Constanza Avalos V.
María Alejandra Collado M.
Paula Garrido F. 2
1
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, “Programa Creando Chile en Mi Bario”, Valparaíso,
Agosto de 2007. Editado por Escuela de Gestores y Animadores Culturales, Chile 2007.
2
Equipo de Sistematización Estudiantes en Práctica “Programa Creando Chile en Mi Bario”.
3
Touraine, A. (2006). Conferencia “El Nuevo Paradigma para comprender el Mundo”.
Universidad ARCIS. Lunes 13 de marzo.
4
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, (2002) “Nosotros los chilenos: un
desafío cultural”, Santiago de Chile.
5
Ibíd., Pág., 16.
“no habrá desarrollo humano si no existe una cultura que fortalezca las capacidades
individuales y colectivas para actuar”6.
2. 1. – Definiciones
Etimológico-epistemológico
La polisemia de la animación nace de sus orígenes etimológicos, los cuales, tal como
da a conocer J. Merino, llevan a una doble dirección; por una parte, el prefijo Anima
representa la necesidad de animar algo que no lo está, partir de cero, en un sentido
de crear, generar algo inexistente; por otra parte, Animus parte de la idea en que
nada es completamente inactivo y que sólo hace falta potenciar o catalizar, es decir,
de ayudar a crecer algo que es, centrándose en el acompañamiento, en el impulso, y
en la trasformación positiva. Cada una de estas diferentes raíces etimológicas daría
paso a una forma de concebir la animación sociocultural.
6
Ibíd., Pág., 16.
Histórico
Otra de las distorsiones aludidas tiene relación con la diversidad de áreas a las que se
vincula la práctica de animación. Esas esferas han sido parte del proceso histórico por
el cual ha ido transitando su desarrollo que, de acuerdo a la comprensión que se tenga
de cultura, irá variando en sus objetivos, alcances y resultados. Así, la animación ha
recibido una lista innumerable de calificativos: Animación cultural, Animación social,
Animación comunitaria o desarrollo comunitario, Animación urbana, Animación rural,
Animación en educación de adultos, Animación del tiempo libre, Animación turística, y
otras más.
Con su desarrollo y difusión, la animación ha ido ampliando y diversificando sus
ámbitos de intervención, lo cual podría darnos cuenta que, más allá de los fines y
concepción con los cuales se le relaciona, es su metodología de trabajo y
multidisciplinariedad lo que al parecer se valida.
Teórico-metodológico:
Pese a las divergencias, creemos pertinente dejar como definición aquella que tienen
mayor relación con el contexto en que se desarrollará el programa Creando Chile en
Mi Barrio; de acuerdo a lo anterior la animación sociocultural puede definirse como
“el conjunto de acciones realizadas por individuos, grupos o instituciones sobre una
comunidad ( o un sector de la misma) y en el marco de un territorio concreto, con el
7
Puig Picart, T. (1994), “Animación Sociocultural e Integración Territorial”, Buenos Aires, Editorial
Ciccus.
propósito principal de promover en sus miembros una actitud de participación activa
en
Cada teoría es una construcción dada por el/la sujeto, quien interpreta por sí mismo
el significado de la vida y lo hace patente en el modo, en la forma o manera de buscar
y encontrar las bases y fundamentación de la misma.
Esta diversidad de saberes, posturas, e ideas nos permiten vislumbrar con mayor
exactitud lo que entendamos por animación sociocultural.
8
Trilla, J. (coord.) (1998). “Animación Sociocultural. Teorías, programas y ámbitos”. Barcelona:
Ariel Educación.
9
Ibíd.
La cultura se considera anticipada al sujeto, es decir, los individuos no han sido
participes de su construcción. Se concibe como adquisición de conocimientos, hábitos,
costumbres que viene dado de forma vertical. Al no existir un pasado, lo
culturalmente estático y por ende oficial es lo actual, lo que está de moda; con lo
cual no se toma en
Es así como el mundo es concebido entre la gente, no fuera de ella; la cultura, por
tanto, se crea y mantiene en la cotidianeidad, siendo horizontal, relativa al discurso y
la realidad más inmediata. El significado que cada persona le otorga a los elementos
que lo rodean como ser humano, a través del mecanismo de la comunicación
principalmente, es producto de la interacción social que se produce y donde cada
sujeto tiene la capacidad de seleccionar, organizar, reproducir y transformar cada
significado en un proceso interpretativo en función de las expectativas y los propósitos
que posea individualmente o colectivamente, pero siempre pensando en el nivel micro
de relaciones sociales.
Este modelo se identifica con enfoques críticos y extremos que abogan por una
transformación profunda de la sociedad, muchas veces adquiriendo posturas radicales
en sus demandas de justicia social y de vivir en una sociedad mejor. Estas posturas
El impulso hacia la participación social viene de la mano con lo político, siendo las
prácticas las que permitan a las personas darse cuenta de esta situación y asimismo
tomar conciencia de la realidad.
10
Ibíd.
De esta manera, existen acuerdos al señalar que en la segunda mitad del siglo XX, se
acuña el concepto de animación sociocultural, como una forma de intervención social
y esquema reconstructivo de tejidos sociales y culturales, que hubo de pasar por un
largo proceso de reconocimiento y legitimación social.
Es así como los primeros atisbos de su práctica pueden hallarse en las épocas de
agitación y crisis políticas del siglo XIX. Desde los casos de educación popular obrera,
de reuniones de discusión, de talleres de lectura, la entrega de libros, revistas y
diarios
a las clases populares, jornadas de entretención y ocio, llevados hasta las rincones
más empobrecidos de la ciudad por sindicalistas, anarquistas, socialistas, elites de
tendencia liberal con una conciencia humanitaria, por parte de la iglesia, por grupos
sociales diversos, etc.
Desde un punto de vista más especifico, y según señalan Besnard, Trilla y otros
autores, la animación habría nacido junto a la educación popular. Desde este enfoque,
existiría una estrecha relación entre el desarrollo de la animación y la expansión de la
educación a los diferentes estratos sociales. Históricamente, se argumenta que el
desarrolló de la educación se habría escindido en un aspecto meramente profesional,
técnico, de oficio, y otro más relacionado con la transmisión y aprendizaje de
elementos culturales con la finalidad de adquirir conocimientos en todos los campos y
como un medio para que los individuos comprendan su entorno para adaptarse o
transformarlo. Esa segunda versión, es la que retoma la animación sociocultural,
siendo su vocación educativa la más reconocida por dichos autores.
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Se sostiene que la animación sociocultural se habría gestado desde Europa mediada por
cambios históricos y sociales. Ibíd..
Pero la historia del origen y desarrollo de la animación, no puede responder a criterios
o enfoques unilaterales, ya que ellas dependen del sentido de cultura en cada
comunidad.
Desde esa mirada, si bien la referencia europea no nos basta para explicar el sentido
de la animación sociocultural en Latinoamérica, sí nos resulta útil, en cambio, los
instrumentos de análisis elaborados a partir del estudio comparado de la misma en
Europa.
12
Ibíd. Desde esta visión, existiría una forma de entenderla, lo que ha desplazado otro tipo de
experiencias, como por ejemplo, la latinoamericana.
Toda intervención social necesita de cierta planificación para actuar. Su diseño
empieza por la confección de un plan estratégico a partir de la fijación de puntos
fuertes y puntos débiles de la realidad en la que se interviene. De la estrategia
adoptada nacen unas posibles acciones en la que diferentes agentes sociales deberán
cumplir ciertos roles. Así, la planificación es el sistema para hacer efectiva las
decisiones tomadas, realizar el plan elegido y conseguir los objetivos formulados por
el grupo13. Pero toda planificación es un proceso flexible, abierto y mutable acorde a
las experiencias que se vayan
3. Para qué se va actuar: formular cuáles van a ser los objetivos que se pretenden
alcanzar con la acción a emprender. La resolución de esta interrogante ha de
buscarse en relación con el análisis de la realidad anterior, conjugando
necesidades y deseos con posibilidades y alternativas con riesgos y dificultades.
4. A quién se dirige la acción: determinar cuáles van a ser los destinatarios, los
distintos niveles de recepción de la acción que se va a producir. Es algo que
encontrará sus antecedentes, una vez más, en el análisis previo.
Al aplicar la acción:
13
Cimbranos, F., Montecinos, D., Bustelo, M. (1999). La animación sociocultural: una propuesta
metodológica (7ª Ed.). Madrid: Editorial Popular.
6. Con quién se va contar: determinar qué recursos humanos van a ser necesarios:
equipos de coordinación, equipos de apoyo, colaboradores. Habrá que fijar
igualmente la relación entre todos ellos y distribuir responsabilidades.