HECHOS
3.- La Encargada del Registro Civil emite el preceptivo informe el 1 de marzo de 2.004,
indicando que debido a la pedida masiva de certificaciones por parte de la recurrente o de otras
personas que trabajan en su bufete, se dictó providencia el 1 de junio de 2.002 acordando un
régimen especial de solicitud y libramientos de certificados que implicaba para el bufete de la
interesada la solicitud concentrada en un día de la semana, sin necesidad de guardar turno. Se
publicó además un anuncio a la entrada de las dependencias del Registro, según el cual no se
expedirían más de dos certificaciones de defunción por fallecimiento, cualquiera que fuera el
solicitante y dentro de los dos primeros meses desde la inscripción. Dicho anuncio se justificó por
cuanto, junto con las certificaciones solicitadas por el bufete de la recurrente, con mucha
frecuencia los familiares de los fallecidos solicitaban también otras, que finalmente no pasaban a
recoger, lo que implicaba un aumento considerable del volumen de trabajo.
5.- La Encargada del Registro Civil remitió los recursos presentados a la Dirección
General de los Registros y del Notariado.
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FUNDAMENTOS DE DERECHO
I.- Vistos los artículos 6, 9 y 51 de la Ley del Registro Civil; 17, 21, 22, 30 y 41 del
Reglamento del Registro Civil; la Circular de 1 de enero de 1.984, la Instrucción de 9 de enero de
1.987 y las Resoluciones de 15 de junio de 1972 y 10 de abril de 2002.
II.- Dada la íntima conexión entre los recursos entablados, que se refieren a similares
supuestos de hecho, y al ser esta Dirección General competente para resolverlos, es procedente
su acumulación de oficio conforme permite el artículo 347 del Reglamento del Registro Civil.
IV.- Del conjunto de las disposiciones aplicables citadas en los vistos se desprenden
las siguientes reglas:
1º.- Las certificaciones que contengan alguno de los datos reservados enumerados en el
artículo 21 del Reglamento del Registro Civil (filiación adoptiva, no matrimonial o desconocida,
rectificación del sexo, causas de divorcio, etc.), únicamente pueden ser expedidas, sin
autorización especial, a las personas que menciona en cada caso el artículo 22 del propio
Reglamento. Este precepto cuando habla de ascendientes o descendientes no establece
limitación de grado de parentesco ninguno, por lo que, en principio, no se debe interpretar en un
sentido restrictivo estableciendo un límite que no contempla dicha norma.
2º.- Si la certificación la solicita otra persona, es imprescindible que ésta obtenga la
autorización expresa del Encargado por justificar su interés legítimo y razón fundada para la
petición. Se trata de una función de calificación del Encargado sobre la concurrencia del interés
legítimo en la que deberá aplicar el criterio sentado por este Centro Directivo en su Instrucción ya
citada de 9 de enero de 1987 en el sentido de que el interés que legitima para obtener
certificaciones ha de estar relacionado directamente con la prueba del estado civil de las
personas, o del contenido del Registro. Si el interés se refiere a cuestiones distintas, el Encargado
puede y debe denegar la certificación. Con carácter general se puede decir que sobre esta
cuestión la doctrina de la DGRN es bastante restrictiva. Así, aparte de simples motivos
comerciales que no legitiman para obtener listas indiscriminadas de nacimientos y matrimonios
(Resolución de 25 de mayo de 1988), se ha rechazado la publicidad en los casos en que se
alegaba un parentesco no probado (Resolución de 8 de junio de 1995).
3º.- Cualquier particular puede solicitar, pues su interés se presume, certificación de otros
asientos o documentos de publicidad no restringida. Pero si solicita más de una certificación
referida al mismo asiento o documento, el Encargado ha de adoptar las determinaciones
oportunas a fin de evitar abusos.
V.- La cuestión sobre la que versa el recurso interpuesto en el presente cas se centra
en la interpretación de esta última regla, discrepando la Encargada que aplica la posibilidad de
denegar la certificación solicitada en caso de pluralidad de solicitudes previas relativas a la misma
inscripción con independencia de quienes sean las personas de los solicitantes, es decir, aunque
se trate de distintos solicitantes, y la recurrente que considera excluida de la posibilidad de la
denegación el caso de solicitudes formuladas por personas o entidades distintas de quienes con
anterioridad hayan podido formular otras solicitudes concurrentes. La interpretación literal y lógica
de la citada regla conduce a acoger esta segunda opción, pues en ningún caso puede incurrir en
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abuso de derecho el que por primera vez solicita una certificación de un hecho inscrito en el
Registro Civil teniendo para ello un interés legítimo.
Ahora bien, distinto es el caso en el que un mismo interesado solicita primero por sí y
en un momento ulterior por mandatario o persona o entidad autorizada más de una certificación
de un mismo hecho inscrito, con independencia de que persona autorizada actúe legitimada por la
prestación de servicios contratados a través de póliza de seguros o a través de cualquier otro
mecanismo de representación, en cuyo caso la pluralidad de solicitudes es predicable de un
mismo sujeto y, por ello, dicho caso se encontraría sujeto al régimen de restricción que
prudencialmente el Encargado, como responsable de la prestación del servicio registral, decida
acordar en razón a las atendibles motivaciones que expresa en su informe. Pero la denegación
deberá circunscribirse a los supuestos antes enunciados, lo que requerirá motivarlas en tal
sentido, tal y como resulta de las providencias recurridas.