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Documento de Rectoría.

PLAN DE ESTUDIOS

Año Académico 2009


“Educamos en la democracia para el ejercicio de la libertad”

APLICACIÓN DE LA GUÍA Código: REC-


PROCESO DE REFUERZO, PROFUNDIZACIÓN Y RECUPERACIÓN PE- P/R/P/R
-P/R/P/R- F: 04
a partir del Versión 1
Fecha: Febrero
INFORME PARCIAL DE NOTAS POR CORTE
01 de 2009
-IPNC-
JUEVES, 13 DE AGOSTO
Nombre del Asignatur Las siguientes fechas han sido informadas en la
estudiante: a:
Circular No. 16, con fecha 11 de agosto de 2009.

Fecha del –IPNC-: Jueves 13 de agosto.


Fecha de publicación de las guías –P/R/P/R-: Viernes, 14 de agosto.
Fecha de publicación del listado de los estudiantes que deben desarrollar
las guías –P/R/P/-: Viernes, 14 de agosto.
Fechas para el desarrollo de las guías –P/R/P/R-: Entre viernes 14 y lunes 17
de agosto.
Fecha para la sustentación de las guías –P/R/P/R-: Entre martes 18 y lunes 24
de agosto.

ACTIVIDAD DE ACTIVIDADES PLANTEADAS EN FUNCIÓN DE LOS INDICADORES DE


REFUERZO, LOGRO COGNITIVOS (proceso de interpretación y argumentación) Y
PROFUNDIZA EJCUTIVOS (dominio y aplicabilidad de la información), EN EL
CIÓNY
MARCO DE LAS OPERACIONES INTELECTUALES.
RECUPERACIÓ
N

1. Presentar todos los trabajos pendientes (Informe del plan lector,


talleres escritos, evaluaciones, etc.)

2. Después de leer el siguiente texto desarrolla las actividades


propuestas.

El mito de los hombres pájaro

La marcha a lo largo del río Buritaca, trepando por escabrosos senderos de la selva andina
hasta llegar a Ciudad Perdida tarda algunos días y cobra su tributo en fatiga y sudor. Ciudad
Perdida, también llamada Buritaca 2000, es eventualmente la ruina de la Suramérica
precolombina más impresionante después de Machu Picchu: un vasto asentamiento en las
cumbres de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, descubierto sólo en 1975. Nuestro
camino hacia las alturas de la Sierra nos condujo a través de numerosos poblados de los
indios Kogi, quienes, puliendo con un pequeño palo constante e incansablemente sus
calabazas, pronto se transformaron en un cuadro habitual. Con ocasión de su iniciación, las
jóvenes de esta tribu reciben grandes manojos de collares, en tanto que a los jóvenes se les
hace entrega de estas calabazas, llamadas poporos que, llenadas con cal de concha
supuestamente, atenúan el fuerte sabor de la coca y activan los alcaloides estimulantes de las
hojas. Es tarea del chamán iniciar al joven en el simbolismo sexual del poporo: representa a la
mujer, que de esta forma y en sentido figurado es puesta en sus manos. Luego, con la entrega
de un pequeño palo y la invitación a introducirlo en la calabaza, el joven recibe una ilustración
cultural del acto sexual.

Cuando sólo algunos días después en el Museo del Oro de Bogotá admiré poporos finamente
trabajados en aleaciones de oro, evocando las figuras de los Kogi con sus sempiternas
calabazas en las manos conjeturé que en ellos, descendientes de los Tairona, una tradición
muy singular ha logrado sobrevivir. De hecho, los Kogi en sus ceremonias aún emplean y lucen
antiguos objetos rituales de oro, cuyo significado nos permite adentrarnos en la dimensión
místico-espiritual de este noble metal.

El oro, el sol y el alma

Colombia fue la cuna de unas culturas altamente desarrolladas, entre ellas la Tumaco, Calima,
Quimbaya, Muisca, Sinú y Tairona. Para todos estos pueblos, los objetos sacros de oro
revestían una importancia especial. Por ello, y también porque en los mitos de numerosas
tribus colombianas “el oro de los antepasados” sigue cumpliendo una importante función
simbólica. Hace poco el antropólogo Gerardo Reichel-Dalmatoff, abordó y estudió desde esta
perspectiva los millares de objetos que componen la colección del Museo, proporcionándonos
en su libro Goldwork and Shamanism una visión fascinante de su significado espiritual.

En primer lugar tenemos un mero exterior, su apariencia: a pesar de los siglos, los artefactos
no muestran indicios de corrosión. Por el contrario, de su brillo y resplandor no han perdido
ápice. El oro: símbolo de la eternidad y de la luz solar. Al cronista Juan Rodríguez Freyle (1636)
debemos la siguiente narración que ilustra cómo percibían los Muiscas a su cacique, el
representante terrenal de su deidad principal, el sol: su piel era untada con aceite y luego
recubierta, mediante cerbatana, con una capa de finísimo polvo de oro. Montado en una balsa
junto con cuatro sacerdotes y gran cantidad de ornamentos de oro y piedras preciosas,
acompañado por sonoros cánticos y música, era conducido al centro del lago Guatavita, donde
el oro y las gemas, cual votos, eran volcados al agua.

A este rito se remontan todos los rumores e infundíos sobre El Dorado, el hombre de oro, y las
arriesgadas excursiones en busca de legendarios tesoros andinos.

Muchas de estas piezas de orfebrería tienen forma de plantas, discos, o bien otra que ofrezca
una impresión bidimensional. Pequeñas chapas que penden de ellas mediante anillos,
probablemente habían de reflejar la luz del sol o de una vela. Como pudo observar Reichel-
Dolmatoff, los chamanes se valen de objetos brillantes, preferiblemente cristales de roca, a fin
de transportarse, la vista fija en ellos, a otros estados de la conciencia.

Para los Kogi, que custodian algunas de las piezas de la antigua cultura Tairona artefactos
elaborados hace más de medio milenio existe una relación de resonancia energética entre el
sol y los objetos áureos. Significativo es que ambos comparten uno y el mismo nombre, a
saber, “nyui”. En ciertos días los Kogi disponen su orfebrería de oro en torno a los templos y
la exponen por u determinado tiempo a los rayos solares: para que absorban la energía y
renueven su brillo.

Entre os ritos que han perdurado a través de los siglos se encuentra también una ceremonia
especial en la cual el sumo sacerdote y su esposa encarnan el sol y la luna, respectivamente.
Ambos se reúnen en un templo, iluminado por cuatro fogatas y en presencia de cuatro
sacerdotes que simbolizan los cuatro puntos cardinales, mutuamente y a lo largo de varias
horas se atavían con objetos rituales, por ejemplo, la esposa al marido con una máscara de
jaguar y él a ella con una que muestra un puma.

Luego, el fuego es apagado y todos permanecen en silencio, en la oscuridad. El cacique, su


esposa y los sacerdotes, en respectivos papeles, ingieren entonces un alucinógeno. Según
cuentan, en este trance perciben el templo como iluminado por una luz interior. Los indios
llaman este momento: “Cuando el oro comienza a brillar”, los dientes dorados de los jaguares y
demás fieras que campean en las máscaras, los brazaletes y pendientes de oro de los
presentes comienzan a refulgir. Cuando estas imágenes se han extinguido, hasta la
madrugada los presentes se entregan a las danzas religiosas.

El chamán

Abundan en las vitrinas del museo las piezas trabajadas en oro en las que se aprecia la figura
naturalista de un sacerdote o chamán vistiendo tan sólo una banda en torno a las caderas,
pero tocado con un rico arreglo de plumas. Característica es también la postura de los brazos.
De los chamanes de la cultura Tucano sabemos que bajo los efectos de alucinógenos se les
revela el aura de estas figuras: la cabeza pasa a ser el sol y las plumas, sus rayos.

Un objeto Tairona muestra a un sacerdote con alhajas y adornos en la nariz, orejas y cuello,
montado sobre la cabeza de un pájaro. Antes de que el alma emprendiese su viaje, mediante
un pequeño hueso de ave se le soplaba a la persona un polvo alucinógeno en la nariz 
tradición que también observamos en ciertas culturas. Los instrumentos musicales, entre
ellos la flauta de Pan, trompetas de concha, campanitas y matracas de calabaza, están
igualmente presentes en la muestra, aquí trabajados en oro. Sin estos instrumentos los
momentos de éxtasis serían difíciles de concebir: su música multiplica los efectos alucinógenos
y orienta el espíritu, evocando, por ejemplo, motivos asociados con determinados tonos e
invocando a los espíritus del reino animal.

De esta manera, el chamán se vale del saber y poder del mundo animal y vegetal para curar
enfermedades, encontrar objetos extraviados o bien mirar hacia el futuro y dar el consejo
acertado.

Las vivencias y visiones durante las transmutaciones espirituales de los sacerdotes son
manifestadas a los presentes valiéndose de las máscaras.

Así por ejemplo, al recurrir a una máscara de jaguar, los Kogi revelan que la persona tras ella
está contemplando en esos momentos su entorno con los ojos de este felino. Las caretas
empleadas durante las danzas representan fuerzas en pugna que gracias a la lucha recobran
su equilibrio.

El hombre pájaro

En la orfebrería de la antigua Colombia el hombre pájaro (en todas las culturas chamanísticas
representa la imagen del alma abandonando el cuerpo) es un tema central. Se le figura con
una cara o cuerpo humanos, las plumas de la cola terminan en dos puntas, alas y una corona
luminosa, y hace referencia a la cosmología, es decir al estudio del universo, a su
organización, a su transformación bajo el efecto de los alucinógenos. Es un ave da la familia de
las golondrinas y su comportamiento ha inspirado esta figura mística. Un pájaro migratorio
que, oportunamente para el equinoccio, en grandes bandadas invade la región del Amazonas.
Anunciando la próxima presencia de vastos cardúmenes (gran cantidad de peces), la
maduración de los frutos y la aparición de constelaciones de estrellas. La cola en forma de
tenedor representa la bifurcación de una rama, es la familia que se une en matrimonio a otra
familia. En su vuelo nupcial, las aves realizan verdaderas proezas acrobáticas, como cortar en
pleno vuelo pedacitos de ramas que dejan caer y que su pareja coge en el aire para
devolvérselos: las ramitas simbolizan a las mujeres que son intercambiadas entre las tribus.
También durante el vuelo nupcial, estas aves se alimentan de hormigas, a las cuales los
indígenas atribuyen cualidades afrodisíacas, lo que contribuye a reforzar su prestigio de
portadoras de fertilidad. Un mito de los indios Desana habla de un indígena que en una
oportunidad tiró un palo a una de estas aves y que ésta, transformada en chamán, cayó a
tierra. Los hombres pájaro de los Tairona, también de oro, muestran a veces toda una serie de
cabezas de ave, dispuestas una al lado de la otra, en tanto que en otras piezas el chamán se
encuentra montado sobre la cabeza de este animal. Ejemplares Muisca muestran otro atributo
chamanístico: ya bien una corona de plumas o una aureola, que bajo los efectos de la
ayahuasca es percibida por los chamanes como el alma.

De oro sacro al pecaminoso

Mientras más profundizamos en el significado del oro como medio de representación de la


esfera sagrada de las culturas indígenas suramericanas, más evidente es la absuelta
contraposición entre este y la significación que tuvo en la era de la fiebre del oro, ya sea en
California, Rusia, Australia o Sudáfrica, de 1848 en adelante. Pero en los inicios de la historia,
el oro fue para occidente sinónimo de opulencia, explotación y destrucción. La conquista de
América por los españoles ha sido frecuentemente comparada con la toma de la muy rica
Persépolis por Alejandro Magno. Actualmente, la fiebre de oro devora irrecuperables bosques
del Amazonas y amenaza la existencia de los indios Yanomami. El buscador de oro simboliza
una era pervertida por el materialismo, que ha perdido de vista la misión de la purificación del
alma, la recuperación del “oro de los antepasados”.

Para los pueblos primitivos, las extremidades pies y manos y los orificios del cuerpo 
como nariz y orejas son peligrosas aberturas de las cuales los espíritus maléficos se valen
para tomar posesión del individuo. El animal o la alhaja de oro, lucida en estas partes, sirve de
protección, a pesar de que ya apenas se tiene conciencia del origen de este uso.

Eventualmente, uno que otro visitante del Museo del Oro de Bogotá intuye la magnitud del
universo espiritual que aguarda más allá del mero pero maravilloso exterior brillante de estos
objetos atávicos. Un universo que ciertamente podría iluminar el camino hacia una relación
armónica con nuestro Yo, la naturaleza y el cosmos.

Revista Discovery en Español

Actividades:

Señala en cada enunciado un sinónimo de la palabra subrayada.

1 … evocando las figuras de los kogi con sus sempiternas calabazas en las manos …

a. Eternas b. Inmortales
c. Infinitas d. Renovadas

2 … siempre nos volvemos a topar con los ya mencionados poporos áureos …

a. Cruzar b. Ver

c. Entretener d. Encontrar

3 … trepando por escabrosos senderos de la selva andina …

a. Incómodos b. Intrincados

c. Fragosos d. Escandalosos

4. Cuando el autor del texto afirma: Eventualmente uno que otro visitante del Museo del
Oro de Bogotá intuye la magnitud del universo espiritual que aguarda más allá del mero
pero maravilloso exterior brillante de estos objetos atávicos, quiere expresar que la
mayoría de los visitantes del Museo del Oro:

 No sabe comportarse en un museo


Desconoce el valor cultural de los objetos artísticos elaborados por los indígenas.
Admira los objetos artísticos por su forma y material, pero desconoce la importancia espiritual
y mística de estos objetos en la cosmogonía indígena.
Valora los objetos artísticos por su significado y no les importa su forma material.
5. Explica cuál es el significado de cada uno de los siguientes elementos en la cultura Kogi.

Hormigas:
_________________________________

Hombre pájaro
_________________________________

Alucinógenos
_________________________________

Máscaras utilizadas en las danzas


_____________________________________

5. De acuerdo con la descripción que aparece en el texto sobre el poporo, explica las partes
que constituyen el elemento simbólico.

____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
________________

6. Explica las diferencias entre el oro sacro y el oro pecaminoso.

____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
_____________________________
7. El antropólogo Gerardo Reichel Dalmatoff interpretó los objetos indígenas desde la
perspectiva:

 Estilística
 Étnica
 Económica
 Simbólica-religiosa

8. Elabora el siguiente cuadro con la descripción de los ritos y mitos Kogi, que se mencionan
en el texto:

Ritos

Mitos

9. Elabora el siguiente esquema con la información sobre los diversos significados que tiene el
uso de las joyas para la sociedad indígena y para la sociedad occidental:
Sociedad indígena

Sociedad occidental

10. Escribe V, si el enunciado es verdadero o F, si es falso.

 El oro es una deidad de los Kogi.


 El oro ha perdido su significado simbólico en las culturas indígenas del país.
 El oro es un metal que no se corrompe con facilidad.
 Colombia fue la cuna de las culturas indígenas más desarrolladas de todo el territorio
latinoamericano.
 El Dorado es una leyenda de los indios Kogi.
 Juan Rodríguez Freyle fue cronista de la época de la colonia.

11. En el enunciado, En la orfebrería de oro de la antigua Colombia, las palabras se


refieren a la época:

 Precolombina
 Del descubrimiento y conquista
 De la colonia
 De la conquista

Firman:

____________________ ____________________ ________________


ESTUDIANTE PADRE DE FAMILIA DOCENTE

HENRY JAVIER GÓMEZ CASAS


RECTOR

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