La presente clase ha sido elaborada por Pablo Imen exclusivamente para ser dictada en el Programa
Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), en la Clase 11: ‘’La crisis educativa en
Argentina. Lo nuevo y lo viejo en la ley de educación nacional” del curso: “La crisis educativa en la Argentina”, Abril
2009.
Cómo citar:
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En esa fecha de profundo simbolismo se perpetró el secuestro de militantes secundarios de La Plata en la dictadura militar,
que encabezaron las luchas reivindicativas del movimiento estudiantil, que es conmemorada regularmente como expresión
activa de la memoria de los estudiantes secundarios.
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En un artículo de Albert Esplugas Boter, de la página de internet Liberalismo.org, el concepto de “bien público” es
rotundamente cuestionado. El autor concluye su escrito en los términos que siguen: “el concepto de bien público carece de
consistencia científica y no tiene razón de ser como fundamento de la intervención estatal. La cantidad óptima de bienes
sólo puede determinarla los individuos eligiendo en el contexto de un mercado libre de acuerdo con sus valoraciones
subjetivas. Lo que se esconde a menudo tras esta apariencia de rigor científico es el propósito interesado de legitimar la
intervención estatal y favorecer agendas políticas concretas. Los bienes públicos no son un fallo del mercado, sino una
ficción encaminada a sustituir la libertad de elección por óptimos ilusorios coactivamente impuestos a toda la sociedad.”
Veamos las instancias de gobierno que establece el proyecto. Toma tres niveles:
en la cúspide del sistema; en las jurisdicciones provinciales y, finalmente, en las
instituciones educativas.
Un breve recorrido por estas instancias de gobierno permitirá dar cuenta de esta
cuestión: los modos a través de los cuales un Estado nacional se desentiende de
garantizar el derecho y responsabilizar por el mismo a las provincias mientras
que perfecciona los instrumentos que harán más fuerte su predominio.
En el nivel del gobierno del sistema, el título X, de Gobierno y
Administración, comienza señalando los ámbitos de decisión. En su artículo 113º
establece que "El Gobierno y la Administración del Sistema Educativo Nacional es una
responsabilidad concurrente y concertada del PODER EJECUTIVO NACIONAL a
través del MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA Y De Los Poderes
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En artículo 2° de la Ley Federal de Educación enuncia que: "El Estado nacional tiene la
responsabilidad principal e indelegable de fijar y controlar el cumplimiento de la política educativa,
tendiente a conformar una sociedad argentina justa y autónoma, a la vez que integrada a la región, al
continente y al mundo."
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Se sacó del texto final el verbo “supervisar”, ya que dicha función queda centralizada en el Ministerio Nacional.
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He aquí otra declaración de buenas intenciones: no hay referencia en ningún lugar del articulado a estrategias y
dispositivos concretos para actuar con aquellos que no acceden a los mismos resultados (en el supuesto de que unos mismos
resultados sean el objeto de la práctica pedagógica, un tema que requiere profundizar el debate sobre el papel del
conocimiento en la socialización de las jóvenes generaciones)
8
En "Hacia una educación de calidad…". Pág. 30.
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Cabe dejar sentada aquí una complejidad expresa en forma de tensiones. Por un lado, la relación entre diversidad y
desigualdad. Se trataría de analizar como resolver la ecuación entre aquellos conocimientos que por su validez deben ser
apropiados universalmente y aquellas diferencias que constituyen saberes o conocimientos que responden a estudiantes,
territorios, tradiciones particulares. Por otro, entre el autoritarismo del saber experto y el derecho a un conocimiento
concebido, producido y distribuido como producción colectiva.
Por otro lado es preciso denunciar al menos dos formas de privatización que
encarna la propuesta educativa ministerial.
Una, más instrumental, remite a las ventajas logradas por el mercado editorial
que implica un negocio concreto a través del manual de texto que condiciona y
regula la práctica docente a la vez que constituye una importante oportunidad de
ganancias. 10
Una más de fondo, se liga a la estructuración de un cuerpo de saberes que,
cristalizados como verdades irrefutables - aunque con plazo de vencimiento-
presuponen una imposición disciplinaria de la ciencia y también del mundo. La
10
Como señalan distintos aportes críticos, no es imperioso que el manual de texto cumpla una función de enajenación del
trabajo docente y de colonización cultural del educando: puede ser también utilizado con un sentido emancipador. En el
esquema oficial, sin embargo, queda fuertemente condicionado a la apropiación acritica de conocimientos que serán
evaluados por el Ministerio.
T11 Es interesante ver otra faz del complemento entre la perspectiva confesional y la mercantil. La noción de agente natural
y primario aparece en el artículo el artículo 6º y en el 128º pero ambos tienen significados distintos. Mientras que el 128º
que concibe a los padres como clientes; en el 6º los considera corresponsables para asegurar el derecho a la educación.
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Una conquista que, sin embargo, ya había consumado el liberalismo oligárquico con la sanción
de la Ley 1420 que expresamente habilitaba la enseñanza religiosa solo antes o después del horario
escolar. Nos preguntamos si este límite expreso a que los liberales de la generación del ochenta
pusieron a las ambiciones clericales es o no un paso adelante en relación al proyecto oficial, que omite
sencillamente cualquier pronunciamiento sobre la laicidad de la educación pública.
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Evitaremos en función de la extensión tolerable para este escrito (y a esta altura cabe desestimar que se trate de una
producción ya razonable) entrar en la discusión sobre la naturaleza del Estado capitalista (y la consiguiente afirmación de
que una escuela del Estado capitalista, lejos de ser de todos es una escuela clasista, sexista y racista). A los fines de este
debate, sostendremos que sólo la escuela estatal democrática puede ser una alternativa político educativa (es decir, en
función de asegurar el derecho a todos los ciudadanos) a la diversificación del mercado o a la privatización en términos
ideológicos del sistema educativo. Como nos aporta Perry Anderson, si alguna enseñanza dejó el triunfo del neoliberalismo
es que las instituciones pueden cambiar (y de hecho siempre lo hacen, el tema es en qué dirección) .Tampoco nos
introduciremos en el debate que plantean algunos movimientos sociales de crear sus propias instituciones educativas, con un
perfil claramente anticapitalista pero reconocidos y financiadas por el Estado.
En todo caso, hacer un balance de esa letra será una tarea espinosa, y no es
sencillo plantearlo en términos enteramente positivos o negativos.
Desde el punto de vista de los aspectos negativos, podemos señalar dos
órdenes de críticas: unas estrictamente jurídicas y otras vinculadas a la dimensión
más específicamente política educativa.
En términos de la perspectiva jurídica, un trabajo del Dr. Grosiman 14 da
cuenta de algunas observaciones críticas a partir de un señalamiento inicial que es
francamente lapidario: “En un trabajo anterior me permití criticar el proyecto que
precedió a la denominada Ley de Educación Nacional, señalando la escasa
operatividad de su articulado, el uso impropio del lenguaje, la arbitrariedad en el
enunciado de algunos contenidos curriculares, la imprecisa distribución de
competencias y la defectuosa configuración de los órganos que menciona.. (...) El texto
sancionado corrige muy pocos de los defectos que presentaba el proyecto – en
14
Groisman, Enrique I. “Crítica de la Ley de Educación”, en suplemento de La Ley S.A.
15
Grosiman, E. Ob. Cit. P. 1
16
Groisman, E. Ob. Cit. p. 5
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