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Podemos ver como el mundo actual, después del dinero, gira en torno al amor y el sin
fin de industrias y comercios que se generan alrededor de este. Pero dejando un poco
atrás la forma en la que se comercializa con el amor, el amor impulsa los actos mas
humanos y desinteresados para con el prójimo. Leibniz y después de todo esto no puedo
evitar imaginar la polémica que se desataría si alguien se atreviera a pensar que este acto
tan humano, y al parecer desinteresado, no fuera mas que un instinto animal de
supervivencia.
Los científicos han demostrado que antes de que una persona se fije en otra se ha
constituido un papa mental o un molde de circuitos cerebrales que determinan lo que le
hará enamorarse de una persona y no de otra. Este mapa mental se empieza a crear entre
los 5 y 8 años de edad cuando ya se tiene claro sus gustos incluso en cuanto a
fisionomía. Cuando nos encontramos con la persona que cumple con las características
estipuladas en nuestro mapa mental nuestro cuerpo emite señales de alarma por medio
del sistema nervioso. El hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo
ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten la producción de adrenalina y
noradrenalina. En el sistema nervioso autónomo todo es impulso y oleaje químico. Aquí
se asientan el miedo, el orgullo, los celos, el ardor y, por supuesto, el “enamoramiento”.
A través de nervios microscópicos, los impulsos se transmiten a todos los capilares,
folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo. El suave músculo intestinal, las
glándulas lacrimales, la vejiga, los genitales, en general, el organismo entero está
sometido. Esto causa efectos inmediatos como: que el corazón lata más deprisa (130
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Amor (en línea). http://es.wikipedia.org/wiki/Amor. recuperado el 27 de septiembre de
2009.
Estos cambios hormonales son producidos por una respuesta o necesidad física de
sostener una relación sexual con la persona que cumple las características estipuladas en
nuestro mapa mental con el fin neto de procrear y “proteger la especie” lo cual es
totalmente instintivo y se asemeja al comportamiento animal.
Un ejemplo claro de esto es el amor que una madre tiene por sus hijos. A la hora de
cuidar a sus hijos las madres son recelosas y ponen por encima de cualquier cosa su
seguridad. De igual forma con el fin de proteger la especie. Este comportamiento
también es instintivo y se asemeja al comportamiento animal.
Se puede decir que todas las personas se aferran a un miedo sicótico a la soledad, esto
se debe a que, al igual que en los animales, en manada las posibilidades de supervivencia
son mayores. De este miedo sicótico a la solead parten la mayoría de relaciones, que no
están ligadas por un vinculo u obligación familiar fraternal por la necesidad “in
necesaria” de compartir los espacios y las vivencias con el fin de mejorar la calidad de
vida. Este acto también es con el fin de aumentar las posibilidades de vida de la especie,
lo cual es instintivo y se asemeja al comportamiento animal.
Los humanos actuamos por instinto e incluso así, somos egoístas e hipócritas, hasta
para “amar” pensamos en el bienestar privado antes que el colectivo.
El amor que se profesan los humanos unos a otros, si es por instinto de supervivencia,
pero no animal; porque el instinto de supervivencia animal, entre toda su
“irracionalidad”, es sincero y equitativo, y no hipócrita y ególatra como el humano.
BIBLIOGRAFIA: