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Discurso: la calidad educativa en su

introducción a las escuelas públicas.

Edmundo Alberto Ávila Abrego


eddienormal@hotmail.com
Maestría en Educación
Escuela Normal Superior de CD. Madero, Tam.
Los discursos organizan el mundo y producen efectos en su
entorno en su naturaleza, en la manera de visualizar las diferentes
opciones, decisiones, o diferentes caminos que se pueden tomar en base
a un análisis de los elementos que se colocan en la balanza de las
decisiones importantes para nuestro futuro caminar y con esto me
refiero a el futuro de nuestro México que se analizara en base a la
información bajada a través de las principales fuentes de información
accesibles para nosotros los comunes educadores del pueblo, para lo que
Freud llama como profesión imposible el educar analizando este perfil
desde un punto de vista subjetivo propio en el que entra el por que esto
sea utilizado como método para inscribir a los alumnos en el proceso
educativo, en el cual si bien se toman en cuenta muchos de los procesos
capitalistas respecto a este modo de vida también se deja un espacio
de análisis o reflexión en el cual se abordan a detalle algunas de las
actividades históricas respecto a la manera de guiar y convencer a los
integrantes puros de esta masa a la que llaman subdesarrollada.
La estructura del discurso está formada por cuatro lugares fijos:
El agente, el Otro, la producción y la verdad,
Agente: S1 Otro :S2
Verdad: Σ Producción: a
En donde S1 significa la manera de transferir lo que tu deseas
que el otro tome como verdad;
El S2 “Trabaja, gasta y consume”, “Existe el objeto que colmará
tus expectativas”;
La producción es donde aparece un objeto que se añade a cada
objeto producido, efecto del discurso; en términos capitalistas sería la
plusvalía: el valor añadido del que se aprovecha otro y que no puede
conseguirse sin el deseo (S1) y el trabajo (S2);
La verdad entre los lugares de la producción y la verdad, existe
una disyunción, no hay relación posible, ya que lo que es producido por
el discurso es irremediablemente separado de la verdad. Todo esto
¿para qué? Para llegar a la reflexión que queremos plantear sobre el
discurso de la educación actual.

En este mundo de constante cambio, referencias, y diferencias


palpables en el que vivimos ahora en la actualidad debemos analizar
todo lo que nos ha llevado a este proceso de el cual somos parte activa
e inerte de el proceso de socialización que es mas capitalización
respecto a lo que necesitan la minoría de nuestro país subdesarrollado
en el cual se están adoptando ciertas ideas capitalistas de nuestros

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vecinos del norte que por si esto no fuera cuerdo se pretenden integrar
en nuestro ‘modus operandi’ de vida sin siquiera pensar en las
semejanzas mínimas que esto requiere en nuestra sociedad que pone en
tela de juicio la desigualdad que puede existir en este tipo de sociedad
capitalista en el cual los primeros mandatarios, la fuerza política del
país se muestran insensibles a las carencias de las mayorías, la parte
activa del mismo, lo que conocemos comúnmente como manera desigual
de repartición o también se puede llamar represión política a la
sociedad.
En sus inicios desde la concepción de escuela históricamente la
escuela cumplía una función estructurante para el alumno, era una
manera de ayudar a poner en marcha el propio deseo, de reconocerlo y
regular ciertos efectos de goce y contribuir a la articulación del propio
gusto, en base a esto construimos nuestra realidad de que los alumnos
eran los jóvenes que llegaban a una edad menor a los 14 años de edad,
y entonces cumplían con la preparación básica para la pertenencia de
una sociedad, cumplía una función estructurante para el alumno y futuro
miembro de la sociedad, En psicoanálisis, llamamos real a eso que es
inherente a la estructura; sobre él, construimos la realidad y es por
esto que no podemos obviarlo.
En la escuela, las normas establecidas se cumplían porque sus
representantes simbólicos, director y profesorado, eran reconocidos,
podían transmitir una serie de conocimientos y además representaban
ciertos ideales para los alumnos. Con el amor al saber y la ley
simbólica, la estructura escolar se sostenía de otra manera; los límites
de lo permitido y lo prohibido estaban más claros, y lo imposible de la
tarea de educar se iba tratando por medio de lo imaginario y lo
simbólico de la vida escolar.

Ahora, asistimos en nuestra sociedad a una caída, y su


consiguiente desvalorización, de la ley simbólica (padres y maestros); ni
la palabra tiene el valor que tenía, ni la ley paterna se transmite como
antes. Lo que impera es la ferocidad del discurso capitalista y la
pedagogía actual intentando mediar y ser el método utilizado en el
proceso educativo; lo que ahora conocemos como el discurso del amo,
que es tan común en esta época, en el que solo se dedica a presentar
de una manera simple y sin mas palabras lo que ellos quieren que
nosotros pongamos la máxima importancia, y de la misma manera nos
ordenan a lo que no debemos dar importancia ya sea principalmente por
una falla de su administración o por el simple y llano hecho de que hay
ciertas personal que se quitaron la correa de perro domesticado e

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iniciaron con el proceso de análisis y reflexión ya comentado
anteriormente que ocurriría y que es el punto principal que se trata de
evitar a toda costa con este tipo de discurso a sido reprimido de todo
proceso educativo al cual tenemos acceso libre en nuestro país, ya que
únicamente a través del medio de la escritura podremos apreciar este
proceso al establecer la dogma de analizar el currículo oculto o leer
entre líneas el objetivo final de los enunciados o respuestas lógicas de
las palabras generadoras.
Para esto lo representamos como un ejemplo:
• El discurso del amo
“Todos tienen derecho a la misma educación” (se niega la
diferencia).
“A los 16 años, todo escolar debe haber adquirido su a.C. de
conocimientos, instrucción y enseñanzas”.
• Como S2(los activos) a los distintos órganos de dirección y
organización de la institución educativa: el consejo escolar, el
equipo directivo, los departamentos formados por el
profesorado y las asignaturas que imparten, el departamento
de psicopedagogía... como estructuras organizadas.
• En el Otro, en cuanto a la legalidad, está representada por: el
reglamento de funcionamiento interno del centro con sus
normas, derechos y deberes; por el ideario del centro, donde
queda especificada la línea pedagógica a seguir como ordenanza
del amo; por las técnicas pedagógicas, métodos, organización y
distribución de los alumnos tomando como base el ideal inicial
“los alumnos a los 16 años deben haber adquirido unos
determinados conocimientos”.
• La verdad queda como una pregunta, Pero ¿se pregunta por el
deseo del sujeto? ¿Cuenta con que quizás el alumno no quiere
aprender lo que se pretende que aprenda?, quizás aquí
tengamos un efecto del discurso: el aprendizaje y el saber
presentados sin falta, como si pudieran comprarse como un
objeto más de caducidad breve. En nuestras escuelas podemos
constatar que, en determinados alumnos, cada vez más
numerosos, la satisfacción simbólica y el goce que se puede
obtener por medio del trabajo escolar es inexistente.
Antes, la ley simbólica ayudaba; ahora, el método, en muchos
casos, no produce los efectos deseados, el discurso domina y
pone en evidencia su propia impotencia. Lo que vemos aparecer
en estos alumnos es una estructura dominada por lo imaginario
y lo real y debilitada en lo simbólico. Son alumnos a los que el

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efecto del discurso social junto con el discurso educativo les
deja una marca importante. En la escuela, ponen de manifiesto
la desunión existente entre el lugar de la verdad y el de la
producción.
• Veámoslo. En el lugar de la producción, está el “a”
(representado quizás al final de la etapa, por el “certificado
escolar o el título”).

A qué van quedando reducidos un número determinado de alumnos


en nuestras escuelas? ¿No les parece que pueden llegar a ser el objeto
de deshecho que nadie quiere?, Ahora podemos observar en nuestras
escuelas que los alumnos van quedando reducidos a llegar a ser el objeto
de deshecho que nadie quiere, el sobrante de un discurso al que la
sociedad pone la mas mínima atención y poca importancia. Si el
capitalismo trabaja para que funcione el sistema, desde el psicoanálisis
de la escuela no podemos cambiar el orden social, pero sí podemos
preguntarnos: ¿Cómo trabajar el síntoma?, ¿Cómo retrasar este
cambio? Evidentemente, las coordenadas son:

partir del deseo del sujeto(“el amor al conocimiento”,cultura),

intentar restaurar la ley simbólica(Beneficios futuros), y

regular el goce(Es correcto para mi y para los demás?).

A manera personal la tarea de educar se debe ir tratando por


medio de lo imaginario y lo simbólico de la vida escolar, llamamos real a
esto que conocemos como estructura que motiva al alumno a activar su
propio deseo y regular aspectos del mismo, a esta construcción
imaginaria le atribuimos la función de “regular el goce y velar lo real”.

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Bibliografía

Montse Vidal i Jordá 25 de mayo de 2001


Presentado en el Instituto de
Psicosomática de Barcelona

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