Autor
Prudencio García Pérez
RECIBID EL ESPIRITU SANTO (Jn 20,22)
- INTRODUCCION
Santo, esta fue la respuesta que le dieron: “ni siquiera hemos oído decir que
catecismos. Hasta antes del concilio era Dios Padre a colmar toda la
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nuestra vida, en nuestras decisiones, en nuestra misión? Veámos como entra
Del espíritu de Dios se habla desde los textos bíblicos más antiguos.
“espíritu de Dios” es: una fuerza extraordinaria. Por ejemplo, los Jueces que
que “estaban invadidos por el espíritu de Dios” o que cuando “el espíritu de
Dios estaba sobre ellos” (Jc 3,10) estos entablaban batalla y nadie podía
hombres o mujeres.
volvían hombres normales. Sin embargo los reyes lo recibían hasta el final
de sus días, pues su misión duraba toda la vida. Se dice de David que,
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También los ministros del culto recibían una consagración pero,
sacerdocio.
derivar directamente del espíritu: los profetas. Después del exilio del
(Is 42,1).
“El Espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto
61,1).
elegidos.
Tras la muerte del último profeta se hizo opinión común entre los
rabinos que incluso esa presencia tan limitada había desaparecido (por eso
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inspirados todos los escritos posteriores a Daniel). Se esperaba, no
“Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio
al Espíritu de Dios que bajaba en forma de una paloma y venía sobre él” (Mt
durara esa misión, como pasaba con los antiguos profetas, sino de una
claro lo hallamos en Filón de Alejandría que sabía que “es posible al Espíritu
manera duradera” porque eso sería tanto como hacer del hombre un Dios.
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Los cuatro evangelistas parecen coincidir en que durante el tiempo
lugar a equívocos: “aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido
glorificado”.
los discípulos el día de Pentecostés (Hch 2,1-4). Para Juan, en cambio, esto
viva el tiempo pascual: como si los cincuenta días que van de la resurrección
a Pentecostés fueran un solo y único día festivo, más aún, como un gran
domingo.
Para expresar esta realidad, San Hipólito de Roma emplea una imagen
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“Os conviene que yo me vaya; porque si no me
modo de estar por otro. San Pablo parece que casi llega a identificar al
Cor 13,13):
Cor 3,17).
En Jn 20, 19-23 se nos narra la efusión del Espíritu Santo por parte
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estará presente entre los discípulos, pero los que no siguen a Jesús o se
como única norma de nuestra vida. Esto supone un cambio radical en relación
con los demás, con nosotros mismo y con Dios. El Espíritu nos hace descubrir
el amor de Dios, nos une a Dios, nos hace de su familia y nos da la capacidad
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El Espíritu es el aceite que suaviza todo y llega hasta los rincones más
vida y realidad.
TESTIMONIO
misión no tiene por objetivo la extensión del Reino de Dios, no es obra del
Espíritu.
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- El Espíritu nos da coraje, audacia y valentía para afrontar las
defensor ante el mundo y nuestra sabiduría ante las propuestas del mundo.
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