(AVANCSO)
Presentación
Sin embargo en el caso de la propuesta del grupo Pro Reforma nos oponemos
rotundamente, porque consideramos que atenta contra las bases
democráticas que definen una sociedad contemporánea, como son la
representatividad, el derecho a elegir y ser electo, la participación y el
equilibrio de poderes; en síntesis, el ejercicio pleno de la ciudadanía.
I. Argumentos éticos
II. Argumentos políticos y filosóficos
III. Algunas contradicciones identificadas
I. Argumentos éticos
Segundo: Pro Reforma se define como una asociación “cívica porque está
integrada por ciudadanos preocupados por la situación de inseguridad y
pobreza que impera en nuestro país” (...) En su propaganda subyace la idea
de que quienes se oponen a su propuesta no están preocupados o no quieren
que la violencia y la pobreza desparezcan del país. Con este argumento
polarizan la realidad social entre quienes están a favor de la pobreza y la
violencia, y quienes están en contra, siendo los primeros aquellos que se
oponen a su propuesta. Todos sabemos que para erradicar estos males se
necesita mucho más que reformar o eliminar algunos artículos de la
Constitución. De esta cuenta vemos que es una manipulación oponer a la
ciudadanía con polaridades de esta naturaleza.
Sexto: En sus documentos Pro Reforma dice que va más allá de cualquier
ideología “pues lo único que pretendemos es que impere el Derecho y la
igualdad ante la ley para que todos los guatemaltecos, gobernantes y
gobernados, con mismos derechos y obligaciones, vivamos en un país donde
impere la paz, la justicia y la prosperidad”. Sin embargo, en cada uno de
estos planteamientos es evidente el trasfondo de la ideología neoliberal,
asumiéndola como la única verdad posible en el espectro de posiciones
políticas. Lo anterior se evidencia cuando sus promotores responden a los
comentarios críticos descalificando cualquier contrapropuesta por ser
supuestamente “ideológica” o “falaz”.
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para ser ciudadano era preciso tomar parte en la administración de la justicia
y participar en la asamblea que legisla y gobierna la ciudad.
2
Taracena, Arturo, et. al. Etnicidad, estado y nación en Guatemala 1808-1944. Antigua
Guatemala, 2002, pág. 142 y ss.
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Sobre democracia y representatividad. Si analizamos detenidamente el
documento de Pro Reforma bajo la misma premisa política, vemos que se
retoma ese espíritu excluyente y discriminatorio, ya que los verdaderos
ciudadanos serán únicamente las personas que tengan 50 años, en la
medida en que sólo ellas tendrán el privilegio de elegir y ser electas como
senadores.3 Únicamente ellas podrán cumplir, no sólo con las obligaciones,
sino gozar de los derechos ciudadanos fundamentales, que en el actual orden
constitucional nos son brindados a todos.
Una de las partes constitutivas del contrato político al cual nos encontramos
adheridos todos los guatemaltecos y guatemaltecas tras el conflicto armado
interno y el genocidio de los años ochenta, consiste en defender el principio
de dejarse gobernar si y solo si, la persona que es gobernada goza
igualmente del derecho a gobernar. Por ello, con la Constitución de 1985,
después de casi doscientos años de un republicanismo caracterizado en la
práctica por la exclusión política y los golpes de Estado, hemos logrado
alcanzar un modelo de ciudadanía basado en ese principio universal.
¿Hasta qué punto esta propuesta implica una ampliación o una restricción del
concepto de democracia? La propuesta de Pro Reforma implica una
restricción del concepto de democracia, ya que tal y como la conocemos hoy,
la ciudadanía es el único y auténtico correlato político del gobierno
democrático, desde el momento en que se articula como un principio
universal aplicable a todos los individuos nacidos en una sociedad política
determinada.
3
El argumento que se viene desarrollando no puede aplicarse al mandato constitucional
actual que estipula, por ejemplo, que el presidente debe ser mayor de cuarenta años, ya que
en ese caso, a diferencia de la propuesta de ProReforma, todos los ciudadanos tienen el
derecho a elegir al gobernante.
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En los contratos políticos promovidos desde el siglo XVIII en Estados mucho
más sólidos que Guatemala en el ejercicio de la democracia, el derecho
universal a la ciudadanía es considerado parte inalienable del ser humano; es
decir, forma parte del derecho natural de todos los hombres y mujeres.
Por ello, regirse bajo un gobierno en el que solamente unos pocos, que
pertenezcan a un grupo determinado, tengan derecho a elegir y ser electos,
contradice los fundamentos mismos de cualquier noción moderna de
democracia. En consecuencia, Pro Reforma con su propuesta va en contra no
sólo de los principios político-filosóficos modernos más elementales, sino
también en contra de la historia de la humanidad misma, ya que plantea un
retroceso de más de 2000 años en la organización política de la sociedad.
“(…)
1) La constitución Política de la República;
2) Los tratados y convenciones sobre Derechos Humanos, celebrados,
aprobados y ratificados por los organismos correspondientes del Estado
de Guatemala;
3) Las leyes emitidas por la Asamblea Nacional Constituyente;
4) Las leyes decretadas por el Senado;
5) Los tratados no incluidos en el numeral 2 de este artículo;
6) Los decretos legislativos emitidos por la Cámara de Diputados;
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7) Las disposiciones gubernamentales y reglamentarias.
Las normas o disposiciones inferiores serán nulas ipso iure cuando violen,
restrinjan o tergiversen cualquier norma de jerarquía superior.”
A partir de esta cita queda claro que el modelo de politeia que implica la
propuesta de Pro Reforma, conlleva igualmente la desregulación del
equilibrio de poderes. Todos los aquí presentes sabemos que uno de los
principios fundamentales de nuestro régimen político es la separación de los
poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Cuando el Proyecto de Pro Reforma plantea que las normas propuestas por el
Senado se encuentran por encima de los decretos legislativos emitidos por la
cámara de diputados, y ambas sobre las disposiciones gubernamentales,
observamos que el poder del senado queda peligrosamente
desproporcionado, lo que nos conduce a temer la institucionalización de una
dictadura parlamentaria. La pregunta que genera este planteamiento es la
siguiente: Si el Senado controla la Cámara de Diputados e igualmente al
Ejecutivo ¿Quién controla el poder del senado? Un poder sobre el resto de
poderes va en contra del equilibrio de pesos y contra pesos que debe
caracterizar a todas las formas democráticas de gobierno.
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particular4. Afirman que eso no significa que prevalezca sobre el derecho
individual, porque “es de interés social que los derechos de los ciudadanos
estén sobre los intereses de cualquiera”. Esta interpretación nos plantea la
siguientes interrogante ¿Es el interés social solamente la suma de los
intereses individuales? Consideramos que su entendimiento sobre interés
general contiene una visión muy cerrada del mismo.
4
“Exposición de motivos” de la propuesta de Reforma Constitucional del Grupo ProReforma
Número de registro 4028. Pág. 4
5
Artículo 171 Pro Reforma
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En la reforma propuesta al artículo 182 se mantiene que el Presidente de la
República es el Jefe del Estado de Guatemala y Preside el Organismo
Ejecutivo, pero elimina la frase que éste ejerce sus funciones “por mandato
del pueblo”, contrariando nuevamente la definición actual de soberanía,
establecida en el actual artículo 141 actual.
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Por otro lado, los artículos 176 y 177 de la propuesta establecen que los
diputados deben valorar las repercusiones jurídicas y económicas (pero no
sociales o ambientales, por ejemplo) de la legislación, mientras que los
senadores no tendrían esa obligación ¿En base a qué razones? ¿Por qué el
Senado no debe rendir cuentas de sus acciones a nadie?
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