Uno de los cuentos populares asiáticos nos habla de un rey que como
agradecimiento por los servicios prestados por un sabio, le dijo que le concedería
aquello que quisiera, ante lo cual, el sabio expresó que sus deseos eran
modestos, que se conformaba con que en un tablero de ajedrez pusiera 1 grano
de trigo en la primera casilla y que en cada una de las restantes fuera
multiplicando por dos los granos puestos en la casilla previa. Esto que en un
principio puede parecer una cantidad pequeña no lo es ni mucho menos. En la
última casilla, la 64, tendríamos el equivalente a 2^63 granos de trigo, a lo que
habría que añadir lo del resto de las casillas. Aproximadamente un grano de
trigo pesa entre 0.8 y 1 gramos, por redondeo de cálculos vamos a coger 1. En
cada Kg. de trigo habrá 1000 granos, y en cada tonelada un millón de granos.
Sólo en esa casilla 64 habría que colocar el equivalente a 9,2 billones de
toneladas. Como elemento de comparación, la producción anual actual de trigo
ronda los 600 millones de toneladas, es decir, que sólo para colocar en la casilla
64 se necesitarían cerca de 15400 años de producción mundial actual de trigo.
La regla del 72 nos viene a decir que si dividimos éste número entre la tasa de
crecimiento que asumamos, nos dará el número de años que tardamos en doblar
el dinero, la producción, el PIB, o aquello a lo que nos estemos refiriendo. Por
ejemplo, si China crece a tasas del 8% anual, tardará 9 años en duplicar su PIB
real, o si la bolsa americana desde la crisis de 1929 hasta final de siglo dio un
retorno medio del 6.2%, quiere decir que se doblaba el dinero invertido
aproximadamente cada 12 años.
Con estos ejemplos tratamos de enfatizar uno de los elementos más importantes
de las matemáticas sencillas, el efecto del crecimiento compuesto, que tan difícil
es a veces de asimilar por el ser humano. El gráfico 1 muestra la evolución de la
población mundial.
5.000
4.000
Descubrimiento
óndel Islam
Romano
Industrial
Magno
Revoluci
Marco Polo
ón
Púnicas
Lascruzadas
2.000
érica
Alejandro
Expansi
Imperio
deAm
Guerras
Atila
800
600
400
200
-500 -250 0 250 500 750 1.000 1.250 1.500 1.750 2.000
1
Las estimaciones de los paleontólogos hablan de que desde el homo erectus
hasta el hombre actual, en esos 4 millones de años, la población oscilaría entre
los 6 y los 10 millones de seres humanos. Con la revolución neolítica, hará unos
diez mil años, la aplicación de técnicas agrícolas y ganaderas permitió la primera
gran expansión de la especie humana, duplicándose cada 1700 años. Al
comienzo de nuestra era se calcula que vivían repartidos por el mundo unos 150
millones de personas, un tercio en el imperio romano, otro tercio en el chino y el
resto diseminado. A pesar de las guerras y las enfermedades como la peste negra,
la estimación habla de unos quinientos millones en el año 1600, y a partir de ahí,
la explosión demográfica lleva a la población a duplicarse cada 200 años. En
1800, dos años antes de la publicación por T.R. Malthus del “primer Ensayo
sobre el principio de la población”, se alcanzan los 900 millones y el progreso de
la revolución industrial produce otra aceleración en el ritmo de crecimiento, en
1900 se alcanzan los 1600 millones, en 1960 los 3000 y en 1999 se superan los
6000 millones de habitantes, y según las estimaciones del reloj biológico
estaríamos ya por encima de los 6775 millones de seres humanos
http://geography.about.com/gi/dynamic/offsite.htm?site=http://www.census.gov/
cgi-bin/ipc/popclockw De esta población, menos de la cuarta parte vive en
países que podemos considerar como desarrollados, por lo que, uno de los
grandes retos futuros es ver de qué manera conseguimos incorporar al resto de la
humanidad a los estándares de vida occidentales sin destrozar el planeta.
A este respecto, en los años 70, el club de Roma, encargó al MIT (instituto
tecnológico de Massachussets), bajo la dirección del profesor Meadows, la
realización de un estudio sobre las tendencias y los problemas económicos que
amenazan a la sociedad global. Dicho informe era muy pesimista sobre las
perspectivas del siglo XXI, y, afortunadamente, erróneo. No obstante, muchas de
las preocupaciones que se pusieron de manifiesto en el mismo, están siendo
tenidas en cuenta a la hora de la planificación del crecimiento futuro
(destrucción de la capa de ozono, uso más racional de las reservas de materias
primas, calentamiento global del planeta, etc).
2
Por lo que se refiere al crecimiento global, 2009 será recordado por ser el peor
crecimiento desde la segunda guerra mundial para los países desarrollados, y por
representar el primer año de este siglo con caída del crecimiento global. Pero
también será recordado por el año en el que el motor económico de la
recuperación se ha centrado en los mercados emergentes (principalmente Asia),
salvando al mundo de una caída mayor. De hecho, ya en 2008 la contribución de
China al crecimiento mundial fue mayor que la de Estados Unidos, según las
estimaciones de Barclays Capital (gráfico 2)
3
gráfico 3 participación del consumo americano en el PIB y deuda como % del PIB
4
Hoy en día, lo que se está planteando es que la salida de esta recesión será
diferente, que el consumidor americano no tiene poder de empuje y que sólo la
intervención del estado con un gasto público desmesurado ha impedido una
depresión. Como siempre nos ocurre, nosotros nadamos entre dos aguas. Es
cierto que el futuro será diferente del pasado, pero suponer que las medidas
tomadas no surtirán efecto en este ciclo como lo han hecho en el pasado nos
parece demasiado negativo. Por no aburrir con la batería de indicadores que
tradicionalmente seguimos presentamos sólo la indicación del crecimiento
esperado del PIB de acuerdo a la pendiente de la curva de tipos de interés,
(gráfico 5), en donde como se ve, se apunta a crecimientos por encima del 4%.
Sea por reconstrucción de inventarios, por menor déficit comercial, por mayor
gasto público, el hecho cierto es que, al menos para los próximos trimestres, el
crecimiento económico va a ser muy fuerte, claramente por encima de tendencia
como ha sucedido en otras recuperaciones.
5
gráfico 6 Deuda pública americana como % del PIB
gráfico 7 Estimaciones de beneficios del SP500 gráfico8 márgenes de las cías americanas
Si tenemos en cuenta que en este ciclo económico los márgenes han sido
especialmente altos en comparación con el pasado, estas estimaciones no son del
todo descabelladas. Lo dicho sobre el rebote del crecimiento económico después
de la recesión es aplicable al caso de los beneficios. Gráfico 9
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Gráfico 9 evolución de beneficios frente a su tendencia de largo plazo
De medio y largo plazo, las series económicas tienen tendencia a subir. El efecto
del crecimiento compuesto es determinante en cual es la velocidad de la subida y
la reversión a la media que tradicionalmente ha funcionado no tiene porqué no
funcionar de nuevo. Todo esto en el contexto actual parece asegurarnos que
tendremos unos meses adicionales de paz en el mercado.
7
Gráfico 10 evolución del peso en la economía mundial por grandes áreas
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Esto lo podemos extender al resto de las materias primas.
9
determinada renta per capita, la demanda de consumo de determinados bienes y
servicios crece de forma absolutamente exponencial.
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En resumen, parece que vamos a disfrutar de unos trimestres de crecimiento
fuerte resultado de las medidas de política fiscal y monetaria implementadas, la
reversión a la media puede hacer que los repuntes de crecimiento de actividad,
empleo y beneficios sean una realidad palpable en breve. Las medidas de
política fiscal con fuertes aumentos del endeudamiento público dejan todavía la
deuda pública en niveles por debajo de otros momentos de estrés económico.
Sigue habiendo margen de maniobra y no parece que sea urgente la retirada de
dichos estímulos hasta comprobar si existe capacidad endógena de crecimiento.
En este sentido, la incorporación de los países emergentes es cada vez una mayor
fuente de tranquilidad para evitar periodos de recesiones prolongadas, pero pone
de manifiesto la necesidad de buscar un nuevo modelo de crecimiento global
para el mundo. Las ideas de Malthus están hoy en día más vivas que nunca.
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