ASPECTOS YCRITERIOS
OPERACIONALES
República de Colombia
Departamento de Nariño
Municipio de Pasto
Evaluación de los Aprendizajes 2 Luis Hernando Mutis Ibarra
CONTENIDO
Introducción
1. Concepto
2. Objetivos
3. Probar lo aprendido
3.1. Ejes del nuevo desarrollo educativo
3.2. Derivaciones valorativas
3.3. Aspectos básicos de la evaluación del aprender
4. Las competencias
5. Del error, la equivocación y las dificultades
6. Los periodos académicos
7. Resolución de dificultades
7.1. Los usos de la dificultad, la crisis como oportunidad
8. Tareas, ejercicios y actividades
9. Valoraciones
9.1. Del bajo desempeño
9.2. Los niveles alto y superior
10. La autoevaluación: otra conquista
11. Registros, seguimiento y evidencias de los procesos de aprendizaje
11.1. Medios, técnicas, herramientas e instrumentos
12. Los informes
13. Las comisiones de evaluación y promoción
14. La promoción
14.1. Ganar o perder el grado y/o año
14.2. La importancia de las áreas
14.3. Casos excepcionales de reprobación de áreas
14.4. La repitencia debe ser la excepción y no la regla
14.5. La promoción flexible
15. Las pruebas por competencias
16. Interpretación, argumentación, proposición: referentes claves
16.1. Acciones de tipo interpretativo
16.2. Acciones de tipo argumentativo
16.3. Acciones de tipo propositivo
Referencias bibliográficas
Evaluación de los Aprendizajes 3 Luis Hernando Mutis Ibarra
INTRODUCCIÓN
Para la consolidación de criterios en torno a la evaluación, es necesario tener como
referentes los siguientes aspectos:
1. CONCEPTO
Es un recurso para proporcionar información sobre los procesos, que pueden ser sobre el
rendimiento académico, el comportamiento ético de los estudiantes, la calidad profesional de
los educadores, la eficiencia de los materiales didácticos, el funcionamiento general de la
institución, clima educativo y pedagógico. Se dimensiona desde una perspectiva
comprensiva, donde se estimule el aprendizaje significativo, basado en la confianza y la
comunicación, donde prime la reflexión, la intención y acción por mejorar el aprendizaje y la
enseñanza. La evaluación, más que extraer resultados, establece y propone orientación al
educador para reflexionar y revisar permanentemente su praxis pedagógica. Es entonces, la
valoración de los procesos para tomar decisiones y ejecutar acciones de pertinencia;
entendida como una actividad concertada de fundamentación, valoración, alcances,
acompañamiento y ajuste permanentes; asumida con metodologías procesuales en el ámbito
del aprendizaje y la enseñanza.
La evaluación es parte esencial del proceso educativo, no debe limitarse a la
asignación de notas y a la promoción, sino que deberá plantearse y desarrollarse en su
conceptualización, operacionalización y sus resultados, con el propósito de mejorar la calidad
del aprendizaje y la enseñanza.
Evaluar implica poder emitir un juicio sobre un asunto determinado, previo proceso que
den elementos para emitir el juicio, y el juicio es la facultad del entendimiento, es hacer
comparación entre dos ideas para conocer sus relaciones. El seguimiento permanente
permitirá, “determinar qué avances ha alcanzado con relación a los logros propuestos, qué
conocimientos ha adquirido o construido y hasta qué punto se ha apropiado de ellos, qué
habilidades y destrezas ha desarrollado, qué actitudes y valores ha asumido y hasta dónde
éstos se han consolidado”1.
La evaluación hoy en día, busca ser de corte más democrático y participativo, mucho
más flexible y abierta, como una acción comunicativa que invita a la reflexión, la motivación y
búsqueda de estrategias y alternativas para superar las debilidades y las dificultades.
2. OBJETIVOS
“ Valorar el alcance y la obtención de logros, competencias y conocimientos por parte de
los educandos; determinar la promoción o no de los educandos en cada grado de la
educación básica y media; diseñar e implementar estrategias para apoyar a los
educandos que tengan dificultades en sus estudios, y suministrar información que
contribuya a la autoevaluación académica de la institución y a la actualización
permanente de su plan de estudios” (artículo 4º del dto. 230).
“Identificar las características personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de
aprendizaje del estudiante para valorar sus avances; proporcionar información básica
para consolidar o reorientar los procesos educativos relacionados con el desarrollo
integral del estudiante; Suministrar información que permita implementar estrategias
pedagógicas para apoyar a los estudiantes que presenten debilidades y desempeños
superiores en su proceso formativo; determinar la promoción de estudiantes; aportar
información para el ajuste e implementación del plan de mejoramiento institucional”.
(Artículo 3º del dto. 1290 sobre propósitos de la evaluación)
1
Ministerio de Educación Nacional. Serie documentos de trabajo, “La evaluación en el aula y más allá de ella”, Impreandes
Presencia, Santafé de Bogotá, D. C., 1997
2
Decreto 0230 de 11 de febrero de 2002, artículo cuarto.
Evaluación de los Aprendizajes 5 Luis Hernando Mutis Ibarra
3. PROBAR LO APRENDIDO
La evaluación es un concepto que comienza a utilizarse desde 1.900, pero pasada la
primera mitad del siglo comenzó a hablarse en la educación en un sentido de revisar para
corregir o potenciar procesos de desarrollo. La prueba es pieza común tanto en exámenes
como en evaluaciones, pero que difiere en la intencionalidad y propósito de la misma. En la
primera (los exámenes) es para observar la capacidad retentiva y cuantitativa de la información
que se ha conseguido albergar en la memoria del estudiante, en la segunda (la evaluación) es
para valorar los niveles progresivos del individuo, para ayudarle a superar las dificultades o
contribuirle al perfeccionamiento de lo conquistado.
En 1.963 con el Decreto 1710 (12) comenzó a hablarse de que es necesario evaluar
desde el inicio de la clase, pero esto era con intención de diagnosticar el estado en que se
encuentra el alumno para seguir su proceso de acumulación de datos, esto derivó en un muro
selectivo de las concepciones precedentes donde se convirtió en otra traba mas para impedir la
continuidad del proceso escolar. La calificación era para descalificar, se utilizaba como
herramienta discriminatoria, pero menos para averiguar que tanto se ha aprendido.
Quince años después en 1.978 con el Decreto 1419, se revalorizó el esquema fabril a
través del diseño instruccional donde se busca que el maestro sea un administrador no del
saber sino del currículo, en el cual se establecen los contenidos, los objetivos (productos), los
respectivos indicadores de evaluación en donde no se privilegia el conocimiento sino que el
conocimiento es el puente entre el objetivo y el indicador de evaluación; el cual se entrega para
ser aprendido y repetido sin importar que tenga o no significado, ni funcionalidad.
Solo, 6 años más tarde, en 1.984 a través del Decreto 1002 se plantean unos
subindicadores procesuales (cognoscitivos, afectivos, psicológicos), únicamente para el nivel
de primaria; por falta de formación quedaron solamente nominados y no conceptualizados. El
examen con todos sus esquemas siguió con los mismos procedimientos y formas mecánicas
(embuchamiento de saberes). Se destacan sin embargo, conceptos incorporados como el
proceso de seguimiento y valoración permanente, donde la calificación además del valor
cuantitativo se le agrega lo cualificatorio, pero su incidencia aún siguió en el nivel de primaria. A
raíz de la ley 115 de 1.994 o Ley General de Educación, se hace una ruptura profunda al
respecto, puesto que aborda el problema de la educación ya no desde el punto de vista
técnico, sino que obliga a reconceptualizar el discurso y la practica pedagógica de forma global
y operativa, donde las acciones deben llenarse de teoría de acuerdo a la institucionalidad y la
intencionalidad de equipo, plasmada en un proyecto educativo institucional.
Desde estos momentos se crearon espacios y tiempos para la reflexión permanente de
Evaluación de los Aprendizajes 6 Luis Hernando Mutis Ibarra
la educación y la pedagogía desde el interior mismo del magisterio colombiano. Fue así como
se extendió la discusión ambigua sobre el concepto de “logros”, desde donde se reflexionó
intensamente sobre los aprendizajes y sus contenidos, la enseñanza y sus metodologías y
sobre la evaluación, debate que se agudizó con la aparición del decreto 1860 de 1994 y más
aún cuando se intento hacer su primera reforma en el año 2000, momento en el cual aparece
en escena el concepto de competencias.
Con la aparición a la luz pública de los Lineamientos Curriculares, continúa la reflexión
exhaustiva de la educación, luego vienen los Estándares Curriculares para la calidad, lo que
entra en discusión los conceptos de calidad de la educación. La evaluación toma un nuevo
impulso cuando se pretendió hacer la evaluación de los docentes, desde la cual se expandió la
idea tan discutida de la diferencia entre examinar y evaluar, la una para descalificar y la otra
para mejorar; aunque está última se vino a consolidar con la vigencia y exigencia de los planes
de mejoramiento, espacio en el cual la evaluación se constituye en el punto de partida para
cualquier tipo de mejoramiento.
Simultáneamente como se ha venido madurando el concepto de evaluación, de currículo
y de plan de estudios, el decreto 0230 del 11 de febrero de 2002, avanza en deshacerse de
categorías negativas y descalificadoras, ingresando en el lenguaje del desarrollo humano el
concepto de dificultad como ámbito de las posibilidades humanas y el error como potencial,
aunque aún se queda en paradojas como la de repetir lo ya hecho (caso de repitencia, si pierde
dos años consecutivos de lenguaje y matemáticas, como si las otras 7 áreas del conocimiento
escolar no existieran).
Con los modelos de las pruebas Icfes y Saber, la nueva figura de Institución Educativa
de mediados del 2003, las categorías de calidad basadas en los resultados de las pruebas de
Estado y los aportes de recursos económicos del país, con base en ellos, no podía esperarse
más que una intensa y desesperada preocupación por elevar los niveles de competencia en las
instituciones educativas.
Actualmente, los nuevos enfoques disciplinares desde la sociedad del conocimiento, las
nuevas formas de aprender, enseñar y evaluar nos llevan a reconocer que las competencias
tienen que ver más con los usos sociales e individuales de los saberes, el conocimiento, la
información y los datos, que con su acumulación inútil, monótona y mecánica de ellos. Lo que
implica una urgente necesidad de hacer transformaciones radicales de las actuales
Instituciones Educativas de nuestro país.
La diversidad: Sabemos que cada individuo aprende a su propio ritmo y estilo, por lo
tanto la concepción de la uniformidad esta desechada, porque es antinatural, cosifica al ser
humano; de ahí la necesidad de respetar el paso de cada persona, entonces, ya no se rotula
de buenos y malos sino que ya son los rápidos y los lentos; lo que implica que un estudiante
pueda promocionarse anticipadamente (con respecto al tiempo del año lectivo ) al grado
siguiente, o se tenga que esperar que termine de cubrir las metas estipuladas, y así seguir al
grado siguiente en cualquier época del año escolar. El final de año, ya no será un muro de
contención o parámetro de medida para detener a los que avanzan más rápidamente y
devolver a los que caminan más despacio. Es decir, el tiempo deja de ser una guillotina para
pasar a convertirse en un trampolín que ayude al desarrollo humano. Ese carácter individual no
cae en el individualismo porque se trata es de hacer una formación de la persona para el
colectivo.
Flexibilidad: La concepción pueril e inmediata de este término es que cada uno pueda
hacer lo que quiera, lo que implicaría incentivar la anarquía. La rigidez, considerada como la
caries de la creatividad y el miedo su asesino, encuentra hoy su antónimo: la flexibilidad,
concepto que implica el conocimiento de un punto meta, para poder “derivar en estado de
alerta“, y que tiene una hermana siamesa que es la rigurosidad, pero no como el hacer lo más
difícil, sino de hacer lo necesario de acuerdo al proyecto de vida y/o profesional. Esto
contribuye a un trabajo de mayor cualificación, donde las personas ya no funcionan por temor o
por miedo, sino de acuerdo a sus proyectos en prospectiva, que se adquiere con un trabajo de
más alto nivel, tornándose placentero al mismo tiempo, requiriendo en cada momento de
Evaluación de los Aprendizajes 7 Luis Hernando Mutis Ibarra
llenamos de desgano. El esfuerzo crítico mínimo sería, cuando hacemos el deporte por 15
minutos con gusto y comodidad, pero lo hacemos. Lo importante es seguir hasta construir el
hábito.
4. Cambiemos lo que está en nuestras manos: la mayoría de las personas esperamos
en todo momento que cambie nuestro entorno para luego hacerlo nosotros; por lo cual estamos
contagiados de la enfermedad de las disculpas llamada esquezofrenia, ya que usamos los “es
que” para evitarnos a nosotros mismos y culpar de los problemas, conflictos, pesares y
calamidades que sufrimos a todo lo que está fuera de nosotros. Usamos frases como: “¡es
que con ese director!”, “¡es que con esos programas!”, “¡es que con ese sistema!”, “¡es que la
ley no dice…!”, “¡así que se va a poder cambiar!”. Se dice y se hace como una manera de evitar
nuestro compromiso con el cambio, y seguir manteniendo la modorra técnica de la educación.
Hoy se ha pasado de la protesta a la propuesta, proponiendo de que no seamos infelices y
desgraciados porque otros u otras situaciones no cambian; sino que es preciso cambiar lo que
esta a nuestro alcance, y la primera condición es hacerlo inicialmente con nosotros mismos,
porque con nuestro cambio se generarán otros cambios y generada la onda, esta se expandirá
influyendo en todo lo que alcance.
5. Profundizar en lo que nos interesa: Al reconocer lo que nos interesa, permite ir
perfeccionando nuestras acciones y conceptos, lo que requiere también un seguimiento
evaluativo para corregir los errores, potenciar nuestras fortalezas, venciendo con ello las
dificultades y tropiezos que se tienen en el avance, midiendo así los estados proximales de la
meta propuesta.
6. Es mejor la apropiación teórica que la búsqueda de métodos: Uno de los factores que
más ha hecho daño en el espacio educativo es el ansia desmedida de tener métodos, que
desgraciadamente se ha confundido con el seguir una simple técnica (lo mismo le ha sucedido
a la investigación), y que por ello, una gran cantidad del magisterio colombiano es ansioso por
conseguir recetarios para la enseñanza. Esa tradición tecnocrática de la educación ha
incentivado la aversión u odio por la materia prima de todo aquel que trabaja en la educación,
que es el “conocimiento”, de ahí que sea muy poco, el manejo teórico que debería tener todo
educador. De ahí que la pedagogía, que ha sido la gran ausente en las instituciones
formadoras de docentes. Es necesario y urgente hacer un trabajo de apropiación y manejo
conceptual del hecho educativo, donde el educador sea gestor de su propia metodología
completamente iluminada de teoría, lo cual le permitirá hacer sus propias recetas de
enseñanza.
4. LAS COMPETENCIAS
Competencia viene del latín competentia: capacidad, aptitud; es una habilidad para el
desempeño de tareas nuevas, diferentes por supuesto a las que se desarrollan en el aula, en
tanto habilidades para el mejor desempeño en una actividad no escolar, en un oficio,
ocupación o profesión. Se definen en términos de “las capacidades con que un sujeto cuenta
para…” o como “la capacidad que tiene el sujeto para “saber hacer”. La competencia es la
capacidad de hacer uso de lo aprendido de manera adecuada y creativa en la solución de
problemas y en la construcción de situaciones nuevas en un contexto con sentido.
“Aprender a hacer en contexto” relativiza los llamados usos del conocimiento tanto en
los escenarios, las intencionalidades, como sus resultados, así como la lógica del individuo,
ya que tiene que ver con la historia personal del estudiante, sus creencias y su cosmovisión.
“Así sea que asumamos que la competencia es una capacidad general preconstituida, el
contexto al que hace referencia la noción así entendida es al metacontexto o contexto de
todos los contextos: desde este punto de vista, no importaría en términos de formación y
apropiación de la competencia el contexto particular en que esté inscrito el sujeto. El contexto
puede ser la cotidianidad, noción que hace innecesaria la separación entre escuela y vida
extraescolar. De igual modo, si la competencia tiene que ver con la capacidad de resolver
problemas, el contexto es el de un escenario de simulación de los mismos. Si se trata de
apropiación de unos conocimientos desde sus reglas, el contexto es la disciplina científica; si
la competencia es una interacción entre el sujeto y su entorno cultural, el contexto es la
cultura como una determinada forma de vida; pero también se puede dar el hecho de que el
contexto no sea el campo cultural con sus normas configuratorias sino un marco de
situaciones nuevas y cambiantes. Podríamos agregar que si atendemos a la evaluación
masiva, el contexto tendría que ser la situación de examen, los instructivos, los formularios,
etc.”3.
La comprensión de sentido de los conocimientos es una tarea hermenéutica, lo que
implica que la estructura de dichos contenidos tenga componentes que le invitan al
estudiante realizar el ejercicio, rebasando la simple memorización mecánica, enfatizando la
comprensión. Desde esta perspectiva el docente debe tener la capacidad de explicar una
realidad con argumentos de sentido y poderla confrontar con las pretensiones de saber que
tiene el sujeto que aprende.
“La noción de competencia evocará un sentido de idoneidad y se constituirá en el norte
de los procesos educativos, en tanto vehículo igualador que conduce a la formación de
ciudadanos libres de pensamiento, autónomos, con el hábito de construir su propia y
permanente educación, con la mayoría de edad, con actitud crítica y apropiados de
conocimientos suficientes y activos para colocar flexible y oportunamente en escena, de
manera pertinente, frente a cualquier situación del mundo de la vida: en los territorios de la
academia, de lo laboral y de la cotidianidad”4. Sin embargo, hablar de logros, competencias,
estándares y desempeños, es traer a reflexión la idea clara de hoy en torno a la gestión,
asunción, organización, manejo y uso del conocimiento y la información, sus niveles de
apropiación y utilización nos dirán hasta dónde van las competencias en ese nuevo orden
social en el cual vivimos actualmente. Por otra parte el MEN define como estándar básico de
calidad al “criterio claro y de dominio público que permite valorar si la formación de un
estudiante cumple con las expectativas sociales y nacionales de calidad en su educación”.
El trabajo por competencias no debe atomizar el aprendizaje; hay que darle un sentido
nuevo, proyectando los saberes a una situación problemática por resolver. El educando no
desarrolla los contenidos por ellos mismos, sino que descubre inmediatamente su finalidad
empleándolas en acción. Tiene la ventaja de unir contenidos de diferentes disciplinas a través
de una temática común que produzca la transferencia. Muy probablemente se desarrollen de
esta manera capacidades instrumentales y operaciones cognitivas interdisciplinarias de alto
nivel. Se crean situaciones y espacios estimulantes y nutricionales para el aprendizaje y el
trabajo en equipo, pues es ahí donde se discute, se debate, decide, realiza y se evalúa para
luego someter a crítica del grupo y del programa en las puestas en común o socializaciones
de lo que se está desarrollando. Igualmente se van introduciendo prácticas tendientes a crear
la cultura de la escritura al redactar periódicamente los informes impresos del proceso y al
realizar cotidianamente la sistematización de los hallazgos, saberes y experiencias que
surgen en el tránsito por la ejecución del proyecto. Es la oportunidad para mostrar y
3
MARIN A. Luis Fernando. Competencias: “saber Hacer”. ¿En cuál contexto?, en Bustamante Z. Guillermo. El concepto
de competencial. Una mirada interdisciplinar. Bogotá. Socolpe. 2002. Pág. 105-106.
4
BEDOYA, Maldonado Daniel y Otros. “Competencias y proyecto pedagógico. Universidad Nacional de Colombia.
Santafé de Bogotá. 2000. Pág. 29.
Evaluación de los Aprendizajes 11 Luis Hernando Mutis Ibarra
evidenciar los resultados construidos en los diversos grupos de trabajo, que se presentaran
en los eventos llamados ferias, foros, congresos, encuentros, tertulias.
Para los efectos de la evaluación como valoración de procesos de desarrollo, nos permite
saber: cuáles son los efectos, qué obstaculiza, que nos amenaza o nos afecta, qué puede
potenciar, dificultades prioritarias, debilidades por superar; qué decisiones y estrategias
aplicar para resolverlas.
Corregir sólo lo que el estudiante pueda aprender. No vale la pena dedicar tiempo a
corregir cosas para las cuales no está preparado.
Corregir cuando el alumno tenga fresco lo que ha escrito; o sea, en el momento en que lo
escribe o poco después.
Es recomendable corregir las versiones previas al texto, los borradores, los esquemas; es
más efectivo y motivante que hacerlo sobre la versión final.
No realizar todo el trabajo de corrección. Marcar los errores y faltas del texto y pedirles
que busquen ellos mismos la solución correcta.
Dejar tiempo en clase para que los alumnos puedan leer y comentar las correcciones.
Asegurarse de que las lean y las aprovechen.
Si es posible, es mejor hablar individualmente con cada alumno. Corregir oralmente sus
trabajos escritos es más económico, práctico y seguro.
Dar instrumentos para que los alumnos puedan autocorregirse. Enseñar a consultar
diccionarios y gramáticas, darles pistas sobre el tipo de error que han cometido, estimular
para que se relea y revise el propio escrito.
No tener prisa por corregirlo todo. Tomarse el tiempo necesario para corregir
concienzudamente cada escrito. Asegurar la calidad de la corrección aunque la cantidad
se resienta de ello.
La corrección es un recurso didáctico y no una obligación, saber corregir es
imprescindible para poder escribir.
Hay que dar instrucciones precisas, concretas y prácticas; no realizar comentarios vagos
y generales, escribir o decir cosas que el alumno pueda entender.
Es preferible decir A:
Amplía este párrafo con dos o más ideas Párrafo confuso
Resume esta parte Excesiva información
Formula con pocas palabras este argumento Argumento confuso y mezclado
Revisa los acentos de los diptongos Cuidado con la ortografía
¿Cuál es la idea principal?, Empieza con la idea No se entiende
principal; Sustituye la palabra anteriores por otras más Redacte mejor
precisas; amplía el párrafo 3°; reescribe el texto, añade Falta la puntuación
más puntos o comas al 2° párrafo.
5
No en el sentido peyorativo –disminución, por debajo, pobreza; de imponerse un carácter determinado porque se es justo
lo contrario- que se acostumbra tomarlo; sino, sino en estar contento consigo mismos tal como somos, siendo simplemente
nosotros mismos, por lo cual también aceptamos al otro como es, sin juzgarlo ni condenarlo previamente. Es no
alimentarnos de prejuicios o expectativas porque vendrán engaños y lamentos; es aceptar las cosas como son, sin envenenar
Evaluación de los Aprendizajes 13 Luis Hernando Mutis Ibarra
únicamente preparando informes y evaluaciones, se sugiere que los sea dividido en tres
momentos o períodos –tampoco dos periodos porque, el proceso de seguimiento podría
dispersarse- aunque dentro de estos tres periodos pueden elaborarse estrategias posibles
para el seguimiento requerido de los procesos tanto de la enseñanza como del aprendizaje y
de esta manera consolidar el seguimiento del desarrollo curricular.
Se requieren tener claros los procesos de desarrollo académico y humano de los
estudiantes, de lo contrario es fácil y peligroso caer en el concepto y manejo del tiempo
pedagógico en un sentido de uniformidad y de guillotina, donde termina sancionando y
descalificando el desarrollo libre de la inteligencia humana, haciendo a un lado la cultura de
la diferencia y el sentido democrático de la misma; contradiciendo el criterio de que “la
educación es un proceso permanente, personal, cultural y social, que se fundamenta en una
concepción integral de la persona humana”6.
De ninguna manera se necesitan hacer cortes de borrón y cuenta nueva en los períodos;
por lo que no debe haber recuperaciones, sino que por el contrario, se observan las
dificultades, debilidades y potencialidades, para tomar decisiones y reconfigurar el proceso
educativo. La pretensión enfática de estos períodos es para que estudiantes, padres de
familia y profesores tengamos claro en que estado se encuentra el proceso de desarrollo
académico de los alumnos en el período que se esté informando.
Sería interesante que, en los informes de los períodos se exprese a los estudiantes:
donde están sus dificultades, para ejecutar estrategias que las resuelvan de manera
inmediata.
Habrá tres informes transitorios y uno final. Es recomendable que la institución establezca
mecanismos apropiados7 para resolver las diversas dificultades de los estudiantes; aunque
podría ser que para evitar que el docente no se sature con el trabajo simultáneo de la labor
normal y la resolución de dificultades de varios de sus alumnos, se establezca un tiempo
propicio sólo y únicamente para dedicarse a ellas –pueden ser 3 días o una semana-, donde
los estudiantes que van bien en el proceso, puedan ser estimulados con su tiempo para ellos.
O también, la institución instituiría una política donde en dos semas después de cada periodo
se dedica a elevar de nivel a todos los estudiantes: lo de bajo a básico, los de básico a alto y
los de alto a superior. Los de rendimiento superior colaborarían en Monitorías escolares.
La evaluación final es el concepto o juicio integral que emite el profesor sobre el
desempeño y proceso vivido por el estudiante durante todo su año escolar. Podríamos decir
que es la conclusión y síntesis final sobre la mirada global del desempeño del estudiante
durante ese año. Las evaluaciones parciales, dan cuenta del proceso del estudiante vivido
durante un período, y de ese período en relación con los anteriores. La evaluación final
recoge la visión general del desempeño y alcances del estudiante durante todo el año.
7. RESOLUCIÓN DE DIFICULTADES
Es importante entender que el conocimiento, como la autonomía, el interés y la
democracia no se condonan, tampoco se toman como en una carrera de relevos; sino, que se
logran, se ganan y se conquistan de manera individual; pero que pueden conseguirse de
manera más rápida y segura cuando es mancomunada y apoyada en equipo. Ese
enriquecimiento interactivo con los diversos actores del proceso educativo, fortalecerá
también la autodirección y motivación de los emprendimientos.
Es imprescindible provocar la automotivación, generada por el interés intrínseco que se
encuentre en las actividades y por la recompensa psicológica que logre en las mismas, y no
por determinismos y recompensas externas; es decir, que en los procesos, cada uno debe
hacer su propio recorrido, porque el ascenso conceptual y práctico está regulado por el
estado de motivación y control interno que va posibilitando el tejido necesario para lograr
mayor visión y comprensión de lo que se realiza. Por tanto, tanto en los intermedios como al
nuestro pensamiento y emociones. La humildad tampoco es un antónimo de la arrogancia o una oposición contra el orgullo.
La humildad es sencillamente la ausencia del orgullo, la prepotencia y la arrogancia. Tanto la sencillez como la humildad es
estar en profunda amistad con uno mismo, viviendo la vida sin permitir que ningún veneno –chismes, juicios, imposiciones
autoritarias, comparaciones- interfiera; donde demos toda nuestra capacidad y esfuerzo con el simple hecho de sentirnos
bien y por hacerle caso a otros, por cumplir un deber o por buscar reconocimiento; sino, por una autosatisfacción de lo que
hacemos y ayudamos a otros a crecer. Es un vivir sin saldos de ningún tipo.
6
MEN, Dirección de Calidad de la Educación preescolar, básica y media. “Decreto 230 de 11 de febrero de 2002”.
Currículo, evaluación y promoción de los educandos y evaluación institucional. Una oportunidad para la reflexión
educativa.
7
Pueden sugerirse: Monitorías con los estudiantes de grado décimo y once; actividades extraescolares; Cursos con
profesores de la institución –obviamente remunerados- o externos, hacer de las aulas centros de interés, dedicar una semana
a resolver dificultades acompañadas en procesos auditados. Revisar la práctica pedagógica cuando la mortalidad académica
sea superior al 10% del tamaños del aula; Trabajo personalizado con estudiantes de bajo rendimiento.
Evaluación de los Aprendizajes 14 Luis Hernando Mutis Ibarra
finalizar el grado escolar ya no se trataría de realizar las tan conocidas “superaciones y/o
recuperaciones”, sino que, lo que definitivamente hay que trabajar es por la resolución
inmediata y oportuna de las dificultades, por lo que se sugiere:
que potenciar lo que tenemos utilizando todo lo que venga de los estímulos externos, pues,
nada ocurre por azar.
Los apoyos: Una vez establecidas las condiciones del grupo o grado –limitaciones, fallas,
dificultades, suficiencias-, se diseñaran algunas opciones y planes de apoyo para dichas
situaciones.
En forma similar se podrán programar actividades de profundización, investigación o de
prácticas anexas y pertinentes, ejecutadas por los educandos que muestren logros
sobresalientes, con el fin de consolidar sus avances.
Unas y otras, en cualquier sentido, cualquier actividad que se planteen y se vayan a
ejecutar, estarán monitoreadas, asesoradas y acompañadas por profesores –y/o padres de
familia y acudientes-, con el objeto de brindar respaldo, apoyo y ayuda al estudiante.
La evaluación es tan solo un elemento del proceso, por lo que se necesita hacer el
respectivo seguimiento y su descripción pertinente para poder mirarlo y mejorarlo. Los
procesos son interacciones relacionadas y generadoras de compromisos, la observación de
los mismos permite comunicar, saber lo que pasa en su interior, cual es su lógica y dinámica.
En el proceso de los aprenderes, se requiere comprender qué se necesita para que los
humanos nos apropiemos del conocimiento y sepamos usarlo adecuadamente, teniendo
cuidado que éste no se cadaverice o se separe artificiosamente de la vida, impedir que se
absolutice el conocimiento. Algunos de esos aspectos que estimulan, alientan y nutren la
apropiación significativa de los conocimientos tenemos:
9. VALORACIONES
Las nuevas lógicas educativas tienen que ver con el crecimiento personal y colectivo,
donde se realizan trabajos permanentes y secuenciados (no parcelados). El proceso del
aprender y enseñar se realiza para comunicar y saber lo que sucede al interior del trabajo
académico y entender sus propias lógicas.
En el aprender se necesita comprender qué aspectos o elementos se necesitan para que
los estudiantes se apropien y se aprendan, en la posibilidad de que el conocimiento sea
posible y real. Por tanto, hablar de valoraciones, implica la recolección de información,
pertinente y necesaria emergida de los procesos en marcha, con el objeto de tomar
decisiones rápidas y sin aplazamientos, para avanzar, continuar o resolver situaciones que lo
obstaculicen. Para esto, es imprescindible hacer el registro de seguimiento de los
estudiantes, donde se tomen los datos de lo más relevante que suceda en el aula en el
desarrollo de los procesos tanto académicos como de comportamiento. Esto permite
observar de manera global y local y en los ámbitos racional y emocional de los estudiantes,
antes, durante y al final del grado escolar.
La descripción de los mismos permiten “Incluir información detallada acerca de las
fortalezas y dificultades que haya presentado el educando en cualquiera de las áreas, y
establecerá recomendaciones y estrategias para mejorar”8. El avance significativo de la
evaluación, es combinar la escala (notas cualitativas y/o calificaciones numéricas) con la
descripción del proceso (niveles de desempeño); pero el comando del proceso estará en el
orden cualitativo descriptivo, donde el trabajo continuo, secuencial y permanente implican el
uso de términos y valoraciones progresivas, puesto que no admite sumatorias o
acumulaciones peyorativas y descalificadoras.
La evaluación del rendimiento escolar es el procedimiento de evaluación de los logros
del estudiante, entendidos como el conjunto de juicios sobre el avance en los aprendizajes
académico y convivencia del procedo educativo y pedagógico.
La evaluación será continua, integral, cuantitativa, cualitativa y descriptiva, la que se
expresará en informes de carácter numérico, cualitativo y descriptivo.
No sobra insistir que los resultados de la enseñanza son siempre difíciles de valorar; y
si lo hacemos de forma rutinaria y sencilla, es debido a la simplificación que hacemos del
proceso, pues existe una concepción sobre lo que debe apreciarse, la cual no deja de ser
eso: una simplificación subjetivamente elaborada, en la que están inmersos valores
compartidos por otros profesores, por la institución, por los textos y por el sistema social.
Elaborar un juicio de valor, supone reconocer la existencia de criterios de referencia
que deben ser de acuerdo a algún patrón, objetivo o ideal; no solo de quien realiza el juicio
sino en el proceso de búsqueda de indicios y en la selección de lo que se quiere evaluar.
Debería realizarse una categorización de los recorridos de las áreas, para recoger la
información pertinente y poder así apreciar el valor de la realidad evaluada.
De todas maneras son elaboraciones subjetivas, normas creadas por los participantes
de la institución a través de valoraciones sociales y de hábitos exigidos en las instituciones,
que no siempre se pueden mostrar objetivamente; pues, la enseñanza es una actividad en la
que no se producen cosas, sino que se aprecian simbólicas culturales.
8
Artículo 5º, del capítulo 11 del decreto 0230.
Evaluación de los Aprendizajes 17 Luis Hernando Mutis Ibarra
3. Niveles de desempeño. Por otra parte, nos puede ayudar en la orientación de este
sistema de evaluación, sobre todo en lo referido a los llamados niveles de desempeño,
puede ser pertinente acoger estos conceptos, con el propósito de controlar, estimular e
impulsar los niveles de dominio y profundidad, que conduzca a elaboraciones
conceptuales de mayor exigencia y rigor, en una especie de perfeccionamiento con
variación y crecimiento continuo desde niveles de base a otros de mayor superioridad.
El primer nivel: Desempeño con dificultad: Implican momentos del proceso
donde los aprendizajes se dan en el ámbito único de aprender mecánicamente, pero
donde los desempeños evidencian diversos niveles de dificultad. Aquí, incluso están
los estudiantes que se aíslan del proceso educativo, no se presentan, huyen o evitan
las actividades escolares; o, por diversas razones y condiciones se presentan
obstáculos en los aprendizajes.
Segundo Nivel: Adquirir el código. Hace referencia al reconocimiento y
distinción de los elementos, objetos o códigos propios del área, en tanto campo
disciplinar del saber. Este es un nivel de base, el cual da razón de la apropiación de un
conjunto mínimo de conocimientos, lo cual se constituye en una condición de
posibilidad para acceder a estadios de mayor elaboración, ya que comprende la
iniciación en la abstracción, la conceptualización y la simbolización. En este nivel, se
saben los conceptos básicos del área en particular, en términos de la naturaleza y
atributos característicos de los objetos que la componen y la manera de relacionarlos,
además se distingue con claridad lo que es propio del área bajo consideración de
aquello que le es ajeno. Prácticamente es cuando se han incorporado los datos en
9
Para muchas instituciones, el uso del número ya no es funcional, porque el orden cualitativo supera esta condición-incluso
lo numérico lo descartan de plano y sólo pretender usar la escala nominal nacional, eso sí, manejando el concepto
descriptivo del proceso de seguimiento. Para otros es una forma de poner límites precisos, aunque muchos sólo están
pensando en la suma como tradicionalmente lo han venido haciendo. Algunos dicen que, para sintonizarse con la forma de
evaluar en las universidades
10
Los conceptos de desempeño básico, alto y superior, en su precisión, son aportes del investigador Jesús A. Naspiran
Patiño
Evaluación de los Aprendizajes 18 Luis Hernando Mutis Ibarra
puedan distinguirse y manejarse dichos niveles; y para eso se utilizareá los número, la
convención nacional emitida en el decreto 1290, y, teniendo en cuenta los nuevos procesos
de las competencias, niveles de logro y/o desempeños se proponen usar los niveles de
competencias11 para el desempeño.
formativo, es un potencial que hay que aprovechar y valorar como parte del crecimiento
personal y social.
El gran problema está en no resolverlo a tiempo, con esfuerzo, dedicación e inteligencia.
Lo crítico es huirle, abandonarse a la crisis, en dejarlo pasar y dejar que se agudice,
recordando que “La vida castiga a quien no soluciona los problemas a su debido momento”.
13
GIMENO, José. “Comprender y transformar la enseñanza”. Madrid: Morata, S.L.; 1.994, P.p.347, 350.
14
GIMENO, José. Op. Cit. Pág. 348.
Evaluación de los Aprendizajes 22 Luis Hernando Mutis Ibarra
Factibilidad de realizarse por parte de los profesores; que sea adecuada a sus
posibilidades y disponibilidad de tiempo.
Deberá hacerse con la finalidad básica de obtener información, para un mejor
conocimiento de los alumnos, del proceso y el contexto de aprendizaje, con el fin de
cualificar estos aspectos.
Que no distorsione, corte o entorpezca el desarrollo de la enseñanza y del aprendizaje; lo
cual, crea ansiedad en los estudiantes, resta tiempo a los educadores, quienes podrían
dedicarlo a otras funciones de mayor significación.
Que no genere un clima autoritario y de control y manipulación de las relaciones
humanas.
En el proceso de los aprenderes, se requiere comprender qué se necesita para que los
humanos nos apropiemos del conocimiento y sepamos usarlo adecuadamente. Algunos de
esos aspectos que estimulan, alientan y nutren la apropiación significativa de los
conocimientos tenemos:
De acuerdo con los medios de evaluación que se hayan elegido es preciso diseñar y
elaborar los instrumentos apropiados para recoger la información. La función principal de
estos instrumentos es la de permitir una compilación oportuna de la información generada en
el proceso de evaluación. Un juicio valorativo fundamentado sólo en datos de la memoria,
aumentaría sensiblemente los niveles de riesgo en las decisiones que se derivan del proceso
de evaluación.
Cualquier instrumento que se utilice debe cumplir con las siguientes características.
Dicha información puede referirse a aspectos como el juicio crítico, el respeto hacia los
demás. La responsabilidad, la motricidad, el afecto, entre otros.
Por otro lado, es muy importante recordar que en el análisis y valoración de la
información es necesaria la participación de los alumnos.
El informe final: Al finalizar el año lectivo, los educadores nos encontramos con el
dilema del promedio final para la aprobación y promoción o no del año lectivo, lo que al
respecto se puede poner en consideración los siguientes aspectos:
El valor último es el que prevalece: Cuando se maneja como una homologación periférica
y secundaria, donde prime el proceso permanente y cualitativo, donde el insuficiente anula el
deficiente, el aceptable descarta el insuficiente, el sobresaliente excluye el aceptable y el
excelente obviaría el sobresaliente, siempre y cuando exista un plan de estudios permanente
y continuo, donde se observa el rendimiento del estudiante en forma progresiva (o en varios
casos se estanca, pero no retrocede).
Un Balance: La valoración final, cuando existen metas claras (sean periódicas, anuales o
por conjuntos de grados), el educador puede hacer un balance académico y del proceso en el
que el estudiante ha transcurrido y, dar un concepto justo con respecto a las metas propuesta
y a los desempeños evidenciados por los estudiantes.
Evaluación de los Aprendizajes 25 Luis Hernando Mutis Ibarra
La Comisión también estudiará los casos de los estudiantes candidatos a repetir una o
más áreas, y como condición de excepción y cuando la institución lo vea imprescindible y
determine casos de reprobaciones de grados, previo el estudio de cada uno.
De alguna forma, vincular a la comunidad en el trabajo educativo institucional requiere la
continuación en la construcción de una cultura participativa, donde se vayan elevando sus
niveles que van del gesto al discurso.
14. LA PROMOCIÓN
La promoción escolar es una decisión de gran responsabilidad de la institución
educativa, por ello se ubica como un compromiso puntual de esa organización quien desde
una visión integral de lo que hace como entidad prestadora de un servicio público, certifica
que el estudiante reúne los requisitos académicos, actitudinales y comportamentales para ser
promovido al siguiente grado de escolaridad; en esos términos, la promoción de un año
escolar es la certificación de calidad que le expide la institución a cada uno de sus
beneficiarios y acredita que el estudiante superó los estándares institucionales para el grado,
los cuales se han establecido con referencia directa a los estándares nacionales e
internacionales.
Se fundamenta en el reconocimiento de la existencia de diferencias en el ritmo del
aprendizaje de los alumnos. Por tanto los educandos deben tener oportunidades de avanzar
en el proceso educativo, según sus capacidades y aptitudes personales.
Basados en los aspectos estipulados anteriormente –sobre la valoración numérica,
homologada y de desempeño- es obvio que un estudiante aprueba el área cuando está
mínimo en el nivel básico de la homologación nacional.
En todos los casos, de acuerdo con lo establecido en decreto 1290 de 2009 los
procesos de evaluación que desarrolle la institución deberán considerar las características
personales, intereses, ritmos de desarrollo y estilos de aprendizaje del estudiante, el artículo
6º define la promoción escolar en los siguientes términos: “Cada establecimiento educativo
determinará los criterios de promoción escolar de acuerdo con el sistema institucional de
evaluación de los estudiantes. Así mismo, el establecimiento educativo definirá el porcentaje
de asistencia que incida en la promoción del estudiante”.
Se resalta de manera especial la participación del núcleo familiar, representado a
través de los padres de familia15 quienes son los directamente afectados con una decisión de
esta naturaleza, de igual manera la institución educativa debe contemplar estrategias de
apoyo a los estudiantes promovidos, quienes necesariamente en cualquier momento las van
a necesitar.
1ª. La lógica del año escolar, donde se maneja el tiempo reticular, sincrónico y uniforme;
en él se sanciona la inteligencia tanto como la dificultad, pues las personas son construidos
como objetos, desde el modelo fabril; el concepto de aprendizaje es de repitencia circular y
acumulación mecánica de información, por lo que la repitencia del año escolar, no promoción,
pérdida del año o reprobación obedecen a estos viejos modelos.
Repetir el año es volver a recorrer lo ya transitado, sin importar que algunas áreas de
conocimiento se hayan cursado apropiadamente y con éxito. Tanto debate y reflexión en
torno a la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación escolar, aún no han contribuido a
establecer parámetros claros para el manejo de estas dificultades, pues se toma la salida
más fácil: deshacerse del problema; pues aunque de manera paradójica se recomienda de
15
Parágrafo del Artículo 1. Decreto 1286 de 25 de Abril de 2005. Para los fines previstos en la presente norma, la expresión
“padres de familia” comprende a los padres y madres de familia, así como a los tutores o quienes ejercen la patria potestad o
acudientes debidamente autorizados.
Evaluación de los Aprendizajes 27 Luis Hernando Mutis Ibarra
manera reiterativa trabajar los problemas de aprendizaje (¿y enseñanza?) expresados en los
bajos desempeños, se opta al final por “hacer repetir el grado”.
2ª. La lógica del grado escolar, donde se toma el tiempo como trampolín, se respeta el
estilo y ritmo de aprendizaje; igualmente requiere un nuevo modelo pedagógico así como
administrativo y organizativo que garantice la continuidad y secuencialidad del plan curricular;
las vacaciones de fin de año, sólo serán recesos del trabajo académico y no borrones y
cuentas nuevas de los escolares. Sólo así podrá ser viable la flexibilidad y apertura del
Currículo escolar, así como la promoción y ascenso de los estudiantes, la cual puede suceder
en cualquier época del año lectivo; pues hay que reiterar que desde el concepto de
evaluación las repitencias ya no existen y la promoción flexible se vuelve realidad, donde se
valora el ritmo y estilo de aprendizaje en la que el estudiante se promociona: antes, en o
posterior al año escolar, dependiendo de sí mismo y su familia para que su avance sea rápido
o lento.
En tal sentido, las instituciones deben garantizar la promoción total de los estudiantes
bajo su responsabilidad de formación, sin plantear porcentajes límites –las excepciones no
tienen porcentajes-.
APLAZADOS Y PENDIENTES
¿Acaso no es mejor y justo, resolver la dificultad del aprendizaje que tener que repetir
lo que no se tiene dificultad?
sucede cuando el estudiante cumple antes del tiempo previsto con los logros estipulados
para el grado que estuviere cursando.
Si al finalizar el año escolar y el estudiante no ha cumplido con los logros estipulados
para el grado que estuviere cursando, se desarrollará un plan para ofrecerle al estudiante y
pueda durante el periodo de vacaciones, terminar con lo que le faltare; esto, bajo la
responsabilidad de los padres de familia, de tal manera que a su regreso el estudiante tenga
la oportunidad de iniciar el grado siguiente sin pérdida de tiempo. Si esto no fuera posible, el
estudiante en el año escolar próximo tendrá que terminar con lo que le falte de lo propuesto
del grado anterior; y, una vez cumplidos, podrá continuar con lo del grado siguiente.
La gran dificultad de manejo de la promoción flexible es el manejo administrativo y
organizativo en las instituciones. El primer gran requisito para esta factibilidad es, contar y
garantizar con un plan de estudios continuo, permanente y sistemático, tanto en su diseño
como en su operatividad, desde el grado preescolar hasta el undécimo.
Las comisiones especiales de aprendizaje, o el Consejo Académico y de Convivencia
podrán decidir la promoción anticipada de los alumnos que demuestren persistentemente la
superación de los logros previstos para un determinado grado.
la problemática que se espera sea resuelta por el evaluado. Aquí se hace explícita la tarea de
evaluación y, por tanto, dirige el esfuerzo del evaluado para generar o seleccionar una
respuesta, por lo cual es fundamental que esté escrito en lenguaje claro y preciso. Se
plantea en forma de pregunta, o como una proposición. En el primer caso, las opciones se
redactan como respuestas a la pregunta; en el segundo caso, el enunciado constituye la
primera parte de una proposición y cada una de las opciones debe completar
coherentemente el enunciado. Cualquiera sea la forma en que se redacte el enunciado, es
importante verificar su claridad, precisión y articulación con las opciones de respuesta.
Pregunta: es la oración que interroga, generalmente en los Ítems existen oraciones donde
la opción o alternativa debe completase con una oración de la opción. Es decir, las
interrogaciones o preguntas se dividen en dos secciones: una parte se encuentra en el
enunciado y la otra se precisa terminarla con las opciones. En otros casos se hace la
pregunta directa y explícitamente.
Alternativas u Opciones: son enunciados ó proposiciones ó palabras que dan respuesta
cierta y correcta a la pregunta explicita o implícita que se hace; también pueden ser
aproximaciones lo más certeras posibles con respecto a lo que se propone en el problema o
reactivo. Como su nombre lo indica, sólo una de estas opciones es verdaderamente
pertinente y completa para solucionar el problema; las demás opciones, aunque pueden
ser vistas como respuestas plausibles por los evaluados que no dominan la tarea de
evaluación, no responden en forma completa o pertinente a la problemática formulada.
Clave: Es la alternativa correcta y que responde cierta y suficientemente a la expectativa
de la pregunta planteada.
Al finalizar el enunciado no se pone punto, ni dos puntos, pues se supone que las
opciones de respuesta deben ser la continuación de dicho enunciado.
Al iniciar la opción de respuesta se inicia con letra minúscula.
No es válido “Ninguna de las Anteriores” ó “Todas las Anteriores”
Hay que fijarse que el tema y el subtema correspondan a la distribución de áreas y
subáreas.
Las preguntas deben entregarse en medio magnético, preferiblemente, dada la
optimización del trabajo que se logra con esta condición.
Para el contenido
1. Cada pregunta debe reflejar un contenido específico y un sólo comportamiento mental
específico, tal como se requiere en las especificaciones del examen.
2. Basar cada pregunta en algún punto importante del contenido que aprender; evitar
contenido trivial.
3. Usar material novedoso para medir aprendizaje de un nivel superior. Parafrasear el
lenguaje del libro de texto o el lenguaje usado durante la instrucción en un examen
para evitar la simple memorización del material.
4. Diferenciar el contenido y competencia de cada pregunta independiente del contenido
de otras preguntas del examen.
5. Evitar un contenido demasiado específico o demasiado general al escribir los ítems de
opción múltiple.
6. Evitar preguntas a partir de opiniones.
7. Evitar preguntas capciosas.
8. Mantener el vocabulario sencillo (apropiado) para cada grupo de estudiantes según el
nivel, grado o semestre y de los profesionales de la educación.
Para el estilo
1. Editar y corregir las preguntas
2. Usar gramática, puntuación, mayúsculas y ortografía correctas
3. Reducir al mínimo la cantidad de palabras en cada pregunta y usar estrictamente lo
necesario.
16
Taxonomía de pautas para elaborar los ítems de opción múltiple. (Haladyna, T.M., Haladyna. R., y Merino Soto. C.,
2002)
Evaluación de los Aprendizajes 32 Luis Hernando Mutis Ibarra
Aplicación: Referida a la capacidad del estudiante de identificar una teoría que subyace a
la dificultad o problema que se le presenta para resolver; evocar y poner en acción un
procedimiento para resolverla. Se sugiere la aplicación como el proceso de pensamiento al
que se le debe dar más peso.
Tipos de dificultad: Un problema planteado en una situación ficticia o un problema
conocido al cual se le hacen variaciones difícilmente previstas por el estudiante.
El proceso de aplicación puede producirse a través de enunciados que demandan al
estudiante avanzar:
de lo teórico a lo teórico,
de lo teórico a lo práctico,
de lo práctico a lo teórico,
de lo práctico a lo práctico.
En otra dimensión, la competencia está siempre asociada con algún campo del saber,
pues se es competente o idóneo en circunstancias en las que el saber se pone en juego.
Para ello, se plantea la competencia en el campo de las áreas escolares, como el lenguaje, la
matemática, las ciencias naturales o sociales o el arte, por ejemplo. Al respecto, conviene
señalar que es posible apreciar caminos transversales en los cuales convergen y se
entrelazan saberes de distintas áreas, pues ellas mismas también dialogan entre sí. Por eso
se evalúan simultáneamente cinco áreas: lenguaje, matemática, ciencias sociales, ciencias
naturales y las competencias ciudadanas.
En suma y en breve, la competencia o idoneidad se expresan al llevar a la práctica, de
manera pertinente, un determinado saber teórico. Así, trabajar en competencias implica
pensar en la formación de ciudadanos idóneos para el mundo de la vida, quienes asumirán
una actitud crítica ante cada situación, un análisis y una decisión responsable y libre y una
idea de educación autónoma, permanente, profundizando en aquellos aspectos que ellos
mismos determinen.
Puede entenderse la competencia como un conocimiento que se manifiesta en un saber
hacer o actuación frente a tareas que plantean exigencias específicas; es decir, el saber
hacer en contexto. Esta competencia supone conocimientos, saberes y habilidades como un
valor agregado de las interacciones que se establecen entre el individuo y determinadas
situaciones. Tales interacciones se desarrollan en un escenario tanto individual como social
(cultural), pues es la sociedad la que demanda, da sentido y legitima las competencias
esperadas.
Se trata de poner en evidencia la habilidad de los estudiantes para usar algunas
herramientas simbólicas alcanzadas, supuestamente, dentro de la experiencia escolar.
La existencia de niveles de competencia supone la presencia de diferencias en el
desempeño, atribuibles tanto al desarrollo cognitivo como al efecto del aprendizaje escolar.
La diferencia entre niveles refleja la capacidad de resolver problemas más complejos, y, en
especial, un uso más flexible de la competencia.
En los Exámenes de Estado se evalúan las acciones de tipo interpretativo, argumentativo
y propositivo, las cuales son consideradas modos fundamentales de participación y
construcción de lo social.
Para la formulación de preguntas de este tipo, es importante y clave tener presente las
frases que así lo indican:
Significa que
Explica que
Indica que
Podemos pensar que
Se puede decir…
Se puede concluir…
La (gráfica, tabla, esquema, situación) que mejor representa la anterior situación
es…
• Recuerdo (memoria)
• Comprensión (traducción, definición, conceptos)
• Procesos de aplicación
• Clasificación y codificación
Son aquellas acciones que tienen como fin dar razón de una afirmación y que se expresan
en el por qué de una proposición, en la demostración matemática, en la conexión de
reconstrucciones parciales de un texto que fundamenta la reconstrucción global; en la
organización de premisas par sustentar una conclusión, en el establecimiento de relaciones
causales, entre otras. Exige tener los conocimientos y técnicas de la disciplina.
Es la acción de reconocer el planteamiento y articulación de las razones que dan sustento
a una idea, a una propuesta, a una tesis, a la solución de un caso o de un programa. Se
entiende en síntesis como la explicación y justificación de enunciados y acciones. Dicho en
otra manera, se trata de explicar por qué, cómo y para qué; demostrar hipótesis; comprobar
hechos; presentar ejemplos y contraejemplos; articular conceptos y/o sustentar conclusiones.
Desde otro ámbito, como anteriormente se refirió, es interesante hacerse las siguientes
preguntas para lograr mejor referencia:
Análisis, síntesis
Decodificación y diferenciación
Percepción y exploración
Uso de vocabulario
Recopilación más de dos fuentes
Igual que en las dos anteriores, es interesante hacerse y responder las siguientes
preguntas para lograr mejor comprensión de este tipo de competencias:
• Generación de hipótesis
• Resolución de problemas.
• Explicación a eventos
• Construcción de mundos posibles (literatura)
• Establecimiento de regularidades y generalizaciones
• Proposición de alternativas de solución a conflictos sociales
• Elaboración de alternativas de solución a un evento o eventos
• Confrontación de perspectivas
Pensamiento hipotético
Conducta planificada
Comunicación descentralizada
Expresión y uso de Instrumentos
Conducta centrada (No impulsiva)
Busca solución de problemas
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Evaluación de los Aprendizajes 39 Luis Hernando Mutis Ibarra