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B = Biblia

La letra "B" nos recuerda de la Biblia. No tan solo la Biblia constituye el fundamento de
nuestra vida de oración, sino que es también el cimiento de todos los demás aspectos de la vida
cristiana. Mientras que la oración es nuestra manera principal de comunicamos con Dios, la
Biblia es la manera principal de Dios para comunicarse con nosotros. Nada puede tener
precedencia sobre nuestra relación con la Palabra de Dios, y nada puede sustituir la presencia de
la Palabra de Dios en nosotros.
Si falláramos en ingerir regularmente alimentos bien combinados, eventualmente vamos a
sufrir las consecuencias. Lo que es cierto en el hombre exterior, suele también ser cierto en el
hombre interior. Si regularmente no nos alimentamos apropiadamente de la Palabra de Dios,
vamos a tener que sufrir espiritualmente las consecuencias.
Jesús dijo: "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios" (Mateo 4:4). Las buenas comidas materiales son una cosa; los grandes alimentos
espirituales, otra muy distinta.
De hecho, el acronímo "M-E-A-L-S",* nos va a servir para que podamos regresar a lo
básico en relación con la Biblia.

Memorice
Una de las mejores cosas que me pasaron a mí en mis tiempos de nuevo creyente, fue que
me dijeran que todos los cristianos deben memorizar textos de las Escrituras. A través del
tiempo me he dado cuenta de que no todos los cristianos lo hacen, pero yo estaba encantado
haciéndolo. Ahora, mirando hacia atrás sé por experiencia que nada se compara a la satisfacción
de saber de memoria muchos textos de la Biblia. Charles Swindoll lo expuso muy claramente
cuando escribió estas palabras:
"Yo no sé de otra práctica dentro del cristianismo más
recompensadora que la de memorizar versos de las Escrituras. Es
cierto. No hay otra disciplina más útil y remuneradora que ésta.
Ningún otro simple ejercicio paga más altos dividendos espirituales.
Su vida de oración será fortalecida. Su testimonio será más concreto y
más efectivo. Su consejería va a ser muy solicitada. Sus actitudes y
sus proyecciones van a experimentar cambios. Su mente se hará más
alerta y observadora. Su confianza y su seguridad se ampliarán. Su fe
se hará más sólida".1
A pesar de estos maravillosos beneficios, sin embargo, no son muchos los cristianos que
han incorporado la memorización de las Escrituras a sus estilos de vida. En la mayoría de los
casos, no es porque ellos no quieran, sino porque no han sido enseñados a cómo hacerlo.
Muchos de los que están convencidos de que tienen muy mala memoria, lo que tienen,
ciertamente, es memorias que no han sido entrenadas.
Estoy convencido de que todo el mundo, a pesar de la edad o de las habilidades mentales,
puede memorizar las Escrituras. Dios nos ha llamado para que escribamos Su Palabra en las
tablas de nuestros corazones (Proverbios 7:1-3; Deuteronomio 6:6). Y con Su llamado, nos ha
concedido también la capacidad para hacerlo. Su mente es como un músculo. Si usted la
ejercita, aumentará su talento para recordar y acumular información. Si no lo hace, le pasará
igual que con un músculo que no se ejercita: sus habilidades se atrofiarán. Vamos a ofrecerle
unas cuantas sugerencias para facilitarle sus primeros pasos en esta experiencia:
Señale metas. El que no tiene objetivos, generalmente nunca llega a ninguna parte.
Señale metas que sean alcanzables. Si sus objetivos son irreales, usted, sin lugar a dudas,
se sentirá frustrado y abandonará el esfuerzo.
Memorice con algún amigo o miembro de su familia. Una de mis más preciadas
experiencias fue la de mecerme con mi hija Michelle en una hamaca, de un lado a otro, mientras
memorizábamos el capítulo 2 de Proverbios. Memorizar con otra persona se disfruta mucho, y
además, lo hace a usted responsable de su esfuerzo ante ella.
Use el tiempo en que generalmente no esté ocupado para repasar lo que haya
memorizado, tales como el período de espera en una línea de personas, o los minutos antes de
dormirse.
Y ya que va a empezar a memorizar las Escrituras, quisiera que considerara la
memorización de Josué 1:8. Las maravillosas palabras de este pasaje nos recuerda que el
conocer porciones de la Biblia nos ayuda a meditar sobre ellas. En el texto leemos: "Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino y todo te saldrá bien". ¡Si usted quiere prosperidad verdadera, ahí la tiene!2

Examine
En Hechos 17:11 nosotros leemos que los bereanos escudriñaban las Escrituras
diariamente para ver si las cosas eran como se les predicaba. Foresto, ellos fueron reconocidos
por su nobleza de carácter.
Aquí hay una lección extraordinariamente importante que debiéramos aprender. Los
bereanos no fueron condenados por examinar a la luz de las Escrituras lo que Pablo decía. Más
bien, fueron elogiados. La autoridad final no fue colocada en la revelación dada por un hombre,
sino en la revelación dada por la Palabra de Dios.
Yo no puedo sobre enfatizar la importancia de examinar la Palabra de Dios. Para
examinar necesitamos usar nuestras mentes, y la Biblia exhorta a los creyentes a usar sus mentes
para honrar a Dios y también para que examinen las enseñanzas de los hombres a la luz de las
Escrituras. Jesús enseñó que el primero y más grande mandamiento es amar a Dios con todo
nuestro corazón, alma y mente (Mateo 22:37). Pedro alertó a los creyentes a que prepararan su
mente para la acción (I Pedro 1:13). Pablo urgió a los cristianos a que lo examinaran todo (I
Tesalonicenses 5:21) y a que renovaran sus mentes para que pudieran ser capaces de discernir la
voluntad de Dios (Romanos 12:2).
Examinar las Escrituras puede demandar disciplina y dedicación; pero los dividendos son
espectaculares. Los bereanos escudriñaban la Biblia diariamente, y también debiéramos hacerlo
nosotros. Aquí hay algunas ideas que pueden ayudarle en el intento:
Ore para que Jesucristo se haga más y más real para su vida por medio de la lectura de la
Palabra de Dios.
Lea un capítulo diario. Quizás debiera empezar con el Evangelio de Juan. Este evangelio
se divide en 21 capítulos, y los expertos dicen que si nosotros repetimos el mismo acto durante
21 días consecutivos el mismo llega a convertirse en un hábito de por vida.
Lea concentrándose en lo que lee. Pida al Espíritu Santo que le dé entendimiento a
medida que usted reflexiona cuidadosamente en el significado de las palabras de Dios (II
Timoteo 2:7). Los textos encierran gemas preciosas. Queda para usted la oportunidad de
encontrarse con estas riquezas.
Lea las Escrituras sistemáticamente en lugar de usar la técnica de leer al azar lo que se
encuentre al abrir la Biblia. La Biblia es un libro compuesto de 66 libros diferentes. Para
entender plenamente el amplio cuadro presentado por Dios, nosotros no podemos concretarnos a
leer nada más que las porciones o libros que sean de nuestro interés personal. Lo que
necesitamos más bien es leer cuidadosamente la totalidad de la Palabra de Dios de una forma
organizada e inteligente.
Entender nociones de la ciencia de la interpretación bíblica aumentará grandemente su
capacidad para escudriñar diariamente las Escrituras. El acronímo "L-I-G-H-T-S" discutido en
el capítulo 20, le puede resultar de mucha utilidad.

Aplique
¡Por maravilloso y provechoso que sea memorizar y examinar las Escrituras, eso,
simplemente, no es suficiente! Tenemos también que tomar el conocimiento que hemos recibido
de la Palabra de Dios y aplicarlo a todos los aspectos de nuestra vida diaria. Sabiduría es
aplicación de nuestro conocimiento.
Cuando Jesús llegó al final de su Sermón del Monte, éstas fueron sus palabras:
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé
a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,
porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su
casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó y fue grande su ruina. Mateo
7:24-27

Santiago usó la ironía para familiarizamos con el mismo punto. En esencia, él dijo que
cualquiera que oiga la Palabra de Dios y no la practique, es como un hombre que al mirarse su
cara en un espejo descubre que está sucia, pero no se la lava (Santiago 1:23, 24).
Ante los ojos de Dios, la obediencia es mejor que el sacrificio (I Samuel 15:22). Como
sabiamente lo expresó Santiago: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos" (Santiago 1:22).

Listen (Escuche)
Para poder aplicar las direcciones de Dios en nuestras vidas cotidianas, debiéramos
primero escuchar cuidadosamente a Dios cuando nos habla personalmente por medio de Su
Palabra. Como Samuel, nosotros debiéramos decir: "Habla, porque tu siervo oye (I Samuel 3:10;
énfasis añadido).
Uno de los más maravillosos aspectos de las Escrituras es que sus palabras están vivas y
activas, no muertas ni inoperantes. Dios nos habla todavía a través del encanto de Su Palabra. El
Espíritu Santo ilumina en nuestras mentes lo que está revelado en las Escrituras. El Espíritu
Santo nos hace "sabios en lo que está escrito, y no más allá que eso".3
Cuando nosotros escuchamos, podemos al mismo tiempo "probar los espíritus". Como
nos lo advierte Juan, el apóstol del amor: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (I Juan 4:1).
Particularmente es importante "probar los espíritus" porque una de las más socorridas estrategias
de Satanás es la de disfrazarse de ángel de luz para seducirnos espiritualmente (II Corintios
11:14)
Uno de sus más mañosos lemas es: "Siéntelo, pero no lo pienses".
El Espíritu de Dios, por otro lado, ilumina nuestras mentes de tal forma que podamos
entender lo que El abundantemente ha querido darnos (I Corintios 2:12). Antes de yo ser un
cristiano, leer la Biblia me parecía como leer la correspondencia de cualquier otra persona.
Ahora, sin embargo, las Escrituras han llegado a ser como sesenta y seis cartas de amor de Dios,
dirigidas específicamente para mi vida. Como lo declarara tan inspiradoramente Jesús: "Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen" (Juan 10:27; énfasis añadido).

Study (Estudia)
Las Escrituras nos exhortan a que estudiemos para que podamos presentarnos como
obreros aprobados por Dios, obreros que no tengan de qué avergonzarse, que manejen bien la
palabra de Dios (II Timoteo 2:15).
Al examinar las Escrituras es generalmente mejor empezar con una buena traducción y
mantenernos fíeles a la misma. Esto le proveerá con cierta consistencia y le ayudará también en
el proceso de memorizar pasajes. Al estudiar, sin embargo, es mejor disponer de varias buenas
traducciones bíblicas. Hoy día, hay muy buenas traducciones, aunque hay también algunas que
debiéramos evitar.
Un ejemplo de una traducción reconocida por su fidelidad a los textos originales es la
revisión de 1960 de la versión Reina Valera. Pero debemos evitar las llamadas paráfrasis
bíblicas, así como las traducciones asociadas a una determinada secta, tal como la llamada
Versión del Nuevo Mundo, de los Testigos de Jehová, 4 y la traducción Lamsa, que es
doctrinalmente prejuiciada y altamente esotérica.5
Para ayudarse en su estudio de las Escrituras, hay aquí algunos instrumentos prácticos que
con gusto le recomiendo:
1. Biblias de Estudio. En las librerías religiosas puede encontrar, hoy día, varias y
valiosas Biblias de Estudio. Hay algunas editoriales cristianas que recientemente han publicado
extraordinarias Biblias de Estudio. Y como sucede con todo, hay también Biblias de Estudio que
debiéramos evitar. Para tomar la decisión correcta asesórese apropiadamente.
Para ofrecerles ejemplos acerca de los errores que se proclaman en algunas Biblias de
Estudio, podemos mencionar, escritas en el idioma inglés, la "Word Study Bible", con la
contribución de 13 destacados maestros de la Fe; la "Holy Bible—Kenneth Copeland Reference
Edition Bible" y la "Dake 's Annotated Reference Bible ". Quizás la peor de todas, sea ésta,
donde encontramos cosas como: "Dios... va de lugar en lugar en un cuerpo como cualquier otra
persona", o "El es simplemente como cualquier ser humano de tamaño ordinario... viste ropas,
come, descansa... habita en una mansión y en una ciudad en un planeta material llamado Cielo".6
En la primera página del Nuevo Testamento, Duke escribe que Jesús "fue el Cristo o el
Ungido, 30 años después de que naciera de María".7 Aún cualquier persona que desconozca la
Biblia y que haya visto la película navideña de Charlie Brown, o que haya repetido alguna
tonada de Navidad, sabe perfectamente el texto del evangelio de Lucas: "Os ha nacido hoy, en
la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor" (Lucas 2:11; énfasis añadido).
2. Medios auxiliares de estudio. Todo estudiante serio de las Escrituras debiera disponer
de los siguientes medios auxiliares:
Biblia de referencia en cadena
• Este es uno de los medios más eficaces y compactos de que
podamos disponer. Una buena Biblia de referencias paralelas y de
estudios por tópicos, como la de Thomp-son, resulta de mucha utilidad
para el estudiante. Consta de una amplísima sección numerada de
temas, además de una buena concordancia, mapas, cuadros
descriptivos y sinópticos. Una palabra de advertencia sobre las Biblias
de Referencias en Cadena y sobre las Concordancias:
siempre estudie el contexto total de los pasajes mencionados y
no se quede confinado a una interpretación limitada.
Un buen comentario, un diccionario de la Biblia y un tratado de
teología sistemática pueden ayudarle a superar ese tipo de problemas.

Comentario
• Un comentario bíblico sirve como un sistema de
comprobación y equilibrio por el cual usted puede evaluar sus
conocimientos por medio de las ideas de otros. Hay una extraordinaria
variedad de formidables comentarios, tales como el "International
Bible Commentary", editado por F.F. Bruce. Y en español se está
publicando por Editorial Unilit el "Comentario Bíblico del Continente
Nuevo" escrito por autores hispanos. Hay otros comentarios en
español disponibles para lo cual debe consultar al pastor de su iglesia.
Concordancia
• Una concordancia completa de las Escrituras es un medio
indispensable de estudio. Con una concordancia usted puede encontrar
todas las citas bíblicas y todas las palabras usadas en la Biblia,
añadidas oraciones extractadas que nos sirven para reconocer los
textos en cuestión. En la mayoría de las concordancias publicadas,
como las de Strong, aparecen referencias a los vocablos bíblicos
originales en hebreo, arameo y griego.
Traducción Interlineal
• Una traducción interlineal le ofrecerá el texto griego, palabra
por palabra, paralelamente en español. Este tipo de traducción puede
ayudarle mucho a ganar un directo acceso a las lenguas originales de
la Palabra de Dios sin necesidad de que tenga que ser un conocedor de
las mismas.

Diccionario bíblico
• Un buen diccionario bíblico la dará acceso a información
sobre la historia, la cultura, la gente, los lugares y los sucesos en las
Escrituras.

Teología Sistemática
• La Teología Sistemática es sencillamente una sistematización
de las doctrinas básicas de la fe cristiana histórica de acuerdo con la
revelación dada en las Escrituras acerca de las mismas. Un estudio
introductorio de Teología Sistemática podrá capacitarle para que
entienda, defienda y desarrolle su propia fe cristiana. Hay disponibles
muy buenos textos de Teología Sistemática en español.
Medios adicionales
• Algunos medios adicionales que podemos mencionar son: un
Manual Bíblico, un buen estudio sobre textos difíciles o dificultades
bíblicas; ayudas para estudiar las palabras bíblicas, tales como
diccionarios expositivos de vocablos bíblicos, y también un adecuado
manual de interpretación bíblica. Hay muchas buenas ayudas
adicionales en español disponibles.

Jesús dijo: "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca


tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás" (Juan 6:35).
Mi ferviente oración es que este acrónimo M-E-A-L-S le sirva como
un recordatorio de que cada día tiene usted que alimentarse con el Pan
de la Vida.

* N.T.:"MEALS" significa "COMIDAS". Conservamos el vocablo en inglés para poder acomodamos más
estrictamente a la línea de pensamiento del autor.

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