Plantear una perspectiva sobre la guerra y la paz dentro del marco de los
derechos humanos de las mujeres es quizás uno de los mayores retos con los
que se enfrentan los movimientos de mujeres en todo el mundo al entrar en el
año 2003. La intensa campaña a favor de la guerra y la fobia al Islam, así como
el peligro inminente de una guerra contra el pueblo de Irak, que marcaron los
últimos meses de 2002, se han templado en cierta manera en este nuevo año
por los cientos de miles de voces por la paz y la moderación que se han
proclamado contra la guerra en todas partes del mundo. Sin embargo, aunque
no hay ninguna proclamación de guerra declarada en ningún lugar del mundo,
el impacto social, político e ideológico del clima pro-guerra que hemos
presenciado en los últimos meses seguirá diseñando nuestro futuro colectivo.
La guerra y el conflicto, por tanto, crean unas condiciones en las que el papel y
la posición de las mujeres en la sociedad se transforman. Uno de los dilemas
de las sociedades después del conflicto y en momentos de transición, es que la
voz colectiva y la fuerza descubierta por las mujeres a través de este proceso
en tiempos de conflicto y de guerra, puede a veces infravalorarse en el
momento de la transformación del conflicto y de construcción de la paz.
'Restaurar la normalidad' en algunas situaciones puede significar volver a las
normas patriarcales y al control de los derechos y libertades de las mujeres.
Los ' patriarcas' pueden salir ganando en una situación así y fomentar la vuelta
de las mujeres a sus casas, familias y a su papel doméstico.
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Tomado de:
Women's Human Rights Net
<http://www.whrnet.org/docs/perspective-abeyesekera-0302.html>