PREPARADOR FÍSICO

Procesos evaluativos para la resistencia

Sesión 12

Dentro del desarrollo de nuestra asignatura, no podemos obviar los procesos de

evaluación de las cualidades físicas en especial en éste caso: la resistencia.

Primeramente haremos una breve reseña de que significa evaluar bajo los
parámetros adecuados que condicionan la resistencia; es por tanto que
empezaremos definiendo TEST DEPORTIVO, el cual significa que con este se
puede determinar cuantitativa y objetivamente, el grado de eficacia y de habilidad
de un deportista.

¿Por qué debemos desarrollar un test?, como primer punto para evaluar la “forma
física” del deportista en ese preciso momento sea en relación consigo mismo en el
tiempo o en relación con todo el equipo; para medir la eficacia de la metodología
del entrenamiento, refiriéndose también a eventuales evaluaciones obtenidas en
tests anteriores y, así, poder realizar variaciones, por muy leves que sean, en los
sistemas y/o en los ritmos de entrenamiento. Y para cuantificar y calificar la carga
justa de trabajo que se debe administrar a grupos de alumnos o de cada jugador.

Un test siempre debe cumplir con ciertos requisitos que los hacen más exactos,
como por ejemplo que sean fáciles de ejecutar, que sean fiables, objetivos y
sobretodo válidos; para que permitan que la evaluación refleje lo que se quiere
indicar.

Tipos de tests para evaluar la resistencia

En el contexto general existen variados tipos de test que permiten mensurar la

capacidad de resistir un esfuerzo constante, basándose en instrumentos, o en
simples ecuaciones que a lo largo del tiempo han colaborado con la eficiencia y
eficacia del entrenamiento deportivo como factor de medida y corroboración de los
programas de entrenamiento.

Entre los cuales destacamos los siguientes tipos:

Continuos - mantenidos: son test que proporcionan índices concretos de

desarrollo aeróbico de larga duración, normalmente medidos y controlados por la
FC y tienen incidencia en el VO2max por su factor de mantención hasta el
agotamiento.
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Continuos – progresivos: son aquellos que permiten determinar la PAM en base

al VO2max llegando a límites de pérdida del stade state y alcanzando niveles de
acidosis suficientes para la acumulación de lactato.

Interválicos: estos no diferencian progresión ni mantención a través del tiempo

debido a su alta carga de intensidad y de reactividad en la ejecutoria para lograr el
efecto deseado en la medición, son indicadores exclusivos de la acidosis láctica, y
determinantes dentro de la verificación del aprovechamiento y uso debido de los
depósitos energéticos.

LA FC nuestra mejor aliada

Como bien hemos visto anteriormente, la FC con sus limitantes sigue siendo el
gran coadyudante necesario de todo entrenamiento de resistencia, ya que gracias
a ella aún podemos determinar rangos o zonas adecuadas para el trabajo de
resistencia acorde con la especialidad deportiva o con las características que se
requiere trabajar.

La FC puede determinar en su origen las diferentes cargas impuestas en el

entrenamiento y así posicionar al individuo en un nivel de exigencia que le permita
enfrentar una prueba o un ritmo de trabajo en un tiempo concordante con el nivel
energético exigido; en pocas palabras existe una correlación directa entre niveles
o estadios energéticos y las zonas o umbrales cardiacos para el enfrentamiento de
un trabajo de resistencia.

Además podemos consignar a la FC como una gran ayuda para la elaboración de

test físicos que permitan confrontar nuestros procesos evaluativos si no poseemos
sofisticaciones de nuestros días más que un reloj cronómetro. Es decir, la FC en sí
nos permite cumplir con muchas de las exigencias que requiere un test para que
sea válido como habíamos mencionado anteriormente.

En sí podemos terminar diciendo que los estudios de los parámetros de la FC en

el ser humano han dado paso a la búsqueda de diferentes interpretaciones y
correlaciones con otros efectos fisiológicos del ser humano y del deportista (se
hace esta aclaración debido a que en un deportista los valores normales muchas
veces exceden o son muy menores a los de un sedentario común).
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Los test específicos

Dentro de la clasificación general, también podemos encontrar test que se reducen

a la búsqueda de parámetros delimitados por una prueba en particular o una
utilización específica de una fuente de energía para el desarrollo de la cualidad
física; es por esto que a nivel deportivo de alto rendimiento, las pruebas físicas
para mensurar la resistencia puede llegar a puntos de hacer evaluaciones directas
sobre el individuo a través de máquinas o biopsias al tejido muscular; como de
forma indirecta con ecuaciones de estimación en consumo de gases espirados en
una prueba de cicloergonómetro o en trote libre, pero que en su condicionante
buscan reflejar puntos exactos del individuo en una expresión de rendimiento post
entrenamiento; como se dijo más atrás para verificar el nivel del entrenamiento y
decidir si mantenerlo, o cambiarlo.

Para consultar:
• “Fisiología y metodología del entrenamiento”, Billat, Paidotribo,
Barcelona, 2002.
• “Teoría y metodología del entrenamiento deportivo”,
Verkhoshansky, Paidotribo, Barcelona, 2002.
• “Las nuevas metodologías del entrenamiento de la fuerza, la
resistencia, la velocidad y la flexibilidad”, Mirilla, Paidotribo,
Barcelona, 2001.