Partido Conciliador
Profesión Abogado
Fue miembro de la Asamblea del Año XIII, defendiendo los intereses de Buenos Aires.
A pedido de la Asamblea escribió la letra de una "marcha patriótica", que terminó
siendo el Himno Nacional Argentino. Era una marcha guerrera, cuya música compuso el
catalán Blas Parera; fue aprobada el 11 de marzo de 1813. Se leyó por primera vez en
público en la tertulia realizada el sábado 7 de mayo en la casa de Mariquita Sánchez de
Thompson. Desplazó a otra marcha patriótica, escrita por Esteban de Luca, que hubiera
sido el Himno si no hubiera sido por la de López, más belicista.
Participó en el gobierno del general Carlos María de Alvear, y a su caída fue condenado
a prisión. Ocupó algunos cargos públicos más, hasta que fue nombrado secretario del
Congreso Constituyente de 1825, y poco después, ministro del presidente Bernardino
Rivadavia.
Tras el escándalo por las negociaciones con el Imperio del Brasil, Rivadavia renunció a
la presidencia. En su lugar fue electo López, que firmó la inevitable disolución del
Congreso y llamó a elecciones en Buenos Aires. El nuevo gobernador, Manuel Dorrego,
lo llevó al cargo de ministro; eso lo acercó a los federales. Se exilió en el Uruguay
cuando Dorrego fue derrocado y fusilado por el unitario Juan Lavalle, y regresó para ser
nombrado miembro del Tribunal de Justicia en 1830 por el gobernador Juan Manuel de
Rosas. Durante muchos años fue presidente del Tribunal y, entre otras causas, presidió
el juzgamiento de los asesinos de Juan Facundo Quiroga.
Fue presidente del Salón Literario dirigido por Marcos Sastre, pero no se unió al grupo
de la Generación del 37, a la que sí pertenecieron sus dos hijos, Vicente Fidel y Lucio
Vicente López.
Gobernador de Buenos Aires
Después de Caseros se puso bajo la protección del vencedor, Justo José de Urquiza, que
lo nombró gobernador de la provincia; nombró al jefe de los unitarios, Valentín Alsina,
como ministro de gobierno. Sin permiso de la legislatura, viajó a San Nicolás de los
Arroyos, donde firmó el Acuerdo de San Nicolás, camino imprescindible para la
sanción de una Constitución Nacional. Pero la legislatura, viendo que la convención
convocada no era controlada por Buenos Aires, rechazó el Acuerdo. Como López
(acompañado de su hijo) defendió ardorosamente la unión nacional, fue derrocado.
Pero Urquiza intervino la provincia y repuso en el gobierno a López.
Pero apenas Urquiza hubo dejado la provincia, López fue nuevamente depuesto, el 11
de septiembre de 1852. Durante los siguientes nueve años, la provincia de Buenos Aires
permanecería separada del resto del país. Tras vivir corto tiempo en Paraná, regresó a
Buenos Aires.