EN EL APRENDIZAJE
1
Maturana, H y Varela F. El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento
humano. Lumen/ editorial universitaria, Buenos Aires. 2003
2
Gelb, Michael, J. Inteligencia Genial. Siete principios claves para desarrollar la
inteligencia, inspirados en la obra de Leonardo Davinci. Grupo editorial Norma. Bogotá,
1999.
3
Idem, página 195
Otro caso interesante que vale la pena mencionar es la planteada por Marco
Antonio Moreira4 en su libro “aprendizaje significativo: teoría y práctica”, en el cual
se explica de manera contundente el papel que representan en el aprendizaje
significativo los mapas conceptuales y los diagramas en V. Ambos casos
corresponden a representaciones conceptuales con intenciones y aportes diversos.
En el caso del mapa conceptual, se trata de una esquematización ordenada,
secuencial, articulada y dependiente de los conceptos que están siendo puestos en
comprensión y posibilidad de aprendizaje. Plantea Novak y Gowin (1977, 1981,
1984) que el aprendizaje significativo subyace a la integración constructiva del
pensar, el sentir y el hacer.5
Un árbol común y corriente, tiene raíces, tallo, ramas y follaje. Cada uno de ellos
representa algo en la estructura y el funcionamiento del árbol. En el caso de las
raíces, éstas sirven de soporte (mecánico) y vía de absorción (químico) de
nutrientes. En términos generales las raíces, salvo algunas excepciones, son
invisibles, profundas y ancladas al terreno donde vive el árbol; lo anterior tiene
importancia en el aprendizaje: “El terreno donde se construye el aprendizaje debe
nutrir y servir de anclaje”. Así es el aprendizaje.
4
Moreira, Marco Antonio. Aprendizaje Significativo: teoría y práctica. Editorial Visor, Madrid
2000
5
Novak, J.D, and Gowin, D.B. Learnig how to learn. Cambridge: Cambridge. University
press, 1984
6
Gowin, D.B. Educating; Itaca, N.Y: Cornell University Press, 1981
7
Moreira, Marco Antonio. Aprendizajes Significativos Teoría y Práctica. Editorial Visor,
Madrid 2000
El tallo fundamentalmente es visible. En un modelo de árbol convencional el tallo
sirve de soporte, anclaje y transportador de nutrientes. El tallo es un símil de eje
organizador y distribuidor de sus ramas primarias y secundarias de donde se
desprende el follaje. Así es el aprendizaje. Él se ancla en ideas fuertes, primarias,
profundas y fundamentales para sacar de allí resultados, extrapolar o construir
nuevas ideas a prueba de aprendizaje. Existen tallos delgados, medianos y gruesos,
dependiendo de la necesidad o del tamaño del árbol. Es claro que si se pretende
tener un árbol frondoso su tallo debe ser igualmente fuerte. Esto debe resistir el
demandante follaje. De igual manera sus raíces también deben ser grandes,
extendidas y fuertes. Los árboles en lo externo nos dicen qué hay en lo interno: “El
follaje es directamente proporcional a sus raíces”.
Las ramas que se desprenden del tallo, que nosotros llamamos brazos, grandes
ramas o ramas primarias, son el contacto inmediato con el eje del soporte. Desde
aquí se desprenden un número indeterminado de ramas que van a dar el tamaño y
el follaje. Esto finalmente es lo visible en el árbol para dar sombra, producir frutos y
para dar capacidad de producción de nutrientes, transformarlos y generar oxigeno,
agua y gas carbónico según el caso. Así es el aprendizaje, de todo el
aprovechamiento del eje de soporte, de sus grandes conceptos visibles, se generan
importantes resultados, que no necesariamente serán visibles e inmediatos. Lo que
es claro, es que de estas ramas primarias saldrán otras ramas que podríamos
llamar secundarias y que finalmente darán origen y soporte a las hojas. La hoja es el
órgano fotosintetizador más importante, Camero (2003)8 . Las hojas son de diversos
8
Camero, Alejandro. Ciencia Explicada, Biología. Intermedio editores Colombia, 2003.
tamaños, formas y colores; las hojas son visibles. Éstas pueden almacenar agua y
producirla, al igual que nutrientes. No olvidar que nos proveen del oxigeno que nos
da la vida. El aprendizaje le da vida a todo aquello que lo hace visible, que permite
nutrir lo demás, que lo hace sociable, interactivo, que lo transforma y mantiene la
persona en permanente dinámica.
Aprendemos durante toda la vida. Cuando esta facultad humana se debilita el ser
humano también se hace débil. Las hojas que no hacen fotosíntesis debilitan
igualmente la capacidad productiva del árbol; éste finalmente se marchita. La
persona que no aprende se marchita.
La hojas, los frutos y las flores son producto del metabolismo del árbol, las flores se
desarrollan a partir de las yemas del tallo, al igual que las hojas; de hecho, se
considera que las flores son hojas modificadas, las que finalmente se transforman
en fruto. Esta transformación es el factor decisivo en el papel que el árbol
represente como organismo autótrofo y generador de su propio alimento y el de los
animales heterótrofos. En el caso del aprendizaje, el árbol del conocimiento sirve de
alimento a todo aquello que no es autosuficiente y que requiere del aporte o
“alimento” para que en otro momento, bajo otras circunstancias y ante nuevas
situaciones el aprendizaje pueda resolver problemas, generar nuevos aprendizajes y
permitir la adaptación y transformación que sea necesaria.
En los frutos del árbol del conocimiento están no sólo los productos de un proceso
de carácter autosuficiente, sino las semillas para que nazca un nuevo árbol y un
nuevo proceso de aprendizaje. De la calidad de la semilla podemos nacer, crecer y
producir el nuevo árbol.
La sombra del árbol representa la capacidad y proyección lograda por el árbol. “Al
que a buen árbol se arrima, buen sombra lo cobija”, dice el adagio popular. Éste
nos invita precisamente a una importante reflexión: el aprendizaje de amplia
cobertura permite de manera extensa y significativa su aprovechamiento y
proyección.
5 5
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3
3
PROYECCIÓN
(SOMBRA)
TERRENO
1
1
1
1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
2. CONCEPTOS CENTRALES VISIBLES
3. CONCEPTOS SECUNDARIOS (INTERMEDIOS)
4. CONCEPTOS SECUNDARIOS DE SEGUNDO ORDEN
5. CONCEPTOS SECUNDARIOS DE TERCER ORDEN