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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

114

La libertad sindical en el Perú

Alfredo Villavicencio Ríos

OFICINA DE AREA Y EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO


PARA LOS PAISES ANDINOS
OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

DOCUMENTO DE TRABAJO

114

La libertad sindical en el Perú

Alfredo Villavicencio Ríos

OFICINA DE AREA Y EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO


PARA LOS PAISES ANDINOS
Copyright © Organización Internacional del Trabajo 1999

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ISBN 92-2-311886-7
ISSN 1020-3974

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Consulte la OIT en Internet en la dirección: http://oitandina.org.pe

Impreso en Perú por FLAVIOGRAFICA E.I.R.L.


Presentación

El presente documento se enmarca en el permanente esfuerzo de la OIT para la


promoción de los Derechos fundamentales en el trabajo, de las normas internacionales de
trabajo y, por ende, del tripartismo. Para la OIT, la libertad sindical es un Derecho funda-
mental de los trabajadores recogido en diferentes Normas Internacionales, en especial los
Convenios 87 y 98, y constituye una conditio sine qua non del tripartismo, plasmándolo
así, conforme a su Constitución, en sus propias estructuras orgánicas y postulándolo para
sus Estados Miembros.

El presente estudio, realizado por Alfredo Villavicencio, connotado jurista peruano


y reconocido autor especialista en derecho colectivo del trabajo analiza los principios
relativos a la libertad sindical con especial referencia a Perú, avanzando en los problemas
que plantea la legislación peruana en relación al cumplimiento de los convenios interna-
cionales ratificados en esta materia.

La OIT asume gustosa la publicación de este estudio por considerar que, además de
tener un rigor jurídico innegable, contribuirá a profundizar el análisis de las relaciones
colectivas de trabajo en el Perú y constituirá un importante material de consulta para los
especialistas en derecho del trabajo. Es preciso señalar, sin embargo, que, como es usual
en las publicaciones de la OIT, el contenido del estudio es responsabilidad exclusiva del
autor y que su publicación por parte de la OIT no necesariamente significa que la Organi-
zación lo sanciona.

Lima, octubre de 1999


“El derecho de afiliación sindical es tan esencial como el de-
recho a votar en una elección parlamentaria. En nuestro mo-
delo de sociedad, la pertenencia a un sindicato es el único ca-
mino que tiene el trabajador para participar activamente en la
configuración de su propio medio de vida”.

OTTO KHAN-FREUND

“La libertad sindical reviste singular importancia entre las li-


bertades y derechos fundamentales que competen a la OIT.
Constituye el fundamento de cualquier sociedad democrática;
permite a los trabajadores manifestar sus aspiraciones; los si-
túa en mejores condiciones en las negociaciones colectivas al
restablecer el equilibrio de fuerzas entre las partes; es un con-
trapeso útil del poder del Estado para dar a los trabajadores
la posibilidad de participar en la elaboración y la ejecución de
la política económica y social”.

ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

A mi hijo Alfredo, por la construcción


cotidiana y cómplice de un mundo justo y
solidario.

A Oscar Ermida Uriarte, entrañable


maestro y amigo.
INDICE

Pág.
Prólogo ......................................................................................................................................... 1

1. Breve reseña histórica .................................................................................................. 7

2. Fuente y tipo de regulación de la libertad sindical ................................................... 10

3. Disposiciones fundamentales de jerarquía superior .................................................. 11

3.1 La libertad sindical en la Constitución de 1993 .................................................... 11


3.1.1 La libertad sindical como derecho fundamental en el marco de un Estado
Social de Derecho .......................................................................................... 12
3.1.2 El contenido constitucional de la libertad sindical ...................................... 15
A) La titularidad de la libertad sindical .................................................... 15
B) La obligación estatal de garantizar la libertad sindical ......................... 18
C) El principio democrático ...................................................................... 19
3.2 La libertad sindical como patrimonio jurídico universal: su regulación en las
normas internacionales ......................................................................................... 20
3.2.1 La libertad sindical en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en
los demás pactos de ámbito mundial ............................................................ 20
3.2.2 La libertad sindical en los instrumentos de derechos humanos de ámbito
americano ..................................................................................................... 21
3.2.3 La libertad sindical en la Constitución, convenios, recomendaciones y de-
claraciones de OIT ................................................................................... 22

4. Definición y contenido de la libertad sindical.: los elementos estático (orgánico),


dinámico (desarrollo de actividad) y subjetivo ........................................................... 26

4.1 La libertad sindical individual .............................................................................. 28


4.1.1 Libertad sindical positiva .............................................................................. 28
A) Derecho de libre constitución de organizaciones ..................................... 28
B) Derecho de libre afiliación ..................................................................... 36
C) Derecho al desarrollo de actividad sindical y las facilidades necesarias
para su materialización .......................................................................... 37
4.1.2 La libertad sindical negativa ........................................................................ 40
4.2 La libertad sindical colectiva ................................................................................ 42
4.2.1 Libertad de reglamentación ........................................................................... 43
4.2.2 Libertad de representación ............................................................................ 44
4.2.3 Libertad de gestión ...................................................................................... 45
A) Libertad de gestión interna ........................................................................ 45
B) Libertad de gestión externa ....................................................................... 46
4.2.4 Libertad de federación .................................................................................. 49
4.2.5 Libertad de suspensión o disolución ................................................................ 51
A) Contenido y expresiones autónomas y heterónomas ............................. 51
B) La cancelación administrativa del registro sindical como equivalente
de la disolución administrativa ............................................................. 54
C) La distribución del patrimonio de la organización sindical disuelta ...... 55

5. Régimen jurídico sindical: la adquisición de la personalidad jurídica .................... 55

5.1 La libertad de constitución y la proscripción de autorizaciones estatales previas . 55


5.2 El registro sindical: problemática general ............................................................. 56
5.3 Requisitos y efectos del registro sindical: la doble personalidad jurídica en la
actividad privada y la personalidad jurídica a todos los efectos legales en el
sector público ....................................................................................................... 57

6. El sindicato más representativo .................................................................................. 59

6.1 Los valores en juego: la mayor representatividad como salida transaccional ........ 59
6.2 Los criterios para determinar la mayor representatividad ..................................... 61
6.3 Las prerrogativas derivadas de la mayor representatividad ................................... 61
6.4 La regulación de la mayor representatividad en el Perú ........................................ 62

7. La protección de la libertad sindical .......................................................................... 63

7.1 La obligación estatal de garantizar y promover la libertad sindical ...................... 63


7.2 Los ámbitos de la protección de la libertad sindical ............................................. 64
7.2.1 La actividad sindical (individual y colectiva) como eje de la protección y
promoción .................................................................................................... 64
7.2.2 Ambito subjetivo de la protección: el fuero sindical. ................................... 65
7.2.3 Ambito objetivo de la protección, irrelevancia de la culpa y agente infractor 66
7.2.4 Ambito temporal de la protección ................................................................ 68
7.3 La protección de la libertad sindical en la ley de relaciones colectivas de trabajo:
el fuero sindical restringido y simbólico. Las vías de subsanación ....................... 68
7.4 La protección constitucional e internacional de la libertad sindical: la acción de
amparo y el Comité de Libertad Sindical. ............................................................. 72

8. Las organizaciones de empleadores ............................................................................... 74

Notas .................................................................................................................................... 75

Bibliografía ........................................................................................................................... 89
PROLOGO

La doctrina considera que la libertad sindical está conformada por un con-


junto de derechos, que pueden ser clasificados atendiendo a su titularidad y a su
contenido. En el primer caso, tenemos derechos de titularidad individual, que
corresponden a los trabajadores; o colectiva, pertenecientes a las organizacio-
nes sindicales. Por ejemplo, el derecho de afiliarse a un sindicato y el de elabo-
rar el estatuto de éste, respectivamente. En el segundo caso, hay derechos de
organización y de actividad. Son ejemplos de unos y otros, la constitución de un
sindicato y la negociación colectiva, respectivamente.

Combinando todos los factores mencionados, podemos concluir - sin áni-


mo de proporcionar una definición cerrada, que sería la más opuesta a la lógica
de este derecho - que la libertad sindical es el derecho de los trabajadores a
constituir, afiliarse y participar en las organizaciones sindicales, así como el
derecho de éstas a elegir a sus representantes, redactar sus estatutos, desarro-
llar actividades, formar organizaciones sindicales de grado superior y disolver
las organizaciones sindicales. Todo ello sin injerencia del empleador ni del Es-
tado y con la debida tutela de éste, a través de diversos mecanismos y facilidades
encaminadas a permitir e incluso promover el ejercicio efectivo del derecho.

La definición propuesta es, por cierto, muy genérica, porque cada uno de
los términos empleados podría ser objeto de desarrollo pormenorizado. Por ejem-
plo: ¿El derecho de afiliación comprende también el de no afiliación? ¿Pueden
admitirse las cláusulas sindicales? ¿Cuál es el alcance del fuero sindical?.

Lo que nos interesa resaltar aquí, es que la definición sugerida no hace otra
cosa que recoger los conceptos proporcionados por el Convenio 87 OIT - en lo
que atañe a la protección de la libertad sindical, complementados por el Conve-
nio 98 OIT -, cada uno de los cuales a su vez ha sido objeto de precisiones por los
órganos de aplicación de ese organismo internacional.

La libertad sindical ha desempeñado un papel fundamental en el surgimien-


to del Derecho del Trabajo. Como sabemos, la prestación personal de servicios
subordinados y remunerados, que hoy nace de un contrato de trabajo, antes sur-
gió de un contrato de arrendamiento de servicios, regido por el Derecho Civil.
Entre las diversas razones de la ruptura de esa figura con el ordenamiento civil
que la cobijaba y la constitución de otro ordenamiento para regularla, la doctri-
na destaca el papel cumplido por las organizaciones sindicales.

En efecto, los principios liberales imperantes a fines del siglo XVIII y co-
mienzos del XIX, obligaban a cada trabajador a negociar por separado con su
empleador los derechos y obligaciones que les corresponderían. El resultado fue
un régimen de extrema explotación de la mano de obra. En ese contexto, alenta-
dos por las ideologías cuestionadoras del sistema capitalista, y guiados por su

1
propio instinto, los trabajadores comenzaron a agruparse para equilibrar por el
número el mayor poder del empresario es el plano individual. Si bien es un
inicio la reacción del ordenamiento frente a este fenómeno fue de brutal repre-
sión, luego no tuvo más que reconocer la existencia y el funcionamiento de las
organizaciones sindicales.

En ese punto es que se produjo la escisión que hemos recordado antes: el


contrato de arrendamiento de servicios se transformó en contrato de trabajo. El
nuevo ordenamiento se edificó sobre dos pilares: el primero fue la legislación
dictada por el Estado para proteger al trabajador a través de la determinación
de un conjunto de beneficios mínimos en su favor; y el segundo, los convenios
colectivos, resultado del acuerdo al menos tendencialmente paritario entre el
colectivo de trabajadores y el empleador. En ambos casos, la actuación de las
organizaciones sindicales fue determinante, en el primero presionando al Esta-
do para su producción, y en el segundo, produciéndolos directamente.

Por lo expuesto, es que sostenemos enfáticamente que no habría habido un


ordenamiento laboral si no se hubieran formado organizaciones sindicales que
lo impulsaran. La interrogante podría ahora actualizarse ¿Puede haber hoy en
día un Derecho del Trabajo sin organizaciones sindicales? Nuevamente cree-
mos que la respuesta sería negativa. Podría subsistir un ordenamiento laboral
apoyado sólo sobre reglas estatales, pero no sería manifiestamente insuficiente y
precario. No habría más que un suelo muy bajo de protección uniforme para
todos los trabajadores, además formado de material endeble, ya que sin la fuer-
za sindical la intervención reguladora del Estado en las relaciones laborales
sólo se sostendría en el altruismo o en el oportunismo.

Es más, sin organizaciones sindicales no tendríamos siquiera un Estado


social y democrático, en la medida en que aquéllas son agentes insustituibles de
promoción de la calidad de vida de los trabajadores y, por tanto, de consecución
de valores fundamentales como el de la igualdad sustancial.

En el año 1948 fue singular en la consagración de la libertad sindical en el


plano internacional. Las dos más importantes declaraciones de derechos huma-
nos la introdujeron en su repertorio: la Declaración Universal de Derechos Hu-
manos (artículo 23.4) y la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre (artículo XXII). Con ello se superaba definitivamente la antigua confi-
guración restringida de los derechos humanos, que abarcaba sólo los derechos
civiles y políticos, extendiéndose mediante la recepción de derechos laborales en
los catálogos de derechos humanos, a los derechos económicos, sociales y cultu-
rales.

Pero el acontecimiento más importante fue, en nuestro concepto, la expedi-


ción del Convenio 87 OIT. Los instrumentos internacionales de derechos huma-
nos de ese entonces eran lacónicos en la formulación de la libertad sindical. No
podría ser de otro modo, tratándose de normas genéricas, que proclamaban nu-
merosos derechos. En cambio, el Convenio 87 OIT recogía cada uno de los
aspectos más relevantes de la libertad sindical y lo mencionaba expresamente en

2
su texto. Ya ese derecho, además, había encontrado un lugar en la propia Cons-
titución de ese organismo internacional.

De allí en adelante, la libertad sindical ha sido un tema fundamental para la


Organización Internacional del Trabajo. Como nos lo recuerda la doctrina, ello
puede verificarse principalmente en dos hechos: el respeto de la libertad sindical
es obligatorio para todos los Estados Miembros de la Organización Internacio-
nal del Trabajo, aun cuando no hubieran ratificado los convenios sobre la mate-
ria; y ese organismo ha diseñado procedimientos especiales de control para el
resguardo de ese derecho, sin perjuicio de la utilización de los procedimientos de
control regular y general. Este procedimiento ha dado lugar a una trascendental
jurisprudencia sobre la interpretación de los convenios elaborados por los prin-
cipales órganos de aplicación, que son la Comisión de Expertos en la Aplicación
de Convenios y Recomendaciones y el Comité de Libertad Sindical.

Además, debemos tener en cuenta que el ordenamiento internacional no se


ha detenido en el Convenio 87 OIT al ocuparse de la libertad sindical. La propia
Organización Internacional del Trabajo ha producido otras normas sobre la ma-
teria, entre las cuales las más importantes son los Convenios 98 y 135 OIT, refe-
ridos sobre todo a la protección de ese derecho, para todos los trabajadores en
general y con especial énfasis en los dirigentes sindicales, respectivamente.

Por otro lado, a niveles mundial y regional, los nuevos instrumentos inter-
nacionales de derechos humanos no han omitido a la libertad sindical en su lista-
do de derechos. La han reconocido, además, con un detalle mucho mayor que el
de las declaraciones de 1984, aunque menor que el de los convenios de la Orga-
nización Internacional del Trabajo. Aquí cabe destacar a los Pactos Internacio-
nales de Derechos Civiles y Políticos (artículo 22) y Derechos Económicos, So-
ciales y Culturales (artículo 8), ambos de 1966, así como a la Convención Ame-
ricana sobre Derechos Humanos, de 1969 (artículo 16) y su Protocolo Adicional
en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1988 (artículo 8).

Finalmente, ahora que el comercio mundial en una economía globalizada


exige reglas claras y viene creciendo, el reclamo de cláusulas sociales que eviten
las ventajas indebidas originadas en la desprotección laboral, un tema de con-
senso es el respeto irrestricto de la libertad sindical por todos los Estados. Fal-
tan todavía muchas definiciones en este orden, pero podría llegarse a que la trans-
gresión de la libertad sindical condujera a la imposición de sanciones comercia-
les.

Entre nosotros, como ocurre en verdad en forma muy extendida en el mun-


do, la libertad sindical tiene recepción constitucional. Nuestra Constitución la
reconoce tanto de modo genérico, comprendida dentro de la libertad de asocia-
ción (artículo 2.13), como de modo específico, en el articulado laboral (artículo
28.1). Contamos, además, con una ley de desarrollo que es la llamada Ley de
Relaciones Colectivas de Trabajo, básicamente referida al sector privado, y otras
disposiciones para el sector público.

3
La armonización de nuestro ordenamiento con el internacional, sin embar-
go, plantea varias dificultades, que están aún pendientes de solución. En este
contexto, nos parece que las cuestiones a atender son principalmente las siguien-
tes. Primero, ratificar el Convenio 135 OIT, que es el único de los fundamentales
sobre esa materia que no hemos incorporado a nuestro derecho nacional. Se-
gundo, adecuar nuestra legislación, tanto del sector privado como público - y
mejor si se aprovecha para fusionarlas, en lo que sea posible -, a los tratados
ratificados por el Perú. Para estos efectos no tenemos sino que ceñirnos a las
recomendaciones del Comité de Libertad Sindical, emitidas al analizar nuestro
ordenamiento. El debate del proyecto de nueva Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo, es la oportunidad propicia para ello. Tercero, revisar la legislación
laboral en su conjunto, ya que algunas de las medidas adoptadas con el propósi-
to de promover el empleo, como la formación laboral, la intermediación y la
contratación temporal, afectan severamente las bases sobre las que se podría
constituir sindicatos sólidos.

Tengamos en cuenta que hemos asumido compromisos internacionales que


debemos honrar al suscribir numerosos tratados que consagran la libertad sin-
dical. Esos tratados, además, son complementarios de nuestra propia Constitu-
ción, por decisión de ella misma (Cuarta Disposición Final y Transitoria), que
determina que la interpretación de su texto debe hacerse a la luz de dichos trata-
dos. Los organismos jurisdiccionales nacionales deben actuar en estricta con-
formidad con este mandato.

A estas tareas pendientes deben dedicárseles, pues, los mayores esfuerzos,


si consideramos que la libertad sindical es imprescindible para nuestro progreso
económico y social, como fluye de la significación que le otorgan a ese derecho
nuestra Constitución y los tratados ratificados.

En este escenario, el profesor Alfredo Villavicencio Ríos nos ofrece esta


estupenda obra sobre la libertad sindical en el Perú. Se trata de un estudio muy
bien documentado sobre lo que no dudaría en calificar como la institución cen-
tral del Derecho del Trabajo y una de las más importantes del Estado democrá-
tico y social de Derecho: la organización sindical. El autor se detiene en cada
uno de los aspectos del conglomerado de derechos articulados en torno a la li-
bertad sindical, y extiende su análisis al sistema de protección que permite ga-
rantizar el ejercicio efectivo de dichos derechos en el marco de enfrentamientos
entre los antagonistas sociales, que pudieran llevar a la imposición de represa-
lias contra los trabajadores.

El estudio está elaborado desde una lectura avanzada de las normas, que es
la alentada por nuestra propia Constitución cuando señala como clave
interpretativa de su texto la remisión a los tratados sobre derechos humanos ra-
tificados por el Perú. En este caso, el autor acude constantemente - como era
indispensable - a los convenios internacionales del trabajo, así como a la abun-
dante jurisprudencia sobre ellos emanada de los órganos de aplicación de la
Organización Internacional del Trabajo. Desde ese prisma, y con la colabora-

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ción de la mejor doctrina sobre la materia, se analiza nuestra legislación sobre
relaciones colectivas de trabajo, constatando sus pros y sus contras.

Es difícil determinar - al menos para mí - si las apreciaciones del autor son


objetivas - si pudieran serlo -. El profesor Villavicencio Ríos está hondamente
comprometido con el tema. De un lado, imparte brillante docencia desde hace
más de diez años en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, con un
importante paréntesis en que lo hizo con igual calidad en la Facultad de Dere-
cho de la Universidad de Sevilla, en materia de Derecho Colectivo del Trabajo,
cuestión sobre la que se versó su tesis doctoral, aprobada con la máxima califi-
cación y publicada en España; y de otro, porque se ha desempeñado durante
varios años, en los que afortunadamente pudimos compartir el trabajo en DESCO,
como asesor de diversas organizaciones de trabajadores, a las que acompañó en
su esfuerzo por abrir nuevos horizontes a la visión sindical.

Espero que este muy valioso estudio tenga, además de la indudable utilidad
académica que se le vislumbra, como material de apoyo para la docencia en el
área laboral, una significación práctica, como estímulo para la revisión de la
regulación de las relaciones colectivas de trabajo - y de la referida a las relacio-
nes individuales de trabajo, en lo que sea necesario -, tarea pendiente en nuestro
país, derivada de la exigencia de compatibilidad con los convenios internacio-
nales del trabajo y, más aun, del modelo de convivencia fundada en el respeto
por los derechos de la persona que haga posible el desarrollo integral de todos,
al que nos hemos adscrito los peruanos al votar por la Constitución de 1993.

JAVIER NEVES MUJICA


Jefe del Departamento de Derecho de la Facultad de Derecho
de la Pontificia Universidad Católica del Perú

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1. Breve reseña histórica nes de vida infrahumanas cuyas dimensiones
dieron origen a la denominada «cuestión so-
cial». Tengamos siempre presente que nos
La libertad sindical es uno de los prin- encontramos frente a «una relación entre un
cipales ejes del segundo gran paquete de de- detentador de poder (sobre personas y cosas)
rechos fundamentales que alcanzan consagra- y quien no detenta poder alguno, que se ori-
ción constitucional (derechos fundamentales gina en un acto de sumisión, que en su diná-
de segunda generación). Tras el reconoci- mica produce una situación subordinada, por
miento al máximo nivel jurídico de los dere- más que la sumisión y la subordinación pue-
chos y libertades civiles y políticas con que dan ser disimuladas por esa indispensable fic-
se inauguró el capitalismo liberal, los dere- ción jurídica conocida como contrato de tra-
chos económicos y sociales alcanzaron tan bajo» (Kanh-Freund, 1987, p. 52). Y ello,
alta consideración a partir de 1917 en Amé- bajo las recién inauguradas reglas de liber-
rica (Constitución de Querétaro) y 1919 en tad de empresa y trabajo, igualdad formal,
Europa (Constitución de Weimar), cuando el autonomía de la voluntad, proscripción de
liberalismo dejó paso al Estado Social de De- grupos intermedios, abstensionismo estatal,
recho. Desde entonces es uno de los pilares etc., sólo podía dar paso al predominio abso-
principales del «nuevo contrato social» que luto y sin escrúpulos del «más fuerte».
empezó a extenderse en el mundo desde la
primera post-guerra mundial, y se generali- Esto generó una inmediata respuesta de
zó a partir de la segunda post-guerra mun- los perjudicados, que buscaron coaligarse y
dial, a tal punto que se ha considerado por actuar conjuntamente para que alguna parte
una autorizadísima voz que «la formación de de sus intereses fuera tomada en cuenta a la
los sindicatos, es decir, la organización de hora de definir el estatuto jurídico que iba a
los trabajadores, es la contrapartida de la acu- regir su relación de trabajo, y, por tanto, sus
mulación de capital» (Kahn-Freund, 1987, p. condiciones de vida. La lógica liberal no se
275). compadecía con la irrupción cada vez más
generalizada de estos sujetos colectivos por
Su juventud entre los derechos consti- lo que pasó a proscribir y penalizar su crea-
tucionales nos indica que estamos frente a ción y actuación, dando lugar a la primera
una libertad menos clásica y rica en tradi- etapa de la evolución jurídica de este institu-
ción jurídica que aquellas provenientes de la to: el período de la prohibición. La prime-
primera constitucionalización; sin embargo, ra y arquetípica norma que recoge el espíritu
hay que resaltar que la libertad sindical «poco de la época es la ley francesa Le Chapelier,
ha poco a logrado acomodarse sin comple- de 1789, que vedaba y castigaba penalmente
jos de inferioridad ni de aislamiento» (Ghezzi cualquier tipo de gremio, corporación o aso-
y Romagnoli, 1992, P. 39). Su origen, diná- ciación que intentara representar intereses de
mica y justificación histórica reposan en la grupo, especialmente de artesanos y de tra-
necesidad de amortiguar las consecuencias bajadores por cuenta ajena. Son también muy
de la contraposición de intereses y de la des- importantes históricamente las Combination
igual distribución de poder entre el capital y of Workmen Acts británicas aprobadas en
el trabajo, implícita en el sistema capitalista, 1799 y 1800, que declaraban la ilegalidad
a partir de la actuación y representación co- de todas las coaliciones (combinations) de
lectiva de los trabajadores. La aplicación de trabajadores que tuvieran por objetivo regu-
las reglas del mercado a las relaciones de tra- lar las condiciones de trabajo1 . Además de
bajo evidenció el sometimiento absoluto de ello, las normas prohibitivas vinieron apare-
los trabajadores a los intereses de los empre- jadas con disposiciones de los respectivos
sarios, con la secuela de miseria y condicio- Códigos Penales en Francia, Italia y Alema-

7
nia que sancionaban con penas de prisión a dos individualmente considerados y el em-
quienes propugnaban o participaban en este presario (función equilibradora), y, por tan-
tipo de entes intermedios. Asimismo, se debe to, en segundo lugar, para encauzar y com-
resaltar que en este período la prohibición poner el conflicto de intereses subyacente a
era general, por lo que alcanzaba también a estas relaciones (función pacificadora o
las organizaciones empresariales; sin embar- compositiva). Con lo que ha sido un vehí-
go, estas últimas tanto por su carácter infor- culo fundamental para que se tomen en cuen-
mal (un “desayuno de negocios” podía ser ta los intereses económicos y sociales de los
suficiente) como por la tolerancia de jueces trabajadores, primero en el mundo de las re-
y demás autoridades tuvieron una existencia laciones laborales y luego, paulatinamente,
y actuación efectivas desde el comienzo, pro- en los diversos ámbitos en que éstos requie-
duciendo lo que la doctrina inglesa a deno- ran de una tutela colectiva (con la traducción
minado el «doble estándar» asociativo en el en importantes dosis de justicia social que
terreno de las relaciones laborales. ello implica). Pero, además de ello, y en ter-
cer lugar, porque la actuación organizada de
Paulatinamente se fueron evidenciando los trabajadores ha servido para que el siste-
las limitaciones y disfuncionalidades de tal ma productivo encuentre instrumentos que
legislación por lo que el Estado, por realis- transformen el conflicto industrial inmanen-
mo político2 , comienza a dejar atrás al pe- te en normas sectoriales (aprobadas por los
ríodo de prohibición dando paso a lo que se sujetos colectivos) específicas y adaptadas a
ha denominado como el período de toleran- las variadísimas circunstancias de las distin-
cia del fenómeno sindical, desde la aproba- tas unidades productivas (función normati-
ción en 1824 de la Combination Laws Repeal va).
británica, que derogó las antes mencionadas
Combination of Workmen Acts y eliminó las De allí que en las sociedades modernas,
prohibiciones y penalizaciones que complejas y plurales, el sindicalismo se haya
atenazaban a la libertad sindical, dejándola convertido en un componente esencial de la
en el plano de las conductas aceptadas aun- democracia, que le da un rostro más humano
que no promovidas, en aplicación del princi- y concreto, que canaliza uno de los principa-
pio de que lo que no está prohibido está per- les conflictos que intrínsecamente la circun-
mitido. La segunda mitad del siglo pasado dan y lo convierte en regulaciones específi-
traerá consigo las principales normas euro- cas y, por tanto, apropiadas, y cuya vida, no
peas dirigidas a despenalizar el fenómeno exenta de retos, cambios, crisis y
sindical (Francia en 1864, Alemania en 1869, recomposiciones se dispone a pasar la pági-
Italia en 1891), abriendo de este modo una na del siglo actual con algunos
etapa de transición que culminaría en el últi- cuestionamientos pero con buena salud
mo período de la evolución jurídica de la li- (Spyropoulos, 1994). En este sentido, hay
bertad sindical: su reconocimiento como que concordar con quienes afirman de ma-
derecho por el ordenamiento jurídico a par- nera concluyente que hay ciertos derechos
tir de la Trade Union Act inglesa de 1871. como la libertad sindical, huelga, seguridad
social, que son juzgados básicos quizá por-
El fundamento de esta espectacular evo- que, a pesar de su dimensión inmediatamen-
lución jurídica, que ya en 1917 alcanzaba el te laboral trascienden el puro ámbito del
máximo rango jurídico en la Constitución de Derecho del Trabajo para contribuir a la de-
Querétaro como se ha visto, radica en la ido- finición de una forma democrática de orga-
neidad de la actuación organizada de los tra- nización social y de distribución del poder
bajadores para, en primer lugar, equilibrar la en su seno (De la Villa Gil, García Becedas
desigual relación existente entre los asalaria- y García-Perrote Ecartín, 1991, p. 64).

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Ello se reafirma en las opiniones de los contramos frente a una vigencia plena de este
grandes maestros del Derecho del Trabajo derecho en la región, puesto que las leyes y
contemporáneo que como Verdier, Giugni o reglamentos nacionales que regulan su ejer-
Lyon-Caen han sostenido sin paliativos y res- cicio concreto, con la honrosa excepción de
pectivamente que “la libertad sindical es un Uruguay, lo hacen con marcados tintes res-
denominador común de los regímenes demo- trictivos, poniendo de manifiesto el asfixiante
cráticos”, que “la efectividad del orden de- intervencionismo estatal que caracteriza
mocrático puede ser medida por la eficacia resaltantemente al modelo latinoamericano
de la libertad sindical”, o que “no hay demo- de relaciones laborales (Goldín, 1995, p. 39
cracia sin libertad sindical” (vid. Ermida y ss.), con sus altas dosis de autoritarismo (o
Uriarte y Villavicencio Ríos, 1991, pág. 28). sus déficits de democracia, si se quiere)4 . El
Por ello, también resulta constatable el he- Perú tal vez sea una de las muestras más cla-
cho de que todos los regímenes autoritarios ras de este doblez, puesto que, como vere-
han desconocido o restringido al máximo el mos a lo largo de este trabajo, desde 1979 la
ejercicio de los derechos colectivos de los libertad sindical es una de las piedras angu-
trabajadores enmarcados en la libertad sin- lares del modelo constitucional de relacio-
dical; lo que nos permite afirmar que a me- nes laborales, y, sin embargo, las normas de
nor espacio para la libertad sindical mayor desarrollo han reducido su espacio de actua-
grado de autoritarismo, o, si se quiere, a ma- ción hasta confines en los que muy difícil-
yores restricciones a la libertad sindical ma- mente pueden reconocerse sus manifestacio-
yor certeza del carácter autoritario del régi- nes esenciales, llevándonos a gozar del du-
men. dosísimo prestigio de estar considerados en
el extremo más intervencionista de la región.
Si trasladamos estas coordenadas gene- (Ermida Uriarte, 1987a, p. 17 y ss.).
rales al terreno del Derecho del Trabajo y,
más concretamente, al del Derecho Colecti- Esta generalizada postergación consti-
vo del Trabajo, encontraremos que la impor- tucional, que repugna a la dogmática jurídi-
tancia del movimiento sindical es mayor aún, ca, responde en buena parte al modesto pa-
puesto que resulta casi un lugar común reco- pel que desempeñan las normas laborales en
nocer que el surgimiento, desarrollo y con- el mundo de las relaciones laborales: la efi-
solidación del Derecho Sindical es paralelo cacia y aplicación de las normas laborales,
a la historia del movimiento obrero (Giugni, sobre todo de las que consagran derechos (y
1996, pág. 11); de allí que los sistemas de la Constitución es la principal de ellas) es
relaciones laborales más desarrollados, en genéticamente baja (Giugni, 1996, p. 14)5 y
donde encuentran sus mayores y mejores ex- depende principalmente de la correlación de
presiones los institutos de nuestra discipli- fuerzas que existe entre el Estado, las orga-
na, tengan como sustento movimientos sin- nizaciones sindicales y las empresariales; o,
dicales fuertes y respetados. más sintéticamente, está referida al poder de
las organizaciones sindicales. Por ello se ha
En América Latina, el fenómeno del re- sostenido con certeza que en todas partes la
conocimiento jurídico de la libertad sindical eficacia de las normas depende mucho más
ha llegado en las últimas décadas a su máxi- de los sindicatos de lo que éstos dependen
ma expresión, puesto que todos los países que de la eficacia de aquéllas, y que cuando las
componen esta región sin excepción la han organizaciones sindicales son débiles -y su
consagrado ya en el máximo nivel posible: fuerza y debilidad dependen en gran medida
el constitucional3 . Sin embargo, esta altísi- de factores no controlables por el Derecho-
ma consideración jurídica no nos puede lle- las leyes del Parlamento, por bien intencio-
var a colegir que correlativamente nos en- nadas que sean y por bien hechas que estén,

9
tienen escasa influencia para modificar las consagración constitucional expresa y su
relaciones de poder entre trabajadores y unánime reconocimiento como derecho fun-
empresarios,....incluso los más eficaces Ins- damental en las Declaraciones y Convenios
pectores pueden hacer poco si los trabajado- Internacionales sobre tales Derechos, hasta
res no se atreven a denunciarles las infrac- la reglamentación minuciosa y asfixiante lle-
ciones de la legislación que aquéllos tienen vada a cabo exclusivamente por el Poder Eje-
la misión de hacer cumplir (Kanh-Freund, cutivo a través de Decretos Supremos, Re-
1987, pp. 54-56)6 . soluciones Ministeriales, y, últimamente, por
el Decreto Ley Nº 25593, de 26.06.1992, de-
Si en estas relaciones de poder en el nominado «Ley de Relaciones Colectivas de
campo laboral no existe un correlato sindi- Trabajo» (LRCT, en adelante) y su Reglamen-
cal fuerte frente al Estado y éste tiene una to, el Decreto Supremo 011-92-TR, de
percepción negativa del fenómeno sindical, 14.12.1992 (DS 011, en adelante), que por
como sucede en el Perú, entonces su inter- primera vez afrontan sistemáticamente la re-
vención autoritaria y constreñidora de las gulación de los principales institutos del
esferas de actuación sindicales difícilmente Derecho Sindical para el sector privado.
encontrará una contención en las normas
constitucionales, como lo demuestra larga- Hasta bien pasada la primera mitad del
mente nuestra historia 7 . Y a partir de ello, presente siglo, la legislación peruana en ma-
no puede sino concordarse con Rueda, teria sindical se presenta como un enorme
Sepúlveda y Vega (1998, p. 18), cuando, en conglomerado normativo, disperso y caóti-
un importante documento de trabajo de la co, de regulaciones parciales y superpuestas,
OIT, constatan que “los cambios a menudo de diversa jerarquía, dirigidas a controlar el
profundos en las legislaciones laborales lati- fenómeno sindical a través de requisitos mí-
noamericanas son evaluados negativamente nimos de constitución y funcionamiento9 ,
por el movimiento sindical, que se siente que recién se refundirán en 1961, mediante
afectado en sus derechos fundamentales”. el Decreto Supremo 009, de 3 de mayo. En
Mucho más cuando “el efecto de empleo y esta norma, dictada para «reglamentar» el
mejora de la economía que pretendía acom- Convenio Internacional de Trabajo Nº 87
pañar medidas, a veces extremas, para los tra- (CIT 87, en adelante) de la OIT que el Perú
bajadores, no ha podido constatarse y al con- había ratificado dos años antes10 , se trata de
trario se percibe un aumento del desconten- fundir toda la regulación existente, siendo
to social y de la marginación del movimien- este resultado de consolidación su principal
to sindical que no ceja en sus luchas por una mérito, porque, en lo demás, mantuvo el filo
mejor legislación”. intervencionista anterior, totalmente contra-
rio a la letra y espíritu de la norma que pre-
tendía desarrollar.
2. Fuente y tipo de regulación de
la libertad sindical La Constitución de 1979 va a ser la pri-
mera (y más amplia) en recoger en su texto
la consagración específica de este derecho11 ,
En este ámbito, debemos comenzar se- y la que lo va a reconocer por primera vez
ñalando que en el Perú desde siempre la re- también a los funcionarios públicos (artícu-
gulación del conjunto de derechos sindica- los 51 y 61, respectivamente). Antes de esta
les que componen la libertad sindical ha sido norma estaba prohibida la sindicación en el
establecida heterónomamente por el Estado8 , campo funcionarial, salvo par los maestros
a través de un elenco de normas de diferente que consiguieron el reconocimiento de su de-
rango y contenido, que van desde la loable recho en 1964, a través de la Ley 15215.

10
En 1982, y de acuerdo a nuestra «tradi- los temas referidos a la protección, garantías
ción normativa» en esta materia, se reglamen- y facilidades para el ejercicio de la actividad
ta la libertad sindical de los empleados pú- sindical, como veremos a continuación.
blicos, por medio de los Decretos Supremos
N° 003-82-PCM, de 22.1.82, y 026-82-JUS, Por todo ello, estas normas
de 13.4.82 (en adelante D.S. 003 y D.S. 026, infraconstitucionales han merecido perma-
respectivamente), dictados, también y por nentemente sendos cuestionamientos del
«rara coincidencia», para «reglamentar» el Comité de Libertad Sindical, por desfigurar
Convenio 151 de la OIT. Estas normas con- los convenios que debían implementar, sin
figuran un régimen de sindicación diferente que ello siquiera ruborice el rostro de nues-
al dispuesto para los trabajadores del sector tros gobernantes. Y, además de ello, esta si-
privado, que excluye cualquier posibilidad de tuación nos muestra lo distante que se en-
organización conjunta entre ambos colecti- cuentra el Perú de la corriente de “ruptura en
vos laborales. Entre estos dos regímenes de grados diversos del principio de omnipoten-
sindicación se encuentran los trabajadores de cia de la ley” que a mediados de los años
las empresas públicas, que si bien están su- ochenta constataba uno de los más ilustres
jetos principalmente al régimen privado, pue- laboralistas latinoamericanos como caracte-
den ser sometidos a limitaciones a través de rística del Derecho del Trabajo de nuestra re-
normas específicas. gión (Barbagelata, 1985, pág. 80).

Finalmente, la LRCT emprendió la ta-


rea de sistematizar y consolidar el tratamiento 3. Disposiciones fundamentales de
normativo del fenómeno sindical partiendo jerarquía superior
de un ánimo totalizante y monopólico en el
ámbito del sector privado, que la llevó a de-
rogar expresamente todas las demás disposi- La importancia y complejidad del insti-
ciones existentes sobre esta materia12 (y so- tuto que aquí nos ocupa, así como el espíritu
bre las otras de que trata la norma), como lo reduccionista y limitativo de la legislación
establece su Quinta Disposición Transitoria infraconstitucional reseñada, nos llevan a co-
y Final. Inauguró el camino del «borrón y menzar nuestro acercamiento hacia él desde
cuenta nueva» en el ámbito normativo sindi- el prisma de los preceptos de más alta jerar-
cal, llevándose de encuentro un considera- quía que la consagran y que aquellas normas
ble conjunto de derechos, garantías y facili- deberían respetar y desarrollar (Ermida
dades conquistados a lo largo del siglo por Uriarte y Villavicencio Ríos, 1991, p. 13).
las organizaciones de trabajadores. Recogió En las disposiciones fundamentales de jerar-
literalmente las reformas que el precedente quía superior se encuentra el meollo de la li-
Decreto Supremo 076-90-TR, de 19.12.1990, bertad sindical, su contenido esencial y su
había implementado en materia de abroga- significación como instrumento de reparto
ción del histórico modelo de unicidad sindi- del poder social por lo que el estudio deta-
cal y del número mínimo de entes sindicales llado de esta normativa resulta a todas luces
para constituir organizaciones de grado su- ineludible.
perior; pero, en general, reglamentó el he-
cho sindical desde una óptica sumamente res- 3.1 La libertad sindical en la Constitución
trictiva, regulando exhaustivamente los ám- de 1993
bitos de la constitución, fines, requisitos, ti-
pos de sindicatos, obligaciones, prohibicio- Al igual que la práctica totalidad de
nes, etc.; y sin decir prácticamente nada de Constituciones de América Latina, la Cons-

11
titución de 1993 reconoce el derecho de li- como garantía de libertad y de eficiencia del
bertad sindical en su artículo 28, en el que sistema social y económico”.
además, también se recogen los derechos de
negociación colectiva y huelga, que confor- Ello trae consigo la configuración de un
man el contenido esencial de la libertad sin- modelo democrático de relaciones laborales,
dical, aunque con un caudal tan importante en el que los sujetos colectivos han de tener
que los ha llevado a merecer un estudio es- un papel protagónico, que tiene resonancias
pecífico. En tal sentido, hemos de comenzar claras en la configuración democrático-
resaltando dos consecuencias básicas de la pluralista de la sociedad, puesto que así como
consagración constitucional de la libertad los partidos políticos son la expresión de la
sindical: en primer lugar, que ella importa la democracia política, las organizaciones so-
máxima valoración jurídica que tiene el he- ciales lo son del pluralismo social, lo que les
cho sindical en nuestro ordenamiento jurídi- permitirá hacer llegar sus demandas y velar
co, en la medida que estamos ante el recono- por los intereses de los colectivos que repre-
cimiento de un bien jurídico tutelado en el sentan incluso en la esfera política, como
nivel más alto dentro del Derecho nacional, sucede en los procesos de concertación so-
con lo que, evidentemente, pasa a formar cial general o sectorial o de participación
parte del denominado interés público. Y, en institucional de estos sujetos en instancias de
segundo lugar, que este reconocimiento mar- gobierno vinculadas a la temática laboral.
ca la adhesión constitucional al modelo
pluralista 13 de relaciones laborales, que tie- 3.1.1 La libertad sindical como derecho fun-
ne en su base una valoración no patológica damental en el marco de un Estado So-
sino positiva del conflicto industrial y que cial de Derecho
concede a los sindicatos y organizaciones em-
presariales un papel sumamente relevante en Como no podía ser de otro modo, aun-
la composición y funcionalización de tal con- que de manera bastante parca y más atenua-
flicto. Se trata de una visión que considera da que su precedente inmediato, la Constitu-
al conflicto como inevitable y legítimo y a la ción peruana de 1993 diseña un «Estado
negociación colectiva (que tiene como pre- Social de Derecho», en el que están presen-
supuesto la existencia de organizaciones de tes el pluralismo social e institucional, la con-
intereses y como mecanismo de garantía a la sagración de importantes derechos sociales
huelga) como “el método principal suscepti- y económicos y el papel activo del Estado en
ble de mantener en límites tolerables los con- la vida socioeconómica de la nación que in-
flictos manifiestos en el dominio de las rela- tegran este tipo de formación política14 . En
ciones laborales” (Fox y Flanders, 1969, p. lo que hace propiamente al campo laboral,
232). apuntan claramente en esa dirección el con-
junto de derechos individuales consagrados
Ello implica una adscripción al deno- (artículos 22-27), el reconocimiento expreso
minado modelo democrático de relaciones la- de la autonomía colectiva en sus tres mani-
borales, en el que, en gráficas palabras de festaciones esenciales: libertad sindical, ne-
Rivero Lamas (1980, p. 90) hay “un desapo- gociación colectiva y huelga (artículo 28), y
deramiento del Estado, que devuelve a los la particular valoración del trabajo a partir
grupos sociales –y señaladamente a las or- de considerarlo «un deber y un derecho» (ar-
ganizaciones profesionales de empresarios y tículo 22), «base del bienestar social y me-
trabajadores- la determinación de sus formas dio de realización de la persona» (artículo
de interdependencia y equilibrios funciona- 22) y «objeto de atención prioritaria del Es-
les, siendo la normativa legal la que asegura tado» (artículo 23). Todo ello enmarcado en
la concurrencia entre los grupos sociales, una «economía social de mercado» (artículo

12
58), bajo cuyo régimen «el Estado orienta el Concretamente, la regulación general de
desarrollo del país y actúa principalmente la libertad sindical establecida por el artícu-
en las áreas de promoción del empleo...» (ar- lo 28 de nuestra Carta Magna15 es la siguien-
tículo 58), «brinda oportunidades de supe- te:
ración a los sectores que sufren cualquier
desigualdad» (artículo 59) y «promueve con- «El Estado reconoce los derechos de
diciones para el progreso social y económi- sindicación, negociación colectiva y huelga.
co, en especial mediante políticas de fomen- Cautela su ejercicio democrático.
to del empleo productivo y de educación para
el trabajo» (artículo 23). 1) Garantiza la libertad sindical.

Queremos resaltar, antes de entrar a la 2) Fomenta la negociación colectiva y pro-


regulación concreta de la libertad sindical, mueve formas de solución pacífica de los
que con esta asunción del Estado Social de conflictos laborales.
Derecho, se está indicando una actitud de no La convención colectiva tiene fuerza
aceptación acrítica del orden social existen- vinculante en el ámbito de lo concertado.
te, puesto que, en gráficas palabras de
RODRÍGUEZ-PIÑERO (1980b, p. 18), “la 3) Regula el derecho de huelga para que se
expresión Estado Social de Derecho hace re- ejerza en armonía con el interés social.
ferencia a un Estado que no sólo garantiza y Señala sus excepciones y limitaciones.
protege los derechos y libertades, sino que
realiza las acciones necesarias para llenar Además de esta norma general se reco-
unos y otras de contenido efectivo, especial- noce expresamente este derecho a los servi-
mente en el plano económico; la acción es- dores públicos (artículo 42) y se excluye de
tatal pretenderá lograr el real disfrute de esas su ámbito subjetivo a los funcionarios del
libertades y derechos, mediante la utilización Estado con poder de decisión y los que des-
de los instrumentos adecuados para promo- empeñan cargos de confianza o de dirección
ver a los menos favorecidos y tratar de lo- (artículo 42), los miembros de las Fuerzas
grar una mayor nivelación socioeconómica Armadas y de la Policía Nacional (artículo
y cultural de los ciudadanos”. Ello implica 42) y los jueces y fiscales (artículo 153).
que el Estado no podrá profesar una actitud
abstencionista, sino que tendrá un compro- A la luz de nuestra historia salta a la
miso básico y activo en la corrección de las vista el lacónico tenor de las normas anota-
situaciones de inseguridad, desigualdad e in- das, en la medida en que la Constitución de
justicia. 1979 tenía por contra una redacción bastante
más omnicomprensiva del conjunto de facul-
En este contexto, la promoción de la li- tades y garantías que componen la libertad
bertad sindical por parte del Estado, que sindical. Sin embargo, lo regulado generará
como se verá es además una obligación ex- problemas pero no es insuficiente (en contra
presa impuesta por nuestro texto constitucio- Ciudad Reynaud, 1994), en la medida en que,
nal, resulta fundamental, puesto que la ido- como veremos a continuación, basta para dar
neidad del fenómeno sindical para equilibrar cabida al diversificado conjunto de faculta-
las desiguales relaciones existentes en el des que integran este derecho. Más aún si
mundo del trabajo es incontrastable, con lo traemos a colación la Cuarta Disposición Fi-
que la actuación estatal necesaria para la ma- nal y Transitoria de la Constitución, según la
terialización del Estado Social de Derecho cual «las normas relativas a los derechos y
canalizada a través del apoyo y tutela de la a las libertades que la Constitución recono-
libertad sindical no puede soslayarse. ce se interpretan de conformidad con la De-

13
claración Universal de Derechos Humanos de Derechos Humanos de Naciones Unidas
y con los tratados y acuerdos internaciona- ya cumplió 50 años, para encontrar que la
les sobre las mismas materias ratificados por incorporación de los derechos económicos,
el Perú». En este sentido trataremos de pre- sociales y culturales al terreno de los dere-
sentar a continuación algunas reflexiones chos fundamentales es unánime y definitiva.
sobre el texto mismo del artículo 28, y pasa- Más aún, en el campo específico de nuestro
remos luego a reseñar los principales instru- interés hay el convencimiento general de que
mentos internacionales que lo han regulado una de las bases conceptuales esenciales de
y que el Perú ha ratificado, en conciencia de la libertad sindical es la interdependencia
que todo lo dicho tratará de reflejar el am- entre este derecho y los demás derechos y
plio y complejo universo en el que se mueve libertades fundamentales. Como ha formu-
la libertad sindical. lado cabalmente Ermida, está universalmen-
te admitido que no es posible el desarrollo
El artículo 28, ubicado en el Título I, de la libertad sindical sin la preexistencia
De la persona y la sociedad, Capítulo II, De efectiva de los demás derechos humanos, y
los derechos sociales y económicos, tras es- que tampoco es posible el completo ejerci-
tablecer que el Estado reconoce el derecho cio de éstos, sin la vigencia de aquélla. Todo
de sindicación, dispone tan sólo que aquél ello, porque es imposible constituir un sin-
cautela su ejercicio democrático y garantiza dicato libre y desarrollar una actividad sin-
la libertad sindical. La primera reflexión a dical auténtica sino se puede ejercer derechos
que nos mueve esta norma viene referida a tales como, por ejemplo, el de reunión, de
la sistemática del Título I en que se encuen- libre expresión del pensamiento, etc.; y a su
tra ubicada. Este Título esta compuesto de vez, para los trabajadores el poder nuclearse
cuatro capítulos: Derechos fundamentales de y actuar a través de organizaciones represen-
la persona (I), De los derechos económicos y tativas es indispensable para acceder al goce
sociales (II), De los derechos políticos y de de derechos que de otro modo les serían in-
los deberes (III) y De la función pública (IV). accesible o difícilmente alcanzables (Ermida
Con tal división se ha intentado expresamente Uriarte y Villavicencio Ríos, 1991, p. 26).
dejar con la consideración de derechos fun- Esta concepción ha recibido su espaldarazo
damentales tan sólo a los derechos civiles clá- internacional definitivo en la «Resolución so-
sicos, lo que no puede llevar sino a crítica en bre los derechos sindicales y su relación con
la medida en que esta concepción restrictiva las libertades civiles», adoptada por la Con-
resulta totalmente anacrónica e inconsisten- ferencia General de la OIT el 25 de junio de
te, puesto que no sólo esta desconociendo la 197017 .
evolución incontestada de los derechos de se-
gunda generación (económicos, sociales y Por otro lado, la denominación del ca-
culturales) y hasta de tercera generación pítulo II resulta también errada, puesto que
(como los medioambientales) hacia el terre- en su seno se incluyen tan sólo derechos so-
no de los derechos fundamentales16 , sino que ciales, mientras que los económicos se con-
está dejando fuera de éstos hasta a los dere- sagran en el Título III dedicado al régimen
chos políticos que alcanzaron tal considera- económico.
ción junto con los civiles en 1789, hace más
de dos siglos (Blancas Bustamante, 1994, p. Tras estas consideraciones no encontra-
17). mos ni razones ni lógica jurídicas en la sis-
temática adoptada por nuestro texto consti-
Basta dejar caer la vista sobre cualquier tucional, puesto que, además, a todos los de-
Declaración o Pacto Internacional sobre de- rechos recogidos se los protege con igual in-
rechos humanos, y la Declaración Universal tensidad en el campo de las garantías consti-

14
tucionales18 . Por lo que compartimos la opi- la Disposición Transitoria y Final Cuarta de
nión que considera que se trata simplemente la Constitución, que establece que las nor-
de un ingenuo intento de devaluar el concepto mas relativas a los derechos y libertades que
de los derechos económicos y sociales (Blan- la Constitución reconoce se interpretan de
cas Bustamante, 1994, p. 17) a partir de un conformidad con la Declaración Universal de
liberalismo dieciochesco mal asimilado. Derechos Humanos y con los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas
3.1.2 El contenido constitucional de la liber- materias ratificados por el Perú. Y nos dete-
tad sindical nemos en esta disposición puesto que ella nos
permitirá utilizar las normas internacionales
La consagración constitucional de la li- referidas a la libertad sindical, especialmen-
bertad sindical se ocupa de tres temas, ade- te los convenios de la OIT, para completar el
más del reconocimiento expreso del derecho: bagaje normativo referido a tal derecho. Con
titularidad (a partir fundamentalmente de las lo que, al disponer que cualquier duda
exclusiones), obligación estatal de garanti- interpretativa que surja a partir de su conte-
zarlo y obligación estatal de cautelar el prin- nido o función deba ser absuelta recurriendo
cipio democrático. Además de ello, consa- al texto de tales normas, se está otorgando
gra expresamente los derechos de negocia- una papel supralegal a estos instrumentos
ción colectiva y de huelga, que son expre- normativos en la medida en que las normas
siones de la libertad sindical en cuanto se tra- de rango legal deberán sujetarse a las previ-
ta de un derecho fundamentalmente de acti- siones de las normas internacionales sobre
vidad, pero que en este trabajo ameritarán un el particular, como veremos a continuación,
desarrollo tan sólo en tanto componentes del lo que complementa la parquedad del texto
derecho aquí estudiado. constitucional y lleva a que en la práctica el
bagaje normativo con rango constitucional
En este contexto creemos necesario re- involucre a todas las facultades contenidas
saltar la ausencia de reconocimiento de la li- en los textos internacionales ratificados.
bertad sindical negativa, que si se hallaba re-
cogida en la Constitución de 1979 y lo está A) La titularidad de la libertad sindical
en todas las normas infraconstitucionales.
Ello abre una posibilidad, bastante incierta La libertad sindical es un derecho com-
por cierto, de que una posterior legislación plejo que tiene una doble titularidad: los tra-
pudiera admitir mecanismos como las cláu- bajadores individualmente considerados (ti-
sulas sindicales, cuya validez, en tanto pro- tularidad individual) y las organizaciones de
ductos de la autonomía colectiva, viene ad- trabajadores (titularidad colectiva). Nuestro
mitida por el Comité de Libertad Sindical19 . texto sólo trae una referencia expresa a los
La incertidumbre formulada responde tanto “servidores públicos” (artículo 42), puesto
al carácter no pacífico de la necesidad de con- que en la norma genérica (artículo 28) sim-
sagrar expresamente la libertad sindical ne- plemente establece que el Estado reconoce
gativa para que ésta exista en determinado el derecho de sindicación. Además de ello,
ordenamiento jurídico, cuanto por la falta de regula las categorías excluidas, que, como ya
tradición histórica de este tipo de regulacio- se mencionara, son los funcionarios del Es-
nes convencionales en América Latina, con tado con poder de decisión o que desempe-
la excepción de Venezuela y México. ñan cargos de confianza o de dirección (artí-
culo 42), los miembros de las Fuerzas Ar-
Finalmente, y a pesar de que su estudio madas y de las policía nacional (artículo 42)
puntual se remite al punto siguiente de este y los jueces y fiscales (artículo 153). Esta
trabajo, queremos insistir en traer a colación relación de exclusiones es bastante similar a

15
la existente en la Constitución de 1979, agre- este derecho a «todas las personas», mien-
gando tan sólo a los funcionarios de direc- tras que aquellos Convenios dedicados en ex-
ción y a los fiscales. En este último caso, se clusividad a la libertad sindical otorgan esta
contradice los criterios reiterados del Comi- titularidad a «los trabajadores y los
té de Libertad Sindical que los incluye den- empleadores» (artículo 2 del Convenio 87 de
tro del ámbito de la libertad sindical y sólo la OIT). El principio de especialidad, que
admite que pueda limitarse o prohibirse su como en todos los casos, responde a un tra-
derecho de huelga (OIT, 1996, párrafo 534, tamiento jurídico más preciso (el carácter
p.121). eminentemente laboral del derecho), así
como la naturaleza del derecho, que no re-
La ausencia de una adscripción subjeti- sulta inherente a la persona humana (un niño,
va expresa de este derecho, que a nivel com- por ejemplo) sino que está adscrito a una ac-
parado encuentra otras expresiones en las tividad humana concreta, muy importante y
Constituciones uruguaya e italiana20 , plan- muy generalizada, por cierto, pero no
tea una serie de discusiones respecto de su predicable de todo ser humano por el sólo
titularidad, que están referidas, fundamental- hecho de serlo, nos llevan a decantarnos ini-
mente, a la inclusión (o no) de los cialmente por los segundos, reconduciendo
empleadores y de los trabajadores autónomos la libertad sindical a su habitat natural, el te-
en la esfera subjetiva del derecho, en la me- rreno de las relaciones laborales.
dida que respecto de los trabajadores asala-
riados habría que entender que la consagra- Y también esta naturaleza, hace que
ción está referida a todos ellos, “sin ninguna dentro de los trabajadores nos inclinemos a
distinción”, para decirlo en las palabras uni- considerar como titulares de la libertad sin-
versales del Convenio 87 de la OIT, excep- dical en sentido estricto a aquéllos que labo-
tuando, por supuesto las categorías a las que ran por cuenta ajena, dejando de lado a los
el propio texto constitucional priva de tal ti- trabajadores autónomos en la medida en que
tularidad. Esta amplitud subjetiva en el caso carecen de un «interés antagónico
del trabajador asalariado significa que será sindicalizable» (Sala Franco y Albiol
inconstitucional cualquier disposición legal Montesinos, 1994, p. 83). Ello no implica
que prive del derecho aquí estudiado a otra desconocerles su derecho a constituir orga-
categoría de trabajadores ajena a las previs- nizaciones para la defensa y promoción de
tas en los artículos 42 y 153 de nuestra Carta sus intereses, e incluso que las semejanzas
Magna. existentes (que se expresan sobre todo en el
plano estático) lleven a que se les aplique en
Ante el silencio constitucional sobre la lo pertinente la reglamentación sindical,
titularidad del derecho, debemos acometer la como sucede en el Perú desde hace muchísi-
tarea de precisar si se trata de una titularidad mos años21 ; sino tan sólo, nos lleva a adver-
bilateral (que incluya a los empresarios) o tir que las peculiaridades del trabajo asala-
unilateral (predicable sólo de los trabajado- riado, y por tanto de la organización de estos
res) y de si incluye o no a los trabajadores trabajadores (sobre todo en el terreno diná-
independientes, a partir de lo regulado en los mico de la libertad sindical: negociación co-
instrumentos internacionales de Derechos lectiva y huelga, por ejemplo) impiden una
Humanos, conforme a lo previsto en la Dis- aplicación plena de este derecho a quienes
posición Final y Transitoria Cuarta de la desempeñan sus labores autónomamente.
Constitución. Así tenemos que dentro de su
lógica declarativa y global, la Declaración Puestos ya en el terreno de las relacio-
Universal de Derechos Humanos (artículo 23, nes laborales propiamente dichas, y a partir
IV) y los demás pactos generales atribuyen de una fuerte matización teleológica, funcio-

16
nal, práctica e institucional, terminamos in- A esto se le deben agregar las sensibles
clinándonos por la titularidad unilateral de diferencias existentes en los campos de la es-
este derecho y, por tanto, excluimos a los em- tructura orgánica o de los medios de actua-
presarios de su ámbito subjetivo por dos ra- ción entre las organizaciones de trabajado-
zones fundamentales, que pasamos a expo- res y empresarios22 , que, aunque pueden no
ner muy sintéticamente: afectar esencialmente al concepto de liber-
tad sindical, si evidencian que entre ambos
a) En cuanto a su razón de ser, la libertad derechos existe mucho más un cierto parale-
sindical es un derecho históricamente lismo que una simetría.
conquistado por los trabajadores con la
finalidad de equilibrar la posición de su- Resulta claro que no estamos descono-
perioridad de los empresarios, y que, por ciendo el derecho de los empresarios a cons-
tanto, se convierte en el instrumento tituir las organizaciones que estimen conve-
más idóneo para canalizar y componer niente para la defensa de sus intereses eco-
el conflicto industrial subyacente al ca- nómicos y sociales, sino que tan sólo busca-
pitalismo. En función de ello, compro- mos deslindar el ámbito de aplicación de la
mete la intervención estatal en su de- libertad sindical del referido al
fensa y promoción. Las organizaciones asociacionismo empresarial. Y ello creemos
empresariales, tienen como fundamen- que se puede asumir sin vulnerar el princi-
to la respuesta a la actuación colectiva pal escollo jurídico: la consagración bilate-
de los trabajadores, lo que las convierte ral de la libertad sindical por el Convenio 87,
en organizaciones «defensivas» o de puesto que no encontramos contrario a tal
«respuesta», para cuyos fines no se re- norma el hecho de que exista un régimen sin-
quiere un sostén jurídico estatal: el re- dical para las organizaciones de trabajado-
conocimiento pleno de la libertad de res y otro de asociación civil (común o espe-
asociación basta para que puedan cial) 23 para las organizaciones de
articularse (forma jurídica a la que ma- empleadores. Siempre y cuando en éste últi-
yoritaria, y elocuentemente, acuden en mo se respeten también todas aquellas ga-
el mundo, además). rantías que vienen estipuladas en la norma
internacional. No olvidemos que el Conve-
b) En cuanto a su naturaleza, la libertad nio 87 utiliza el término genérico «organiza-
sindical es esencialmente una libertad ción» a lo largo de todo su articulado, lo que,
colectiva, aunque tenga importantes ma- sin lugar a dudas, permite la coexistencia de
nifestaciones individuales (generalmen- una pluralidad de formas jurídicas, más o me-
te vinculadas al grupo), mientras que la nos promovidas por el Estado según sus fi-
libertad asociativa de los empresarios, nalidades.
que puede asumir también aspectos co-
lectivos o de coalición, es siempre una La libertad sindical es un derecho tan
proyección de la iniciativa económica de los trabajadores que en cualquiera de los
privada y, como tal, es esencialmente textos que lo atribuyen también a los
una libertad individual. Además de ello, empleadores, se evidencia una enorme asi-
mientras que la libertad sindical de los metría que existe en el tratamiento normati-
trabajadores está esencialmente referi- vo y, por tanto, en el objeto regulado, puesto
da a un término colectivo, por eso es que, mientras a las organizaciones de traba-
actividad organizada, el empleador pue- jadores se les dedica una abrumadora mayo-
de actuar individualmente, por ejemplo, ría de preceptos, regulando tanto el lado es-
en la negociación colectiva o el cierre tático como el dinámico del derecho, con la
patronal (Giugni, 1996, p. 67-68). centralísima importancia que tiene este se-

17
gundo lado en su configuración (su seña de saltar la importancia de que junto con el re-
identidad), como ya se resaltó, a las organi- conocimiento del derecho, la Constitución
zaciones de los empresarios tan sólo se les haya previsto la obligación estatal de garan-
dirige escasas normas, todas ellas dirigidas tizar su ejercicio, como lo hacen las Consti-
a regular el lado organizativo o estático del tuciones de Brasil, El Salvador, Guatemala,
derecho, que es el menos peculiar y el más Nicaragua, Paraguay y Venezuela. Y quere-
entroncado con el derecho genérico de aso- mos hacerlo porque el Perú tiene el lamenta-
ciación. ble privilegio de ser “el país que ostenta el
récord de quejas presentadas ante el Comité
Por tanto, recusamos la postura simé- de Libertad Sindical”, como lo señalan los
trica y nos sumamos a la que considera que funcionarios de OIT Rueda, Sepúlveda y
la visión tiene que ser simplemente parale- Vega (1998, p. 18), con lo que la necesidad
la, por lo que consideramos correcto y con- de revertir esta tendencia es insoslayable.
veniente el desarrollo normativo separado de
ambas modalidades organizativas, que regu- La doctrina contemporánea da por su-
le de manera similar lo que es común pero puesto que en el actual estudio de la ciencia
también que lo haga de manera diferente en jurídica la positivización de un derecho im-
aquello que es propio de cada grupo. Esto es plica tanto un conjunto de garantías negati-
lo que ha sucedido históricamente, y sin ex- vas (frente al Estado), dirigidas a la remo-
cepciones, en el Perú, donde los trabajado- ción de todos los obstáculos que puedan im-
res siempre se han organizado en sindicatos pedir o entorpecer su ejercicio (diversos me-
y los empresarios en asociaciones civiles, no canismos jurídicos dirigidos a salvaguardar
obstante que desde 1961 estos últimos tie- la existencia de la libertad sindical preser-
nen reconocido el derecho de organizarse en vándola de potenciales injerencias estatales
sindicatos24 . En tal sentido, compartimos la dirigidas a limitarla), como de garantías po-
postura doctrinal que considera que en esta sitivas (frente al Estado y al empleador), que
materia no existe una posición simétrica en- implican la necesaria actuación estatal diri-
tre organizaciones de trabajadores y gida a construir el andamiaje necesario para
empleadores sino una posición paralela, en asegurar su efectividad y que así este dere-
tanto que ocupándose de problemas conver- cho pueda cumplir la finalidad con que ha
gentes tienen, no obstante, contenidos y as- sido concebido, para lo que se requiere
pectos organizativos diferenciados 25 . Por ineludiblemente de la tutela y la
ello, todas las menciones que posteriormen- incentivación de la actividad sindical (Kanh-
te hagamos a este derecho estarán referidas Freund, 1987, pp. 276-318; y Ghezzi y
al mundo de los trabajadores y sus organiza- Romagnoli, 1992, p. 41).
ciones, y como en este terreno el sindicato
es la forma clásica y generalizada de organi- Por ello, de la obligación de garantizar
zación, aunque no la única, utilizaremos esta la libertad sindical que impone el artículo 28,
denominación en adelante aunque las re- resulta un expreso mandato a todos los po-
flexiones sirvan para todas ellas. deres del Estado para que se preocupen de
procurar un habitat suficiente y libre de obs-
B) La obligación estatal de garantizar la li- táculos para la expresión de las diversas fa-
bertad sindical cultades que conforman este complejo dere-
cho, de instituir los procedimientos y meca-
Tras insistir en su escueta redacción, nismos dirigidos a tutelar su ejercicio y de
que va a agregar problemas a los tradiciona- establecer las facilidades y prerrogativas ne-
les obstáculos con que se ha encontrado la cesarias para que pueda expresarse y desa-
libertad sindical en el Perú26 , queremos re- rrollarse; puesto que sólo así se conseguirán

18
los objetivos constitucionales de protección tencia de la autonomía organizacional mis-
y defensa de los intereses del trabajo, bús- ma, que una vulneración de ella (al implicar
queda de una igualdad sustancial y por tanto una intromisión estatal injustificable en el te-
de lucha contra las desigualdades. En este rreno de la autonomía sindical), por lo que
sentido, se ha dicho que ha de verse en los el Comité de Libertad Sindical de la OIT ha
valores positivos del logro de una mayor considerado que “las únicas limitaciones a
igualdad y justicia, vinculados a la actuación los derechos enunciados en el artículo 3 del
sindical, el camino hacia la consecución se Convenio Nº 87 que eventualmente se po-
una sociedad más justa (Rodríguez-Piñero y drían admitir, deberían circunscribirse a ase-
Bravo-Ferrer, 1978, p. 48). Hacia ello se di- gurar el respeto a las reglas democráticas en
rigen normas tan importantes como la Nation el movimiento sindical” (OIT, 1996, Nº 425,
Labor Relations Act americana de 1935, el p. 98). Con lo que estamos ante uno de los
Statuto dei Lavoratori italiano de 1970 o la poquísimos límites admitidos a la autonomía
Ley Orgánica de Libertad Sindical española sindical.
de 1985, por poner algunos ejemplos impor-
tantes de Derecho Comparado. El fundamento de la exigencia de
democraticidad tiene que ver en gran parte
No cabe, pues, un Estado abstencionis- con la necesaria congruencia que debe exis-
ta que se conforme con la consagración del tir entre sistema político y democracia sindi-
derecho sino debe estar involucrado perma- cal, en la medida en que el carácter demo-
nentemente en la defensa y favorecimiento crático del Estado justificaría la exigencia de
de los derechos sindicales. Habida cuenta tal cualidad al resto de instituciones que con-
que el capítulo 7 de este libro se dedica al forman la sociedad donde se ejerce un po-
estudio de la protección de la libertad sindi- der, como garantía del correcto uso del mis-
cal remitimos a él para la profundización de mo. Aunque debemos dejar claro que tal con-
esta materia. ducta tan sólo se la plantea en nuestra Cons-
titución (artículos 28 y 35) respecto de los
C) El principio democrático sindicatos y los partidos políticos, sin duda
alguna como demostración de la relevancia
El texto constitucional establece tam- que tienen en tanto organizaciones estables
bién como obligación estatal la «cautela del de intereses. De otro lado, la imposición del
ejercicio democrático» del derecho de sin- principio suele encontrar asidero en el carác-
dicación, es decir, se consagra el «principio ter central que tiene el sindicato en la repre-
democrático» que ya estaba presente también sentación de los intereses de los trabajado-
en otros textos constitucionales iberoameri- res. En este sentido, los sindicatos actúan
canos como los de Argentina, Colombia, Es- como únicos representantes del grupo, en
paña, Italia, Paraguay, Portugal, República defensa tanto del interés laboral como de los
Dominicana y Venezuela. económicos y sociales que le son propios,
confiriéndoseles no sólo un papel de repre-
Con este principio se hace referencia, sentantes frente a los empresarios, sino que
en síntesis, «a los derechos de los miembros se les asigna también una función social,
del sindicato a una efectiva participación en como codeterminadores del interés general
la marcha del sindicato, evitándose todo tipo en sus funciones de negociadores con el go-
de injerencia externa pero también la conso- bierno, con el poder legislativo o los parti-
lidación oligárquica de la posición de los gru- dos políticos (Gallardo Moya, 1996, p. 26)27 .
pos dirigentes» (Rodríguez-Piñero y Bravo-
Ferrer, 1980a, p. 110). Por lo que esta exi- Ahora bien, la concreción de esta idea
gencia resulta más un presupuesto de exis- se va complicando conforme la organización

19
sindical se complejiza, «dado que aplicar el ternacionales ratificados por el Perú que con-
principio democrático a una pirámide de per- sagren el derecho de libertad sindical, hemos
sonas jurídicas, con un grado relativo de au- de hacer una inicial división entre aquellos
tonomía y al mismo tiempo de subordinación dedicados a los derechos fundamentales ge-
respecto al escalón superior, entra en conflic- néricamente y los que están dedicados ex-
to con el principio de autoridad, que se des- clusivamente a desarrollar el contenido de
liza en dirección contraria y existe hoy por este derecho. Entre los primeros, tras la re-
hoy en toda gran organización, y halla en su saltada unanimidad con que lo consagran,
camino tantos obstáculos potenciales cuan- habría que comenzar por aquellos de ámbito
tos órganos directivos resuelven en cada una más general, entre los que destaca, en pri-
de las personas jurídicas sindicales integra- mer lugar la Declaración Universal de Dere-
das en la central» (Ojeda Avilés, 1995, p. chos Humanos de 194828 cuyo artículo 23.4
194). establece que «toda persona tiene derecho a
fundar sindicatos y a sindicarse para la de-
A pesar de ello, el principio democráti- fensa de sus intereses».
co consagrado en nuestra Constitución, co-
herente con el modelo de democracia repre- A esta Declaración seguirían en 1966,
sentativa que han venido utilizando tradicio- también en el ámbito de la ONU, el Pacto
nalmente los sindicatos, exige el cumplimien- Internacional de Derechos Civiles y Políti-
to de una serie de reglas, entre las que se de- cos29 (PIDCP, en adelante) y el Pacto Inter-
ben destacar: a) la libre elección de los diri- nacional de Derechos Económicos Sociales
gentes sindicales; b) el reparto de competen- y Culturales30 (PIDESC, en adelante) que en
cias entre la asamblea y los órganos ejecuti- sus artículos 22 y 8, respectivamente, reco-
vos; c) la duración del mandato representati- gen expresa y ampliamente el derecho aquí
vo y la libre revocación del mismo antes de estudiado. El primero de ellos reconoce a
finalizarse su período de duración; d) la toma toda persona el derecho a fundar sindicatos
de decisiones por mayoría (simple o cualifi- y afiliarse libremente a ellos “para la pro-
cada); e) el derecho de las bases a recibir in- tección de sus intereses”. Asimismo, y de
formación completa sobre los asuntos sindi- manera mucho más detallada, el artículo 8
cales y el paralelo derecho a una formación del PIDESC dispone que los Estados Partes
sindical y laboral (Sala Franco y Albiol en el presente Pacto se comprometen a ga-
Montesinos, 1994, pp. 70-71). rantizar “el derecho de toda persona a fun-
dar sindicatos y a afiliarse al de su elección,
3.2. La libertad sindical como patrimonio con sujeción únicamente a los estatutos de
jurídico universal: su regulación en las la organización correspondiente, para pro-
normas internacionales mover y proteger sus intereses económicos y
sociales”. A ello se agrega el reconocimiento
3.2.1 La libertad sindical en la Declaración expreso de los derechos de los sindicatos a
Universal de Derechos Humanos y en formar federaciones y confederaciones de
los demás pactos de ámbito mundial ámbito nacional e internacional o de afiliar-
se a las mismas, de funcionar sin obstáculos
Como premisa inicial de esta parte del y de huelga.
trabajo se puede afirmar que la libertad sin-
dical goza de un unánime reconocimiento En ambos instrumentos se señala, ade-
como derecho fundamental en todas las nor- más, que el Estado no puede imponer otras
mas internacionales globales y regionales. limitaciones que las que prescriba la ley y
En tal sentido, si nos movemos en el ámbito que sean necesarias en una sociedad demo-
de las declaraciones, pactos y convenios in- crática, en interés de la seguridad nacional o

20
del orden público o para la protección de los c) Los empleadores y los trabajado-
derechos y libertades ajenas (apartado 2 del res, tanto rurales como urbanos, tiene el de-
artículo 22 del PIDCP y apartado 1.c del ar- recho de asociarse libremente para la defen-
tículo 8 del PIDESC). Asimismo, se debe sa y promoción de sus intereses, incluyendo
resaltar que los dos instrumentos internacio- el derecho de negociación colectiva y el de
nales aquí citados se encargan de disponer huelga por parte de los trabajadores, el reco-
que nada de lo dispuesto en su texto referi- nocimiento de la personería jurídica de las
do a la libertad sindical, autoriza a los Esta- asociaciones y la protección de su libertad e
dos que hayan ratificado el Convenio N° 87 independencia, todo de conformidad con la
de la OIT “a adoptar medidas legislativas legislación vigente”. A lo que se agrega en
que menoscaben las garantías previstas en el literal g) del mismo artículo, un reconoci-
dicho Convenio o a aplicar la ley en forma miento expreso “de la importancia de la con-
que menoscabe dichas garantías”, dejando tribución de las organizaciones, tales como
en evidencia el relevantísimo papel que tie- los sindicatos, las cooperativas y asociacio-
ne el Convenio 87 en este terreno (apartado nes culturales, profesionales, de negocios, ve-
3 de los artículos 22 del PIDCP y 8 del cinales y comunales a la vida de la sociedad
PIDESC). Del mismo modo, en ambos ins- y al proceso de desarrollo”. El reconocimien-
trumentos se contempla la posibilidad de que to de la libertad sindical, también encontra-
se pueda imponer restricciones legales al ba una consagración expresa en el artículo
ejercicio de este derecho cuando se trate de XXII de la Declaración Americana de los De-
las fuerzas armadas y policiales (artículos rechos y Deberes del Hombre33 .
22.2 y 8.2 del PIDCP y del PIDESC, respec-
tivamente), y en el PIDESC se amplía el uni- Asimismo, la Carta Internacional Ame-
verso subjetivo de los trabajadores que pue- ricana de Garantías Sociales, aprobada con-
dan ver restringido su acceso a la libertad sin- juntamente con los dos instrumentos antes
dical a los miembros de la administración del vistos en la IX Conferencia Internacional
Estado (artículo 8.2). Americana, reconoce en su artículo 26 los
derechos de constitución y afiliación, de fe-
3.2.2 La libertad sindical en los instrumen- deración y confederación, de fuero sindical,
tos de derechos humanos de ámbito a gozar de personalidad jurídica y a no estar
americano sujeto a disolución administrativa. Agregan-
do, en sus artículos 7 y 27 los derechos a ce-
En el ámbito americano31 , el reconoci- lebrar convenios colectivos erga omnes (que
miento internacional de la libertad sindical sean aplicables aún para los trabajadores no
también es de larga data, debiendo destacar- afiliados) y de huelga, respectivamente.
se la Carta de la Organización de los Estados
Americanos (Constitución de la OEA)32 de Más recientemente, la Convención
1948, que en su artículo 44.c) sostiene de Americana de Derechos Humanos o Pacto de
manera muy elocuente que: San José34 ha reconocido en su artículo 16 el
derecho de todas las personas a asociarse li-
“Los Estados miembros, convencidos bremente con fines, entre otros, laborales. En
de que el hombre sólo puede alcanzar la ple- esta norma, además y tal y como se prevé en
na realización de sus aspiraciones dentro de el PIDCP y PIDESC, se dispone que el ejer-
un orden social justo, acompañado de desa- cicio de este derecho sólo puede estar sujeto
rrollo económico y verdadera paz, convienen a las restricciones previstas por la ley que
en dedicar sus máximos esfuerzos a la apli- sean necesarias en una sociedad democráti-
cación de los siguientes principios y meca- ca, en interés de la seguridad nacional, de la
nismos: seguridad o del orden público, o para prote-

21
ger la salud o la moral públicas o los dere- tección y promoción de sus intereses, de no
chos y libertades de los demás (artículo 16.2); ser obligado a afiliarse, de federación y con-
con lo que se vuelve a poner en evidencia la federación, nacional e internacional, libre
voluntad de la norma internacional de no que- funcionamiento y huelga. Agregándose que
darse en la sola proclamación del derecho, el ejercicio de los derechos enunciados pre-
acompañando tal circunstancia de la imposi- cedentemente sólo puede estar sujeto a las
ción de una restricción concomitante al Es- limitaciones y restricciones previstas por la
tado en materia de los límites que puede im- ley, siempre y que éstas sean propias a una
poner a la libertad sindical. Finalmente, el sociedad democrática, necesarias para salva-
apartado 3 del artículo 16 admite que pueda guardar el orden público, para proteger la sa-
excluirse del ámbito subjetivo de este dere- lud o la moral públicas, así como los dere-
cho a las fuerzas armadas y la policía. chos y las libertades de los demás. Final-
mente, se establece que los miembros de las
Finalmente, en 1988 se suscribió en San Fuerzas Armadas y Policiales así como los
Salvador el Protocolo Adicional a la Conven- de otros servicios públicos esenciales esta-
ción Americana sobre Derechos Humanos en rán sujetos a las restricciones que imponga
materia de Derechos Económicos, Sociales la ley.
y Culturales, que el Perú ratificó en 199535 ,
y que a la fecha de cierre de este libro toda- 3.2.3 La libertad sindical en la Constitución,
vía no entraba en vigencia faltarle una ratifi- convenios, recomendaciones y decla-
cación para completar las once necesarias raciones de la OIT
para tal fin. En este instrumento internacio-
nal, se inscribe expresamente en su Preám- Saliendo del terreno de los instrumen-
bulo en la doctrina internacional respecto a tos internaciones dedicados genéricamente a
la justificación de una protección internacio- los derechos fundamentales, nos encontramos
nal de los derechos humanos al nacer éstos con que la libertad sindical es de los pocos
de los atributos de la persona humana y no derechos que gozan de tal consideración que
del hecho de ser nacional de un determina- ha obtenido una regulación supranacional es-
do Estado, y la estrecha vinculación que exis- pecífica de manos de la OIT. Este organis-
te entre la vigencia de los derechos econó- mo ha elaborado un amplio catálogo de Con-
micos, sociales y culturales y la de los dere- venios y Recomendaciones sobre el particu-
chos civiles y políticos, “por cuanto las di- lar, que se ha configurado en «la principal
ferentes categorías de derechos constituyen base jurídica supranacional” (Ermida Uriarte
un todo indisoluble que encuentra su base y Villavicencio Ríos, 1991, p. 17), referida a
en el reconocimiento de la dignidad de la este derecho; en la medida en que la libertad
persona humana, por lo cual exigen una tu- sindical ha sido y es uno de los pilares bási-
tela y promoción permanente con el objeto cos sobre los que se ha edificado este impor-
de lograr su vigencia plena, sin que jamás tante organismo. En tal sentido, y recogien-
pueda justificarse la violación de unos en do la opinión de autores reputadísimos, se
aras de la realización de los otros”. ha destacado la importancia «muy particu-
lar» «primordial» o «más especial» que la li-
En ese marco, y con expresas obliga- bertad sindical tiene para la OIT, observán-
ciones de tomar las medidas y disposiciones dose asimismo que está íntimamente ligada
de derecho interno que fueran necesarias para al fundamento ideológico de esta organiza-
la vigencia plena de los derechos allí consa- ción «dado que su obra debe desarrollarse en
grados, establece en su artículo 8 la obliga- un medio social pluralista, tanto desde el
ción estatal de garantizar los derechos de punto de vista de la organización social y eco-
constitución y afiliación libres para la pro- nómica, como desde el punto de vista políti-

22
co». Por otra parte, la estructura tripartita resultar de gran utilidad presentar una apre-
sobre la que está diseñada la OIT sólo tiene tada síntesis de los derechos que establecen:
razón de ser institucional si los trabajadores,
los empleadores y sus organizaciones gozan a. derecho de los trabajadores, sin ningu-
de libertad y autonomía verdaderas, tanto en na distinción, de constituir las organi-
sus relaciones mutuas como frente al Esta- zaciones que se estimen conveniente,
do. Si alguna de las partes subordina a la(s) sin autorización previa (artículo 2 Con-
otra(s), el edificio se desploma, al quedar re- venio 87);
ducido sólo a una especie de apariencia
(Ermida Uriarte y Villavicencio Ríos, 1993, b. derecho de los trabajadores, sin ningu-
p.. 76). na distinción, de libre afiliación (artí-
culo 2 Convenio 87);
Vale la pena recordar que la Constitu-
ción de la OIT (también ratificada por el c. derecho de los organizaciones de libre
Perú) incluye en su Preámbulo el reconoci- estructuración interna: redacción de es-
miento del «principio de libertad sindical» tatutos y reglamentos, elección libre de
como una de las condiciones necesarias para sus representantes, organización de ad-
«la paz y armonía universales», y que la De- ministración actividades y programa de
claración de Filadelfia, que actualizó los fi- acción, materias en las que además se
nes y objetivos de la OIT señala que «la li- ordena la abstención estatal (artículo 3
bertad de expresión y de asociación son esen- Convenio 87);
ciales para el progreso constante».
d. derecho de las organizaciones de obte-
En función de ello, los Convenios In- ner personería jurídica sin condiciones
ternacionales de Trabajo y Recomendaciones limitativas (artículo 7 Convenio 87);
aprobados por la OIT en esta materia son bas-
tante completos y numerosos, por lo que va- e. derecho de las organizaciones a no ser
mos a resaltar tan sólo a los más importan- disueltos administrativamente (artículo
tes36 : elConvenio87, de 1948, sobre la liber- 4 Convenio 87);
tad sindical y la protección de la sindica-
ción 37 ; el Convenio 98, de 1949, sobre el f. derecho de las organizaciones a consti-
derecho de sindicación y de negociación co- tuir federaciones y confederaciones, na-
lectiva 38 ; el Convenio 135, de 1971, sobre cionales e internacionales, con las mis-
protección y facilidades a los representantes mas garantías que la constitución de or-
de los trabajadores en la empresa (el único ganizaciones de base (artículo 5 Con-
de los aquí recogidos que no está ratificado venio 87);
por el Perú); y el Convenio 151, de 1978, so-
bre protección del derecho de sindicación y g. derecho de los trabajadores a una ade-
los procedimientos para determinar las con- cuada protección contra cualquier dis-
diciones de empleo en la Administración Pú- criminación por razones sindicales: fue-
blica39 . ro sindical (artículo 1 Convenio 98); y,

De estos instrumentos los dos primeros h. derecho de las organizaciones de traba-


han llegado a constituirse en la piedra angu- jadores y empleadores a una adecuada
lar del andamiaje jurídico internacional en protección contra actos de injerencia de
materia de libertad sindical40 , además de es- unas sobre las otras (artículo 2 Conve-
tar considerados entre los ocho Convenios nio 98).
fundamentales de la OIT 41 , por lo que puede

23
Como se evidencia de estas regulacio- precisión a las normas contenidas en los con-
nes, se trata de normas dirigidas a imper- venios sobre libertad sindical y cuya obser-
meabilizar la libertad sindical frente a las vancia acompaña su aplicación aún cuando
interferencias del Estado (CIT 87) y de los no estén específicamente formulados en ta-
empleadores y sus organizaciones (CIT 98), les instrumentos» (Von Potobsky, 1972,
buscando garantizarle, además, un espacio p.83)42 . Por estas razones, además del lugar
suficiente para que pueda cumplir con los destacado que permanentemente ocupa la le-
trascendentes fines que le corresponden. gislación peruana entre las cuestionadas por
Además de ello, hay que resaltar que estas el Comité, tendremos siempre en cuenta sus
regulaciones significan un salto cualitativo pronunciamientos a lo largo de este trabajo.
de gran importancia en el camino de la regu- Además de ello, dedicaremos al Comité de
lación internacional de la libertad sindical, Libertad Sindical un epígrafe específico en
porque, a diferencia de todas las consagra- el capítulo referido a la protección de este
ciones genéricas de este derecho contenidas derecho fundamental.
en los otros instrumentos internacionales, que
le otorgan un carácter de derecho individual, Además de todo ello, la 86 Conferencia
los CITs de la OIT importan un reconoci- Internacional del Trabajo de la OIT, de junio
miento de derechos de carácter colectivo, tan- de 1998, aprobó la Declaración de la OIT
to en el plano orgánico o institucional, como relativa a los principios y derechos fun-
en el de la actuación. Lo que, sin duda, da damentales en el trabajo y su seguimien-
una cuenta más cabal de la complejidad de to, que, en opinión del entonces Director
este derecho, cuyas esferas individual y co- General de la OIT, viene a ser “una verdade-
lectiva son, además, totalmente ra plataforma social mínima de ámbito mun-
interdependientes, puesto que, como afirma dial” a partir de “las realidades de
con precisión Lord Wedderburn (1994, p. mundialización de la economía” (OIT, 1998,
208) “de igual modo que la libertad colecti- p. 3) y en cuyos considerandos más vincula-
va no puede operar sin la individual, esta úl- dos a nuestro tema se sostiene que “el creci-
tima, en la que se encuentran implicados los miento económico es esencial, pero no sufi-
sindicatos en la defensa y protección de sus ciente, para asegurar la equidad, el progre-
intereses, resulta insignificante sin la prime- so social y la erradicación de la pobreza, lo
ra”. que confirma la necesidad de que la OIT pro-
mueva políticas sociales sólidas, la justicia
La importancia de la libertad sindical e instituciones democráticas”.
para la OIT no sólo ha merecido esta prolífi-
ca actividad normativa, sino que la ha con- Asimismo, se afirma que “con el obje-
vertido en el primer derecho fundamental que to de mantener el vínculo entre progreso so-
posee procedimientos específicos de protec- cial y crecimiento económico, la garantía de
ción supranacional, al establecerse en 1950 los principios y derechos fundamentales en
la Comisión de Conciliación en Investigación el trabajo reviste una importancia y un sig-
en materia de Libertad Sindical y en 1951 el nificado especiales al asegurar a los propios
Comité de Libertad Sindical adscrito al Con- interesados la posibilidad de reivindicar li-
sejo de Administración, ambos de la OIT. bremente y en igualdad de oportunidades una
(Jiménez de Arechaga, 1980, p. 74). Y nos participación justa en las riquezas a cuya
interesa destacar tal circunstancia, además, creación han contribuido, así como la de de-
porque principalmente los pronunciamientos sarrollar plenamente su potencial humano”.
de este Comité, vistos como la «jurispruden- Agregando que “en una situación de crecien-
cia más autorizada» (Alonso Olea, 1980, p. te interdependencia económica urge reafir-
12), «han venido a completar y dar mayor mar la permanencia de los principios y de-

24
rechos fundamentales inscritos en la Cons- que esta organización desea aportar a los de-
titución de la Organización, así como pro- safíos de la mundialización de la economía,
mover su aplicación universal”. que han sido objeto de numerosos debates
en su seno desde 1994”, en la medida en que
En este marco, la Conferencia Interna- “el crecimiento debe ir acompañado, pues,
cional aludida declara en su punto 2 que to- de un mínimo de reglas de funcionamiento
dos los miembros de la OIT, aun cuando no social fundadas en valores comunes, en vir-
hayan ratificado los convenios internaciona- tud de las cuales los propios interesados ten-
les referidos a los principios y derechos fun- gan la posibilidad de reinvindicar una par-
damentales consagrados en la Constitución ticipación justa en las riquezas que han con-
de la OIT y en la Declaración de Filadelfia, tribuido a crear”.
“tienen un compromiso que se deriva de su
mera pertenencia a la Organización de res- En concreto, esta importantísima decla-
petar, promover y hacer realidad de buena ración internacional, que surge en el contex-
fe y de conformidad con la Constitución, los to de las discusiones al interior de la OIT res-
principios relativos a los derechos fundamen- pecto de las repercusiones de la globalización
tales que son objeto de esos convenios, es y liberalización del comercio internacional,
decir: evidencia que la libertad sindical (y el cam-
po fundamental de su actividad, la negocia-
a) la libertad de asociación y la libertad ción colectiva) está en el núcleo esencial de
sindical y el reconocimiento del dere- los principios y derechos vinculados al tra-
cho efectivo de negociación colectiva; bajo, apareciendo, no por casualidad, inclu-
so antes que temas tan sensibles y trascen-
b) la eliminación de todas las formas de dentes para vivir civilizadamente, como son
trabajo forzoso u obligatorio; la eliminación del trabajo forzoso, del traba-
jo infantil y de todas las formas de discrimi-
c) la abolición efectiva del trabajo infan- nación, en la medida en que la actuación or-
til; y, ganizada de los trabajadores viene a ser va-
lorada como un presupuesto de la lucha efi-
d) la eliminación de todas las formas de caz por la eliminación de tales lacras socia-
discriminación en materia de empleo y les.
ocupación”.
Finalmente, desde los Principios
Estamos frente a una declaración de un Sullivan en la segunda mitad de los años se-
valor intrínseco muy grande, en la medida tenta y los Principios McBride43 en la de los
en que, como sostiene Kellerson (1998, pp. ochenta, se están generalizando en el campo
247-248), los gobiernos y los dos actores so- de las empresas multinacionales la adopción
ciales reafirman la universalidad de los prin- de Códigos de Conducta a través de los cua-
cipios y derechos fundamentales en una épo- les se busca “mostrar la creciente sensibili-
ca de gran incertidumbre y replanteo de es- dad de estas compañías, y, principalmente,
tos derechos, traduciendo una voluntad co- de la opinión pública en sus países de ori-
lectiva de buscar alto y claro la justicia so- gen, por los dramáticos problemas de dere-
cial, aprovechando la aspiración del hombre chos humanos que existen en los países en
a la equidad, al progreso social y a la erradi- los que ellas han radicado su producción”
cación de la pobreza, vinculando el progreso (Mujica Petit, 1999, p. 69), haciéndose es-
social al desarrollo económico. O, en otras pecial énfasis en la necesidad de respetar los
palabras, se trata, según el Director General derechos sindicales y de negociación colec-
de la OIT (OIT, 1998, p. 1), “de la repuesta tiva de los trabajadores.

25
Asimismo, en Estados Unidos o en la sitoria y Final Cuarta dispone que tales dere-
Unión Europea, se han diseñado Sistemas chos se interpretan de conformidad con los
Generalizados de Preferencias, que impli- tratados internacionales sobre la materia, ra-
can tratamientos arancelarios privilegiados y, tificados por el Perú. Con lo que la devalua-
en lo que a nosotros interesa, condicionan la ción normativa que operó la Constitución ac-
incorporación o expulsión de un determina- tual respecto a la de 1979 que les daba rango
do país a tal sistema si no cumple con respe- constitucional resulta inoperativa en la prác-
tar los derechos de sus trabajadores de acuer- tica, ya que ante cualquier discrepancia so-
do con los estándares internacionales defini- bre el alcance de un derecho habrá que recu-
dos en las normas de la OIT. Así tenemos rrir al tratado, debiendo, por tanto, acomo-
que en 1987 fueron removidos por estas ra- darse la ley a tal instrumento internacional45 .
zones Nicaragua, Rumania y Paraguay, en
1994 El Salvador se vio obligado a modifi- Ello tiene una gran trascendencia pues-
car su Código de Trabajo para evitar su ex- to que, sobre todo, los Convenios de la OIT
clusión, y, en 1994, el Perú estuvo a punto tienen una regulación bastante completa, a
de serlo en función de las transgresiones a la que deberá someterse la legislación nacio-
los derechos colectivos establecidas en la nal, con lo que cualquier discrepancia entre
LRCT, que se pudo evitar a partir del com- la norma internacional y la nacional en ma-
promiso del Gobierno (incumplido hasta aho- teria de libertad sindical deberá vencerse por
ra) de introducir las modificaciones que el lado de la invalidez de la regulación inter-
adecuen tan norma a los Convenios de la na. En este contexto también se revalorizan
OIT44 . los pronunciamientos del Comité de Liber-
tad Sindical y de la Comisión de Expertos en
Por todo ello, pues, nos atrevemos a la Aplicación de Convenios y Recomenda-
afirmar con toda claridad que la libertad sin- ciones, ambos de la OIT, que son los órga-
dical ha pasado a tener la consideración de nos encargados de la interpretación «autén-
patrimonio jurídico de la humanidad que tica» de tales convenios.
todo Estado debe estar obligado a respetar y
promover.
4. Definición y contenido de la
Para concluir, hay que volver a resaltar libertad sindical: los elementos estático
lo concerniente a la ubicación de los Trata- (orgánico), dinámico (desarrollo de
dos y demás instrumentos internacionales ra- actividad) y subjetivo
tificados por el Perú en la pirámide normati-
va, en la medida en que, si bien en la Consti-
tución de 1993 les otorga indirectamente ran- Buscar una definición satisfactoria de
go de Ley, al señalarlos como objeto de la la libertad sindical es una tarea ardua y difí-
acción de inconstitucionalidad en el artículo cil, dado que se trata de un derecho comple-
200.4 de su texto, podemos constatar que jo, que se predica tanto de sujetos individua-
dentro de las fuentes primarias (que detentan les como colectivos, que incluye derechos de
este rango de ley) se encuentra en un subnivel hacer (positivos) y de no hacer (negativos),
superior a todos los demás productos con tal frente a diversos sujetos, y que, además, está
jerarquía, puesto que, por un lado para que preñado de un componente evolutivo que in-
una Ley los deje sin efecto deberá sujetarse corpora, condiciona y matiza permanente-
a los requisitos de previa denuncia previstos mente importantes facultades a su conteni-
en el propio Tratado, y, por otro lado, porque do. Por ello, resulta muy complicado encon-
la regla interpretativa de los derechos funda- trar legislaciones que cumplan esta tarea
mentales establecida en la Disposición Tran- solventemente, como tampoco es fácil dar

26
con una definición doctrinal o jurisprudencial ter tradicional y generalizado de los prime-
que cuente con un respaldo notorio. Normal- ros, su importancia y la claridad en la expo-
mente nos encontramos con normas, opinio- sición nos llevan a referirnos sólo a ellos en
nes o pronunciamientos jurisdiccionales que adelante, aunque la resaltada amplitud de lo
describen el contenido del derecho46 ; con sindical haga que nuestras reflexiones sean
algunas otras, no tan numerosas, que optan aplicables en lo pertinente también a las de-
por formular una definición más bien gené- más articulaciones colectivas.
rica y abstracta; y, finalmente, con quienes
se niegan a ingresar en este terreno por con- El elemento causal o dinámico o de ac-
siderar que el carácter perecedero del objeto tividad, que tipifica al fenómeno sindical y
vuelve ilusoria la tentativa (los menos). que justifica su existencia, que le da su im-
pronta específica y que el legislador ha con-
Nosotros nos acercamos a la segunda siderado digno de una especial tutela y apo-
posición, por considerar que resume los ele- yo, es justamente la actuación del sujeto co-
mentos estático y dinámico esenciales del lectivo dirigida a promover y tutelar los in-
instituto y no se resiente con el paso del tiem- tereses económicos y sociales de los trabaja-
po, por lo menos en el corto plazo, con lo dores (equilibrar la desigualdad congénita de
que pensamos que la libertad sindical puede los trabajadores individualmente considera-
ser definida como «el derecho fundamental dos y canalizar el conflicto industrial intrín-
de los trabajadores a organizarse colectiva- seco). Por ello, se ha dicho que el objeto
mente para la promoción y defensa de sus central del concepto de libertad sindical no
intereses comunes económicos y sociales» es ni el individuo ni la organización sindi-
(Ojeda Avilés, 1986, p. 23). Su carácter de cal, sino la actividad sindical (Ermida, 1987b,
derecho fundamental unánimemente recono- p. 22), aunque tampoco se puede dejar de lado
cido por todas las declaraciones internacio- que en el actual estadio de desarrollo de las
nales sobre el particular ya ha sido resaltado relaciones laborales, organización y actua-
ampliamente. ción forman un binomio indisoluble en el
campo sindical (Grandi, 1990, p. 404)48 . De
En este contexto, hemos de destacar que esta manera, encontramos gráfica la expre-
el elemento organizativo, material o está- sión de que en este terreno los trabajadores
tico de la libertad sindical recae sobre la fa- «actúan» para «organizarse» y «se organizan»
cultad de organizarse colectivamente, de para «actuar» (Lovatón Palacios, 1991, p. 27),
constituir sujetos colectivos como presupues- con lo que hasta la propia constitución de la
to de efectividad de la actuación sindical. La organización encuentra cabida en el plano di-
realidad nos hace ver en todo instante que námico de la libertad sindical.
los trabajadores prefieren largamente ejercer
su libertad sindical a través de una red Esta actividad, muy difícil de encasillar
institucionalizada de sujetos colectivos por la enorme variedad objetiva y subjetiva
orgánicamente estructurados, estables y per- en la que suele expresarse, tal vez se pueda
manentes (sindicatos, federaciones, confede- resumir como «autotutela de los intereses del
raciones); sin embargo, dentro de la defini- trabajo» (Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer,
ción de libertad sindical no podemos negar- 1978, p. 47), es decir, como el conjunto de
les un lugar a otras articulaciones colectivas acciones necesarias para defender y promo-
de trabajadores, menos estructuradas y más ver eficazmente los intereses de los trabaja-
informales y esporádicas (uniones, coalicio- dores, en un contexto de respeto a las nor-
nes, etc.) que concurren con los sindicatos mas básicas del ordenamiento jurídico y a los
en el terreno de la defensa y promoción de derechos de terceros (auto organización del
los intereses de los trabajadores47 . El carác- grupo, actividad conflictual, producción nor-

27
mativa, representación ante autoridades, con dose) frente al hecho sindical, sin que ello
la prensa, en órganos colegiados les pueda ocasionar ningún perjuicio.
institucionales, etc.).
4.1.1 Libertad sindical positiva
Ingresando ya en el terreno del conteni-
do de la libertad sindical, podemos convenir A) Derecho de libre constitución de orga-
que estamos frente a un derecho ambivalente nizaciones
y complejo, que se predica tanto de los tra-
bajadores individualmente considerados (li- Consiste en el derecho de los trabaja-
bertad sindical individual) como de sindica- dores «sin ninguna distinción y sin autoriza-
tos ya constituidos (libertad sindical colecti- ción previa, a constituir las organizaciones
va), y que, a su vez, en cada una de estas es- que estimen conveniente», para decirlo en los
feras esta compuesto por distintas facultades. conocidos y completos términos del artículo
Veamos detenidamente cada uno de estos 2 del Convenio 87. Estamos frente a un de-
componentes para conocer sus alcances y su recho individual peculiar puesto que requie-
regulación legal. En el plano individual tie- re necesariamente un ejercicio colectivo, por
ne manifestaciones positivas (libertades de lo que hay quiénes lo ubican dentro de la li-
constitución y afiliación y desarrollo de ac- bertad sindical colectiva. Sin embargo, al
tividad sindical) y negativas (no incorpora- tener una titularidad individual y al resultar
ción o no permanencia). Y en el plano co- clave para comenzar a desentrañar muchos
lectivo implica las libertades de reglamenta- de los conceptos referidos a la libertad sin-
ción, representación, gestión, suspensión o dical optamos por desarrollarlo en esta parte
disolución y federación. Veamos detenida- de nuestro trabajo.
mente estos componentes.
a) Ambito subjetivo: inclusiones y exclu-
4.1 La libertad sindical individual siones

El aspecto individual de la libertad sin- La titularidad de este derecho, sobre la


dical está constituido por todos aquellos de- cual ya hemos ido formulando algunas pre-
rechos de los trabajadores a constituir y afi- cisiones en cuanto a la exclusión de los
liarse a las organizaciones que estimen con- empleadores y la inclusión limitada de los
veniente, sin autorización previa y en total trabajadores por cuenta propia (en el plano
libertad, así como a desarrollar actividad sin- dinámico de la libertad sindical), resulta lo
dical, (libertad sindical individual positiva); más amplia posible, puesto que explícitamen-
o, a no incorporarse o retirarse libremente de te el Convenio 87 la consagra para los traba-
tales organizaciones (libertad sindical nega- jadores «sin ninguna distinción»49 ; por lo que
tiva), sin que todo ello pueda ser fuente de no cabe ningún tipo de limitación por parte
ningún perjuicio. La utilización del adjetivo del Estado que restrinja este derecho en ra-
“positiva” expresa el hecho de que se está zón de sexo, nacionalidad, raza, religión, tipo
hablando de actos explícitos de los trabaja- de actividad (pública o privada), función,
dores de participación en la constitución de idioma, sector, etc. Basta con que se trate de
una organización o de adhesión a la misma o trabajadores por cuenta ajena y subordina-
de proselitismo o activismo sindical. Por el dos para que sean sujetos de este derecho.
contrario, la referencia a la libertad sindical
“negativa” tiene que ver con la tutela del de- Las únicas categorías que quedan fuera
recho de los trabajadores de mantenerse «in- de este ámbito subjetivo son aquellas expre-
diferentes» (no incorporándose o desligán- samente excluidas por nuestro texto consti-

28
tucional: a) los funcionarios del Estado con fundar o afiliarse a una organización sindi-
poder de decisión y los que desempeñan car- cal50 .
gos de confianza o de dirección (artículo 42);
b) los miembros de las Fuerzas Armadas y El conjunto de condiciones establecidas
de la Policía Nacional (artículo 42); y, c) los en estas normas reduce considerablemente el
jueces y fiscales (artículo 153). universo de trabajadores y funcionarios
sindicalizables, principalmente a aquéllos
A nivel infraconstitucional existen otras que tienen un vínculo laboral vigente y que
categorías excluidas, entre las que se encuen- han superado un período previo de servicios,
tran los funcionarios civiles que laboran para resultando lesivas de la autonomía sindical
las Fuerzas Armadas y Policiales (artículo 2 al someterla a requisitos que nada tienen que
del D.S. 003), los obreros y empleados de ver con la naturaleza y la consagración cons-
las empresas militares (reglamentos internos titucional de la libertad sindical. Explícita-
de estas empresas), y los policías particula- mente, el Comité de Libertad Sindical ha
res (artículo 14 del D.S. 009-84-INDM). Sin cuestionado los requisitos de superación del
embargo, por exceder de las restricciones es- período de prueba e impedimento de doble
tablecidas en la Constitución en materia de afiliación y ha recomendado su remoción
titularidad y, para más inri, por efecto la de- (DESCO, 1994, p. 24), puesto que, sobreto-
rogación general de toda la restante normati- do en el primer caso, significa un severo e
va sindical que establece la LRCT deberán injustificado recorte en el universo de traba-
considerarse inválidas. jadores sindicalizables, en la medida en que
la titularidad de la libertad sindical depende
Otro conjunto de regulaciones que in- tan sólo de su condición de trabajador y no
cide en el ámbito subjetivo de la libertad sin- de su antigüedad. No olvidemos que el pe-
dical individual, está referido a aquellas que ríodo de prueba significa únicamente la au-
establecen los requisitos que deben cumplir sencia de protección en materia de despido
los trabajadores para ejercer sus derechos a arbitrario51 , de allí que no debe utilizarse para
constituir y afiliarse a las organizaciones sin- excluir del goce de un derecho fundamental
dicales. En el ámbito de la actividad priva- como la libertad sindical.
da se exige: a) ser trabajador de la empresa,
actividad, profesión u oficio que correspon- En lo referente al requisito de mayoría
da, según el tipo de sindicato (relación labo- de edad, debemos anotar que la LRCT sólo
ral vigente; b) no formar parte del personal lo exige expresamente para ser miembro de
de dirección o desempeñar cargo de confian- la Junta Directiva (art. 23,a)52 , y el Código
za del empleador, salvo que el estatuto ex- del Niño y del Adolescente (D.L. 26102, ar-
presamente lo admita; c) no encontrarse en tículo 70) admite la sindicación de los me-
período de prueba; y, d) no estar afiliado a nores, por lo que esperamos que la discusión
otro sindicato (artículo 12 LRCT). En el quede definitivamente zanjada en favor del
campo funcionarial se requiere: a) que sean derecho de los menores a fundar y afiliarse a
obreros o empleados comprendidos en la ca- las organizaciones sindicales que estimen
rrera administrativa (obreros estables o em- conveniente, aunque no puedan luego asu-
pleados con nombramiento definitivo); b) que mir funciones representativas. Y aún sobre
hayan superado el período de prueba; y, c) esta última restricción mantenemos serias re-
que sus haberes estén sujetos al sistema úni- servas, puesto que no debemos olvidar que
co de remuneraciones (artículos 1 y 7 DS 003 «la titularidad del derecho se afecta al ejer-
y artículo 1 DS 026). Además de ello se ha cicio de una actividad laboral, con indepen-
venido exigiendo la mayoría de edad para dencia de la edad del trabajador o de si ha

29
cumplido los años necesarios para obtener un to que lo contrario abriría un margen muy
contrato de trabajo lícito: de ahí que un me- grande a las injerencias estatales.
nor pueda en todo caso unirse a otros para
constituir un sindicato, o ingresar en alguno Al estudio de estas cuestiones dirigire-
ya promovido, donde puede ascender a los mos las páginas siguientes de esta investiga-
cargos más elevados» (Ojeda Avilés, 1995, ción, debiendo resaltar simplemente que dos
p. 169). Una regulación semejante a la pe- temas muy vinculados a este derecho, la ma-
ruana, y con la misma limitación en materia yor representatividad y la obtención de la ca-
dirigencial, existe en México, Colombia, Pa- pacidad de actuar de los sindicatos (perso-
namá, y Chile. nalidad jurídica), que ha de conservarse le-
jana de cualquier intento de autorizaciones
Mención aparte merece el caso de los previas por parte del Estado, han ameritado
cuadros directivos de las empresas, donde el por la entidad que poseen y por razones sis-
fundamento de la restricción radica en la ne- temáticas un estudio individualizado en los
cesidad de resguardar a las organizaciones capítulos 5 y 6 de este libro.
sindicales de cualquier injerencia de los em-
presarios, habida cuenta de la naturaleza de b.1) Estructura sindical: pluralidad, unidad
sus funciones y el mayor grado de identifi- y unicidad sindical
cación existente entre estos trabajadores y el
empresario (frente al existente entre éstos y La libertad sindical implica el derecho
los demás trabajadores). A partir de ello sus- de los trabajadores a constituir «las organi-
cribimos la opinión del Comité de Libertad zaciones que estimen conveniente», para se-
Sindical que acepta esta limitación siempre guir con la muy lograda redacción del Con-
y cuando se involucre a las personas que re- venio 87. Esto significa que los trabajado-
presentan estrictamente los intereses de los res, obreros o empleados, del sector público
empleadores y se les permita constituir y afi- o privado, de una empresa o una rama de ac-
liarse a organizaciones que agrupen a los de tividad, de distintas empresas o ramas de ac-
su misma condición (OIT, 1996, Nº 231, p. tividad, conjuntamente o por separado, a ni-
52). vel local, provincial, regional o nacional, etc.,
gozan de una amplísima libertad en lo que
b) Ambito objetivo: el derecho a consti- respecta a la organización sindical que de-
tuir (sin autorización previa) la organi- seen constituir. En sintéticas y a la vez gráfi-
zación que se estime conveniente y la cas palabras puede decirse que «la libertad
estructura sindical sindical presupone que los trabajadores se
puedan organizar por el criterio que les pa-
Respecto del ámbito objetivo de este de- rezca más conveniente» (Bueno Magano,
recho, hemos de decir introductoriamente que 1982, p. 165).
se trata de una facultad que goza de una enor-
me amplitud, ya que la dicción del artículo 2 Debe agregarse, además, que este de-
del Convenio 87 de la OIT, lo refiere a las recho no tiene como único objeto el consti-
organizaciones que los trabajadores estimen tuir tan solo los sindicatos, federaciones o
conveniente, lo que coloca la decisión del confederaciones que estimen conveniente,
tipo de organización que se constituye en ma- sino que engloba a toda otra forma de orga-
nos exclusivamente de los titulares del dere- nización de los trabajadores (comités, coali-
cho. Además de ello, la norma internacional ciones, uniones, etc.), dirigida a promover sus
se encarga de enfatizar que este amplio de- intereses, como lo establece el artículo 10 del
recho debe poder ejercitarse al margen de Convenio 87. Con lo que la libertad sindical
cualquier tipo de autorización estatal, pues- ampara no sólo a la versión más

30
institucionalizada de los sujetos colectivos, de tres categorías que nos ayudarán también
sino que incluye dentro de su ámbito a aqué- a definir un determinado sistema de relacio-
llos que surgen con un carácter más esporá- nes laborales a partir de forma cómo se es-
dico e informal. tructura la representación de los trabajado-
res: unicidad, unidad y pluralidad sindical.
Dentro de ese universo casi inagotable
de organizaciones sindicales posibles, si se En el primer caso, se habla de unici-
pasa revista a la experiencia histórica, se dad sindical, cuando el Estado ha impuesto
puede concordar en que los ejes a partir de la constitución de una sola organización sin-
los cuales se construye esta variadísima dical en cada ámbito53 . En el segundo caso,
tipología institucional que da lugar a la es- la unidad sindical, está referida al derecho
tructura sindical giran alrededor de los ám- de los trabajadores de agruparse voluntaria-
bitos funcional y territorial que le asignan los mente en un solo sindicato dentro de un ám-
fundadores a cada organización. En el pri- bito determinado, a partir de lo cual se con-
mer caso, se toma como elemento delimitador centrará su fuerza y se garantizará la máxi-
la profesión, empresa o sector de actividad ma efectividad a su acción sindical (Alema-
en la cual se moverá la organización; y, en el nia Inglaterra, EE.UU, Uruguay, Argentina).
segundo, se habla de la circunscripción geo- En el tercer caso, la pluralidad sindical, vie-
gráfica en la que actuará tal sujeto colectivo. ne a expresarse en la posibilidad real de cons-
tituir más de una organización sindical en
A partir de estos dos ámbitos cada ámbito si ello es el deseo de los colecti-
delimitadores, se puede afirmar que los tra- vos de trabajadores que convivan en ese ám-
bajadores han preferido definir estructuras bito (Italia, Francia, España, y los demás paí-
sindicales a partir de tres criterios: la profe- ses latinoamericanos).
sión (ahora en profundo declive aunque en
los servicios públicos europeos viene En este terreno, la principal discusión
revitalizándose), la empresa (en países como ha girado históricamente en torno a la defen-
Estados Unidos, Japón, y la mayoría de Amé- sa del sindicato único como garantía de efec-
rica Latina) y la rama de actividad a nivel tividad de la acción sindical (fortalece al evi-
estatal (en Europa continental, Argentina, tar la atomización) o de la pluralidad sindi-
Brasil y Uruguay). Con lo que se puede afir- cal como expresión democrática de la liber-
mar que en la actualidad las estructuras sin- tad y el disenso. Tras considerarse que las
dicales predominantes en el mundo son las inconvenientes de una son las bondades de
de empresa y las de rama de actividad a ni- la otra (Nápoli, 1962, p. 72), conviene seña-
vel estatal. lar que resulta evidente que la unicidad sin-
dical se encuentra fuera del ordenamiento ju-
Al interior de estas estructuras, los rídico puesto que implica la desaparición de
distintos sistemas de relaciones laborales no la libertad de constitución54 , mientras que las
son homogéneos, puesto que hay países en otras dos encuentran cómoda cabida en el
los que los trabajadores de un determinado marco jurídico presentado. En aras del
ámbito (centro de trabajo, empresa, rama de reforzamiento de la actividad sindical resul-
actividad, profesión, etc.) han decidido cons- ta deseable la unidad sindical, pero, en todo
tituir una sóla organización que los represen- caso, no se puede dejar de lado que ese es un
te, en tanto que en otros países tal unidad ha tema que les compete resolver tan sólo a los
sido impuesta por el Estado o simplemente trabajadores, y, por tanto, han de tener a mano
no ha podido conseguirse y han surgido va- siempre la posibilidad de fundar otras orga-
rias organizaciones para la tutela de sus in- nizaciones concurrentes en el mismo ámbi-
tereses. Ello ha dado lugar al surgimiento to. Sintéticamente, se puede afirmar que la

31
unicidad sindical está proscrita, la unidad es de categoría, sección, establecimiento
deseable y la pluralidad ha de ser posible. o empresa);

Sobre el particular, la experiencia his- ii) de actividad, formados por trabajado-


tórica peruana es bastante elocuente, puesto res de profesiones, especialidades u ofi-
que hasta 1990 una de las señas de identidad cios diversos de dos o más empresas de
de nuestro régimen sindical era la unicidad la misma rama de actividad;
sindical existente a nivel de organizaciones
de base, en la medida en que se imponía el iii) de gremio, formados por trabajadores
sindicato único a nivel de empresa (o centro de diversas empresas que desempeñan
de trabajo) al exigir que para constituir la or- un mismo oficio, profesión o especiali-
ganización pertinente se afilie a más de la dad; y,
mitad de los trabajadores involucrados (obre-
ros, empleados o ambas categorías, según iv) de oficios varios, formados por traba-
fuera el caso). Lo que pasa es que en nues- jadores de diversas profesiones, oficios
tro ordenamiento jurídico el fundamento de o especialidades que trabajen en empre-
la unicidad sindical impuesta a nivel de base sas diversas o de distinta actividad,
no era el fortalecimiento de la acción sindi- cuando en determinado lugar, provin-
cal que se vería afectada por la división del cia o región el número de trabajadores
poder sindical en varias sedes, sino el obsta- no alcance el mínimo legal necesario
culizar al máximo la constitución de sindi- para constituir sindicatos de otro tipo.
catos, a partir de imponerles un requisito ex-
cesivo: agrupar a la mayoría absoluta de tra- Agregando, en lo que hace al ámbito
bajadores (obreros y empleados por separa- geográfico o territorial de las organizaciones
do o conjuntamente) de la empresa o centro de trabajadores, que los tres últimos tipos de
de trabajo. Desde entonces se ha deshecho el sindicatos pueden constituirse con alcance lo-
nudo de la unicidad, pero todavía subsisten cal, regional o nacional, en cuyo caso podrán
importantes cortapisas a la vigencia plena de constituir secciones sindicales dentro de los
este derecho, como se verá a continuación. centros de trabajo donde tengan representa-
ción, a los efectos de cumplir con sus fun-
b.2) Diseño legal de la estructura sindical: ciones en tales ámbitos (artículo 7 LRCT),
Tipos de sindicatos que se pueden cons- como veremos a continuación.
tituir y exigencias de número mínimo
de afiliados Desde el primer acercamiento a tal nor-
mativa salta a la vista que la determinación
La normativa actual (artículo 5 LRCT) taxativa de la estructura sindical que acome-
comienza por establecer una tipología cerra- te la LRCT atenta sin paliativos contra el de-
da de los sindicatos que se pueden constituir recho de constituir las organizaciones que se
en el Perú. Así tenemos que, en lo que hace estime conveniente; sin embargo, se debe re-
al ámbito funcional de estas organizaciones, saltar que resulta una norma menos restricti-
se imponen los siguientes: va en este terreno que las precedentes, ya que
marca la aparición por primera vez en nues-
i) de empresa, formados por trabajadores tra historia de los sindicatos
de diversas profesiones, oficios o espe- supraempresariales compuestos por trabaja-
cialidades, que presten servicios para un dores directamente afiliados (organizaciones
mismo empleador (el artículo 4 DS 011 sindicales simples) en una rama de actividad,
incluye en esta ámbito a los sindicatos un mismo oficio o diferentes ramas en un ám-

32
bito geográfico determinado; lo que resulta se hará a través de dos delegados, en el pri-
una importante reforma del ordenamiento mer caso, y un delegado, en el segundo.
sindical peruano. Hasta ahora, más allá del
ámbito empresarial sólo se podía constituir Como se ha llamado la atención
federaciones, que eran organizaciones sindi- (Sanguineti, 1994, pp. 267-268), el requisito
cales complejas, integradas por sindicatos de de acreditación de un determinado nivel de
empresa o centro de trabajo (de una misma afiliación, al margen de que éste sea elevado
localidad, región, oficio o rama de actividad). o reducido, posee no pocos inconvenientes
que lo hacen desaconsejable: a) alienta ma-
Sin embargo, hay que matizar la tras- niobras empresariales dirigidas a impedir su
cendencia de la apertura de la sindicación di- alcance o mantenimiento por parte del sindi-
recta a los ámbitos supraempresariales, a cato; b) su constatación genera un conjunto
partir de las normas referidas a la negocia- de exigencias que dificultan el libre ejerci-
ción colectiva, y, especialmente de las que cio de la actividad sindical, puesto que, por
regulan los niveles de negociación, puesto lo pronto, convierte en una necesidad hacer
que, como la negociación colectiva “es un pública la afiliación sindical del trabajador,
elemento esencial de la libertad sindical” colocándolo así como posible blanco de re-
(OIT, 1996, N° 782, p. 171), la viabilidad de presalias empresariales; y c) conduce a con-
la misma tendrá una influencia verdadera- ceder a la Autoridad de Trabajo facultades
mente gravitante en la voluntad de crear una en materia de control del número de afilia-
determinada organización sindical. En este dos, al amparo de las cuales pueden produ-
sentido, las grandes dificultades colocadas cirse claras injerencias en la autonomía de
por el legislador para la negociación colecti- los sindicatos (señaladamente, la facultad de
va supraempresarial55 condicionarán induda- cancelar el registro sindical que establece el
blemente la decisión de los trabajadores de artículo 20 LRCT, que analizaremos más ade-
constituir organizaciones sindicales a ese ni- lante).
vel, restringiendo las ya escasas posibilida-
des organizativas que ofrece la LRCT y per- Ya en el terreno del volumen de afilia-
petuando una estructura sindical totalmente ción exigido para fundar un sindicato, la OIT
atomizada a nivel de empresa o centro de tra- ha cuestionado reiteradamente el número mí-
bajo. nimo de 100 componentes como excesivo56 ,
pero hasta el de 20 que a priori no parece
También tienen impacto directo en el excesivo (y así lo ha señalado el Comité de
ámbito fundacional los requerimientos de nú- Libertad Sindical), resulta desmesurado en
mero mínimo de adherentes que se exigen la actual realidad peruana, puesto que, a la
para constituir una organización sindical, se- vista de datos estadísticos recientes, propor-
gún los cuales se debe afiliar al menos a 20 cionados por la Encuesta de Hogares del
trabajadores si se trata de constituir un sin- Ministerio de Trabajo para Lima Metropoli-
dicato de empresa, en el sector privado, o de tana, nos encontramos con que para 1996 el
repartición, en la administración pública. En 14.4% de la PEA ocupada trabajaba en em-
este último ámbito se exige, además, que presas con 20 o más trabajadores57 . Ello lle-
agrupe a no menos del 20% del personal con va a que la población sindicalizable sea aún
derecho a sindicarse. Si se trata de un sindi- menor, puesto que a esta cifra habría que res-
cato de otro tipo el número mínimo se eleva tarle los trabajadores en período de prueba y
a 100 trabajadores (artículo 14 LRCT). Asi- los cargos directivos que laboran en empre-
mismo se dispone que en aquellos núcleos sas con 20 o más trabajadores.
laborales que sólo cuentan con entre 5 y 19
trabajadores o funcionarios, la representación

33
A partir de ello, no se puede sino coin- bien conforma una parte muy importante de
cidir con las apreciaciones formuladas en el la libertad de constitución, debido a su im-
minucioso e interesante trabajo de Canessa portancia y a lo detallado de su regulación
(1999, P. 15), cuando, comparando el 31.7% hemos de tratar por separado en el capítulo 6
de 1990 con el 14.7% de 1996, sostiene que de este libro.
“se trata de una caída abismal de la pobla-
ción sindicalizable”, que lleva a que actual- b.3) Las secciones sindicales
mente “de cada diez trabajadores que labo-
ran en Lima Metropolitana sólo uno puede La aparición de las organizaciones sin-
sindicalizarse”. Todo ello, además, en un dicales simples a nivel supraempresarial, va
contexto que reduce aún más tan escasa ci- a originar la necesidad de encontrar meca-
fra, puesto que está demostrado que las tres nismos más o menos institucionalizados de
cuartas partes de los trabajadores sindicados actuación de estos sindicatos a nivel empre-
en el Perú laboran en empresas con más de sarial, dando lugar así al surgimiento de las
500 trabajadores, e, inversamente, el 79% de secciones sindicales, que se pueden definir
los trabajadores que laboran en empresas que como las “unidades organizativas de base”
carecen de sindicatos lo hacen en unidades (Ojeda, 1994, p. 376), de los sindicatos
de menos de 49 trabajadores (Gamero supraempresariales, constituidas “para el
Requena, 1991, p. 1). cumplimiento de sus fines (del sindicato) al
interior de la empresa” (artículo 7 LRCT).
Además de ello, en el caso de los fun-
cionarios públicos hay que recusar también Se trata de “meras proyecciones
el hecho de que, además del número mínimo organizativas del sindicato” (Sanguineti,
de afiliados se exija que el sindicato a su vez 1994, p. 266), de los brazos prolongados del
represente al menos al 20% de la totalidad sindicato dentro de la empresa, por lo que
de servidores con derecho a sindicarse en la hay que comenzar diferenciándolas clara-
respectiva repartición, puesto que esta «plu- mente del sindicato de empresa, que en nues-
ralidad restringida» implica una contradic- tro medio es una persona jurídica cuyos ám-
ción en sí misma si la sometemos al prisma bitos de actuación se circunscriben a la em-
de amplísima libertad que implica el dere- presa en que se constituyó. Y hay que acen-
cho que aquí estamos estudiando. tuar esta diferenciación puesto que estamos
en un país en el que la sindicación de empre-
Finalmente, y a partir de la introduc- sa es el rasgo definitorio de su estructura sin-
ción en el régimen sindical peruano de un dical, por lo que hay que evitar que esta pre-
cierto grado de pluralidad sindical, aparece sencia abrumadora de la organización sindi-
el tema de la mayor representatividad, que cal de empresa lleve a asimilar a ellas a las
se plantea como salida transaccional entre el secciones sindicales. Estas últimas son tan
respeto a la pluralidad sindical y la necesi- sólo órganos del sindicato supraempresarial,
dad de efectividad de la actividad sindical. por tanto carecen de personalidad jurídica
La importancia de este tema, así como la ne- propia, y se encuentran sometidas a lo que
cesidad de no romper la ilación nos llevan a disponga el sindicato al cual están adscritas.
darle un tratamiento explícito y separado, de
allí que remitimos tal presentación al capítu- En lo que respecta al régimen jurídico
lo 5 de esta obra. Lo mismo sucede con la de las secciones sindicales, se establece en
proscripción de las autorizaciones estatales el artículo 9 DS 011 que el ámbito en que
previas para la actuación de las organizacio- podrán constituirse es el centro de trabajo y
nes de trabajadores (mecanismos de otorga- que la función de estas instancias orgánicas
miento de la personalidad jurídica), que si será la representación del sindicato al inte-

34
rior de la empresa. Disponiéndose en la mis- que le toca desempeñar al estatuto sindical
ma norma que la relación entre las secciones en este terreno, quedará en manos de este ins-
sindicales y el sindicato será la establecida trumento normativo la definición del o los
en el estatuto de este último y que, salvo de- ámbitos en que actuarán sus secciones sindi-
legación expresa, aquéllas no podrán asumir cales dentro de la empresa.
los fines y funciones previstos para los sin-
dicatos en el artículo 8 LRCT. En lo que hace a las funciones de las
secciones sindicales, la norma indicada, que
Sobre el particular, considerando ade- dispone que el estatuto del sindicato deberá
cuada en general la regulación hasta aquí pre- establecer aquéllas que les competen, resul-
sentada, sobre todo por el papel central que ta a todas luces apropiada, porque marca una
ocupa el estatuto sindical a la hora de definir de las escasas relaciones de respeto del Es-
las funciones de las secciones sindicales, tado respecto de la autonomía sindical que
hemos de llamar la atención sobre los distin- por ello mismo merece resaltar. Ello impor-
tos ámbitos para la estructuración de las sec- ta una valoración del estatuto sindical, en cu-
ciones sindicales previstos por la LRCT y su yas manos se ha dejado una materia muy tras-
reglamento: la primera norma habla de “la cendente, puesto que llevará a determinar si
empresa” como ámbito para estas instancias una sección sindical puede o no negociar co-
orgánicas, en tanto que la segunda se refiere lectivamente o presentar reclamaciones ante
a “centro de trabajo”. Indudablemente que el empresario.
cuando la empresa tiene un sólo centro de
trabajo los dos ámbitos se asimilan, lo que Finalmente, la regulación legal de las
no ocurre cuando la actividad empresarial se secciones sindicales se completa con las nor-
desarrolla en más de un centro de trabajo. mas que reducen (razonablemente) a una la
sección sindical que puede constituirse por
Nosotros creemos que hay que aceptar cada organización en cada centro de trabajo
como válida la precisión que hace el regla- (artículo 10 DS 011) y con las que estable-
mento, en razón de argumentos literales y cen que la representación de la sección sin-
teleológicos. En el primer caso, la dicción dical estará a cargo de dos delegados elegi-
de la LRCT es lo suficientemente amplia dos en asamblea general (artículo 9 DS 011),
como para permitir que la precisión operada con lo que estos representantes se convier-
por el reglamento no desnaturalice a la ley ni ten en los «portavoces» o «interlocutores» de
sea excesiva, puesto que el artículo 7 LRCT las secciones sindicales respecto de los de-
señala que los sindicatos supraempresariales más actores del sistema de relaciones labo-
“para el cumplimiento de sus fines al inte- rales. Su papel al interior de la organización
rior de la empresa, podrán constituir una sindical es además complejo, puesto que tie-
sección sindical”. Y en el segundo caso, por- nen una “doble posición” (Daubler, 1994, p.
que la finalidad de tal estructuración orgáni- 432) al ser, de un lado, los enlaces entre la
ca es permitir que tales sindicatos puedan organización y los afiliados y, de otro, los re-
actuar en las distintas unidades empresaria- presentantes de la base ante la organización.
les. Sin lugar a dudas, lo que disponga el estatu-
to sindical sobre el particular será fundamen-
Además de ello, consideramos que es tal para saber a que lado se inclinará la ba-
posible que se constituyan secciones sindi- lanza cuando se presenten este tipo de con-
cales de ámbito empresarial tanto en empre- flictos.
sas que cuenten con un sólo centro de traba-
jo como en las que tengan una pluralidad de En lo que hace a la regulación legal de
ellos. En todo caso, y en función del papel los delegados sindicales, hay que decir que

35
la norma antes citada no es clara respecto de sujetos de este derecho son los trabajadores,
si los delegados sindicales serán representan- sin ninguna distinción o discriminación en
tes elegidos o nombrados por el sindicato o razón de su raza, nacionalidad, opinión, sec-
por los afiliados a ellos dentro de la empre- tor, etc. Las categorías excluidas son las mis-
sa58 , como sí lo precisa, por ejemplo, la Ley mas y la afiliación debe verificarse al sindi-
Orgánica de Libertad Sindical española que cato de su elección, sin que se pueda obli-
establece que los delegados serán elegidos garlos, por ningún modo, a formar parte de
“por y entre los afiliados en la empresa o en determinada organización sindical. Y los
el centro de trabajo” (artículo 10.1)59 . Del requisitos que nuestro ordenamiento jurídi-
mismo modo, tampoco resulta clara la nor- co establece para ser miembro de un sindi-
ma respecto de si la asamblea que elija a los cato (artículo 12 LRCT y artículos 1 y 7 DS
delegados sindicales será la del sindicato o 003), son idénticos, por lo que a tales re-
la de la sección sindical. flexiones nos remitimos para evitar reitera-
ciones.
Nosotros, en función de la lógica de in-
tensa vinculación entre representación sin- Por otra parte, la aceptación de los es-
dical y substrato personal que impregna a tatutos sindicales como límite de la libertad
toda la LRCT, nos inclinamos por entender de afiliación implica necesariamente que a
que en ambos casos ha de tratarse de los afi- su vez los estatutos no contemplen cláusulas
liados dentro del ámbito de la sección sindi- de exclusión directas o indirectas que resul-
cal, es decir, que tanto la asamblea que elija ten abusivas o discriminatorias (Sala Franco
a los delegados, como éstos mismos han de y Albiol Montesinos, 1994, p. 64). Es cierto
ser afiliados al sindicato que laboren en el que el carácter principalmente colectivo de
centro de trabajo o empresa de que se trate. la libertad sindical y la voluntariedad plena
Esto nos acerca al sistema español, inglés o de la afiliación apuntalan la obligación de
alemán de representación sindical en la em- respetar las normas primordiales y
presa y nos aleja del sistema de cooptación configuradoras del sindicato; sin embargo,
por el sindicato de pertenencia o de asunción ello no entraña una sumisión absoluta del
de tales tareas por un funcionario del sindi- ámbito individual que aquí estudiamos, pues-
cato, como sucede en Suecia o Finlandia. to que sino lo vaciaríamos de contenido. Por
lo tanto, el estatuto habrá de recoger un régi-
B) Derecho de libre afiliación men de acceso y salida del sindicato (expul-
sión), que respete a su vez la prohibición de
Consiste en el derecho de los trabaja- distinciones o discriminaciones que informa
dores, sin ninguna distinción, de «afiliarse a a este derecho. Sobre el particular, enton-
las organizaciones que estimen conveniente, ces, cabrán tan sólo los requisitos de acceso
con la sóla condición de respetar sus estatu- que no sean razonables, como aquellos que
tos» (artículo 2 del Convenio 87). La LRCT impiden la doble afiliación o exigen la per-
nos dice que «la afiliación es libre y volunta- tenencia a la rama o actividad en la que se ha
ria. No puede condicionarse el empleo de un estructurado el sindicato, y dejan fuera re-
trabajador a la afiliación, no afiliación, o quisitos como el de la nacionalidad, que si
desafiliación, obligársele a formar parte de implican una discriminación al significar un
un sindicato o imperdírsele hacerlo» (artícu- trato diferenciado sin una causa legítima que
lo 3). lo justifique.

Del mismo modo y con los mismos al- En todo caso, la existencia del derecho
cances que en el caso anterior (derecho de de libre afiliación permitirá siempre que
libre constitución) debemos afirmar que los quien lo considere violado pueda recurrir al

36
poder judicial para solicitar la tutela perti- origen en la actitud sindical del trabajador.
nente. Dentro de este contexto, nos resulta rechi-
nante la disposición del reglamento de la
Sobre el particular, la única regla con- LRCT que obliga a poner en conocimiento
tenida en la LRCT está referida a la expul- del empleador la relación de afiliados del sin-
sión de un afiliado, respecto a lo cual el artí- dicato (artículo 26 DS 011); sin embargo,
culo 26 de la norma aludida establece que la como el tratamiento específico de la tutela
decisión tiene que ser adoptada por la mayo- de la libertad sindical será hecho en el capí-
ría absoluta de los miembros hábiles de la tulo siete de esta obra dejamos para tal lugar
organización sindical, debiendo, además, las reflexiones que suscite tal norma.
“ser comunicada al empleador dentro de los
cinco (05) días hábiles de efectuada”. Esta C) Derecho al desarrollo de actividad sin-
disposición implica una injerencia estatal en dical y las facilidades necesarias para
una materia propia de los estatutos sindica- su materialización
les, que, sin embargo, podría aceptarse como
garantía de los afiliados frente al sindicato, Sobre el particular, hemos de comenzar
salvo en lo que hace a la última parte de la nuestra exposición haciendo la salvedad de
norma, que obliga a poner en conocimiento que aquí sólo se considerará la actividad sin-
del empleador una cuestión sindical de ca- dical llevada a cabo por los trabajadores in-
rácter interno, que ni siquiera puede justifi- dividualmente considerados, dejando el de-
carse en función de la necesidad de terminar sarrollo de actividad de los sujetos colecti-
con el descuento de la cuota sindical por pla- vos para el punto 4.2.3.A en que se analiza
nilla (de darse tal situación), puesto que so- la libertad de gestión externa. En este con-
bre el particular ya se pronuncia expresamen- texto, debemos recordar que como viéramos
te el artículo 29 LRCT. al analizar el concepto de libertad sindical
(supra 4), este derecho ya no puede ser con-
Este derecho trae, además, un explícito siderado como originariamente tan sólo en
mandato de protección contra todo acto de su aspecto organizativo o estático, puesto
discriminación del empresario que busque que, si bien continua siendo imprescindible
menoscabar su libertad sindical, su acceso al para la libertad sindical contar con una in-
trabajo o sus condiciones de trabajo. Así, el fraestructura de sujetos colectivos auténticos,
artículo 1 del Convenio 98 dispone que di- permanentes y complejos, se ha llegado a la
cha protección debe ejercerse convicción general de que el elemento que
específicamente contra todo acto que sujete define a este derecho, es el conjunto de acti-
el acceso o el mantenimiento del empleo a la vidades que permiten la eficaz autotutela de
condición de que no se afilie o deje de perte- los intereses del trabajo.
necer a un sindicato, o que signifique el des-
pido o cualquier otro perjuicio a causa de su Estamos pues ante un derecho multi-
afiliación sindical o de su participación en forme y polivalente que incluye todas aque-
actividades sindicales, fuera de las horas de llas acciones de los trabajadores
trabajo o, con el consentimiento del funcionalmente vinculadas a la defensa y pro-
empleador, durante las horas de trabajo. Con moción de los intereses económicos y socia-
ello se trata de evitar que tanto el acceso al les que les son propios, en un contexto de
trabajo como la vigencia de la relación labo- respeto a las normas básicas del ordenamien-
ral formal (en cuanto vínculo) y material (en to jurídico y a los derechos de los terceros.
cuanto contenido: condiciones de trabajo y Se trata, según Grandi (1976. P. 23) “de una
posibilidades) no se vea afectada negativa- noción susceptible de asumir significados y
mente por actos del empleador que tienen su contenidos diversos”, entre los que están des-

37
de actividades previas a la existencia de las que por su universalidad vale la pena rese-
organizaciones sindicales (proselitismo diri- ñar: a) licencias y permisos sindicales sin
gido a constituirla) hasta las ordinarias que pérdida del salario para funciones represen-
desarrollan los trabajadores afiliados a un sin- tativas y formativas; b) libertad de movimien-
dicato (reunión, distribución y recepción de to; c) comunicación inmediata y directa con
información sindical, cobro de cuotas sindi- los representantes de la empresa; d) recau-
cales, etc.). dación de cuotas sindicales; e) libertad de co-
municación verbal y escrita con sus repre-
Ello hace que este derecho sea difícil- sentados; f) facilidades materiales; g) acce-
mente concretable en un catálogo cerrado de so a la información necesaria para el desa-
expresiones, ya que, como señala Sanguineti rrollo de la actividad sindical; y, h) ingreso a
(1995, p. 199), “asume las diversas formas la empresa de los dirigentes sindicales que
que su ejercicio va adoptando a lo largo de no trabajan en ella pero cuya organización si
la dinámica reinvindicativa”, de manera tal cuente con afiliados. Debiendo compartir
que resulta lícito admitir que queda plenamente la opinión de Ermida (1987b, p.
enmarcada dentro de este derecho “cualquier 48) cuando sostiene que sin estas facilidades
actividad lícita desarrollada por un trabaja- la libertad sindical podría considerarse como
dor sindicalmente activo, en defensa de sus “letra muerta”, de allí que tengan la natura-
intereses”, volviendo no recomendable cual- leza de actos antisindicales los dirigidos a
quier encorsetamiento apriorístico. privar injustificadamente de aquellas facili-
dades, prerrogativas o garantías complemen-
Ahora bien, para que este derecho pue- tarias de la actividad sindical previstas en la
da desenvolverse efectivamente, además de Recomendación 143 de la OIT.
un reconocimiento amplio, se hacen impres-
cindibles un conjunto de facilidades, vincu- En nuestro país hasta la aprobación de
ladas a la actuación de los activistas y diri- la LRCT, existió un importante conjunto de
gentes sindicales, que englobarán en sí mis- facilidades, entre las que se puede nombrar
mas no sólo la libertad sindical individual a la licencia permanente y remunerada para
sino también parte de la colectiva, puesto que los dirigentes 60 , el pago de los gastos de
las organizaciones sindicales tienen que ac- transporte y estadía de los dirigentes cuando
tuar necesariamente a través de estos suje- debían trasladarse a Lima para intervenir en
tos. En tal sentido, puede resultar útil recu- los trámites de la negociación colectiva61 , la
rrir a los estándares universales sobre el par- licencia remunerada para los delegados de los
ticular, que para su aprobación han tenido en trabajadores que integren comisiones oficia-
cuenta las más diversas realidades, por lo que les62 , el cobro por planilla de la cuota sindi-
vale la pena hacer referencia a lo que la OIT cal fijada en 1% de la remuneración63 , el des-
tiene previsto en este terreno. cuento de por lo menos 50% de la tarifa de
los diarios (de circulación nacional, regional
Así tenemos que, respecto a las prerro- o local) de propiedad total o parcial del Es-
gativas y facilidades necesarias para el ejer- tado para la publicación de avisos o comuni-
cicio de la actividad sindical, la OIT aprobó cados sindicales64 y el descuento de 50% de
el Convenio 135 y la Recomendación 143, la tarifa de servicios de transporte y hotelería
en los que se establece que los representan- del Estado65 . Además de ello, los convenios
tes de los trabajadores deberán gozar de fa- colectivos habían ampliado de manera sig-
cilidades adecuadas para el desempeño rápi- nificativa las facilidades legales.
do y eficaz de sus funciones, presentando lue-
go un catálogo de éstas en los artículos 10 a La entrada en vigencia de la LRCT sig-
17 de la Recomendación antes mencionada, nificó la desaparición de estas facilidades,

38
puesto que su quinta disposición transitoria to de estas facilidades por vía de laudo arbi-
y final derogó a todas estas disposiciones le- tral o acto administrativo, instrumentos
gales dejando su establecimiento en manos sucedáneos del convenio colectivo. Piénsese
casi exclusivamente de la negociación colec- sino en el hecho de que si los trabajadores
tiva. Así, se dispone en el artículo 32 LRCT no pueden conseguir introducir estas facili-
y en los artículos 15 a 20 DS 011 que la con- dades en el convenio no gozarían siquiera de
vención colectiva contendrá las estipulacio- derechos tan elementales como el de reunión
nes tendentes a facilitar las actividades sin- o de comunicación, imprescindibles en cual-
dicales, en lo relativo a reuniones, comuni- quier parte del mundo para la existencia efec-
caciones, permisos y licencias, sin que pue- tiva de la libertad sindical, y más aún en nues-
dan establecerse en ningún caso estas dos úl- tro país en el cual manifestaciones tan im-
timas facilidades por acto administrativo o portantes de la libertad sindical como la huel-
por laudo arbitral. A falta de convención co- ga tienen que ser decididas necesariamente
lectiva, el empleador sólo está obligado a por asamblea general de trabajadores, con lo
conceder permiso para la asistencia a actos que el aparente carácter inocuo de tal regu-
de concurrencia obligatoria a los secretarios lación resulta en cuestión.
general, adjunto, de defensa y de organiza-
ción del sindicato, limitándose a los secreta- Cuantitativamente, el elenco legal de fa-
rios general y de defensa cuando la organi- cilidades existente en nuestro ordenamiento
zación sindical tenga entre 20 y 50 afiliados. jurídico es sumamente escaso respecto inclu-
so del mínimo internacional antes reseñado,
Asimismo, se prevé que el tiempo que puesto que se habla tan sólo de 4 de ellas,
dentro de la jornada ordinaria de trabajo abar- que, además, luego de la norma reglamenta-
quen los permisos otorgados a los dirigentes ria se convierten en 3, puesto que el artículo
sindicales para el cumplimiento de sus fun- 15 DS 011 establece que “los conceptos li-
ciones sindicales, se entenderá trabajado para cencias y permisos son sinónimos”, exce-
todos los efectos legales y contractuales hasta diéndose en su cometido y mostrando nue-
el límite de 30 días por año calendario, por vamente la vertiente restrictiva del legisla-
dirigente66 , considerándose el exceso como dor como única explicación posible para una
licencia sin goce de haber y demás benefi- equiparación indefendible, ya que como se-
cios. El límite de 30 días puede ser amplia- ñala Sanguineti (1994, p. 289) los permisos
do por convención colectiva, y dentro de él vienen referidos a excepcionales
no se computará el tiempo en que los diri- exoneraciones del deber de trabajar, que se
gentes sindicales asistan a las reuniones que otorga para la atención de un asunto concre-
se produzcan durante el trámite de la nego- to y sin perder la remuneración y otros bene-
ciación colectiva. ficios, en tanto que la licencia se concede con
carácter inespecífico, para la atención de la
Estamos ante una regulación insuficien- función sindical, y con o sin goce de haber,
te, restrictiva y confusa que ha reducido el según lo pactado.
papel estatal en uno de los pocos terrenos en
donde esta intervención resulta no sólo im- En lo que hace a los permisos y licen-
portante sino necesaria, montando una ope- cias, además del cuestionamiento adelanta-
ración de “transferencia” de estos temas a la do respecto de su asimilación conceptual, la
autonomía colectiva, a sabiendas de que la redacción resulta confusa, puesto que, habi-
debilidad sindical conducirá a su inexisten- da cuenta que el Reglamento recogió expre-
cia o a su mínima expresión67 , lo que se hará samente la posibilidad de un tratamiento
todavía más patente con la eliminación in- mejorativo en sede convencional, parecería
justificada de la posibilidad de establecimien- que el límite de 30 con todos los derechos

39
está referido exclusivamente a los supuestos ca que presenta, y los fines didácticos que
de ausencia de regulación colectiva y para mueven a esta obra, optamos por considerarla
permisos derivados de la asistencia a actos autónomamente.
de cumplimiento obligatorio. Y ello no tie-
ne un sentido plenamente respaldable, por- La LRCT dispone en esta materia que
que si la asistencia a tales actos tiene natura- «la afiliación es libre y voluntaria. No puede
leza obligatoria no se entiende como se pue- condicionarse el empleo de un trabajador a
de establecer un límite temporal y, en conse- la afiliación, no afiliación o desafiliación,
cuencia, como se puede penar privando de obligársele a formar parte de un sindicato, ni
salario y otros beneficios al trabajador que impedírsele hacerlo» (artículo 3). Asimis-
supere los 30 días previstos por el legislador mo, agrega la citada ley que «todo miembro
por hallarse dentro del supuesto de hecho de de un sindicato puede renunciar en cualquier
esta norma. momento, sin perjuicio de la obligación de
pagar las cuotas vencidas o rendir cuentas si
4.1.2 La libertad sindical negativa manejó fondos sindicales. La renuncia surte
sus efectos, sin necesidad de aceptación, des-
Consiste en el derecho de los trabaja- de el momento en que es presentada. La re-
dores a no incorporarse a una organización nuncia debe ser comunicada al empleador
sindical o a no permanecer en aquélla de la dentro de los cinco días hábiles de formula-
que formen parte, bastando para ello su vo- da» (art, 25)69 . Concordante con ello, el Có-
luntad en cualquiera de los dos sentidos y sin digo Penal establece en su artículo 168.1 que
que su decisión les pueda acarrear represalia “será reprimido con pena privativa de liber-
alguna. tad no mayor de dos años el que obliga a
otro, mediante violencia o amenaza, a reali-
Este derecho no se encuentra consagra- zar cualquiera de los actos siguientes: 1) in-
do expresamente en nuestra Constitución68 , tegrar o no un sindicato”70 .
ni lo encontramos establecido en los Conve-
nios de la OIT. En el segundo caso, la omi- Con ello, se proscribe claramente en
sión no es casual sino que se deriva de la nuestro ordenamiento jurídico cualquier me-
oposición de algunos países (EE.UU y Gran canismo dirigido a obligar o imponer la sin-
Bretaña) en los cuales es frecuente el recur- dicación de manera directa (establecimiento
so a las cláusulas de seguridad sindical, que de la sindicación obligatoria o automática por
están reñidas con este derecho, como vere- el Estado) o indirectamente (principalmente
mos más adelante. Desde el comienzo se a través de las cláusulas sindicales). Si bien,
evidencia, pues, que no se trata de un dere- respecto de los primeros no existe duda al-
cho que suscite solamente adhesiones sino guna de su carácter vulnerador de la libertad
que tiene muchos detractores, para algunos sindical negativa (por ser injerencias estata-
de los cuales no debe ser considerada como les heterónomas), en relación con las segun-
parte de la libertad sindical, para otros, debe das, que son generalmente estipulaciones de
tener una consideración jurídica de inferior los convenios colectivos dirigidas al
valor que las expresiones positivas de este favorecimiento de la sindicación, no hay una
derecho, y finalmente, hay quienes no la respuesta ni única ni unívoca, puesto que bajo
consideran como una facultad independien- esta denominación se agrupa a un universo
te sino que la encuentran contenida en las muy variado de acuerdos colectivos, con muy
formulaciones positivas del derecho. Noso- distinta incidencia sobre la libertad sindical
tros, ante la significativa cantidad de negativa, de un lado, y porque existen
ordenamientos jurídicos que la consagran ex- ordenamientos jurídicos y autores que les
presamente, la especial problemática jurídi- otorgan validez plena hasta en sus expresio-

40
nes más radicales (Inglaterra, EE.UU, Aus- ración» o «de mantenimiento de afilia-
tralia, Nueva Zelanda, Canadá, Bélgica, ción», que obliga al empresario a des-
México y Venezuela, principalmente). En pedir a los trabajadores que hayan de-
cuanto a su gran diversidad, podemos decir jado de pertenecer al sindicato firman-
que existen distintas cláusulas sindicales que te del convenio colectivo.
condicionan el acceso o el mantenimiento del
empleo a la afiliación a determinada organi- v) La cláusula «hiring hall» o «de bolsa
zación sindical (denominadas de seguridad de trabajo sindical» o «de agencia de
o consolidación sindical); las hay que esta- trabajo sindical», que por la cual el
blecen sólo ventajas o privilegios para los tra- empleador se compromete a contratar
bajadores sindicados (cláusulas de preferen- trabajadores sólo (o en determinado por-
cias); y, por último, otras que simplemente centaje) a través de esta agencia de co-
procuran facilidades para el ejercicio de la locación del sindicato o creada por
actividad sindical (cláusulas de fomento sin- acuerdo entre éste y el empleador).
dical).
vi) La cláusula «porcentage shop» o «de
Es obvio que tanto las cláusulas de se- sindicación mínima», que obliga a te-
guridad como las de preferencias pueden ser ner en la empresa un porcentaje míni-
vistas como mecanismos inválidos de induc- mo de trabajadores afiliados al sindica-
ción a la afiliación sindical, si es que el or- to firmante.
denamiento jurídico concreto consagra ex-
presamente la libertad sindical negativa, en vii) La cláusula «preferencial shop», «de
tanto que las terceras no entrañan limitación cláusulas preferenciales» o «de venta-
alguna a este derecho. Entre las principales jas reservadas», por las cuales se otor-
cláusulas sindicales tenemos: ga a los trabajadores afiliados ciertas
preferencias, beneficios o ventajas en
i) La cláusula «closed shop» o «de taller materia de empleo, remuneraciones, as-
cerrado», por la que se prohíbe al em- censos, etc.
presario contratar trabajadores no per-
tenecientes al sindicato que suscribie- viii) La cláusula «de pago canon de negocia-
ron tal cláusula. ción», por la cual se obliga a que los
trabajadores no afiliados al sindicato fir-
ii) La cláusula «unión shop» o «de taller mante del convenio paguen una deter-
sindicado», según la cual el empresario minada cuota si es que benefician del
puede contratar libremente a sus traba- mismo.
jadores pero éstos ingresan a condición
de afiliarse en un determinado el plazo, ix) La cláusula «check off» o «de retención
cumplido el cual, de no hacerlo serán de cuotas sindicales», de acuerdo a la
despedidos. cual el empresario se obliga a descon-
tar la cuota sindical del salario de los
iii) La «preferential hiring» o «de empleo trabajadores afiliados y entregarla al
preferente», por la cual el empresario sindicato.
debe admitir prioritariamente a los tra-
bajadores afiliados al sindicato Para completar esta visión panorámica
pactante. general de las cláusulas sindicales conside-
ramos necesario reseñar la posición del Co-
iv) La cláusula «maintenance of mité de Libertad Sindical sobre las cláusulas
membership», «de exclusión por sepa- de seguridad sindical y los riesgos que pue-

41
de entrañar su adopción. En el primer caso, sonal que precisaban, en las obras con más
la postura de este organismo puede resumirse de 20 trabajadores73 . La Cámara Peruana de
en cuatro puntos: a) los CITs 87 y 98 no au- la Construcción entendió que por su inter-
torizan ni prohiben las cláusulas de seguri- medio se estaba violando la libertad sindical
dad sindical; b) la legislación nacional que negativa al privilegiar a los trabajadores afi-
garantice la libertad sindical negativa no liados en el acceso al empleo, y defendió tal
atenta contra los CITs 87 y 98; c) sí se vulne- tesis ante el Tribunal de Garantías Constitu-
ra la libertad sindical si la legislación inter- cionales, en la acción de inconstitucionalidad
na impone alguna cláusula de seguridad sin- que presentó el Fiscal de la Nación contra la
dical (puesto que la validez de las mismas se ley antes mencionada.
basa en que son producto de la autonomía
colectiva); y d) si las cláusulas de seguridad Finalmente, esta acción fue declarada
sindical se imponen por convenio colectivo infundada por el Tribunal de Garantías Cons-
no hay, salvo en casos límite, violación de la titucionales, en la sentencia del expediente
libertad sindical (OIT, 1996, N° 321-330, pp. N° 003-90-X/TGC, al considerar que se tra-
74-76). taba de una bolsa tan sólo administrada
sindicalmente, en la que puede registrarse
En el segundo caso, hay que tener pre- cualquier trabajador del sector al margen de
sente que la adopción de las cláusulas de se- su afiliación o militancia sindical74 , sin que,
guridad sindical no solo postergan la vigen- por tanto, se afecte la esfera negativa del de-
cia de la libertad sindical negativa, sino que recho aquí analizado.
pueden importar distintos riesgos adiciona-
les, que van desde la configuración práctica 4.2 La libertad sindical colectiva
un monopolio sindical hasta la utilización de
tal circunstancia para favorecer a determina- La libertad sindical colectiva o autono-
dos sindicatos afines al gobierno o a los mía colectiva, consiste en el derecho de los
empleadores, atentando, de esa manera con- sindicatos de autorganizarse y actuar libre-
tra el principio de autenticidad sobre el que mente en defensa de los intereses de los tra-
se basa la libertad sindical. bajadores. Este derecho, por lo tanto, no tie-
ne como titular al trabajador individualmen-
Concluimos trayendo a colación que las te considerado sino al sindicato, a la organi-
cláusulas de seguridad sindical suelen impo- zación que desarrolla una actividad sindical,
nerse en países donde predomina un sindica- por lo que el interés protegido tiene carácter
lismo de conciliación o reformista, en la me- colectivo, el del conjunto de trabajadores de
dida en que no encuadran ideológicamente que se trate, que se mantiene aunque las
en un sindicalismo de clase que pretende tu- individualidades de ese conjunto puedan va-
telar los intereses de la clase trabajadora en riar.
su conjunto y no, tan sólo, los del colectivo
de afiliados (Sala Franco y Albiol Es el elemento primordial de la liber-
Montesinos, 1994, p. 67). tad sindical y el complemento indisoluble de
las manifestaciones individuales de este de-
Una reciente experiencia peruana vin- recho, puesto que de nada servirá garantizar
culada a la libertad sindical negativa fue la el derecho de los trabajadores a constituir,
creación por la Ley Nº 2520271 de una bolsa afiliarse, no afiliarse o desafiliarse a una or-
de trabajo en el sector de construcción civil72 , ganización sindical, si es que ésta no va a
a través de la cual los sindicatos administra- gozar de la autonomía suficiente para regu-
ban registros de trabajadores de los cuales lar su conformación interna, su funciona-
los empresarios debían tomar el 25% del per- miento y su actuación. Por esta razón, la li-

42
bertad sindical colectiva conlleva la prohi- estatutario las principales normas
bición al Estado y a cualquier tercero, espe- configuradoras.
cialmente a los empleadores y sus organiza-
ciones, de controlar o intervenir en la vida Sin embargo, debemos reconocer tam-
de las organizaciones sindicales. bién que la conformación de este sujeto co-
lectivo tampoco resulta totalmente ajena al
Esta autonomía, tanto a nivel orgánico interés estatal de respeto a las normas fun-
como de funcionamiento y actuación, es la damentales del ordenamiento jurídico y pro-
condición más importante para la existencia tección de terceros, por lo que hay que bus-
de la libertad sindical colectiva, y está cons- car un punto intermedio que cautele en su
tituida por las libertades de reglamentación, mayor amplitud el derecho y permita una mí-
representación, gestión, disolución o suspen- nima intervención estatal dirigida a cautelar
sión y federación. Como se ve, estamos ha- tales intereses. De allí que se haya admitido
ciendo referencia a las manifestaciones que como válidas las exigencias estatales referi-
este derecho tiene respecto del Estado, en la das al requisito genérico de democraticidad
medida de la importancia que poseen y en de los estatutos o la exigencia específica de
cuanto a que las facultades que se predican la presencia de ciertas cláusulas (condicio-
respecto de los empresarios y otros terceros nes de adhesión y de separación de los miem-
implican sobre todo mecanismos de defensa bros, gestión y control de los fondos sindi-
de la libertad sindical colectiva, que, según cales, etc.), aunque sin regular el contenido
el plan de esta obra, serán tratados posterior- concreto de estas estipulaciones (Sala Fran-
mente. co y Albiol Montesinos, 1994, p. 68).

4.2.1 Libertad de reglamentación Así lo ha previsto también el Comité de


Libertad Sindical cuando ha aceptado como
En este plano, también denominado au- acordes con el Convenio 87 las disposicio-
tonomía sindical normativa, implica el dere- nes legales que exigen formalmente que los
cho de las organizaciones sindicales a «re- estatutos regulen determinados temas, sin
dactar sus estatutos y reglamentos adminis- entrar a precisar el contenido de tales dispo-
trativos», por lo que, correlativamente, «las siciones, y cuando ha cuestionado como
autoridades públicas deberán abstenerse de violatorio de tal convenio a aquellas normas
toda intervención que tienda a limitar este legales que imponen que los sindicatos de-
derecho o a entorpecer su ejercicio legal» (ar- ban copiar sus estatutos sobre un modelo for-
tículo 3 del Convenio 87). zoso (OIT, 1996, Nº 340 y 346 pp. 79-80).

De todos es sabido que el estatuto75 es La normativa nacional ha recogido el


la norma fundamental que establece los prin- principio de que las organizaciones sindica-
cipios y reglas básicas que van a regir la con- les se rigen por lo establecido en sus propias
figuración, funcionamiento y actuación de la normas, sin que se encuentre ni la LRCT ni
organización sindical, por lo que constituyen en su reglamento ninguna estipulación dedi-
una materia sobre la que se debe ejercer una cada expresa y sistemáticamente a la forma
cualificada tutela que impida eficazmente y contenido que deban tener estas normas.
cualquier injerencia que limite arbitrariamen- Sin embargo, una lectura atenta de su texto
te este derecho. Por tanto, hay que resaltar va a arrojar como resultado que, sin referen-
que estamos ante una libertad colectiva de cia alguna a este derecho, ambas disposicio-
valor cualificado, puesto que incluso las de- nes regulan materias que caen directamente
más facultades colectivas que integran la li- en su ámbito de acción. Así, encontramos
bertad sindical encontrarán en el texto que se establece, en todos los casos con cla-

43
ra vocación restrictiva, regulaciones de fon- dependencia y promover con eficacia los in-
do sobre fines y funciones de las organiza- tereses de sus afiliados. Para que se reco-
ciones sindicales (artículo 8 LRCT), obliga- nozca tal derecho es menester que las autori-
ciones (artículo 10 LRCT), restricciones a sus dades públicas se abstengan de intervencio-
actividades (artículo 11 LRCT), requisitos nes que puedan entorpecer el ejercicio de este
para ser miembro (artículo 12 LRCT), órga- derecho ya sea en la fijación de las condicio-
nos y sus atribuciones (artículos 7 y 21-23 nes de elegibilidad de los dirigentes o en el
LRCT y artículos 9-11 DS 011), requisitos desarrollo de las mismas». Agrega también
para ser miembro de la Junta Directiva (artí- que «la determinación del número de dirigen-
culo 24 LRCT), condicionamientos para se- tes de una organización es competencia de
parar o expulsar a sus miembros (artículo 26 las propias organizaciones sindicales» y que
LRCT), patrimonio sindical (artículos 27 y el control de las elecciones debería, en últi-
33 LRCT), y disolución (artículo 33). Esta ma instancia, ser competencia de las autori-
relación, que tiene prácticamente las mismas dades judiciales (OIT, 1996, Nº 353, 364, 403
estipulaciones en el ámbito de las organiza- y 405).
ciones sindicales de funcionarios públicos,
pone en evidencia el casi insignificante es- El nuevo régimen establecido por la
pacio que la regulación legal ha dejado a la LRCT no articula ningún procedimiento de
autonomía normativa (y a la que se adscri- aprobación de candidatos o resultados elec-
ben materialmente tales normas), configuran- torales, ni reglamenta minuciosamente los
do una transgresión del derecho que resulta procedimientos electivos, pero si coloca
a todas luces muy grave. como condiciones de elegibilidad: a) ser ma-
yor de edad; b) ser miembro activo del sindi-
4.2.2 Libertad de representación cato; y, c) tener una antigüedad no menor de
un año al servicio de la empresa,
Esta libertad consiste en el derecho de precisándose en el reglamento que para de-
las organizaciones sindicales a elegir libre- terminar la antigüedad del trabajador a efec-
mente sus autoridades, debiendo abstenerse tos de ser miembro de la Junta Directiva, se
las autoridades públicas de toda intervención considera el tiempo de servicios presado en
que tienda a limitar o entorpecer su ejercicio forma continua o discontinua (artículo 24,
(artículo 3 del Convenio 87). Por tanto, que- LRCT y artículo 6 DS 011). En el régimen
dan prohibidos todos aquellos actos dirigi- funcionarial las disposiciones en este terre-
dos a imponer la designación de dirigentes, no se reducen a limitar la duración máxima
aprobar los candidatos o los resultados de las del mandato directivo a un año (artículo 8
elecciones, establecer la no reelección de re- del D.S. 026).
presentantes, imponer la presencia de algún
funcionario en el proceso electoral, regular El choque de estas disposiciones con el
las condiciones de elegibilidad y de ejerci- derecho a elegir libremente sus representan-
cio del cargo representativo, reglamentar mi- tes es evidente, excepto en el caso de la ma-
nuciosamente los procedimientos de elección yoría de edad que tiene cierto sustento, y ha
interna, etc. merecido reiterados pronunciamientos del
Comité de Libertad Sindical, que ha consi-
En este sentido, el Comité de Libertad derado explícitamente que:
Sindical se ha pronunciado reconociendo que
«el derecho de las organizaciones de traba- a) Las disposiciones que exigen que todos
jadores a elegir libremente a sus dirigentes los dirigentes estén ejerciendo la profe-
constituye una condición indispensable para sión desde más de un año en el momen-
que puedan actuar efectivamente con toda in- to de su elección no están en armonía

44
con el Convenio 87 (OIT, 1996, Nº 375, grama de acción» (artículo 3 del Convenio
p. 87; y OIT, 1999, p. 295) ya que “im- 87), sin injerencias estatales que limiten es-
pide la constitución de sindicatos en tos derechos o entorpezcan su ejercicio. Re-
empresas que tengan menos de esa an- sulta así, un derecho que contiene manifes-
tigüedad” (casos 1648 y 1650). Se tra- taciones que se desarrollarán al interior de la
ta de una norma paralela al artículo 41 propia organización: libertad de gestión in-
LRCT que impone como requisito para terna, y otras que encuentran su ámbito de
negociar colectivamente el que la em- expresión en las relaciones externas, de ne-
presa tenga al menos un año de funcio- gociación y conflicto principalmente, que el
namiento y que tampoco puede susten- sindicato traba para cumplir con sus fines:
tarse en razones confesables. libertad de gestión externa.

b) La exigencia de relación laboral vigen- A) Libertad de gestión interna


te pone en peligro las garantías previs-
tas por el Convenio 87, e impide que La libertad de gestión interna tiene su
personas calificadas, tales como sindi- fuente primordial de regulación en las dis-
calistas a tiempo completo o jubilados, posiciones estatutarias y reglamentarias, así
ocupen cargos directivos, perjudicando como en las decisiones que tomen las distin-
considerablemente los intereses de los tas instancias sindicales (principalmente
sindicatos (OIT, 1996, N° 369-374, pp. asambleas y congresos). Por ello, se ha con-
86-87; y OIT, 1983, N° 156-158, pp. 67- siderado que las únicas disposiciones estata-
68); y, les que no atentan contra esta libertad son
aquéllas destinadas a prevenir abusos o a pro-
c) El establecimiento de una duración teger a los miembros contra una mala admi-
máxima del mandato directivo consti- nistración, y, aún en estos casos, existen mu-
tuye una abierta injerencia estatal que chas posibilidades de una actuación estatal
vulnera el derecho a elegir libremente constreñidora de estos derechos. Por ello, el
sus representantes76 . En este último te- Comité de Libertad Sindical ha señalado que
rreno ha opinado también el Comité que las normas dedicadas a estos fines sólo po-
debería dejarse a los sindicatos la de- drán ser admisibles «siempre que el control
terminación de la duración de los man- de su cumplimiento se deje en manos de los
datos sindicales (OIT, 1996, N° 359, p. propios sindicatos o, todo lo más, dicho con-
84). trol sea ejercido por la autoridad judicial
competente no sólo para garantizar un pro-
Asimismo, es bueno traer a colación que cedimiento imparcial y objetivo y asegurar
esta libertad impide que las autoridades ad- los derechos de defensa, sino también para
ministrativas puedan paralizar los procesos evitar el peligro de que las medidas adopta-
electorales o impugnar las elecciones suspen- das por las autoridades administrativas pa-
diendo sus efectos, lo que sólo puede hacer rezcan arbitrarias. Así, no será conforme al
la autoridad judicial, como lo ha reconocido principio de libertad sindical, la legislación
expresamente el Comité de Libertad Sindi- que otorgue al gobierno el derecho de inves-
cal (OIT, 1996, N° 403-407, p. 93). tigar los asuntos internos de un sindicato a
su total discreción» (Sala Franco y Albiol
4.2.3 Libertad de gestión Montesinos, 1994, p. 69).

Esta libertad se expresa en los derechos La LRCT ha regulado algunos aspectos


de los sindicatos de «organizar su adminis- de la libertad de gestión interna, al estable-
tración y sus actividades y formular su pro- cer, en su artículo 10, como obligaciones de

45
los sindicatos: a) observar estrictamente sus los propios empleadores. En estos dos últi-
normas institucionales con sujeción a las le- mos casos, siempre y cuando tras tales con-
yes y normas que las regulan; b) llevar libros tribuciones económicas no exista el interés
de actas, de registro de afiliación y de conta- de controlar la organización por parte de
bilidad debidamente sellados por la Autori- quien las entrega, ya que de otro modo esta-
dad de Trabajo; c) asentar en el libro de ac- ríamos cayendo dentro de las prácticas des-
tas las correspondientes asambleas y sesio- leales expresamente prohibidas por el Con-
nes de la junta directiva, así como los acuer- venio 98 de la OIT.
dos referentes a la misma, y demás decisio-
nes de interés general; d) comunicar a la au- Sobre este último particular, habría que
toridad de trabajo la reforma de sus estatu- insistir en que la letra misma del artículo 2
tos, acompañando copia auténtica del nuevo del Convenio 98 considera como actos de in-
texto, y, asimismo a aquélla y al empleador, jerencia empresarial proscrita aquellas me-
la nómina de su junta directiva y los cam- didas empresariales dirigidas a “sostener eco-
bios que en ella se produzcan dentro de los nómicamente o en otra forma, organizacio-
cinco días hábiles siguientes; e) otorgar a sus nes de trabajadores, con el objeto de colocar
dirigentes la credencial que los acredite como estas organizaciones bajo el control de un
tales; y, f) emitir los informes que puedan so- empleador o de una organización de
licitarles la Autoridad de Trabajo u otras au- empleadores” (énfasis nuestro), de allí que
toridades gubernamentales. no encontremos cuestionable que en algunos
convenios colectivos se pacte, por ejemplo,
La redacción y el contenido de estas nor- una aportación empresarial para ayudar a cos-
mas de funcionamiento interno suenan tear los gastos irrogados en la negociación
amenazantes e imponen rígidas formalidades de la convención colectiva. En todo caso, si
en algunos casos; sin embargo, el Comité de hubiera alguna injerencia cuestionable habría
Libertad Sindical sólo ha cuestionado la úl- que analizarla específicamente y no prohibir
tima de ellas, señalando que esta obligación con carácter general las contribuciones eco-
de emitir informes «debería limitarse a los nómicas estatales o empresariales.
casos de denuncia de los afiliados cuando
hubiere violación de la ley o de los estatu- B) Libertad de gestión externa
tos» (DESCO, 1994, p. 24).
En el ámbito de la libertad de gestión
La gestión interna del sindicato tiene es- externa, la normativa nacional, partiendo del
peciales manifestaciones en el terreno de la reconocimiento del derecho de los trabaja-
obtención y el manejo de los recursos eco- dores a organizarse libremente «para el estu-
nómicos necesarios para afrontar el fin de dio, desarrollo, protección y defensa de sus
proteger y promover los intereses de los tra- derechos e intereses y el mejoramiento so-
bajadores. Respecto del manejo de los re- cial, económico y moral de sus miembros»
cursos, hay que señalar que debe ser honesto (artículo 2), delimita la esfera de la «acción
y claro, y, además, deben existir mecanismos gremial» a los campos siguientes (artículo 8):
que permitan que los afiliados conozcan pe-
riódicamente la situación económica del sin- a) representar al conjunto de trabajadores
dicato. En cuanto a la obtención de los re- comprendidos dentro de su ámbito, en
cursos, creemos que si bien se suelen gene- los conflictos, controversias de natura-
rar de las aportaciones de los afiliados, cabe leza colectiva;
también que provengan de ciertas activida-
des lucrativas que tengan tal finalidad e in- b) celebrar convenciones colectivas de tra-
cluso de aportaciones del Estado y hasta de bajo, exigir su cumplimiento y ejercer

46
los derechos y acciones que de tales con- del o los sindicatos de grado inferior que la
venciones se originen; conforman al haber aquélla asumido la re-
presentación del conjunto de sus afiliados.
c) representar o defender a sus miembros Y esta sustracción procesal es tan radical que
en controversias o reclamaciones de ca- ni siquiera permitiría que las organizaciones
rácter individual, salvo que el trabaja- conformantes de aquella de grado superior
dor accione directamente en forma vo- puedan participar como coadyuvantes en el
luntaria o por mandato de la ley, caso proceso concreto.
en el cual el sindicato podrá actuar en
calidad de asesor; En segundo lugar, hay que señalar que
de la amplia consagración inicial, se sustraen
d) promover la creación y fomentar el de- la dedicación institucional de los sindicatos
sarrollo de cooperativas, cajas, fondos a asuntos de política partidaria, religiosa o
y, en general, organismos de auxilio y de índole lucrativa; la aplicación de fondos
promoción social de sus miembros; o bienes sociales a fines diversos a los que
constituyen objeto de la organización, o que
e) promover el mejoramiento cultural, la no hayan sido debidamente autorizados en
educación general, técnica y gremial de la forma prevista por la ley o el estatuto; la
sus afiliados; y, distribución directa o indirecta de rentas o
bienes del patrimonio sindical; y, la realiza-
f) en general, todos los que no estén reñi- ción o estimulación de actividades contrarias
dos con sus fines esenciales ni con las a la ley o el orden público (artículo 11, LRCT
leyes. y artículo 4 del D.S. 003).

Esta amplia plasmación del ámbito de Nuevamente, se asiste al reconocimien-


actividad de las organizaciones sindicales, ha to más o menos amplio de la legitimidad ge-
sido objeto, en primer lugar, de un retroceso nérica del sindicato para actuar en el ámbito
legal en lo que se refiere al campo de la ac- de la defensa de los intereses comunes de los
tuación procesal del sindicato en los conflic- trabajadores, hasta en las actividades más
tos individuales de sus afiliados, puesto que, marginalmente vinculadas con este objetivo
la Ley Procesal del Trabajo, rompiendo con (deportivas o de esparcimiento, por ejemplo),
el esquema antes referido de representación pero que luego se desdibuja al recortar im-
legal, establece otro de representación volun- portantes parcelas de actividad vinculadas
taria al disponer que “los trabajadores pue- con el quehacer sindical. De entre todas ellas,
den conferir su representación en los conflic- la más importante sin lugar a dudas es la ex-
tos jurídicos individuales a las organizacio- clusión del campo político de la actuación
nes sindicales de las que son miembros” (ar- institucional de los sujetos sindicales si-
tículo 10). guiendo, también en este caso, los mandatos
de toda una historia tratando de negar a pun-
A esta situación habría que agregar lo ta de Decreto las vinculaciones de la activi-
previsto en el artículo 7 del reglamento de la dad sindical con el mundo de la política. La
LRCT, que por economía procesal establece fórmula utilizada resulta tan amplia como im-
que una prioridad absoluta de las federacio- precisa, puesto que en ella pueden entender-
nes o confederaciones en materia procesal se comprendidas todas las actuaciones que
frente a sus organizaciones afiliadas, cuan- suscriba institucionalmente la junta directi-
do establece que si una reclamación hubiera va de cualquier organización sindical y que
sido planteada por una organización de gra- tengan alguna vinculación con temas políti-
do superior, queda excluida la participación cos, por más que sean temas (y los hay en

47
gran número) también relacionados con el miento, encontrándose algunas, como la fe-
mundo del trabajo. deración de bancarios o el sindicato de tele-
fónicos, que tienen sus propios colegios, cen-
Lo ficticio, inútil e interesado de esta tros deportivos y de recreación, ofrecen pres-
separación entre lo político y lo económico taciones complementarias de seguridad so-
reinvindicativo, amplia y meticulosamente cial (asistencia médica y farmacéutica o pres-
explicitada por la doctrina moderna77 , se evi- taciones por fallecimiento), impulsan activi-
dencia en la actuación contradictoria de los dades culturales permanentemente (concur-
distintos gobiernos del Perú que utilizan, por sos de poesía, cuento o ensayo, cineclub,
ejemplo, la declaración de político para des- etc.). Sin embargo, la gran mayoría de ellas,
calificar e ilegalizar a todos los paros y por responder al reducido ámbito de la em-
movilizaciones de las centrales sindicales presa o del centro de trabajo, tienen restrin-
contra su política económica o social, y a la gida su acción gremial tan sólo a los cam-
vez proponen e invitan permanentemente a pos de la negociación colectiva y a de la huel-
estas mismas centrales a reuniones de ga, dentro de los estrechos márgenes que per-
concertación social en donde la carga políti- mite la LRCT.
ca resulta insoslayable.
Queremos insistir, sin embargo, en es-
El Comité de Libertad Sindical de la tas dos últimas expresiones de la actividad
OIT ha reiterado largamente que «una prohi- sindical puesto que constituyen la parte fun-
bición general de toda actividad política de damental del contenido esencial de la liber-
los sindicatos no sólo sería incompatible con tad sindical, tal como lo entiende la OIT y
los principios de libertad sindical, sino que un importante conjunto de ordenamientos ju-
carecería de realismo en cuanto a su aplica- rídicos y autores. Sobre el particular, ha di-
ción práctica. En efecto las organizaciones cho gráficamente el Tribunal Constitucional
sindicales pueden querer, por ejemplo, ma- español que «la negociación colectiva cons-
nifestar públicamente su opinión sobre la tituye el medio primordial de acción de los
política económica y social de un gobierno»; sindicatos» (STC 73/1983, de 27 de junio,
precisando que «una prohibición general a los f.1) y que “un sindicato sin derecho al ejer-
sindicatos de toda actividad política puede cicio de la huelga quedaría en una sociedad
suscitar dificultades ya que la interpretación democrática vaciado prácticamente de con-
que se dé en la práctica a esta disposición tenido» (STC 11/1981, de 8 de abril, f.9).
puede modificar en gran medida las posibi-
lidades de acción de las organizaciones. Pa- El Comité de Libertad sindical ha di-
rece, pues, que los Estados, sin llegar a pro- cho también, con total claridad que “el dere-
hibir en general toda actividad política a las cho de negociar libremente con los
organizaciones profesionales, deberían dejar empleadores las condiciones de trabajo cons-
a las autoridades judiciales la tarea de repri- tituye un elemento esencial de la libertad sin-
mir los abusos que puedan cometer las orga- dical” (OIT, 1996, N° 782, p. 169); agregan-
nizaciones que pierdan de vista su objetivo do, respecto de la actividad conflictiva que
fundamental, que debe ser el progreso eco- “el derecho de huelga de los trabajadores y
nómico y social de sus miembros» (OIT, sus organizaciones constituye uno de los me-
1996, Nº 453 y 454, p. 106). dios esenciales de que disponen para promo-
ver y defender sus intereses profesionales”
De acuerdo a su dimensión, las distin- (idem. N° 475, p. 109).
tas organizaciones peruanas han ido desarro-
llando sus actividades en los terrenos Por esto, la doctrina latinoamericana
asistencial, cultural, deportivo o de esparci- habla de la interdependencia de estas tres mo-

48
dalidades de acción colectiva y fundamenta mente, están las normas sobre huelga, que,
el carácter «triangular» del Derecho Colecti- bajo el argumento de una pretendida «demo-
vo del Trabajo en el hecho de que «sindica- cratización» del ejercicio del derecho, como
to, negociación colectiva y huelga son los tres resalta Sanguineti (1994, p. 286), excluyen a
pilares básicos de esta disciplina, al extremo las organizaciones sindicales de la titulari-
de que la falta o falla de cualquiera de ellos dad del derecho al considerar como requisi-
resiente y aún impide el funcionamiento de to para su declaración el que la decisión sea
aquél. Por consiguiente, estos tres institutos tomada por la mayoría absoluta de los traba-
deben existir necesariamente y además fun- jadores a los que comprende (artículo 73.b
cionar coordinadamente para que el Derecho LRCT)78 .
Colectivo Laboral cumpla adecuadamente su
función de autotutela y actúe realmente como 4.2.4 Libertad de federación
condición de vigencia real y efectiva del
Derecho Individual del Trabajo» (Ermida Esta libertad se expresa en el derecho
Uriarte, 1983, p. 567). de las organizaciones sindicales de consti-
tuir y afiliarse a federaciones y confedera-
En tal contexto, se debe hacer una lec- ciones, de ámbito nacional o internacional,
tura sistemática de carácter general, siquie- así como en el derecho de todas estas orga-
ra, respecto de la regulación de la negocia- nizaciones a desarrollar actividades sindica-
ción colectiva y la huelga de las organiza- les (artículo 5 del Convenio 87). Esta facul-
ciones sindicales en la LRCT que presenta tad, que tiene su fundamento en el hecho de
tres restricciones importantes a la luz de la que la solidaridad de los trabajadores no se
libertad sindical. En primer lugar, están las limita a una empresa, sector de actividad o
reglas de legitimación negocial, que atribu- nación, se complementa necesariamente con
yen al sindicato mayoritario, si lo hay, el mo- todos aquellos derechos que hemos estudia-
nopolio de la negociación colectiva, y, por do para las organizaciones sindicales de pri-
tanto, permiten la exclusión total de los sin- mer grado (artículo 6 del Convenio 87), por
dicatos minoritarios de la negociación colec- lo que todas las reflexiones que formulamos
tiva ex LRCT (artículo 9), a pesar de tener anteriormente se aplican plenamente a estas
todos los sindicatos el derecho genérico de organizaciones complejas, con las peculiari-
celebrar convenios colectivos (de eficacia dades que implica el hecho de estar consti-
personal limitada), según el artículo 8 LRCT. tuidas por otras personas jurídicas. En tal
Hubiera sido deseable que siquiera se les per- sentido, si parafraseamos al Convenio 87 di-
mitiera formar parte de la comisión negocia- remos que «todas las organizaciones de tra-
dora, como sucede en España, por ejemplo, bajadores, sin ninguna distinción y sin auto-
aunque luego en ésta las decisiones recaigan rización previa tienen derecho a constituir las
sobre quien tiene la mayoría absoluta corres- organizaciones que estimen conveniente, así
pondiente. como de afiliarse a estas organizaciones, con
la sola condición de observar los estatutos
En segundo lugar, se encuentran las re- de las mismas». Requiriéndose agregar a
glas legales que imponen en la práctica la ne- todo ello las cinco libertades colectivas que
gociación colectiva a nivel de empresa como aquí estamos estudiando.
la única viable (artículos 45 y 46 y Disposi-
ción Transitoria y Final Tercera LRCT), que, La legislación nacional regula este de-
consiguientemente, restringen este derecho recho estableciendo que, en el sector priva-
a las organizaciones de ámbito do se necesita 2 sindicatos de la misma acti-
supraempresarial, ya sean de rama de activi- vidad o clase para constituir una federación
dad, de gremio o de oficios varios. Y, final- y 2 federaciones para una confederación (ar-

49
tículo 36 LRCT)79 , mientras que en la admi- complicación en expresión legal “pertenen-
nistración pública se precisa de 10 sindica- cia a una misma clase”.
tos para constituir una federación y de 5 fe-
deraciones o dos federaciones y 30 sindica- Un problema adicional respecto de la
tos para una confederación, estableciéndose, libertad de afiliación se presenta por el lado
además, que éstas sólo pueden estar confor- de la posibilidad de constituir una federación
madas por sindicatos o federaciones de em- cuyo ámbito sea una empresa que cuenta con
pleados públicos, y que sus confederaciones varias organizaciones sindicales
no podrían formar parte de otras confedera- infraempresariales, generalmente de centro
ciones (artículos 5,1780 ,18 y 19 DS 003 y 3 de trabajo. Ello, porque históricamente en
DS 026). nuestro sistema de relaciones laborales, el
sindicato ha sido de empresa y la federación
Debemos señalar que el Comité de Li- de rama de actividad. Nosotros pensamos
bertad Sindical ha cuestionado todos estos que, al margen de reconocer la constatación
requisitos, respecto de las organizaciones de histórica antes mencionada, no existe ningún
funcionarios públicos, sosteniendo que «una argumento jurídico que avale la limitación
legislación que exija un número mínimo de en el sentido señalado del amplio derecho a
sindicatos y federaciones para constituir or- constituir federaciones previsto en el Con-
ganizaciones de grado superior e impida la venio 87 de la OIT, por lo que consideramos
constitución de federaciones y confederacio- plenamente válida la constitución y actuación
nes en que pudieran unirse los sindicatos o de una federación de empresa que agrupe a
federaciones de diferentes actividades en una organizaciones sindicales de ámbito
misma localidad o región está en contradic- infraempresarial.
ción con el artículo 5 del Convenio 87»; «toda
legislación que impida la constitución de fe- A los requisitos numéricos y de perte-
deraciones y confederaciones en que pudie- nencia a una misma actividad, el artículo 37
sen unirse los sindicatos y federaciones de LRCT adiciona una regulación dirigida a tu-
diferentes actividades de una misma locali- telar la libertad sindical negativa de las or-
dad o región, está en contradicción con el ganizaciones que componen una federación
artículo 5 del Convenio 87»; así como que, o confederación, estableciendo que los sin-
«no estaban en conformidad con el Conve- dicatos y federaciones podrán retirarse de las
nio las disposiciones que prohiben la afilia- respectivas organizaciones de grado superior,
ción de sindicatos de servidores públicos a aunque exista pacto en contrario. Además
federaciones que afilien a trabajadores de de ello, el artículo 39 LRCT dispone que la
otras categorías»; (OIT, 1985, N° 510, pág. cancelación del registro, disolución o liqui-
100, para los dos primeros, e, Informe N° dación de una federación o confederación no
225, mayo-junio 1983, para el tercero). afecta la subsistencia de las organizaciones
de grado inferior que la conforman, recono-
Asimismo, debemos resaltar que el re- ciendo así la compleja red de relaciones que
quisito de pertenencia a una misma activi- se trazan en la estructura sindical, donde a
dad o clase no debe intepretarse como ex- pesar de las limitaciones de autonomía que
cluyente respecto de la posibilidad de cons- provoca el sometimiento estatutario a una or-
tituir federaciones de carácter local, regio- ganización de grado superior, no se llega a
nal o de cualquier otro ámbito territorial81 , afectar la propia personalidad jurídica de
puesto que consideramos que, de un lado, ello cada uno de sus componentes.
sería totalmente cuestionable, desde el pun-
to de vista del Convenio 87 de la OIT82 , y, Si, a partir de estas normas, nos acercá-
de otro, puede encontrar cabida sin mucha ramos a la estructura sindical peruana, vere-

50
mos que ésta se ha construido en forma 4.2.5 Libertad de suspensión o disolución
piramidal, con un vértice compuesto por las
confederaciones de ámbito nacional, las fe- A) Contenido y expresiones autónomas y
deraciones de rama o región (ambas organi- heterónomas
zaciones complejas compuestas por otras or-
ganizaciones), en el escalón intermedio, y los Si hasta ahora las expresiones de la li-
sindicatos de empresa, centro de trabajo, de bertad sindical colectiva consagraban los dis-
actividad, de gremio y de oficios varios, que tintos derechos dirigidos a tutelar el naci-
agrupan a personas naturales (organizacio- miento, conformación y actuación de las or-
nes simples) en la base. La nota ganizaciones sindicales, el derecho aquí es-
caracterizadora de esta estructura, es, a no tudiado se encamina a reconocer que la or-
dudarlo, la anchísima base de la pirámide, ganización sindical es autónoma a la hora de
puesto que en el año 1997 del total de 2,978 determinar el fin sus actividades, ya sea de
organizaciones sindicales registradas, el carácter temporal (suspensión) o definitivo
94.69% (2,820) son sindicatos, el 4.96% (disolución). Tratando de tutelar esta liber-
(148) son federaciones y el 0.33% (10) son tad el Convenio 87 establece, en la misma
confederaciones (Ministerio de Trabajo y dirección pero desde diverso ángulo, que «las
Promoción Social, Anuario Estadístico de organizaciones de trabajadores no están su-
1997, p. 108). jetas a disolución o suspensión por vía ad-
ministrativa» (artículo 4).
La lógica de esta excesiva atomización
pasa, principalmente, porque la política la- La conjunción de ambas ópticas nos
boral del Estado y los empresarios «han pre- hace ver, en primer lugar, que «el principio
ferido que los sindicatos se encuentren «den- básico en esta materia es el de que los sindi-
tro de las fábricas», y no fuera, con lo que se catos se disuelven voluntariamente, por las
ha optado por la minisindicación y la causas y en las condiciones previstas en sus
microconflictividad. El resultado es una es- estatutos» (Ermida Uriarte y Villavicencio
tructura sindical atomizada y dispersa, don- Ríos, 1991, p. 52). Y, en segundo lugar, que
de existen muchos sindicatos pero con muy se garantiza que la vida del sindicato no pue-
poca fuerza a diferencia de otros países don- da ser afectada por resoluciones administra-
de el fenómeno es a la inversa: pocos sindi- tivas, lo que proscribe la acción del Poder
catos y mucha fuerza negociadora justamen- Ejecutivo en este terreno, pero también da
te por la centralización lograda» (Ciudad paso a que se considere que las únicas sus-
Reynaud, 1987, pp. 23-24). Todo ello en un pensiones o disoluciones heterónomas que
contexto donde, además y como ya se vio, pueden aceptarse son aquellas ordenadas por
existe un conjunto significativo de limitacio- el Poder Judicial tras un procedimiento con
nes subjetivas y de número al ejercicio de la todas las garantías habituales en la adminis-
sindicación. El resultado de este tración de justicia.
encorsetamiento legal de la autonomía sin-
dical no podría ser otro que un sindicalismo Esta segunda conclusión parecería ir
muy debilitado y en consecuencia incapaz de más allá de la letra del artículo 4 del Conve-
cumplir real y efectivamente sus funciones nio 87, en la medida en que la norma habla
de instrumento de la justicia social y la igual- solamente de disoluciones o suspensiones
dad, a través de la defensa y promoción de «administrativas»; sin embargo, la propia ju-
los intereses de los trabajadores. risprudencia del Comité de Libertad Sindi-
cal se ha encargado de darle tal extensión,
sentando además los siguientes principios

51
interpretativos (según sistematización de Sala en el artículo 22.c) LRCT, mostrándose, a
Franco y Albiol Montesinos, 1994, p. 72): nuestro entender, con tal contradicción, las
muchas facilidades que busca dar el legisla-
a) la prohibición abarca las suspensiones dor a la hora de disolver una organización
o disoluciones realizadas formalmente sindical, que no dejan de contrastar con to-
por un acto legislativo; das las dificultades que se plantean a la hora
de su surgimiento.
b) la exigencia de la vía judicial viene re-
ferida no sólo a situaciones normales En el segundo caso, la disolución judi-
sino también a situaciones excepciona- cial, deberá fundarse en las causales previs-
les de emergencia; tas para la disolución de las asociaciones ci-
viles (artículos 94 a 96 del Código Civil, asi-
c) no es suficiente que la legislación con- milando, además, el proceso al establecido
ceda un derecho de apelación contra las para tal fin en ese Código (artículo 96). Las
decisiones administrativas de suspen- causales para la disolución serán las siguien-
sión o disolución, sino que los efectos tes: a) cuando el sindicato no pueda funcio-
de las mismas no deberán comenzar nar según su estatuto; b) cuando la organiza-
antes de transcurrido el plazo legal sin ción sea declarada en quiebra84 ; y, c) cuando
que se haya interpuesto el recurso de sus fines o actividades sean contrarios al or-
apelación o una vez confirmadas tales den público o las buenas costumbres. En lo
decisiones por la vía judicial; y, que hace al cauce de disolución, se trata de
un proceso abreviado, regulado por los artí-
d) la adopción de medidas administrativas culos 486 y siguientes del Código Procesal
distintas a la suspensión o disolución, Civil.
aunque con efectos similares, constitu-
ye violación de este derecho. Sin embargo, respecto del caso de diso-
lución judicial, la LRCT contiene una regu-
La LRCT considera tres formas válidas lación oscura y con remisiones a normas que
de disolución de las organizaciones sindica- han sufrido modificaciones esenciales, lo que
les: las acordadas voluntariamente por los nos impone la transcripción del artículo 33
miembros de la organización aludida (diso- de la citada Ley para poder presentar el esta-
lución autónoma), a las ordenadas por el Po- do de la cuestión. Así tenemos que se dispo-
der Judicial (disolución heterónoma), y a las ne en el artículo aludido que:
derivadas de la liquidación de la empresa,
cuando se trata de sindicatos de éste ámbito “La disolución de un sindicato se pro-
(artículo 33 LRCT). duce por resolución en última instancia de la
Corte Suprema. En este último caso, las
En el primer caso, nos encontramos ante causales serán las señaladas para una asocia-
los supuestos de fusión o absorción y acuer- ción y el procedimiento será el establecido
do de la mayoría absoluta de sus miembros, en el artículo 96 del Código Civil.
adoptado en Asamblea General83 o fuera de
ella, acreditado por las correspondientes fir- Igualmente, puede solicitar la disolu-
mas, o por cumplirse cualquiera de los even- ción la parte que acredite tener legítimo in-
tos previstos en el estatuto para este efecto. terés económico o moral, en cuyo caso po-
Llama la atención que en este punto se con- drá requerir al Ministerio Público para que
sidere que el acuerdo puede ser adoptado in- solicite ante el Poder Judicial la disolución
cluso fuera de la Asamblea General, órgano del sindicato, siguiente el trámite previsto en
al que se le otorga tal facultad expresamente el artículo 96 del Código Civil, en lo que

52
fuere aplicable. Por el sólo mérito de la sen- la obligación de que termine en la Corte Su-
tencia consentida o ejecutoriada que dispon- prema, no se puede adecuar el procedimien-
ga la disolución del sindicato, la Autoridad to del artículo 96 actual, comenzando en la
de Trabajo efectuará la cancelación del re- Corte Superior, por que se afectaría la ga-
gistro sindical”. rantía constitucional a un debido proceso, en
la parte que se refiere a la necesidad de que
La problemática que genera esta regu- los procedimientos estén previamente esta-
lación es variada, partiendo del hecho que blecidos. Hay algunos procedimientos abre-
aparecen dos posibilidades de disolución ju- viados que comienzan en la Corte Superior,
dicial no delimitadas con claridad, una que pero para ello requieren de una norma ex-
termina en la Corte Suprema y otra que no presa que así lo determine, en tanto se trata
necesariamente (puesto que habla de la po- de un elemento absoluto de la competencia
sibilidad de que la sentencia quede consenti- (el grado) que ha de venir establecido expre-
da), en un contexto en el que la Constitución samente en una norma imperativa85 . Y esto
vigente establecía que la disolución judicial no sucede en el caso que estamos analizan-
tenía que producirse por resolución en últi- do, por lo que consideramos que existe un
ma instancia de la Corte Suprema y, final- vacío insalvable en lo que se refiere al pro-
mente, con una remisión a un procedimiento ceso de disolución judicial iniciado de ofi-
que inicialmente terminaba en esta última cio por el Ministerio Público.
instancia judicial pero que fue modificado y
actualmente termina en la Corte Superior. Sin embargo, este vacío no tendrá con-
secuencias totalmente enervantes de la posi-
En lo que hace a las dos posibilidades bilidad de disolución judicial porque, como
de disolución judicial previstas, la única in- veremos a continuación, cuando este proce-
terpretación plausible sería la que encuentra so se lleva a cabo a instancia de parte, el cau-
que la primera de ellas se refiere a aquélla ce previsto por el segundo párrafo del artí-
que tiene el Ministerio Público de actuar de culo 33 LRCT esta disponible, luego de que
oficio en la disolución de las asociaciones, una carambola jurídica haya permitido supe-
en tanto que la segunda sería la correspon- rar un cuestionamiento de su validez de na-
diente a la impulsada a pedido de parte. Res- turaleza constitucional. Así tenemos que,
pecto de esta opción, el problema siguiente esta disolución que no requería llegar a la
a dilucidar tiene que ver con la compatibili- Corte Suprema, porque incluso podía termi-
dad entre el mandato de que la disolución nar con una sentencia de primera instancia
culmine con resolución en última instancia que quedara consentida86 , vulneraba la Car-
del Corte Suprema y la remisión a un proce- ta Magna de 1979, que en su artículo 51 exi-
dimiento (el del artículo 96 del Código Ci- gía pronunciamiento de la Corte Suprema
vil), que en el momento de entrada en vigen- para la desaparición judicial de las organiza-
cia de la LRCT comenzaba en la Corte Su- ciones sindicales. Sin embargo, a la fecha
perior y terminaba en la Suprema, pero que ha transcurrido el plazo máximo para impug-
actualmente, tras la modificación operada por nar la constitucionalidad de tal precepto, a la
el Código Procesal Civil, comienza en el Juz- vez que ha desaparecido tal exigencia en el
gado y termina en la Corte Superior. En este nuevo texto constitucional de 1993. De allí
caso, encontramos una incompatibilidad en- que, desde tal año basta con que la disolu-
tre la norma remitente y la remitida que con- ción heterónoma sea de carácter judicial para
lleva a que no exista en nuestro ordenamien- cumplir con el contenido del derecho de li-
to jurídico actual un camino procesal a tra- bertad sindical en este extremo. Por tanto,
vés del cual se pueda materializar esta diso- en la actualidad está vigente el camino pre-
lución de oficio, como no es posible obviar visto por el artículo 96 del Código Civil para

53
las disoluciones judiciales a pedido de parte la misma autoridad antes mencionada (artí-
interesada, con la peculiaridad de que no se culo 20 LRCT).
requiere que el caso suba en consulta a la
Corte Superior si no es apelado ya que la re- La razón de que hagamos tal equivalen-
misión es sólo para lo aplicable y del artícu- cia responde al hecho de que, verificada esta
lo 33 LRCT se puede deducir que cabe que cancelación, el sindicato pierde su personería
el proceso termine con una sentencia de pri- gremial como representante del conjunto de
mera instancia al hablar de que ésta puede trabajadores, aunque continua «subsistiendo,
quedar consentida. Resultando así mucho sin embargo, su personería para otros efec-
más sencilla la disolución de una asociación tos hasta su eventual disolución» (artículo 20,
común y corriente que la de una organiza- LRCT). La oscura redacción de la norma no
ción sindical. enerva el resultado principal de privar
administrativamente al sindicato de su capa-
En el tercer caso de disolución sindi- cidad de actuación en los principales ámbi-
cal, la decisión es sustraída de los ámbitos tos que le corresponden en el mundo labo-
autónomo y judicial, operando ral, por lo que esta potestad administrativa
automáticamente y de pleno derecho cuando vicia de invalidez la actuación de la autori-
se produce la liquidación de la empresa que dad registral, como lo ha señalado la OIT y
le daba sustento al sujeto colectivo. la doctrina nacional (OIT, 1996, N° 669, p.
146; y, Rendón Vásquez, pp. 67-68)87 . Así
En el ámbito funcionarial, no existe una lo ha reconocido expresamente el Comité de
disposición que regule expresamente el tema Libertad Sindical, y le ha solicitando al go-
aquí estudiado, tan sólo se dispone que ante bierno «que la legislación sea modificada de
la falta de algún requisito legal, el Jefe del manera que la cancelación del registro de un
Registro, de oficio o a pedido de parte inte- sindicato sólo sea posible por vía judicial»
resada, remitirá los antecedentes de inscrip- (OIT, 1996, N° 670, P. 147).
ción a la Corte Suprema, para efecto de la
disolución judicial correspondiente (artícu- Sobre el particular, habría que precisar
lo 21 del D.S. 003). Creemos que también que el requisito que da lugar a la potestad de
en este caso se debe realizar una aplicación cancelación es sólo el del número mínimo
analógica de la norma del Código Civil an- de afiliados, puesto que es el que se mencio-
tes reseñada. na en la norma que habla de las exigencias
necesarias para la constitución o subsisten-
B) La cancelación administrativa del regis- cia del sindicato, sin que pueda extenderse
tro sindical como equivalente de la di- tal facultad a los casos en que la Autoridad
solución administrativa Administrativa de Trabajo detecte una infrac-
ción distinta, como puede ser vulnerar las
El principal lastre que encontramos en prohibiciones del artículo 11 LRCT respecto
este campo no va por el lado de la disolución de las actividades de los sindicatos (dedicar-
propiamente dicha, sino que viene referido a se institucionalmente a asuntos de política
un acto equivalente o que produce los mis- partidaria, distribuir directa o indirectamen-
mos efectos que ésta en el caso de la LRCT: te rentas o bienes del patrimonio sindical,
la cancelación del registro sindical por la etc.). En estos supuestos, lo que tendrá que
Autoridad Administrativa de Trabajo, que hacer la Autoridad Administrativa es po-
opera por pérdida de alguno de los requisi- nerlos en conocimiento del Ministerio Pú-
tos exigidos para su constitución o subsis- blico para que éste inicie el trámite de di-
tencia. La comprobación del incumplimien- solución.
to de estos requisitos corresponde también a

54
Finalmente, hay que mencionar que el tribución venga avalada como posibilidad por
artículo 24 DS 011 establece la posibilidad el propio Comité de Libertad Sindical (OIT,
de solicitar un nuevo registro transcurridos 1996, N° 684-686, p. 149).
al menos 6 meses de expedido el procedi-
miento que resolvió la cancelación, lo que Ahora bien, habría que dejar en claro al
ha sido también cuestionado por la OIT que respecto que cuando la disolución se produz-
considera con toda justificación que debe ca por fusión o absorción, lo normal será que
poder obtenerse la inscripción de inmediato los órganos legitimados o el propio estatuto
una vez que se subsanó el motivo que dio atribuyan el patrimonio de la organización u
origen a su cancelación (OIT, 1999, p. 295). organizaciones que desaparecen a la nueva
que se crea o a la que absorbe.
C) La distribución del patrimonio de la or-
ganización sindical disuelta Lo segundo que habría que destacarse
sobre el particular, es la limitación impuesta
Una vez disuelta una organización sin- por el legislador al liquidador, a quien no se
dical por las vías autónoma o heterónoma, el le autorizaría a señalar como destinataria de
patrimonio que resulte de realizar sus acti- este patrimonio a otra organización sindical,
vos y pagar sus pasivos, será adjudicado por puesto que se le delimitan las organizacio-
el liquidador quienes hayan sido designados nes destinatarias de este patrimonio en torno
para tal efecto por el estatuto o por la asam- a la Beneficencia Pública y otras organiza-
blea general correspondiente. De no haber- ciones de utilidad social oficialmente reco-
se efectuado tal designación, se adjudicará a nocidas. Esta limitación resulta a todas lu-
la Beneficencia Pública del domicilio del sin- ces tan cuestionable como elocuente, puesto
dicato o a una institución u organización de que, a la par que no puede basarse en ningu-
utilidad social oficialmente reconocida (ar- na razón legítima, evidencia, una vez más,
tículo 34 LRCT). el carácter de desaliento de lo sindical que
tiñe la legislación nacional, puesto que se di-
Lo primero que puede deducirse del ré- rige unos recursos que fueron generados en
gimen previsto para la distribución del patri- el ámbito de lo sindical a otros campos “de
monio de la organización sindical disuelta es utilidad social”, como si estas organizacio-
que en ningún caso éste podrá ser distribui- nes fueran ajenas a ella.
do entre sus afiliados, lo que resulta cohe-
rente en gran parte con el carácter de institu-
ción sin fines de lucro que poseen las orga- 5. Régimen jurídico sindical:
nizaciones sindicales. Si bien es cierto que la adquisición
en mucho este patrimonio está compuesto por de la personalidad jurídica
las aportaciones de sus afiliados, lo que en
cierta medida legitimaría un reclamo sobre
él, concordamos con el tenor legal puesto que 5.1 La libertad de constitución y la pros-
al mencionado carácter ajeno al lucro de la cripción de autorizaciones estatales
organización hay que agregar, tanto que las previas
cuotas sindicales no son la única ni, muchas
veces, la mayor fuente de ingresos, cuanto La libertad de constitución de organi-
que hay que impedir a toda costa que por zaciones sindicales, además de tener una am-
cualquier motivo el interés pecuniario sea el plitud subjetiva y objetiva enormes88 , impli-
que guíe finalmente la decisión disolutoria. ca que los trabajadores pueden constituir sus
De allí que concordemos globalmente con la organizaciones «sin autorización previa del
regulación legal bajo análisis aunque esta dis- Estado»; lo que se traduce en un expreso re-

55
conocimiento de que no es posible subordi- terminada legislación, tales requisitos no
nar la constitución de los sindicatos al poder deben equivaler prácticamente a una autori-
discrecional del Estado, o, visto desde otro zación previa ni constituir obstáculo para la
ángulo, que este derecho no debe ser consi- creación de una organización hasta el punto
derado como una concesión gratuita del po- de constituir en los hechos una prohibición
der sino como un derecho fundamental de los pura y simple. Aún cuando el registro sea
trabajadores que se impone al poder (Sala facultativo, si de él depende que las organi-
Franco y Albiol Montesinos, 1994, p. 62). zaciones puedan gozar de los derechos bási-
cos para poder «fomentar y defender los in-
Sin embargo, hemos de reconocer que tereses de sus miembros», el mero hecho de
este distanciamiento del Estado no significa que en tales casos la autoridad encargada de
que éste no pueda exigir una serie de forma- la inscripción goce del derecho discrecional
lidades con fines de publicidad, verificación de denegarla conduce a una situación que
de la identidad del grupo y protección de ter- apenas diferiría de aquéllas en que se exija
ceros; aunque sí importa, como correlato, que una autorización previa» (OIT, 1996, Nº 244,
tales procedimientos no introduzcan indirecta p. 55).
o transversalmente tal autorización.
5.2 El registro sindical: problemática ge-
En los países en que se otorga persona- neral
lidad jurídica a los sindicatos, el rol estatal
es insoslayable, puesto que tal concesión sue- Siguiendo con el derrotero histórico, la
le venir acompañada de un mínimo procedi- constitución de un sindicato se hará, según
miento de control formal del Estado. Más la LRCT, en asamblea, en la que se aprobará
aún cuando el modelo de organización adop- el estatuto y se elegirá a la junta directiva,
tado históricamente en el Perú es el denomi- «todo lo cual se hará constar en acta, refren-
nado por la doctrina como «sindicato-asocia- dada por Notario Público o, a falta de éste,
ción», con los rasgos de permanencia y esta- por el Juez de Paz de la localidad, con indi-
bilidad, estructura orgánica más o menos cación del lugar, fecha y nómina de asisten-
compleja, estatutos escritos y depositados, tes» (artículo 16 LRCT). El reglamento de
etc., que lo caracterizan. esta norma luego atenuará la última exigen-
cia señalando que la refrendación del Nota-
Nuevamente, el Comité de Libertad Sin- rio o del Juez de Paz, según sea el caso, debe
dical ha enfrentado este tema directamente y entenderse como «legalización» (Cuarta Dis-
lo ha precisado de manera casi insuperable, posición complementaria).
en los siguientes términos: «el principio de
libertad sindical podría llegar a ser muchas A continuación, se impone una inscrip-
veces letra muerta si para crear una organi- ción obligatoria en el registro sindical del Mi-
zación los trabajadores y los empleadores tu- nisterio de Trabajo, para las organizaciones
viesen que obtener un permiso cualquiera, ya del sector privado. En el caso de las organi-
revista la forma de una licencia para fundar zaciones sindicales de funcionarios públicos,
la organización sindical propiamente dicha, el tema de la entidad encargada del registro
de una sanción discrecional de sus estatutos presenta un vacío importante puesto que la
o de su reglamento administrativo o de algu- norma originaria (los artículos 11 DS 003 y
na autorización previa indispensable para 4 DS 026) establecía que el Instituto Nacio-
proceder a su creación. No obstante, si bien nal de Administración Pública (INAP, en
los fundadores de un sindicato tienen que ob- adelante) era el ente encargado de tales fun-
servar los requisitos de publicidad u otros ciones; sin embargo, mediante la Ley 26507
análogos que pueden regir de acuerdo con de- se declaró en disolución el INAP y ni esta

56
norma ni su Reglamento (el DS 74-95-PCM) tado debe resolverse con la creación de un
se ocuparon de regular el traslado de las fun- registro de organizaciones sindicales de fun-
ciones registrales del mencionado instituto a cionarios públicos, ante el cual se pueda so-
cualquier otro ente público, generando un licitar y obtener la condición de sujeto de
vacío al respecto que consideramos impres- derecho que le corresponde legalmente. Por
cindible llenar, en la medida en que en nues- tanto, creemos que esta solución puede lle-
tro sistema las organizaciones sindicales han var a que las organizaciones sindicales que
de gozar de personalidad jurídica para poder agrupen a este colectivo laboral soliciten la
actuar válidamente, por lo que la ausencia creación de este registro y, si se les deniega
del registro que la otorgue significa una li- tal pedido, deberían interponer una acción de
mitación muy grande del derecho de libertad cumplimiento por la renuencia funcionarial
sindical. a acatar una norma legal. No olvidemos que,
además de las normas antes citadas, el artí-
Para ello, hemos de tener en cuenta, en culo 7 del Convenio 87 de la OIT establece
primer lugar, que el DS 003 establece que la que la adquisición de la personalidad jurídi-
inscripción en el registro “otorga personería ca no puede estar sujeta a condiciones que
jurídica a la organización sindical para to- limiten la libertad de constitución de las or-
dos los efectos legales”, con lo que la solu- ganizaciones que se estime convenientes ni
ción al problema que estamos tratando ha de la libertad sindical colectiva que les corres-
pasar por una fórmula que conduzca a un tra- ponde; de allí que, con mayor razón todavía,
tamiento integral del asunto, concediendo se tenga base suficiente para luchar contra la
capacidad de obrar plena a las organizacio- ausencia de un registro que convierte a la li-
nes inscritas, tanto en el ámbito común a toda bertad sindical de los funcionarios públicos
persona jurídica, cuanto en el en una quimera. Ello, además, en la lógica
específicamente laboral89 . En segundo lu- de apoyar el reclamo de retirar también al re-
gar, hay que ingresar al terreno propiamente gistro sindical aplicable a las organizaciones
registral, en el cual nos encontramos con una sujetas al régimen laboral de la actividad pri-
regulación unificada de los Registros Públi- vada del dominio del Ministerio de Trabajo,
cos a partir de la Ley 26366, que creó el Sis- para acabar así con una fuente histórica de
tema Nacional de los Registros Públicos, injerencias estatales.
“con la finalidad de mantener y preservar la
unidad y coherencia del ejercicio de la fun- 5.3 Requisitos y efectos del registro sindi-
ción registral en todo el país” (artículo 1). cal: la doble personalidad jurídica en la
La relación de registros que conforman el sis- actividad privada y la personalidad ju-
tema es abierta, puesto que en el inciso e) rídica a todos los efectos legales en el
del artículo 2 de la Ley aquí mencionada es- sector público
tablece como componentes del sistema a “los
demás registros de carácter jurídico creados La inscripción en el registro sindical
o por crearse”. tiene una trascendencia enorme, puesto que
del cumplimiento de tal requisito se deriva-
A partir del juego sistemático de ambas rán la personería gremial o a todos los efec-
cuestiones, y del hecho de que no nos encon- tos, según se trate de sindicatos de trabaja-
tramos ante un registro administrativo de los dores o funcionarios, respectivamente. Los
que la propia norma anteriormente citada ex- documentos necesarios para alcanzar tal re-
cluye del sistema, puesto que se trata de un gistro son:
registro que otorga personalidad jurídica,
como cualquiera de los demás registros de - acta de la asamblea general de consti-
personas jurídicas, creemos que el vacío ano- tución del sindicato y su denominación;

57
- estatutos; mamente reseñadas, la cantidad y formalidad
de documentos que se exige parecería dirigi-
- nómina de afiliados, con expresa indi- da a obstaculizar o por lo menos a desalentar
cación, en el caso de organizaciones sin- la constitución de sindicatos. Sin embargo,
dicales de primer grado, de sus nombres y antes de ingresar al análisis de los princi-
apellidos, profesión, oficio o especiali- pales problemas que giran alrededor del re-
dad, o cargo; número de Libreta Elec- gistro en el Perú, queremos destacar otros dos
toral y Militar y fecha de ingreso; si se puntos de signo contrario: en primer lugar,
trata de sindicatos de gremio, de profe- resulta importante en el plano de los princi-
siones u oficios varios, el nombre de su pios el reconocimiento de que el registro no
respectivo empleador; tiene un carácter constitutivo, sino más bien
formal, puesto que hasta hace poco tiempo
- nómina de organizaciones afiliadas, abogábamos por tan básica consideración y
cuando se trate de federaciones y con- no teníamos mucho eco oficial (Villavicencio
federaciones, con indicación del núme- Ríos, 1990, p. 192). En segundo lugar, en el
ro de registro de cada una de ellas; plano de la realidad resulta ilusoria la
«automaticidad del registro», en la medida
- nómina de la Junta Directiva elegida (ar- en que tras presentar los documentos exigi-
tículo 21 DS 011 y artículo 12 DS 003); dos hay que esperar todavía el pronuncia-
y, miento administrativo para ver si la solici-
tud es aceptada o no.
- certificación de la repartición pública
sobre el número de servidores públicos Los problemas principales que presen-
que laboran en la misma, con derecho a ta el régimen peruano en esta «etapa espe-
sindicarse en la fecha en que se realizó cialmente propicia para todo tipo de inter-
al asamblea de constitución del sindi- venciones (Von Potobsky, 1981, p. 42), gi-
cato (sólo para las organizaciones de ran en torno a que los encargados del regis-
funcionarios públicos). tro sindical son funcionarios del Poder Eje-
cutivo y a la ausencia de un procedimiento
En ambos casos la documentación tie- con todas las garantías para los solicitantes,
ne que presentarse por triplicado y estar le- en la medida en que estos dos hechos permi-
galizada por Notario o, a falta de este, por ten un manejo político, discrecional y arbi-
Juez de Paz. Además, se reconoce expresa- trario del registro, por los distintos gobier-
mente en la LRCT que «el registro es un acto nos, que lo otorgan muy fácilmente a aque-
formal, no constitutivo, y no puede ser dene- llas organizaciones que le son afines y dila-
gado salvo cuando no se cumplan los requi- tan y llenan de trabas la inscripción de las
sitos establecidos por el presente Decreto que tienen una posición encontrada, fomen-
Ley» (artículo 17); así como se subraya en el tando el clientelismo y desalentando la sin-
reglamento de tal norma que la inscripción dicación 90 . Con ello se ha subordinado la
en el registro «se efectuará de forma auto- vida de los sindicatos al poder del Estado,
mática, a la sola presentación de la solicitud desnaturalizando las funciones válidas y ra-
en forma de declaración jurada», acompaña- zonables de verificación de la identidad del
da de los demás requisitos antes glosados (ar- grupo, publicidad, protección de terceros, a
tículo 22 DS 011). través de la introducción oblicua de la auto-
rización previa del Estado, sobre todo en el
No es necesario ser un experto en cues- caso de las organizaciones sujetas al régimen
tiones laborales para percatarse de que, a pe- laboral de la actividad privada.
sar de la retórica de las declaraciones últi-

58
Como ya se mencionó, la importancia En el caso de los funcionarios, la ins-
del registro se debe a que su obtención fran- cripción en el registro sindical otorga
quea el acceso a la personalidad jurídica de personería «para todos los efectos
los sindicatos, que tiene alcances diferentes legales»(artículo 11, D.S.003), por lo que trae
en los dos regímenes: en el sector privado la consigo no sólo la personalidad común a
LRCT confiere sólo «personería gremial para cualquier persona jurídica, sino que incluye
todos los efectos previstos por la ley, así a las facultades necesarias para defender y
como para ser considerado en la conforma- promover los intereses de sus integrantes.
ción de organismos de carácter nacional o in- Esta personería jurídica permite
ternacional» (artículo 18). El siguiente artí- específicamente en materia laboral: interve-
culo de esa norma completa la regulación de nir, ante la repartición correspondiente (sólo
este instituto agregando que «los sindicatos, en primera instancia), en las reclamaciones
cumplido el trámite del registro, podrán ins- individuales o colectivas sobre incumpli-
cribirse como asociaciones para efectos ci- miento o interpretación de disposiciones le-
viles». Esta última regulación significa un gales, resoluciones o laudos arbitrales (artí-
salto atrás en la regulación de este trascen- culo 33 DS 003); y, presentar pliegos de pe-
dental instituto, que ya había conseguido en ticiones sobre condiciones de trabajo y par-
1990 (con el D.S. 076) un tratamiento inte- ticipar en el procedimiento de negociación
gral y satisfactorio, con lo que se ha vuelto a colectiva (sólo si se es sindicato mayorita-
fracturar la personería propiamente laboral rio) (artículo 24 DS 003 y artículos 14 y 16
de la común, con todos los problemas que DS 026).
trae la duplicidad de regímenes per se y por
afectar a un colectivo en constante movi-
miento. 6. El sindicato más representativo

Dentro de las facultades comprendidas


por la «personería gremial» se establece prin- 6.1 Los valores en juego: la mayor
cipalmente las siguientes: representar al con- representatividad como salida
junto de trabajadores comprendidos dentro transaccional
de su ámbito en los conflictos de naturaleza
colectiva; celebrar convenciones colectivas Como ya se ha mencionado, el respeto
de trabajo, exigir su cumplimiento y ejercer a la libertad sindical implica que la unici-
los derechos y acciones que de ellas se origi- dad sindical esté proscrita, la pluralidad sin-
nen; representar a sus miembros en las con- dical sea posible y la unidad sindical desea-
troversias de carácter individual, salvo que ble.
el trabajador acciones directamente en for-
ma voluntaria o por mandato de la ley; y, pro- Moviéndonos en este contexto, el tema
mover la creación y fomentar el desarrollo de la representación de los trabajadores es
de cooperativas, cajas, fondos y, en general, simple en los países cuyos sistemas de rela-
organismos de auxilio y promoción social de ciones laborales se han construido a partir
sus miembros (artículo 8, LRCT). A ellas del criterio de unidad sindical, con lo que en
hay que agregar la facultad de participación cada ámbito de la actuación sindical (empre-
institucional, expresada en el derecho a ser sa, sector, provincia, gremio, región, etc.)
considerado en la conformación de organis- sólo hay una organización sindical que es el
mos de carácter nacional e internacional, que interlocutor del patronato o del Estado. En
establece el artículo 18 LRCT. cambio, la cuestión es bastante más proble-
mática en los países en que los trabajadores
han optado por la pluralidad sindical, puesto

59
que ello significa que en cada ámbito coexis- allí que los distintos ordenamientos jurídi-
tirán dos o más organizaciones, cos precisen compatibilizar tal pluralidad con
complejizando de este modo las relaciones mecanismos que garanticen una representa-
laborales, ya que, de un lado, la contraparte ción colectiva eficaz. La solución
empresarial tendrá dificultades a la hora de transaccional encontrada, instituida desde
vislumbrar su interlocutor, y de otro, el co- 1919 por la propia Constitución de la OIT91
lectivo laboral representado por varias orga- para seleccionar a sus integrantes sindicales
nizaciones tendrá mucho menos capacidad de y empresariales, ha sido la representatividad,
presión y, por tanto, la acción sindical per- por la cual se reserva ciertas competencias a
derá eficacia. Además de ello, esta plurali- los sindicatos que tengan determinada impor-
dad genera problemas importantes porque de- tancia92 .
terminadas funciones no son factibles de
compartir entre las organizaciones sindica- Esta solución no deja de producir cier-
les existentes, sino que tienen que ser elegi- tos recelos entre la doctrina puesto que se
das por una sóla o algunas de ellas, obligan- considera que el privilegio de algunos sindi-
do a operar una selección entre ellas, como catos contradice la libertad sindical, tanto en
sucede cuando un sólo representante sindi- lo referente a la multiplicidad e igualdad de
cal tiene que participar en una comisión o los sindicatos, cuanto, en lo que hace a la li-
institución a nombre del colectivo laboral. bre afiliación, al condenar a las organizacio-
nes que no hayan obtenido tal calificación a
De allí que haya surgido un tema de tras- perder todo atractivo por su práctica inope-
cendental y siempre actual importancia en rancia. Sin embargo, nosotros creemos con
este contexto: el de la organización sindi- Montalvo Correa (1980, p. 346) que la ma-
cal más representativa, como una “noción yor representatividad no sólo no contradice
exclusiva, típica, autónoma, del Derecho las exigencias del principio de libertad sin-
Laboral, de contenido político-institucional, dical sino que constituye un mecanismo ne-
que desplaza al concepto civil de represen- cesario para impedir, valga el juego de pala-
tación, en varias ocasiones” (Ermida, 1991, bras, que la libertad sindical (formal) vaya
p. 14) ampliando los efectos de la actuación contra la libertad sindical (real). Recorde-
colectiva más allá de los linderos de aqué- mos que el origen y fundamento de la liber-
llos que con su afiliación han habilitado al tad sindical es la autoprotección de los inte-
sujeto colectivo para que actúe a nombre de reses de los trabajadores, y que para ese fin
sus intereses. se constituyen las organizaciones sindicales
y con ese objeto se requiere asegurar efica-
Y no es un concepto para nada inútil, cia de su actuación.
puesto que la pluralidad y diversidad sindi-
cales, que pueden acompañar a los regíme- Por tanto, «esta libertad -en cuanto for-
nes que respetan la libertad sindical (aunque malmente planteada- tiene un importante lí-
sea como posibilidad), requiere generalmente mite. No puede atentar contra los intereses
seleccionar y considerar especialmente a las para cuya tutela precisamente se demanda y
organizaciones sindicales con más fuerza o obtiene (...). Son, por tanto, las propias exi-
influencia, para así proteger la efectividad de gencias funcionales de la libertad sindical, a
la acción sindical. La coexistencia de orga- partir de su mismo fundamento -cabría, así,
nizaciones sindicales de desigual entidad re- hablar de una especie de «causa» de la liber-
presentativa en un ámbito determinado im- tad sindical- las que, sin atreverse a negar
plica necesariamente un fraccionamiento del ciertos márgenes de actuación a cualquier
poder sindical y por tanto puede dejar sin asociación que voluntariamente pueda crear-
tutela los intereses de los trabajadores. De se, establecen una cierta discriminación en

60
vista de hacer efectiva la actuación por «las varias organizaciones a ese status cualifica-
organizaciones más representativas»» do. Así tenemos, por ejemplo, el sistema de
(Montalvo Correa, 1980, p. 246). EE.UU que se ha construido sobre la base de
un sólo criterio de selección (la elección di-
Habida cuenta, entonces, de la necesi- recta del sindicato por los trabajadores de la
dad de recurrir a la noción de mayor empresa) y que, en consecuencia otorga tal
representatividad, los problemas centrales condición a un sólo sindicato (representación
que se encuentran en este terreno van a girar monodimensional o exclusiva); mientras que
en torno a los criterios con los que se deter- en España también se maneja un sólo crite-
minará la representatividad de las organiza- rio (la audiencia electoral obtenida por los
ciones y a las prerrogativas que implicará sindicatos en las elecciones a representantes
tal «especial consideración jurídica»93 . de los trabajadores en los órganos de repre-
sentación dentro de la empresa), que sin em-
6.2 Los criterios para determinar la ma- bargo, permite que la mayor
yor representatividad representatividad pueda ser ostentada por to-
das aquellas organizaciones que consigan el
En lo referente a los criterios para de- 10% o más de los representantes unitarios en
terminar la mayor representatividad, el pre- disputa (representación pluralista). En cuan-
supuesto evidente es que se trate de elemen- to a los países que utilizan concurrentemente
tos objetivos que, por un lado, impidan la más de un criterio baste con traer a colación
injerencia estatal dirigida a favorecer o per- el sistema francés que combina los de anti-
judicar a alguna organización, y, por otro, güedad, afiliación, audiencia sindical, inde-
permitan medir realmente la importancia de pendencia, volumen de cotizaciones y la ac-
cada organización. El análisis comparado titud patriótica durante la ocupación alema-
muestra la inexistencia de criterios de vali- na (artículo 133.2 del Code du Travail); y el
dez general, por lo que «el uso de unos u otros sistema italiano en el que concurren los cri-
vendrá aconsejado por las características del terios de consistencia numérica, presencia
sistema de relaciones laborales y por los fi- equilibrada en todos los sectores producti-
nes que se pretendan conseguir con los crite- vos y a nivel nacional, número de convenios
rios de representatividad. Teniendo en cuenta colectivos suscritos y de conflictos colecti-
estos factores, podrá utilizarse desde la con- vos promovidos (ambos sistemas se ubican
sistencia numérica de una organización, hasta además dentro de aquellos con representa-
su implantación geográfica o profesional, pa- ción pluralista)94 .
sando por su audiencia, su capacidad de mo-
vilización y por su antigüedad o experiencia 6.3 Las prerrogativas derivadas de la ma-
histórica. En cualquier caso, la medida de la yor representatividad
representatividad, para resultar eficaz, habrá
de efectuarse en el ámbito al que posterior- Las prerrogativas que puede otorgar-
mente dirija su acción la organización selec- se a los sindicatos más representativos de-
cionada» (García Murcia, 1987, p. 68). ben circunscribirse a las esferas de la nego-
ciación colectiva erga omnes y la participa-
Por estas razones existen sistemas en ción institucional, lo que, traducido en las
que se recurre a un sólo criterio y otros en concretas palabras del Comité de Libertad
los que se utiliza varios Sindical, implica que «no deben exceder de
complementariamente. Así como hay algu- una prioridad en materia de representación
nos que otorgan tal condición en las negociaciones colectivas, consultas
monopolísticamente a una sola organización con los gobiernos, o incluso en materia de
y otros que permiten el acceso simultáneo de designación de los delegados ante organis-

61
mos internacionales. En otras palabras, tal la inexistencia de datos y mecanismos para
distinción no deberá tener por consecuencia determinar la afiliación sindical (que se tor-
el privar a las organizaciones sindicales, que na bastante complicada sobre todo a nivel de
no hayan sido reconocidas como las más re- rama de actividad); y, la falta de garantías
presentativas, de los medios esenciales para que se ofrece al momento de otorgar o revi-
defender los intereses profesionales de sus sar la condición de mayor representatividad.
miembros ni del derecho de organizar su ges- La solución administrativa, y sin ningún cau-
tión y su actividad y de formular su progra- ce procesal específico, imparcial y rápido,
ma de acción, previsto por el Convenio nú- entra en el terreno de los vicios de manejo
mero 87» (OIT, 1996, N° 309, pp. 71 y 72). discrecional y político, así como de lentitud
y entorpecimiento burocrático, incurridos en
6.4 La regulación de la mayor otros procedimientos similares de índole sin-
representatividad en el Perú dical, que se verán en este trabajo en el caso
del registro sindical, por ejemplo. Todo esto
La normativa peruana ha asumido como resulta muy grave y deberá subsanarse, ya que
criterio de selección para otorgar el status la regulación de la mayor representatividad
de organización más representativa, frente a es uno de los ejes principales de todo siste-
las demás que coexisten en un mismo ámbi- ma de relaciones laborales, más aún cuando
to, la consistencia numérica o afiliativa: la uno de sus pilares fundamentales es la nego-
organización que tenga el mayor número de ciación colectiva con eficacia personal ge-
afiliados. El mecanismo para verificar tal neral (erga omnes).
condición es la constatación administrativa
de la afiliación respectiva. Y los efectos de Habría que enmendar rumbos y consi-
tal calificación están referidos esencialmen- derar como modelo, por el aval general que
te a prerrogativas en el ámbito de la titula- tiene, el diseñado por el Comité de Libertad
ridad en la negociación colectiva: la repre- Sindical, que considera que para que una re-
sentación negocial exclusiva y excluyente de gulación sobre esta materia no vulnere el
los trabajadores las organizaciones sindica- Convenio 87 se debe garantizar que:
les que afilien a la mayoría absoluta de tra-
bajadores, ya sea por sí solas o conjuntamente - la determinación de organización más
con otras, en un determinado ámbito. Si se representativa debe basarse en criterios
requiere más de una organización para lle- objetivos, establecidos de antemano y
gar a la mayoría mencionada los sindicatos precisos, con el fin de evitar cualquier
determinarán la forma en que ejercerán esa decisión parcial o abusiva;
representación, sea a prorrata, proporcional-
mente al número de afiliados o encomendán- - la certificación debe ser hecha por un
dola a uno de ellos. De no existir acuerdo al organismo independiente;
respecto cada uno de los sindicatos representa
únicamente a sus afiliados (artículo 9 LRCT - toda organización que no sea la que hu-
y artículo 24 DS 003). biera obtenido el certificado tenga de-
recho a solicitar una revisión de tal si-
De manera global, la evaluación de la tuación una vez transcurrido, un perío-
regulación sobre la organización sindical más do determinado desde que se le denegó
representativa, nos lleva a calificarla de in- tal consideración;
completa e inadecuada, dadas: la ausencia de
un procedimiento específico; las oscuridades - las organizaciones sindicales minoritarias,
que presenta en la regulación de la determi- a las cuales se niega los derechos de nego-
nación de los sindicatos más representativos; ciación colectiva, no deben quedar priva-

62
das de los medios esenciales para defen- adopción de un adecuado andamiaje norma-
der los intereses de sus miembros ni del tivo, procesal e institucional para garantizar
derecho de organizar su gestión y su acti- la vigencia de la libertad sindical95 , que será
vidad y de formular su programa de ac- tanto más necesario cuanto más débil sea el
ción (deben poder desempeñar y tener por movimiento sindical, puesto que, como en-
lo menos el derecho de hacerse portavo- seña Kahn-Freund (1987, p. 55) “en lo que
ces de sus miembros y de representarlos respecta a las relaciones laborales, las nor-
en casos de reclamación individual) (OIT, mas legales carecen a menudo de eficacia, si
1985, N° 237, pág. 52; y, OIT, 1996, N° no se encuentran además reforzadas por san-
309, 310, 312, 313,314). ciones sociales, es decir, por el poder
equilibrador de los sindicatos y demás orga-
nizaciones de trabajadores expresado a tra-
7. La protección de la libertad sindical vés de la consulta y negociación con el em-
presario, y, en último término, si ésta falta,
mediante el cese concertado del trabajo”,
7.1 La obligación estatal de garantizar y concluyendo, en el mismo texto, que “las le-
promover la libertad sindical yes tratan de limitar el poder de mando de
los empresarios. Su éxito en este punto de-
La consagración jurídica de un derecho pende del grado de organización de los tra-
no es suficiente para su vigencia real, en la bajadores”.
medida en que todas las normas jurídicas tie-
nen una cierta tasa de incumplimiento. En Agregando a lo anterior la dirección que
el Derecho Colectivo del Trabajo, el índice debe tomar tal tutela de la libertad sindical,
de aplicación de las normas es todavía me- se debe recurrir a la visión moderna de lo
nor que en las demás ramas del ordenamien- que significa el reconocimiento constitucio-
to jurídico puesto que se construye sobre una nal de un derecho fundamental, en tanto in-
relación de conflicto, expresa una situación terés jurídico que amerita la máxima valora-
de equilibrio inestable entre los intereses de ción positiva posible, bajo la cual se ha de
cada una de las partes enfrentadas y se tra- darle la mayor cobertura para su pleno desa-
duce en cargas jurídicas que tienen como res- rrollo. En este marco, y como ya se indicara
ponsable de su cumplimiento a quien debe anteriormente, la consagración constitucio-
soportarlas mayoritariamente y detenta una nal de la libertad sindical implica la instau-
posición prevalente en la relación. De allí ración de garantías negativas y positivas:
que sea más o menos común que el empresa- en el primer caso, se trata de una tutela fren-
rio busque utilizar cualquier atajo que le per- te al Estado, dirigida a remover todos los obs-
mita restarle virtualidad. Por ello, resulta táculos que puedan impedir o enervar su ejer-
totalmente compartible la opinión de Giugni cicio, limitando la actuación estatal en el te-
y Sanguineti (1996, pp. 122-123 y 1993, p. rreno de la imposición de restricciones. En
20, respectivamente) respecto de que en nues- el segundo caso, estamos ante un conjunto
tra disciplina, incluso con más intensidad que de garantías frente al empleador, principal-
en otras ramas de la ciencia jurídica, la sóla mente, que conllevan el establecimiento es-
inclusión de preceptos de carácter sustanti- tatal de reglas, procedimientos, medios de
vo no constituye elemento suficiente para reparación, sanciones y facilidades para su
lograr que el dato real se adecue a sus previ- ejercicio dirigidas a asegurar la efectividad
siones. del derecho y promover su desarrollo. La
lógica de ello reposa en que los derechos fun-
En tal sentido, es unánime el reclamo damentales, como resalta Pérez Luño (1995,
respecto de lo imprescindible que resulta la p. 21), “han dejado de ser meros límites al

63
ejercicio del poder político, o sea, garantías del derecho el instrumental necesario para
negativas de los intereses individuales, para que la libertad sindical pueda desarrollarse
devenir en un conjunto de valores a fines di- efectivamente y cumplir los altísimos fines
rectrices de la acción positiva de los poderes que justifican su existencia. En el mismo sen-
públicos”, anticipando de este modo “el ho- tido se pronuncia el artículo 3 del Convenio
rizonte emancipatorio a alcanzar” (idem) y 98 de la OIT.
llevando a que el Estado juegue un activo rol
promotor de estos derechos, como ya lo an- Finalmente, la necesidad de proteger la
ticipara Bobbio (1969, p. 1323). libertad sindical tiene un anclaje muy impor-
tante en la realidad, en la medida en que el
Pero ello va más allá en el terreno de la Perú tiene el nada envidiable récord de ser el
libertad sindical, puesto que aquí la actua- país con más quejas ante el Comité de Liber-
ción del Estado dirigida a tutelar y promover tad Sindical de la OIT97 .
la libertad sindical es, como señala Ermida
(1987, p. 21) una premisa para la existencia 7.2 Los ámbitos de la protección de la li-
de la libertad sindical a la vez que la forma bertad sindical
concreta en que se manifiesta la libertad sin-
dical. Lo que, dicho en los términos del au- 7.2.1 La actividad sindical (individual y co-
tor antes citado (Idem., pp. 23-24), significa lectiva) como eje de la protección y
que “el buen funcionamiento de las medidas promoción
de protección de la actividad sindical, deter-
mina la vigencia efectiva de la libertad sin- Siendo la libertad sindical el bien jurí-
dical y especialmente el eficaz desarrollo de dico objeto de las medidas de protección, y
la actividad sindical. El sistema de protec- siendo ésta un derecho fundamentalmente de
ción de la libertad sindical en su conjunto, actividad, hay que comenzar señalando que
no es otra cosa, en definitiva, que la ‘reduc- si bien su tutela se aplica tanto a las faculta-
ción’ o concreción de la noción abstracta de des de organización (elemento estático del
libertad sindical al medio concreto y real en derecho) como a las de actividad (elemento
que ésta se debe ejercer: el fuero sindical, dinámico del derecho), el eje central de aque-
las facultades o prerrogativas sindicales y la llas medidas gira fundamentalmente alrede-
proscripción de las prácticas desleales, de los dor de estas últimas facultades. Y ello no
actos de injerencia y de cualquier acto puede ser de otra manera porque el elenco
antisindical, forman parte de ella: pero al mis- mayoritario de lesiones de la libertad sindi-
mo tiempo son requisitos de eficacia de ella, cal se produce cuando se exteriorizan los ac-
en este sentido, la garantizan, la hacen posi- tos o conductas dirigidos a materializar el de-
ble en el mundo real, la ‘concretan’, la recho 98 . De este modo, tenemos que con-
‘efectivizan’96 . cordar con Ermida (1987, p. 23) cuando sos-
tiene que “consecuentemente, la libertad sin-
Todo ello se ve reforzado en nuestro or- dical incluye medidas de protección y estí-
denamiento jurídico, donde el propio texto mulo de individuos y colectividades
constitucional expresamente (artículo 28) le actuantes, destinadas a permitir u promover
impone al Estado (a todos los poderes que lo el pleno y eficaz desarrollo de esa actividad
integran) la obligación de garantizar la liber- sindical que estuvo en su origen y que es su
tad sindical, siendo, por tanto, una norma en centro conceptual y finalístico”.
la que existe un mandato y un límite al mis-
mo tiempo, puesto que le ordena actuar y al Ahora bien, precisar el contenido de esa
mismo tiempo le traza el sentido de su ac- actividad es una tarea difícil y hasta incon-
tuación: poner a disposición de los titulares veniente, puesto que se trata de un concepto

64
jurídico indeterminado que tiene un gran gente sindical, acto con el cual no sólo se
componente histórico y evolutivo que impi- está violando los derechos individuales del
de encasillarlo o encorsetarlo al margen de trabajador que ha perdido su empleo sino
la cambiante realidad que lo alimenta. Sin también los derechos colectivos del sindica-
embargo, intentaremos definirla teniendo en to que ha perdido a uno de sus dirigentes.
cuenta ese riesgo y tratando de salvarlo. Para Lo mismo puede verse incluso cuando el des-
ello, debemos establecer una precisión ini- pedido por razones antisindicales no es un
cial: en función de que la actividad sindical dirigente sino un trabajador cualquiera, en la
puede materializarse aun sin la existencia del medida en que no sólo se está causando una
sujeto sindical (los actos dirigidos a consti- lesión al trabajador directamente
tuirlo, por ejemplo), se puede afirmar con involucrado, sino que también se afecta a los
Castiñeira (1996, p. 347) que la naturaleza demás trabajadores frente a los cuales la
«sindical» de la actividad no se deriva del medida tiene un valor ejemplarizante y al sin-
sujeto que la realiza sino de su objeto y con- dicato, al cual se le priva de un componente.
tenido (defensa y promoción de los intereses Por ello, es común que los instrumentos de
de los trabajadores). De esta manera, la de- tutela de la libertad sindical permitan que en
finición hay que remitirla a la individualiza- tales casos no sólo pueda actuar el trabaja-
ción de los actos dirigidos a materializar ese dor individualmente considerado sino tam-
objeto o contenido, es decir, de todos los bién el sindicato, aunque sea como coadyu-
comportamientos que tienen como objeto o vante.
finalidad la defensa y promoción de los inte-
reses de los trabajadores. En este sentido, se 7.2.2 Ambito subjetivo de la protección: el
pronuncia Rodríguez-Piñero (1978, p. 47) fuero sindical
cuando define la actividad sindical como la
“autotutela de los intereses del trabajo” o En este terreno, los sujetos protegidos
Giugni (1996, p. 69) como que “está referi- son fundamentalmente los trabajadores, aun-
da a todos los comportamientos dirigidos a que en algunos escasos países (EE.UU., Ar-
volver efectiva la coalición”. gentina, Colombia y Chile) también pueden
serlo los empleadores, en lo que respecta a
Además de ello, hay que traer a cola- eventuales actos injerencia provenientes de
ción el hecho de que la libertad sindical es los trabajadores y sus organizaciones. Habi-
un derecho complejo que tiene expresiones da cuenta de la poca entidad de las violacio-
individuales y colectivas; por lo tanto, la pro- nes últimamente anotadas, así como de la
tección debe dirigirse a ambos planos. Bien inexistencia de regulaciones en este sentido
es cierto, que se trata de un derecho predo- en nuestro sistema de relaciones laborales nos
minantemente colectivo, por lo tanto sus ocuparemos a continuación exclusivamente
principales expresiones estarán vinculadas a de los trabajadores como sujetos pasivos de
la actuación de los sujetos colectivos; sin em- las conductas antisindicales.
bargo, no se debe dejar de lado a la hora de
plantear los mecanismos de tutela las distin- Sobre el particular, la protección de los
tas facetas individuales del derecho, cuyas trabajadores comenzó por los dirigentes y
violaciones pueden presentarse no sólo de promotores sindicales puesto que eran los su-
manera exclusiva sino al mismo tiempo que jetos más expuestos y, por ello mismo, afec-
las vulneraciones colectivas. Esta situación, tados por las acciones antisindicales. Nace
que la doctrina italiana califica como la así en América Latina el instituto del Fuero
plurioffensivita de las conductas Sindical como una institución que buscó pro-
antisindicales (Giugni, 1996, p. 126-127)99 , teger al dirigente sindical de la sanción más
se suele graficar con el despido de un diri- grave: el despido, que poco a poco se ha ido

65
generalizando hasta convertirse, en opinión han alcanzado ámbito universal al estable-
de Ermida (1987, p. 9) que compartimos ple- cerse en el artículo 2 del Convenio 98 la ne-
namente, en un conjunto de medidas de pro- cesidad de una protección suficiente para
tección del dirigente y del militante sindi- estas organizaciones con la finalidad de evi-
cal100 , que tienden a ponerlos a cubierto de tar cualquier acto de injerencia por parte de
los perjuicios que puedan sufrir por su ac- los empresarios o su organización, dirigidos,
tuación y a posibilitar un desarrollo normal principalmente a fomentar la constitución de
y eficaz de la actividad sindical. organizaciones de trabajadores dominadas
por la contraparte empresarial, ya sea direc-
La razón de ser de esta ampliación sub- tamente o a través de su sostenimiento eco-
jetiva a todos los trabajadores que desarro- nómico101 .
llen actividades sindicales no admite disen-
so alguno puesto que estriba en el hecho de 7.2.3 Ambito objetivo de la protección,
que la protección tiene que dirigirse al suje- irrelevancia de la culpa y agente infrac-
to titular de la libertad sindical. Si éste es tor
cualquier trabajador y no sólo el dirigente sin-
dical, los alcances de la protección han de Partiendo de que las transgresiones de
dirigirse a todos ellos, con las modulaciones la libertad sindical son de una diversidad tal
correspondientes al distinto grado de expo- que pueden considerarse como un fenómeno
sición en que se encuentran. Por esto las dis- “estructuralmente atípico” (Treu, 1974, p.
tintas legislaciones nacionales han ido am- 254) o «multiforme» (Sanguineti, 1993, p.
pliando su universo protegido y por esto tam- 78)102 , comenzamos haciendo notar que tan-
bién el Convenio N° 98 de la OIT establece to la definición de fuero sindical, cuanto el
en su artículo 1.1 que “los trabajadores de- contenido de los artículos 1 y 2 del Conve-
berán gozar de una adecuada protección con- nio 98 de la OIT acabados de mencionar,
tra todo acto de discriminación tendiente a traen directas consideraciones sobre el ám-
menoscabar la libertad sindical en relación bito objetivo de la protección, que también
con su empleo” (énfasis nuestro), ha sufrido una evolución histórica que ha ido
precisándose, a continuación, en el artículo ampliando su extensión desde la inicial pro-
1.2 del mismo Convenio que dicha protec- tección exclusivamente contra el despido.
ción “deberá ejercerse especialmente contra Así, se puede señalar que actualmente la tu-
todo acto que tenga por objeto: a) sujetar el tela de la libertad sindical se materializa fren-
empleo de un trabajador a la condición de te a cualquier transgresión de la libertad
que no se afilie a un sindicato o la de dejar sindical103 , entendiendo por ella, toda prác-
de ser miembro de un sindicato; b) despedir tica, conducta, actividad, injerencia o inclu-
a un trabajador o perjudicarlo en cualquier so omisión dirigida a impedir, restringir, san-
otra forma a causa de su afiliación sindical o cionar o enervar el ejercicio de la libertad sin-
de su participación en actividades sindicales dical. En este último campo, se incluye tam-
fuera de las horas de trabajo o, con el con- bién a todas las actitudes dirigidas a negar
sentimiento del empleador, durante las ho- injustificadamente las facilidades o prerro-
ras de trabajo” (énfasis nuestro). gativas necesarias para el normal desarrollo
de la acción colectiva (Ermida, 1987, p. 41).
También hay que incluir en el ámbito Se trata pues de una definición
subjetivo de la protección a las organizacio- omnicomprensiva de todas las acciones u
nes sindicales que deberán gozar de una tu- omisiones que afecten negativamente la li-
tela suficiente contra las prácticas deslea- bertad sindical y que suele acompañarse en
les, que, establecidas inicialmente en la las legislaciones más modernas con una re-
Wagner Act norteamericana de 1935, también lación abierta de las transgresiones más co-

66
munes, como sucede con el Statuto dei tivo, de suerte que, tal y como ha señalado
Lavoratori italiano o la Ley Orgánica de Li- constantemente la doctrina, la
bertad Sindical de España. antisindicalidad no es, a diferencia del ilíci-
to penal o civil, un juicio que quepa atribuir
Teniendo como norte los cabales tér- sólo cuando se encuentren presentes circuns-
minos del Convenio 98 se puede decir con tancias de culpabilidad en el agente, sino que,
firmeza que esta protección debe dirigirse a por el contrario, y en general, la
evitar o reparar todo acto (u omisión) ten- intencionalidad real del mismo en relación
diente a menoscabar la libertad sindical en con la lesión de los derechos sindicales
relación con el empleo, y especialmente los deviene irrelevante desde la perspectiva ju-
actos (u omisiones) que tengan como finali- rídico-laboral, para resultar suficiente, a efec-
dad condicionar el empleo a la no incorpora- tos de la oportuna represión, la aptitud de la
ción o no permanencia de un trabajador en conducta concreta para lesionar los derechos
un sindicato, o despedirlo o perjudicarlo en sindicales. Basta, por tanto, con una mera
cualquier otra forma a causa del ejercicio de conexión entre la conducta presuntamente
su libertad sindical, o negarle las facilidades lesiva del derecho fundamental y el resulta-
necesarias para la materialización de este do negativo producido, haciendo, por lo de-
derecho104 . En consecuencia, según el Co- más, abstracción de los móviles, legítimos o
mité de Libertad Sindical (OIT, 1996, n° 695, ilegítimos, concurrentes en el sujeto activo,
pp. 151-152), “la protección contra los actos que serían, por lo demás, muy difíciles de
de discriminación antisindicial debe abarcar controlar.
no sólo la contratación y el despido, sino tam-
bién cualquier medida discriminatoria que se Se trata, pues, de un «ilícito objetivo»,
adopte durante el empleo y, en particular, las en palabras de Treu (1974, p. 127), para el
medidas que comporten traslados, posterga- que la culpa del infractor resulta irrelevante,
ción u otros actos perjudiciales”. puesto que el fin principal de la protección
no es ni la sanción personal (Derecho Penal)
De otro lado, hay que destacar que nos ni la obligación de resarcimiento (responsa-
movemos en un terreno en el que lo que im- bilidad civil), como resalta Sanguineti (1993,
porta es proteger a la libertad sindical, con p. 167), sino que lo que se persigue es resti-
lo que no interesa si la intención del agresor tuir al afectado a la situación anterior a la
fue afectarla o no, bastando con que los efec- violación. Ello, evidentemente, tendrá una
tos de la acción hayan vulnerado la libertad implicancia directa en el terreno probatorio,
sindical, con lo que se habla de una puesto que el titular de la libertad sindical
irrelevancia de la culpa del agente que lleva no deberá probar sino la lesión de su dere-
a que, como sostiene Garófalo (1979, p. 69), cho, evitándole la muchas veces imposible
el examen del juez no deba detenerse en una carga de demostrar la animosidad antisindical
difícil indagación sobre los motivos que han de la conducta cuestionada, garantizando así
inducido a realizar el comportamiento, sino una mayor efectividad a los mecanismos de
que deba limitarse a verificar la existencia tutela105 .
del comportamiento mismo y a evaluar su
idoneidad para lesionar los bienes protegi- Tampoco tiene trascendencia la natura-
dos. En tal sentido, hay que coincidir con leza del agente infractor, que bien puede ser
las claras palabras de Rodríguez Escanciano el sujeto activo típico de estas conductas, el
(1999, p. 12) cuando sostiene que el com- empresario o las organizaciones empresaria-
portamiento antisindical desarrollado por el les, como también pueden serlo el Estado,
empresario no va a quedar supeditado a la una organización sindical o cualquier perso-
concurrencia de dolo o culpa en el sujeto ac- na, pública o privada, física o jurídica, indi-

67
vidual o colectiva (Del Rey, 1987a, p. 261). empleadores refractarios a los sindicatos
Todo ello, en función de que la libertad sin- (Bronstein, 1995, p. 102).
dical es un derecho complejo cuyas expre-
siones generan un contacto más o menos per- Se trata, pues, de una protección especial
manente con diversos sujetos, por lo que pue- previa, durante y posterior a la asunción de res-
den ser objeto de agresiones originadas po- ponsabilidades sindicales que resulta impres-
tencialmente en todos ellos, frente a las que cindible para la eficacia de la libertad sindical
tiene que ser igualmente defendida. Sin duda, y que ha obtenido ya consagración internacio-
que, según la naturaleza del sujeto infractor nal, puesto que viene prevista expresamente en
las agresiones tendrán una configuración dis- los párrafos 7.1 y 7.2 de la Recomendación 143
tinta, como puede verse cuando se piensa en de la OIT. A nivel latinoamericano, la protec-
una actuación estatal restrictiva en el terreno ción de los candidatos ha alcanzado rango cons-
normativo, o una empresarial que perjudica titucional en Brasil y se encuentra recogida,
a un trabajador en sus condiciones de traba- además, en Argentina, Costa Rica, Panamá,
jo por causa de su militancia sindical o en Paraguay y el Salvador. Un caso peculiar es el
una sindical que expulsa a un afiliado por per- de Venezuela, que ha sido calificado por
tenecer a una corriente distinta de la que tie- Bronstein (1995, p. 103) como el país que goza
ne la dirección de la organización. Por lo de la protección más amplia en este terreno,
que la tutela diseñada no sólo tiene que abar- puesto que su normativa106 establece que en
car a todos los potenciales sujetos agresores caso de celebrarse elecciones sindicales, todos
sino que ha de tener la versatilidad suficien- los trabajadores de la empresa “gozarán de
te para lograr su cometido ante la actuación inamovilidad desde el momento de la convo-
lesiva de cada uno de ellos. catoria hasta el de la elección”; agregando que
“el lapso respectivo no podrá exceder de dos
7.2.4 Ambito temporal de la protección (2) meses durante el período de dos (2) años”.

Sin lugar a dudas, la protección de que De otro lado, la tutela se extiende más
venimos hablando se predica respecto de to- allá del mandato representativo en Argenti-
dos los trabajadores que realicen actividad na, Brasil, Ecuador, Guatemala, Panamá y El
sindical: mientras lo sean y la realicen. Sin Salvador (un año); República Dominicana
embargo, es usual que se establezcan distin- (ocho meses); Colombia, Costa Rica Chile,
tos grados de protección según el nivel de Honduras y Paraguay (seis meses); Bolivia y
involucramiento sindical del trabajador, de- Venezuela (tres meses).
bido a la menor o mayor exposición a las con-
ductas antisindicales que ello conlleva. 7.3 La protección de la libertad sindical en
la ley de relaciones colectivas de tra-
En estos casos, es común que esa pro- bajo: el fuero sindical restringido y
tección diferenciada venga acompañada de simbólico.- Las vías de subsanación
parámetros temporales en los que se protege
con especial énfasis a los promotores y re- A la dación de la Ley de Relaciones Co-
presentantes sindicales, en tanto están impul- lectivas de Trabajo, el ordenamiento
sando la creación del sindicato o presentan- infraconstitucional peruano no había regula-
do su candidatura para los cargos represen- do específicamente el tema de la protección
tativos, durante su mandato y una vez con- de la libertad sindical ni creado los mecanis-
cluido éste, por un período predeteminado, mos idóneos para llevar adelante tal misión;
ya que estamos ante muestras evidentes de sin embargo, si se había producido un con-
actividades y compromisos sindicales que di- junto de normas 107 que parcial y
fícilmente serán “tolerados” por asistemáticamente protegieron a los trabaja-

68
dores del «hostigamiento reiterado» por ra- rablemente. Específicamente, el artículo 30
zones sindicales (vía orden administrativa de LRCT establece el fuero sindical, que ga-
cese del hostigamiento o despido indirecto e rantiza a algunos representantes de los tra-
indemnización)108 y establecieron como fa- bajadores el derecho a no ser despedidos
cilidades para el ejercicio de la libertad sin- ni trasladados a otros establecimientos de
dical que ya fueron vistas en el punto refe- la misma empresa, sin causa justa debida-
rente al desarrollo de actividad sindical, al mente comprobada o sin su aceptación.
cual remitimos. Esta aceptación no resulta exigible si el tras-
lado no impide el ejercicio de la función
La LRCT dedica tan sólo cuatro de sus dirigencial. Debe agregarse que el despido
artículos a la tutela de la libertad sindical (4, que tenga por motivo “la afiliación a un sin-
30, 31 y 32), frente a los 37 que invierte en dicato o la participación en actividades sin-
reglamentar minuciosamente la existencia y dicales” es nulo, según el artículo 29.a) del
límites en que debe moverse el sujeto colec- D.S. 003-97-TR, por lo que una vez proba-
tivo, comenzando a poner en evidencia la das tales razones el juez ordenará la reposi-
óptica invertida que tiene el legislador pe- ción del trabajador en su puesto de trabajo
ruano respecto de sus obligaciones normati- sin que quepa sustituir tal obligación por la
vas (y de las regulaciones comparadas), que indemnización legal109 .
de promotoras y tutelares por mandato del
texto constitucional terminan siempre en En lo que hace al ámbito subjetivo del
asfixiantes para el surgimiento y actuación fuero sindical, los representantes amparados,
del sujeto colectivo y en líricas para la de- según el artículo 31 LRCT (y los artículos
fensa del afilado o activista sindical. Pudien- 12 y 13 del D.S. 011-92-TR) son: a) la totali-
do compartirse, en este tema, la opinión de dad los miembros de los sindicatos en for-
Sanguineti (1994, p. 295), cuando enjuicia mación, desde la presentación de la solici-
globalmente la LRCT sosteniendo que el le- tud de registro y hasta tres meses después;
gislador interviene donde no debería hacerlo b) en sindicatos de primer grado, hasta 3 di-
(constitución del sindicato, derecho de afi- rigentes (estatutariamente determinados), si
liación, dinámica organizativa) y no intervie- el número de trabajadores a quienes repre-
ne donde debería hacerlo (procedimientos de senta no alcanza a 50, adicionándose uno por
tutela del derecho, facilidades para el desa- cada 50 trabajadores que sobrepasen dicho
rrollo de actividades sindicales). límite, sin exceder en ningún caso de 12; c)
en federaciones, hasta 2 dirigentes sindica-
En concreto, el artículo 4 establece el les por cada sindicato afiliado y hasta un
marco general de protección con gran am- máximo de 15; d) en confederaciones, hasta
plitud, al disponer que “el Estado, los 2 dirigentes por cada federación afiliada y
empleadores y los representantes de uno y hasta un máximo de 20; y, e) a los integran-
otros deberán abstenerse de toda clase de tes de la comisión negociadora de un conve-
actos que tiendan a coartar, restringir o me- nio colectivo (hasta 3 meses después de cul-
noscabar, en cualquier forma, el derecho de minada la negociación respectiva).
sindicación de los trabajadores, y de interve-
nir de modo alguno en la creación, adminis- De otra parte, el reglamento de la LRCT,
tración o sostenimiento de las organizacio- excediéndose en su cometido, ha añadido a
nes sindicales que éstos constituyen”. las precisiones autorizadas por la ley que en
el caso de los sindicatos supraempresariales
Sin embargo, los artículos 30, 31 y 32 (de rama, gremio u oficios varios) y de las
LRCT, encargados de materializar la norma federaciones y confederaciones, los dirigen-
general antes anotada, la restringen conside- tes amparados por el fuero sindical no po-

69
drán ser más de 1 por empresa, según el artí- cal doblemente restringido, puesto que en
culo 13 D.S. 011-92-TR. Lo que significa lo subjetivo está referido sólo los dirigentes
que, al menos en la gran mayoría de estas sindicales, y ni siquiera a todos ellos sino a
organizaciones (las federaciones compuestas un número reducido, y en lo objetivo sólo se
por sindicatos de empresa) para llegar al nú- protege respecto de dos actos antisindicales:
mero máximo de representantes cubiertos por los despidos y traslados sin causa justa debi-
la institución tutelar, la federación debe afi- damente comprobada o sin aceptación; sien-
liar al menos a 15 sindicatos, ya que sólo cabe do por ello claro que el agente infractor pre-
un dirigente con fuero sindical por cada afi- visto por el legislador es sólo el empleador.
liado. Bien es cierto que tanto los sujetos protegi-
dos son los más expuestos y que las conduc-
En lo que hace a la extensión del ámbi- tas proscritas son las más graves, pero tam-
to temporal de la protección, además de lo bién hay que concordar en que la acotación
que acabamos de mencionar respecto de los del ámbito de la protección exclusivamente
miembros de un sindicato en formación (des- a éstos y éstas muestra la enorme insuficien-
de la presentación de la solicitud de registro cia de la regulación legal, más aún cuando
hasta 3 meses después) y de los integrantes se sabe que las dos conductas cuestionadas
de la comisión negociadora (hasta 3 meses no son los actos antisindicales más frecuen-
de culminada la negociación respectiva), sólo tes, puesto que ellos se dan mayoritariamente
está prevista una regulación específica, y exi- por el lado de los aumentos discriminatorios
gua si la comparamos con los países de nues- a los no sindicados y desafiliados, la no pro-
tro entorno110 , para el caso del despido nulo moción de los activistas sindicales, las san-
por razones antisindicales, en los siguientes ciones disciplinarias injustificadas o
términos: a) tratándose de candidatos a re- abusivas, etc.
presentantes de los trabajadores debidamen-
te inscritos, desde los treinta días anteriores Pero, como ya se ha dicho, la protec-
a la realización del proceso electoral, hasta ción de la libertad sindical no puede quedar-
treinta días después de concluido éste; y b) se en la mera formulación de normas
tratándose de representantes de los trabaja- sustantivas que determinan los ámbitos sub-
dores, hasta noventa días después de haber jetivos y objetivos de actuación de aquélla,
cesado en el cargo. Agregándose que “en sino, y sobre todo, tiene que expresarse a tra-
ambos casos, la protección alcanza sólo a vés de la implementación de reglas procesa-
quienes postulan, han sido elegidos o han ce- les dirigidas a materializarla. Y ello resulta
sado en cargos que gozan del fuero sindi- inexistente tanto en nuestra regulación legal,
cal” (artículo 46 del Decreto Supremo 01- de allí que hayamos decidido calificar al fue-
96-TR). Estamos ante una regulación (no ro sindical previsto por la LRCT y su regla-
prevista en la LRCT, en los dos últimos ca- mento como restringido y simbólico, en tan-
sos) que resulta criticable por la estrechez de to se ocupa de sólo de ciertos trabajadores y
los plazos y la confusión que genera, puesto de dos conductas antisindicales y el alcance
que, como se encarga de resaltar Arce (1999, de ellos es inclusive más lírico que real al no
p. 198), es evidente que no cumplirán con su venir apuntalados por un procedimiento ju-
finalidad disuasoria, ya que resulta más o me- dicial que permita una actuación pronta y efi-
nos fácil suponer que la motivación ilegíti- caz contra las vulneraciones de este derecho.
ma se materializará antes o después de los Y ello, incluso, en el caso de la mencionada
treinta días, o tres meses, según sea el caso. nulidad del despido antisindical en el que
ambos calificativos tienen también la misma
Como se puede ver con claridad, la re- vigencia.
gulación reseñada consagra un fuero sindi-

70
Sin lugar a dudas, que la utilización del do caso, se debe destacar la importancia de
Convenio 98 y la referencia general prevista la existencia de procedimientos previos a
en el artículo 4 LRCT para ampliar las res- cualquier decisión que afecte la libertad sin-
tricciones subjetivas y objetivas del fuero dical durante la relación laboral (desde el des-
sindical en el Perú y llevarlo a su complexión pido o traslado individual de un dirigente,
real es plenamente de recibo; sin embargo, hasta los casos de autorizaciones administra-
tenemos que concordar plenamente con tivas para ceses colectivos o suspensiones).
Sanguineti (1995, p. 393) en que queda pen- Respecto de los mecanismos reparatorios,
diente todavía esa «norma de cierre», desti- cuya necesidad se hace patente una vez que
nada, a asegurar la vigencia del conjunto de se ha producido la práctica antisindical, hay
sus disposiciones, que ofrezca, como sucede que resaltar tanto la necesidad de que exis-
en otros ordenamientos, una protección am- tan medidas cautelares (suspensiones, sobre
plia y eficaz a favor de cualquier trabajador todo) que de la forma más rápida posible
o sindicato, frente a toda práctica que se ca- restañen la violación, devolviendo las cosas
paz de conculcar la libertad sindical “con- al estado anterior a ésta, cuanto la sanción
ducta antisindical”), sin importar la forma de nulidad de todo acto antisindical y no sólo
que ésta revista (disposiciones, acuerdos, del despido que tiene tal consideración, en
actos unilaterales, comportamientos pura- la medida en que las reparaciones imperfec-
mente materiales, omisiones, etc.) o el suje- tas (indemnización de daños y perjuicios)
to que la lleve a cabo (el empleador asocia- resultan totalmente insuficientes para la pro-
ciones empresariales, los Poderes Públicos tección de la libertad sindical.
o incluso los propios sindicatos).
En lo que hace a la implantación com-
Por todo ello, es imprescindible que se plementaria de mecanismos sancionatorios,
subsane este vacío estableciendo un conjun- que son los que tienen como finalidad casti-
to de mecanismos preventivos, reparatorios, gar al agente de la afectación de la libertad
sancionatorios y procesales dirigidos a de- sindical, habría que buscar la implantanción
fender la libertad sindical en todas sus tanto de sanciones de carácter económico,
facetas111 y que, por tanto, cobije a la totali- cuanto de carácter penal113 , según la grave-
dad de sujetos que desarrollan actividad sin- dad y reiteración de la infracción y, para el
dical (universalidad subjetiva), se aplique a caso de las sanciones penales, cuando los
todas las multiformes prácticas antisindicales demás medios de control social resulten in-
(universalidad objetiva) y a todos los eficaces o insuficientes, como sostiene
infractores (universalidad del sujeto infrac- Terradillos (1983, p. 663). Finalmente, en
tor) 112 . lo que hace a los mecanismos procesales, y
siguiendo de nuevo al Comité de Libertad
En el caso de los mecanismos preventi- Sindical (OIT, 1996, N° 710 y 740, pp. 159-
vos, dirigidos a evitar que se lleguen a pro- 160), resulta indispensable dotar al agredido
ducir las conductas antisindicales y que, por en su libertad sindical de un haz de instru-
tanto, brindan una tutela especialmente idó- mentos procesales que le permitan superar
nea al impedir la afectación manteniendo in- la tremenda dificultad, y en muchos casos,
cólume la libertad sindical, hay que destacar imposibilidad, de aportar la prueba de que la
la necesidad de una tutela al momento de la medida de que ha sido víctima constituye un
contratación y durante la existencia de la re- caso de discriminación antisindical.
lación laboral. En el primer caso, el control
de la contratación de la fuerza de trabajo debe En tal sentido, se hace indispensable un
dirigirse a impedir la exclusión de los mili- procedimiento rápido, económico y totalmen-
tantes sindicales, en tanto, que, en el segun- te imparcial, para decirlo en los términos del

71
Comité de Libertad Sindical (ob. ult. cit. N° 7.4 La protección constitucional e inter-
749-751), en el que se autorice la participa- nacional de la libertad sindical: la ac-
ción de los sindicatos al menos como ción de amparo y el Comité de Liber-
coadyuvantes, se establezca la inversión de tad Sindical
la carga de la prueba114 , exigiendo que el tra-
bajador sólo presente la existencia de indi- Como derecho fundamental consagra-
cios de la antisindicalidad de la conducta do en la Constitución117 , la libertad sindical
cuestionada para evitar la probatio diabolica puede defenderse a través de la acción de am-
que significaría dejar en sus hombros toda la paro consagrada en el artículo 200.2 de la
carga probatoria 115 , se disponga medidas Constitución. Por tanto, el camino de esta
cautelares sobretodo de suspensión de la vio- garantía constitucional puede transitarse ante
lación para evitar la irreparabilidad del daño cualquier hecho u omisión de cualquier au-
y adecuadas medidas indemnizatorias para toridad, funcionario o persona que la vulne-
cuando no se pueda reponer al trabajador en re o amenace, debiendo recordarse que ella
el goce de su derecho. no procede contra normas legales ni contra
resoluciones judiciales emanadas de proce-
Pero no sólo eso. Como el papel de la dimiento regular118 .
ley en el terreno de las relaciones colectivas
es relativo, resulta imprescindible comple- Estamos, pues, ante un mecanismo pro-
mentarlo apuntalando la existencia y actua- cesal excepcional, preferente y sumario119 ,
ción de los sujetos colectivos con la aproba- que opera generalmente después de agotada
ción de una normativa de signo promocional la vía administrativa previa (de existir ésta)
(garantista y facilitadora de la actividad sin- y cuya finalidad es reponer las cosas al esta-
dical), puesto que la existencia de sujetos do anterior al de la vulneración o amenaza
colectivos poderosos y representativos es la de violación de la libertad sindical (en el caso
mejor garantía contra las amenazas y que aquí estudiamos). En tal sentido, no
vulneraciones de la libertad sindical116 . De dudamos en reconocer el valor que tiene esta
allí que, junto con la exigencia formulada demanda de amparo, más aún cuando no exis-
anteriormente, acerca de la necesidad de es- te otra vía judicial al respecto, pero por ello
tablecer mecanismos preventivos, mismo, no podemos avalar la hipótesis de la
reparatorios, sancionatorios y procesales, suficiencia de la tutela de la libertad sindical
haya que exigir que se levanten todos los obs- a partir de ella, en la medida en que se trata
táculos impuestos por el legislador, tanto en de una vía procesal genérica (para cualquier
el terreno organizativo (surgimiento y confi- derecho constitucional) que, por lo mismo,
guración del sujeto colectivo), cuanto en el no recoge reglas específicas de la libertad sin-
del desarrollo de la actividad sindical (nego- dical que son imprescindibles para que el sis-
ciación colectiva, huelga, facilidades para la tema jurídico cumpla con su obligación de
actuación sindical, derecho de información, tutelar eficazmente a la libertad sindical,
etc.), cambiándose de este modo el signo res- como ya se ha detallado en el punto anterior.
trictivo e intervencionista de la legislación En tal sentido, seguimos reclamando el esta-
por otro de carácter promotor de la libertad blecimiento de un proceso de tutela especí-
sindical. fica de la libertad sindical que partiendo de
estar asignado a los jueces laborales, recoja
las reglas de participación de los sujetos co-
lectivos, inversión de la carga de la prueba,
etc., que reseñamos en el punto anterior.

72
De otro lado, la libertad sindical ha sido De todo ese andamiaje tutelar, el órga-
el primer derecho fundamental en contar con no más importante es, sin lugar a dudas, el
específicos mecanismos internacionales para Comité de Libertad Sindical123 , compuesto
su protección (Jiménez de Arechaga, 1980, por 9 miembros (3 representantes de los go-
p. 74), logrando, además, cierta efectividad biernos, 3 de las organizaciones de trabaja-
en la materia (Ermida y Villavicencio, 1991, dores y 3 de las de empleadores), que tiene
p. 22)120 . Y, como no podía ser de otra ma- funciones cuasijurisdiccionales, de allí que
nera, estos mecanismos han surgido en el el procedimiento adoptado para su pronun-
seno de la OIT, puesto que para una institu- ciamiento responda a los principios básicos
ción que dirige su actividad al campo labo- en materia contenciosa, dotándolo de la ma-
ral y se construye sobre una estructura yor imparcialidad y objetividad posibles. En
tripartita, la libertad sindical tiene una im- tal sentido, ningún representante o ciudada-
portancia superlativa121 , que lleva a que im- no de un Estado contra el cual se plantea una
ponga el respeto de este derecho incluso a queja, así como ninguna persona que ocupe
los países que no han ratificado los Conve- un puesto oficial en la organización nacio-
nios Internacionales de Trabajo sobre el par- nal de empleadores o trabajadores autora de
ticular, en la medida en que tal obligación se la reclamación puede participar en los traba-
deriva del respeto a la Constitución de la OIT jos del Comité cuando éste se ocupe de al-
que se impone a los países que la integran. gún caso en que dichas instituciones estén
interesadas.
Por ello, en el seno de la OIT, al lado de
los mecanismos regulares de control, dirigi- La concepción de libertad sindical que
dos a promover y verificar la aplicación de maneja el Comité no se restringe a la esfera
los Convenios que adopta la Conferencia122 , organizativa de este derecho, como podría
incluyendo, por supuesto, los referidos a la desprenderse de una lectura reductiva y lite-
libertad sindical, se crearon ral del Convenio 87, sino que asume la ver-
complementariamente en 1950 la Comisión dadera complexión de este derecho teniendo
de Investigación y Conciliación en materia en cuenta la esfera dinámica del mismo, por
de libertad sindical (compuesta por especia- lo que se ocupa también de las quejas res-
listas en la materia), y en 1951 el Comité de pecto de las restricciones de la negociación
Libertad Sindical (de integración tripartita), colectiva y la huelga en tanto se trata de ex-
que examina las quejas sobre violación de la presiones centrales de la libertad sindical124 .
libertad, sin requerir para ello de autoriza-
ción alguna del gobierno en cuestión. De esta Las quejas pueden ser presentadas por
manera, la OIT no sólo ha buscado estable- organizaciones de trabajadores o
cer un variado instrumental tutelar de la li- empleadores y por gobiernos. Las organiza-
bertad sindical, sino que les ha asignado tam- ciones pueden ser: a) una organización na-
bién como misión elaborar un conjunto de cional directamente interesada en el asunto;
principios que han venido, en los autoriza- b) una organización internacional de traba-
dos términos de Von Potobsky (1972, p. 83) jadores o empleadores que tenga relaciones
“a completar y dar mayor precisión a las nor- consultivas con la OIT; c) cualquier otra or-
mas contenidas en los convenios sobre liber- ganización internacional de trabajadores y
tad sindical y cuya observancia acompaña su empleadores, cuando las quejas se refieran a
aplicación aun cuando no estén asuntos que afecten directamente a organi-
específicamente formulados en tales instru- zaciones afiliadas a la misma. La competen-
mentos”. cia central del Comité gira alrededor del exa-
men de las quejas sobre vulneración de la li-
bertad sindical presentadas ante el Consejo

73
de Administración de la OIT, culminado lo 8. Las organizaciones de empleadores
cual eleva a este órgano sus conclusiones y
recomendaciones, para que, una vez aproba-
das, se envíen al gobierno encausado con el En el Perú los empleadores se encuen-
fin de que tome conocimiento de ellas y adop- tran organizados sectorialmente, a nivel de
te las medidas necesarias para eliminar las cada rama productiva, en Cámaras, Socieda-
afectaciones a la libertad sindical detectadas des o Asociaciones, las que a su vez se en-
por el Comité. cuentran centralizadas en la Confederación
Institucional de Empresas Privadas
Ahora bien, como sucede con la mayo- (CONFIEP)127 .
ría de los organismos internacionales, los pro-
nunciamientos del Comité de Libertad Sin- La forma jurídica utilizada por los
dical carecen de la ejecutoriedad propia de empleadores para organizarse es la asocia-
tribunales internos. Sin embargo, hay que ción civil sin fines de lucro, con una compo-
reconocer que el grado de eficacia alcanza- sición heterogénea en la que confluyen tanto
do por ellos es más alto (o menos bajo, si se empresarios individuales como asociaciones
quiere) que el generalmente logrado en el sectoriales o regionales, sin criterios defini-
ámbito del Derecho Internacional, por la gran dos al respecto, y con las limitaciones que
carga de condena moral que los avala, de allí puede generar esta figura al momento de ac-
que se haya podido conseguir numerosos re- tuar en el plano específico de las relaciones
sultados tangibles en defensa de la libertad laborales. Su derecho a «sindicarse» lo tie-
sindical, entre los cuales cabe mencionar a nen expresamente consagrado en el artículo
guisa de ejemplo, el reconocimiento de per- 40 de la LRCT, sin embargo, nunca lo han
sonalidad jurídica a sindicatos que se les ha- ejercitado, reconociéndole implícitamente
bía negado tal atributo (Ecuador, Etiopía, Co- su entroncamiento con las organizaciones de
lombia), la extensión del derecho de sindi- trabajadores128 . Esta última norma, además
cación a categorías excluidas por normas na- del reconocimiento general de su derecho,
cionales (Guatemala, Brasil, Chipre, dispone que se requiere un mínimo de 5
Camerún, Pakistán, Filipinas), la modifica- miembros para constituir un sindicato de
ción de las legislaciones que prohiben a las empleadores, igual número de sindicatos para
organizaciones sindicales la vinculación con constituir una federación y de éstas últimas
un partido político o la realización de activi- organizaciones para una confederación. Fi-
dades políticas (España, Portugal, nalmente se establece la aplicación de las
Mauritania, Filipinas, Grecia, Madagascar, normas de la LRCT a las organizaciones gre-
Uruguay), la supresión de las facultades con- miales de los empleadores en todo lo perti-
cedidas a las autoridades administrativas para nente. A pesar de esta última remisión, la
disolver o suspender organizaciones sindica- normativa reseñada sobre sindicatos empre-
les o el traslado de estas atribuciones al cam- sariales corrobora la existencia de un «osten-
po judicial (Alemania, Níger, Pakistán, Pa- toso desequilibrio entre el número y
namá, Honduras, Guyana, Barbados)125 . En detallismo de las normas dedicadas a éstos y
lo que hace a nuestro país habría que desta- las destinadas a los sindicatos de trabajado-
car la paralización de proyectos de ley res- res» (Ermida Uriarte, 1992, p. 27).
trictivos del ejercicio del derecho de huelga
ocurrida a lo largo de los años ochenta a par- El eje central de sus funciones gira en
tir de los cuestionamientos formulados por torno a la negociación con el Estado de las
el Comité de Libertad Sindical126 . distintas políticas sectoriales y generales, ac-
tuando como poderosos grupos de presión
que buscan medidas favorables a sus intere-

74
ses. Su reducido papel en el sistema de rela- funcionamiento fluido del sistema de rela-
ciones laborales responde a la enorme des- ciones laborales.
centralización que caracteriza a este sistema,
cuyo tejido principal se estructura a nivel de
los centros de trabajo y las empresas. Notas

Si convenimos en reconocer que, las or-


1
ganizaciones empresariales se articulan para /. Una idea clara del fundamento de tales
defender intereses económicos y laborales prohibiciones se puede extraer de la Exposi-
(principalmente en los campos de la nego- ción de Motivos de la Ley Le Chapelier cuan-
ciación y el conflicto, en este último ámbi- do sostiene que “Debe, sin duda, permitirse
to); que estos objetivos pueden ser desarro- a los ciudadanos de un mismo oficio o pro-
llados separadamente por dos organizaciones, fesión celebrar asambleas, pero no se les debe
o conjuntamente por una sola; que la tenden- permitir que el objetivo de esas asambleas
cia moderna es la consolidación de organi- sea la defensa de sus pretendidos intereses
zaciones empresariales únicas, que represen- comunes; no existen corporaciones en el Es-
tan y defienden ambos tipos de intereses tado, y no hay más interés que el particular
(dada su interrelación e interdependencia) de cada individuo y el general; no puede per-
(Del Rey Guanter, 1987d, p.47) 129 ; y, que mitirse a nadie que inspire a los ciudadanos
juegan un papel determinante en el sistema la creencia de un interés intermedio que se-
de relaciones laborales (Del Rey Guanter, pare a los hombres de la cosa pública por un
1983, pp. 312-317)130 ; concluiremos recono- espíritu de corporación”.
ciendo que, la limitación de las organizacio-
2
nes empresariales peruanas al ámbito exclu- /. Ya que sino, en gráficas palabras de De
sivamente económico, constituye uno de los La Cueva (1981, p. 250) “el Estado se habría
principales baldones del sistema peruano de transformado en una gran colonia peniten-
relaciones laborales, que le impide consoli- ciaria”.
darse y desarrollarse.
3
/. Sobre el particular, véase, Rodríguez-
Debemos indicar, además, que se trata Piñero y Bravo-Ferrer y Villavicencio Ríos,
de una autolimitación asumida consciente- Alfredo, «La libertad sindical en las Consti-
mente y defendida con vehemencia, como se tuciones latinoamericanas», Fondo de Cul-
evidenció cuando los mineros exigieron una tura Universitaria, Montevideo, 1994.
negociación por rama de actividad, lo que fue
4
recusado por la asociación empresarial res- /. No en balde, un académico tan señala-
pectiva, actitud que luego se generalizó con- do como Grandi (1990, p. 404), ha sostenido
tra la Ley 25222, que consagró ese derecho que “el desarrollo de la libertad sindical (y
con carácter general y que llevó a impulsar de los derechos sindicales) es un efecto pa-
la legislación vigente que ha terminado con ralelo de los procesos de madurez de los sis-
la negociación a nivel de rama de actividad temas de libertad, así como de liberación y
en los sectores en que existía antes de la democratización de los ordenamientos auto-
promulgación de la LRCT. ritarios y totalitarios”.

5
En todo ello, podría verse cierta cegue- /. Puesto que, como en el caso del Dere-
ra empresarial que los lleva a sostener un sis- cho Internacional Público, precisa el autor ci-
tema de relaciones laborales extremadamen- tado, sólo un amplio consenso puede garan-
te atomizado y poco funcional respecto del tizarle a la ley una tasa suficientemente ele-

75
10
vada de observancia espontanea; no siendo /. A través de la Resolución Legislativa
raro que la falta de tal consenso conduzca a Nº 13285, de 15.12.1959. Además de este
una desaplicación generalizada de la nueva Convenio el Perú ha ratificado, sobre el par-
normativa. ticular los Convenios Nº 98 (CIT 98, en ade-
lante), por Resolución Legislativa Nº 14712,
6
/. La baja efectividad o la inaplicación fre- de 15.11.1963; y, Nº151 (CIT 151, en ade-
cuente de las normas referidas al Derecho lante), por medio de la Decimosétima Dis-
Sindical es un carácter genético de esta dis- posición General y Transitoria de la Consti-
ciplina, puesto que son normas que se tución de 1979.
estructuran sobre un conflicto permanente de
11
intereses, en el cual, además, el sujeto pasi- /. Desde la Constitución de 1920 se con-
vo mayoritariamente de los derechos consa- sideraba que el derecho a constituir organi-
grados se encuentra en posición zaciones sindicales estaba recogido en el de-
subordinadora del sujeto activo beneficiario. recho genérico de asociación.
En este sentido, se puede concordar con
12
Giugni (1996, p. 14) la afirmación de que /. La revista Asesoría Laboral ha identifi-
sólo un amplio consenso puede garantizar a cado hasta 38 normas derogadas por la LRCT
la ley una tasa suficientemente de observan- en el cuadro que sobre el particular presenta
cia, lo que resulta difícil cuando la norma en su número monográfico dedicado al aná-
jurídica se construye sobre una contraposi- lisis de esta norma (agosto 1992, Nº 20, pág.
ción de intereses. 49).

7 13
/. No nos olvidemos que desde su origen /. Contrapuesto al modelo “unitario” de
Derecho del Trabajo latinoamericano fue pre- relaciones laborales cuya lógica
dominantemente heterónomo, debido prin- organizacional reposa “en una autoridad uni-
cipalmente a su tardía e insuficiente indus- ficada, legitimada, indiscutida e indiscutible
trialización, la tradición jurídica romanista y en la empresa y una estructura de lealtad de
el autoritarismo recurrente de nuestros siste- todos los miembros, unidos en comunes ob-
mas políticos con su correspondiente obse- jetivos y valores que vinculan a todos inclu-
sión por controlar lo sindical (Ermida Uriarte, so en la aceptación de las prerrogativas de la
1992, p. 26). dirección. Las consecuencias en el plano co-
lectiva de esta ideología son claras: la nega-
8
/. Ello demuestra la nula autonomía ex- ción del valor al conflicto laboral (debido a
terna del sistema de relaciones laborales res- malentendidos, incapacidad de la dirección,
pecto del ordenamiento jurídico estatal, a di- actuación de agitadores, etc.); la no legiti-
ferencia de otros países en los que o no exis- mación de la presencia del sindicato en la em-
ten reglas sobre la configuración y actuación presa, e incluso en la propia sociedad, por
de los sujetos colectivos o estos temas vie- ser una reliquia histórica, cuya actuación es
nen autorregulados por las propias organiza- legítimamente dudosa, y que constituye una
ciones a través de acuerdos a nivel de cúpu- intrusión, además peligrosa al poder servir
la. de vehículo a los que quieren subvertir el
orden social”, en gráficas expresiones de
9
/. Antigüedad en la empresa, número y ac- Rodríguez-Piñero, 1977, pp. 15 y 16).
tividad, unicidad sindical, inscripción en un
14
registro sindical manejado discrecional y po- /. Los límites de espacio nos impiden de-
líticamente por el Ministerio de Trabajo, per- sarrollar este tema por lo que remitimos su
sonalidad jurídica limitada que podía ser can- estudio a los trabajos de BLANCAS
celada por los funcionarios del registro, etc. BUSTAMANTE, C., «Estado Social, Cons-

76
titución y Derechos Fundamentales», en los derechos civiles” las siguientes liberta-
VV.AA., «Constitución, Trabajo y Seguridad des: derechos a la libertad y seguridad per-
Social», ADEC/ATC, Lima, 1993, p. 23 y ss; sonales y al debido proceso, derecho a la li-
y, «El trabajo y los derechos laborales en las bertad de opinión y de expresión, derecho de
Constituciones actual y futura», Asesoría reunión y derecho a la protección de la pro-
Laboral, 1994, Nº 37, p. 16 y ss. piedad de las organizaciones sindicales.

15 18
/. Se discute en la doctrina nacional so- /. En algunos países como España se ha
bre si la libertad sindical no encuentra sus- hecho una separación no vertical sino hori-
tento constitucional también en el artículo zontal de derechos con la finalidad de otor-
2.13 de la Constitución que consagra el de- gar una protección cualificada a aquéllos que
recho genérico de asociación. Nosotros cree- se consideraba más trascendentales, pero eso
mos que el reconocimiento expreso de la li- no sucede tampoco en nuestra Constitución.
bertad sindical en el artículo 28 vuelve inne-
19
cesaria tal referencia, en la medida en que /. No así de ningún mecanismo
respalda claramente la peculiaridad de la li- heterónomo (estatal) de imposición de la sin-
bertad sindical frente a la matriz asociativa dicación oblilos trabajadores unilateralmente
civilista, reforzando la tesis de que la auto- o a los trabajadores y empresarios.
nomía de la libertad sindical respecto del
21
derecho genérico de asociación es paralela a /. El artículo 5 DS 009 ya les reconocía el
la del contrato de trabajo respecto del de lo- derecho a constituir sindicatos, lo que poste-
cación de servicios. riormente fue o por el artículo 52 de la Cons-
titución de 1979 en los siguientes términos
16
/. Las denominaciones “segunda” y “ter- «los trabajadores no dependientes de una re-
cera” generación han sido objeto de justifi- lación de trabajo pueden organizarse para la
cadas críticas por parte de la doctrina que les defensa de sus derechos. Le son aplicables
cuestiona la carga intrínseca de devaluación en lo pertinente las disposiciones que rigen
que contienen respecto de los que serían los para los sindicatos». Finalmente, y tras el
derechos de “primera” generación; sin em- actual silencio constitucional sobre el parti-
bargo, nosotros seguimos usando tal termi- cular, el artículo 6 LRCT dispone que «las
nología en el entendido de que en una cabal organizaciones de trabajadores no dependien-
interpretación hacen referencia tan sólo a una tes de una relación de trabajo se regirán por
secuencia temporal en la lo dispuesto en el presente Decreto Ley, en
constitucionalización de los derechos. lo que les sea aplicable».

17 22
/. Esta importante Resolución parte por /. Como pueden ser que sus miembros de
declarar en su numeral 1 que “los derechos primer grado pueden ser tanto empresarios
conferidos a las organizaciones de trabaja- individuales como sociales, que se aglutinan
dores y de empleadores se basan en el respe- en torno a sus afiliados más poderosos, que
to de las libertades civiles enumeradas, en detentan una gran fuerza económica, políti-
particular, en la Declaración Universal de ca, etc., a despecho de su relativa escasez de
Derechos Humanos y el Pacto Internacional afiliados, que poseen una organización con-
de Derechos Civiles y Políticos y que el con- siderable (en cuanto a medios personales y
cepto de derechos sindicales carece totalmen- materiales, información a sus afiliados, etc.)
te de sentido cuando no existen tales liberta- a pesar de se débil cohesión interna, etc.
des civiles. Agregando, en su numeral 2, que (OJEDA AVILES, 1992, pp. 145-146).
son “esenciales para el ejercicio normal de

77
23 31
/. Derecho fundamental de la misma je- /. En Europa, desde 1950 la Convención
rarquía constitucional que la libertad sindi- Europea para la Salvaguarda de los Derechos
cal, consagrado en el artículo 2.13 de nues- del Hombre y de las Libertades Fundamen-
tra Carta Magna. tales, reconoce en su artículo 11.1 la libertad
sindical. Asimismo, la Carta Social Europea,
24
/. Los artículos 5 y 8 del DS 009, que re- adoptada en 1961 por el Consejo de Europa,
glamentó el Convenio 87, ya les reconocían consagra en sus artículos 5 y 6 la libertad sin-
tal derecho y actualmente el artículo 40 dical, la negociación colectiva y la huelga.
LRCT, también lo, hace sin ningún resulta- En Africa, la Carta Africana de Derechos Hu-
do fáctico hasta la fecha. manos y del Pueblo, de 1981, hace lo propio
en el artículo 10.
25
/. Véase, por todos, Rodríguez-Piñero,
32
1980ª, pp. 49-51 y Rivero Lamas, 1993, pp. /. Ratificada por el Perú mediante Reso-
73 y siguientes. lución Legislativa 11830, de fecha 3 de abril
de 1954.
26
/. En sí mismo, el laconismo constitucio-
33
nal en el terreno de la libertad sindical no es /. El artículo XXII establece que “toda
negativo, sino el caso italiano donde el pri- persona tiene derecho a asociarse con otras
mer coma del artículo 39 de su Carta Magna para promover, ejercer y proteger sus inte-
tan sólo dispone que «la organización sindi- reses legítimos de orden político, económi-
cal es libre», y nadie duda en Italia que tras co, religioso, social, cultural, profesional,
esa norma se encuentran recogidas todas las sindical o de cualquier otro orden”.
expresiones en que se plasma este derecho;
34
sin embargo, en países como el Perú, donde /. Ratificada por el Perú mediante el De-
la dicción literal de una norma no le garanti- creto Ley 22131, de fecha 28 de marzo de
za respeto, la falta de referencias expresas al 1978 y la Décimo sexta Disposición General
contenido de este derecho será un recodo más de la Constitución de 1979.
desde el que acechen los transgresores.
35
/. A través de la Resolución Legislativa
27
/. Por estas razones la doctrina considera N° 26448, publicada el 14 de junio de 1995.
que los sindicatos son «organizaciones de re-
36
levancia constitucional». Véase, sobre el par- /. Una relación más completa de estos ins-
ticular, Ojeda Avilés, 1986, pp. 38 y siguien- trumentos tendría que incluir además a los
tes; Cabero Román, 1997, p. 30 y Gallardo CITs 11 (1921), 84 (1947), 141 (1975), 144
Moya, 1996, p. 22. (1976), y 154 (1981) y a las Recs. 91 (1951),
94 (1952), 113 (1960), 129 (1967), 130
28
/. Ratificada por el Perú mediante la Re- (1967), 143 (1971), 149 (1975), 159 (1978)
solución Legislativa 13282, de fecha 9 de di- y 163 (1981). Sobre el particular, véase, OIT,
ciembre de 1959. 1988, pp. 4-8.

29 37
/. Ratificado por el Perú mediante el De- /. Contempla el derecho de libertad sin-
creto Ley 22128, de fecha 28 de marzo de dical con referencia al Estado y ha sido rati-
1978 y la Décimo sexta Disposición General ficado por el Perú a través de la Resolución
de la Constitución de 1979. Legislativa 13281, de fecha 15 de diciembre
de 1959.
30
/. Ratificado por el Perú mediante el De-
38
creto Ley 22129, de fecha 28 de marzo de /. Contempla la operatividad del derecho
1978. de libertad sindical en las relaciones

78
44
intersubjetivas, principalmente frente a los /. Un tratamiento riguroso y detallado de
empresarios y sus organizaciones, y ha sido estos temas puede verse en Mujica Petit,
ratificado por el Perú mediante Resolución 1999.
Legislativa 14712, de fecha 18 de noviem-
45
bre de 1963. /. Sobre el particular puede verse Neves
Mujica, 1994b, p. 21 y Canessa Montejo,
39
/. Ratificado mediante la Décimo sétima 1994.
Disposición General y Transitoria de la Cons-
46
titución de 1979. /. Dentro de esta corriente Palomeque
López (1994, p. 96) define a la libertad sin-
40
/. Su índice de ratificación es muy eleva- dical de manera muy apropiada como “el de-
do, contando con 122 ratificaciones el Con- recho de los trabajadores a fundar sindicatos
venio 87 y con 139 el Convenio 98, según y a afiliarse al de su elección, así como el
OIT, 1999, p. 32. derecho de los sindicatos al ejercicio libre
de las funciones que le son atribuidas cons-
41
/. Los ocho Convenios fundamentales de titucionalmente para la defensa de los inte-
la OIT son: el N° 29 sobre trabajo forzoso reses de los trabajadores”.
(1930), el N° 87 sobre libertad sindical y pro-
47
tección del derecho de sindicación (1948), /. Hay que tener siempre presente que el
el N° 98 sobre el derecho de sindicación y artículo 10 de del Convenio 87 establece que
negociación colectiva (1949), el N° 100 so- en su articulado “el término organización
bre igualdad de remuneración (1951), el N° significa toda organización de trabajadores
105 sobre abolición del trabajo forzoso o de empleadores que tenga por objeto fo-
(1957), el N° 111 sobre discriminación: em- mentar y defender los intereses de los traba-
pleo y ocupación (1958), el N°138 sobre jadores o de los empleadores”, con lo que se
edad mínima (1973) y el N° 182 sobre la pro- rompe la vinculación única entre sindicato
hibición de las peores formas de trabajo in- (organización institucionalizada y permanen-
fantil y la acción inmediata para su elimina- te) y libertad sindical, abriéndose el abanico
ción (1999). de su cobertura también a las formas menos
estructuradas y más esporádicas.
42
/. En otras palabras, «el Comité de Liber-
48
tad Sindical ha establecido a lo largo de los /. Es cierto que cabe la realización de ac-
años una serie de principios que captan las tividad sindical aun cuando no existe una or-
implicaciones prácticas de los conceptos y ganización, pero en todo caso esta actividad
normas relativos a la libertad sindical a los o está vinculada a ella, en la medida en que
fines profesionales establecidos en la Cons- se dirige a constituirla, o va a carecer de un
titución, los Convenios y las recomendacio- presupuesto fundamental para su eficacia.
nes de la OIT» (Samson, 1980, p. 32).
49
/. La mencionada norma también incluye
43
/. Estos Principios comprometían princi- en su declaración a los empleadores; sin em-
palmente a las empresas que los suscribie- bargo, ya hemos presentado nuestras razo-
ran a luchar contra el apartheid en SudAfrica nes por las que no aceptamos las tesis bilate-
(Sullivan) y contra la discriminación de las rales o pansindicales y dejamos este derecho
minorías católicas en Irlanda del Norte (Mac en el terreno exclusivo de los trabajadores
Bride). (vid. infra 4). Lo mismo se remite a las re-
flexiones que en el igual lugar se hacen so-

79
bre las razones por las que estrictamente con- que pueden ir juntas o separadas. La una im-
sideramos como titulares a los trabajadores porta una restricción en el plano fundacional,
dependientes, dejando de lado a aquellos por puesto que en cada ámbito no puede consti-
cuenta propia y que por tal razón carecen de tuirse más de un sindicato. La otra importa
un interés antagónico sindicalizable. una restricción en el plano de la libertad de
afiliación, puesto que la adscripción a un de-
50
/. Este requisito se exigía a pesar de que terminado sindicato se sustrae de la volun-
el artículo 2 de la Resolución Ministerial N° tad del trabajador y viene establecida por el
658/DT, de 26.8.57, les daba ese derecho a Estado. Si ambas restricciones van juntas se
los trabajadores menores, basándose en que determina que haya un único sindicato al que
las normas que establecen como uno de los todos los trabajadores del ámbito estén afi-
requisitos para inscribir la organización, una liados. En cambio si se implementa alguna
nómina de adherentes en la que se deben con- de ellas por separado se abre una abanico de
signar las libretas militar y electoral de los posibilidades. Si sólo se impone la sindica-
adherentes. Así por ejemplo, la Resolución ción única, habrá un solo sindicato pero los
Divisional N° 51-75, de 15.08.75 (Expdte. trabajadores decidirán si participan o no de
N° 55-75), resuelve que «resulta improceden- él, llegándose al caso que si la actitud abs-
te la solicitud de registro sindical formulada tencionista es total no llegue a surgir siquie-
por los trabajadores de los cuales un deter- ra el sujeto colectivo. En cambio si se impo-
minado porcentaje son menores de edad y por ne la sindicación obligatoria esta puede ser a
lo tanto incapaces para afiliarse y constituir un solo sindicato o a cualquier sindicato exis-
un sindicato, de conformidad con las normas tente, con lo que, en este último caso, se rom-
que reglamentan la formación de sindicatos pe la vinculación con el sindicato único.
y el Código Civil».
54
/. Sobre el particular, se ha dicho gráfica-
51
/. Como señala el artículo 10 del Texto mente que “lo que se ha de evitar es que (la
Unico Ordenado del Decreto Legislativo 728, unidad) sea impuesta por el Estado. La si-
Ley de Productividad y Competitividad La- tuación en que se niegue al individuo toda
boral, aprobado por el Decreto Supremo 003- posibilidad de escoger entre, distintas orga-
97-TR. nizaciones, porque la legislación sólo permite
la existencia de una única, en la misma rama
52
/. El artículo 21 del DS 011 exige que, en de actividad en que el interesado ejerce su
la nómina de afiliados que debe presentarse actividad, es incompatible con los principios
para el registro del sindicato, se indique ex- incorporados en el Convenio 87 de la OIT”
presamente el número de las Libretas Elec- (Bueno Magano, 1993, p. 44).
toral y Militar de los afiliados, pero creemos
55
que de ello no puede inferirse que sólo los /. La LRCT acabó en la práctica con la ne-
mayores de edad pueden integrar el sindica- gociación colectiva de rama de actividad al
to, ya que las restricciones tienen que ser exigir en su Disposición Transitoria y Final
expresas y la interpretación de esa norma, de Tercera que los representantes de trabajado-
acuerdo con la naturaleza del derecho y las res y empresarios que negociaban a ese nivel
disposiciones de superior jerarquía, nos de- deban ratificar o modificar su voluntad de se-
ben llevar a entender como válidas tales exi- guir haciéndolo en tal ámbito, con lo que se
gencias sólo si el afiliado es mayor de edad. les otorgó a los empresarios lo que venían
pidiendo hacía mucho tiempo, el negarse a
53
/. Aprovechamos la ocasión para deslin- continuar con la negociación colectiva sec-
dar dos cuestiones que suelen confundirse: torial, que desde entonces ha desaparecido
sindicación única y sindicación obligatoria, prácticamente en el Perú. Además de ello, el

80
61
artículo 45 de la LRCT establece que las par- /. Artículo 1 de la Resolución Suprema
tes decidirán de común acuerdo el nivel en 024/DT, de 02-03-1957.
que negociarán pero “a falta de acuerdo, la
62
negociación se llevará a cabo a nivel de em- /. Cuando se trata de comisiones encar-
presa”, agregando que en ningún caso la de- gadas de estudiar problemas de interés gene-
terminación del nivel podrá ser objeto de acto ral o nacional y durante los días que asistan
administrativo o laudo arbitral, con lo que a las sesiones, según lo establece el artículo
siempre queda en manos de los empleadores 2 del Decreto Ley N° 14881.
el negarse, como lo han hecho hasta ahora, a
63
entablar las tratativas en el ámbito sectorial. /. De ese porcentaje el 50% era para el sin-
dicato correspondiente, el 25% para la fede-
56
/. Específicamente en el caso de la LRCT, ración a que se encuentre afiliado el sindica-
el Comité ha solicitado que se reduzca su nú- to y el 25% restante para la confederación
mero, en consulta con las organizaciones de respectiva, según el D.S. 039-90-TR.
trabajadores y empleadores (Pronunciamien-
64
to en casos 1648 y 1659, punto a), párrafo i), /. Según el D.S. 081-90-PCM.
COYUNTURA LABORAL, 1994, nº 86, p.
65
24). Anteriormente, en el Memorandum que /. Según el D.S. 075-90-PCM.
la OIT remitió al gobierno peruano tras exa-
66
minar el proyecto de la LRCT, sostuvo que /. El artículo 19 DS 011 establece que el
el número mínimo de 100 trabajadores re- permiso sindical será computable en forma
sultaba excesivo puesto que «podría restrin- anual y que en caso de vacancia o renuncia
gir la organización sindical en ciertos secto- del dirigente designado, el que lo sustituya
res económicos», por lo que sugería que fue- continuará haciendo uso del permiso sindi-
ra similar al exigido para constituir sindica- cal que no hubiere sido agotado.
tos de empresa (20).
67
/. Ya en otro texto (Villavicencio, 1994,
57
/. Véase Canessa, 1999, p. 15. p. 239) sosteníamos al respecto que la dero-
gación de las normas legales que regulaban
58
/. Para utilizar la alternativa que planea las facilidades para el ejercicio de la libertad
el artículo 3.a del Convenio 135 de la OIT, sindical y su “transferencia” a la negociación
no ratificado por el Perú pero no por ello me- colectiva significada dejar estas facilidades
nos gráfico acerca de las opciones que se pre- en manos del empleador, habida cuenta de la
sentan en este terreno. debilidad del sujeto sindical en nuestro país.

59 68
/. Igualmente, los shop stewards ingleses /. Llama la atención este hecho en la me-
y los delegados sindicales alemanes son ele- dida en que la Constitución anterior la con-
gidos por los afiliados al sindicato en el cen- sagraba expresamente en su artículo 51, la
tro de trabajo o empresa correspondiente. Constitución vigente resulta bastante más
parca y restrictiva en materia de derechos la-
60
/. Durante el período de desempeño de sus borales y, además, existe una tendencia lati-
funciones, con un máximo de 20 dirigentes noamericana a darle tanta importancia cons-
de cada confederación, 10 de cada federación titucional a este derecho como a sus mani-
nacional, 5 de cada federación regional, y los festaciones positivas, como lo ha puesto en
que determine el convenio colectivo o la re- relieve un fino observador de la realidad la-
solución administrativa sucedánea, en el caso tinoamericana (Grandi, 1990, p. 434).
de los sindicatos de empresa, según el D. S.
036-90-TR.

81
69
/. Pensamos que mucho más importante reelegibilidad inmediata, aunque se trate de
que la comunicación al empleador de la re- cargo diferente, impuesta por el artículo 16
nuncia al sindicato, que sólo puede encon- del D.S. 003, que recién fue derogada por el
trar justificación en la necesidad de que se D.S. 063-90-TR.
suspenda el descuento por planilla de la cuo-
77
ta sindical, habría sido que se ponga en co- /. Vease, Ojeda Avilés, 1992, pp. 201 a
nocimiento de la oficina de registro sindical 209; Palomeque López, 1980, pp. 551-575;
tal desistimiento, en la medida en que el cri- y, Ossorio y Florit, 1973, pp. 374-375.
terio cuantitativo de afiliación es el determi-
78
nante a la hora de calificar la /. En la misma dirección se ubica el artí-
representatividad de las organizaciones sin- culo 8 LRCT, que no coloca entre los fines y
dicales. funciones de las organizaciones sindicales el
ejercicio del derecho de huelga.
70
/. La redacción actual de esta norma fue
79
establecida por la Tercera Disposición De- /. A partir del D.S. 076 (de 1990), ya que
rogatoria y Final del Decreto Legislativo N° en el régimen anterior los requisitos eran si-
857, y se recogió en la Tercera Disposición milares a existentes en la función pública: 5
Derogatoria y Final del D.S. 001-97-TR, Tex- sindicatos de una misma rama de actividad
to Único Ordenado de la Ley de Compensa- para constituir una federación y 10 federa-
ción por Tiempo de Servicios. ciones para una confederación (artículo 23
del D.S. 009 original).
71
/. Posteriormente derogada por el Decre-
80
to Ley 25588. /. Luego de la modificación de este artí-
culo operada por el DS 099-89-PCM.
72
/. Evidentemente, su origen legal la apar-
81
taba radicalmente del ámbito de las cláusu- /. Sanguineti (1994, p. 279) opina en sen-
las sindicales. tido contrario, sosteniendo que la exigencia
de que los sindicatos que integren la federa-
73
/. Sobre los alcances jurídicos de este ción sean de la misma actividad o clase “veda
tema véase los trabajos de Villavicencio Ríos injustificadamente la posibilidad de que las
y Lovatón Palacios, 1990a y 1990b. federaciones sindicales puedan organizarse
siguiendo otros patrones igualmente legíti-
74
/. Ello venía claramente dispuesto en el mos como puede ser el geográfico”.
artículo 7 del D.S. N° 022-90-TR, que regla-
82
mentaba la ley aludida cuando establecía que /. En tal sentido, se ha pronunciado reite-
en ningún caso se necesita la afiliación sin- radamente el Comité de Libertad Sindical de
dical para acceder a los beneficios de tal me- la OIT (OIT, 1996, N° 612, 616, 617, 618).
canismo de colocación.
83
/. En el caso de organizaciones sindicales
75
/. Los reglamentos administrativos gene- complejas, el órgano competente será el Con-
ralmente desarrollan y concretan las líneas greso (en función de que para ellas rige todo
generales establecidas por el estatuto, y tam- lo previsto para los sindicatos en lo que sea
bién se encuentran protegidos aplicable, según el artículo 38 LRCT).
específicamente por este derecho.
84
/. En caso de suspensión de pagos, señala
76
/. Informe del Comité de Libertad Sindi- el artículo 95 del Código Civil, el consejo
cal N° 226, mayo/junio 1983. Este informe directivo debe solicitar la quiebra de la orga-
se pronunciaba, además, contra la no nización, conforme a la ley de la materia y

82
91
bajo responsabilidad ante los acreedores por /. El artículo 3.5 de la Constitución de la
los daños y perjuicios que resultasen por la OIT establece que los Estados miembros se
omisión. obligan a designar a “los delegados y conse-
jeros técnicos no gubernamentales de acuer-
85
/. Sobre el particular véase Monroy y do con las organizaciones más representati-
Gálvez, 1987, p. 144. vas de empleadores o trabajadores, según sea
el caso, siempre que tales organizaciones
86
/. Ya que en este caso el proceso trazado existan en el país de que se trate”. Y no debe
por el artículo 96 del Código Civil resultaba olvidarse que las delegaciones nacionales que
el adecuado “en lo que fuere aplicable”, y la participan en la Conferencia General de la
consulta prevista por él tenía que ceder el OIT están compuestas por cuatro miembros:
paso a la previsión expresa de finalización 2 designados por el Estado y un de las orga-
mediante sentencia consentida. nizaciones sindicales y patronales más repre-
sentativas, respectivamente. Además de ello,
87
/. En el pronunciamiento citado el Comi- en varios convenios de la OIT se hace refe-
té de Libertad Sindical señala de modo con- rencia al tema de la representatividad, como
cluyente que “el Comité ha señalado que la es el caso de los CITs 88, 122, 144 y 150.
cancelación por el registrador de sindicatos
92
del registro de una organización equivale a /. En la misma dirección sostiene Ermida
su suspensión o disolución por vía adminis- (1991, p. 14) que la categoría
trativa”. representatividad, como cosa diferente de la
representación, surge a partir de una consta-
88
/. Puesto que tiene como titulares a “los tación y una necesidad. Por una parte, se
trabajadores sin ninguna distinción”, quiénes constata fácilmente que, a menudo, los sin-
pueden constituir “las organizaciones que es- dicatos poseen un poder de convocatoria,
timen conveniente”. audiencia, influencia o eficacia, que va mu-
cho más allá del límite de sus afiliados (....).
89
/. Lo que dificulta la admisión de la op- Esto se ve con claridad, a veces, en ocasión
ción según la cual el problema surgido con de un conflicto, cuando la medida de acción
la desaparición del registro manejado por el decidida por el sindicato es llevada a cabo
INAP se puede resolver recurriendo a una ins- por un número de trabajadores muy superior
cripción como persona jurídica sin fines de al de los afiliados (.....). A ello se sumó una
lucro, ya que éstas sólo otorgan la capacidad necesidad fáctica. En sistemas de pluradidad
de obrar común y no la específicamente la- sindical, se hacía necesario mitigar los exce-
boral, que es la razón fundamental por la que sos del pluralismo, seleccionando algunas de
se crea una organización sindical. las organizaciones concurrentes para la legi-
timación de determinados actos (negociación
90
/. Y esta no es una situación rara en Amé- colectiva, integración de órganos bi o
rica Latina, puesto que, como sostiene tripartitos, concertación social) o para la pro-
Bronstein (1999, p. 97) “el Comité de Liber- ducción de ciertos efectos (eficacia erga
tad Sindical recibe un número muy aprecia- omnes de la convención colectiva)”.
ble de quejas motivadas por la propensión
93
de las autoridades administrativas de /. En los términos del artículo 6.1 de la
“engavetar” las solicitudes de registro de sin- Ley Orgánica de Libertad Sindical española
dicatos que no les inspiran confiabilidad po- N° 11/1985, de 02.08.85.
lítica”.

83
94
/. Una presentación general de los distin- pido, por ejemplo, se vulneran también los
tos sistemas de representatividad sindical derechos de estabilidad laboral y de no dis-
puede verse en Navarro Nieto, 1993. criminación.

95 100
/. Como expresión de la unanimidad re- /. No necesariamente afiliado, ya que lo
ferida, véase, por todos, la autorizada opi- que se protege es la actividad sindical, y esta
nión del Comité de Libertad Sindical (OIT, puede ser desarrollada incluso ante la ausen-
1996, pp. 158-159, N° 740) cuando sostiene cia de organización sindical.
que “la existencia de una legislación de nor-
101
mas de fondo que prohiban los actos de dis- /. Sobre el particular, hay que señalar que,
criminación antisindical no es suficiente si siguiendo también lo prescrito en el artículo
las mismas no van acompañadas de procedi- del Convenio 98, no todo sostenimiento eco-
mientos eficaces para que se cumplan en la nómico del empleador puede considerarse
práctica. Así, por ejemplo, puede resultar a como un acto de injerencia prohibido, pues-
menudo difícil, si no imposible, que un tra- to que ello sólo se establece cuando el soste-
bajador aporte la prueba de que una medida nimiento económico aludido tiene por fina-
de la que ha sido víctima constituye un caso lidad colocar a las organizaciones de traba-
de discriminación antisindical. En este sen- jadores bajo el control de un empleador o una
tido, cobra toda su importancia el artículo 3 organización de empleadores. Con lo que no
del Convenio N° 98, que dispone que debe- se pueden proscribir con carácter general
rán crearse organismos adecuados a las con- cualquier apoyo económico de los empresa-
diciones nacionales, cuando ello sea necesa- rios, que muchas veces cuesta lo propio en
rio, para garantizar el respeto al derecho de la negociación colectiva, sino que habrá que
sindicación”. En el mismo sentido, pueden estar a cada caso concreto para ver si existe
verse numerosos pronunciamientos de este o no la finalidad de control que es la que los
órgano internacional en la obra citada, pp. deslegitimaría.
159-160, párrafos N° 739, 742, 743, 744, 745
102
y 746. /. Este autor reseña las causas de tal
«multiformidad», a partir de la interrelación
96
/. Por ello, Sanguineti (1993, p. 19) seña- de dos factores, inherentes a la naturaleza
la que la regulación de la tutela de la libertad conflictiva y dinámica de las situaciones y
sindical viene a cumplir la función de norma relaciones que subyacen: de un lado, la com-
de cierre, dirigida a asegurar la vigencia de plejidad del derecho protegido, que lo con-
este derecho fundamental. vierte en un bien sumamente vulnerable, sus-
ceptible de verse afectado en una multitud
97
/. Como puede verse en Rueda, Sepúlveda de aspectos y manifestaciones (cuyo conte-
y Vega (1998). nido no es del todo determinable
apriorísticamente); y, del otro, la existencia
98
/. En este sentido son gráficas las expre- de una pluralidad de sujetos dotados de la
siones de Lovatón (1991, p. 27) cuando sos- capacidad de interferir su libre ejercicio des-
tiene que los trabajadores “actúan” para “or- de múltiples direcciones, algunos de ellos
ganizarse”, aunque sea mínimamente, y “se dotados de una especial posición de poder
organizan” para “actuar” en defensa de sus en relación a los titulares de la libertad sin-
intereses. dical, que les permite incidir sobre la esfera
de derechos e intereses de éstos mediante ac-
99
/. Puesto que va contra varios sujetos e in- tuaciones de los más diversos contenidos
cluso contra varios derechos, vulnerando no (1993, pp. 103-104).
sólo la libertad sindical sino que con el des-

84
103 106
/. En derecho comparado, las fórmulas uti- /. Artículo 452 de la Ley Orgánica del
lizadas para definir este ámbito son también Trabajo.
muy amplias, como puede verse en el artícu-
107
lo 8 de la Wagner Act norteamericana, que /. Que se dieron «curiosamente», en su
se refiere a toda interferencia, restricción o gran mayoría, en los últimos meses del go-
coerción sobre los trabajadores en relación bierno de Alan García.
con el ejercicio de los derechos sindicales ga-
108
rantizados en el artículo 7 de esta norma; en /. Artículo 25.g) de la Ley de Estabilidad
la Ley Orgánica de Libertad Sindical de Es- Laboral N° 24514.
paña, que hace referencia a la lesión de los
109
derechos de libertad sindical (artículo 13); y /. Una rigurosa presentación del tema de
en el Statuto dei Lavoratori italiano, que ha- la nulidad del despido antisindical en nues-
bla de comportamientos dirigidos a impedir tro país puede verse en Arce Ortiz, 1999.
o limitar el ejercicio de la libertad sindical
110
así como el derecho de huelga (artículo 28). /. Al respecto, Ferro (1996, pp. 52-53) tras
un somero análisis de las legislaciones espa-
104
/. En lo que hace a las facilidades para el ñola, brasileña y argentina, concluye que “la
ejercicio de la actividad sindical, que forman protección en el derecho comparado tiende a
parte del ámbito objetivo de la protección, ser significativamente más amplia”.
remitimos a lo señalado en el punto 4.1.1.c)
111
de este trabajo. /. En tal sentido, ha sostenido el Comité
de Libertad Sindical (OIT, 1996, N° 743, p.
105
/. Al respecto, Rodríguez Escanciano 160) que “es necesario que se prevean en la
(1999, p. 12) sostiene que “con ello se va a legislación, de manera expresa, recursos y
facilitar la prueba de los hechos enjuiciados sanciones suficientemente disuasivos contra
por parte de los sujetos eventualmente lesio- los actos de discriminación antisindical, a fin
nados, en cuanto les bastará con demostrar de garantizar la eficacia práctica de los artí-
la efectiva lesión o –mejor- la idoneidad culos 1 y 2 del Convenio núm. 98”. Agre-
lesiva de aquella conducta empresarial sin gando en el párrafo 746 de la misma página
que les sea exigible la demostración de la que “el Comité ha señalado la necesidad de
voluntad o intención real del autor de produ- garantizar, mediante disposiciones específi-
cir la lesión mencionada (......). A tenor de la cas y sanciones penales y civiles, la protec-
doctrina constitucional, la dificultad proba- ción de los trabajadores contra actos de dis-
toria de la motivación antisindical queda criminación antisindical por parte de los
obviada trasladando al empresario la carga empleadores”.
de probar la existencia de un motivo razona-
112
ble que permita justificar de manera suficien- /. Sobre el particular, Lovatón (1991, p.
te su proceder, pues no en vano en aras a ga- 58) presenta una precisa síntesis del modelo
rantizar la tutela de la libertad sindical re- de protección de la OIT, señalando que tiene
sulta más fácil que sea el propio empresario las siguientes características: a) su ámbito ob-
quien pruebe que ha obrado correctamente jetivo de protección es amplio, pues consi-
y, por tanto, demuestre la inexistencia de la dera como transgresión de la libertad sindi-
imputada lesión, antes de obligar a quienes cal “todo acto” de discriminación y de inje-
demandan a demostrar la concurrencia de una rencia; b) su ámbito subjetivo es igualmente
intencionalidad antisindical en la actuación amplio, ya que considera como sujeto prote-
impugnada”. gido tanto al trabajador, individualmente con-
siderado, como a la organización de trabaja-
dores; y respecto del primero protege a “todo

85
trabajador”, aunque estableciendo una espe- no está vinculada a las actividades sindica-
cial protección en el caso de los dirigentes les del mismo”.
sindicales; c) protege la libertad sindical con-
116
tra actos violatorios provenientes del Esta- /. En esta dirección, coincidimos plena-
do, de los empleadores y de cualquier otra mente con Lovatón (1991, p. 123) cuando
persona, incluyendo a las organizaciones sin- afirma que “de hecho, el principal mecanis-
dicales; d) establece una “adecuada protec- mo preventivo de protección es la existencia
ción “ a través de mecanismos específicos de un movimiento sindical poderoso y repre-
como la reincorporación efectiva y la inver- sentativo, que tiene un gran efecto disuasivo
sión de la carga de la prueba a favor del tra- y desestimulante de los actos conductas
bajador; y, e) promueve el ejercicio libre y antisindicales empresariales y que muchas
eficaz de la libertad sindical reconociendo fa- veces resulta la única garantía de la libertad
cilidades y prerrogativas tales como la licen- sindical frente a posibles agresiones por par-
cia sindical y las cuotas sindicales. te del Estado”.

113 117
/. Así, el Comité de Libertad Sindical /. El artículo 200.2 de la Constitución ha-
(OIT, 1996, N° 747, p. 161) sostiene que “un bla de derechos «constitucionales», utilizan-
sistema de protección contra actos de discri- do un término poco usual en los
minación antisindical que incluye multas se- ordenamientos jurídicos comparados que ma-
veras en caso de despidos antisindicales, in- yoritaria y justificadamente se refieren a de-
timación administrativa al reingreso y posi- rechos fundamentales.
bilidad de clausura de la empresa no es con-
118
trario al Convenio núm. 98”. /. Respecto de las dos causales en que no
procede la acción de amparo, previstas por
114
/. Y no sólo frente al empresario, sino ante el texto constitucional, habría que precisar
cualquier otro sujeto agresor de la libertad que, en la primera de ellas, el amparo proce-
sindical, como bien señala Lovatón (1991, de contra los actos concretos de aplicación
p. 153). de la norma en cuestión, y que, en el segun-
do caso, procede contra resoluciones judicia-
115
/. La Recomendación 143 de la OIT en su les irregulares, es decir, contra aquellas en
artículo 6.2.e) exhorta a “imponer al las que se han transgredido las garantías del
empleador, cuando se alegue que el despido debido proceso.
del representante de los trabajadores o cual-
119
quier cambio desfavorable en sus condicio- /. Sobre el particular, la jurisprudencia
nes de empleo tiene un carácter constitucional sostiene gráficamente que la
discriminatorio, la obligación de probar que acción de amparo “constituye un mecanismo
dicho acto estaba justificado”. Y de manera procesal excepcional, de carácter residual y
concordante, el Comité de Libertad Sindical sumarísimo, sin etapa probatoria, y donde
(OIT 1996, N° 752, p. 162) ha sostenido que sólo cabe un razonamiento lógico jurídico del
“además de los mecanismos de protección operador, respecto de las afectaciones que
preventiva contra actos de discriminación resulten evidentes, graves y actuales; por ello,
antisindical (como por ejemplo la obtención los derechos invocados por los accionantes
de la autorización previa de la inspección de deben estar reconocidos en la Constitución
trabajo antes de proceder al despido de un Política de manera inequívoca, expresa y cla-
dirigente sindical), otra forma de garantizar ramente” (expediente N° 1732-98-A, Senten-
una protección eficaz podría consistir en obli- cia del 26 de marzo de 1999, publicada el 20
gar a los empleadores a aportar la prueba de de abril del mismo año).
que su decisión de despedir a un trabajador

86
120
/. Fuera de la OIT, la libertad sindical no existe ningún Convenio aprobado, véase
como derecho fundamental reconocido en to- el trabajo de Hodges-Aeberhard y Odero de
dos los instrumentos internacionales puede Dios (1987).
ser defendida utilizando los mecanismos
125
«inespecíficos» de tutela de estos derechos. /. Para una presentación detallada de ta-
Un desarrollo detallado de tales mecanismos les pronunciamientos véase, Ermida y
puede verse en Neves Mujica (1992, pp. 181- Villavicencio, 1993, pp. 103 y ss.
183).
126
/. Una completa sistematización de las ob-
121
/. De importancia “muy particular” habla jeciones del Comité de Libertad Sindical a
Pouyat (1982, p. 325), “primordial” señala la LRCT puede verse en Neves Mujica,
Yannopoulos (1973, p. 10 o “más especial”, 1994a.
según Válticos (1977, p. 240).
127
/. Los gremios que integran CONFIEP (a
122
/. Los mecanismos regulares de control la fecha de edición de este libro) son los si-
están constituidos por el procedimiento re- guientes: Asociación de Administradoras de
gular y los procedimientos de reclamaciones Fondos de Pensiones, Asociación de Radio
y quejas. El primero de ellos, es un procedi- y Televisión del Perú, Asociación de Empre-
miento en el que la OIT, de oficio, a través sarios Agrarios del Perú, Asociación Perua-
de la Comisión de Expertos en Aplicación na de Avicultura, Cámara Nacional Forestal,
de Convenios y Recomendaciones y la Co- Cámara Peruana de la Construcción, Asocia-
misión de Normas de la Conferencia, super- ción Automotriz del Perú, Asociación de Re-
visa el cumplimiento por los Estados de las presentantes Automotrices del Perú, Socie-
obligaciones que emanan de los Convenios dad Nacional de Industria, Asociación de
que hayan ratificado. El procedimiento de re- Bancos del Perú, Sociedad Nacional de Mi-
clamaciones se inicia a solicitud de alguna nería y Petróleo, Confederación Nacional de
organización empresarial o sindical cuando Gremios de la Micro y Pequeña Empresa,
un determinado país no ha cumplido con ta- Cámara de Comercio de Lima, Asociación
les obligaciones. El procedimiento de que- de Exportadores, Sociedad Nacional de
jas puede ser presentado por cualquier dele- Exportadores, Asociación de Agentes de
gado de la Conferencia, por un país contra Aduana del Perú, Bolsa de Valores de Lima,
otro que haya incumplido un Convenio o Sociedad Nacional de Pesquería, Asociación
puede ser iniciado de oficio por la OIT. Un de Empresas Privadas de Servicios Públicos,
desarrollo detallado sobre el particular pue- Asociación Nacional de Laboratorios Farma-
de verse en Neves Mujica (1992, pp. 184- céuticos del Perú, Asociación de Industrias
187) y Von Potobsky y Bartolomei, (1990, Farmacéuticas Nacionales, Confederación
pp. 91-120). Nacional de Cámaras de Comercio y Produc-
ción del Perú, Asociación Peruana de Em-
123
/. Un análisis detallado sobre este órgano presas Aéreas, Asociación Peruana de Em-
puede verse en 0IT, 1988, pp. 17-24 y en presas de Corredores de Seguros, Asociación
Ermida y Villavicencio, 1993. Peruana de Empresas de Seguros, Cámara
Nacional de Turismo.
124
/. Sobre el particular pueden verse los 142
128
pronunciamientos sobre negociación colec- /. Sobre la naturaleza unilateral de este de-
tiva y los 132 sobre huelga reseñados en OIT, recho véase infra 4.
1996, pp. 111-134 y 171-202. En lo que hace
129
al tema de la huelga (y su directo entronca- /. Este autor, además, define muy correcta
miento con la libertad sindical) sobre el que y gráficamente a la organización empresarial

87
como «aquella asociación de carácter jurídi-
co-privado que agrupa a empresarios y/o or-
ganizaciones de éstos para la defensa y pro-
moción de sus intereses en el sistema de re-
laciones laborales, realizando como funcio-
nes esenciales, en relación al Estado y los sin-
dicatos, las de concertación, negociación y
participación, y, respecto a los propios em-
presarios, las de unificación y coordinación,
desarrollando, respecto a la sociedad en ge-
neral una promoción de la imagen de aque-
llos» (Del Rey Guanter, 1987, p. 51).

130
/. Este autor concluye sosteniendo que «en
el sistema económico de libre empresa, la
fuerza en última instancia determinante del
sistema de relaciones laborales viene repre-
sentada por los empresarios» (Del Rey
Guanter, 1983, p. 314).

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