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La tienda y mi dedo del medio. Si hay algo que recuerdo con un odio punzante de mi niez/pubertad es ir a la tienda.

No por la pesada pereza que invada mis pies y piernas en crecimiento. No porque me senta ms rebelde que nunca y ms poderosa que el poderoso. No porque el tendero me caa pesado. No porque tena tareas. Odiaba ir a la tienda por lo que saba me esperaba al caminar por la acera con mi uniforme colegial. Odiaba ir a la tienda porque saba que mis odos si pudieseniban a gritar del dolor y repulsin cuando a mi espalda escuchaba: mamacita, fiu fiu, que rica, iiiiiiishshsh (ese sonido que solo nosotras sabemos describir) y una larga lista de desatinos morbosos y repugnantes que no hacan ms que provocar que mi cabeza se agache ligeramente y mis cachetes #pubertos se enrojezcan del asco de la vergenza y de la ira. Solo tena 13 aos. Tiempo despus decid probar otra alternativa. Cuando caminaba sola por la calle y me senta ofendida y avergonzada, no agachaba mi cabeza, la levantaba ms y con mucha ira, les sacaba el dedo a los morbosos. Levantaba mi mano y les sacaba el dedo del medio a esos hombres que como flechas lanzaban sus #piropasos vulgares y mugrientos. Les sacaba el dedo con tantas ganas que las iras se me pasaban. Hoy, 5 aos despus, s que ni una mujer, ni una dama, ni una zorra, ni una puta, ni una nia, ni una guagua, (como carajos les guste llamarnos) tiene porque agachar la cabeza cuando camina. Cuando cruza por una construccin. Cuando pasa por una cancha de ftbol y la testosterona abunda. Cuando se cruza con una jerga de barones con complejo de machitos. Hoy s que sacarles el dedo no borra de mi cabeza sus palabras resonantes y repulsivas. As que si eres mujer no te quedes callada, si eres hombre tampoco te quedes callado. Pero si eres hombre con complejo de machito, solo hazle un inmenso favor a la sociedad y CIERRA tu boca.

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