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Síntesis

biográfica de
Marx y Engels
Primera parte

x
mr Carlos Marx y Fe- nada de tradiciones religiosas
\ &£t 0K derico Engels na- hebreas. No fue pobre aunque
-~4lÉB cieron geográfica y debió haber sentido las punzadas
^mB- cronológicamente de los prejuicios raciales. Se inscri-
Wk**. ^M cercanos. El prime- bió para seguir la carrera de juris-
ro en Tréveris, el 5 de mayo de 1818; prudencia en Bonn, continuándola
el segundo en Bramen, el 28 de en Berlín, donde comenzaron sus
noviembre de 1820. Ambas, ciuda- inquietudes filosóficas. Se doctoró
des de la provincia alemana de en filosofía en Jena, en 1841, pre-
Renania. sentando como tesis de grado un
No se conocieron en su primera estudio sobre Demócrito y Epicuro.
juventud y vivieron en ambientes Federico Engels no llegó a com-
radicalmente distintos. pletar el bachillerato, convirtiéndo-
Carlos Marx era hijo de un abo- se en negociante, ocupación de su
gado judío converso al cristianismo padre, pero siguió cursos de filoso-
pero toda su familia estaba impreg- fía en Berlín, en ocasión de cumplir
su servicio militar. Toda su vida estu- sólo un personaje es digno de
vo a cubierto de privaciones eco- mención por el inmenso papel que
nómicas y su gran preocupación fue jugara en la vida de Marx: JENNY
el ayudar a subsistir a su amigo DE WESTFALIA1. Esta mujer, de la
Marx, perseguido siempre por la pequeña nobleza alemana, consti-
miseria y que jamás en su vida tra- tuye el otro pilar de su vida. No se
bajó en otra cosa que en sus inves- puede decir de ella que haya sido,
tigaciones científicas y la organiza- en sentido intelectual, otra cosa
ción de la clase obrera. que una admiradora ciega de su
Mientras el padre de Marx, imbui- marido y copista de sus manuscri-
do de un espíritu liberal, compren- tos. Tampoco fue una buena ama
día las inquietudes de su hijo, la fami- de casa en el sentido exacto del
lia de Engels, sobre todo su padre, término. Su grandeza estriba en
sufría mucho por las andanzas de haber percibido el alcance del
Federico, quien desde niño mostró genio de su marido y la necesidad
un carácter rebelde a todo dogma. de que alcanzara a expresarlo en
Ambos hicieron sus primerísi- sus obras, sacrificando a esta tarea
mas armas en literatura compo- común los más íntimos sueños de
niendo versos (que la crítica consi- las mujeres de su clase.
dera insignificantes), cesando rápi- Acostumbrada a los mimos, el
damente estos escarceos juveniles. ocio y la holgura económica y la
Ambos fueron atraídos en su juven- tranquilidad de su posición social,
tud por la filosofía de Hegel y parti- puede decirse que todo lo perdió
ciparon en las disquisiciones de los de un golpe al ligarse indisoluble-
jóvenes hegelianos. Ambos fueron mente al revolucionario intransi-
deslumhrados por Feuerbach y gente, sin renuncias, que era
ambos simultáneamente, lo supe- Marx. Y hasta varios de sus hijos
raron para llevar adelante el mate- murieron por causas directas o
rialismo dialéctico, en una asocia- indirectamente imputables a la
ción sin par en la historia, tanto por miseria en que vivieron muchos
la magnitud de los hombres que la años. Constituyeron un matrimonio
integraron, como por la fidelidad de modelo y de la fuerza de su cariño
una amistad sin tachas. recíproco dan fe estas letras de su
De sus vidas anteriores al hija menor narrando la despedida
encuentro, poco hay que decir y de Marx, viejo y enfermo, de su
^1 Hr

Carlos Marx con su tres hijas (Jenny, Eleanor y Laura) ¡unto a su gran amigo,
Federico Engels, en Londres en 1864.

mujer agonizante a causa de un cuarto. El Moro se sobrepuso una


tumor maligno: vez más a su enfermedad. No olvi-
"En la gran alcoba delantera daré nunca aquella mañana en que
estaba acostada nuestra pobre se sintió ya con bastantes fuerzas
madre, y al lado, en la alcoba para ir al cuarto de mamá. Al verse
pequeña, el Moro. Ellos, que tan otra vez juntos, parecían vueltos a
compenetrados estaban el uno con los días radiantes de su juventud,
el otro, tan íntimamente unidos, no convertida ella en una novia y él en
podían ya albergarse en el mismo un muchacho enamorado que iban
a entrar juntos en la vida; viéndolos, lécticas bajo el seudónimo de
no parecían un hombre viejo y arrui- Federico Oswald.
nado por la enfermedad y una La Gaceta del Rin provocó una
anciana moribunda que se despe- gran desazón en los círculos reac-
dían para siempre." cionarios, por lo que el gobierno pru-
Del fruto de este matrimonio lle- siano decidió suprimirla, estable-
garon a la edad adulta tres muje- ciendo, como paso previo, la cen-
res, Jenny, Laura y Eleanor. sura. Marx abandonó la redacción al
Perdieron varios hijos más, pero el constatar que los accionistas pre-
que dejó una herida profunda en tendían dulcificar las críticas en un
ambos cónyuges fue Edgar, niño intento por salvar la publicación.
que murió a los ocho años y de Más o menos hacia octubre de
quien los dos se acordaban fre- 1842, se conocieron Marx y Engeis
cuentemente con nostalgia en la en circunstancias en que el primero
correspondencia privada que se había roto con los jóvenes hegelia-
conserva. nos y el segundo aún no, por lo que
Aunque no ocupe el lugar de el primer encuentro fue más bien frío
Engeis, es imposible olvidar en una y no hacía sospechar la identifica-
relación de los sucesos en la vida ción que alcanzarían con el correr
de Marx, por sucinta que sea, a la de los años.
extraordinaria mujer que fue la com- Ante la imposibilidad de publicar
pañera de toda su existencia adul- los Anales Alemanes en Alemania,
ta, y a quien sólo pudo sobrevivir Ruge y Marx decidieron crear los
poco más de un año. Anales Franco-Alemanes, revista
La carrera de Marx como escri- editada en Francia de la que se tiró
tor político comienza con un artícu- un solo número. Marx publicó allí:
lo sobre la censura que no fue posi- "Introducción a una crítica de la
ble publicar por intervención de la filosofía del derecho de Hegel", en
propia censurada; era para los la que no rompe con sus conviccio-
Anales Alemanes, de Ruge, amigo nes antiguas, pero comienza a bus-
de juventud de quien se separaría car en el cauce de la historia la inter-
pronto. Su obra de importancia, sin pretación de la sociedad. Engeis
embargo, se iniciaría en La Gaceta publica en la revista "Bosquejos
del Rin, de la que devendría redac- para una crítica de la economía
tor principal en corto plazo. En estas nacional", primer aldabonazo eco-
dos publicaciones comenzaba el nómico de uno de los fundadores.
joven Engeis a pulir sus armas dia- Marx aprovechó el tiempo en
En 1965, luego de la Conferencia de I, el Che se entrevistó con Mao Tsetung.

París para profundizar sus estudios sa -se encoleriza- con los 'nuevos'
históricos, leyendo escritores bur- escritores que ahora ven un anta-
gueses como Thierry y Guizot, de gonismo también entre la burguesía
quienes tomó una de las bases de y el proletariado y que incluso
su teoría: la lucha de clases. Mucho desea-rían detectar las huellas de
tiempo después, en 1854, decía a esta oposición en la historia del
Engels, en una carta: Tercer Estado antes de 1879."
"... Un libro que me ha interesa- Sin dejar de reconocer méritos
do mucho es el de Thierry, Historia intelectuales e históricos a sus pre-
de la formación y del progreso del decesores, Marx apuntaba la falla
Tercer Estado, de 1853. Es nota- crítica impuesta por su ideología a
ble la indignación que con este los pensadores de la burguesía.
caballero, padre de la 'lucha de cla- Poco más de un año debía durar
ses' en la literatura histórica france- su permanencia en Francia, de
donde sería expulsado, trasladán-
dose a Bruselas con su familia
aumentada por el nacimiento de su
hija mayor.
Cuando Engeis publicaba sus
primeros escritos económicos,
Marx había estudiado el tema, toda-
vía desde una posición filosófica
dada por su raíz hegeliano-feuerba-
chiana, pero las hojas en que se
plasmaron esos estudios, extraordi-
narios por su penetración, sólo vie-
ron la luz pública muchos años des-
pués de la muerte de ambos. Son
los llamados Escritos económico-
filosóficos de 1844.
La primera obra en colaboración
se debe casi toda a Marx: La
Sagrada Familia. Es un conglome-
rado de crítica filosófica (contra los
jóvenes hegelianos), crítica literaria
y destellos de materialismo históri-
co. Una buena parte del libro trans- Federico Engeis nació en Bramen
curre en la crítica de la crítica, hecha (Renania, Alemania) el 28 de noviembre
por un joven hegeliano, de Los de 1820.
Misterios de París, novelón de plir 25 años, se muestra ya en el
Eugenio Sue olvidado desde hace pleno camino de su potencia crea-
tiempo. En carta a Engeis de 1867, dora. Marx dice de ella (carta a
Marx, que la había releído, le dice: Engeis, 1863):
"...Me sorprendió agradablemente "...La relectura de tu libro me ha
ver que no necesitamos avergon- hecho pesarosamente consciente
zarnos de esta obra, si bien el culto de que estamos envejeciendo. ¡Con
de Feuerbach le produce a uno un qué frescura y apasionamiento, con
efecto muy cómico ahora". qué audaces anticipaciones y sin
La situación de la clase obre- cultas y científicas dudas se trata
ra en Inglaterra es otro atisbo aquí la cosa! Y la misma ilusión de
genial de Engeis que, antes de cum- que el resultado saltará mañana o
samiento a fondo, abusando de su
facilidad "periodística" para el enfo-
que y tratando el tema, sino a la lige-
ra, con mucha menos profundidad
que Marx. Sus principales obras
son retazos de pensamiento; polé-
micas, como el Anti-Dühring (filó-
sofo a quien salva del olvido con su
título) y poco más que glosas en La
familia, la propiedad privada y el
Estado, que tan importantes han
sido, sin embargo, en la historia del
pensamiento marxista.
Lo reconoce él mismo, quién
sabe si con absoluta sinceridad o
con algo de autodesprecio irónico,
en carta a Marx de 1851:
"De todos modos, tu nuevo
material sobre la renta del suelo es
perfectamente correcto. Nunca me
pudo convencer la afirmación de
Ricardo de que la improductividad
Carlos Marx nació en Trévens (Renania,
de la tierra crece junto con la pobla-
Alemania) el 5 de mayo de 1818.
ción, y tampoco pude hallar nunca
una confirmación de su afirmación
pasado a la luz del día de la historia de que el precio del cereal aumen-
le da a todo el libro calor y jovial ta, pero con mi conocida pereza en
humor (comparado con el cual el cuestiones teóricas tomé con calma
'gris' posterior forma un contraste los rezongos interiores de mi mejor
detestable)." yo y nunca fui al fondo del asunto."
Como apunta Mehring, Engels Marx llegaba un poco más tarde,
superaba a Marx en la velocidad pero su poderosa humanidad se
con que captaba el punto central de concentraba toda en recorrer el
la cuestión y en la facilidad para lle- camino, infatigablemente, de arriba
gar a él, con una prosa llana, sin veri- a abajo, de abajo a arriba, en las
cuetos. Pero nos da la impresión de ramas, sin perder de vista el tronco,
que no le gustaba estrujar su pen- sin desesperar jamás en su empe-
ño, hasta coronarlo con El Capital. Proudhon, a quien, no obstante,
Toda su obra y su vida es una pre- analizan con espíritu acucioso. La
paración para esa síntesis maestra. crítica de los "socialistas moder-
En Bruselas, los dos socios nos", especie de secta filosófica
redactaron un nuevo manuscrito. que pretendía ponerse por encima
La Ideología Alemana, otro de sus de los luchadores políticos desde el
hijos nonatos que vieron la luz des- plano del pensamiento puro, es tan
pués de la muerte de sus progeni- certera como despiadada.2
tores. Se repite aquí la fraseología La concordia entre caracteres
tumultuosa de La Sagrada Familia, tan opuestos y con visiones tan
la ironía tan docta que se hace difí- contradictorias de la sociedad,
cil de entender a los modestos lec- como Proudhon y Marx, no podía
tores de hoy y la sucesión de anda- durar. Aquél escribió La Filosofía
nadas contra quienes resultaron de la Miseria y éste contestó con
enanos, sin lugar en la historia. Miseria de la Filosofía. Esta obra
Asoma en este libro, más decanta- polémica, que enemistó de por vida
da, la visión de la sociedad como a ambos contrincantes, tiene la
una gran síntesis en continuo cam- importancia de ser la primera en que
bio con violentas conmociones y se da un bosquejo completo del
con características propias en cada materialismo histórico. Todavía le
época y, también, la preocupación faltaba mucho camino para culmi-
concreta por los problemas socia- nar su obra, pero aquí plasmó lo
les que los colocan cerca de los esencial. Corría el año 1847.
comunistas de aquel momento y de En carta a P.V. Annenkov, del 28

2. La Ideología Alemana fue considerada importante por Marx, pues significó una
puesta en regla "con nuestra conciencia filosófica de antaño". Cuando hubo difi-
cultades para la impresión: "abandonamos el manuscrito a la roedora crítica de
los ratones tanto más a gusto cuanto que habíamos alcanzado nuestro principal
fin, el ver claro en nosotros mismos" (Marx, Prefacio a la Contribución a la críti-
ca de la Economía Política).
Por su parte, Althusser la hace el centro de un "corte epistemológico" que dividi-
ría radicalmente el pensamiento de Marx. Hasta ese momento, Marx sería un comu-
nista político y un filósofo idealista; a partir de entonces, se conjuga su pensa-
miento político con la acuciosidad de científico materialista y entra en la madu-
rez. (La mayoría de las citas a pie de página que aparecen en la "Síntesis..." fue-
ron redactadas por el Che; en caso contrario se hará la aclaración correspon-
diente. N. del E.)
de diciembre de 1846, da una sín-
tesis de su crítica a Proudhon, de la
que se extraen estos párrafos:
"Debo confesarle que encuentro
malo, muy malo al libro en conjun-
to. Usted mismo se ríe en su carta
de la 'marca de filosofía alemana' de
que hace ostentación M. Proudhon
en esta obra oscura e informe, pero
supone que el tema económico no
ha sido infectado por el veneno filo-
sófico. También yo estoy muy lejos
de imputar las fallas de la discusión
económica a la filosofía de M.
Proudhon. No es que M. Proudhon
nos dé una falsa crítica de la eco-
nomía política por poseer una
absurda teoría filosófica, sino que
nos da una teoría filosófica absurda
porque no puede comprender la
situación social de hoy día en su
engrenement (concatenación), para
emplear una palabra que, como
muchas otras cosas, M. Proudhon
ha tomado de Fourier... ción, del comercio y del consumo,
"... ¿Que es la sociedad, cual- y se tendrá un orden social corres-
quiera sea su forma? El producto de pondiente, una correspondiente
la actividad reciproca de los hom- organización de la familia y de las
bres. ¿Los hombres son libres de jerarquías y clases: en una palabra,
elegir por sí mismos ésta o aquélla una correspondiente sociedad
forma de sociedad? De ninguna civil. Presupóngase una sociedad
manera. Supóngase un estado par- civil dada y se tendrán condiciones
ticular de desarrollo de las fuerzas políticas particulares que son sólo
productivas del hombre y se tendrá la expresión oficial de la sociedad
una forma particular de comercio y civil. Nunca comprenderá esto M.
consumo. Supóngase etapas parti- Proudhon porque cree que hace
culares del desarrollo de la produc- algo grande partiendo del Estado
para comprender la sociedad: es dos y la ropa blanca. Y menos aún
decir, yendo del resumen oficial de ha comprendido que los hombres,
la sociedad a la sociedad oficial. que conforman sus relaciones
"Es superfluo agregar que los sociales de acuerdo a su método
hombres no son libres de elegir sus material producción, también con-
fuerzas productivas -que son la forman ideas y categorías, es decir,
base de toda su historia- puesto la expresión abstracta, ideal, de
que cada fuerza productiva es una esas mismas relaciones sociales.
fuerza adquirida, producto de la Así, las categorías no son más eter-
actividad anterior. nas que las relaciones que ellas
"...Todas las viejas formas eco- expresan. Son productos históricos
nómicas, las relaciones sociales y transitorios. Para M. Proudhon,
correspondientes y las condiciones por el contrario, las abstracciones y
políticas que eran la expresión ofi- las categorías son la causa primor-
cial de la vieja sociedad civil, fueron dial. De acuerdo a él, son ellas y no
destruidas en Inglaterra. Así pues, los hombres quienes hacen la his-
las formas económicas en que los toria. La abstracción, la categoría
hombres producen, consumen, como tal -esto es, separada de los
intercambian, son transitorias e hombres y de sus actividades mate-
históricas. Al conquistarse nuevas riales- es desde luego inmortal,
fuerzas productivas, los hombres inmóvil, incambiable, es sólo una
cambian su método de producción, forma de ser de la razón pura; lo que
y con el método de producción es únicamente otra manera de decir
todas las relaciones económicas, que la abstracción como tal es abs-
las que son meramente condiciones tracta. ¡Admirable tautología!"
necesarias de este método particu- En Bruselas, los ya inseparables
lar de producción. amigos, en compañía de otros jóve-
"...Monsieur Proudhon ha com- nes comunistas, entre los que des-
prendido muy bien el hecho de que collaba W. Wolf, se dedicaron a crear
los hombres producen vestidos, un centro organizador de las dis-
ropa blanca, sedas y es un gran persas asociaciones comunistas de
mérito ei suyo el haber comprendi- Europa. Un año más tarde, como
do este poquito. Lo que no ha enten- fruto de ese trabajo de coordinación
dido es que estos hombres, de de la pareja, estarán en condiciones
acuerdo a sus fuerzas, también pro- de darnos un documento funda-
ducen las relaciones sociales en mental: El Manifiesto Comunista.
cuyo seno confeccionan los vesti- Esta obra todavía es inmadura en
su vida. Sin sobrevivirle, sin embar- escribía Engels a Marx, en septiem-
go, pues aquéllos debieron luchar bre de 1864:
denodadamente contra los "lassa- "Podrás imaginarte cómo me
lleanos" cuyas tácticas de luchas sorprendieron las noticias. Fuera lo
dieron nacimiento, con el tiempo, al que fuera Lassalle personalmente, o
revisionismo. desde el punto de vista literario y
Marx tuvo siempre una pobre científico, políticamente era una de
opinión de la preparación econó- las personas más importantes de
mica de Lassalle y, aunque no en la Alemania. Para nosotros era por el
misma medida, de su profundidad momento un amigo muy inseguro, y
filosófica. En carta a Engels de en el futuro habría sido casi segura-
1858, comentando el Heráclito el mente un enemigo, pero de todas
Oscuro, que aquel acababa de maneras duele ver cómo Alemania
publicar, decía: arruina por entero a cualquiera que
"... En esto veo un indicio de tenga algún grado de capacidad.
que el hombre se propone presen- ¡Qué regocijo reinará entre los inte-
tar en su segunda gran obra la eco- lectuales4 y los puercos progresis-
nomía política a la manera hege- tas! Después de todo, Lassalle era
liana. Aprenderá a sus expensas el único tipo a quien temían en
que llevar mediante la crítica a una Alemania."
ciencia al punto en que pueda ser Marx, por su parte, se negó en
expuesta dialécticamente, es una los primeros momentos a hacer
cosa enteramente distinta de apli- ninguna crítica del desaparecido
car un sistema lógico abstracto de amigo, a quien años más tarde tra-
confección a meros indicios de tal taría con dureza al conocer de
sistema." algunas de sus maniobras con
Pero supieron ambos amigos Bismarck.
aquilatar las virtudes de quien sal- Respondiendo al soplo revolu-
vaba su nombre histórico por la gran cionario, aunque algo tardíamente,
tarea de unificar el proletariado ale- las masas alemanas llegaron a
mán y, en ocasión de la muerte de alzarse en armas, sobre todo en
Lassalle, ocurrida en un duelo pro- Badén y Palatinado, y allí corrió
vocado por razones amorosas, Engels a alistarse como soldado. El

4. En el material cotejado, Correspondencia - Marx y Engels, Editorial Cartago, Buenos


Aires, 1957, consultado con frecuencia por el Che, se emplea el término "industria-
les", no obstante en sus manuscritos aparece utilizado "intelectuales". (N. del E.)
terror que inspiraba su naciente mento citado, último en la retirada.
nombre público a la burguesía, Su pasión por la ciencia militar se
siempre al acecho para sacar par- mantendría toda la vida, siendo él
tido de la lucha sin arriesgar nada, el encargado de escribir sobre los
impidió que su papel dirigente fuera temas bélicos cada vez que Marx
destacado, pero, como ayudante tenía necesidad de referirse a ellos
de Willich, en su destacamento en sus artículos.
voluntario, participó en cuatro com- Poco después, Marx, residente
bates destinados a proteger la reti- en Francia, recibía orden de confi-
rada hacia Suiza del derrotado ejér- namiento en una zona apartada y
cito de Badén. Su experiencia mili- malsana de la Bretaña, prefiriendo
tar duró un mes, del 13 de junio al pasar a Londres que sería la resi-
12 de julio de 1849, fecha en que dencia permanente hasta el fin de
cruzó la frontera con el destaca- sus días. •

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