La teoría realista estudia al Estado como un ente perteneciente a un Sistema
Internacional, denominado un sistema anárquico, y las diversas relaciones políticas que se generan en el afán de poder y supervivencia que son consecuencia de una lógica de conflicto, punto principal de análisis en el Realismo. En este caso, analizaremos la política que sigue Venezuela dentro de la región, es decir Latinoamérica, el sistema en el cual está presente, y las medidas que este país sudamericano toma siguiendo la lógica realista.
La Política Regional Venezolana:
A pesar de estar dentro del denominado “Tercer Mundo” la lógica de conflicto
que se desarrolla en Venezuela, base del realismo, es tanto por el afán de supervivencia como por el poder. En este último punto es donde se observa que Hugo Chávez, el presidente “democrático” de nuestro vecino país, se muestra más interesado. Y parece que está dispuesto a conseguirlo a toda costa. Para comenzar con el análisis, en las noticias podemos encontrar rasgos que nos permiten determinar el supuesto plan de Chávez: convertir Venezuela en una potencia regional, puesto que en la actualidad posee Brasil pero que planea ocupar. Sin embargo, las medidas que ejecuta han sido un fracaso hasta el momento. Este afán por convertir a Venezuela en potencia se observa principalmente, con las medidas que se toman a nivel regional: se está utilizando dinero obtenido por la venta del petróleo en la creación de fondos regionales y diversas formas de apoyo a los países de la región, que no tendrían otro fin que impulsar una dependencia por parte de los países que apoyaría, que serían gran mayoría, y determinar la agenda política regional, es decir, su futuro ascenso a potencia regional. Pero esta “jugada maestra” que Chávez planeaba ejecutar no quedaba ahí. También planeaba el ingreso a los países de la región mediante el apoyo a diversas candidaturas que “apoyaban” su ideal bolivariano, más ligado a una izquierda anti-EEUU. Esto fue claro cuando el mandatario venezolano expresó su apoyo a Manuel López Obrador en México, Evo Morales en Bolivia, Ollanta Humala en nuestro país y, ahora, a Rafael Correa en Ecuador. Sin embargo, el apoyo explícito que brindó a los ya mencionados y a otros candidatos presidenciales, en vez de beneficiarlos, los perjudicó: el pueblo percibió el escaso liderazgo que tenían éstos y cómo fácilmente eran dominados por Chávez, por lo que hubo el temor de que ocurriera lo mismo más adelante. Es así como fracasó, siendo Bolivia el único lugar donde pudo salir airoso. Un resultado poco exitoso para todo lo invertido. Este interés también pudo haberse llevado por diversas variables irracionales que, aunque no interesan para el realismo, es importante considerar. Es claro que los motivos por los que pretende llegar a convertirse en potencia regional es su afán de poder, el cual no logra conseguir por completo pero que busca afanosamente. Otra variable irracional es la importancia de los principios y los valores morales. Poco importan los principios cuando de buscar poder se trata y Chávez lo demuestra con cada paso que da: rompe leyes, se inmiscuye en procesos que no le competen y otras acciones que pintan de pies a cabeza su estilo autoritario. En lo que respecta a la búsqueda de seguridad, esta sería llevada a cabo con el fin de defenderse de su principal enemigo: EE.UU. y, junto a este, todos sus aliados que se encuentran, principalmente, a su alrededor. En este aspecto de seguridad es muy importante que Venezuela se desarrolle: el estar en permanente conflicto con EE.UU. hace que esté latente un conflicto bélico, el cual lo perjudicaría si es que no toma las medidas necesarias, algo que hasta ahora no realiza por el hecho de querer afianzarse regionalmente y que, contrario a sus intereses, tampoco logra.