fui el más poderoso narcotraficante colombiano conocido. También ejercí como político
y fui elegido representante suplente para el Congreso de la República de Colombia en
1982. También admire mucho a un personaje polémico y político mexicano Emiliano
Zapata por su imagen de rebeldía y valentía ya que según él, yo era muy parecido al
revolucionario mexicano.
Como líder del Cartel de Medellín, fui el máximo capo de la mafia colombiana.
Hice la fortuna más grande del país con el comercio de cocaína. Las autoridades
colombianas me vinculan al asesinato de más de 4.000 personas. Organicé y financie una
extensa red de sicarios y con mis actos terroristas (como carros bomba en las principales
ciudades del país) desestabilicé al país y me convertí en uno de los criminales más
buscados del mundo a comienzos de los años 1990. Morí abatido por la policía 17 meses
después de haberme fugado de la cárcel.
Nadie sabia con certeza de mis verdaderas intenciones, construí muchas obras
benéficas para los pobres, entre ellas varias canchas de fútbol y un barrio entero llamado
“Medellín sin tugurios”. Impuse mi conocida ley de "plata o plomo", por la cual muchos
miembros del gobierno, policía y militares colombianos o aceptaban la "plata" o les caía
una lluvia de "balazos”
Fui dueño de una de las haciendas más extensas de Colombia, llamada Hacienda
Nápoles, que se convirtió en su centro de operaciones. En esta hacienda reuní más de 200
especies de animales exóticos para la región, como hipopótamos, jirafas, elefantes, cebras
y avestruces, todos ingresados al país como fruto del soborno a las autoridades aduaneras.
Yo era aficionado a los carros lujosos, y después del atentado perpetrado por mis
enemigos del Cartel de Cali se encontraron más de 40 autos deportivos en el
estacionamiento del edificio Mónaco en Medellín, donde vivía parte de mi familia. Es
difícil calcular la totalidad de mis bienes raíces, como edificios, oficinas, fincas, locales
comerciales y casas, pero algunos datos hablan de más de 500 predios a mi poder.
También tuve helicópteros, motos, lanchas y varias avionetas para transportar la droga a
través de la difícil geografía colombiana.
Entre mis crímenes más notorios está el haber hecho estallar el vuelo 203 de
Avianca en pleno vuelo, para matar al entonces candidato César Gaviria (quien no subió
al avión por consejo de sus asesores), con un saldo de 107 muertos. En la campaña
presidencial de 1989 asesine a varios candidatos. También puse un carro bomba al frente
del edificio del DAS, la policía secreta colombiana, buscando acabar con su director, el
general Miguel Alfredo Maza Márquez, quien salió ileso a pesar de que la edificación
quedo semidestruida. Dicho atentado le costó la vida a cerca de 104 personas y causó
centenares de heridos.
BIBLIOGRAFIA:
[En linea]
http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Escobar