisitoriales que figuran en los Documentos históricos y literarios de Odriozola. Y esta
es una información que se ha de tener en cuenta y sobre el cual llamaremos la atención
cuando expongamos nuestra posición.
Es claro que se esta refiriendo a la vida social en las ciudades y en directa relación con
los hispánicos, hijos de hispánicos y posiblemente alguna categoría de mestizos. Ontología
práctica bastante diferente de la evaluación de la subjetividad que provendría del lado de la
ontología práctica de la evangelización. Un nuevo argumento para sospechar del
reduccionismo textual, contextual, pragmático y de sobrecarga del sentido.
Pero resultan notablemente valiosas las reflexiones que hace este Barreda Laos sobre el
llamado probabilismo, veamos in extenso esto. En la colonia la escolástica a mediados del
siglo XVIII vivía en plena crisis y dentro de este contexto de crisis es que se desenvuelve el
probabilismo. Fue en general contentarse con opiniones probables (p. 215). Y Barreda
Laos describe el mecanismo de su lógica: “lícito es seguir la opinión verdaderamente
probable; la opinión menos probable, en concurso con la más probable, es probable,
verdaderamente: luego, es lícito seguirla” (Idem).
Los jesuítas llamaron al probabilismo doctrina “sana, antigua, verdadera y segura” (p.
216). Y sufrieron la oposición de las demás congregaciones religiosas, dominicos,
franciscanos y agustinos. Renace el espíritu sectario y la escolástica termina dividida,
anarquizada, precipitada en la retórica. Para evitar esta anarquía la Inquisición interviene
para salvar la dogmática. Así el 23 de diciembre de 1748 decreta cárcel contra cualquier
forma de provocación o injuria por “escrito o de palabra, en púlpito o cátedra, o en
público” (p. 217). Incluía además de cárcel, destierro, excomunión mayor, confiscación
de bienes, etc. Pero sirvió de bien poco (Idem). Las proposiciones consideradas heréticas
se defendían como opiniones probables (idem). La Inquisición para contener la herejía
apeló al terror para controlar la situación (edicto de 1763). Pero de poco sirvió la Real
Orden de 1768 (p. 218 y nota 1).
Esta epidemia se llevó al terreno político y Carlos III por Real Cédula del 12 de agosto
de 1768 mandó extinguir de universidades y escuelas las cátedras donde se enseñarán
doctrinas probabilistas (p. 219). El virrey Amat el 2 de febrero de 1769 ordena que
“graduados, catedráticos y maestros de ella (San Marcos), hicieran juramento de que no
oirían, ni enseñarían, ni aún con título de probabilidad, las doctrinas del regicidio y
tiranicidio, contra las legítimas potestades” (p. 219).
Así parece, entonces, que desde mediados del siglo XVII y mediados del siglo XVIII
la escolástica universitaria vive en general una negación de la escolástica tomista, una
negación neta del carácter realista de la ontología y gnoseología tomista para recalar en un
convencionalismo neto, en un idealismo subjetivo de carácter colonial bastante limitado y
específicamente gnoseológico escolástico, o como producto, en general, de esta
hermenéutica reducida a las distinciones del lenguaje, a las distinciones de sentido.
Procuremos determinar mejor esto.
La primera forma, la del siglo XVII es culterana y hay que distinguir si fue tendencia
principal o secundaria, la del mediados del siglo XVIII es probabilista. Son dos momentos.
Los maestros del siglo XVII aún en su perspectiva culterana no separan ciencia de religión
(p. 162). Esto es ni ontológica ni gnoseológicamente. La versión probabilista es “La
desconfianza de la escolástica en sus métodos de raciocinar y descubrir verdades,
reemplazó el sectarismo de escuela por el probabilismo” (p. 215). Fue polémica entre
129
No fue camino que llevó a la libertad política, a la política liberal en su génesis, fue en
efecto, la expresión terminal de la escolástica, que inevitablemente afectó al conjunto de
creencias y fundamentos políticos tradicionales, esto es la concepción política medieval. No
hay, ni por asomo, la más mínima crítica para colocar allí la subjetividad política moderna,
liberal. Es, simplemente, negación, degeneración. Es la razón medieval contra la razón
medieval.
Habría una referencia que sugeriría que el pensamiento de la fase liberal habría sido
fecundada por el pensamiento y las categorías de la escolástica. Basados en Jorge Basadre
(“Idea de “patria” en la emancipación del Perú”, Mercurio Peruano, año XXIX, Vol.
XXXV, No. 330, Lima, p. 658) nosotros rechazamos de plano esa teoría. E indicamos, de
pasada, la tendencia nociva del estrato intelectual y filosófico de poner de relieve el
pensamiento jesuíta o la participación jesuíta como algo muy especial, sin embargo el
jesuitismo y el pensamiento y práctica jesuítas es además de cristiana, que ya es bastante
problemático, también papista que es totalmente deplorable. Por consiguiente, esperar una
subjetividad moderna estacionados total y disciplinadamente en un horizonte ontológico y
gnoseológico medieval resulta tremendamente errado. Y peor resulta hacerle concesiones,
mínimas, en el siglo XX y XXI que avanza veloz a la descristianización de occidente.
La valoración que hace Manuel Mejía Valera sobre la colonia: Fuentes para la historia
de la filosofía en el Perú, UNMSM, Lima, 1963, dice lo siguiente.
Esta valiosa tarea de sistematización habría que completarla con las investigaciones de
panorama sobre la filosofía colonial desde Salazar Bondy, estudios específicos sobre el
pensamiento colonial, que son abundantes desde el ángulo de la historia de la filosofía, y la
misma ciencia histórica. Y en materia de reconstrucciones bibliográficas estimo que se
cuenta hoy con mayores y amplios recursos bibliográficos (remito a la Revista Electrónica
de Filosofía en el Perú). Unese a esto que las mismas bibliotecas conventuales están
modernizando (aunque no con la celeridad y conciencia histórica de su propia riqueza) sus
métodos de conservación, evaluación y consulta de sus muy valiosas obras. Así habrían
dos momentos para un levantamiento bibliográfico hasta el 50 del siglo XX, e inicios del
60 en adelante.
Estima ASB que la escolástica se extiende hasta mediados del siglo XVIII, cediendo
su lugar a la filosofía moderna (p.18). Salazar destaca el vínculo filosófico con el
neoplatonismo y también el humanismo de Erasmo y Vives. Y prosigue afirmando que
también la ciencia natural estuvo presente en la enseñanza universitaria aunque teñida
todavía de mentalidad medieval (p. 21). Todos estos referenciales son referenciales que
“Importa señalar porque ellos son un buen índice de la amplitud y la complejidad del
movimiento cultural de los dos primeros siglos del Virreinato, cuyo desarrollo particular no
ha sido estudiado aún con el rigor y la amplitud que merece” (p. 21).
Al aludir al siglo XVI menciona las órdenes religiosas que expondrán la doctrina de
Tomás, quien fuera el más estudiado. Es en el siglo XVII que aparecen los más destacados
representantes de la escolástica peruana que en su mayoría pertenecen a la Compañía de
Jesús “orden que ya desde el siglo anterior había logrado dominar la enseñanza pública
colonial” (p. 22).
Estima que Avendaño consigue en su obra Thesaurus indicus logra “una vigorosa
defensa de la humanidad de los aborígenes y de la libertad personal del hombre, contra la
teoría de que la esclavitud conviene por su naturaleza a ciertos individuos, defensa que
hace de él un clásico del pensamiento ético hispanoamericano” (p. 24).
131
1) La afirmación relativa a que los jesuítas habrían tenido dominada la enseñanza pública
colonial es bastante problemática.
2) Estimo necesaria una relectura de nuestra cultura sin sobrevalorar la presencia jesuíta en
nuestra cultura.
Esta autora tiene varios materiales en los cuales se ocupa de la filosofía de la colonia,
aquí daré cuenta del intitulado “La filosofía colonial en el Perú” (en Pensamiento
prehispánico y filosofía colonial en el Perú, t. 1, FCE, Lima, 2000).
Estima, al igual que Salazar Bondy que “La introducción y el apogeo de la escolástica
en América abarca los siglos XVI y XVII, prolongándose hasta mediados del siglo XVIII,
(...)” (p. 237). La filosofía universitaria hispanoamericana es un “traslado y prolongación
de la española” (p. 237), y al igual que la escolástica hispanoeuropea la filosofía resulta
esclava de la teología. Y las diversas órdenes asentadas en la colonia peruana si bien
tenían discrepancias por el predominio académico “siempre se mantuvo la unidad última
de la filosofía católica” (p. 237) que fue difundida según perspectiva propia de cada
congregación.
Resalta este capítulo que junto al escolasticismo predominante sin embargo actuaban
también otras influencias menores, uno lo era el movimiento humanista erasmiano, y
132
Entre las páginas 239-250 hace un repaso de las congregaciones que actuaron entre el
siglo XVI-XVII en la colonia peruana, y realiza el abordamiento de algunas
individualidades. Así de las congregaciones revisa a los agustinos, dominicos, mercedarios,
franciscanos y jesuítas.
Llamo la atención sobre uno de los puntos de nuestra maestra MLRT que considero más
polémicos, dice así “los jesuítas siguieron las huellas de Francisco Suárez, el filósofo más
popular que hubo en América desde fines del siglo XVI hasta principios del XIX; y el que
influyó eficazmente en la revolución de la independencia americana a causa de sus
doctrinas sobre el origen de la autoridad” (p. 242
Sobre la segunda idea de la cita trascripta nos parece que Jorge Basadre ha puesto
claridad sobre el punto de ser la escolástica quien habría influenciado el pensamiento
político de la revolución de la independencia. Estima Basadre que no habría sido así. Y su
demostración remite a la base documental de la época, remito a la cita anteriormente
expuesta en este artículo. Y sobre que habría sido Suárez el filósofo más popular en
América desde fines del siglo XVI hasta principios del XIX (básicamente siglos XVII y
XVIII). ). ¿Popular en qué sentido?. Y encuentro muy difícil que lo haya sido entre las
tropas doctrineras.
Las individualidades que revista MLRT y que pertenecen a la Compañía de Jesús son:
Esteban de Avila, Juan Pérez de Menacho, los hermanos Peñafiel, Diego de Avendaño,
Nicolás de Olea, José de Aguilar, Martín de Jáuregui, y encierra su recuento revisando al
probabilismo que “Como un medio de contener los excesos del espíritu polemista se
impuso desde comienzos del siglo, venido de España, un sistema especial de razonamiento,
un criterio nuevo para la apreciación de la verdad. Se trataba de obtener conclusiones
parciales” (p. 251). Remitimos a Barreda Laos para tener un panorama contrastado con la
opinión vertida por nuestra profesora.
Un segundo material llamativo se intitula “El impacto del encuentro con América en el
pensamiento occidental de los siglos XVI y XVII” (en Filosofía e historia de las ideas en
Latinoamérica, t. 3, FCE, Lima, 2000). Aquí el trabajo se desagrega en tres aspectos. El
primero trabaja el afianzamiento político-económico y religioso de España en América.
Los hispánicos para justificar su praxis dominadora en estas tierras lo hacen con original
astucia (p. 50), astucia que se remitía a la obtención de beneficio económico, derecho al
dominio y propagación del evangelio, bajo el criterio de la unidad de España con sus
colonias y bajo cetro hispánico (pp. 50-51).
indias, y de las indias a Europa occidental, que iría, finalmente, y gracias a esta fecundación
histórica, al surgimiento de la modernidad en Europa.
Augusto Castro.
Estima que (El Perú un proyecto moderno, Lima, PUCP-CEP, 1994, pp. 37-53) “la
modernidad nace en el Perú como prolongación de la escolástica medieval” (p. 37). Según
estima este autor nacimos en la modernidad pero con apellido escolástico (p. 38). En la
perspectiva del autor habría sido la escolástica renacentista la que dominó en el país por
años y siglos (p. 39). Esta escolástica renacentista habría sido específicamente
aristotelismo renacentista y que “reinterpretó la tradición medieval” (p. 39). Es clara la
huella de lo escolástico en el pensamiento ilustrado peruano (p. 40).
Al evaluar a Juan Espinosa Medrano “El Lunarejo” encuentra que este autor se ubica
en una fuerte polémica sobre los universales contra posturas nominalistas quienes son
para Medrano los “modernos”: “En sentido estricto no polemiza con los conocidos
filósofos del pensamiento moderno, sino con adversarios dentro de la propia escolástica
renacentista” (p. 41). Esto es, estimo valorando el juicio de Augusto Castro, la visión
escolástica del escolasticismo renacentista, esto es los aristotélicos renacentistas. Su
posición es una defensa radical del aristotelismo (p. 42). Sin embargo la defensa cerrada de
Espinosa Medrano pone de manifiesto “su postura renacentista y moderna: la primacía de la
razón y el pensamiento sobre la realidad. Y la nota 1 de la página 43 completa su idea
siguiendo a José Rodríguez Garrido que dice al respecto que, en Espinosa Medrano, habría
un barroquismo no solamente de la expresión, también lo habría de la estructura.
Sobre este punto suspenderé el juicio porque no estimo de manera alguna a Llano
Zapata hacedor de lo que aquí se manifiesta. Estimo que el escolasticismo pesó mucho en
ellos incluso cuando abordan la ciencia moderna. El problema no está en repetir lo que ellos
repitieron sobre ciencia en la época, y tal cosa, es decir, repetir los haría modernos. El
problema está el contexto, la concepción, en que se evalúa lo nuevo. Y nuestra posición es
que pesa más lo viejo, la vieja escolástica. No la aristotélica renacentista. Menos la nueva
concepción, la moderna.
Finalmente, concluye este párrafo AC con lo siguiente: “La realidad social y humana
en la Colonia cambiaba rápidamente. La controversia, sin embargo, permitiría el desarrollo
de la nueva ciencia natural y a su vez llevaba a una nueva concepción de la acción
humana”.
Afirmaciones bastante polémicas: ¿qué tipo de ciencia natural y de qué contexto habla
al referirse a ella?. Y más problemático aún lo relativo a una nueva concepción de la
acción humana ¿pero cuál es el contexto para estimar la nueva concepción de la acción
humana cuando no se ha develado la colonial sino dentro de los marcos tradicionales, es
135
Estos ensayos que presento en esta sección (Ensayos 1 y 2) que presento aquí
corresponden a materiales presentados a mis estudiantes para el curso de Filosofía en el
Perú de la UNMSM de los anos que van del 2005 al 2007. A pesar de las discrepancias, o
gracias a ellas, no se puede decir que la actividad relacionada con la filosofía en el Perú no
es lo bastante dinámica.
Nuestra posición.
Este material fue redactado en 1992 como parte de un trabajo más extenso, pero recién
expuesto para conferencia en 1995 y finalmente reunido en un material llamado: El
quehacer filosófico en el Perú que apareció en 1996 y nuestro artículo se llamó
“Perspectivas del materialismo filosófico”. Ciertamente todos estos años transcurridos he
procurado mantenerme fiel a este programa de “Perspectivas” y no necesito cambiar nada
esencial en él.
De un tiempo a esta parte, quien sabe del 2003 en adelante que conseguí percibir esta
infusa idea, se ha puesto de moda un espíritu que dice más o menos “!Volvamos a la
colonia!”. Así que comparto esta onda retro de volver a la revisión de los materiales del
período de la colonia que llevan adelante algunos colegas. Pero mi cercanía solamente se
da en este aspecto.
A diferencia de esta onda retro nosotros postulamos que se tiene que volver a la
génesis y genealogía que configura la estructura, función, sentido y sentido del sentido de
nuestra subjetividad, es decir el sentido de nuestra autoconciencia o auto-entendimiento y
auto-comprensión y la manera como esta estructura ha cristalizado junto con las
relaciones feudales y ha pasado al mundo liberal llegando hasta nuestra época (un primer
136
Hemos dicho, y reiteramos, que así como necesitamos tener una estructura subjetiva
autónoma en el campo de la subjetividad, es decir que no se mimetice en la subjetividad
feudal o liberal, tampoco tiene que mimetizarse en la estructura feudal-liberal. Pero
precisamos tener también una estructura autónoma de la subjetividad en el área específica
de la ontología del individuo y la antropología filosófica.
Un individuo que pase de individuo a sujeto, y tal tarea pasa necesariamente por la
reivindicación y modernización de su horizonte de valores. Es decir, la restauración
teórico antropológica de la criatura burguesa del renacimiento, entre nosotros significa la
restauración teórico antropológica de la criatura de la cultura andina. Y esta restauración,
además de ser económica, político-social, la autonomización de la subjetividad pasa por la
restauración y reubicación de esta restauración indicada y de su necesaria Aufhebung
desde una lectura de la filosofía occidental situados nosotros en el piso del proceso de las
clases subalternas, y no de las dominantes como ha venido hasta ahora ocurriendo.
Es decir, y para decirlo con otras palabras, la onda retro de volver a la colonia para
hacer una lectura pragmática, se queda en lo mismo, leer la colonia desde los ojos del
paradigma racionalista o intelectualista. No supera sino reitera el paradigma racionalista o
intelectualista.
Finalmente, y esta es una nueva diferencia, queremos que el paradigma aplicado tome
cuenta intelectual de los intereses configurados por las clases y estratos populares. No nos
interesa el Estado actual que es un Estado colapsado, autista y racista, ni su cultura ni su
filosofía cuya paradigma se constituye desde un horizonte tradicional, que padece del
mismo mal. Nos interesa el paradigma aplicado situado en el horizonte de las clases y
sectores que emergen∇
Aquí veremos algunos aspectos de este programa. En otro artículo hemos trabajado
sobre la subjetividad, en un segundo sobre la periodificación de la historia de las ideas
filosóficas e ideas filosóficas materialistas en el país, en este tercer abordamiento
trabajaremos la periodificación de la colonia y el problema de las fuentes. Finalmente
haremos un levantamiento bibliográfico del período de la colonia y las repúblicas
(completando, ampliando y mejorando el trabajado legado por Mejía Valera y, en varios
aspectos, mejorado por Salazar Bondy, Rivara de Tuesta y Sobrevilla Alcázar)
El problema de las fuentes para el estudio filosófico no comenzó a ser problema sino
desde la década del 50, quizá Juan Mejía Valega es quien se formula este problema de las
fuentes filosóficas en el país, desgraciadamente su labor se vio constantemente afectada
por los exilios y persecuciones a los cuales fue sometido, la persecución policial destruyó
hasta dos veces el material de la Fuentes filosóficas en el Perú, y lo legado es bastante
limitado en la medida que son reconstrucciones, pero es un inicio y como tal se ha de
valorar.
El fin de la hegemonía cultural tradicional mantenida hasta la guerra del Pacífico y que JC Mariátegui
consiguió enjuiciar y criticar pero cuya tarea de demolición no-universitaria no fue continuada sino
limitadamente, llega a su fin, y es nuestra convicción que intelectualmente el puntillazo final vino del
pensamiento universitario, por obra de Augusto Salazar Bondy. Y llega a su fin político-socialmente por obra
y gracia del verdugo de sus propias filas, del sector más alienado de su propia clase, el sector pragmático,
fascista y tecno-burocrático encarnado redondamente en el fujimorismo.
La guerra interna en nuestro país fue y es la legitimización de la desligitimización, deslegitimizó el sistema
parlamentario, el centrismo en política, deslegitimizó al estrato político oficial y la atroz limitación del
sistema de partidos, recalificó a los outsiders que se mueven en el 90% de la población desinteresada en
política, deslegitimizó y mostró la limitación absoluta de las verdades oficiales constituidas, puso en
evidencia y radicalmente que era y es, simple y expeditivamente, la hora de las clases subalternas (Sendero,
MRTA, Fujimori, Toledo, Humala son expresiones políticas de este mismo hecho desarrollado desde la
década del 80 del siglo XX político peruano).
139
prehispánico y documentos para las repúblicas liberales. David Sobrevilla Alcázar trabaja
más en el horizonte de la filosofía contemporánea
Pero respecto a las fuentes seguiremos nuestro propio programa para reflexionar sobre
la subjetividad de la colonia. Nosotros compartimos el retorno a la colonia pero no nos
reducimos a plantearnos la reflexión filosófica de la colonia desde los libros de filosofía
de las bibliotecas conventuales. Eso es interesante pero es la filosofía oficial y la
subjetividad no se reduce a la filosofía oficial.
1. Los libros filosóficos de las bibliotecas conventuales revisados con una hermenéutica
no textualista (segundo nivel hermenéutico: libro-libro), sino historicista (primer nivel
hermenéutico: libro-realidad).
2. Los autos de fe de la Inquisición española con todas las ideas disidentes de la sociedad
colonial de la época, en múltiples aspectos (pista sugerida por el historiador peruanista
Marcel Bataillon quien toma de Toribio Medina y el material que está en la Biblioteca
Central de Chile)
5. Las crónicas de cronistas indianos de origen indio, además de los argumentos recogidos
por clérigos que reproducían los argumentos de indios. La Dra María Luisa Rivara de
Tuesta ha trabajado y trabaja en esta pista.
140
6. Las creencias populares cuya pista puede ser Ricardo Palma y Las Tradiciones
Peruanas y posiblemente otras fuentes trabajadas por los literatos (también por el
mencionado historiador Carlos Lazo García y Carlos García-Bedoya desde la historia de la
literatura peruana)
7. Testimonios de viajeros que radicaron un tiempo en Lima o de los simples viajeros que
estuvieron de pasada (pista sugerida por Alberto Tauro y Estuardo Núñez)
La cuestión de la periodificación
Las posiciones al respecto están planteadas en su conocida obra: Vida intelectual del
virreinato del Perú, Lima, 1909. El autor investiga los siglos XVI, XVII, XVIII y la época
de la independencia.
“Había que agotar a los demonios. Pronto el Infierno no existiría más sobre el mundo. En
burdas inteligencias de aventureros ignorantes, el encano sacerdotal tenía que producir esa
tendencia exterminadora, religiosa y lucrativa, antihumana, antimoral, consecuentemente
sectaria.“Apenas descubierta la América, se manifiestan, con inequívoca significación, esas
tendencias dominadoras, absorbentes, de la Iglesia” (pp. 26-27). Juan de Sepúlveda sería
quien daría legitimidad a esta visión de rudeza salvaje.
Y el autor valora así el siglo XVI para referirse a los estudios universitarios: “En quince
cátedras nueve eran para estudios religiosos; la ciencia estaba apenas representada por dos
cátedras de medicina, de las que se hizo notorio abandono por el desprecio que para ellas
sentían catedráticos y alumnos (...) podemos afirmar que en todo el siglo XVI nuestra
universidad permaneció cerrada para los estudios científicos” (p. 46).
Según el horizonte del autor todo el siglo XVI de la Península vivió atravesado por la
polémica acerca de la condición del indio: ¿son o no son hombres?. Las posiciones de
Sepúlveda y Las Casas son representativas socialmente, sin embargo el segundo quedaría
aislado en sus posiciones (p.57). Y en el país tuvieron representantes. El pensamiento de
las congregaciones católicas en el Perú fue tomista-aristotélica: “Mientras el pensamiento
en Europa marchaba altiva y seguramente a su emancipación, en el Perú, el pensamiento se
estancaba; se petrificaba. La ciencia en manos de los sacerdotes hacía movimiento de
regresión. La religión impuso a la inteligencia la concepción del mundo aristotélico-
medieval: vivíamos entonces con el pensamiento en el siglo XIII y, sin embargo, el siglo
XVI agonizaba” (p. 96). “En el siglo XVI triunfaron en el Perú, Santo Tomás, y el
Aristóteles medioeval, imponiéndose como maestros soberanos de la juventud intelectual”
(idem). Nuevamente arrogancia óntica y atraso ontológico.
El siglo XVIII, la primera mitad, la Universidad de San Marcos tenía 23 cátedras (p.
207) que enseñaba el tomismo-aristotélico. “La Escolástica era demasiado poderosa para
temer el peligro del cartesianismo. La Teología triunfaba en el Perú. Era omnipotente,
cuando en Europa había perdido todo prestigio, incapaz de resistir los avances de la ciencia
y de la crítica” (idem). Esto no impedía que “La Escolástica, no obstante la protección
privilegiada, que gozaba en la Colonia, vivía, a mediados del siglo XVIII, en plena crisis”
(p. 215). Y es de este agotamiento que nace el probabilismo fomentado por los jesuítas,
que funcionaría a modo de ejemplo: ““Lícito es seguir la opinión verdaderamente probable;
la opinión menos probable, en concurso con la más probable, es probable, verdaderamente:
luego, es lícito seguirla”” (p. 215). Este sistema solamente aumentaba la confusión,
remplazó el sectarismo por el probabilismo, es decir, decimos nosotros, por el relativismo.
La segunda mitad del siglo XVIII el aristotelismo comenzaba a ceder terreno a los
sectarios de Descartes y Newton y otros. Universitariamente el nacimiento de una posición
intelectual más homogénea se produciría cuando en 1783 se debía elegir nuevo rector. La
victoria o derrota lo era de una dirección intelectual, de una posición intelectual (p. 224).
Pugnaba como representante del lado escolástico José Mejía Villalta, mientras que del lado
antiperipatético iba Baquíjano y Carrillo. Fue elegido Villalta (elecciones del 5 de agosto
de 1783) y todo el programa de reformas de la universidad quedó derrotado. La facción
derrotada, o algunos de sus miembros, formaron la Academia Filarmónica fundada en 1787
por José Rossi y Rubí, fuente de donde brotaría la Sociedad Amantes del País quien publicó
Mercurio Peruano (1791-1794).
El claustro universitario aprobó un nuevo plan de estudios en 1793 con arreglo al cual
los estudiantes rendían examen. El programa de Filosofía Universal para los exámenes de
1793 encierra notables innovaciones. Igual aconteció para los exámenes de 1798 y 1799,
idéntico al de 1793. Para los exámenes de 1806 no merecen el mismo juicio. Se nota una
pérdida de la influencia innovadora de 1793. Decaimiento de la reforma que se hará
progresivo desde este entonces (p. 229).
Estima Barreda Laos que representantes de este período renovador son José Baquíjano
y Carrillo e Hipólito Unanue (p. 231). Unanue concibió un plan de reforma universitaria
centrando en las ciencias, bajo este espíritu se erige en 1811 el Colegio de Medicina de San
Fernando. Pero esta reforma se da en el contexto de lucha entre los representantes
hispanoamericanos de la independencia y los españoles mantenedores de la colonia. Es así
que la reforma de Unanue es cortada impidiendo su consumación por obra del virrey (p.
247).
1
María E. Mannarelli: Hechiceras, beatas y expósitas (Mujeres y poder inquisitorial en Lima), Fondo
Editorial del Congreso del Perú, Lima, 2000 (2ª reimp), especialmente el segundo artículo echa también luces
sobre este problema del misticismo en la colonia. El misticismo europeo y colonial peruano, estimamos
nosotros, no es algo homogéneo, tiene tendencias y matices que se precisa evaluar con cuidado para observar
aquel misticismo que tiende puentes al panteísmo.
144
Su evaluación por siglos nos da la visión de tiempos largos que es necesario tener en
cuenta para no caer en la miopía de la especialización, necesaria, sí, pero nunca
determinante para una exploración histórica. Y hace bien Barreda Laos en distinguir lo
filosófico universitario de lo social. El abordamiento universitario lo coloca en el contexto
social. Siendo sin embargo en su evaluación lo central lo universitario. Punto en que
nosotros encontramos una limitación. La subjetividad universitaria en el caso peruano no
necesariamente tiene que ver con la que socialmente, subjetividad más amplia, se
constituye y afecta o no a la subjetividad universitaria. Lo universitario es apenas un
aspecto de la subjetividad social constituida2.
2
De aquí emerge esa sobrevaloración que se hace de la filosofía universitaria, y de la sobrevaloración que se
hace de la filosofía progresista, estimamos que es necesario colocar en su dimensión real las reflexiones para
contrapesar estos desenvolvimientos unilaterales.
145
La crisis de la escolástica ---entre otras cosas--- la sitúa el autor en el siglo XVIII, así
“en la segunda mitad del siglo XVIII la escolástica se hallaba en plena crisis” (p. 76). El
probabilismo como corriente filosófica nace por la desconfianza de los escolásticos en sus
propios métodos.
Este autor se maneja con dos aspectos, el primero tiende a considerar las ideas
filosóficas tanto en el orden académico como no-académico, aspecto que nosotros seguimos
146
o asumimos dentro de nuestra reflexión. El segundo aspecto tiene que ver en rigor con la
periodificación propiamente de las ideas filosóficas. Aquí Salazar Bondy se guía por el
criterio filosófico académico. Y en esta posición lo han seguido a Salazar Bondy los
historiadores de las ideas filosóficas en el Perú. Veamos estas periodificaciones.
Según Augusto Salazar Bondy la historia de las ideas filosóficas en el Perú se divide en
seis períodos: “I) El predominio de la Escolástica: su introducción y posterior desarrollo en
el país. Este periodo se extiende desde 1550 hasta mediados del siglo XVIII, II) El
pensamiento de la Ilustración: la lucha de las corrientes del pensamiento moderno, en
particular el empirismo, contra la Escolástica, su predominio e influencia en la revolución
de la independencia y el establecimiento de la República. Abarca aproximadamente, la
segunda mitad del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX, III) El pensamiento
romántico: la filosofía política vinculada con las luchas entre liberales y conservadores;
desplazamiento del sensualismo por el eclecticismo y el idealismo. Este periodo puede ser
situado entre 1830 y 1880, IV) El positivismo: introducción e influencia de la filosofía
positiva francesa e inglesa. El predominio del positivismo peruano se extiende de las
últimas décadas del siglo XIX a las iniciales del presente, V) La reacción espiritualista: la
polémica contra el positivismo y la obra de Alejandro O. Deustua y sus discípulos, VI) La
filosofía actual” (ASB: La filosofía en el Perú, Universo, Lima, 1967(1954), pp. 13-14).
Y en este material expone una idea que encuentro interesante: “Una revolución de la
filosofía peruana implica por ello una toma de conciencia de la situación peruana negativa
y crítica y una transformación del pensamiento nacional, gracias a los más modernos
métodos, en un instrumento desmitificador de la vida peruana” (p. 67). Así, una revolución
de la filosofía peruana pasa por la reevaluación crítica utilizando como instrumento los más
modernos métodos filosóficos de análisis para desmitificar la vida peruana.
En su ensayo “Las ideas en el Perú contemporáneo” (en Historia del Perú. Proceso e
instituciones, volumen XI, Editorial Juan Mejía Baca, España, 1980) realiza dos críticas al
trabajo Historia de las ideas en el Perú contemporáneo de Salazar Bondy: 1) el llamar a su
trabajo Historia de las ideas resulta excesivo puesto que sólo reseña “El proceso del
pensamiento filosófico peruano” (p. 115), 2) “en esta obra las ideas flotan encima de la
estructura socioeconómica como si constituyeran una estructura independiente” (Idem, p.
115), así en vez de tratar de conectar la estructura productiva y las ideas se desplaza a
formular la tesis metafísica que la filosofía peruana se ha frustrado por la alineación de la
vida comunitaria peruana (Idem, p. 116).
148
El autor metodológicamente propone la siguiente vía de trabajo para este ensayo: “En
nuestro trabajo vamos a proceder de la siguiente manera: en su parte principal vamos a
estudiar el desarrollo de las ideas en el Perú contemporáneo, en la consideración final
vamos a tratar de ligar dicha conexión con el movimiento de la estructura productiva,
formulando una hipótesis al respecto. Dicha hipótesis podrá ser confirmada o desechada
por investigaciones posteriores y más detalladas, en que ya no se deberá examinar tan solo
a posteriori dicha conexión, sino analizar simultáneamente el movimiento de la estructura
productiva y el de las ideas” (Idem, p.117). Estima el autor que no existen aún
convincentes investigaciones en el país respecto al desarrollo de la estructura productiva
del Perú contemporáneo. El presente trabajo tendría que ser evaluado no por lagunas del
mismo en los detalles “sino más bien por la corrección o incorrección de sus
planteamientos y por lo que en conjunto permite ver o encubre” (Idem, p. 119). Finalmente
llama la atención sobre algunos aspectos que tendrían que tener una historia de las ideas
en el Perú: 1) deficiencias y omisiones, 2) el recuento de peruanistas y profesores
extranjeros que han trabajado en el país o sobre el Perú, y 3) hay vacíos en tanto no se
mencionan las ideas de peruanos que trabajan en el extranjero (el material de DSA: La
filosofía contemporánea en el Perú parecería haber apuntado a suplir por lo menos esta
tercera limitación).
Entre las páginas 404-414 el autor trabaja su Consideración final, de ésta tomaré
centralmente aquello que es relevante para la periodificación. Estima que el proceso de las
ideas en el Perú contemporáneo al menos hasta los 30 está sujeto a una movimiento
dialéctico, y que a partir de los 70 se puede situar el surgimiento de una nueva gran
interpretación de la realidad nacional, de un nuevo eje de la historia intelectual peruana
(Idem, p. 404). Las ideas en el Perú contemporáneo han ido adquiriendo una definida
orientación socialista, así “la nueva interpretación de la realidad peruana que se gesta en
los años 70 no representa otra cosa que una profundización de los planteamientos
socialistas de los años 30” (Idem, p. 406). Y en absoluto quedar cancelado el pensamiento
conservador y reaccionario.
histórico alternativo a los existentes en los países denominados desarrollados” (Idem, pp.
413-414).
La única diferencia con lo que propone DSA es que para nuestra reflexión nosotros no
dividimos la perspectiva marxista en el circuito vertical de base-superestructura. Lo
hacemos en el circuito horizontal de base material y proceso espiritual distinguiendo aquí, y
considerando como lo central, la mediación para realizar el proceso espiritual: el proceso
sociopolítico y en medida menor el institucional. Con la respectiva repercusión del proceso
espiritual en la realidad material, pensamos principalmente, aunque no exclusivamente, en
la relación social política.
Y a partir de esta perspectiva crítica de DSA estimamos correcta la crítica que realiza
respecto a la visión de la historia de la filosofía de ASB como basada en una visión
idealista. Es correcta su crítica. Pero es un gran mérito de ASB haber colocado los procesos
universitario filosóficos y trabajado paralelo los procesos espiritual filosóficos de los
movimientos sociopolíticos. Este aspecto resalta como central de la investigación de ASB.
De otro lado hay que partir del hecho de que la evaluación de ASB parte de su posición
socialista no-marxista y con influencia de la teoría sociológica liberacionista. Este era un
compromiso epocal y político.
Finalmente estimo que en ASB era muy fuerte ---aunque trató de quebrarlo--- la
influencia del paradigma intelectualista. Estimo que ASB luchó contra este paradigma no
de manera explícita, sino como intuyendo la dificultad, es decir intuyendo el iceberg
político que estaba tras el paradigma intelectualista. La crítica radical filosófico negativa
de 1968 fue más lejos que los límites o limitaciones filosóficas que pudo haber tenido,
que eran corporativistas políticamente.
Pero es mi convicción, de idéntica manera, que este experimento de ASB nos puso
filosóficamente tras lo que consideró es un nuevo horizonte de reflexión filosófica. Y sobre
los cuales de distinta manera y aspecto se ha venido construyendo. El anatopismo del cual
hablará V. A Belaunde ha sido remplazado por lo que significa la búsqueda de una
subjetividad autónoma. Problema que supera ver la filosofía aplicada y cualquier filosofía
recepcionada siempre como mera reflexión exterior y desde la metafísica del entendimiento
Por el contrario ha de verse desde una óptica de lo concreto-pensado.
150
Afirmar que ya habría habido filosofía aplicada desde la colonia, como estima la
constatación que hace Salazar Bondy cuando estima “que la actitud más frecuente de los
pensadores peruanos no ha sido la de la teorización pura, sino más bien la contraria, la del
pensamiento aplicado” (ASB: Historia de las ideas en el Perú, vol. 2, p. 460). D.
Sobrevilla Alcázar en su material “1880-1980: cien años de filosofía en el Perú dice: “nos
parece no injusto sino totalmente descaminado decir que el pensamiento filosófico peruano
ha estado en el pasado divorciado de la temática del país. González Prada y Javier Prado,
Deustua y Belaunde, Mariátegui, Miro Quesada y Peñalosa, Guardia Mayorga y Salazar
Bondy, han escrito profusamente sobre la realidad nacional ---bien o mal. Y tan solo Iberico
y Li Carrillo constituyen una relativa excepción” (p. 70). Es posible que se haya tematizado
problemas espirituales relacionados con el Perú, pero es insistir en una crítica que no
pasa los límites de esta metafísica del entendimiento que en su momento criticará JGF
Hegel. a la filosofía de su época.
Gustavo Flores Quelopana estima que hubo pensamiento aplicado desde la colonia en el
país. Durante la colonia:”primó una reflexión ontológica de lo nativo y nacional” (El
placer del mal, IIPCIAL, 2004, p. 40). Salazar Bondy afirma que fue filosofía aplicada
aunque Flores Quelopana repudia toda filosofía aplicada. Y D. Sobrevilla Alcázar se
refiere a la tematización de los problemas espirituales de la filosofía peruana
contemporánea. Este último dice en “1880-1980: cien años...” lo siguiente: “En el Perú se
parte de cuestiones (teóricas: a/n) menos radicales: se supone en general que dado un
problema tan solo hay que buscar el método para solucionarlo, y que la dificultad estriba
únicamente en la positividad del procedimiento adoptado en su rigor ---donde éste se toma
en el sentido recortado de exactitud” (p. 60). El problema para nosotros es teorizar qué
conduce a ese aplicacionismo, y no recusar que sea pensamiento aplicado.
Prosigamos con DSA. En el artículo escrito para Socialismo y Participación, No. 37,
marzo de 1987 intitulado “San Marcos y la filosofía en el Perú”, elabora un conjunto de
reflexiones del cual aquí daré cuenta en lo que concierne a nuestro problema. Aquí el autor,
siguiendo a Salazar Bondy, sigue el esquema siguiente de periodificación: “1. el
predominio de la escolástica (1550-1750); 2. la Ilustración (1750-1830); 3. el
Romanticismo (1830-1880); 4. el Positivismo (1870-1900); 5. la Reacción espiritualista; 6.
el período de los movimientos socialistas (1920-1940); 7. el de los años 40; 8. el de los
años 60; y 9. el período actual. Examinemos cómo está ligada la filosofía producida en
estos períodos con San Marcos, y qué figuras y corrientes surgieron fuera” (p. 37).
151
Plantea en este artículo algunas consideraciones bastante interesantes, dice “ “en rigor
no hubo una filosofía peruana en los períodos precedentes (Escolástica (1550-1750),
Ilustración (1750.1830), Romanticismo (1830-1880): a/n); en un inicio se importó la
filosofía escolástica y luego se introdujeron las nuevas corrientes del pensamiento europeo
como las ideas de la Ilustración, las del sensualismo escocés, el jusnaturalismo de
Heinecio, el krausismo de Ahrens o el conservadorismo francés y español. En verdad, la
filosofía comienza a establecerse entre nosotros con el Positivismo. Y no es que las ideas
positivistas no iban a ser también traídas desde el exterior, sino que se las adaptó mejor a
nuestros problemas y a nuestras necesidades” (p. 40).
Compárese aquí el “En verdad, la filosofía comienza a establecerse entre nosotros con
el Positivismo. Y no es que las ideas positivistas no iban a ser también traídas desde el
exterior, sino que se las adaptó mejor a nuestros problemas y a nuestras necesidades” (p.
40, 1987)”, con el “Porque en el Perú únicamente a partir del grupo del 40 se establece la
filosofía como una actividad profesional” (“1880-1980: cien años...”, p. 37, 1978). En el
primer caso el positivismo se “adaptó” mejor a nuestras necesidades, en el segundo con el
grupo del 40 del siglo veinte filosófico peruano “se establece la filosofía como actividad
profesional”.
Obsérvese otra vez el matiz de sentido entre 1978: “se establece la filosofía como
actividad profesional” y el escrito de 1987: “actividad “normalizada” ---en caso de que la
filosofía se pueda en general “normalizar”--- recién hacia 1940”. Pero que apunta siempre
a lo mismo: la filosofía será profesional cuando sea “normalizada”. Y esta solamente
comenzó por 1940. Este grupo compacto lo compone: C. Cueto, L. F Alarco, J. Russo
Delgado es de W. Peñaloza, F. Miro Quesada, Nelly Festín, G. Saco y J. B. Ferro. También
C. Guardia Mayorga, M. Zevallos Vera, W de Reyna, M. Alzamora Valdéz y G. Alarco.
Este bloque, en buen número de ellos, se vio fuertemente influenciado por la
fenomenología. La normalización significaría entonces la filosofía como quehacer
normado por las rigorosas exigencias de tipo fenomenológico.
Hemos indicado, y adherido de manera enérgica a esta idea de DSA cuando propone
proyectos filosóficos como esquema de temas, problemas o termas-problemas mínimos o
máximos para orientar la reflexión de un pensador y eventualmente evaluar un
pensamiento desplegado. Estimamos que es índice de madurez de un proceso de reflexión
filosófica de una época. La dispersión filosófica orientada por el intelectualismo que
consiste en buen número de casos en saltar de un tema a otro sin una estructura de
reflexión, sin una estructura que indique búsqueda sistemática, nos parece una época
tramontada, aunque siga aparentemente fuerte. Se tiene ya un contrapeso por el cual los
pensadores tendrán que circular o asumir. Porque es, simplemente, más elaborado para la
constitución de una reflexión.
El libro contiene un artículo llamado “San Marcos y la filosofía en el Perú” (pp. 169-
188), redactado en 1987, entre la periodificación de 1987 y esta de 1996 las diferencias
respecto a las etapas no se modifican mayormente, la única alteración corresponde a que en
la periodificación de 1996 el autor DSA incorpora una nueva fase más: 1980ss, que sería la
novena sección de su periodificación de 1987 (que se detenía en ocho fases).
Para concluir diré lo siguiente, a las nueve etapas indicadas habría que añadir una
más, es la relacionada con la fase del pensamiento prehispánico (DSA: Repensando la
tradición de Nuestra América, Fondo Editorial del Banco central de Reserva del Perú,
Lima, octubre de 1999, p. 55). Y aunque el autor estima legítimo y deseable el estudio del
pensamiento precolombino hacerlo sin embargo exige algunas condiciones previas: 1) el
estudio ha de hacerse por conocedores del quechua, del aymara o del idioma indígena del
caso, 2) han de tener sus investigadores una sólida preparación metodológica y
hermenéutica, 3) la reconstrucción del pensamiento precolombino debería hacerse basados
en estudios sistemáticos y completos de los testimonios de los cronistas indígenas
españoles a los que podrían unirse los estudios lingüísticos y antropológicos, 4) se han de
153
tomar en cuenta los estudios que se hacen en otros países: México, Africa EUA, Europa
sobre el pensamiento no occidental (Idem pp. 70-71).
Estimo que si bien DSA está apuntando con su reflexión a fundamentar estudios serios
sobre el mundo precolombino, la exigencia de la lengua como condición sine qua non
privilegia en exceso este aspecto. Es nuestra convicción que para suplir esta deficiencia
caso no haya la suficiente formación en la lengua original, en este caso las lenguas que
indica el autor en el punto 1, puede usarse el método de la contrastación de fuentes. Ahora
bien, es cierto que se hace necesario un conocimiento algo más que básico de las dichas
lenguas si se desea incursionar de manera rigorosa en este terreno.
El estudio que efectuaremos sobre nuestro pensamiento nos indicará que el único
paradigma de nuestra reflexión nacional consiste en saber qué y quiénes somos (...).
Nuestro pensamiento sólo ha sido un deseo de saber quiénes somos y ha confundido
periódicamente sus deseos con la realidad” (p. 26).
Nuestro autor estima que la demostración de este objetivo, el Perú como proceso de su
autoconciencia de sí como Perú, como paradigma, es un acercamiento de nuestra
autoconciencia como modernidad y procura capturar estos momentos a través de los
diferentes capítulos que conforman su presente material. Según el autor estos momentos
serían los siguientes: Los tiempos modernos y la victoria temporal de la escolástica (I), El
Perú de los Amantes (II), Un nuevo punto de partida: El criterio estético (III) (básicamente
–decimos nosotros--- Deustua-Prada), De la estética a la política: Los modernos cruzados
154
“En este texto, hemos querido simplemente manifestar nuestra perspectiva acerca del
pensamiento peruano y hemos constatado en su revisión que la razón que lo ordena es su
ser moderno. Desde el inicio de este trabajo, hemos intentado sostener que la escolástica
renacentista estaba inmersa en preocupaciones modernas y que las posiciones del
Lunarejo, los probabilistas, Llano zapata y otros en el Perú las expresan. Después de sortear
obstáculos y problemas, el pensamiento moderno se afirma en el país a principios del siglo
XIX llevando consigo las huellas de su herencia renacentista. La independencia, la
ideología de los próceres y libertadores está impregnada de ideas modernas, de ilustración y
de racionalismo. El moderno peruano de estas épocas se siente dueño de su destino, de su
patria y desea asumir responsabilidades. El cambio de ideas lleva a un cambio de
actitudes. Un país nuevo requería de hombres e ideas nuevas y modernas. Sin embargo, el
proyecto de los amantes del Perú fracasa. Ni la libertad, ni la democracia se estabilizaron.
Los criollos, modernos y nacionales, no representaban totalmente las nuevas ideas.
Terratenientes y aristócratas en la vida, contradecían así sus aspiraciones democráticas y
liberales” (p. 214).
“Ante las inconsecuencias de los amantes del Perú, se genera una revisión del proyecto
moderno y se critican sus postulados” (p. 214). Y aquí aparece Deustua en adelante en su
revisión
como las americanas precolombinas hubo complejas cosmovisiones pero no creo que, en
sentido estricto, se diera lo que hoy llamamos filosofía” (p. 13).
Estima este autor que la historia de la filosofía en el Perú se puede dividir en cinco
momentos principales: 1) Los siglos XVI y XVII: La escolástica, 2) El siglo XVIII hasta
mediados del siglo XIX: El alejamiento de la escolástica, 3) Desde mediados del s. XIX
hasta comienzos del s. XX: El positivismo, 4) desde comienzos hasta mediados del s. XX:
El espiritualismo, 5) Desde mediados del s. XX hasta el presente: “Lo que caracteriza esta
época es precisamente la diversidad de influencias y posiciones, la ausencia de una filosofía
dominante, el mestizaje intelectual y la mayor creatividad, producto precisamente de la
mezcla entre diversas posiciones filosóficas como, por ejemplo, el marxismo, el
positivismo lógico, la fenomenología, la hermenéutica, la filosofía post-analítica y la
filosofía de la ciencia post-kuhniana, entre otras posiciones relevantes” (p. 17).
Así, en síntesis, no hay objetividad cuando se reflexiona sobre historia de las ideas
filosóficas en el Perú. Sería todo esto que se investiga entonces ¿construcciones arbitrarias
producto de la subjetividad de los historiadores de la filosofía?. Ciertamente negar
objetividad y carácter progresivo al proceso de las ideas filosóficas es incorrecto. Y no
vemos necesario adscribir, implícitamente, a lo progresivo la idea de bueno o malo. En
efecto, pueden haber otros items valorativos, por ejemplo, bienestar material, acceso a la
cultura, etc, más en el horizonte de lo simétrico que de lo asimétrico. En fin.
156
Este mismo autor deja constancia de que el claustro aprobó en 1793 un nuevo plan de
estudios con el cual rendían examen los estudiantes, el programa de filosofía universal
“encierra innovaciones de consideración” (p. 228). Los programas de 1798 y 1799 ---
prosigue Barreda Laos--- son idénticos a los de 1793. Tendencia que se mantiene hasta
1804. Desde este año comienza a imponerse una tendencia conservadora “decayendo el
espíritu de reforma” (p. 229). Hasta desaparecer este espíritu por presión del gobierno y
por temor a que se propague el espíritu de revuelta.
Todo indica que la fase cosmopolita universitaria tiene varios momentos en su lucha
con la escolástica universitaria, el inicial y bastante débil que se anuncia por 1750, el
intenso que se desenvuelve desde 1770 y llega hasta 1805. El mismo Salazar Bondy nos
informa que “En el ambiente académico los conservadores iniciaron el ataque contra la
corriente empirista que desde fines del siglo XVIII había estado asociado al movimiento
liberal” (La filosofía en el Perú, p. 51). Y en la página 54 dice el autor: “Hacia 1840, el
empirismo y el sensualismo habían cedido el campo al eclecticismo espiritualista del
francés Cousin, próximo en muchos aspectos al idealismo alemán, por el cual los
pensadores peruanos se sentían también atraídos”.
La fase del cosmopolitismo filosófico, como la fase del pensamiento colonial, habrían
tenido expresión universitaria y no-universitaria. En el caso colonial el pensamiento se da
en su élite intelectual y en las clases sociales. En la fase cosmopolita se da en la élite
intelectual filosófico universitario, y también en el ambiente no universitario. Y si nos
atenemos a Salazar Bondy se tendría que decir entonces que el empirismo fue y es el
soporte histórico del movimiento liberal. Pero este empirismo tiene diverso derrotero.
Es más, afirmamos que este empirismo que se desenvuelve paralelo y relacionado con
el movimiento liberal ha constituido un modo de entender el conocimiento objetivo. Ha
comprendido este conocimiento objetivo en determinadas coordenadas ontológicas
premodernas.
la década del 60: la escolaridad masiva, la fuerte presencia homogenizadora de los medios
de comunicación, la migración del campo a la ciudad, y en la década del 80 la guerra
interna.
Así, cuando Salazar Bondy denuncia los problemas que tiene nuestra filosofía como
imitativa, et cetera, estaría aludiendo a esta subjetividad anatópica. En última instancia la
generaciones intelectuales del 1900 y del 1920, como generaciones historicistas, habrían
apuntando contra la subjetividad anatópica sin caer en el extremismo regionalista o
inkaísta. Eran generaciones que se sentían occidentales y peruanos como conservadores,
revolucionarios, socialistas humanistas o socialistas nacionalista democrático (D. Sobrevilla
Alcázar / M. A. Rodríguez Rea: Basadre ese desconocido, Editorial Universitaria Ricardo
Palma, Lima, septiembre del 2004, p. 27, 28, 29), o simplemente liberales.
En síntesis general, procurando constituir una idea universal concreta del problema, el
problema de constitución de una subjetividad moderna y autónoma y su periodificación
tiene tres niveles de comprensión sujeta a un proceso de desenvolvimiento progresivo. El
prehispánico y el universitario y sus fases colonial, cosmopolita y nacional. Afecta esta
subjetividad al pensamiento políticosocial organizado y no universitario de las clases
básicas (cuya etapa nacional se inicia centralmente después de la guerra del Pacífico).
Finalmente, el derrotero no-universitario de las clases básicas no organizadas que siguen
estacionadas, según los estratos, en la fase colonial.
Addenda
160
La primera observación se puede formular más o menos así: “La política es igual a
decisión y la filosofía es igual a conversación de amigos”. Ciertamente esta ideas es
bastante indicativa de lo superficial que puede ser la representación tanto de la política
como de la filosofía. Como si la filosofía no implicase ni la realidad ni la práctica, y como
si la política fuese excluyente de la teoría. Esta perspectiva crítica de la filosofía es de
horizonte analítico en el mejor de los casos.
La segunda observación tiene que ver con la ida de que la filosofía y pensamiento son
iguales. Filosofía es pensamiento, pero pensamiento filosófico concentrado en investigar
sobre el ser y el sentido del ser en tanto filosofía primera. Reducir la filosofía a solamente
a sentido del ser, al desplegado en el discurso, es ignorar que el ser no se reduce al ente del
lenguaje. Segundo el pensamiento filosófico desde Hegel ha dejado bastante claro que la
búsqueda teórica, según la Ciencia de la Lógica, no se reduce a las determinaciones del
intelecto, esto es a la abstracción, la actividad teórica es trabajar lo abstracto de lo
abstracto, es decir lo concreto pensado. Así el empirismo podría darse incluso en los
ámbitos de lo abstracto, es decir como mero pensamiento abstracto, como mera
determinación abstracta, como mero universal abstracto.
Una tercera observación dice más o menos esto: “Existen problemas más serios que
ocuparse de la periodificación y la autocomprensión en el socialismo, el cambio social
sigue siendo lo prioritario”. Fui enfático en decir que eso es retornar a la vieja lógica de
“todo está dicho”. Idea que no comparto. Al contrario, encuentro fundamental realizar una
apropiación teórica, es decir concreto-pensando, del propio devenir del socialismo peruano
en este siglo XX. Y tampoco comparto la idea, que añado ahora, que lo filosófico sea
epifenómeno de la política. Estos tópicos los he tratado en Ocaso de una impostura. Otra
observación estimaba que no debía realizarse periodificaciones porque había que trabajar
más bien con categorías. Esto resultaría interesante si mi propia experiencia de
investigador, véase mi investigación sobre ontología práctica en
www.geocities.com/octavioobando, no me indicase que nuestros modos categoriales de
entender el mundo no siguiesen siendo aristotélico-cristianos.
Finalmente tengo que decir que me encontré con dos representantes de cierto
postmodernismo, lo que me llamo la atención fue su vocación del tipo de “ellos nunca
cambiaran”, o del tipo “se hacen problemas donde no los hay”. Ambas expresan actitudes
161
Por último, descalificar los problemas relacionados con la filosofía en el Perú porque
no se leyó a un autor o a otro, simplemente no es argumento. Es un chiste. Estudiar la
historia de la filosofía desde un autor francés X o Y es interesante, como lo es más hacerlo
desde un conjunto de investigaciones que tiene más de un siglo constituyéndose, que es el
caso de la filosofía en el Perú. Negar esto porque no se leyó a un autor francés, que porque
es marxista entonces hay correr a él, me parece bastante pueril. Por lo demás, no me consta
en su pensamiento que Mariátegui repitiese autores. Parece más bien que pensaba
problemas y respuestas a los problemas que enjuiciaba desde cierta concepción, de allí sus
7 Ensayos y otras obras. Finalmente, el problema en discusión es filosófico e histórico-
filosófico, querer reducirlo al calzado de la historia es interesante pero, es eso,
reduccionista.
162
163
Sección IV
El problema histórico-teórico
e histórico-práctico de masas.
164
Sumilla: Aquí expondré brevemente el estado de la cuestión sobre dos problemas que se
configuran: 1) el problema de si existió filosofía o pensamiento prehispánico, y 2) si existió
filosofía quechua indígena prehispánica o filosofía quechua-indigenista pehispánica (que
es la posición que sostiene el autor de este ensayo siguiendo e interpretando a J.
Estermann) Limitando lo prehispánico a la fase estrictamente incásica.
1) Hasta ahora ha habido dos posiciones baastante claras: 1) que afirma que existió
pensdamiento indígena y no filosofia. Y es en esta tesis la posición más desarrollada la de
D. Sobrevilla Alcázar que propone que hubo una perspectiva de la filosofía en sentido
amplio y en sentido restringido. El autor no se muestra partidario de la tesis que hubo
filosofía prehispánica en sentido restringido, es decir como tal, como filosofía en el
horizonte occidental.
La tercera posición es la del Dr. Garma, afirma él que existió filosofía como tránsito
del mito a la filosofía, es decir como lo dice su autor: tenían filosofía en desarrollo.
Para elaborar el primer ámbito apelaré a una distinción que hace JCM respecto a la
literatura, asumiré que hay que distinguir entre literatura indígena y literatura indigenista,
es decir asumiré que se trata de discutir y mostrar pruebas respecto a que si el caso fuese
que existió filosofía prehispánica ¿cuál fue su naturaleza?.
La otra posición sería, al menos la más clara, la de GFQ que estima que hay que
modificar la teoría del mito para entender esta filosofía prehispánica, esto es, que es
filosofía prehispánica.
La primera posición y más general es la que estima que hubo racionalidad y filosofía
porque hubo construcciones que implican necesariamente reflexión, planificación; en
suma, se reflexionó sobre la práctica y se entendió la filosofía como ciencia-técnica (L.
Cuéllar)
La otra, que es la posición de GFQ, estima que las reflexiones de Garcilazo de la Vega
sobre los Amautas sería evidencia suficiente para aceptar que estos fueron filósofos y que
si hubo filosofía.
1) Que existieron aforismos de los Amautas o de cualquier otra naturaleza del tipo “Ama”
de aquella época que permita dar cuenta del proceso tal cual el tránsito griego-milesio.
3) El problema de utilizar los mitos como elemento de demostración del tránsito de una
fase a otra. La tesis de reformular la teoría del mito que sugiere GFQ, si bien interesante,
deja el problema en el ámbito de la hermenéutica.
Me limitaré a plantear el asunto porque estimo que, en general, a los autores [V. J.
Dionisio Garma, G. Flores Quelopana, E. Alvizuri García-Naranjo, L. Cuellar Reyes] que
proponen la tesis de que sí existió una filosofía quechua indígena, específicamente
incásica (no entraré en debate en absoluto sobre si existió en la larga fase preincaica
sobre el cual ha trabajado GFQ), les asiste el beneficio de la duda. La investigación
histórica peruana y peruanista del siglo XX peruano sigue arrojando luz sobre el problema
prehispánico incásico que permitirá un abordamiento con mayores elementos de juicio de la
tesis de estos autores, de los partidarios de la existencia de la filosofía indígena.
Finalizo diciendo, y basado en una pista sugerida por V. J. Dionisio Garma [La
filosofía y el materialismo científico en el Perú, 2003, s/ref], que señala que el tránsito de
la religión solistícica al dios Pachacamac implicó una lucha real como el tránsito de lo
166
solistícico a un dios único creador del mundo. Es decir fue una polémica teológica donde
se evidencia ya el tránsito de una forma teológica politeísta a una forma teológica
monoteísta, que implica ya una lucha basado en una específica racionalidad teórica,
teológica-filosófica. Y nuestro autor remite al cronista Cabello Balboa [p. 37-38].
Esta tesis del carácter racional en el horizonte teológico-filosófico puede verse con
bastante amplitud en la relexión sobre Ticci Viracocha Pachacámac que hace María Luisa
Rivara de Tuesta. La autora, basada en una gama amplia de crónicas, distingue tres
ambitos para estudiar a este TVP; el mítico, poemático y conceptual. Dejaremos de lado los
dos primeros porque hemos dicho antes que hubo un evidente tránsito según Cabello
Balboa. Centremos en el nivel conceptual.
1) hacedor y creador
.
2) dios incomprensible.
4) principio
Hagmos entonces ua relectura de lo que nos tematiza MLRdeT en el material suyo antes
indicado sobre todo sobre el carácter hacedor y creador.
167
1) hacedor y creador
Es manifiesto que si le quitamos el rollo místico a las crónicas nos queda el ser como
tal. Pero no hay evidencia que hayan dado ese paso. Necesitamos más información sobre
este punto.
2) dios incomprensible.
Pero estas distinciones cognoscitivas no nos llevan a decir, con precisión, que tuvieron
filosofía indígena. Parcería ser claro más bien que estuvieron en tránsito de una fase mítica
a una fase teológica general y de aquí a una fase teológico más avanzada, tematizada, esto
es teológico-filosófica. Pero insisto, encuentro que los datos que arrojen los quipus sería
evidencia consistente.
168
2) Estructura inductiva
(Problemas por resolver)
Lo accidental y lo absoluto.
Lo ontológico y lo psicológico.
Razón particular
Respecto al indígena se asumió su condición animal por tanto irracional, las pasiones
del apetito irracional fueron calificadas moral y negativamente. La razón particular sujeto
a un cuerpo dominado por lo sensible, el tomismo hispánico asume que necesariamente
inclina al pecado.
Lo universal directo.
Preservarse del mal, huir del mal, como amor natural, no implica buscar el bien, es
simplemente huir. Percibir el mal como objeto propio del temor es asumir en realidad
que este mal se concibe no como mal mediado por la razón, sino como mal propio de la
razón particular. Inductivamente, y pese a todo lo que se habla, el tomismo de los
evangelizadores funcionó como causa del temor.
Lo individual y social.
La voluntad.
La voluntad de los indígenas según la visión de esta época asume que el indígena
puede tener voluntad y reconocer por la razón particular, pero no respecto al fin de la
razón, que es el bien y esto es puesto al hombre por Dios. Este es el déficit. Entonces
déficit no significa que el indígena no tuviese voluntad, ciertamente desde el horizonte
indígena; más desde la visión cristiana no tiene, el cristianismo así determinó e
interpretó el nuevo sentido de la voluntad. En la medida que esa voluntad es defectiva, y
se precisa controlar su conducta para que puedan tener posibilidades de acceder a Dios, y
como ese hecho lleva a ellos ---los indígenas--- al supremo bien, entonces el cuidado en
la vigilancisa de la conducta será especial por dos razones: 1] es una tarea que concurre al
bien divino, 2] es conforme la voluntad divina.
Medios y fines.
Voluntad e inteligencia.
El indígena puede tener idea del bien, que proviene de la razón particular más no
puede provenir ni de la razón universal ni del fin universal. Asi el apetito sensible sólo
puede tener idea del bien que mueve su voluntad porque proviene de la razón
particular. Más no puede acceder ni a la razón universal ni al fin. Hablar del indígena
como carente de inteligencia y voluntad significa que su voluntad no se orienta al fin
universal porque no pode inteligir el fin, y no puede inteligir el fin porque no pasa de una
razón particular situado en lo sensible. Entonces para acceder a Dios solamente se puede
si la razón particular puede entender el fin, y tal razón particular se verá participada
[mediada] por la razón universal para entender el fin, esto es Dios. Cuando se habla que el
indígena carece de inteligencia y voluntad para acceder a esto, en realidad simplemente se
esta negando una condición [incapacidad para entender el fin] que no se puede negar de
modo absoluto.
Voluntad e inteligencia.
declarar que Dios obra allí. Y, por tanto, pasar de dos tipos de movimento de la voluntad
respecto a Dios, a uno sólo: lo contingente pasó a ser necesario.
Las intenciones.
El lugar de la razón.
Gnoseología.
Es muy claro que desde el ángulo del tomismo de los evangelizadores estos indígenas
poseían limitadamente esta condición de existencia del intelecto agente. Y porque é
posible afirmar esto?, porque el intelecto agente actúa usando el fantasma o imagen que
activa la potencia intelectiva resultando la especie impresa inteligible, así se da la acción
categorial por lo cual sólo reunidos intelecto posible y especie impresa, producen la
intelección formal; de qué? sólo puede ser del fantasma o imagen. Pero la intelección
formal es sólo acción.
Relación todo-parte.
-O ontologico e o psicologico
*) Ontología
-Relación todo-parte
-Medios y fin
*) Gnoseología
- La representación sensible
*) Antropología
- Lo individual y social
173
- [ontologico] [psicologico]
*) Ontología
- [Dualismo / Deus]
-[Relación todo-parte]
-[todo] [parte]
-[relación accidental-absoluto]
-[accidental] [absoluto]
-[relación medio-fin]
-[medios] [fin]
*) Gnoseología
- [representación] [sensible]
- [lugar: razón]
-[Razón particular]
-[Razón particular y el mal]
-[mal]
- [universal: directo].
-[ voluntad ]
-[Voluntad – inteligencia].
-[Temporalidad][ pasiones]
-[temporalidad de las pasiones]
-[ intenciones]
-[ pasiones inferiores]
Encuentro necesario investigar de una manera amplia el modo como el sentido común
de la sociedad incásica se desenvolvió y de qué manera ella fue capitalizada y justificada
desde la teología católica. Varias de las categorías inductivas aquí expuestas, que tiene un
sentido determinista de tipo divinista, coincidieron con el sentido común de la concepción
del mundo provenientes del mundo incásico. Y adquirieron un sesgo específico. Lo
ineteresante radica en que todo ese mar de problemas se plasmó en el modo de desenvolver
la subjetividad dominante y la dominada.
El registro que se muestra (el término registro lo tomo del profesor Carlos Mora) de la
subjetividad dominante y dominada tiene, entonces, en la estructura afectiva el modo como
impregnó y encarnó en los varios niveles (objetivos y no objetivos). El intelectualismo
encubre, precisamente, esta estructura afectiva que es la que constante e históricamente se
reitera. Cuando el lector se acerque a nuestro ensayo sobre hermenéutica materialista,
tendrá que ver que hemos procurado trabajar dos registros, el racional y el afectivo. Lo que
racionalmente llega desde la racionalidad occidental al registro afectivo histórico-andino
cobra una luz completamente diferente en la estructura de la afectividad andina a la que se
puede esperar como racionalidad occidental.
Esta sordera ontológica de ambos mundos hace que se inviertan los modos de
comprensión de ambas. Y se ha querido salvar el vacío con criterios psicológicos y
sociales que ha incrementado las distancias. No puede haber respuesta al problema mientras
no hay “reunificación ontológica”, otro ámbito del problema de la Aufhebung. Es decir,
mientras no se supere la ontología tomista que encubre con su racionalismo el problema de
la perspectiva ontológica de la estructura afectiva heredada por la ontología
independentista del mediocre liberalismo Esta en la primera parte del problema. Y hemos
indicado que la subjetividad materialista puede sintizar con éxito esta sordera ontológica.
La segunda parte para la solución del problema tendrá que ver con el factor político-
clasista que no es nuestro problema.
175
El libro de T-L está compuesto de tres grandes secciones. La primera parte abarca de la
pp. 11 a 78, la parte dos de la página 80 a 270 y la tercera de la 271 a 308. De la 309 a la
328 se completa con una vasta bibliografía. Para nuestros autores la parte dos resulta de
enorme relevancia para su abordamiento. Y todo está rigorosamente fundamentado en
fuentes primarias principalmente.
La primera parte nos muestra de manera bastante documentada una cuestión simple y
directa: una cosa era el orden institucional y otra la práctica social. Pero nuestros autores
comienzan por fundamentar un aspecto no tan tomado en cuenta: “El pueblo llano del Perú
colonial (...). Valoraba la justicia por sus principios falaces y dislocaba así su exacta
dimensión” (p. 15). El indio litigante se veía sujeto a dos tendencias, la hispánica que se
expresaba en la búsqueda del respaldo de las altas autoridades, el segundo que provenía del
despliegue sobre el espíritu iluso del indígena de los elementos “de su maquinaria jurídica
envolvente. Instancias judiciales intermediarias, legislación protectora y medios difusores
de hecho y de derecho” (p. 17).
Así, dentro de este marco normativo “la justicia corriente del virrey “en favor de los
indios” no podía pasar de un aparente formalismo protector” (p. 21). Y el virrey sabía de
esta quimera (p. 23), T-L mencionan información amplia al respecto. La mismísima
Audiencia de Lima se ajustaba a las reglas siguientes para ejercer su justicia: “Ejercer una
justicia conmutativa horizontal, cuando los litigantes eran integrantes de un mismo nivel
social (...). Ejercer una justicia conmutativa vertical a favor del desposeído, cuando el
demandado integraba algún estrato social medio, sin mayores relaciones” (p. 32). En
176
Dado el escaso entendimiento del indígena deben ser gobernados “como niños”,
sujetarse a tutores quien además de atender sus demandas de conservación física, tendría
también que hacerlos trabajar moderadamente (p.41). Hemos puesto de relieve en nuestra
investigación que se traducía en una concepción del indio justificada teológica-
teóricamente: el indio no pasa más allá de la sensualitas, lo sensible, y su entendimiento no
podía captar los fines de dios, etc, era una cogitativa y una razón particular.
Los que defienden las bondades del sistema colonial legalista ---me permito decirlo---
respecto al indio y quieren salvar la podredumbre cristiana y la mentira de los dioses, dejan
de lado la condición real del indígena y la justificación teológico-teórica al respecto. Mucho
se dice que F de Vitoria y la escuela de Salamanca lo mismo que Joseph de Acosta en Lima,
habrían sido la posición progresista en aquel entonces. Y aquí se confunden las cosas:
social y políticamente esta posición era formal, y cuando se aceptó que el indio tenía alma,
no tuvo efecto práctico real; y segundo, y lo hemos reiterado, estos intelectuales
tematizaban que tuviesen alma, sin embargo teológica-teóricamente no se hallará la
constitución de una teoría teológica que refute la anterior concepción teológico teórica que
fundamentaba su condición animal.
.............................................
6) queda como herencia premoderna que la subjetividad moderna ---cuya génesis hemos de
colocar a fines del siglo XVIII y que se inicia con Mercurio Peruano y se continua después
con la Revista de Lima ligada al proyecto civilista---, de esta manera en absoluto consigue
superar su pasado (el puente del modo de pensar atrasado en el poder o desde el poder, es
decir ontológico-religioso, es evento sobre el cual llama la atención David Hume3
plebeyo libre. Esto permitió que por protección de sus señores algunos zambos y mestizos
accedieran a la universidad. El virrey Amat exigía limpieza de sangre para ejercer el estudio
universitario (p. 85).. Finalmente, la cuarta regla, de contemporización social, radicaba en
la falta sensación de independencia y poder. Los recursos para canalizar la disensión social
y o política se operativizaba de manera diversas: clubes políticos seudo liberales, la
promoción del folklore, el teatro, carnavales, etc se usaron masificadamente con un fin
neutralizador.
Las clases dominadas resultan de esta forma evaluadas de la peor forma. Cito en
extenso una información sobre las clases populares para que observe el lector que esto
estaba fundado en el pensamiento escolástico de la colonia y se extiende hasta fines del
siglo XVIII (posición que continua hasta la fecha digo yo):
“En 1628 el virrey Guadalcázar calificaba a los negros esclavos como personas de poca
capacidad, y que no suponían “mas de para hacer lo que (se) les manda” (Lorente: 1867, t.
II, 32). Felipe bauzá en 1790 argumentaba que “el indio es un problema que nadie puede
resolver porque nadie lo acierta a definir”, pero connotando a continuación sobre la
personalidad del indio explicaba que poseía un “alma mezquina y de pocas facultades que
no (puede) comprender ni las cosas que exigen muchas combinaciones ni las verdades muy
elevadas y sublimes (y) no cabiendo en su alma, la ambición ni el entusiasmo, no se afana
por ser, no se afana por saber ni tampoco por tener (Hanke: 1901, 97-98). Y a fines del siglo
XVIII Hipólito Ruiz en su Descripción de Lima (1797), adjudicando al indio, al negro y al
mulato una naturaleza viciada de mucha sensualidad y cobardía, resumía que por esto
“todos forman un monstruo físico que necesariamente produce un monstruo moral”
(Odriozola: 1864, t. 4, 247)” (p. 89)
Respecto al trabajo manual acontece otro tanto como proceso: la aversión al trabajo
propio de la casta señorial, esta ideología en el nuevo mundo . coincide con el que
manejaba también la nobleza incaica, por consiguiente el trabajo era ejecutado por las otras
castas. Así la clase dominante invierte las cosas: desprecia a las gentes de color por su
actividad laboral, por tanto los no-blancos habían nacido para estos menesteres.
Otro aspecto de la colonia radica en las relaciones sociales, caracterizada por T-L como
relación personal resumida en la fórmula: protección-fidelidad-servicio, que caracteriza
todas las modalidades de vínculo. Aun en la lucha por darle al indio el status de siervo. Los
autores mencionan al respecto, nota 48 de la página 95, todo el proceso de la visión sobre el
indio de aquella época trabajada por Lewis Hanke, y también Antonello Gerbi. Y se alude
igualmente a De las Casas Y F. de Vitoria.
179
“La movilización social legalista amplió su base operaciones, pues la concurrida plaza, y
sobre todo en días festivos, sería el lugar ideal para la promulgación de las cédulas reales.
La casa en el pueblo y las tierras o topos aledaños que se adjudicó a cada indio, al despertar
en él un amor por la “cosa propia” (Matienzo: 1967, 19-20), lo llevó al arraigo lugareño y a
la obediencia para poder conservarla. Las reglas “de policía” que normaron la vida en el
pueblo, indujeron un sentido de responsabilidad en torno al “bien quedar”, que profundizó
todavía más el sometimiento. Tales reglas fueron amplias y comprendieron costumbres de
buen vestir; disposición de los espacios en las construcciones; fiestas según el calendario
que implanta el dominante; variadas obligaciones religiosas que se desprendían del
adoctrinamiento; apelativos y nominaciones castellanas tomados de algún santo; deberes
cívicos a nivel de cabildo; deberes para con la “república” /tambos, caminos, puentes,
captura de delincuentes, etc); prohibiciones (de no emplear caballos, ni usar armas
hispánicas); y hasta un sentido discriminatorio de la higiene personal, pues se señalaba “que
sólo en los días festivos o de confesión tengan lavadas las caras, las manos y los pies, y
peinados los cabellos y cortadas las uñas, por lo que es justo tengan policía como cristianos
que son” (Levellier) 1929, 362” (p. 127). Lo andino resulta así un “sincretismo económico,
social e ideológico que el dominio aristocrático implementó por así exigirlo la situación de
clase” (p. 129)
segunda mitad del siglo XVIII acrecentaron el desprecio de los dominantes en la imitación
de sus costumbres y atizaron sus complejos.
Todo esto quedaba reforzado por una visión providencialista en la que tanto hispánicos
como indígenas coincidían. Aunque fuese un providencialismo de diferente especie.
De las páginas 130- 154 nos hablan de tres conectores prácticos de la ideología con lo
socio espiritual: la familia, la hacienda y los curas. El elemento central organizador si bien
es lo económico sin embargo la forma que adquirió en este período, respecto a los
indígenas fue la comunidad, y respecto a la clase dominante la hacienda. Este primer
conector obró como institución económica y como unidad social. (p. 146). Y era el lugar
práctico , geográfico, situacional, de donde procedía el control, junto con el cura, la
protección de la salud espiritual.
El tercer conector fue la familia, como núcleo que organiza la vida cotidiana e
ideológica, además de valorativa, de la prole y la sucesión generacional. “La familia del
dominado se convierte por excelencia en el núcleo social a partir del cual se introduce la
disciplina que el orden impuesto por lo señores requiere. Por la intencional ausencia de
centros educativos (66) que brinde una diaria / enseñanza cívica a los niños y jóvenes del
común, se transfiere esta misión al doctrinero y en mayor grado al jefe del hogar. Para éste,
la Iglesia y los lugares de concurrencia pública se vuelven los centros donde ha de recibir
las instrucciones sobre las pautas de conformismo social” (p. 131). Fueron los mejores
canales para el filicidio espiritual (p. 131) de los propios hijos al mantenerlos en la
sumisión trasmitida de generación en generación. “La familia indígena cristiana con las
implicaciones que hemos señalado se generalizó en la medida en que se organizaron las
doctrinas, se establecieron los corregimientos de indios y se implantaron las reducciones”
(p. 137). Y la nota 69 de esta página 137 nos dice: “Otros testimonios comprueban que los
181
doctrineros hicieron conveniente uso del látigo durante el coloniaje y muchas veces
personalmente”. Basta leer a Huamán Poma de Ayala para corroborar este hecho de la
prepotencia de los curas doctrineros (pp.175-178).
Es interesante el lugar que ocupaban los criados en la familia señorial de esta época,
criados mayores y menores. Los criados mayores, plebeyos blancos, se sentían diferentes
entre ellos, es decir con respecto a los criados menores, se sentían dentro de una relación
vasallática (p. 141) y asumían su subordinación como prestigiosa, que aparentemente le
otorgaba un status de igualdad (142).
Un ámbito sobre el cual llaman la atención los autores ---y estimo de enorme valor si se
trata en este caso del sentido común de las clases subalternas instrumentalizados con
finalidad de control ideológico--- estriba en los diversos aspectos componentes de este
sentido común y de su alimentación. Se tienen mitos sociales de control: 1) leyendas, a)
cuentos, b) mitos, c) milagros, 2) supersticiones rurales y urbanas, 3) las movilizaciones
festivas, usadas como instrumento de consenso social y reproducían el ordenamiento social
e, incluso en enfrentamiento lúdico entre siervos y esclavos (aquí los autores hacen una
detallada exposición de la tipología de las fiestas: públicas, religiosas y profanas: pp. 220-
240), 4) la movilización artístico-cultural (pp. 240-252), 5) La movilización en la
costumbre de vestir.
182
La nota 150 dice lo siguiente: “en la segunda mitad del siglo XVII pronto se
convirtieron en varios millares” (p. 261). Muy superior en número a la fuerza militar fija,
asalariada y acuartelada. A mediados del siglo XVIII su número era incuestionablemente
superior, en 1775 se calculaba en 96,896 efectivos (p. 261). Por considerar un número muy
alto se le redujo y así en 1796 se redondeaba en 45,427 milicianos. La fuerza fija no pasaba
de 2,000.Abascal al retirarse de su gobierno deja una milicia de 75,570 milicianos y 1,278
soldados del ejército regular de los cuales 204 eran oficiales. “La defensa del Virreinato
recaía, pues, en la población civil militarizada” (p. 261).
.............................................
En este aspecto de la reflexión de T-L hay que llamar la atención sobre lo práctico y
teórico de la vida cotidiana, es decir que sobre las formas materiales, sistema de
comunidades y haciendas, se edifican los intermediarios que permitirán la estructuración de
la nueva forma social de clase, en este caso se configura la relación social vasallática y toda
su cadena de mandos y mandoncillos. Estas formas materiales y las intermediaciones
constituyen el trasfondo de edificación de las relaciones sociales y de fusión de las viejas
formas tradicionales prehispánicas con las nuevas en proceso de gestación, y que serán
reforzadas por lo religioso. Lo religioso es el remodelamiento práctico de las nuevas
relaciones humanas, el mecanismo de control de este remodelamiento junto a las sociales,
en la que la forma objetiva se fusiona con la subjetiva.
Pero hay un elemento sobre el cual llama la atención los autores y que correspondería a
las leyes generales del pensamiento: el contexto general de pensamiento modelado en un
soporte providencialista. Y los autores si bien llaman la atención sobre esto que, estimo,
corresponde desde el ángulo de la filosofía hacer una evaluación más detenida.
183
Este teleologismo extrapolado a una serie de niveles ciertamente que tendrá efectos
prácticos bastante diferenciados. Y es cierto que cuando se habla de que el
providencialismo hispánico se montó sobre este providencialismo prehispánico nosotros
decimos simplemente que filosóficamente se montó un teleologismo más elaborado,
procedente de la metafísica tomista, que derribó fácilmente a la antigua metafísica
prehispánica. Y este telelogismo más elaborado una vez incorporado en la cabeza de las
personas no precisa se r constantemente pensado, simplemente funciona como un esquema
de pensamiento que funciona automáticamente. Empero se ha de tener claro que no fue en
rigor un simple reemplazo de una subjetividad por otra, fue un Aufhebung (negar / recoger /
superar) de lo prehispánico por lo hispánico.
Pero hemos de indicar adicionalmente que este teleologismo no solamente es una forma
de pensar general, esta forma general no es otra cosa que la forma general expresada como
puro pensar, sino que además impone un sentido general y sentidos específicos de
comprensión de todos y cada uno de los aspectos donde se manifiesta. El pensamiento y el
raciocinio quedan sujetos a una forma de pensar donde lo necesario de demostrar queda
viciado, presupuesto, por esta forma finalista de pensar.
defectiva. Así, las leyes generales del pensamiento funcionan a su vez como modeladora de
una aspiración ética. De aquí que la forma del pensamiento en general no se haya
diferenciado de la forma ética. Se mantiene indiferenciado el pensar con lo ético, o si se
quiere mejor.
Estas leyes generales del pensamiento, que hemos indicado funcionan como
modeladoras de sentidos cuando se extrapola a otras formas de manifestación de lo que
“es”, dan contenido lógico categorial a cada uno de los niveles en los cuales se manifiesta,
he enumerado los siguientes: 1) la estructura emocional-religiosa, la estructura moral-
valorativa, 3)la intelectual, 49 se tornan esquemas de acción social, 5) y cristalizan
finalmente como sentido común con un sentido. Y sigue después todo el circuito de manera
más bien circular con niveles de mutua interrelación que en un esquema vertical
En síntesis, las formas generales del pensamiento del teleologismo prehispánico pasa a
uno más elaborado en el teleologismo hispánico. Y se extrapola a una serie de niveles
donde cobra específica forma de sentido. Estas leyes generales del pensar (teleologismo y
analogía), específicamente hispánica y tomista aristotélica d versión tridentina, ha
implicado una indiferenciación en el orden del pensar, donde lo general del pensar se
vincula y se expresa desde lo específico, la forma moral. Y donde la justificación desde lo
divino ensambla con la aspiración moral. Todo estructurado en relaciones sociales y
humanas. Y desde esta base la vieja tradición prehispánica es reelaborada en la nueva
forma, la hispánica. Hemos indicado, para finalizar, que toda esta indiferenciación es opio
del mundo premoderno, en absoluto del moderno. Nuestro mediocre liberalismo histórico
tampoco supo, teóricamente, ser renovadora.
Es decir el pensar lógico solamente puede desplegarse a partir de esta cosa (Dinge)
elevada a pensamiento (tornada objeto = Sache), de la dinámica de esta cosa en sí elevada a
pensar lógico; otra cosa es metafísica, es decir pretender construir entidades a partir de la
nada, excluyendo la sustancia, como lo quería la metafísica prekantiana, y de la
185
3c) Y en una espontánea y extendida conmiseración popular hacia tales actos” (p. 275)
Conclusiones generales.
Parte I
Pero esto no evita de manera alguna que la subjetividad colonial se entronque con la
liberal en constitución en lo que cabe denominar, usando el concepto de V. A. Belaunde, de
anatopismo. En este caso se tratará de un continuismo anatópico. Es decir la subjetividad es
187
mera reflexión exterior sin mayor contenido, es decir sin mayor internalización que nos
proporcione una subjetividad autónoma..
En la medida que nunca se tuvo una Aufhebung (negar /-recoger / superar ) entonces
resulta inevitable asumir que esta vieja subjetividad colonial, que es mera reflexión exterior
en la conciencia de los individuos, se reprodujo en la nueva subjetivi9dad en proceso de
configuración, la subjetividad liberal. Pero en la medida que no hubo Aufhebung, luego lo
que tendría que haber sido ruptura arribar el camino a subjetividad autónoma, se tornó
continuismo anatópico. Simplemente se cambió de giro, de lo ontológico se pasó a lo
gnoseológico, es decir aparentemente lo ontológico 0no habría afectado su modo de
entender el proceso del conocimiento. Y lo ontológico pasó a ser sinónimo de mala palabra
porque se le acercaba o se le hacia ver su génesis religiosa. Y esta condición defectiva de la
subjetividad impide un acercamiento más preciso al pensar del pensar de nuestro proceso
filosófico y espiritual.
----------------------------------
Pero hay un elemento sobre el cual llama la atención los autores y que correspondería a
las leyes generales del pensamiento: el contexto general de pensamiento modelado en un
soporte providencialista. Y los autores si bien llaman la atención sobre esto estimo que
corresponde desde el ángulo de la filosofía hacer una evaluación más detenida. Y llevado
este teleologismo a otros ámbitos de las relaciones sociales y humanas.
Referencias bibliográficas.
Notas
1
JGF Hegel: Wissenschaft der Logik, Werke 5, Suhrkamp, Germany, 1993, Introducción, p. 37: la
dualidad de la relación sujeto-objeto en que aparecen estos como determinados se debe a “la
naturaleza de nuestra conciencia cotidiana que así las hace aparecer”, y este prejuicio se aplica a la
razón como si tuviese verdad cuando no es otra cosa que error.
2
I. Kant: Kritik der reinen Vernunft, Werke 3, Suhrkamp, Germany, 1968, p. 11. En el caso peruano
lo premoderno se torna pensamiento automático y sentido común ---evento que constata Kant para
el pensamiento filosófico europeo--- y se olvida, en el presente, su origen, esto es que parte de una
metafísica religiosa históricamente configurada y que el pensamiento filosófico burgués no superó
en absoluto.
3
D. Hume: Investigación sobre el entendimiento humano (Trad: Juan Adolfo Vázquez). Editorial
Losada, Buenos Aires, 1945, p. 44; D. Hume: An Enquiry concerning Human Understanding
(Edition 1777), Text prepared for P. Millican, Leeds Electronic Text Centre, July, 2000;
http://www.geocities.com/Athens/3067/hume/h_etexts.html , p. 12
4
Wissenschaft der Logik, Werke 5, Suhrkamp, Germany, 1993, p. 26. Los postmodernos peruanos
incurren en confusión cuando quieren que en la relación de lo real con la conciencia no exista la
conciencia, lo que es absurdo desde el punto de vista del proceso humano; en otro caso confunden
conciencia con el contenido intelectual del mismo, pretenden pueda haber representación intelectual
sin objeto, lo que los coloca en el horizonte del idealismo subjetivo de tipo empirista. Y, finalmente,
confunden representación sensible con representación del universal abstracto y lo extienden
mecánicamente al universal concreto si se lo plantean como problema, este último es conceptual,
por consiguiente no es representación: véase JGF Hegel: Filosofía de la lógica y de la naturaleza
(Trad: E. Ovejero), Claridad, Buenos Aires, 1874, parágrafos 19-24, JGF. Hegel: Lógica (Trad: A
Zosaya), Aguilera, Madrid, 1971, con respectivas Observaciones y Zusatz por parágrafo, JGF
Hegel: Enciclopedia de las ciencias filosóficas (s/t), Porrúa, México, 1980, parágrafos 19-24. Así,
teóricamente, proponen un sujeto sin objeto. Un retroceso atroz respecto a sus propias posiciones
teóricas mantenidas en la década del 60-70 donde se formulaba que en la relación de lo real con la
conciencia daban prioridad a lo real, admitían sin dudar que se conociera intelectualmente la
realidad. Y sobre lo concreto pensado o lo universal concreto nunca dijeron nada porque nunca lo
entendieron. Aunque se propusieron visiones integradoras del país nunca lo consiguieron. En la
actualidad no aspiran más a ello. Y a su renuncia teórica y consiguiente escepticismo lo llaman “el
fin de los grandes relatos”. Lo que es divertidamente patético. ¿Cuál es la razón por la que su
renuncia, impotencia y escepticismo haya de ser considerada como un fracaso del conocimiento
objetivo?. Si asumen su renuncia, su impotencia y escepticismo es en rigor de verdad la bancarrota,
el fracaso de su generación frente al conocimiento. No el fracaso del conocimiento. Para un
desarrollo más amplio véase nuestro “Rorty y sus epígonos (del neopragmatismo analítico a la
razón particular autista)”
190
Parte 2
Sumilla: esta es una exposición sistemática de la doctrina marxista relativa al problema del
conocimiento emp+iric en el s entido común, para efectuar esta tarea revisa las fuentes del
marxismo provenientes de la exURSS como del marxismo occidental y también del
marxismo del tercer mndo, enfatiza el lugar de este marxismo del tercer mund para
formuarse el problema de un abordamiento de la conciencia de masas que supere la vision
racionalista de imponer una perspectiva sobre el objeto que se ha de estudiar.
INDICE.
Prefacio
I. EL CONOCIMIENTO EMPÍRICO EN MARX/ ENGELS /LENIN
PREFACIO
La filosofía marxista no es ajena a esta búsqueda intensa y lo que tiene que ofrecer es
también bastante consistente. En medio de todas las vicisitudes históricas los méritos del
marxismo se han incorporado a la tradición filosófica de occidente, pero en este caso la
perspectiva se hace desde el ángulo materialista.
El intento de superar todo aquello que podemos llamar conocimiento empírico o sentido
común es de larga data. Y la filosofía marxista no escapa a este intento de superación. En
consecuencia con esta tesis no pretendo reivindicar el conocimiento empírico o sentido
común por sobre el conocimiento objetivo. Nada más lejos de mi intención. Intentar tal
cosa a estas alturas del conocimiento de occidente sería, simplemente, antihistórico.
Otro ángulo del problema que brota de lo anterior es averiguar cómo se puede
metodologizar, llevar a método, estos “puntos de contacto”. Y si durante el período griego-
romano, medieval y moderno tal cosa se ha dado de manera implícita o explicita. Tal cosa,
empero, exigiría mayor investigación.
Por último, si tal método existiese ¿Cuál sería el canal más apropiado para socializarlo,
el religioso, el político, el científico? ¿Existirían en el proceso de occidente antecedentes?
Dejemos las cosas hasta donde lo hemos planteado. No pretendo aburrir al lector con
interrogantes de este tipo y que –es bastante claro—exigen demostración sostenida.
Afirma básicamente el autor que el producto del trabajo es el trabajo fijado en un objeto
que se ha hecho cosa, producto de la objetivación del trabajo. Esta realización del trabajo
significa desrealización del trabajador. En sentido estricto, la objetivación es pérdida del
objeto y, por consiguiente, servidumbre a él. La apropiación aparece como
extrañamiento, es decir, mientras más objetos produce menos puede poseer, siendo más y
más dominado por el capital.
Marx parece sugerir que el conocimiento empírico de los individuos está sustancialmente
modelado por una mentalidad que ahora llamaríamos economicista. La esencia, para el
conocimiento empírico, del mundo fenoménico estaría atravesado por lo económico. Es
más intenso el reconocimiento vital de esa esencia, mientras menos se le posee en tanto
esencia conceptual.
Esta tesis es bastante rica, por lo que me detendré en algunos puntos: (1) el
extrañamiento del trabajador respecto a su objeto no es mero hecho psicológico, como
podría pensarlo el humanismo abstracto; (2) del sentimiento vital del extrañamiento
(ausencia de la esencia conceptual) se sigue una consecuencia gnoseológica: el
antagonismo entre el sujeto y el objeto en el conocimiento empírico; (3) la ausencia de
esencia conceptual (objetivación opuesto a extrañamiento) da vida a un sin fin de
conceptos sucedáneos fundados en este falso antagonismo (objeto-trabajador); de aquí se
sigue, por tanto, que el conocimiento empírico, en tanto “método”, solamente se mueve
en el ámbito del conocimiento metafísico. Y que incluso tal limitación, en el orden del
conocimiento objetivo, se expresa como conocimiento metafísico; (4) la captación del
objeto en el conocimiento empírico como extraño, independiente gnoseológicamente del
sujeto, estaría fundado en el extrañamiento del sujeto con respecto a su objeto de trabajo.
De esto último se sigue –y contra Antonio Gramsci—que la forma religiosa (religiosa-
confesional) es un efecto y no una causa, cuyos antecedentes más remotos hay que
buscarlos incluso en las formas más primitivas y elementales del sujeto en su relación
1
Karl Marx, Manuscritos económicos-filosóficos, México, Ediciones de Cultura Popular, 1976, p. 70
193
con el mundo. (Ver más adelante: La primera fase del conocimiento humano.) Aunque se
sigue también –esta vez con Gramsci—que la forma elaborada religioso-confesional
conspiraría para el ocultamiento material y gnoseológico del carácter verdadero de ese
extrañamiento.
Dice más adelante el filosofo alemán que lo que vivencia el trabajador lo empuja a
sentirse solamente libre en sus funciones animales, lo humano se torna animal y lo
animal humano. Pero a su vez se autoextraña.
De aquí se sigue, consiguientemente, que el ser humano por ese mismo hecho del
extrañamiento restringe, refuerza y orienta el conocimiento empírico a lo más inmediato:
lo corporal y lo sensorial. Pero en la práctica es un sistema que se retroalimenta. La
liquidación del extrañamiento, en la perspectiva del filosofo de Tréveris, no se localiza
en el solo hecho de “tomar conciencia”, o, siendo quizá algo exagerados y liberales, en la
“educación”, “cultura”, etc.
2
Ibid., p. 72
194
3
Marx / Engels, Ideología alemana, Lima, Ediciones Populares, s/f, p. 32.
195
Más adelante señala una cuestión que nos parece complemento de lo anterior en dos
aspectos: (1) lo referido al lenguaje y la condensación conceptual; (2)lo relativo a la
conciencia del mundo inmediato.
Afirma respecto al lenguaje que éste es conciencia práctica, que al existir para los otros
hombres existe para sí mismo, y el lenguaje como la conciencia nacen de la necesidad, del
apremio del intercambio con los demás hombres4. La condensación conceptual la explica
del modo siguiente. El hombre que actúa, partiendo de su proceso real, se expone también
al desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos del proceso vital.
Las formaciones nebulosas que se condensan en el cerebro de los hombres son
sublimaciones necesarias de su proceso material de vida, proceso registrable empíricamente
y sujetos a imperativos materiales. Las diversas formas de conciencia e ideología pierden
de este modo su propia sustantividad5
Hablar de conciencia objetiva se hablar de reflejo de la materia dada como cualidad de ésta
y pasible de aprehender en conceptos. La conciencia empírica aprehende lo fenoménico. No
podría trascender lo fenoménico.
4
Ibid., p.31.
5
Ibid., p.26.
6
Ibib., p.
7
Ibid.,p. 25-26
196
Sintetizando:
Al principio la conciencia del individuo fue gregaria; separado el trabajo físico del
intelectual, la conciencia se emancipó;
El lenguaje aparecen como sublimaciones necesarias de su proceso material de vida;
Los conceptos aparecen como sublimaciones necesarias de su proceso material de vida;
La conciencia se expresó en sus inicios enlazada como conciencia material, como lenguaje
de la vida real;
En la fase actual, el lenguaje como la conciencia se desarrollan con relativa autonomía.
El conocimiento empírico es, en esta obra, la ubicación histórica de cómo aparece la
conciencia objetiva y empírica; y el conocimiento en tanto objetivo y empírico.
Aquí parecen sugerirse varias cosas. Que la conciencia en una primera fase estuvo ligada
fuertemente al lenguaje y cierto nivel de representación del mundo. En un segundo
momento se profundiza el nivel conceptual y el lenguaje adquiere relativa autonomía. En un
tercer momento, el lenguaje “modela” el contenido del conocimiento tanto objetivo como
empírico, dando la impresión con ello de sustantivación del lenguaje.
Sustantivación del lenguaje que es efecto de la sutantivación del pensamiento,
sobrevaloración de la sustantivación típica de la reflexión idealista y cuyo soporte más
básico es la división entre trabajo manual e intelectual. Es claro que la conciencia en tanto
“emanación directa de su comportamiento material” tiene en el conocimiento empírico,
coagulado como lenguaje, su mediación.
8
Marx/Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. III, p.69.
9
Ibid.,p. 70
197
Abundando en sus tesis, Engels afirma que con el desarrollo del cerebro y los sentidos se
acrecentaba también la capacidad de reflejar, abstraer y discernir la realidad, reaccionado a
su vez sobre el trabajo y la palabra, estimulando más y más su desarrollo. Se hace este
desarrollo cualitativamente nuevo cuando surge la sociedad.
Sinteticemos:
a. Se fundamenta la necesidad de comunicarse del hombre como parte del proceso
natural y del trabajo;
b. El perfeccionamiento general del cerebro consciente el perfeccionamiento de todos
los órganos de los sentidos;
c. Tal condición permite reflejar, abstraer y discernir la realidad reaccionando a su vez
sobre ella, con ello se acrecientan las posibilidades en el ámbito del trabajo y el
lenguaje.
El conocimiento empírico, haciendo del lenguaje el mediador con la realidad, expresa
en fase cualitativamente nieva, con respecto a la fase primitiva, el contenido abstracto y
unitario de este conocimiento empírico como representación.
2. Anti-Duhring (1878)
Hay aquí valiosas sugerencias. Primero, el método metafísico de pensar es una fase de
independizarse del conocimiento empírico. Segundo, este método metafísico de pensar es
fuerte porque tiene un sólido soporte: el sentido común. Tercero, porque el conocimiento
empírico del sentido común es metafísico, fenoménico. Cuarto, porque le adoran algunas
características: (1)particularista, (2)no admite concatenación, (3)no admite proceso (ni
principio ni fin). Y quinto, el opuesto al método metafísico de pensar es precisamente el que
Engels considera superior, la forma dialéctica de pensar.
10
F. Engels,Anti Duhring, Buenos Aires, Cartago, 1973, p.23
198
Del párrafo anterior se sigue –operando en sentido analógico- que haciendo ese rastreo y
focalizando los temas –problemas y puntos- problemas se pueden establecer los temas-
soluciones y puntos- soluciones en tanto metodología para potenciar lo materialista
espontáneo del conocimiento empírico desde una concepción materialista más acabada .
Esto como tarea metodológica intelectual, que se puede enmarcar en una metodología más
cabal.
En esta obra Engels señala los límites del conocimiento en la esfera de la conciencia.
“Las impresiones que el mundo exterior produce sobre el hombre se expresa en su cabeza,
se reflejan en ella bajo la forma de sentimientos, de pensamientos, de impulsos, de actos de
voluntad, en una palabra, de corrientes ideales, convirtiéndose en factores ideales bajo esa
forma”11.
El planteo engelsiano en este párrafo es bastante interesante por algunas razones que paso a
exponer. Primero, las impresiones producen representaciones, es decir, “formas” de
conciencia del mundo que se pueden llamar “normales”. Ahora bien, este ámbito de
conciencia “normal” tiene dos aspectos; uno absoluto (y el principal), y el otro relativo (y
secundario). El primer aspecto lo encuadra la superestructura espiritual de determinada
formación económico-social. En la época actual, la fase de los monopolios, la
superestructura espiritual de carácter burgués, y en etapa imperialista, fase caracterizada por
una reaccionarización espiritual. Para el caso peruano se trataría de una superestructura
feudal-imperialista: imperialista por la definición global establecida por V.I. Lenin unida a
la forma feudal aún vigente en varios aspectos de la realidad espiritual del país. Tal
superestructura feudal-imperialista también tendría como característica esta profunda
11
Marx/Engels, Obras escogidas en tres tomos, t.III, P.371
199
Con respecto al conocimiento empírico, queda señalar algunas reflexiones sugeridas por el
autor. Primero, el ser humano se encuentra frente a una red de fenómenos, se “ubica” frente
al mundo fenoménico con ella. Segundo, la condición de sujeción a la naturaleza es
privativa del primitivo, pero si bien independiente relativamente de la naturaleza, no se
niega. Tercero, la historicidad de las categorías expresan etapas del conocimiento y
dominio del mundo; luego, así como vemos el paso del conocimiento empírico al
conocimiento objetivo, es factible plantearse el conocimiento empírico desde el
conocimiento objetivo. Cuarto, V.I. Lenin habla de historicidad de las categorías, que
significa historicidad del conocimiento, como paso de la ignorancia al conocimiento y de
esencias menos profundas a esencias más profundas.
En lo último, Lenin no sugiere ignorar la conciencia masiva pasa también por esta
historicidad categorial a nivel del conocimiento empírico, desde la formación primitiva
hasta la actual. Podemos o no plantearnos la siguiente interrogante: ¿hay categorías
engarzadoras en el conocimiento empírico en cada una de las formaciones económico-
sociales? Y si las hay, ¿cómo las “fijamos”conceptualmente en el lenguaje? ¿Es posible
levantar un “mapa topográfico” de este tipo? Para la primera interrogante me inclino a
creer sí hay tales categorías engarzadoras que permitan una representación sintética, y son
“puntos focales de una red”.
Quinto, rastrear los “puntos focales de una red” permite potenciar el conocimiento
empírico, y con ello las posibilidades de incorporarle una concepción materialista más
moderna.
12
V.I. Lenin, Cuaderno filosoficos, Santiago de Chile, Editorial Allende, p.93.
200
En una esfera más gnoseológica, e investigando sobre el idealismo, sugiere cúal puede ser
la característica más elocuente del conocimiento empírico. He aquí el pasaje:
“La aproximación del espíritu (humano) a una cosa particular, el sacar una copia (=
un concepto)” de ella no es un acto simple, inmediato, un reflejo muerto en un
espejo, sino un acto complejo dividido en dos, zigzageante, que incluye en sí la
posibilidad del vuelo de la fantasía fuera de la vida; más aun que eso: la posibilidad
de transformación (además, una transformación imperceptible, de la cual el hombre
no es consciente) del concepto abstracto, de la idea, en una fantasía (in letzter
Instanz = Dios) . Porque incluso en la generalización más sencilla, en la idea más
elemental (“mesa en general”), hay cierta particular fantasía (vice-versa: sería
estúpido negar el papel de la fantasía, incluso en la ciencia estricta..)”13.
Extrapolando una famosa cita de V.I. Lenin relativa a los sueños –contenida en ¿Qué
hacer?- , una cosa es la fantasía creativa fundada en el conocimiento objetivo, y otra,
bastante distinta, la fantasía fundada en la representación fenoménica del mundo. De esto se
sigue que el conocimiento empírico tiene el adecuado soporte social para la existencia tanto
del materialismo como del idealismo.
Insistiendo en una idea de Marx y Engels, Lenin llama la atención sobre la afirmación de
que la actividad práctica del hombre, repetida millones de veces, suscita en la conciencia,
por la repetición, la aparición de figuras lógicas que obtinen la significación de axiomas.
Proceso conceptual que A.O. Spirkin ha desarrollado ampliamente y que veremos en su
momento.
13
Ibid., p.342
201
El comunista italiano habla de (1) concepción del mundo espontáneo en tanto reflexión
no sistemática, orgánica, coherente, fundada en la historia de la filosofía, característico
del filosofo profesional; (2) tal concepción del mundo es “abierta” y supone sistema de
creencias, opiniones, maneras de ver e incluye a las supersticiones; (3)en tanto manera
de obrar.
El pensador italiano aboga porque esta concepción espontánea del mundo no sea
aceptada pasivamente, asumida mecánicamente, “impuesta”. Exige una actitud frente a
ella, es decir, exige se tome convicción. Para lo cual se contempla dos aspectos: el
intelectual (“elabora la propia concepción de manera consciente y crítica”) y el práctico
(“participar activamente en la elaboración de la historia del mundo”).
La función del filosofo será básicamente: (1) llevar al hombre –masa a criticar su propia
concepción espontánea del mundo, tornarla consciente y elevarla hasta el pensamiento
mundial más avanzado, es decir, la concepción marxista; (2) alumbrar en ese hombre –
masa dos aspectos: a) criticando la filosofía existente históricamente hasta su actualidad
y (b) cómo en la concepción del mundo de la clase y sector de clase se ha consolidado
matizaciones de la filosofía oficial en el proceso histórico; 83) el hombre – masa tiene
que hacer su inventario filosófico (o su ajuste de cuentas teórico con su pasado
filosófico).
El programa filosófico gramsciano está bastante lejos del esquema –negativo no por ser
esquema, sino por ser falso– de reducir la filosofía espontánea, o concepción espontánea
del mundo, a una alternativa filosófica superior en rango, calidad, historicidad y
potencia lógica a la filosofía oficial (sea ésta de rango idealista o materialista). El
inevitable corolario de este esquema falso es el “nacionalismo filosófico” o
“regionalismo filosofico”14.
Más adelante, Gramsci describe lo que entiende por “sentido común”, así especificado:
1. Es misoneísta y conservador;
2. cuando existe allí una verdad es porque hay evidencia y expansión;
3. es multiforme
4. nos sirve como criterio de verdad;
5. es dogmático;
6. ávido de certidumbres perentorias.
14
C.f. el artículo de Juan Abugattás, “Latinoamericana: el reto de las redefiniciones. En Actas del I Congreso
Nacional de Filosofía (Pensamiento en el Perú y América Latina), Lima, UNMSM, 1990, pp. 17-26”
204
Finalmente, Gramsci sugiere un método para cambiar del sentido común al buen
sentido:
Sintetizando:
a) Todos los filósofos en la medida que todos poseen una concepción del mundo y una
moral;
b) tal filosofía espontánea hay que buscarla en varios aspectos;
c) para salir de la filosofía espontánea, hay que conseguir que ésta se torne en
convicciones elevadas al hombre-masa de una clase política e intelectualmente:
d) el filósofo tiene tareas específicas que no se reducen a las trazadas por la filosofía
oficial;
e) lo central de este tipo de filósofos es hacer que el hombre-masa ejecute en el pensar
y obrar un inventario filosófico;
f) le otorga al sentido común ,posee seis rasgos;
g) plantea en el orden práctico como intelectualmente salir del sentido común para
arribar al buen sentido;
h) tal proceso se cumple en la esfera política revolucionaria, no al margen de ella;
Antes de pasar a desarrollar este aspecto, me permitiré hacer un balance de lo que dejan
en tanto tema-problema y punto-problema. estos autores. respecto al tema-problema es
claro que para ellos lo filosófico se subordina a lo político y es un aspecto esencial de éste.
Respecto a lo segundo, lo siguiente:
3.-En Lenin, el ámbito del conocimiento se enfoca en el directo marco de lo político. Sienta
la base general de que todo ámbito de la superesctructura está sujeto a lo político y se
especifica en sus dos importantes obras filosóficas: materialismo y empiriocriticismo y
cuadernos filosóficos. Y al diseñar lo filosófico resalta lo gnoseológico y varios puntos-
problema en su polémica con el idealismo subjetivo inicialmente, y, luego, con la metafísica
como forma de pensar.
Así, ‘la conciencia como formación es un saber que funciona durante el proceso en virtud
del cual se centra en conocimiento de la realidad’. Tener conciencia significa, en sentido
estricto, la formación en el hombre de un sistema de conocimientos generalizados y
objetivados en la palabra el cual traba relación con el mundo, los fenómenos y consigo
mismo. En síntesis, ‘el problema psicológico central sigue radicando en el proceso en
virtud del cual el hombre entra en conocimiento del mundo’15.
Más adelante el autor sugiere que en cierto nivel del conocimiento se equivale a la
representación, esto es, un equivalente conocimiento empírico como representación. No es
idéntico ni a conciencia objetiva ni conocimiento objetivo .
Respecto al conocimiento empírico o representación, hay que mencionar algunas cosas. En
la representación hay aspectos que competen a la autoconciencia (E.V. Shorojova); fases y
subfases en ella (G.A. Kursanov); nexo con la actividad (P.J.Galperin); con el lenguaje (A.
Leontiev); sujeto a un “aparato conceptual” (A.Schaff). Perspectiva más amplia de lo que
señala Rosental en su voluminoso Diccionario de Filosofía.
Más adelante, al referirse al idioma señala que éste condensa los resultados de la actividad
cognoscitiva de muchas generaciones, determinando además el lenguaje la conducta del
hombre, determinación dada por la estimulación directa por parte de los objetos y
fenómenos del mundo exterior. Las palabras son la envoltura material del mundo objetivo
acumulado por la sucesión generacional.
15
S.L. Rubinstein, El ser y la conciencia, México, Grijalbo, 1963, p. 255.
207
16
E.V. Shorojova, El problema de la conciencia, Méjico, Grijalbo, 1963, p.54
17
Ibid., pp. 251-252
208
Establece el autor tres formas por las que pasa el conocimiento empírico. La primera
consiste cuando se inicia la actividad social-laboral del hombre y las primeras formas de
conciencia humana. Es la fase sensorial-empírica del hombre primitivo. La abstracción se
expresa como unidad sintético-primitiva unida a un contenido extraordinariamente amplio,
difuso y en extremo indefinido.
La segunda forma del conocimiento empírico es la del desarrollo de las relaciones sociales
gentilicias y aparición del pensamiento lógico y de los primeros conceptos elementales. Las
formas elementales del pensamiento lógico son variadas pero hay tres fases:
“1) Tenemos ante nosotros las primeras formas lógicas, todavía sin desarrollar que reflejan
a grandes rasgos los nexos y relaciones objetivas de las cosas, que reflejan la vida social
bajo las primeras formas de la lógica objetiva; 2) estas formas responden a la unidad
contradictoria directa de lo abstracto y lo concreto, lo general y lo singular, cuando lo
general y lo abstracto se asociaban directamente en la conciencia a la cosa única y
concreta; 3) estas formas no ofrecen todavía conceptos abstractos generales y leyes
científicas, con sus abstracción respecto a la diversidad de lo concreto y singular, y su
correspondiente expresión verbal en la terminología científica”18 [Énfasis mío]
18
G.A. Kursanov, El materialismo dialéctico y el concepto, México, Grijalbo, 1966, p.33.
209
(horizontal). El primero remite a las clases y sectores de clase, el segundo a las formaciones
económicos–sociales. Pese a las limitaciones históricas de cada formación de cada
formación, el conocimiento empírico ha ideo de ser menos objetivo a más objetivo. Incluso
las categorías engarzadoras en cada formación manifiestas en el conocimiento ha sufrido un
similar proceso, aunque parezca paradójico.
Destaca Galperin que el ser humano por el lenguaje se relaciona con el mundo, se orienta en
el, y diferencias las “cosas” susceptibles de responder una necesidad, así la situación
adquiere un enfoque racional, un determinado sentido.
Trazado el cambio al objetivo es susceptible en ese camino etapas que reciben un
“significado funcional”o un sentido fundamental. El objetivo en cada etapa nos lo recuerda
el constante repaso de el, y la claridad entre las partes del camino y el objetivo. En una
acción orientada a un fin objetivo fundamental es el primario y de mayor significación:
19
P.Y. GALPERIN, Introducción a la psicología, Madrid, pablo del Rió editor,1979, pp83-84.
210
El actor alude directamente a los “lentes conceptuales” representaciones, con los que
miramos al mundo,. El autor Shaff en sentido estricto las “gafas sociales”. Ahora bien-
opino –estas gafas sociales que se fijan en la representación y que llamamos conocimiento
empírico o sentido común pese a suponer que no cambian, si cambian es perceptibles el
cambio objetivo en su proceso histórico. Y mal que bien avanza de formas menos objetivas
o más objetivas.
Insistiendo en esto, continúa el filósofo polaco:” pero lo más importante, que caracteriza el
papel activo del lenguaje en el conocimiento, es la influencia del aparato conceptual de ese
lenguaje sobre la posibilidad y el modo de formular preguntas “dirigidas” a la realidad..
Por lenguaje no entendemos sólo su vocabulario, sino también el conjunto de normas
gramaticales que determina la forma en que funciona el lenguaje”21. Es decir, interrogamos
el mundo en los marcos de las “Gafas sociales”.
Si los autores precedentes llamaban la atención sobre la relación psicológica de
conocimiento-conducta, Schaff enfatiza que el lenguaje supone ya una forma de interrogar
el mundo, a partir de cierto modelamiento de la estructura de la percepción. Actuamos,
parece sugerir el autor, porque interrogamos al mundo de cierta forma, interrogación hecha
con determinadas “gafas sociales” .Un poco más allá del enfoque psicológico soviético,
SCAF parece transitar hacia el telón de fondo que existe, lo político.
Al igual que los autores precedentes en mayor o menor medida, es claro para él también la
existencia de dos tipos de imágenes – pensamiento:
20
A. SCAF, Lenguaje y conocimiento, México, Grijalbo, 1975, p.192.
21
Ibid., p. 253.
22
A. Leontiev, El lenguaje y la razón humana, Bogotá, Fundamentos, 1988,p. 15
211
En el proceso de la práctica, las personas ven, al inicio, las apariencias, los aspectos
aislados y las conexiones externas de las cosas.
Esta etapa del conocimiento se llama conocimiento sensorial o fenoménico se refleja el
mundo a partir de la elaboración de información directa (puede ser la experiencia
personal) o indirecta (como los datos científicos inconexamente elaborados, refranes,
explicaciones religiosas o de otra índole, etc). Esta información se “organiza” conforme
categorías, conceptos-límite aglutinantes que podemos llamar “categorías filosóficas
empíricas”. En este “modelamiento conceptual” participa en alto grado el elemento
educativo. La principal limitación de esta forma de conocer el mundo es que no va que
no va a la esencia de las cosas. La esencia remite a conexiones, relaciones y leyes
internas que determinan los rasgos fundamentales y tendencias del desarrollo de los
sistemas materiales. Es imprescindible distinguir la esencia del fenómeno; no son
antagónicos, pero tampoco son idénticos como quiere el positivismo. Este es un primer
peldaño del conocimiento.
“Para reflejar plenamente una cosa en su totalidad, para reflejar su esencia y sus
leyes internas (en tanto proceso a/n), hay que proceder a una operación mental,
someter los ricos datos suministrados por las sensaciones a una elaboración que
consiste en desechar la cáscara para quedarse con el grano, descartar lo falso para
conservar lo verdadero, pasar de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno,
formando así un sistema de conceptos y teorías; es escenario dar un salto, del
conocimiento sensorial al racional”.
Insistamos en distinguir los rasgos del conocimiento lógico del conocimiento sensorial.
El conocimiento sensorial concierne a (1) aspectos aislados; (2)apariencias; (3)
conexiones externas de las cosas. El conocimiento lógico, racional, científico, esencial
concierne (1) al conjunto, a la totalidad de la cosa o sistema material; (3) se basa en la
práctica y va de lo superficial a lo profundo.
El rasgo básico del practicismo vulgar sería éste : (1) experiencia equivalente [a]
conocimiento empírico; (2) eficacia, resultados; (3) manejan “fragmentos de verdad”,
pero en este caso se trata de “fragmentos de verdad” cuyo lenguaje es marxista. En
todos estos rasgos el practicista vulgar se mueve en el ámbito del conocimiento
empírico. ¿Cuándo deja de ser practicista vulgar y deviene pragmático? El
conocimiento empírico es básicamente fenoménico, deviene pragmático cuando los
“fragmentos de verdad” se instrumentalizan en función de justificar lo perceptible, lo
mesurable solamente en tanto eficacia, resultados [comprobables], el fin es esto. Pero
estos “fragmentos de verdad” no son otra cosa que “fragmentos de verdad”dado como
lenguaje político . Los “fragmentos de verdad” de carácter político se utilizan para
justificar políticamente lo dado como fenómeno político, en la conciencia empírica del
individuo. De manera global, el pensador chino ataca el famoso principio “el fin
justifica los medios”. En su lenguaje se traduciría así: el fin es el comunismo y las
diversas etapas revolucionarias que a ello nos llevan, pero realizar cada etapa no se
justifica por cualquier medio.
¿Cuál es el patrón referencial que impide este “el fin justifica los medios”? Me parece
que lo afirma en la misma cita. Si “fragmentos de verdad” es lo negativo, lo típico de lo
positivo, del no-practicistas, mejor del no-pragmático en política será el conocimiento
de la teoría, de la línea política (puesto que se habla en el ámbito político) caracterizada
como reflejo objetivo totalizador, de orientación clara y con perspectiva histórica.
214
Habrá éxxito cuando se reflejan las leyes históricas y se aplica la línea política. Cuando
esto se viola habrá éxito, pero no estará fundado en la línea política correspondiente que
refleja objetiva y totalizadoramente la lucha de clases y la línea revolucionaria. Este tipo
de éxitos son “éxitos ocasionales”.
BIBLIOGRAFÍA
ENGELS, F.: “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, Obras
escogidas de Marx y Engels en tres tomos, Moscú, Progreso, s/f,t. III.
----: Anti- Dühring, Buenos Aires, Cartago, 1973.
----: “Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana”, Obras Escogidas de
Marx y Engels en tres tomos, Moscú, Progreso, s/f, t. III.
GALPERIN, P.Y.: Introducción a la psicología, Madrid, Pablo del Río Editor, 1979
GORSKI, A.P, et. al: Pensamiento y lenguaje, México, Grijalbo, 1966.
GRAMSCI, A.: El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Buenos
Aires, Lautaro, 1958.
1. Introducción.-
2. Ficha técnica
3. Resultado de la encuesta
4. Interpretación.
En general entenderé por "categoría" a los conceptos que expresan propiedades, facetas
y relaciones generales y esenciales de los fenómenos tanto de la realidad como del
conocimiento. Aquí nos estaremos refiriendo a las categorías filosóficas y de ninguna
manera a otro tipo de categoría. A los que postulan la necesidad de filosofías propias y
categorías propias no les hemos visto una definición precisa. Solamente han hecho
enunciados generales. Y tampoco han trazado la metodología para aproximarse a esta
pretensión.
Por la forma.-
conservadoramente llegan a cien y mas. Esto significa que la red de este primer nivel de
entendimiento es amplísimo. Para ejemplificar un poco más esto:
Ejem: 1) se pueden juntar todas las respuestas número uno de cada una de las categorías.
Ejem: 2) se pueden juntar las respuestas número 2, 3, 4, 5, 6, etc. de cada una de las
categorías y obtener un esquema.
Ejem: 1) pueden juntarse en un esquema las respuestas (1) de ciertas categorías, pongamos,
si son once, las respuestas (1) de las categorías con número impar. Junto a las respuestas
número (2) de las categorías con número par
Las posibilidades son amplísimas.
Se puede dar la presencia del predominio de un bloque de categorías, por ejemplo si son
once categorías, que prevalezca el bloque de seis o cinco de ellas por sobre las otras. Esto
dependerá del horizonte y necesidades en el que se mueven los sujetos.
Por ejemplo, las posibilidades de funcionar como bloque puede darse así en personas de
los andes como de la selva o podrían moverse en otro horizonte todavía no suficientemente
explorado (las investigaciones de A. Peña y J. Rivera son bastante sugerentes pero
requieren aún de mayor investigación).
Podría ocurrir que se de preeminencia de una categoría por sobre las demás, una especie
de pirámide de categorías en las que una o dos direccionan la jerarquía y funcionamiento de
las otras. Por ejemplo ello se nota mucho cuando se usa la categoría de "dios" como una
especie de super-categoría. Podría funcionar así en el sentido común y creo que
globalmente funciona mucho.
Todas estas esquematizaciones tienen una particularidad, son una primera forma de
comprender y entender el mundo. Pero a su vez obran como elementos que no están en el
horizonte explícito de la conciencia de los sujetos. Obran en un plano de autoconciencia
implícita en lo aparentemente espontáneo. Y, además, como todo esquema, funciona como
cierre a cualquier elemento extraño perturbador. Estas esquematizaciones funcionan como
entramados que le son incorporados al sujeto desde la infancia a través del lenguaje y la
socialización, pero de cuya incorporación e instalación en el individuo no es
necesariamente crítico de las mismos.
Y tengo para mi que muchas veces el individuo ni se entera de que existen, sin embargo
direccionan su entendimiento del mundo. En todo caso, son capaces limitadamente de
instalarse en esta autoconciencia espontánea apenas, cuando <contemplan> la propia
autoconciencia moral. Sin embargo externamente esta autoconciencia espontánea se ve
totalmente "llena" y "explicada" por la autoconciencia moral. Lo sensato sería sin embargo
que estuviese "vaciada" de esta autoconciencia moral para que pueda el individuo acceder
más fácilmente de la autoconciencia espontánea a la autoconciencia racional.
222
Pero estos puntos nodales pueden obrar también en cualquier plano. La pregunta que
cabe es la siguiente: ¿cómo metodologiza nuestro cerebro esto?
Externo:
1) Relaciones socio-clasistas
2) Relaciones humanas: estratos, familias, actividad laboral.
2)Estrategias metodológicas en relación al mundo y la vida en las manifestaciones
cotidianas(Subsistema)
Interno:
(Sistemas)
a) lo orgánico
b) lo psicológico
c) lo intelectual
d) lo ontológico
"En segundo lugar está el aspecto cognitivo de las emociones. Las áreas prefrontales del
cerebro están conectadas con las funciones de valoración de los aspectos prominentes en un
suceso para los fines del sujeto. El sistema emotivo, por su parte, parece estar encargado de
la función de hacer que algunos objetos, propiedades o sucesos sean especialmente
resaltados. Las emociones sirven de filtros detectores de intereses y peligros (externos e
internos), así como de la consecusión de objetivos intermedios"(1)
223
Por el contenido.-
Por el contenido la encuesta arroja el siguiente perfil ontológico en este primer nivel del
entendimiento de esta masa de jóvenes; tomamos para el perfil sólo la primera alternativa:
2. Movimiento: se entiende como traslación (Platón). La encuesta arroja que todavía están
estacionados en esta antigua idea griega.
3. Tiempo: sucesión en que van existiendo los fenómenos, en realidad orden mensurable del
movimiento. Según Aristóteles es el tiempo el número del movimiento según el antes y el
después (Física, IV). La encuesta arroja que los jóvenes siguen comprendiéndolo de esta
manera.
6. Historia: narración y los hechos mismos (res gestae), visión propia de los griegos. La
encuesta sugiere que esto en gran medida sigue igual.
8. Hombre: el hombre es el único animal que posee razón (Aristóteles: Política, I, 2). Según
la encuesta este contenido sigue siendo muy intenso en la conciencia de estos jóvenes.
9. Moral: forma de conciencia social que regula la conducta de los hombres, conducta
dirigida por normas. Según la encuesta lo moral sería lo más contemporáneo que tienen
estos jóvenes en su horizonte categorial.
10. Libre albedrío / libertad: se inicia con Aristóteles pasa a Epicuro y Epicteto (Et. Nic, III,
5). La encuesta arroja que se confunde ambos.
11. Necesidad: lo que ha de ocurrir en las condiciones dadas. La definición recogida por la
encuesta es más bien de corte psicológico. No lo situaremos.
De esta manera tendríamos que el perfil filosófico, el perfil de la red ontológica de este
primer nivel de entendimiento del sentido común, repiten los jóvenes casi ocho categorías
que tiene su origen en la filosofía griega (mov, tiem, esp, nat, hist, cien, hom, lib. alb/lib);
uno de la filosofía moderna (mat). Y necesidad que es definición más bien psicológica.
En síntesis, el perfil de la red ontológica tiene del pasado griego, en fuerte porcentaje,
dominancia sobre el implícito categorial del sentido común de los jóvenes de ahora
encuestados; de lo moderno en pequeño porcentaje; e igual de lo contemporáneo.
…………….........................
Globalmente se puede decir sin género de dudas que el primer nivel del entendimiento
del sentido común es de soporte aristotélico. Pero hasta aquí no habríamos dicho nada
interesante en la medida de que otros han afirmado que somos en gran medida aristotélicos.
Tengo para mí que somos aristotélicos-cristianos. Voy a ello.
225
Si bien hay aristotelismo no se olvide que en el país, después del incanato, hemos
tenido catolicismo de la etapa de la contrarreforma, es decir, el catolicismo configurado por
el Concilio de Trento y dominado por los teólogos jesuitas que le dieron su especial
entendimiento de Aristóteles, aristotelismo cristiano masificado a través de la religión
durante y después de la edad media peruana. De esta manera las estructuras son
aristotélicas en una envoltura cristiana. Que en la evangelización segregó un tomismo
práctico
Como reflexión adicional debo decir que en algún artículo planteo ("Subjetividad,
autoconciencia y afuera") que era necesario sacar al fresco lo que en las reflexiones
filosóficas asumimos como un implícito siempre actuando pero que había hacer explícito y
criticarlo para "levantar vuelo" en filosofía. Por consiguiente la matriz está clarificada: el
tomismo del catolicismo de Trento con estructuras aristotélicas en un horizonte cristiano.
He aquí las coordenadas históricas que explicarían esta sedimentación de la conciencia
categorial actuante en un segmento social, la juventud.
Así varios problemas se siguen de los propuestos: 1) averiguar la red categorial del
catolicismo de Trento; 2) criticar la concepción del ser del tomismo contrareformista
español; 3) estudiar la concepción de razón, emoción, sentimiento y afectividad para
remodelar el paradigma de ser humano actuante en lo masivo, que nos llega vía religión y
según concepción del Concilio de Trento. Y que se asume como "normal", la supuesta
"idiosincracia" del peruano que admite que existe, pero no se dice qué es.
5. Conclusiones-
2. No hay evidencia a partir de esta investigación concreta que favorezca la tesis enunciada
pero no desarrollada relativa a una supuesta filosofía propia.
Notas
(1) .Broncano, F: "El control racional de la conducta", en La mente humana, F. Broncano (Ed), Madrid,
Trotta, 1995, pp. 317 – 318.
(2) Nietzsche, F: Más allá del bien y del mal, Mediodía, Buenos Aires, 1967, p. 23
(3) estas categorías establecidas para preparar la encuesta y que nos permitiese determinar el perfil de la red
ontológica de este sentido común se hizo basado en las categorías descritas por los historiadores de la
filosofía cuando estudiaban el pensamiento de determinados pensadores. Nosotros hemos usado tal
esquema categorial y le hemos dado un contexto más ligado a nuestra experiencia espiritual dominante;
nuestro abordamiento fue desde una perspectiva intelectualista, es decir 1] nos basamos en manuales, 2]
determinamos aproximada y deductivamente en relación con el paradigma dominante en nuestro contexto
cultural y espiritual y heredado de la colonia pasando a través de la repúblicas hasta la actualidad y, 3]
asumimos el carácter dominante de la subjetividad pasiva heredado de las relaciones sociales feudales que
mediatizaron las liberales y llega a nuestra época desenvueltas desigualmente.
A la luz de nuestras nuevas investigaciones y reflexiones sistemáticas puestas de manifiesto en: Proceso de
constitución, objetivación y despliegue de la ontología de los afectos: Perú 1532-1630 [ 2 volúmenes ] y El
paradigma de la filosofía universitaria en el Perú [ ocaso de una impostura ] y en Ontología [ dos volúmenes
y en preparación ] del 2002, nos obliga a repensar esta investigación en un contexto más ajustado, es decir
ubicada dentro de la estructura deductiva e inductiva sistematizadas en el primero de los trabajos aquí
mencionado del año 2002 para determinar los siguientes dos problemas: 1] en qué medida coincide el perfil
que arroja la red ontológica con el esquema deductivo explicitado por nosotros en estas investigaciones del
2002, 2] en qué medida la estructura inductiva nos permite reubicar el perfil que arroja esta red ontológica
de la encuesta efectuada a los 500 jóvenes. Estimo que esto no pone tras la pista más clara, directa, objetiva e
inmanente de establecer el horizonte de constitución del sentido común.
Nosotros nos hemos declarado contrarios a la supuesta modernización de pensamiento que supuesta y
teóricamente traerían los postmodernos en el terreno de nuestro quehacer filosófico, y somos completamente
contrarios al programa analítico de sobre valoración del logos que en realidad no nos deja profundizar en
nuestro propio proceso de constitución de una historia del desenvolvimiento de la subjetividad en nuestro
país, es decir de constitución histórica de nuestro proceso ontológico; diferente sería el lugar de los
hermeneutas dedicados a pesquisar en nuestro proceso histórico espiritual, aunque la influencia del programa
analítico limita sus posibilidades, aún así tienen mucho más que ofrecer que barullo y reiteración del
paradigma intelectualista propio de posmodernos, analíticos y hermeneutas decididamente ubicados en el
horizonte analítico.
227
Bibliografía.
A
ABELLAN, J. L.: «El pensamiento renacentista en España y América», En Robles, L.
(Ed): Filosofía Iberoamericana en la Época del Encuentro, Madrid, Trotta, 1992.
BRONCANO, F.: «El control racional de la conducta», En Broncano, F. (Ed): La mente
humana, Madrid, Trotta, 1995.
C
CAMPOS, A: «Lectura, exposición, resumen de libro de A. Salazar B.: <<¿Existe una
filosofía en nuestra América?», 8/Set de 1994, Escuela de Post Grado de Filosofía; el
debate, a propósito de su Exposición, se derivó a la posibilidad de existencia de categorías
propias por parte de nuestra filosofía. Se concluyó que no era posible, que no se había dado
en ningún ámbito de nuestra realidad.
H
HUSSERL, E: Die Konstituition der geistigen Welt, Germany, Meiner, No. 369, 1984
HUSSERL, E: Die Krisis der europaischen Wissenschaften und die transcendentale
Phanomenologie, Germany, Meiner, No. 292, 1996,
N
NIETZSCHE, F.: Más allá del bien y del mal, Mediodía, Buenos Aires, 1967.
O
OBANDO, O.: «Lo semifeudal como elemento distorsionante de la filosofía y gestión
filosófica», En Yachay, 3, 1997
OBANDO, O.: «Subjetividad, autoconciencia y exterioridad”, en Logos Latinoamericano,
No. 5.
OBANDO, O.: El conocimiento empírico o sentido común en la doctrina marxista (no
publicado).
228
Sumilla: Este conjunto de elementos que se indican apunta a ver tres cuestiones: 1) la
constitución de un lenguaje técnico hermenéutico y analítico aplicado para expresar la
estructura de un sistema general del pensamiento de un pensador, como aspecto de la
ontología del pensamiento específicamente premoderno, mezclado con el moderno en un
sistema de relaciones sociales y humanas determinadas; 2) sirve para perfilar en algún
grado de comprensión que cierto núcleo de categorías y conceptos son históricos por
completo si manejamos cierta jerarquía de generalizaciones (conceptos relacionales o
categorías), la tarea de la hermenéutica y analítica materialista aplicada estriba en ponerlas
en evidencia en la historicidad de su contexto de relaciones sociales y humanas; 3)
finalmente sirve para develar matices que acompañan al pensamiento anatópico.
Anatopismo pedagógico: colocar la reflexión exterior de uno o varios pensadores sin dejar
estructurar el propio discurso racional de los sujetos, es decir es una estructura inmanente
de contextualización del lenguaje y la información proveniente de la reflexión exterior.
Código sistémico de comprensión: idéntico a lo anterior pero hay que sumarle la condición
de historicidad y temporalidad con el cual se recubre todo este código del entendimiento.
Código sistémico de conexión estimativo: código del entendimiento que activa el referente
articulado de estimaciones (implícito y/o explícito) del sentido común que se ha
configurado en la tradición (Umwelt como presente y como pasado).
Código sistémico de conexión valorativa: código del entendimiento que activa referentes
articulados valorativos (estimaciones racionalmente criticados, elaborados y practicados,
es explícito).
Definición: determinación que expresa estructura, función, sentido, sentido del sentido y
fin.
Falsa conceptualización: Cuando una noción del sentido común pasa por concepto o, en su
defecto, cuando una noción del sentido común pasa por concepto fundamentador después
de ejecutar una inducción ontológica simple, es decir 1) elevar a rango ontológico de
primer nivel sobre el ser, 2) a uno de segundo nivel ontológico o sobre la unidad del ser
social, natural o del pensar, o 3) que corresponde al tercer nivel o disciplinas específicas o
4) cuarto nivel es decir óntico cotidiano.
Filosofía (sentido amplio): sistema general de ideas que da cuenta de su propio despliegue
en su temporalidad e historicidad para la constitución de nuevas formas teóricas
Hermenéutica terciaria: del individuo, sujeto o filósofo con el conjunto de discursos dados
en la historia.
Inversión de sentido: es igual a invertir los sentidos de los problemas, tesis y argumentos
del libro o posición estudiada, o es invertirlo en los ámbitos importantes para mi propia
reflexión.
Niveles hermenéuticos: son los que mantiene el filósofo, el sujeto o el individuo con su
contexto
Subjetividad (ámbitos): Los ámbitos son los siguientes: 1) lugar del sujeto (distinguiendo lo
individual en el sujeto), 2) lugar de la conciencia, 3) lugar de la voluntad, 4) lugar del
objeto, 5) lugar del sistema del conocimiento, 6) lugar de la razón, 7) lugar de la
autoconciencia.
Transferencia de sentido: cuando traslado a otras esferas el sentido del autor o posición
estudiada para que en un contexto diferente pueda captar un nuevo horizonte de
problemas.
Nuestra posición filosófica señala que concluida la década del 80 y caído el régimen
soviético, la vida impone una reformulación histórica de todo el momento filosófico
materialista peruano que nos tocó vivir desde el 70 y 80, exige un balance. Desde el
ángulo de la filosofía universitaria no ha existido nada claro. No ha existido programa.
Se confunde materialismo con materialismo dialéctico. Nada impide que tematizando la
236
De las limitaciones del marxismo académico de los 70 y 80 señalo unas tareas básicas
intelectuales para nuestra época:
5. Se plantea como una necesidad perentoria una reflexión marxista sobre la religión
basados en nuestras necesidades y orientados a aplicar sistemáticamente en lo teórico y
práctico la ciencia del ateísmo. Investigar las regularidades en el país de cómo se
manifiesta el ateísmo práctico.
Parte General B
El problema del ser en la historia del Perú
(Dialéctica de lo concreto-pensado: Síntesis general)
(Conferencia Escuela de Historia)
5 de setiembre del 2007
Sumilla: Aquí se formula el problema de la comprensión del ser en los inicios de la historia
del Perú, e, inevitablemente, se verá de modo aledaño, los subproblemas que tienen que
ver con este problema: pensar, pensamiento, conciencia, autoconciencia y, por último, la
relación del ser con la esencia. La segunda cuestión tiene que ver, directamente, con los
modos de la autocomprensión a la luz de lo inicialmente formulado. Y, finalmente, observar
desde donde se han autocomprendido algunos de los modos del ser.
Epígrafe
Introducción
por el idealismo alemán que llega, en una de las líneas en que se ramificó, de Hegel hasta
el marxismo.
Esto significa entonces reformular los viejos problemas filosóficos nuestros a la luz de
establecer la génesis de esta subjetividad, su estatuto y finalmente su legalidad. Aquí me
ocuparé de su estatuto y los problemas que abarca y que me limitó a señalar ---remito al
lector a mi investigación más ampliada sobre el asunto en Rorty y sus epígonos (Del
neopragmatismo analítico a la razón particular autista) --- los problemas a del ser,
conciencia, pensamiento, lenguaje, autoconciencia, et cetera.
Por tanto, el entendimiento expresaba en el acto del pensar humano, esto es como un
producto, esto es como pensamiento, solamente un “momento” en el cual el ser del ente
jamás podría expresar estas especies innatas sino relativamente. La “representación”
humana ----si asumimos abducir como abstraer y abstraer como igual a representación,
esto es la imagen que el intelecto agente deposita en el paciente---- si la representación
expresa como lógica humana a esta razón divina, y al hacerlo lo hace deficitariamente, en
1
Tomás de Aquino: Suma de teología, Madrid, BAC, volumen 2, 1993, p. 194-195, nota c
240
Pero este problema del tomismo de Tomás tiene otro sesgo en el tomismo colonial
peruano, para decirlo grosso modo, el tomismo colonial peruano asumió la distinción entre
pensar y pensamiento como idénticos y le dio su especial caracterización como una
interpretación en la que resulta bastante clara la lectura rebajada que hicieron del tomismo
de Tomás y donde la perspectiva ontológica como pensar quedó cristalizada en el
pensamiento (remito a Ontología de la estructura afectiva en la colonia peruana: 1532-
1632).
En síntesis, el tomismo de Tomás que asumía la conciencia como moral y distinguía los
límites del pensar y los límites del pensamiento, en la expresión del tomismo colonial
peruano no superó esta conciencia moral, no distinguió los limites del pensar, y en el orden
del pensamiento absolutizó un modo del tomismo, el colonial; posteriormente el Mercurio
Peruano no modificó los límites del saber del entendimiento, cambio el referencial, el punto
241
de partida. Los dos primeros problemas sin embargo permanecieron intocados y siguieron
actuando implícitamente en el horizonte ontológico.
Pero estas ideas innatas que proceden de Dios es imposible puedan contener la
falsedad, son siempre verdaderas, claras y distintas, así se equivoca el entendimiento
humano al enunciar un juicio o un pensamiento jamás las de procedencia divina, esto es la
ideas innatas. La autoconciencia, esto es las ideas innatas, lo puesto por Dios en el ser
humano, fundamentan el saber del conocimiento3. Aunque Descartes nunca aclaró la
relación entre cogito, esto es pensar, reflexionar, en relación con el pensamiento o saber del
entendimiento, solamente indica que pensar es un acto específico del pensamiento,
tampoco deja clara la relación entre pensamiento y representación aunque se sabe que en
él el intelecto juega una función sin la experiencia sensorial, y otra cuando se refleja sobre
la experiencia sensorial4
En síntesis, respecta a los límites del alma puesto por Dios no dice nada específico,
solamente los recoloca en función a la constitución del contenido del entendimiento, esto
es el saber. Y, al hacerlo, recoloca el lugar de la autoconciencia, pero la autoconciencia
2
Alison Simmons estima que el uso del método matemático como el método del entendimiento que expresa
este saber del entendimiento o el contenido del entendimiento, no resulta convincente, ella estima que es
solamente un modo de decir (is only talk) en Descartes, argumenta que “si Descartes piensa que el puro
intelecto ayuda a articular la representación espacial sobre el mundo por el compromiso con un genuino
razonamiento, el no da ninguna indicación que este proceso intelectualice (intellectualizes) la
representación sensorial”: Descartes on the Cognitive
Structure of sensory Experience, In Philosophy and Phenomenological Research, International
Phenomenological Society, Vol LXVII, No. 3, Nov, 2003, p. 574
3
M. Gueroult: Descartes según el orden de las razones (El alma y Dios), volumen 1, Monte Avila Venezuela,
1995, c. 1, p, 16 (19) afirma que se trataría más bien del inconsciente.
4
Alison Simmons, Idem, p. 577
45
El problema es como se justifica la verdad: 1) para Descartes se justifica desde los límites del pensar
puestas por las ideas innatas y que proceden del alma creada por Dios, 2) para Locke proceden de la
representación al que arriban, por cierta dinámica de las ideas, a los conceptos generales, es decir ubica la
verdad en el ámbito del producto del pensar, esto es en el pensamiento: JGF Hegel: Geschichte der
Philosophie 3, Werke 20, Suhrkamp, 1993, p. 214, es decir, interpretamos nosotros, en el saber del
entendimiento. Así, eliminada el alma, queda el materialismo como alternativa, sea de tipo reduccionista,
naturalista, emergentista, dialéctico, et cetera. Amplia información con abundancia de papers en el sitio web
de David Chamlers
242
seguirá fusionada, indiferenciada, con este saber del entendimiento. El saber del
entendimiento nos lleva a la autoconciencia, a la razón, el cual obra como un instrumento
de claridad y distinción en este saber del entendimiento, en este pensamiento. Y a partir de
esto la filosofía posterior, grosso modo, se reformula el problema quedando reducido a los
límites del saber del entendimiento, criticada después por Hegel como ontología del
fenómeno. Esta ontología del fenómeno tiene dos expresiones para expresar la verdad: el
racionalismo ontológico del fenómeno, que enfatiza la razón para explicarla, y el
racionalismo óntico del fenómeno, que enfatiza el fenómeno para lo mismo5.
I. Kant realiza una innovación difícil de valorar cuando coloca las condiciones de
posibilidad del espacio y el tiempo como condiciones, en última instancia, que pertenecen
al alma incognoscible, él, específicamente, sigue instalado aún en el problema que había
formulado la tradición cristiana, sin embargo para él el ser no resulta ajeno ni al espacio ni
al tiempo, es más, ambos son condición de posibilidad del conocimiento, en cierta manera
entonces él reconcilia bastante deficitariamente, pese al nuevo ámbito en que se internaba y
su idealismo, el dualismo del ser y la esencia, esto es de lo real y el pensar, esto es, que no
es posible haya pensar más allá del ser y no quede claro qué es este ser. El contenido del
pensar, el pensamiento, tampoco podrá escapar a los límites del fenómeno. Se pondrá
entonces el pensamiento como saber del conocimiento y se colocará también en el ámbito
del fenómeno los límites del pensar.
Variante que después sería correcta e idealistamente corregida por Hegel, el contenido
del pensar resulta el ser, y este ser se expresa no en una unidad deficitaria entre
entendimiento y razón sino en una relación entre entendimiento y razón donde el
entendimiento resulta la base abstracta para elaborar el nuevo nivel de ese abstracto, esto
es de lo racional. Se sale de la ontología del entendimiento en la cual ser y esencia estaban
antagonizados para entrar a una ontología donde están inmanentemente ensamblados.
5
243
el pensar deja de ser representacionista en algún grado o forma 66*. Y se retorna al problema
planteado por Aristóteles en el libro XII de la Metafísica7 y queda resuelto este problema
en la esfera de lo inmanente. Se afirma el ser y el no-ser en el devenir y se amplía la
posibilidad de explicar los límites del pensar desde el contenido de la conciencia, esto el
saber del entendimiento. Aunque en la perspectiva de Hegel no haya renuncia al proceso de
la conciencia divina cuyo contenido resulta el ser y sus configuraciones que llevan y
rematan para la autoconciencia absoluta.
6
La metafilosofía se entiende en la filosofía analítica como la reducción de la filosofía a metodología,
reducción que Wittgenstein rechazo porque asumía que el problema de la filosofía era un problema legítimo:
H-J Glok: A Wittgenstein Dictionary, Blackwell, 1996, p. 244. Por lo demás la quinta etapa de movimiento
analítico que se inicia por 1985 reconoce el lugar central de la metafísica, sus representantes característicos
son: Hacker, Glok et cetera. Esperemos que el abordamiento planteado como metafilosofía por la filosofía
analítica tercermundista hispano y luso americanas que se realiza este año en el país no sea repetir el
reduccionismo rechazado por Wittgenstein en su momento. Y del representacionismo isomórfico no existe
filosofía seria en la filosofía occidental que la plantee excepto como espantapájaros en la fantasía de algunos.
7
Aristóteles: Metafísica, Edición Yebra (trilingüe), Gredos, Madrid, 1987 (1072b/15-20; 1074b/30); también
Metafísica, Edición Calvo, Gredos, 1994, además nota 51, p. 496, Metafísica, Obras completas, Ed Barnes,
t. II, Princeton University Press, p. 1698. Después tornado 1) el pensar situado en el espacio-tiempo, y 2)
haciendo abstracción de lo abstracto, y así poder explicar los límites del pensar sin apelar a la ontología
religiosa que coloca los límtes del pensar en el alma, y se enfrenta la objeción de que no es posible explicar
lo ontológico, esto es los límites del pensar, desde lo óntico, esto es desde el saber del entendimiento o el
contenido del entendimiento
6
7
244
La sección ontológica
2] Visión ontológica totalizadora y unitaria, dios crea tanto a la naturaleza como al hombre
Las leyes generales del pensar actuantes como teleologismo y analogía, cuya fuente es
específicamente hispánica, tomista aristotélica de versión tridentina en versión particular
hispánica, ha implicado una superación respecto a la teología prehispánica para incorporar
una indiferenciación en el orden del pensar, donde lo general de la conciencia moral no se
ha diferenciado del pensamiento en general, y esta forma de conciencia moral sigue
condicionando los aspectos dados en el contenido de la conciencia. Y sin decir nada de los
problemas planteados como problemas filosóficos propios de la modernidad de la filosofía
occidental.
A) Autoconciencias y autocomprensión
C) Otros aspectos:
………………………..
- Fase prehispánica
248
14. Segundo, los opuestos son momentos, son entes deficientes e incompletos en un
proceso que tiene que llegar a la “complementación sintética.
La relacionalidad como se entiende tanto el ser como los entes no pasan de ser una
relacionalidad estrictamente determinada e indiferenciada, determinada respecto al modo
cómo funciona esta relacionalidad, e indiferenciada respecto al despliegue de ésta según el
249
- Fase colonial
Desde el punto de vista del tomismo de Tomás resulta que Dios, que es acto puro, es
necesario de modo absoluto respecto a sí mismo, por consiguiente, lo será respecto a su
contenido que es el ser. Hasta aquí no hay problema. El problema empieza cuando este ser
se expresa en la estructura de los entes respecto a la perfección divina. No olvidemos que
todo lo pensado por Dios es necesariamente bueno, esto es que su conciencia de lo real, que
es su contenido, es necesariamente bueno. De aquí emerge el problema de la moralización
de la conciencia.
Como saber lógico, esto es la constitución del saber del conocimiento, no estamos
hablando de las condiciones de este entendimiento, el problema que se suscita es bastante
simple. ¿Cómo es posible el error de juicio en una conciencia moralmente buena y
necesaria? Respuesta: la conciencia moralmente buena trasmite su condición de bondad
necesaria al juicio lógico, pero el hecho es que hay error, por consiguiente, cuando el alma
encarnada percibe el singular y se abduce (expulsa desde el singular y saca desde el alma)
la especie universal, el error solamente puede estar respecto a lo puesto en el singular. De
manera ninguna en los otros elementos que componen la posibilidad de ejecutar el singular.
- Lo moral
250
¿Cuál es el lugar del libre albedrío respecto a lo casual en el ser humano? Tiene que
estar sujeto al bien supremo, esto es Dios. El hombre, por consiguiente, en tanto tiende al
bien no necesariamente practica el bien, podría no hacerlo. Si no existe la casualidad, luego
el libre albedrío solamente puede serlo de aquello que no es casual. Pero esto nos pone
frente al necesitarismo radical. Por consiguiente, el libre albedrío puede ser frente a la
contingencia relativa respecto a la criatura, es decir para la criatura puede tener un sentido
determinado, pero para Dios no sería así como lo percibe la criatura.
Se aclara, entonces, para nosotros el asunto del necesitarismo: respecto a Dios es radical,
respecto a la criatura aparentemente determinada, por no decir por completo desconocida.
Para decirlo de otra manera, lo que aparece para nosotros como voluntad de Dios podría
serlo, más bien, de la idea que manejamos de Dios, pero no necesariamente de la lógica
divina en cuanto inmanente a ella. Pero ¿esto cuestiona entonces que no es posible ver
desde el conocimiento humano los fines de Dios? En rigor, y con certeza absoluta, no se
cuestiona.
- Con Dios.
El contenido en tanto pensado por Dios, esto es participado, se torna una creación de la
nada en tanto un creación ex - nihilo, de cero o por una especie de hacedor respecto a su
producto; no la creación ex – nihilo desde la divinidad, que es, precisamente, acto puro. Es
inevitable reconocer aquí, en este tomismo colonial peruano, el punto de partida dualista.
Por consiguiente, la necesidad que procede de Dios hacia lo creado, es una disposición
impuesta a lo creado como totalidad. Lo contingente queda necesariamente eliminado. Esto
permite afirmar que el tomismo colonial peruano fue un necesitarismo dualista ontológico.
El error, por tanto, no es error, es necesario incluso como error, pero el error entendido
como necesario ¿es error? Respuesta: no. Es error necesario. Y de aquí la justificación
logicista doctrinal tomista colonial. La doctrina deviene un adecuacionismo según las
necesarias situaciones, condiciones, coyunturas, leyes, et cetera. Esto fue formulado como
probabilismo, pero éste existía aún si haber sido formulado doctrinalmente.
Ontológicamente es necesitarismo, ónticamente es necesitarismo, y, finalmente, en el
orden lógico resulta un adecuacionismo pragmático de la doctrina tomista mediado por su
condición colonial, tardíamente llamado probabilismo en el orden doctrinal.
- Lo moral.
No hay libre albedrío, el libre albedrío se sujeta de modo necesario a las condiciones
necesarias que emanan moralmente de un Dios creador, que, a su vez, es un Dios
necesariamente bueno en el orden moral. La criatura o institución que representa a este
creador bueno, necesariamente, se torna un hombre o institución necesariamente buena. E,
incluso, el error resulta necesario no teológicamente sino mundanamente.
2) De la filosofía.
3) Autorrepresentación
4) Representación de la conquista.
252
:: No es bueno el cristianismo del terror para amar la virtud y la virtud ha de ser imitada en
los buenos.
6) De la naturaleza.
7) De las ciencias.
:: Hace ciencia quien puede económicamente y en la ciencia está la mano del creador
9) De la ciencia social
Es claro sin embargo que tras esta nueva concepción del saber del conocimiento actúa
con total claridad la categoría de cantidad en un horizonte del realismo tomista colonial
ontológico y gnoseológico y, precisamente, su realismo es ya una condición determinada de
esta categoría de cantidad. Pero nosotros hemos distinguido entre un realismo al estilo del
realismo de Tomás y otro al estilo del tomismo colonial. Y hemos dicho que esta categoría
de cantidad está sujeta además del realismo a la indistinción de conciencia general y
conciencia moral, razón y entendimiento, sin contar con su reduccionismo proveniente de
su condición de tomismo mediado como tomismo colonial.
253
…………………………………
5) El problema de la autocomprensión8
8
Si ya la categoría de necesidad aquí expuesta está condicionada por las limitaciones que describe Kant en
la KrV sobre lo que es reflexionar situados en el entendimiento y en la razón (Sección Dialéctica
trascendental), peor resulta en el horizonte de la autodinámica del concepto si se lee desde la WdL de Hegel
(Libro 3), esto es que este tomismo colonial peruano hacer actuar como principios lo que son predicados –
tomándolos de manera bastante más reducidas que en el mismísimo tomismo de Tomás-- del sujeto,
asumiendo al sujeto como abstracto y determinado solamente por el entendimiento, o para decirlo de otra
manera: si bien su ontología es realista pero con características diferentes en el tomismo de Tomás y en el
tomismo colonial peruano, su gnoseología resulta también comprometida., peor será el comprometimiento a
nivel de masas, donde se expresa de modo representacionista en este nivel, sí, isomófica. Ahora bien, esta
categoría se utiliza en este tomismo colonial peruano sin demostración e implícitamente válidas respecto al
saber del entendimiento, y se presuponen correctas o innecesarias de demostrar respecto a los límites del
pensar. Esta limitación unida a la categoría de cantidad pasará al Mercurio Peruano condicionando su
sobrevaloración del conocimiento positivo. Esta herencia implícita que condiciona el pensar y el
pensamiento filosófico peruanos en su fase colonial y cosmopolita (hasta la década del 70 del siglo XX
peruano y que comienza a ser cuestionada por A. Salazar Bondy), estas limitaciones, reitero, no se pueden
pasar por alto al profundizar en el desenvolvimiento de la fase nacional de la filosofía académica en el Perú.
254
Y de todos estos como una unidad, esto como un conjunto de entes concebidos
unitariamente..
De esta manera hablamos del sistema de la subjetividad, definida por el horizonte de los
subsistemas que la componen. Así, hay los límites de la subjetividad definida por el
horizonte dado por los sistemas y subsistemas y los límites propios de cada subsistema. De
esta manera el desarrollo desigual es amplio como a su vez muy grande la esfera de
contradicciones, aspectos, ámbitos, et cetera. ¿Es posible hallar, por tanto, una gran
variedad de matices y mediaciones en las autoconciencias y en la autocomprensión? Si, es
posible.
- La autocomprensión.
Hasta ahora se ha expresado de la última manera y por ello, al mezclarse con su origen
trasplantado como filosofía, e institucionalidad cultural, ha dado vida a la subjetividad
anatópica. Al autonomizarla a esta subjetividad anatópica en su estatuto ontológico, al
explicitarla y desplegarla en su déficit, esto es al elevar su estatuto óntico a ontológico, y,
con ello, al tornarla inmanente, esto es como un en sí, esto es al cosificarla, nos
enfrentamos al problema de cómo efectivamente acceder a una racionalidad moderna, es
decir que tenga claridad de sus déficits, posibilidades e inmanencia histórico-ontológico en
su autodinámica, distinguiendo, entre otras cosas, entendimiento de razón y no reduzca la
razón al entendimiento.
256
a) se cumplen dentro y fuera de la reflexión (de tipo específica y de tipo global), es decir
implica tener claro el “punto de partida” abstracto,
b) desde que categoría(s) se hace la síntesis y si se está pisando el suelo del adentro o
afuera, esto es significa tener claro “el punto de partida” abstracto,
c) principios, es decir la autocomprensión ha de comprenderse en un marco
necesariamente ontológico,
d) estructura categorial, es decir se ha de poder extraer sintéticamente el punto de partida
categorial.
- Problemas adicionales.
1) El problema de lo concreto-pensado
Esto lleva inevitablemente a una confusión teórica, es decir presumir que 1) la teoría
filosófica se enriquece solamente desde la experiencia política dada, lo que en sí es
problemático, y 2) que la experiencia política es suficiente para explicitar la teoría
filosófica, lo que es falso. Para (1) se tiene que decir que es un elemento que enriquece si
se quiere es un universal abstracto, la unidad de ser, pero no es el ser, excepto como ser
político. Para (2) decimos que, al igual que la presunción que afirma que la teoría filosófica
depende subordinadamente del conocimiento científico (la filosofía como sierva de
conocimiento objetivo), se maneja la presunción, también unilateral, que la teoría
filosófica se subordina al conocimiento político, sí, hay determinación, pero esta
determinación es mediada.
2) El problema de la síntesis
258
Ello se pone igualmente de manifiesto en los modos de pensamiento, tan diversos, de los investigadores de la
naturaleza. Algunos de ellos (los preferentemente especulativos) son, por así decirlo, enemigos de la
heterogeneidad y persiguen siempre la unidad de géneros. Otros (las cabezas preferentemente empíricas)
tratan incesantemente de dividir la naturaleza en tal diversidad, que casi hacen pierden la esperanza de
apreciar sus fenómenos a la luz de principios universales9
Y prosigue el autor:
Este último modo de pensamiento (las cabezas filosóficas de los científicos que hacen ciencia normal
sobrevalorando el contenido: OO) se basa también, evidentemente, en un principio lógico que tiende a
completar de manera sistemática todos los conocimientos: cuando, arrancando del género, descendemos a la
diversidad que pueda hallarse contenida en él, tratamos de dar extensión al sistema, al igual que en el primer
caso, cuando ascendíamos al género, tratábamos de darle unidad10
En otros términos, las cabezas que hacen ciencia normal cuando parten de presupuestos
filosóficos lo hacen siempre desde un principio lógico, instalados y reforzados en ese tipo
de pensamiento que además de científico es universalista o particularista respecto al
contenido, descienden o ascienden en sus generalizaciones, pero siempre de naturaleza
9
Kant. I: Crítica de la razón pura,: Edición Pedro Ribas, Alfaguara, p. 538
10
Idem.
1
259
lógica. Es más, extrapolan a todos los ámbitos estos vicios lógicos de pensamiento. Que
son vicios lógicos que proceden de la naturaleza del pensamiento científico.
Pero podría ocurrir que lo esté. Y aquí es inevitable se produzca el problema de una
falsa generalización lógica que se puede asumir como síntesis. En otras palabras, la síntesis
que se puede dar en el entendimiento no necesariamente se ha de entender como síntesis
racional. Por tanto, la síntesis en los aspectos componentes de la dialéctica negativa no es,
necesariamente, la dialéctica positiva. Para decirlo de otra manera, las determinaciones en
el orden de entendimiento, las síntesis en el orden del entendimiento no implican
necesariamente síntesis que implique explicar el objeto como unidad de lo concreto-
pensado.
Para que haya síntesis, esto es para que haya “salto” ontológico para la efectiva unidad
del objeto en el concreto-pensado, es necesario haya unificación y sistematización del
objeto como unidad concreto pensada desde estos momentos determinados del
entendimiento, esto es a partir de los momentos de la dialéctica negativa depurados en el
11
La lectura de Nancy Sherman (Hegel´s Two Dialectics, In Kant- Studien, Heft 2, 1980 pp. 238-253), me
sugiere otra aproximación, podría darse la síntesis situados en lo general, particular, singular, esto es que la
síntesis dada en una determinada cualidad (o proceso) podría darse en cada uno de estos ámbitos, pero de aquí
no se sigue la reconstrucción como concreto-pensado, esto como universal concreto del objeto. Una
estrategia similar y más aguda se puede observar en Mao Tsetung cuando formula que una cualidad
determinada en su proceso real, puede tener cambios cualitativos y cuantitativos de rango menor, hasta
producirse un conjunto de ellos que implique la ruptura del límite para pasar, saltar, a otra calidad universal,
esto es que los cambios de rango menor o medio están en relación a la nueva constitución del concreto-
pensado. El límite para efectuar el salto del concreto-pensado del objeto se puede graficar como los puntos
nodales, puntos nodales los cuales unos se ven afectados unos por las viejas relaciones y otras por relaciones
de la nueva cualidad, dando como resultado en la unidad y lucha de los contrarios, al punto de ruptura real y
total, esto es el punto de inicio de la nueva calidad, que “externamente” vemos como abruptamente diferente.
260
Así, pues, hay que distinguir las generalizaciones lógicas del entendimiento, que apenas
podemos llamar síntesis del entendimiento, como momentos de la dialéctica, esto es dadas en el
entendimiento como dialéctica negativa. Pero solamente hay auténtica aufhebung, auténtica síntesis
de la razón, auténtica síntesis ontológica, salto ontológico, cuando hay unificación y sistematización
de esas generalizaciones lógicas dadas y depuradas en el entendimiento explícita del objeto como
unidad, como concreto-pensado. No tener claro estos aspectos de índole categorial conlleva
necesariamente a confusiones.
…………………………..
El período soviético con Stalin del 30-50 tuvo la versión del leninismo interpretada
racionalistamente que es, ruptura d ela relación entre teoría y práctica, y es la fase en la que
coliden una versión totalizadora y una versión metodológica de la dialéctica, dominando la
metodológica (remito a la sección 1 de nuestro trabajo: Sociedad, ciencia y filosofía
después de Darwin). Pero es el caso que ambas, la totalizadora como la metodológica,
están afectadas de este racionalismo, es decir están afectadas de esta ruptura entre teoría y
práctica, que, sin embargo, su relación era y es el soporte medular del marxismo. Por tanto,
ambas versiones, en el intento de salvar la ruptura, apelan a aspectos de instrumentalismo,
pragmatismo, cientismo, et cetera, queriendo salvar tanto la totalización como el
metodologismo a la relación teoría-práctica.
Este racionalismo entre nosotros se hacia mucho peor en la medida que no develaba
nuestras contradicciones reales y reforzaba el viejo racionalismo feudal-liberal, mejor
dicho, y dicho más cruelmente, el viejo racionalismo seguía victorioso en el orden
filosófico. El caso maoísta es un caso patente de instrumentalización de la teoría entre su
primera fase subversiva, donde la teoría justificaba la revolución marxista por medio de la
guerra civil, y la segunda fase fujimorista, donde se justifica con el maoísmo la nueva
situación no de su movimiento, sino de su dirigente encarcelado y adepto de la paz. La
instrumentalización no es privativo de los marxistas, lo es también de liberales y cristianos.
Por el lado académico la fase dialéctica comienza con Salazar, precisamente por poner
nuevamente en evidencia, aunque que en sentido negativo el problema de la subjetividad;
tiene una fase académica siguiente con el anatopismo académico soviético mezclada con el
anatopismo académico maoísta; otra nueva como retorno a la filosofía en el Perú, como
retorno a ella queriendo construir las bases para un adecuado soporte ontológico y, además,
continuando la tarea de construcción de su historia.
Bibliografía.
- Kant, I: Crítica de la razón pura (1787), Kritik der reinen Vernunft; Prolegómenos a toda
metafísica del futuro; Opus postumum